lunes, 23 de enero de 2017

YouTube y el precio de la dignidad


¡Hola a todos!

Ya sabéis que no soy la típica bloguera que se mete en polémicas y malos rollos, que soy de las que prefiere hablar de asuntos que le gusten a todo el mundo y tratar de estar a bien con todos, sin armar jaleo e intentando que todo el mundo se lo pase bien leyendo lo que escribo. Pero a veces salen a la luz hechos que a mí, como ser humano, me llenan de una profunda rabia; por desgracia, el tema del que hoy vamos a hablar ha hecho que la saliva me sepa a bilis.

Soy una gran seguidora de la plataforma YouTube. Tengo un canal que no utilizo nunca, pero sí me gusta pasarme por esa web para ver vídeos musicales o gameplays de los juegos que más me gustan. También me gustan mucho los vídeos de humor, e incluso sigo a varios youtubers bastante conocidos; de los grandes, podríamos decir. Por eso, como seguidora de salseos y de las polémicas que hay en YouTube (y las ha habido muuuy gordas), sé que algunos dueños de canales se pasan bastante a la hora de crear contenido nuevo para sus suscriptores, llegando a hacer cosas que rozan la ilegalidad y que levantan más de una ampolla por su escasa ética.

Hace algunas semanas, las redes se revolucionaron cuando un chico llamado Sergio Soler, más conocido como MrGranBomba, subió un vídeo a la plataforma YouTube que se hizo viral en cuestión de horas. En ese vídeo se podía ver al youtuber dirigiéndose a un repartidor de la empresa Tourline Express para preguntarle dónde estaba la calle de las tiendas, en Alicante. Mientras el hombre le explica qué ruta ha de seguir, el youtuber le interrumpe: "A ver si me aclaro, caranchoa". El repartidor, cuya identidad no se conoce y que aparece pixelado en el vídeo, no tarda en ponerse nervioso y montar en cólera. Al ver que estaba alterado, Soler intentó excusarse diciendo que era una broma para un proyecto de la universidad, pero no se libró de que el repartidor le soltara una sonora bofetada. No está claro si el youtuber insultó más veces al repartidor, pues se ha dejado entrever que el vídeo podría estar manipulado, pero fue suficiente para que saltara la polémica sobre si merecía o no haber recibido un bofetón.

Vaya por delante que no soy una persona violenta. Soy de las que piensa que la violencia no arregla las cosas (más bien las empeora), y que no se debe recurrir a ella bajo ningún concepto. Pero son estas mierdas las que me hacen rabiar tanto que me hacen pensar en el consejo que mi señor padre me dio en su día: Que una hostia bien dada a tiempo hace milagros.

Aunque el caso de caranchoa fue celebrado con risas (y yo me incluyo; solté un tremendo "fuck yeah!" cuando el repartidor le dio la bofetada al tío), sucede que la chulería del polémico MrGranBomba y su famoso vídeo han puesto fin a su carrera de youtuber. Soler, que posiblemente soñaba con hacerse famoso y vivir de Internet, nunca pensó que el grueso del público se pondría de parte del repartidor y, en cambio, afeara su propia conducta con él. ¿Qué fue lo que acabó de provocar su suicidio profesional? Probablemente el hecho de que en su canal tuviera vídeos del mismo calibre en los que se dedicaba a insultar a personas por la calle, siguiendo la tónica que había seguido con el repartidor, solo que con víctimas más mansas y tranquilas. También ha influido, me temo, que tras haber recibido la bofetada hubiese ido al hospital para pedir un parte de lesiones y que afirmase en un vídeo que se disponía a denunciar al repartidor y a la empresa para la que trabaja. Supongo que con el afán de ganarse la simpatía de los más reticentes, afirmó que todo el dinero que le sacase al repartidor iba a destinarlo a Cáritas.

Para mí, esto es el colmo del descaro. Bajo mi punto de vista, está más que claro que MrGranBomba ha dicho que donaría el dinero a la beneficencia porque sabe que le ha salido el tiro por la culata. Quería hacerse famoso grabándose a sí mismo burlándose de los demás para ver sus reacciones y ha salido escaldado. Su contenido en YouTube era, cuanto menos, deplorable. Entre las bromas que le gustaba gastar estaba acosar a chicas en la parada del autobús oliéndoles el pelo y llegando a tocárselo, o tirarle huevos a un coche recién lavado mientras la dueña del vehículo le pide una y otra vez que pare. Y lo que más me cabrea es que este personaje tiene los santos cojones de hacerse la víctima, de decir que ha tenido la mala suerte de haber topado con un desequilibrado mental que no tenía por qué agredirle.

¿Queréis saber mi opinión al respecto? Yo me alegro mucho de que el repartidor le hubiese soltado un guantazo. Sé que suena cruel y desproporcionado, pero de verdad que el chasquido de la bofetada fue música para mis oídos. El repartidor no tenía derecho a pegarle una bofetada, pero ¿acaso tenía él derecho a insultarle? ¿Qué pasa si el repartidor estaba pasando por una mala racha, si tenía problemas personales, si estaba a punto de estallar por un cúmulo de cosas? MrGranBomba ha tenido la mala suerte de insultar a la persona equivocada y lo ha pagado con creces. La próxima vez que quiera hacerse famoso, que sea por hacer vídeos en los que no tenga que recurrir a incomodar y humillar a las personas. La bofetada le ha venido de perlas.

