tag:blogger.com,1999:blog-74784633764751396042024-03-10T02:34:30.837+01:00La Biblioteca de LauraLaura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.comBlogger384125tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-23175701574437315182024-03-02T20:17:00.005+01:002024-03-06T18:24:56.305+01:00El Rincón del Lector XII: El Color Púrpura<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">De un tiempo a esta parte, y pese a mis muchas obligaciones laborales, me he visto en la obligación de levantarme más temprano que de costumbre para hacer tareas relacionadas con mi trabajo. Sin meterme en detalles, lo único que importa es que dispongo de varios ratos de tiempo muerto para dedicarlos a la lectura. De los tres libros que recibí como regalo de Navidad, he decidido empezar por <i>El Color Púrpura</i> por la gran carga emocional que tiene para mí. La historia de las hermanas Celie y Nettie me pareció tan conmovedora en su día que, cuando supe de la existencia de una novela, la pedí como regalo especial. Quería revivir con ella los mismos momentos emotivos que sentí al ver la película, comprobar si los personajes eran tan maravillosos e inolvidables como me los habían pintado. Esta es mi reseña y crítica al respecto. ¡Espero que os guste!</p><p><br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTntbbSSMr1rQufT_xhp5Eavd6mPTb-Jx6zHtDdInQfAsR6ebkAQtNU9VtRjICzgO16AmUHaBmgpRZ2FCT9H-7JQamF36B1wzC9COVxP_1HF9P7Reyub4lpqa2e2lqe2xMJfDFeq6qlvoSj4bN3F4xCDevKTy8mqKqCNPcn-jYLd25VT-zdHQveWlWyEo/s187/p%C3%BArpura.gif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="187" data-original-width="124" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTntbbSSMr1rQufT_xhp5Eavd6mPTb-Jx6zHtDdInQfAsR6ebkAQtNU9VtRjICzgO16AmUHaBmgpRZ2FCT9H-7JQamF36B1wzC9COVxP_1HF9P7Reyub4lpqa2e2lqe2xMJfDFeq6qlvoSj4bN3F4xCDevKTy8mqKqCNPcn-jYLd25VT-zdHQveWlWyEo/w144-h209/p%C3%BArpura.gif" width="144" /></a></div><br /><b>Título:</b> <i>El Color Púrpura</i><p></p><p><b>Autor:</b> Alice Walker</p><p><b>Editorial:</b> DeBolsillo</p><p><b>Nº de páginas:</b> 218 págs.</p><p><b>Año: </b>1982</p><p style="text-align: justify;"><b>Sinopsis:</b> Esta es la historia de dos hermanas: Nettie, que ejerce como misionera en África, y Celie, que vive en el Sur de Estados Unidos, casada con un hombre al que odia y abrumada por la vergüenza de haber sido violada quien cree que es su padre. A lo largo de treinta años ambas mantienen vivos el recuerdo y la esperanza de reencontrarse, mientras vuelcan sus sentimientos en unas cartas conmovedoras, poniendo el foco en las vivencias familiares y las duras injusticias cotidianas.</p><p><br /></p><p style="text-align: justify;">RESEÑA (sin spoilers)</p><p style="text-align: justify;">Cuando llega a nosotros una historia tan dura, fuerte y conmovedora como <i>El Color Púrpura</i>, uno sabe que se ha encontrado con algo que lo marcará de por vida. Mi primer acercamiento fue a través del cine, de la mano de Steven Spielberg, quien llevó esta novela a la gran pantalla en el año 1985 de una manera tan magistral que me parece inconcebible que no se llevara el Oscar a la Mejor Película de aquel año. Ya he dicho varias veces que adaptar un libro a película o serie no es nada fácil, pues por el camino se pierden muchos detalles que, por su particularidad, son prácticamente imposibles de adaptar por una cámara. Sin embargo, a veces me topo con excepciones y, para mi felicidad, esta película fue una de ellas. La novela, en cambio, me dejó un poco más fría en ese aspecto, pero no sé si se debe al estilo de escritura de la autora o al hecho de haberlo leído estando enamorada de la película, algo que quizá contribuyó a enfriar un poco mi entusiasmo por él.</p><p style="text-align: justify;">Pero vamos a ver esto poco a poco.</p><p style="text-align: justify;">La historia nos traslada a Estados Unidos, a principios del siglo XX. Celie, una muchacha negra de catorce años y narradora en primera persona de la mayor parte de la novela, comienza a escribir cartas dirigidas a Dios porque no tiene a nadie más a quien confiarle su sufrimiento. Y es que, pese a su corta edad, Celie ya ha sufrido en sus carnes el dolor del abuso sexual a manos de su propio padre quien, al no encontrar desahogo en su esposa enferma, utiliza a Celie y pretende hacer lo mismo con su hermana menor Nettie, algo que Celie impide ofreciéndose ella misma para que su padre deje en paz a la niña. De estas recurrentes violaciones, Celie se queda embarazada dos veces, y en ambas ocasiones su padre entrega a los niños después de nacer, dejando a Celie dudando acerca de su destino.</p><p style="text-align: justify;">Tras la muerte de su esposa, el hombre se vuelve a casar y obliga a Celie a casarse con un completo desconocido, un hombre viudo al que ella llama "Míster" y para quien a partir de ese momento tendrá que llevar la casa, criar a sus hijos y realizar las duras tareas del campo. Su marido también la golpea y abusa de ella, pero Celie no tiene fuerza ni valor para enfrentarse a él o cambiar su destino. En un mundo en el que no ha recibido más que palizas, abusos y humillaciones, la única que le profesa amor sin límites es su hermana Nettie, quien vive con ella una temporada buscando refugio de la persecución de su padre. Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que Míster se acerque también a Nettie, por lo que ésta se ve obligada a huir, no sin antes prometerle a Celie que le escribirá con regularidad. Pero el tiempo pasa y Celie no recibe ninguna carta, así que piensa que Nettie ha muerto.</p><p style="text-align: justify;">Las cosas cambiarán para Celie cuando entren en su vida dos mujeres formidables de gran carácter. Una de ellas es Sofía, la que se convertirá en esposa de su hijastro Harpo, una joven que desde muy temprana edad también ha tenido que luchar contra el desprecio y maltrato de sus propios parientes varones, sólo por tener un carácter fuerte y no dejarse pisotear. Sofía es todo lo que Celie no es: fuerte, indomable, llena de energía. No permite que nadie la someta ni consiente impertinencias de nadie, llegando a recurrir a la violencia física si la golpean, algo que la meterá en muchos problemas que iremos descubriendo a lo largo de la novela.</p><p style="text-align: justify;">La otra mujer es Shug Avery, una cantante de blues que, además, es amante recurrente del marido de Celie, quien está loco por ella. Una noche, Míster trae a Shug, enferma, a su casa para cuidarla. Desde el primer momento, Celie queda fascinada por la bella y segura de sí misma mujer. Durante la convalecencia de Shug, Celie se encarga de cuidarla y ambas se hacen muy buenas amigas, llegando a volverse casi inseparables. Es Shug quien le enseña a Celie que el amor físico no tiene nada que ver con la violencia que ella ha vivido toda su vida, y esta lección calará muy hondo en Celie, llevándola a iniciar un gran cambio con el objetivo de alcanzar su propia emancipación para no tener que depender de nadie más que de sí misma.