miércoles, 20 de junio de 2018

Sakura, Cazadora de Cartas III: Las películas


¡Hola a todos!

Y seguimos con la tercera parte de mi monográfico de Cardcaptor Sakura, que se terminará en el siguiente episodio con mi crítica acerca de la cuarta temporada, aunque no descarto hacer una continuación si el arco Clear Card continúa en un futuro. En el apartado de hoy voy a hablaros un poco de las dos películas que existen sobre la Cazadora de Cartas, dónde situarlas en la cronología y mis impresiones personales acerca de cada una. Id con cuidado porque voy a destripar los argumentos y va a haber cientos de SPOILERS, así que ya estáis avisados.

¡Vamos allá!


Cardcaptor Sakura: The Movie





Tras el rotundo éxito de la primera temporada de la serie, Sakura y sus amigos dieron el salto a la gran pantalla con la película Cardcaptor Sakura: The Movie, que se estrenó en los cines japoneses en agosto de 1999. Situada cronológicamente entre la primera y la segunda temporada, esta película no aporta ningún elemento nuevo y no es necesaria para comprender otras cosas de la serie. Como dije en la parte anterior, es un capítulo de hora y media de la Cazadora de Cartas que podría incluso resultar aburrido a quienes no siguen la serie.

La historia comienza cuando Sakura, con la ayuda de Syaoran, captura la carta Arrow (Flecha), una carta creada exclusivamente para la película pero que aparece fugazmente al inicio de la segunda temporada de la serie. Por la noche, mientras Sakura duerme, el libro de las cartas de Clow se ilumina de repente. Sakura tiene un sueño en el que se encuentra de pie sobre las aguas, en un lugar donde apenas puede ver nada; de repente, unas extrañas vendas la atrapan y la sumergen con violencia en el agua.

Al día siguiente, nuestros protagonistas están en su último día de colegio antes de las vacaciones de invierno y están hablando de sus planes. Syaoran y Meiling vuelven a Hong Kong con sus familias, mientras que Sakura y Tomoyo todavía no saben qué hacer. Después de clase, Sakura va a una papelería a comprar un cuaderno para hacer los deberes, lo que le da una oportunidad de participar en un sorteo. Gracias a una misteriosa ayuda, Sakura consigue el premio gordo: un viaje a Hong Kong para cuatro personas.

Como es lógico, Sakura se emociona mucho con el premio, ya que nunca antes había viajado al extranjero. Al enterarse, Kero le comenta que él ya había estado antes en China con Clow Reed y tiene ganas de volver a aquella tierra. Llega el día del viaje, pero como el señor Kinomoto tiene trabajo no puede ir, de modo que son Tôya y Yukito los que acompañan a Sakura y Tomoyo, que también está invitada al viaje.




Una vez en Hong Kong, nuestros protagonistas se dedican a hacer turismo por la ciudad. Por la noche, Sakura vuelve a tener su misterioso sueño, pero esta vez consigue ver la figura de una mujer, que es la que tiene control sobre las vendas que atraparon a Sakura la noche anterior. La mujer intenta atraerla hacia ella, diciéndole que lleva mucho tiempo esperando, pero entonces Sakura despierta y el sueño se acaba ahí. Mientras está con su hermano y sus amigos dando un paseo por el mercado, Sakura se siente vigilada por unos pájaros extraños. Siguiéndolos, llega a una especie de solar abandonado donde hay un pozo del que emana un poder maligno por el que se siente atraída, quedando hipnotizada. Pero entonces aparece Syaoran, que acude en su ayuda alertado al sentir ese misterioso poder.

Tras este suceso, todos son invitados a casa de Syaoran, incluida Meiling, que a su vez se encontró con Tomoyo en el mercado. Es entonces cuando entra en escena la madre de Syaoran, una mujer bella y misteriosa que conoce la labor de la Cazadora de Cartas y la invita a pasar la noche en su casa junto con sus amigos. También aparecen como personajes nuevos las cuatro hermanas mayores de Syaoran, unas preciosas jóvenes que están como cuatro cabras. Esa noche, Sakura vuelve a tener el mismo sueño y se despierta sobresaltada, dándose cuenta al instante de que tiene heridas en los brazos, justo en los puntos donde la atraparon las vendas de la mujer. La madre de Syaoran acude en su ayuda y la invita a dar un paseo, durante el cual le advierte que se encuentra en peligro, pero que con su gran espíritu podrá poner fin a sus pesadillas.