Pero esto no es todo, porque todavía hay otra joyita que ha rizado el rizo y ha cometido, en mi opinión, una de las peores bajezas en las que puede caer el ser humano.

Hace unos días las redes volvieron a incendiarse con la viralización de un nuevo vídeo en el que se gastaba una broma. ReSet, un youtuber de origen chino pero afincado en Cataluña, tiene un canal en el que se dedica a pedir a sus suscriptores que le propongan retos asquerosos, casi todos basados en hacerle pasar un mal rato a otro ser vivo. Tenemos así vídeos con un contenido del calibre de coger a su gato y romperle huevos en la cabeza o darles pequeñas descargas con una raqueta electrificada, algo que me parece repulsivo porque se está maltratando a un animal y a nadie parece importarle una mierda. Sería otro vídeo el que acabaría para siempre con ReSet, cuyo contenido es tan indignante que hasta me produce arcadas.

Siguiendo la premisa de sus vídeos de bromas estúpidas, al youtuber se le ocurrió hacer lo que le debió parecer el colmo de lo gracioso. Esto fue coger un paquete de galletas Oreo, abrirlas para quitarles la crema, rellenarlas con pasta de dientes y ofrecérselas a un pobre mendigo que estaba en la calle. Y es todavía peor, todavía más humillante, que antes de ofrecerle las galletas el youtuber le entregue un billete de 20 euros, en plan "mira, te voy a hacer una putada pero para que nadie me recrimine nada, que sepas que te doy 20 pavos porque soy una persona generosa". Y ancha es Castilla.

¡Y una mierda! ¿Quieres que te diga lo que eres? Un cabrón, un desgraciado y un sinvergüenza. Te has acercado a un vagabundo, a un hombre que está en la peor situación en la que puede estar un ser humano, y te has burlado de él. Te has partido de risa porque sabías que ese mendigo iba a comerse las galletas rellenas de pasta de dientes, y no te has parado a pensar en que tal vez ese hombre las comió porque hacía DÍAS que no probaba bocado. ¿Sabes tú lo que es pasar hambre? No me refiero a tener ganas de comer, sino a pasar HAMBRE. No, no tienes ni zorra idea, porque te has pasado 20 años viviendo a expensas de tus padres y no sabes lo jodido que es no poder comer todos los días, no tener dinero para comprar ropa de abrigo o no tener ni siquiera un techo bajo el que resguardarte del frío y de la lluvia. No lo sabes, y no te has parado a pensar en ello porque eres un soberano gilipollas.

Pero hay algo que todavía me cabrea más, hasta un punto que no creía posible, y es que ReSet ha tenido la desfachatez de pedir disculpas "a quien se haya ofendido" y a decir que no hará más vídeos de ese contenido porque ya se ve que no nos gusta. ¿Pero tú de qué vas? ¿Es que no has entendido nada? ¡No se trata de que ese contenido le guste a la gente, es que no puedes hacerlo por respeto a los que hieres! ¡Has jugado con el bienestar de una persona vulnerable y te has querido lavar las manos dándole un billete de 20 euros, como si fueras la Madre Teresa de Calcuta! ¿Pero tú quién te has creído que eres? El dinero puede comprar muchas cosas, pero no puede comprar la dignidad. Y tú has intentado comprar la dignidad de un vagabundo con 20 cochinos euros. Te has equivocado, la has cagado a base de bien, pero no te arrepientes de lo que has hecho. No lamentas haberle hecho una putada; solo te excusas diciendo que ha sido un acto un poco inmaduro y que no lo harás más porque a los demás no nos gusta. No porque lamentes haber humillado a un mendigo, sino porque has recibido críticas que no esperabas y eso te ha jodido. Ahora no te vas a hacer famoso por tus geniales bromas, sino por ser el capullo que tuvo que humillar a un pobre mendigo para conseguir visitas en YouTube.

Tal vez algunos consideréis que este arranque mío es un poco desproporcionado por la dureza de mis palabras, pero de verdad que ya no aguantaba más. No soporto a esta gente que tiene que burlarse, insultar y humillar a otras personas para sacar un beneficio económico. ¿A dónde vamos a parar si seguimos así? ¿Cuál es el límite de todo esto? Sinceramente, yo creo que esto se nos está escapando de las manos. No todo vale para triunfar en YouTube, y menos aún pasar por encima de la dignidad de los demás.

miércoles, 18 de enero de 2017

Código legislativo de la Novela Distópica Adolescente


¡Hola a todos!