</p><p style="text-align: justify;">Como habéis podido comprobar, esta novela tiene una temática bastante sensible y dura. Sin embargo, me ha sorprendido lo poco que me ha afectado a nivel emocional. <i>El Color Púrpura</i> tiene la virtud de no darle apenas descanso a sus personajes en lo que a sufrimiento se refiere. Puede suceder algo bueno en una de las cartas, pero a la siguiente veremos que la balanza vuelve a caer del lado del dolor, la injusticia, el racismo, la violencia y la humillación. En ese sentido, Alice Walker no le da apenas tregua a sus personajes, pues les hace pasar por una ristra de calamidades tal que uno no comprende cómo son capaces de soportarlo. Supongo que es una manera de mostrarnos la fortaleza interior del ser humano, con especial hincapié en el pueblo afroamericano y sobre todo las mujeres de raza negra, que aquí son víctimas recurrentes de todo lo malo que le puede suceder a una persona. Con todo, vuelvo a decir, me resulta incomprensible que me haya afectado tan poco lo que les sucede a estos personajes. Tal vez sea porque, con tanto sufrimiento, una ya se acostumbra a verlo y lo normaliza, lo ve como "cosas que pasan", por decirlo de forma cruda. La otra razón podría ser, y siento repetirme, que sigo pensando en cómo lo mostró la película y lo mucho que me impactó en su momento.</p><p style="text-align: justify;">También me ha chocado un poco la abrupta división de la novela en lo que parecen ser dos partes. La primera de ellas, por supuesto, nos es contada por la propia Celie, mientras que la segunda se centra en Nettie, cuya huida y desventuras la llevan a embarcarse en un emocionante periplo por África, donde ejercerá de misionera en el pueblo de los olinkas. A través de ella conoceremos las grandes dificultades que tenían los misioneros para acercarse a las tribus africanas y traerles todo aquello de lo que gozaba el hombre occidental, pero también nos sirve para descubrir que el regreso a los orígenes no significa que vaya acompañado del sentido de la pertenencia a cierto lugar o costumbres, pues la clave está en la adaptación. Tanto Nettie como los misioneros a los que acompaña son negros, pero en África no son muy diferentes del temido hombre blanco que destruye bosques para construir carreteras o siembra árboles extraños para utilizarlos en su próxima guerra. Las costumbres americanas de Nettie son vistas con recelo por los olinkas, que no entienden por qué las niñas deben recibir una educación si no la van a necesitar cuando se casen. Todo redunda en hacer que la mujer siempre esté sometida, da igual que la acción discurra en América o en la lejana África.</p><p style="text-align: justify;">Y es que la gran razón de ser de <i>El Color Púrpura</i> es el feminismo.</p><p style="text-align: justify;">Es importante resaltar el fuerte sesgo feminista que tiene la novela, algo que la autora no pretende ocultar en ningún momento. Algún crítico la ha definido como 'suave utopía feminista', donde Celie, la eternamente oprimida, se fortalece gracias al afecto de otras mujeres y lucha por liberarse de los grilletes de su vida doméstica. Parece que la moraleja de la historia fuera que las mujeres sólo pueden encontrar amor, comprensión y cariño en otras mujeres, ya que los hombres son débiles e inútiles en el mejor de los casos, y violadores o maltratadores en el peor. Y no es que esto me parezca mal, ya que soy consciente de que Walker ha retratado una sociedad que en aquel tiempo se caracterizaba por un feroz racismo y un machismo galopante; de ahí que la mujer negra sufra de lo que el feminismo llama doble opresión: discriminación por ser mujer y por ser negra, incluso por parte de gente de su propia raza. Pero me hubiera gustado que hubiese al menos más hombres buenos alrededor de estas mujeres, al menos para compensar tanto dolor y maldad. En el sentido en que nos es presentado <i>El Color Púrpura</i>, podemos considerar esta obra como un canto de admiración por las mujeres negras oprimidas, cuyo valor intrínseco las ha llevado a luchar con uñas y dientes para hacerse oír y respetar, para enfrentarse a quienes tanto daño les hicieron. Como dice la propia Celie hacia el final de la novela: <i>"Soy pobre, soy negra, puede que fea y no sé guisar, dice una voz a todo el que quiera oírla. Pero aquí estoy"</i>.</p><p style="text-align: justify;">Pese a que la historia llama la atención, es emotiva y cruda, sensible y dura al mismo tiempo, los pequeños detalles que parecen salirse de contexto han hecho imposible que me haya emocionado tanto con su lectura como lo hice en su día al ver la película. Insisto en que no se trata de una mala novela, y estoy segura de que a muchos les entusiasmará su lectura, pero a mí no me ha calado tan hondo como esperaba. El diablo, como se suele decir, está en los detalles, y son esas pequeñas diferencias y salidas de contexto las que me han apartado poco a poco del libro.</p><p style="text-align: justify;">Se podría decir que no adoro esta novela, pero tampoco la odio. Podría haber sido mejor, pero no está nada mal.</p><p style="text-align: justify;">¡Hasta pronto!</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-77668761493716626772024-01-06T20:47:00.004+01:002024-01-19T12:32:50.200+01:00Propósitos de Año Nuevo y cómo llevarlos a cabo<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">¡Y feliz 2024! Empezamos un nuevo año con más ganas que nunca de comernos el mundo, de hacer mil cosas, de darle una vuelta a todo y cambiar nuestra vida a mejor. Es el momento de hacer la lista de propósitos para el año nuevo y de prometernos a nosotros mismos que esta vez no será como otros años, que cumpliremos dichos propósitos. Sin embargo, estoy segura de que las buenas intenciones nos durarán, a lo sumo, tres semanas y todo volverá a ser como antes. Es así. No es algo de lo que sentirse orgulloso, pero tampoco hay necesidad de torturarse, puesto que ya esto nos ha pasado muchas veces. Pero, ¿por qué no podemos cumplir los propósitos de Año Nuevo? O, mejor aún, ¿cómo podríamos cumplirlos este año?</p><p style="text-align: justify;">A estas alturas, muchos nos apresuramos a dejar atrás todo lo que no nos ha gustado del año que acaba de pasar. Empieza un año nuevo, queremos renovarnos, hacer cosas diferentes y plantarle cara al futuro con ganas y buena actitud. Es aquí donde entran en escena los propósitos de Año Nuevo, esos objetivos personales que nos marcamos a finales de diciembre y que suponen una motivación para empezar el año, aunque luego lo más probable es que no se cumplan, bien por falta de tiempo, dinero o ganas. Esto no debería desanimarnos, pues creo que puede dársele un enfoque positivo a la situación. En vez de marcarnos muchos propósitos, quizá lo mejor sería ponernos pocos pero que nos veamos capaces de cumplirlos. En vez de decir "este año voy a viajar más", podríamos decir "este año voy a ahorrar para viajar a ese lugar al que siempre he soñado ir".