Llega el nuevo día y Sakura vuelve a encontrarse con los pájaros que antes la vigilaban, a los que sigue hasta un pequeño anticuario donde junto con Kero encuentra un libro en cuya portada aparece la mujer que Sakura ha visto en sus pesadillas, sentada en un pozo. La energía que desprende el libro obliga a Sakura a abrirlo a pesar de los esfuerzos de Kero por impedirlo, pero en ese momento llegan Tôya, Yukito, Tomoyo y Syaoran. Del libro empieza a manar agua y todos son llevados a una extraña dimensión donde gobierna la mujer que atemorizaba a Sakura en sueños. Todos quedan atrapados en unas burbujas de agua, excepto Sakura y Syaoran. Li consigue distraer a la mujer para que Sakura rescate a Tomoyo, pero ahora es él quien queda atrapado a merced de la mujer, que no hace más que preguntar dónde está Clow Reed. A Sakura no le queda más remedio que huir con Tomoyo.

Más tarde, Kero les explica que esa mujer era una prestigiosa adivina que vivió en la misma época que Clow Reed, y que basaba su poder en el agua para predecir el futuro. Clow, mucho más poderoso que ella, era su eterno rival y objeto de envidia, lo que la hundió en una profunda obsesión que ha perdurado más allá de la muerte, pues la mujer no parecía darse cuenta de que Clow Reed había fallecido.

Pero Sakura no se queda de brazos cruzados. Con la ayuda de la madre de Syaoran, Sakura va al pozo abandonado y consigue regresar a la dimensión de la adivina para salvar a sus amigos. Es entonces cuando se desencadena una encarnizada batalla entre Sakura y la adivina en pleno centro de Hong Kong, en la que Sakura acaba venciendo a la mujer con ayuda de la carta Flecha. Esta carta, al parecer, no es simplemente una carta de ataque, sino que ayuda al afectado a comprender sus verdaderos sentimientos. Es así como nos damos cuenta de que la adivina en realidad no sentía odio hacia Clow Reed, sino que estaba enamorada de él y nunca pudo decírselo. Al final, acepta que Clow Reed ha muerto y su alma puede descansar en paz. Y así, Sakura y los demás pueden volver a Japón con total tranquilidad.




La película, sin ser un derroche de medios, cumple a la perfección con el objetivo que se esperaba de ella, que no era otro más que contar otra aventura de la Cazadora de Cartas. Es una historia simple, pero resultona, con una animación muy correcta y un ritmo argumental ágil y bien llevado. No se hace aburrida en ningún momento y contiene muchos guiños que ya aparecían en la serie, como las constantes burlas de Tôya hacia Sakura, las peculiares hermanas de Li y las innumerables ocasiones en las que Tôya está a punto de descubrir que Kero es algo más que un peluche.

En España pudimos disfrutar de esta película en DVD, aunque he de decir que me sentí muy desilusionada con el doblaje, ya que no fue doblada por los mismos actores que lo hacen en la serie, lo que me decepcionó bastante. Estaba tan acostumbrada a las voces de la serie que las nuevas me sonaron raras cuando vi la OVA.

La película cosechó un éxito considerable, el suficiente como para garantizar una segunda parte y, de paso, promocionar el estreno de la segunda temporada del anime. En definitiva, se trata de un producto puramente comercial, pensado para los fans de Sakura y con vistas a la venta de incontable merchandising, pero con bastante calidad técnica. A destacar la preciosa banda sonora con su tema principal.


Cardcaptor Sakura: La Carta Sellada





Entre las pequeñas licencias que los productores del anime se tomaron a la hora de adaptar el manga de Sakura a la pequeña pantalla, sin duda la que llamó más la atención fue el final entre ambas versiones. La tercera temporada de Cardcaptor Sakura terminó a principios del año 2000, pero a comienzos del verano se anunció el estreno inminente del segundo largometraje de Sakura para finales de agosto. Los encargados de marketing promocionaron esta segunda película como el final definitivo de la serie, obligando a ir al cine a todos los fans.