Pues aquí estamos un día más en La Biblioteca de Laura. Habréis visto que estoy actualizando con un poco menos de frecuencia que hace unos meses, pero es por un cúmulo de cosas que me están viniendo encima todas de golpe. Por no aburriros, os diré que una de ellas es un pequeño bache creativo por el que estoy pasando, que me pone las cosas difíciles a la hora de pensar nuevos artículos para subir aquí; parece ser que en cuestión de temáticas ya está todo visto, y tampoco me gustaría repetirme demasiado y subir cosas que ya estáis cansados de ver.

¿Y qué es este nuevo post titulado Código Legislativo sino una repetición de los otros dos que le he dedicado a la literatura romántica y a la fantástica? Pues eso, una especie de continuación de los tópicos y clichés más vistos en la literatura, solo que esta vez dedicada a la distopía adolescente. Me apetecía mucho dedicarle un post de este tipo a la distopía adolescente (habréis visto que siempre pongo la apostilla de "adolescente", porque el género distópico del que procede difiere bastante de lo que se tiene hoy en día por literatura distópica), ya que es un género literario que tiene muy buena acogida entre los más jóvenes desde la exitosa publicación de Los Juegos del Hambre, trilogía escrita por Suzanne Collins que marcó un antes y un después dentro de la literatura juvenil. Sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, la popularidad de una obra trae consigo a un montón de escritores mercenarios que se vuelven locos con la premisa principal de la historia y la reescriben pero cambiándole los nombres a sus protagonistas o haciendo un par de añadidos.

Y por eso, una vez más, con un 50% de humor y otro 50% de seriedad, he decidido dejaros aquí las principales leyes del cliché de la distopía adolescente. Espero que os guste!


  • Ley de la minoría de edad: En una novela distópica, el protagonista será siempre un chico o chica cuya edad ronde entre los dieciséis o diecisiete años.  También se puede encontrar a algún héroe un poco más mayor, pero no demasiado. El caso es que no sobrepase la barrera de los dieciocho, ya que esto daría a entender que el protagonista es adulto y, por lo tanto, ya no sería capaz de conectar con la juventud adolescente.


  • Ley del país apocalíptico: En una novela distópica, el escenario suele ser un país que ha quedado medio derruido después de una guerra o una catástrofe (casi siempre es Estados Unidos, no me acabo de explicar por qué), controlado por un gobierno tiránico y/o corrupto, y que está dividido en distritos, facciones o castas.


  • Ley de Roma: En una novela distópica, el nuevo nombre del país y su configuración política posiblemente nos remita a la antigua Roma de los emperadores. Asimismo, encontraremos en ese país continuas referencias a la Roma clásica: capitolios, coliseos, gladiadores...


  • Ley de la covacha: En una novela distópica, la sociedad futurista suele vivir en refugios que han construido bajo tierra para protegerse de los males que hay en la superficie, que normalmente son personas que se han convertido en zombies por culpa de un virus o una plaga.


  • Ley del uniforme: En una novela distópica, todos los personajes irán vestidos de una determinada manera según el distrito o la casta a la que pertenezcan. Tanto da que sean funcionarios del gobierno o civiles: todos llevarán un color determinado, un símbolo determinado y hasta caminarán de una forma determinada dependiendo de la facción de la que formen parte.


  • Ley de los orígenes humildes: En una novela distópica, la protagonista (como suele ser una chica, voy a usar el femenino de aquí en adelante) suele ser de origen humilde o, directamente, miserable. Su familia es la más pobre del barrio, la peor vestida y alimentada; esto ha hecho que la protagonista odie al gobierno y se rebele contra sus dirigentes, convirtiéndose en la líder de una revolución que cambiará el destino de su país.


  • Ley de los orígenes nobles: En una novela distópica, se puede dar el caso de que la protagonista pertenezca a una buena familia. En estos casos, la chica habrá pasado gran parte de su existencia viviendo en una burbuja pero descubre por casualidad que en realidad vive en una sociedad cruel y opresiva, lo que la motivará a hacerse rebelde y ayudar a los que no han sido tan afortunados como ella.

  • Ley del Copo de Nieve Especial: En una novela distópica, la protagonista será la chica más fuerte, rebelde e independiente que se ha visto nunca (yo las llamo cariñosamente "chicas FRI"). Es una maldita doña perfecta seria, ruda y súper madura para su edad a la que todo el mundo le lame los pies porque, por alguna razón que a los demás se nos escapa, es una persona digna de admiración y respeto.


  • Ley del malvado gobierno: En una novela distópica, la figura antagónica y maléfica está representada por el gobierno del país. Esto no falla. El gobierno es una entidad malvada que no busca el bienestar de sus gobernados, sino que prefiere matarlos de hambre, tiranizarlos y promover leyes estúpidas destinadas a recortar todavía más la mermada libertad del pueblo.


  • Ley de la trilogía obligatoria: En una novela distópica, es obligatorio que la historia se resuelva en una trilogía. En cambio, si se hace una versión cinematográfica, se alargará a cuatro películas para aprovechar el tirón de la fama y ganar así más dinerito.