</p><p style="text-align: justify;">Vamos a ver cuáles son los principales propósitos para Año Nuevo y algunas formas de llevarlos a cabo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>1. Hacer ejercicio</b></p><p style="text-align: justify;">Empezamos con todo un clásico dentro de los propósitos de Año Nuevo. Creo que no hay nadie en este mundo que no se haya planteado alguna vez empezar a hacer más ejercicio. La sociedad en la que vivimos tiende cada vez más al sedentarismo, a la comodidad extrema, al hacer lo menos posible o con el menor esfuerzo. Nos hemos acostumbrado a trabajar sentados frente a una pantalla durante ocho horas y no encontramos tiempo para salir a dar un buen paseo o mover nuestros agarrotados músculos. En enero, los gimnasios se llenan de nuevos miembros que ansían quemar esas grasas acumuladas tras un año entero de inmovilidad, pero es igual de habitual que en los meses sucesivos baje el nivel de asistencia por aburrimiento, porque el esfuerzo que hay que hacer es notorio y porque es mucho más fácil rendirse y seguir con lo de siempre, que cuesta menos.</p><p style="text-align: justify;">Si queremos llevar a cabo este propósito, hay que plantearse ir poco a poco y aumentar el ritmo a medida que nos vamos acostumbrando. Una jornada intensiva en el gimnasio el primer día hará recular a cualquiera que no haya hecho flexiones en veinte años. ¿Por qué no empezar por algo más suave? Unos minutos de cardio al día e ir aumentando semana a semana. Salir a correr tres veces por semana y, poco a poco, todos los días. Hacer pesas e ir subiendo la intensidad. Os sorprenderíais de lo que sois capaces de hacer con tiempo y disciplina. El ejercicio es salud, así que estaréis invirtiendo en vosotros mismos. Pero no se puede empezar una casa por el tejado. Comenzad desde abajo, poco a poco, pero sin rendiros. Convertidlo en una costumbre más y conseguiréis introducir el hábito del ejercicio en vuestra rutina diaria.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>2. Perder peso y hacer dieta</b></p><p style="text-align: justify;">Otro clásico, pero hay que tener cuidado con este porque hay que tener en cuenta muchos factores y es uno de los que más nos frustra no poder cumplir. Si hemos llegado a la conclusión de que tenemos que perder peso, es porque sabemos que no estamos siguiendo unos hábitos de vida saludables. Quizá comemos muy poca verdura, abusamos de las grasas, comemos más dulces de los que deberíamos... Esos malos hábitos nos indican que estamos llevando a cabo una mala dieta; en otras palabras, que no nos estamos nutriendo todo lo bien que tendríamos que hacer. El cuerpo echa en falta los nutrientes que nos faltan y recoge los que le introducimos de más, lo que se traduce en gordura y los problemas que puede acarrear, como enfermedades cardiovasculares. Como, además, queremos ver resultados más pronto que tarde, nos metemos en dietas muy estrictas y poco saludables que nos hacen perder una barbaridad de kilos, pero que nos harán recuperarlos en cuanto dejemos la dieta, sufriendo lo que se llama "efecto rebote".</p><p style="text-align: justify;">Bien, pues aquí voy a ofrecer mi punto de vista como persona que lleva ya un año siguiendo una nueva dieta. En primer lugar, si vais a hacer un cambio en vuestra dieta, tenéis que tener siempre presente que es por vuestra salud. Id al médico y hablad con él de vuestros hábitos alimentarios, o poneos en contacto con un nutricionista que os pueda orientar. Mi consejo es que sigáis la dieta mediterránea, rica en verduras, cereales y carnes blancas, y veréis que se os abrirá un mundo nuevo de posibilidades. En vez de freír ese filete, mejor hazlo a la plancha; en vez de acompañarlo con patatas fritas embadurnadas en salsa, hazte una buena ensalada con verduras o legumbres. Y, en segundo lugar, os hará falta tener mucha disciplina. Es como con el ejercicio: si no sois personas disciplinadas y os proponéis en serio cambiar, volveréis a los malos hábitos en un abrir y cerrar de ojos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>3. Aprender algo nuevo</b></p><p style="text-align: justify;"> Aprender cosas siempre es algo muy positivo. No sólo por lo estimulante que es adentrarse en un mundo nuevo y aprender de él, sino también por los efectos tan buenos que puede ejercer sobre nosotros, como abrir nuestra mente, mejorar nuestras habilidades e, incluso, conocer a otras personas y enfoques diferentes. Por eso a principios de año aumenta el número de alumnos que se apunta a cursos de idiomas, floristería, cocina, marketing, costura, programación... Un solo vistazo en Internet y tendremos a nuestra disposición una enorme cantidad de cursos de formación, de casi cualquier cosa que nos podamos imaginar. De todos los propósitos de Año Nuevo, este quizá sea uno de los más fáciles de llevar a cabo, ya que el aprender a hacer algo no tiene por qué ser algo agotador. Además, cuando se trata de algo que nos gusta, tendemos a poner más empeño en ello y no necesitamos sacar fuerzas extra para llevar a cabo esta nueva actividad.</p><p style="text-align: justify;">Si estáis decididos a aprender algo nuevo, mi consejo sería que os lanzarais a algo que penséis que os puede gustar, pero que quede fuera de lo que estáis acostumbrados. Si os gusta el mundo de las manualidades, ¿por qué no os atrevéis con un curso básico de costura o de bricolaje? Si sois un poco tímidos, ¿qué os parece un curso de interpretación, clases de baile o aprender a debatir en público? Hay cursos para todos los gustos, y lo mejor es que muchos los podemos encontrar gratis en Internet. No hay excusa que valga, amigos. Yo, este año, me he propuesto aprender sobre etiqueta y protocolo, porque es algo que me gusta mucho y creo que da una imagen muy elegante. ¿Y vosotros?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>4. Dejar de fumar o beber menos</b></p><p style="text-align: justify;">Este propósito también es uno de los más repetidos a estas alturas de año, por obvias razones. Como yo no he fumado en mi vida y no bebo alcohol ni siquiera en situaciones sociales, nunca he tenido que hacerme este propósito, aunque se puede aplicar también a otros vicios como comer demasiados dulces o abusar del café. Cuando adquirimos un vicio, es importante que tengamos en cuenta de que se trata de algo que, por mucho que nos guste o mucho placer que nos aporte, es algo que es malo para nuestra salud, y a la larga vamos a padecer sus efectos. Antes de dejar atrás un vicio, es importante que nos preguntemos por qué nos hemos metido en él. ¿Fumamos porque todos a nuestro alrededor lo hacen y nos hemos sentido influenciados por el ambiente? ¿Bebemos de más porque creemos que así nos lo pasamos mejor cuando salimos por las noches? ¿Abusamos del chocolate porque tenemos la necesidad de llenar un vacío interior con comida basura? Si os sentís familiarizados con estas preguntas, quizá es que habéis adquirido un vicio como una manera de evitar sentir ciertas emociones; en estos casos, lo mejor sería consultarlo con un especialista para asegurarnos de que la cosa no se agrave con el tiempo.