El manga finalizó en el capítulo 50 con un bonito epílogo en el que Sakura conseguía declararse a Syaoran antes de que él se marchara a Hong Kong. Después de intercambiarse sus ositos de peluche, prometen volver a verse pronto. Años después, el mismo día en el que Sakura va a empezar la secundaria, se encuentra en la calle con Syaoran, que ha arreglado todos sus asuntos en Hong Kong y ha vuelto a Tomoeda para quedarse. Emocionada, Sakura corre hacia Syaoran y ambos se funden en un tierno abrazo.

Esto contrasta notablemente con el final del anime, del que ya os he hablado en el post anterior y que presentaba un nuevo giro de tuerca que no se había planteado en el manga. Si recordáis, Sakura va a ver a Syaoran al aeropuerto pero no le dice abiertamente que está enamorada de él, sino que se limita a pedirle que le dé su osito de peluche, dando a entender que sí, que en realidad corresponde sus sentimientos, y terminando con un “Nos volveremos a ver, ¿verdad?”. Como es evidente, este final desilusionó mucho a los fans del anime, que querían un final más apropiado para su pareja favorita. Y este fue el final que se pudo ver en la segunda película.

La historia comienza unos meses después de los hechos ocurridos al final de la serie. La casa donde antes vivía Eriol ha sido derrumbada para dar comienzo a la construcción de un nuevo parque de atracciones. Todavía quedan algunos escombros, pilares e incluso el sillón donde se sentaba la reencarnación de Clow Reed. Pero algo más se esconde en los restos de la mansión. En un agujero en el suelo hay algo que brilla. Por su aspecto parece una carta, pero el dibujo del reverso delata que se trata de una carta de Clow. ¿Cómo puede ser esto posible? Se suponía que Sakura las había capturado todas y las había hecho suyas.




Mientras tanto Sakura, Tomoyo y Kero están en casa viendo algunas escenas de vídeo que Tomoyo ha grabado en el parque. Para no perder sus habilidades, Sakura ha estado creando enemigos con la carta Create y Tomoyo ha aprovechado la ocasión para grabarla con sus nuevos vestidos, haciendo un montaje al que incluso le ha añadido banda sonora. Pero en la misma cinta han quedado fragmentos de grabaciones antiguas, y cuando Kero rebobina para verse a sí mismo, aparece en pantalla un primer plano de Syaoran en plena acción, algo que hace sonrojar a Sakura. Junto a Tomoyo, recuerda cómo casi todos sabían que Syaoran sentía algo por Sakura y que ella no se enteró hasta que él se armó de valor para confesarle sus sentimientos. Ahora es Sakura la que quiere ver a Syaoran para decirle lo que siente cara a cara, pero no sabe cuándo volverá a verle.

A la mañana siguiente, Sakura se levanta para ir a los ensayos de una obra de teatro que sus amigos quieren representar para el Festival de Nadeshiko, que se celebrará muy pronto en Tomoeda. Esta vez se trata de una obra escrita por su amiga Naoko y a Sakura le toca interpretar el papel de una princesa, mientras que Yamazaki, el trolero de la clase, interpreta al príncipe del que está enamorada. Tras el ensayo, Sakura y Tomoyo dan un paseo y charlan acerca de la obra de teatro, hasta que se cruzan con un cartel que anuncia la próxima inauguración del nuevo parque de atracciones, y deciden que irán a visitarlo al día siguiente.

Esa noche Sakura, que está de lo más romántica, lee un libro de amor en su cama y no puede evitar acordarse de Syaoran. La novela trata de una chica que echa de menos a su enamorado, al que desea verle de nuevo para poder decirle lo que siente por él: exactamente lo mismo que ella siente por Syaoran. Tan absorta está en sus pensamientos que no se da cuenta de que su baraja de cartas empieza a brillar. En ese mismo instante, algo extraño ocurre en el parque de atracciones. Se trata del mismo brillo que tenía la carta enterrada bajo los escombros de la casa de Eriol. La carta se ha liberado y se ha materializado en lo alto del reloj que preside el parque, siendo su aspecto el de una especie de niña alada con largos cabellos y mirada triste.