  • Ley del triángulo amoroso: En una novela distópica, la protagonista será el centro de un triángulo amoroso compuesto por dos chicos guapísimos y enamorados de ella hasta las trancas. Estos chicos responden a dos tipos: uno de ellos es dulce y fiel como un cachorrito, mientras que el otro será un rebelde sexy y buenorro, normalmente su amigo de la infancia, que siempre ha estado enamorado de ella. Tras besuquearse con ambos y comerse el coco durante tres libros enteros, la protagonista se quedará con uno de los dos, normalmente con el favorito del público o del autor.


  • Ley de Betty la Fea: En una novela distópica, la protagonista siempre se define a sí misma como fea, plana y poco simpática. Sin embargo, tanto sus intereses amorosos como el resto de habitantes del país la verán como una auténtica belleza de formas turgentes y personalidad muy agradable.


  • Ley de la badass repentina: En una novela distópica, a pesar de que la protagonista se describa como una chica sencilla y sin habilidades llamativas, descubriremos que de la noche a la mañana se convierte en una auténtica máquina de matar, dominando todo tipo de disciplinas de lucha, desde las artes marciales hasta manejar un rifle de francotirador. Por supuesto, será muy ágil y dinámica, lo que la hará especialmente habilidosa con los cuchillos y con el arco.


  • Ley de los zombies que no son zombies: En una novela distópica, si por un casual aparecen muertos vivientes o zombies, se les dará otro nombre para que la gente no los llame zombies (engendros, infectados, raros…).


  • Ley de la desmemoria: En una novela distópica, si los personajes están en un mundo futurista post-apocalíptico, llegará un momento en el que encontrarán objetos de nuestra época y, por alguna razón que no me acabo de explicar, no sabrán qué son, ni cómo se llaman, ni para qué sirven dichos objetos.


  • Ley de la resistencia: En una novela distópica, siempre tiene que haber una organización rebelde que se alza en armas contra el gobierno. Casi siempre tiene un nombre que trae a la memoria la palabra “resistencia”, supongo que para poder aprovechar el himno que cantaban en la película de South Park. Por supuesto, todos los rebeldes que se unen a la resistencia son adolescentes que odian con todas sus fuerzas al malvado gobierno.


  • Ley de los rebeldes infinitos: En una novela distópica, los rebeldes se multiplican como las setas. Como estamos en medio de una guerra y, quieras que no, hay muchos personajes que van a morir, hay que reponer las bajas con un buen número de rebeldes nuevos y furiosos.


  • Ley de la familia difunta: En una novela distópica, a poco que nos descuidemos seremos testigos de la muerte de uno o más familiares de la protagonista. Su muerte, posiblemente a manos del malvado gobierno, hará que la protagonista jure venganza y cargue con más fuerza contra el tirano.


  • Ley del enfrentamiento: En una novela distópica, la protagonista rebelde y el malvado tirano se pasan toda la trilogía batallando, hasta que al final el bando rebelde triunfa y el tirano muere de la peor de las maneras.



  • Ley del gobierno adolescente: En una novela distópica, tras derrocar al malvado gobierno se instaurará un nuevo gobierno formado en su mayoría por adolescentes, en la creencia de que los adultos son todos unos monstruos y que la verdadera utopía está en dejar que los adolescentes se gobiernen a sí mismos.



¡Y hasta aquí por hoy, lectores! ¡Nos vemos en el próximo post!


martes, 10 de enero de 2017

Perros humanizados. Cuando el amor se convierte en maltrato


Un dicho popular señala que el perro es el mejor amigo del hombre, y este hecho ha quedado demostrado muchas veces al comprobar la lealtad y fidelidad que los perros muestran hacia sus amos. Casi desde el principio de los tiempos, el hombre vio en el perro a un compañero al que podía adiestrar y domesticar para que contribuyera a construir un sistema económico que se fue haciendo cada vez más complejo. El perro jamás habría existido como especie sin la intervención del hombre, por lo que la relación entre ambos no solo es deseable, sino también necesaria.

Al principio, el perro era un animal que se entrenaba para trabajar. Era el guardián de la propiedad del hombre y su familia, le ayudaba durante la caza y se encargaba de controlar los rebaños con gran eficiencia. En los últimos años y debido en su totalidad a la mecanización de la mayoría de los sectores productivos, el uso del perro como compañero de trabajo ha quedado relegado a tareas muy específicas, como es el caso de los perros policía, los perros lazarillo o los que ayudan en las tareas de salvamento. Esto ha contribuido a que la gran mayoría de los perros hayan visto sus funciones reducidas a la de ser meros animales de compañía que no hacen trabajo alguno porque ya no es necesario. Y esto no estaría mal si no fuera porque atenta directamente contra la esencia del perro: su naturaleza gregaria y su necesidad de encontrar su sitio en la manada a través de una labor con la que pueda contribuir a su supervivencia.