</p><p style="text-align: justify;">En cualquier caso, la disciplina vuelve a ser la clave para llevar a cabo este buen propósito. Si queréis dejar atrás los malos vicios, tiene que saliros del corazón. Tenéis que estar convencidos de que hay algo que estáis haciendo mal y queréis cambiar. Pero los cambios son duros, tenedlo en cuenta, y los primeros pasos siempre son los más difíciles. Por eso es necesario ser constantes en nuestro empeño y no rendirnos a la primera de cambio. Si veis que os cuesta mucho dejar un vicio o habéis recaído varias veces, quizá sea mejor hablarlo con nuestro médico para que nos recete algún medicamento que nos ayude a controlar la ansiedad. Pero los milagros no existen, sino que nosotros mismos los creamos. Si queréis dejar atrás definitivamente ese vicio que os atormenta, tendréis que ser muy fuertes.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>5. Adquirir un nuevo pasatiempo</b></p><p style="text-align: justify;">Este propósito va de la mano con el de aprender nuevas cosas, pero no es exactamente igual. Aunque aprender algo puede convertirse en una nueva afición, hay quien ve los cursos de aprendizaje como algo que no se sale de lo académico, por lo que los enfocan hacia su enriquecimiento personal y laboral. Un pasatiempo es una actividad que realizamos por puro placer, para aliviar el estrés y distraer nuestra mente de los problemas cotidianos. No tiene que suponer aprender algo nuevo: si se nos da bien el bordado, nos sentiremos bien llevando a cabo esa actividad tan familiar para nosotros. La adquisición de un nuevo pasatiempo implica que tendremos que dedicarle tiempo, primero para aprenderlo y después para desarrollarlo. Y dinero, por supuesto. Hay aficiones que requieren de una mayor inversión económica que otras (y esto los fans de <i>Warhammer 40K</i> lo saben muy bien), pero eso no tiene por qué hacernos desistir de llevar a cabo algo nuevo que nos interesa.</p><p style="text-align: justify;">Aquí, considero que la clave para cumplir este propósito es tanto la constancia como el ahorro. Para empezar un pasatiempo nuevo, es necesario invertir un poco en él. Haced cuentas y calculad cuánto podéis destinar a vuestra nueva afición; es posible, incluso, que ya tengáis muchos de los materiales necesarios para empezar. Y, una vez lo tengáis todo, es momento de dar rienda suelta a vuestra creatividad y divertiros. Si os habéis planteado iniciar un hobby este año, espero que lo disfrutéis mucho.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>6. Viajar más</b></p><p style="text-align: justify;">Este propósito podría venir de la mano del anterior, ya que el viajar puede considerarse también como un pasatiempo. Pero, ojo: requiere de una mayor inversión. Si nuestra idea de viajar implica hacer vuelos al extranjero, es posible que no nos salgan las cuentas o que no sepamos en qué se nos va el dinero y acabemos gastando de más. En cambio, podemos optar por viajar a lo largo y ancho de nuestro país, algo que, además de ser más barato, tiene otros beneficios: no tenemos que aprender otros idiomas, no necesitamos sacarnos un pasaporte, es más fácil encontrar alojamientos baratos y, como colofón, descubriremos que nuestra tierra tiene rincones preciosos que no tienen nada que envidiar a los que hay en otras partes del mundo.</p><p style="text-align: justify;">El hecho de viajar debería implicar, a mi modo de ver, algo más profundo que el hecho de visitar otro país o región. Cuando viajamos, vamos dispuestos a conocer otro modo de vivir y ver las cosas. Vamos a conocer otras culturas, otros parajes, otras comidas... Es una oportunidad magnífica para aprender y llenarnos la cabeza de nuevas sensaciones, de ahí que resulte un propósito muy estimulante. Pero, claro está, no podemos pasarnos la vida viajando porque nuestro bolsillo se resentiría. Además, el objetivo del viaje es conocer un mundo nuevo y volver para contarlo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>7. Dedicar tiempo de calidad</b></p><p style="text-align: justify;">No nos damos cuenta, pero el tiempo es el bien más valioso del que disponemos, y regalárselo a alguien a quien queremos es uno de los mayores actos de amor que existen. En estos tiempos que vivimos, en los que el trabajo ocupa gran parte de nuestros días, es complicado encontrar tiempo de calidad para invertir en nuestros seres queridos. ¿Cuántos nos hemos olvidado de llamar a nuestros abuelos porque estamos pensando en cosas relacionadas con el trabajo? ¿Cuántas veces nuestros hijos nos han pedido jugar y les hemos dicho que no porque siempre hay otras cosas que hacer? ¿Cuándo fue la última vez que quedamos con un amigo para tomar un café y ponernos al día? Dedicar tiempo de calidad a nuestra familia y amigos es uno de los mejores propósitos que podemos tomar este año, y vale la pena ponerle todo nuestro empeño.</p><p style="text-align: justify;">Buscar tiempo hoy en día no es fácil. Tenemos tantas responsabilidades que los días se nos hacen cortos, pero siempre podemos encontrar tiempo para dedicar a los demás. Una buena planificación del tiempo y evitar la pereza nos ayudarán a no procrastinar y a sacar ese tiempo tan necesario para nuestros seres queridos. Pronto empezaréis a ver resultados y podréis invertir el tiempo en quien más os quiere. Lo mismo ocurre con la pareja, con el añadido de que necesita un cuidado especial y continuado. Para tener una relación de pareja sana, sería interesante organizar citas o momentos especiales para no perder la chispa. Si lo que queremos es darle prioridad a nuestras amistades, podemos intentar unirnos a planes que nos ayuden a salir de la rutina y hacer saber a nuestro círculo que nos importa.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>8. Cuidar nuestro bienestar</b></p><p style="text-align: justify;">Dedicarle tiempo a los demás es algo maravilloso, como hemos podido ver en el apartado anterior, pero tampoco debemos descuidarnos a nosotros mismos. En el mundo en el que vivimos, vivir sin estrés parece todo un reto. No se trata de no sentir estrés, sino de saber cómo gestionarlo. Cuando sentimos demasiado estrés, es el momento de echar el freno y empezar a actuar de otra manera. El estrés puede fácilmente derivar en ansiedad o depresión, y es importante no dejar que eso suceda. Por eso es tan importante dedicarnos a nosotros mismos, encontrar tiempo para descansar, para olvidarnos del trabajo o de ciertas responsabilidades, para relajarnos y encontrar la paz mental. La falta de descanso no nos ayudará a conseguir nuestros propósitos de Año Nuevo; por eso, es posible que este sea uno de los mejores propósitos que nos podemos plantear llevar a cabo.</p><p style="text-align: justify;">¿Y qué podemos hacer para cuidar nuestro bienestar? Hay muchas formas de quitarnos el estrés: un baño relajante, preparar nuestra comida favorita en nuestro día libre, dar un largo paseo por el campo o la playa, escuchar música relajante, meditar... Nuestros pasatiempos serán nuestros mejores aliados en este propósito, sobre todo si son actividades tranquilas que nos relajan y nos ayudan a despejar la mente. Lo importante es darnos cuenta de que hay que limitar las cosas que nos provocan estrés (estar muy pendiente del teléfono, no dejar de pensar en el trabajo...) y centrarnos en lo que de verdad nos llena espiritualmente. Ser feliz es el objetivo que debemos marcarnos, y para ello es necesario, una vez más, tener una buena autodisciplina y muchas ganas de seguir adelante.