A la mañana siguiente, Sakura y Tomoyo se disponen a pasar un día estupendo en el parque de atracciones. Pero entonces, Sakura parece sentir algo que proviene del parque y sale corriendo para ver qué es. Al girar rápidamente una esquina, choca contra alguien y está a punto de caer. Mientras levanta la mirada y empieza a pedir disculpas, se da cuenta de que esa persona es Syaoran. Los dos se llevan una tremenda sorpresa y se sonrojan, hasta que aparece Meiling al cabo de un rato. En teoría, Meiling y Syaoran deberían estar en Hong Kong, pero Meiling y Tomoyo han estado conspirando para reunir de nuevo a los tortolitos para que Sakura se declare de una vez. Como buenas celestinas, les preparan una encerrona y lo organizan todo de tal manera que hacen que Sakura no tenga más remedio que invitar a Syaoran a cenar a su casa.

Esa noche, todo parece ir de maravilla. Sakura y Syaoran se sientan juntos a comer un aperitivo, se miran constantemente y se sonrojan sin poder evitarlo. Parece que por fin Sakura se va a decidir a declararse, pero el olor de la comida ha despertado a Kero, que aparece de repente para ver cuánto puede comerse. La ocasión perfecta se ha perdido, pero Sakura vuelve a tener otra oportunidad cuando Kero acaba de cenar y se marcha a su habitación. Es el momento perfecto para confesarle sus sentimientos a Syaoran… pero entonces aparecen Tôya y Yukito y la oportunidad se va al traste otra vez, así que Sakura no tiene más remedio que salir a despedirse de Syaoran. Los dos prometen que se verán al día siguiente en los ensayos de la obra.




En ese mismo instante, algo está ocurriendo en la habitación de Sakura. Kero no se da cuenta de nada, ya que está durmiendo, pero del mazo de cartas de Sakura sale volando una carta, que va a parar a manos de la chiquilla del parque de atracciones, que sonríe de manera maléfica.

Al día siguiente, tras los ensayos, Tomoyo y Meiling vuelven a la carga y tratan de animar a la parejita para que Sakura se declare de una vez. Sakura propone que vayan a un puesto de zumos que acaba de abrir. La dirección era a la izquierda en el siguiente cruce, en la calle con el buzón de correos. Pero hay algo raro. Al llegar al cruce, el buzón no está y solo se ve un trozo de su base, como si lo hubieran cortado con un cuchillo.

Los días pasan, los chicos ensayan para la obra y hay más de un momento en el que parece que Sakura por fin se va a declarar a Syaoran, pero siempre hay algo que la interrumpe. En cierta ocasión, Sakura se sienta con Yukito para hablar y retoman la conversación donde lo habían dejado por última vez. Yukito le pregunta si ya ha encontrado a la persona que ama de verdad y Sakura le responde que sí, pero que está teniendo algunos problemillas para confesarle sus sentimientos. Pero entonces, Sakura siente que algo mágico ha ocurrido. Ella no lo ha visto, pero una de las cartas que llevaba en su bolsa ha desaparecido, tal como había ocurrido antes en su habitación. Al preguntarle a Syaoran si ha notado algo raro, él le dice que no y Sakura se queda más tranquila, pero por poco tiempo. Unos pasos más adelante, uno de los puentes de Tomoeda ha desaparecido.