¿Caminar? No, mi chiquitín pasea en cochecito de bebé


En la actualidad, las mascotas ocupan un gran espacio entre los seres humanos y a ellos se les dedica gran parte de nuestros esfuerzos por garantizar su salud y bienestar. A día de hoy no es raro encontrar a personas que consideren a su perro o a su gato como un hijo o, cuando menos, un miembro más de la familia. El amor por los animales llega al extremo de que las personas los tratan como si fueran seres humanos, y esto se ve no solo en las exageradas muestras de cariño que les hacen, sino también en la existencia de restaurantes de lujo para perros, fiestas de cumpleaños, clubes, tiendas de ropa y otros establecimientos dedicados a convertir a nuestras mascotas en seres humanos de cuatro patas.

Dicen que el camino hacia el Infierno está sembrado de buenas intenciones, y esto no es de ahora. En El rey Lear, Shakespeare pone en boca del personaje del Bufón una alusión al amor torpe que una persona puede sentir hacia un animal al hablar de un caballerizo tramposo que, para evitar que los caballos que vendía se atiborraran de heno, lo untaba con mantequilla, sabor que, al parecer, desagrada profundamente a los caballos. Como, de hecho, amaba a sus caballos, era un malvado de buena voluntad; hacía daño queriendo hacer el bien. Y este ejemplo me sirve para ilustrar el comportamiento que cientos de personas tienen en la actualidad con sus mascotas, especialmente con los perros, pues su amor por ellos es tan grande que les hacen daño pensando que les están haciendo bien. El amor y el cariño que sienten hacia sus mascotas es sincero, pero esto no significa que sea un buen trato; todo lo contrario, ya que humanizar a los animales contribuye a que éstos pierdan su identidad y se sientan frustrados, nerviosos e inseguros.

Pero ¿cómo se comporta un perro humanizado? Cuando vemos un perro, su pequeño tamaño infunde en nosotros el pensamiento de estar ante un ser humano en miniatura que necesita ser cuidado y protegido hasta el extremo. Las personas cometemos el error de pensar que lo que es bueno para nosotros también es bueno para nuestras mascotas, y nada más lejos de la realidad. De hecho, lo que hacemos es justo lo contrario. Ahí están los perros con sobrepeso o con problemas de estómago por ingerir demasiada comida o alimentos que no son recomendables para su salud. Ahí están los perros disfrazados con abrigos, chaquetones, gorras, gafas de sol, trajes, collares y zapatos que no necesitan, convertidos en muñecos para deleite de sus amos humanos. Ahí están los perros que son paseados en brazos, metidos en grandes bolsos o, peor todavía, en cochecitos de bebé, y cuya actitud al menor acercamiento suele ser agresiva y nada amistosa. Esto es lo que día tras día le estamos haciendo a nuestros perros: en vez de adiestrarlos como los perros que son, los manipulamos para someterlos a nuestros gustos y necesidades.

Hablo de los perros, pero también hay casos de gatos que se ven obligados a ir contra natura por exigencias de sus amos. Gatos a los que se les agujerean las orejas para ponerles pendientes o a los que les amputan las uñas para que no arañen los muebles, ignorando que esa es la manera que tiene el gato no solo de trepar, andar y cazar, sino también de comunicar a los suyos su sexo, edad y disponibilidad para procrear.



¡Ayy, mi niño es tan guapo que se me saltan las lágrimas!


No existe término medio en nuestra sociedad extremista: O no llegamos o nos pasamos siete pueblos. Existen estudios de psicoterapia médica centrados en las razones por las que una persona mima y sobreprotege a una mascota. Con frecuencia se trata de personas con carencias afectivas, un exceso de soledad o dificultad para establecer relaciones sociales, que vuelcan su frustración en su mascota y la colman de las atenciones que ellos querrían recibir. Pero también está el caso de las personas que tan solo ven en el animal un complemento que está de moda, y la gran variedad de razas caninas y felinas es un reflejo de cómo manejamos al animal a nuestro antojo, creando tamaños mini para facilitar nuestra movilidad o razas sin pelo para que no ensucien la casa. Nos negamos a aceptar al animal como lo que es y lo convertimos en el espejo donde reflejamos todas nuestras carencias y frivolidades.

Hace poco he sido testigo de una enorme contradicción en la cadena de televisión española Cuatro. En este canal se solían emitir hasta no hace mucho los programas El encantador de perros, presentado por César Millán, y Malas Pulgas, presentado a su vez por Borja Capponi. Ambos programas compartían el mismo formato, que consistía en que una familia afirmaba tener problemas con su perro, que se había vuelto miedoso, agresivo o tenía comportamientos para los que no había explicación, por lo que pedían ayuda al entrenador; éste, después de una breve entrevista con los dueños y de un análisis de la situación, se daba cuenta de que el problema no lo tenía el perro, sino la actitud de unos dueños que no sabían comprender las necesidades del animal y, por lo tanto, no actuaban como líderes de manada. En el 99% de los casos se demostraba que el perro no era agresivo ni nervioso por naturaleza, sino que estaba confuso porque no recibía las directrices que necesitaba para ser un perro feliz y equilibrado.