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Estos son, a grandes rasgos, los propósitos que todos nos hemos hecho alguna vez. Sin embargo, es difícil cumplirlos todos. Muchas veces nos planteamos los objetivos del nuevo año llevados más por la euforia y la ilusión que por verdadera voluntad de cambiar algo en nuestras vidas. Plantearnos grandes retos nos hace que sea imposible cumplirlos, acarreando con ello la correspondiente frustración y bajada de autoestima. Además, si son objetivos poco realistas o inalcanzables, la motivación bajará rápidamente.</p><p style="text-align: justify;">¿Qué hacer entonces para cumplir nuestros propósitos de Año Nuevo? Pues aquí os van unos consejos:</p><p style="text-align: justify;"><b>1.</b> Ponte como reto dos o tres propósitos y trata de llevarlos a cabo uno por uno. Así, podrás enfocarte en lo que de verdad deseas cambiar de tu vida.</p><p style="text-align: justify;"><b>2.</b> Escribe tus propósitos en un papel o en un lugar donde suelas apuntar las cosas importantes, para que puedas leerlos siempre que necesites un empujoncito.</p><p style="text-align: justify;"><b>3.</b> Haz una buena planificación semanal y mensual. De este modo, podrás llevar a cabo mejor tus objetivos y verás tus progresos.</p><p style="text-align: justify;"><b>4.</b> No lo dejes para mañana. Empieza hoy mismo, sin dudarlo. Cuanto más tiempo dejes pasar entre el dicho y el hecho, antes perderás las ganas de cumplir tus objetivos. La disciplina y la constancia serán tus mejores aliados.</p><p style="text-align: justify;"><b>5.</b> Date una recompensa cuando logres cumplir un objetivo, ya sea un caprichito, una experiencia o, simplemente, reconociendo todo el esfuerzo que has puesto para conseguirlo.</p><p style="text-align: justify;"><b>6.</b> No te obsesiones por no cumplir tus propósitos de Año Nuevo. Trabaja en ellos cuanto te sea posible, pero no descuides tu salud mental. Recuerda que el objetivo principal de los propósitos es hacernos felices.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Feliz 2024 a todos, amigos! ¡Gracias por estar ahí!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-3611709553430569832023-11-04T20:01:00.005+01:002023-11-24T23:43:32.213+01:00Vagando por la Historia: Juana la Loca<p><br /></p><p style="text-align: justify;">Locura.</p><p style="text-align: justify;">Según el diccionario, la locura es un trastorno o perturbación patológicas de las facultades mentales, y también se refiere a una acción imprudente, insensata o poco razonable que realiza una persona de forma irreflexiva o temeraria. Hubo bastantes reyes y gobernantes a lo largo de la Historia que ostentaron el apelativo de "loco" (tengo una entrada al respecto sobre algunos de ellos), pero creo que muy pocos o ninguno lo llevó en relación a la locura de amor.</p><p style="text-align: justify;">Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, llegó a nosotros como paradigma de la mujer poderosa que, por ambición y capricho de sus parientes y por haber tenido la mala fortuna de enamorarse de un impenitente mujeriego, fue despojada de su corona y sus títulos y fue encerrada en un convento mientras otros disponían de sus reinos a su antojo. Lo cierto es que no habríamos sabido prácticamente nada de Juana la Loca de no ser por los románticos nostálgicos del siglo XIX, quienes veían en la Edad Media una fuente de inspiración constante para dar rienda suelta a su imaginación exaltada. ¿Y qué podría ser más atractivo para un romántico que una reina cuyo amor por su esposo era tan grande que incluso había perdido la razón por ello? Fue en el siglo XIX cuando se le puso el apelativo de <i>la Loca</i>, pues en su época nunca nadie la llamó así, pero fue este título el que la haría trascender con el paso de los siglos. Aunque en época actual se está intentando despojarla de tan infamante título, no sería mala idea repasar un poco su vida para comprobar por nosotros mismos si la reina Juana I era una persona tan cuerda como cualquier otra, o si en realidad sí padecía una enfermedad mental que en su época fue catalogada como locura.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_hMvIYPCI86r4rR0np15Rw7vMVf-tYDxKSx_rAVRuf1H1a92aHU1mFDNVO5lcEivXlUF25fjl6QWC2z7uDV0MeqPcmKniLBGyFCHmJXo_K0afR90W8l88IZfIwkL4xEyl96OkXqIPkADoidmDTUbZRGHht8RmFfpFYhyphenhyphenBQIpC8kk7uUGBpUO_Mu5xhX8/s276/juana.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="183" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_hMvIYPCI86r4rR0np15Rw7vMVf-tYDxKSx_rAVRuf1H1a92aHU1mFDNVO5lcEivXlUF25fjl6QWC2z7uDV0MeqPcmKniLBGyFCHmJXo_K0afR90W8l88IZfIwkL4xEyl96OkXqIPkADoidmDTUbZRGHht8RmFfpFYhyphenhyphenBQIpC8kk7uUGBpUO_Mu5xhX8/s1600/juana.jpeg" width="183" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Juana nace en Toledo el 6 de noviembre de 1479. Era la tercera hija del matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. La precedieron Isabel y Juan y, cuando nació, la reina Isabel andaba empeñada en la reconstrucción del reino tras la guerra civil que asoló Castilla, lo que pasaba por reafirmar el papel de la monarquía castellana y su autoridad como persona. Pero, aunque la Historia la quiere representar como una fanática religiosa, la reina Isabel siempre fue una madre amorosa que supo encontrar el equilibrio entre el buen gobierno del reino con el cuidado de su casa y familia. Se ocupó personalmente de la educación de todos sus hijos, algo insólito para la época, y eligió para ellos amas y preceptores a los que les daba instrucciones sobre qué materias enseñar a cada uno de sus vástagos.</p><p style="text-align: justify;">Educar a los infantes no era tarea fácil, pues las obligaciones del gobierno traían frecuentes separaciones entre padres e hijos. Pero, pese a sus grandes ocupaciones, siempre trataban de hacerlas compatibles con el cuidado de los hijos. De la reina Isabel se dice que solía hilar en la rueca para descansar la mente de los asuntos de gobierno, y que tanta era su afición a la costura que se encargaba de remendar personalmente las camisas del rey y los príncipes. Estas labores, junto con la artesanía del bordado y la cocina, fueron aprendidas por todas las hijas de los Reyes Católicos, pero no quiere decir que se descuidaran sus aptitudes intelectuales. Tanto Isabel como Fernando eran muy cultos y con gran sensibilidad artística; la propia reina Católica se había hecho con una gran colección de pintura, una biblioteca y frecuentaba la compañía de grandes hombres de letras y ciencias. Como además se pretendía entablar alianzas con los grandes reinos europeos de la época, ambos vieron como primera necesidad preparar bien a sus hijos en idiomas, humanidades, música, pintura y diplomacia.