Sakura no encuentra explicación para lo que está ocurriendo, y Kero tampoco, pero a partir de ahora lleva las cartas consigo por si acaso hay problemas. Como al día siguiente no hay ensayo, Sakura y sus amigos deciden ir al parque de atracciones para pasar un buen rato. Meiling y Tomoyo no hacen más que intentar que se queden a solas, hasta que por fin Meiling da con la solución perfecta: la noria. Una vez a solas en la góndola, el corazón de Sakura empieza a latir cada vez más fuerte cuando por fin pronuncia las primeras palabras. De pronto, una de las cartas sale de su bolso, y tanto Sakura como Syaoran se dan cuenta de lo que ocurre. Bajan de la noria a toda prisa y siguen el rastro mágico hasta la casa de los espejos y se quedan asombrados al notar la presencia de una carta de Clow. La carta aparece detrás de los espejos y Syaoran sugiere que Sakura utilice la carta Through, pero Sakura descubre que ya no la tiene. La carta misteriosa reclama que le devuelva a sus amigas y le roba tres cartas más a Sakura antes de desaparecer dejando a los protagonistas desconcertados.

Una vez en casa, Kero sugiere que llamen a Eriol para que les dé una explicación acerca de lo que está pasando. Desde Inglaterra, Eriol ha presentido lo que estaba ocurriendo y les cuenta todo lo que sabe. Al parecer, además de las 52 cartas de Clow que todos conocían, había una más que permaneció sellada bajo la mansión de Clow Reed durante siglos. Las cartas de Clow fueron hechas con energía positiva, pero para equilibrar la balanza de poderes era necesario crear una nueva carta con energía negativa, y por eso creó la carta Nothing. Cuando todas las cartas eran Cartas de Clow, este equilibrio se mantuvo imperturbable, pero al cambiarlas a Cartas de Sakura, el sello que guardaba la última carta se ha roto. Esto quiere decir que por ahí suelta queda una carta poderosísima que es capaz de hacer desaparecer cualquier cosa pues, como su propio nombre indica, la carta Nothing es capaz de reducir cualquier cosa a la nada en cuestión de segundos. Cada vez que Nothing le robe una carta a Sakura, un nuevo elemento de su entorno desaparecerá, como lo que pasó con el buzón de correos y el puente.




La solución está clara: hay que atrapar la carta y transformarla en una Carta de Sakura, pero no va a ser tan fácil. Para poder transformarla, Sakura deberá entregarle su sentimiento más preciado, pues solo la energía de ese sentimiento puede hacer que la carta cambie su forma. Pero antes de que Eriol pueda decir nada más, la comunicación se corta por culpa de la carta sellada.

Sakura se queda completamente destrozada después de hablar con Eriol. Si quiere salvar Tomoeda y a todos sus habitantes, tendrá que sacrificar su sentimiento más fuerte, que no es otro que su amor por Syaoran, algo que no desea en absoluto. Y se pone todavía más triste cuando Syaoran, serio y firme en el cumplimiento del deber, le dice que tiene que hacer lo que le ha dicho Eriol… sin saber que le está pidiendo que renuncie a sus sentimientos por él. Yukito y Yue también tratan de consolar a Sakura diciéndole que tiene que haber otra manera de cambiar la carta, ya que Clow Reed nunca habría creado una carta que supusiese tantos sacrificios.

Los primeros cohetes anuncian el inicio de las fiestas de Nadeshiko en Tomoeda. Mientras nuestros protagonistas están en la escuela ultimando algunos asuntos de la obra, la carta sellada vuelve a aparecer para hacer otra vez de las suyas. Al robarle más cartas y hacer desaparecer parte del patio de la escuela, la carta provoca que Yamazaki tenga un accidente y se haga daño, haciendo imposible que participe en la obra de teatro. Llega la noche, la hora de la representación. Pero la obra no se va a suspender, ya que Yamazaki le cede su puesto a Syaoran para que interprete al príncipe. La obra de teatro comienza y cada uno borda su papel, hasta que llega la escena clave. Después de la escena del baile de máscaras, el príncipe confiesa su amor a la princesa, pero su relación es imposible. Sus dos respectivos reinos son enemigos y ella, con todo el dolor de su corazón, le pide que la olvide, aunque ella también lo ama. La actuación de Sakura y Syaoran es espectacular, y a ella hasta se le saltan las lágrimas, pues le está diciendo a Syaoran lo contrario de lo que querría decirle.