O sea, mi perrito en miniatura es tan trendy como yo


Como digo, estos programas eran la respuesta a un problema que es muy común hoy en día, y tanto el contenido como la manera de mostrarlo eran muy instructivos y enviaban al espectador un mensaje muy claro: No se debe humanizar a nuestras mascotas. ¡Pero cuál no sería mi sorpresa al descubrir hace unas cuantas semanas que en el mismo canal se había estrenado un programa llamado Amores Perros, cuyo contenido era todo lo contrario de lo que tan bien nos habían enseñado los entrenadores Millán y Capponi! Un programa de tipo reality en el que los protagonistas eran perros ultramimados y sobreprotegidos por unos amos cuyo comportamiento y forma de hablar solo se podría justificar si tuviesen una grave deficiencia mental, y cuya mayor preocupación era buscarle una pareja canina a su mascota.

Juro que nunca me he sentido tan asqueada tras ver un programa protagonizado por animales. Todas las aberraciones que se le pueden hacer a un perro aparecían aquí multiplicadas por diez. A mí se me caía el alma a los pies al ver a un pobre chihuahua gordo como una croqueta, vestido con un jersey y obligado a pasear en cochecito de bebé, porque a sus estúpidas dueñas (madre e hija, para más inri) les parecía que su “niño” iba a sufrir lo indecible si ponía sus patitas en el suelo. ¿¿Y si se escapaba y lo atropellaba un coche?? ¿¿Y si lo atacaba un perro grande y malvado?? Creo que lo que más asco me dio fue ver los lagrimones de estas dos impresentables cuando vieron a su perro correteando por primera vez por el campo, mientras ellas sufrían esos típicos amagos de infarto tan propios del pijerío más ignorante que uno se pueda imaginar.

Hablo de estas dos, pero es que el resto de participantes del programa también eran para hartarse de llorar. Dueños que se enorgullecían de gastar obscenas cantidades de dinero en trajecitos y disfraces para perros, que les celebraban fiestas de cumpleaños con tarta y todo, y que no se recataban en afirmar que querían más a sus perros que a sus propios hijos. Y todo esto en el mismo canal donde estas prácticas se denunciaban y se trataba de concienciar a la gente. Un maravilloso ejemplo por parte de la cadena Cuatro de lo que es dar una de cal y otra de arena.

Si queréis mi opinión, creo que no se puede ser más hipócrita ni rastrero. Hipócrita porque parece que nos quieran tomar a los espectadores por tontos mostrándonos que los perros humanizados pueden ser reeducados, pero si no queremos no pasa nada porque siempre se les puede dedicar un reality. Y rastrero porque se está vendiendo el maltrato a los animales como algo curioso y divertido. No os equivoquéis: el exceso de cariño y cuidados ha hecho que muchos perros estén empezando a desarrollar problemas psicológicos que antes no tenían, y esto es igual que decir que sus dueños los están maltratando. A día de hoy, un perro callejero se comporta mejor y es más equilibrado que uno que vive en una casa, lo que dice mucho acerca de nuestras lamentables dotes para comprender y entrenar a un animal.



¡Cómo habrá podido vivir sin ropa y complementos hasta ahora!


El ser humano ha fracasado a la hora de evolucionar. Estamos tan enfocados en ser profesionales y no estar atados a una familia que queremos llenar ese vacío con animales a los que no sabemos oír ni comprender. La deshumanización de la sociedad ha traído como consecuencia la humanización de los animales. Queremos perros enormes para tenerlos metidos en una casa pequeña donde no pueden correr ni hacer ejercicio. Queremos gatos gordos porque su cuerpo redondo y esponjoso nos parece adorable. Queremos a nuestras mascotas para convertirlas en los hijos que nunca tendremos, o para que sustituyan a los seres queridos que ya nos han dejado. Queremos transformarlos en pequeñas versiones de nosotros mismos y les hacemos aquello que nosotros jamás habríamos permitido que nos hicieran. Queremos besarlos, hablarles como si fueran niños pequeños, perfumarlos y maquillarlos. Queremos moldearlos para que se ajusten a nuestro modo de vida.

Desde aquí me gustaría mandar un mensaje a todos los dueños de mascotas para invitarles a la reflexión. Pensad en lo que les estáis haciendo a vuestros animales con ese comportamiento tan absurdo. ¿Para qué necesita zapatos un perro? ¿Qué favor le hacemos llevándole a una peluquería para que le pinten las uñas o le ricen el pelo del rabo? ¿Qué creéis que pasará si le dais trozos de chocolate o le dejáis comer de vuestro plato? Meditadlo durante el tiempo que haga falta y replanteaos las cosas. Nunca es tarde para darse cuenta de nuestros errores y tratar de arreglar la situación. Si vuestro perro se porta mal en casa, muestra un comportamiento atípico, está nervioso, ladra sin parar o es muy agresivo, pensad si la culpa no será vuestra por haber favorecido ese comportamiento. Si cambiáis vuestro punto de vista, haréis que vuestra mascota sea inmensamente feliz. Pero si lo único que os importa es comprarle trajecitos para ponérselos y sacarle fotos, entonces mejor compraos un muñeco.

martes, 3 de enero de 2017

Y mi sueño vio la luz. Con todos vosotros, mi NOVELA


¡Hola a todos!