</p><p style="text-align: justify;">De todos los hijos de Isabel y Fernando, Juana era tal vez la más parecida a su abuela paterna, Juana Enríquez. Se la describe como muy hermosa, de pelo castaño, tez tostada y dueña de unos grandes y rasgados ojos verdes. Era también muy inteligente, y de esto nos habla el sabio Luis Vives, quien afirmaba que Juana hablaba en latín con la misma fluidez que su lengua materna. Su personalidad aparece descrita con frecuencia como “enérgica”, lo que nos habla de una muchacha dotada de un carácter bastante fuerte y quizá difícil de domeñar una vez desatado. Este rasgo de su personalidad distaba mucho de la educación que había recibido. Como tercera hija, no era muy probable que accediera al trono, por lo que su instrucción estuvo más enfocada en hacer de ella una buena esposa. Como futura archiduquesa de Austria, se la enseñó a expresarse correctamente en francés, pero no se le permitía hacerse cargo de su propia casa ni de sus criados, y no se consideró la opción de enseñarle a manejar territorios, ya que no se contemplaba que pudiera necesitar tales conocimientos en el futuro. Pero lo que preocupaba a su madre era el escepticismo religioso de su hija y su poca devoción por el culto y los ritos cristianos. Y es que el carácter de Juana tendía a mostrarse cambiante, alternando episodios de risas y alegría extrema con otros de llanto y melancolía; lo mismo sucedía con la religión, ya que lo mismo Juana desdeñaba la idea de rezar y asistir a misa como que manifestaba su deseo de profesar en un convento.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, no era el convento lo que sus padres tenían pensado para ella. Después de que los Reyes Católicos consiguieran la unidad peninsular gracias a la Reconquista y el descubrimiento de América, su presencia y fuerza política les concedió un gran protagonismo en Europa, pero también les granjearía problemas con otros reinos, como fue el caso de la poderosa Francia. Con el fin de asegurar objetivos diplomáticos y estratégicos, los Reyes Católicos entablaron para sus hijos diversas alianzas matrimoniales con las principales casas europeas. Isabel fue prometida a Alfonso, príncipe heredero de Portugal y único hijo del rey Juan II, y a la repentina muerte de este volvió a contraer matrimonio, esta vez con su primo, el ya rey Manuel I. El príncipe Juan, único vástago varón de los Reyes Católicos, contrajo matrimonio con la archiduquesa Margarita de Austria, hija de Maximiliano I de Habsburgo, pero esta unión pronto quedaría rota tras la prematura muerte del joven a causa de unas fiebres. La infanta María contrajo matrimonio en 1500 con Manuel I, viudo de su hermana mayor, y su unión fue feliz y prolífica. En el caso de Catalina, se perseguía la alianza con Inglaterra, así que se la prometió con el príncipe Arturo, primogénito de Enrique VII, pero a su temprana muerte volvió a casarse con su hermano menor, el futuro rey Enrique VIII. Y en el caso que nos ocupa, Juana casó con Felipe de Habsburgo, hijo de Maximiliano I y hermano de Margarita, con lo cual Juana y su hermano se convertían así en cuñados.</p><p style="text-align: justify;">El 21 de agosto de 1496, Juana embarca en Laredo y parte rumbo a Flandes. La travesía fue una auténtica odisea, a tal punto que tuvieron que buscar refugio en Portland, Inglaterra, hasta que el clima mejorase. Al fin la comitiva llega a Rotterdam el 8 de septiembre, pero Juana aún tardaría un mes en encontrarse con su futuro marido. Esto se debió a la fuerte oposición que los consejeros de Felipe mostraban hacia su unión con la infanta castellana, viendo como más provechosa una unión con Francia. Sin embargo, el encuentro se produjo en octubre de 1496, y fue tal la atracción que sintieron los contrayentes que fueron incapaces de aplazar su boda por más tiempo, de manera que la efectuaron en aquel mismo momento, sin protocolo alguno, por mano del capellán Diego Ramírez de Villaescusa, que formaba parte del séquito de la infanta. Así fue como Juana se convirtió en Archiduquesa de Austria.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1xrvkR0q7xo98n5ttoZVzX8PuT-fP2-fJwKWeOYDrfd5Nccj6pRn6OS2OXGECDa0N064qOz2f4LovV2E5CImc5vM6YjWdD1TnHoOknFs4TyoIq7JrUcfaMzXH3W0XKEhwP6TDRpOYMAYfJHh6RKVoza2YIZ6G-ECe4fhul54v3qq8_QGFzHTlbNlPbcM/s291/juana%20y%20felipe.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="291" data-original-width="220" height="291" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1xrvkR0q7xo98n5ttoZVzX8PuT-fP2-fJwKWeOYDrfd5Nccj6pRn6OS2OXGECDa0N064qOz2f4LovV2E5CImc5vM6YjWdD1TnHoOknFs4TyoIq7JrUcfaMzXH3W0XKEhwP6TDRpOYMAYfJHh6RKVoza2YIZ6G-ECe4fhul54v3qq8_QGFzHTlbNlPbcM/s1600/juana%20y%20felipe.jpg" width="220" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">A partir de aquel día, para Juana se abrió un mundo nuevo muy diferente de todo lo que había conocido hasta el momento. La corte flamenca, desinhibida, frívola e individualista, poco o nada tenía que ver con la austeridad de la corte castellana, y la joven Juana, que por entonces sólo tenía diecisiete años, se dejó encandilar de buena gana. Si antes tenía poca afición a oír misa y confesarse, ahora tenía mucha menos. A todo esto, se suma el amor profundísimo que sentía por Felipe, quien, pese a ser un marido impuesto por razones de estado, era joven y guapo. Aunque el apelativo de Hermoso le vendría más tarde (se lo puso el rey de Francia hacia 1501, durante una visita oficial de los archiduques), la fama de Felipe de galán con las damas de la corte lo precedía. Todos conocían de sobra su afición a las mujeres, y el matrimonio con Juana no le disuadió de seguir haciendo su voluntad. Los celos de Juana, que no estaba dispuesta a permitir los devaneos de Felipe, le causaron no pocas preocupaciones a Felipe y le hicieron perder pronto el interés por su esposa.</p><p style="text-align: justify;">En cualquier caso, Juana cumplió con lo que se esperaba de ella cuando dio a luz a su primogénita Leonor en 1498 y a Carlos en 1500, con lo cual la sucesión quedaba asegurada. Curioso es el caso del nacimiento del futuro Carlos I de España, pues está bastante extendida la creencia de que vino al mundo en un retrete. Juana vigilaba a su esposo todo el tiempo y, pese al avanzado estado de gestación de su segundo embarazo, se empecinó en ir a una fiesta que se celebraba en el palacio de Gante. En cierto momento de la noche, tuvo retortijones y tuvo que ir al escusado, y allí mismo dio a luz al que sería emperador del Sacro Imperio.</p><p style="text-align: justify;">Pero ni la maternidad fue capaz de mantener alejada a Juana de Felipe. Su pasión por él era tal que provocó alarma tanto en su marido como en todos los que la rodeaban, pues eran conocidos sus furiosos arrebatos de celos. Ya hemos hablado del carácter rebelde de Juana, que parece haber sido difícil de sobrellevar. Pero lo que en su madre se había visto como una virtud, en ella no lo era tanto. Se esperaba que una reina tuviera arrojo y un carácter fuerte, pero esta actitud era intolerable en una infanta o en una archiduquesa. Si a todo esto le sumamos que Juana pronto se vio desarraigada tanto de su tierra natal como de sus familiares, se explica que poco a poco entrara en un estado de depresión con altibajos que lo mismo le provocaban arrebatos de amor hacia Felipe, como peleas conyugales que el archiduque zanjaría encerrando a Juana en sus habitaciones de palacio y negándole su presencia.