Hasta ese momento todo había ido bien, pero nada más acabar esta escena los focos estallan y vuelven a empezar los problemas. La carta sellada aparece para robarle a Sakura las cartas que le quedan, provocando además que todo el entorno desaparezca, lo que incluye edificios y personas. Al final solo quedan Sakura, Syaoran, Tomoyo, Meiling, Kero y Yue. Antes de partir a la batalla final, Tomoyo les ofrece trajes a Sakura y Syaoran, pues es su manera de desearles suerte y un feliz regreso a casa.

La ciudad de Tomoeda es un caos absoluto. La carta Nothing ha hecho desaparecer casi todo lo que Sakura conocía. En ese instante, otro puñado de cartas desaparecen del bolsillo y salen volando. Sakura intenta recuperarlas con la carta Windy, pero solo consigue que vuelva a su forma original y se vaya también. Lo que ocurre después debe ser la desaparición de alguna cosa, y en esta ocasión son Tomoyo y Meiling las que desaparecen.

Solo le quedan cinco cartas, pero Sakura no pierde la esperanza. Acompañada de los guardianes Kerberos y Yue, Sakura se enfrenta a la carta Nothing con todas sus fuerzas. Pero poco a poco, Nothing le roba todas las cartas y hace desaparecer a los guardianes, que no tienen nada que hacer ante el poder de su antiguo amo. Entonces, Syaoran ataca a la carta usando su propia magia, ya que no está basada en nada que haya creado Clow Reed. Al principio, su ataque del rayo parece hacerle daño a Nothing, pero cuando está a punto de rematarla con su ataque de fuego, la carta hace desaparecer a Syaoran.

Sakura, que lo ha visto todo desde lejos, se queda completamente sola e impotente, sin poder hacer nada al respecto. Ni siquiera le da tiempo a llegar para ayudarle haciendo uso de la carta Fly, pues la carta sellada se la roba y la hace caer al vacío; de hecho, Sakura se salva de milagro al agarrarse al péndulo del reloj. Allí evita un ataque más con la carta Shield, pero a continuación también le es robada.




La carta Nothing ha conseguido lo que quería. Ha recuperado a sus amigas, el resto de las cartas de Clow. Pero Sakura, disgustada, le dice que eso no es amistad, pues a los amigos no se les obliga a hacer cosas. Las cartas de Sakura se rebelan y dejan sola a Nothing, que llora desconsolada. A pesar de todo el daño que ha causado, Sakura sonríe e invita a Nothing a unirse a las demás convirtiéndose en una Carta de Sakura, y así lo hace. Nothing se transforma, pero toma a cambio el sentimiento más preciado de Sakura: su amor por Syaoran, que quedará atrapado por toda la eternidad. Sin embargo, ocurre un pequeño milagro. A Sakura todavía le quedaba una carta, la carta sin nombre que representaba un corazón, que comienza a brillar saliendo de su bolsillo. Esta carta se une a la carta Nothing y juntas forman la carta Hope, la esperanza.

Sakura por fin tiene todas las cartas transformadas, pero eso no cambia lo ocurrido. Syaoran es liberado pero su amor por Sakura ha desaparecido. Con todo, Sakura le confiesa sus sentimientos hacia él, y se lleva una gran sorpresa cuando Syaoran sonríe y le dice que se alegra de oírlo. Su amor ha permanecido intacto a pesar de todo. Feliz como nunca, Sakura pega un gran salto entre el vacío que los separa a ambos para reunirse con él mientras todo vuelve a la normalidad.

Y así hemos llegado al final de la historia, que no podría ser más apoteósico ni emocionante. En comparación con la primera película, esta sí añade elementos nuevos a la trama pero lo hace con tal acierto que no chirría ni resulta incoherente con la trama inicial. La animación es maravillosa y la banda sonora bastante acertada, aunque eso no quita que este producto sea puro fanservice de principio a fin. Se nota a la legua que se hizo a propósito para contentar a los fans y para sacarle más jugo a la historia de la Cazadora de Cartas; dado el enorme éxito que ha tenido este segundo largometraje, solo queda decir “objetivo cumplido”.


¡Y hasta aquí por hoy! Pronto volveré con la última entrada dedicada a esta serie, en la que me centraré por completo en la cuarta temporada del anime y en mis impresiones al respecto. ¡Hasta pronto!

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