¿Qué tal habéis empezado el año? Espero que con muy buen pie. A mí las cosas de momento me van como siempre: sigo buscando trabajo, estoy planeando un cambio de vida y de vez en cuando me refugio en el mundo del arte (dibujo, música...) para mantener la mente ágil y seguir aprendiendo cosas. Pero hay algo que no he dejado ni dejaré de hacer nunca, y eso es escribir. Ya me conocéis, no tiene sentido reiterar la evidencia una vez más. Nadie me apartará de la escritura, por mucha oposición y desánimo que encuentre en el camino, y si algo he aprendido del 2016 es que es necesario darse caña a uno mismo para sacar un proyecto adelante. Y si ese proyecto parte de un sueño, hay que hacerlo con el doble de ganas.

Hace casi cinco años, en este mismo blog, publiqué una entrada en la que decía que había escrito una novela y la había publicado. Bien, pues después de mucho tiempo, lágrimas, corrección y reescritura, he decidido volver a sacarla a la luz como me gustaría que hubiera salido la primera vez. La historia es la misma: Se trata de una novela romántica titulada Es Nuestro Sueño, cuya historia gira alrededor del amor imposible entre dos hermanos de sangre, que he autopublicado y que se distribuye a través de la plataforma Amazon en formato papel y en formato Kindle.

Para un escritor no hay nada más hermoso que ver cómo su libro es publicado y llega a las manos de cientos de lectores desconocidos que ansían devorarlo en cuanto lleguen a casa. Y aunque no puedo decir que estoy dando saltos de felicidad, sí que estoy bastante orgullosa de lo que he hecho. He tenido que revisar muchas cosas que en la primera versión eran sonrojantes, he tenido que corregir varios fallos que solo una inexperta chica de 19 años (los que tenía yo por entonces, cuando la escribí) podría haber cometido, y me he visto obligada a pulir aspectos que tenían más astillas que un leño viejo. Pero aquí está, por fin. He terminado mi novela y la he publicado tal y como quería que saliera, que no es decir poco. Aquí está, y esta vez puedo afirmar con total rotundidad que es obra mía. Ése es mi mayor orgullo.





La vida de Lara está marcada por la desgracia. Su padre es un hombre violento que descarga en ella toda su ira y su madre la ignora por completo. Su único apoyo es su hermano Marcos, que es la única persona que la cuida y la quiere de verdad. Y Lara también quiere a Marcos, pero no de la manera que los demás considerarían correcta: está enamorada de él.

Aterrada por un fuerte sentimiento de culpa y, al mismo tiempo, ilusionada con sus sueños de jovencita enamorada, Lara mantiene una constante lucha con sus sentimientos hasta que llega el momento en el que deberá tomar una decisión que marcará su destino irremediablemente.


Y aquí la tenéis, con la preciosa portada que mi amiga Iria diseñó para mí y que es, sin duda, uno de los regalos más bonitos que jamás me han hecho en la vida. He querido poner aquí esta nueva portada porque podría confundirse con la primera edición de mi novela, y es esta la que quiero que prime por encima de todo. Bajo esta portada se encuentra la novela corregida, ligeramente más larga y más trabajada que la versión anterior, es decir, que la versión "actualizada" de la novela corresponde a la edición de 2016 y a ninguna otra.

Al ser una novela autopublicada con la plataforma Createspace, solo la podréis adquirir en la tienda Amazon. Y como es mi primera novela, veréis que no tendréis que hacer un desembolso gordísimo de dinero para poder adquirirla (que no están los tiempos como para andar gastando tanto, y menos en plena cuesta de enero); de hecho, si tenéis una cuenta Premium en Amazon, incluso la podréis conseguir más barata. Pero como hablar de dinero está muy feo, pasemos a los datos que pueden resultaros de interés.


¿De qué trata el libro?

Pues como bien dice la sinopsis, trata de una historia de amor entre dos hermanos de sangre. Sí, es una novela romántica, pero creo que difiere de otras en que el tema principal es el amor incestuoso que ha surgido entre dos hermanos que han crecido juntos y saben perfectamente que son hermanos. Esto quiero dejarlo claro porque me he topado con personas a las que no les ha entusiasmado la premisa porque pensaban que iba a ser una historia romántica al uso. Por eso no puedo clasificarla en un género literario concreto. Encontraréis amor, violencia, ternura, sufrimiento y dolor. Si lo que os interesa es leer una novela romántica diferente del resto, os prometo que no os arrepentiréis de haberla escogido.


¿Libro autoconclusivo o parte de una serie?

Autoconclusivo. La novela tiene poco más de 300 páginas en las que se desarrolla toda la historia.


¿Formato papel o formato digital?

En Amazon tenéis acceso a ambas opciones. Si lo queréis en formato papel, sabed que se trata de una edición en tapa blanda. Si os decantáis por el formato digital, tened en cuenta que es para Kindle.