</p><p style="text-align: justify;">Para Felipe hubiera sido muy sencillo mantener encerrada a Juana y seguir haciendo su voluntad, pero pronto habrían de cambiar las cosas. En el año 1497 moría Juan, el ansiado heredero de los Reyes Católicos, y su hermana mayor Isabel le seguiría un año después, a causa de un parto. El hijo de esta, el infante portugués Miguel de la Paz, habría sido el heredero de ambos reinos de no ser por su fatídica muerte en el año 1500. Así, gracias a una carambola del destino, Juana se convertía en princesa de Asturias y, por lo tanto, en heredera de las coronas de Castilla y Aragón.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpc5i_-IkWdrt4YBsebQ0-mzLPdgYwaF0k8xmNNny-abICwQxTX8s_yvLBUiEpE2CWCNbFo3-TAi0L7vbVRyVLn5ePvzIBtIrrmTS9xGRFpooCwn6t2WTLtWccZ221CxlHOmhrNoJqQcCX_brbDSMl679Lc64YomJcbzbB8EPumvrXts5zb-SzYFUQ71U/s259/juanita.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpc5i_-IkWdrt4YBsebQ0-mzLPdgYwaF0k8xmNNny-abICwQxTX8s_yvLBUiEpE2CWCNbFo3-TAi0L7vbVRyVLn5ePvzIBtIrrmTS9xGRFpooCwn6t2WTLtWccZ221CxlHOmhrNoJqQcCX_brbDSMl679Lc64YomJcbzbB8EPumvrXts5zb-SzYFUQ71U/s1600/juanita.jpeg" width="259" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">En noviembre de 1501, la pareja emprendió camino hacia Castilla por tierra desde Bruselas para ser jurados por las cortes de Toledo, pero el viaje se hizo tan lento que no llegarían hasta seis meses después. Pese al impresionante futuro que le aguardaba en España, Felipe ansiaba regresar a su tierra. Despreciaba la rudeza de los castellanos, añoraba el refinamiento de la corte flamenca y no estaba dispuesto a quedarse con el papel de segundón que la condición de heredera de su esposa le acarreaba. Sus alardes de lujo y ostentación en la corte castellana fueron, además, vistos con gran desagrado. Por eso, antes siquiera de que acabara el año, Felipe partió hacia Flandes alegando que los asuntos de gobierno le reclamaban, dejando sola y embarazada a Juana, que no pudo hacer nada por retenerle.</p><p style="text-align: justify;">En 1503 nació en Alcalá de Henares un príncipe al que Juana llamó Fernando en honor a su padre. En cuanto se recuperó del parto, empezó con los preparativos para marchar de vuelta a Flandes con su marido. Sus padres trataron por todos los medios de impedir que partiera, pues no querían que marchara sin conocer a sus súbditos ni ser jurada por las cortes de Zaragoza. Sin embargo, Juana vio este impedimento como una especie de confinamiento forzoso. Ella quería estar junto a Felipe, que era su esposo, al que se debía por completo. La situación provocó muchos conflictos entre los propios Reyes Católicos. La reina Isabel, quizá pensando más como madre que como reina, trataba de dar explicación a los arrebatos de su hija y disculpaba su proceder ante las grandes personalidades de la corte; Fernando, en cambio, desconfiaba de que su hija pudiera ser una buena reina para Aragón.</p><p style="text-align: justify;">Es en este contexto cuando se produce el conocido episodio del Castillo de la Mota. Convencida por su madre, Juana había consentido en retrasar un poco su partida hacia Flandes y la había acompañado a Medina del Campo. Caía una fortísima nevada, por lo que se dio orden de elevar el puente, cerrar los portones y detener la marcha hasta que el tiempo mejorase. Juana, enloquecida porque pensaba que la iban a retener allí indefinidamente, incurrió en desacato, salió al patio en plena nevada y llamó la atención de todo el castillo con sus gritos y alaridos, exigiendo que la dejaran volver con su marido. Alarmados por el escándalo, los criados avisaron a la reina, que trató de convencer a Juana, sin éxito, de que entrara otra vez al castillo. A la mañana siguiente, incapaz de seguir reteniéndola, la propia Isabel dio orden de que la comitiva partiera para Flandes.</p><p style="text-align: justify;">No volverían a verse. El 26 de noviembre de 1504 fallecía Isabel la Católica en el castillo de la Mota. Su cadáver fue amortajado con hábito de San Francisco y fue llevado a Granada. En su testamento dejaba dispuesto que Juana y Felipe fueran reconocidos como reyes de Castilla. Don Fernando debía ocuparse del gobierno hasta que la nueva reina tomase posesión de la Corona, y también podría tomar las riendas del gobierno en el caso de que Juana no pudiera o no quisiera gobernar, hasta la mayoría de edad del príncipe Carlos.</p><p style="text-align: justify;">Pero este acuerdo no satisfizo lo más mínimo a Felipe, que ansiaba el poder y deseaba derrotar a su suegro a como diera lugar, y de nuevo consiguió ganarse la voluntad de Juana amenazándola con no volver a dejarla traspasar el umbral de su alcoba si no le obedecía. En respuesta a este movimiento, Fernando de Aragón respondió casándose con la jovencísima Germana de Foix. Este matrimonio tenía varios objetivos: el primero, conseguir una alianza firme con Francia, su acérrima enemiga (Germana era sobrina del rey Luis XII), y gracias a esto, debilitar la postura de Felipe. El segundo, conseguir descendencia masculina a quien legarle sus posesiones, ya que la Corona de Aragón pasaba directamente al heredero varón; si llegara a tener un hijo, Fernando se aseguraría de que su yerno jamás tocara sus posesiones en Aragón y el Mediterráneo. Así pues, se hacía indispensable un pacto entre los dos para evitar más rencillas. Y así, un año después de la muerte de Isabel la Católica, se llevó a cabo la Concordia de Salamanca, por la cual Fernando y Felipe se repartían el gobierno de Castilla y las rentas reales. Debido a los trastornos que se apreciaban en Juana, ambos dispusieron que gobernara Felipe y, en ausencia de este, se ocuparía Fernando.</p><p style="text-align: justify;">Los nuevos reyes de Castilla partieron desde Flandes para establecerse, esta vez de forma definitiva, en sus nuevos dominios. Una vez en Castilla, Felipe comenzó una auténtica ofensiva para librarse de su suegro e incapacitar a Juana. Si bien es cierto que el estado mental de Juana no era el más óptimo, personajes como el arzobispo Jiménez de Cisneros no vieron en ella la lacra de la locura que le achacaba su marido. Se desvivía en demasía por su esposo, pero también tenía momentos de gran lucidez en los que tomaba decisiones acertadas o pedía que le hablaran de los últimos momentos de su madre. Después de visitarla varias veces y hablar con ella, Cisneros se opuso a que Juana fuera incapacitada, pero esto no detuvo a Felipe. Consiguió ganarse el favor de la nobleza castellana y aprovechó sus apoyos para apartar a Fernando de Aragón y quedar él como dueño de la Corona de Castilla. Esto quedaría acordado en los Acuerdos de Villafáfila.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, ese mismo año Felipe el Hermoso moría en Burgos, en el Palacio de los Condestables. Las circunstancias de su muerte siguen sin estar del todo claras. Unos creían que había sido envenenado por un sicario de Fernando el Católico; otros creen que contrajo unas fiebres tras haber disputado un partido de pelota. Sea como fuere, y pese a todos los desvelos de Juana, no hubo manera de salvarle la vida. Murió el 25 de septiembre de 1506, a los veintiocho años.