¿Dónde se puede comprar?

Como Createspace es una plataforma de autoedición que pertenece a Amazon, será en la web de Amazon donde podréis comprarla. No la encontraréis en librerías (a menos que algún librero se anime a adquirir varios ejemplares para ponerlos a la venta por su cuenta) ni en grandes plataformas como el Corte Inglés o la Casa del Libro. Pero Amazon es una plataforma de venta muy segura y fiable que además hace envíos a todos los países del mundo, así que no tenéis excusa para adquirir vuestro ejemplar. Pinchad aquí para ir directamente a la página donde está a la venta.


¿Me recomiendas su lectura?

Mala escritora sería si no recomendara mis propias obras, ^^*. Pero aunque a un autor siempre le gustan sus propias historias, hay algo que sí me gustaría deciros para animaros a darle una oportunidad a Es Nuestro Sueño. Si tuviera que describirla de manera objetiva y sin ser yo su autora, diría sin lugar a dudas que es una novela diferente a cuanto habéis leído. No he encontrado ninguna otra novela de amor que versara sobre el incesto sin caer en el erotismo, la pornografía o el abuso sexual, y por eso creo que Es Nuestro Sueño es diferente de las demás. Brent Weeks decía que leer un libro escrito por un autor novel es un acto de fe, ya que la tónica habitual es seguir nuestros gustos y decantarnos por ese autor del que ya tenemos diez libros en casa y que sabemos que su siguiente libro va a ser una apuesta segura. Pero los autores noveles también estamos ansiosos de tener nuestra oportunidad, y creo que Es Nuestro Sueño se la ha ganado a pulso, no por mí, sino por todo lo que ha tenido que pasar para que volviera a salir a la luz.


¡Y de momento esto es todo! Como estoy yo sola en esto, no he planeado firmas de libros ni eventos de presentación. Eso sí, tal vez más adelante me anime a hacer algún sorteo para los que me sigan en mi página de Facebook, donde también iré subiendo proyectos recientes y otras novedades. Si decidís darle una oportunidad y la leéis, estaré encantada de recibir vuestros comentarios aquí o en Facebook. Si tenéis cualquier duda o pregunta, también me agradará ayudaros. Y si ya la habéis leído y tenéis ganas de dedicarle una reseña, me encantaría saberlo, pues eso me ayudaría mucho a hacer que la novela sea más visible para el público.

¡Muchas gracias a todos!

domingo, 1 de enero de 2017

La Barbie del mes: Princesa del Renacimiento


¡Hola a todos!

¡Y bienvenidos al nuevo año! Acabamos de entrar en 2017 y toca renovar nuestros ánimos para saludar al año nuevo con el entusiasmo que se merece. Es el momento de hacer nuevos propósitos para cumplir en los próximos doce meses (o doce días, según los casos), plantearse los errores que hayamos podido cometer para mejorar y, sobre todo, es la mejor ocasión para ponernos nuevos retos que podamos superar para mejorar como personas.

¿Y este blog? Pues la Biblioteca de Laura seguirá por los mismos derroteros que hasta ahora, aunque ya sabéis que estoy abierta a cualquier cambio que se me presente para hacer que este blog sea más atractivo y entretenido para quienes me leéis. Por supuesto, habrá cosas que no cambiaré, y una de ellas será el acostumbrado calendario que pongo para saludar al nuevo mes. Para este año he decidido que la temática va a versar sobre Barbie, la famosa muñeca de Mattel que lleva más de medio siglo siendo el juguete favorito de millones de niñas de todo el mundo. Pero elegir doce Barbies del inmenso catálogo que hay en Mattel es prácticamente imposible, así que me he decantado por hacer una selección de las muñecas que salieron en la colección llamada Dolls of the World. Una de las cosas que más me gustan del mundo son las Barbies de colección, así que este calendario va a ser muy especial para mí.

¡Bienvenidos una vez más a enero y saludad a la Barbie correspondiente!


Princesa del Renacimiento




Durante el Renacimiento en la bella ciudad de Florencia, la hija del rey y la reina vive en un castillo fantástico. Esta es una maravillosa era de crecimiento y aprendizaje. En la ciudad viven escritores, arquitectos, músicos y filósofos. A la princesa le gusta, en especial, ver cómo los artistas pintan escenas de la ciudad. Hoy, la princesa está muy emocionada porque va a ir a un torneo en el palacio. Habrá competencias de justas y tiro al arco. ¡Pero lo que más le gusta a la princesa es ver cómo los acróbatas hacen malabarismos y cómo tragan espadas y fuego! ¡Saben montones de trucos y proezas mágicas que son fascinantes!

Esta preciosa muñeca luce un vestido típico del Renacimiento italiano, en terciopelo azul con mangas ligeramente abombadas y blonda blanca en las mangas. En su cabeza luce una cofia dorada y adorna su cuello con un collar de perlas del que pende un crucifijo. En las orejas lleva unos grandes pendientes dorados que ponen de manifiesto su elevada posición.