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYN5mLxNJap97l7aji8cjjFP0N8MCDgMQhJb_arBnEdmwxPnOD0yK80W9UPHSICWM4-sPm4JkyaQryM0YjrtXlgeRWEQTBfkEgzIK-w-cq5b2_bgf3C7ztxQEKC7_K6h0F40cpoOsDk1yzMrna0pt48B_XQJUcP4K_Vb6ZhacJe7sKNUWuntkn1_TwRcc/s3051/Do%C3%B1a_Juana__la_Loca__(Pradilla).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2088" data-original-width="3051" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYN5mLxNJap97l7aji8cjjFP0N8MCDgMQhJb_arBnEdmwxPnOD0yK80W9UPHSICWM4-sPm4JkyaQryM0YjrtXlgeRWEQTBfkEgzIK-w-cq5b2_bgf3C7ztxQEKC7_K6h0F40cpoOsDk1yzMrna0pt48B_XQJUcP4K_Vb6ZhacJe7sKNUWuntkn1_TwRcc/s320/Do%C3%B1a_Juana__la_Loca__(Pradilla).jpg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Juana mandó embalsamar el cuerpo de Felipe al uso de Flandes y ordenó que lo expusieran en la cartuja de Miraflores, donde ella iba a verlo cada dos o tres días. Como el deseo de Felipe era ser enterrado en Granada, Juana dio orden de que se organizara una comitiva que la llevaría a atravesar los campos de Castilla con el cadáver insepulto de su marido, lo que a ojos del pueblo produjo una penosa impresión. Sin embargo, esta maniobra podía obedecer a tres cosas: la primera, que el peregrinaje nocturno era más fácil que hacerlo de día por el calor (aunque esto podría quedar invalidado cuando nos damos cuenta de que el peregrinaje se llevó a cabo en invierno); la segunda, y quizá la más probable, que mientras tanto se aseguraba de que ni su padre ni la nobleza intentaban volver a casarla con otro hombre. Un nuevo matrimonio podría traer más hijos que le disputarían la herencia a su hijo Carlos, y eso era algo que Juana no quería; y la tercera, que al ir de pueblo en pueblo, esquivando las grandes ciudades, se cuidaba de ponerse en las manos de algún noble que quisiera controlarla. Con todo, y a pesar del empeño de Juana, nunca llegaría a Granada; en Torquemada hubo que hacer un alto para que la reina diese a luz a su última hija, Catalina.</p><p style="text-align: justify;">En cuanto al gobierno del reino, los nobles crearon un Consejo de Regencia para gobernar provisionalmente el reino, presidido por Cisneros. Se sabe que, pese a que no le gustaban los asuntos de estado, la reina Juana trató de gobernar por sí misma, quitando los privilegios que su marido le había dado a los flamencos, e incluso llegó a prohibir que el cardenal entrara a palacio. En 1507, padre e hija se entrevistaban y el encuentro terminó con Fernando asumiendo el poder en Castilla como gobernador del reino. En 1509 dio órdenes de que Juana fuese llevada a Tordesillas, donde vivirá el resto de su vida, retirada de la política y de la vida cortesana. En realidad, su situación parece ser la de tantas otras reinas viudas de la época, que dejaban atrás todo lo que les ataba al mundo y se retiraban a alguna de sus posesiones para llevar una vida más tranquila y recogida. Con todo, Juana no dejó de ser reina nunca, ya que las cortes nunca la desposeyeron de su título. Pero Fernando quería evitar que se crease un partido nobiliario en torno a su figura, por lo que mandó que nunca saliera de Tordesillas y que fuese vigilada en corto por los Marqueses de Denia, de los que se decía que la maltrataban y le hacían padecer penurias y necesidades.</p><p style="text-align: justify;">En 1516 muere Fernando el Católico, lo que dejaba a Juana como heredera también de la Corona de Aragón. El cambio más significativo es la visita de sus hijos mayores, Leonor y Carlos, que viene a Castilla para tomar el poder sobre los reinos. Parece bastante claro que Juana no quería gobernar, de manera que estuvo dispuesta a cederle a su hijo las riendas del gobierno mientras que en los documentos siguieran apareciendo los dos. Pero sucede algo que vendría a traer problemas, y es que una serie de ciudades castellanas (con la excepción de Burgos) se levantan contra su hijo y la toman a ella como referente. A finales de 1520, los lideres de las Comunidades toman Tordesillas, hablan con Juana sobre su situación y le piden que tome cartas en el asunto. Juana solo accedió en retirar las mercedes que se les habían concedido a los flamencos (muchos de ellos habían sido compañeros de francachelas de su difunto marido), pero se negó a firmar ningún tratado que pudiese perjudicar a su hijo Carlos. Al no conseguir nada de ella, los Comuneros fueron derrotados y Juana, una vez restablecido en su cargo el marqués de Denia, volvió a su encierro.</p><p style="text-align: justify;">La vida de doña Juana se deterioró progresivamente, como testimoniaron los pocos que consiguieron visitarla en su palacio de Tordesillas. Durante años vivió con su hija Catalina, hasta que esta tuvo que abandonar el palacio para casarse con el rey de Portugal. Desde ese momento, los episodios depresivos se sucedieron con más frecuencia, a pesar de las visitas constantes de sus hijos y sus nietos. Sufrió una caída que la dejó muy mermada e inútil de ambas piernas, por lo que sus problemas de higiene personal se vieron agravados. En sus últimos años, se dice que empezó a tener visiones, lo que, conforme a la mentalidad de la época, le dio fama de estar endemoniada. Para entonces, su nieto Felipe dio orden a Francisco de Borja que la visitara para ver si los rumores eran ciertos. El 12 de abril de 1555, doña Juana moría en su confinamiento en Tordesillas.</p><p style="text-align: justify;">La versión oficial del siglo XVI fue que la reina Juana había sido retirada del trono debido a su incapacidad mental para reinar, pero esta enfermedad mental nunca nos queda del todo clara. Se cree que pudo haber padecido melancolía, trastorno depresivo severo, psicosis, esquizofrenia heredada o un trastorno esquizoafectivo. Es muy posible que el confinamiento forzoso y los constantes maltratos a los que estuvo sometida por otras personas agravaran su estado mental. A día de hoy, la opinión mayoritaria es que Juana fue una víctima de las ambiciones de su padre, su marido y su hijo, lo que no deja de ser cierto, y cada vez se alejan más de la visión romántica de la reina que enloqueció por amor.</p><div><br /></div>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-80215862978712038932023-10-19T19:50:00.004+02:002023-10-19T20:25:31.257+02:00Vagando por la Historia: Los juicios de Salem<p> </p><p style="text-align: justify;">Se acerca Halloween, la noche de brujas por excelencia en medio mundo, y no van a ser pocos los niños y adultos que se disfracen de brujas, vampiros y fantasmas para celebrar de una manera jocosa la noche más terrorífica del año. La exaltación del más allá y de lo mágico nos parece algo divertido, pero esto no ha sido siempre así. Entre 1692 y 1693, diecinueve personas fueron ahorcadas y una aplastada bajo una montaña de rocas en los juicios por brujería de Salem. Fue uno de los casos de caza de brujas más sonados de la Historia. Casi siempre que se habla de brujería, posesiones y pactos con el Demonio, los juicios de Salem están entre los más destacados, no tanto por la veracidad de las historias que consiguieron acabar con la vida de veinte personas, sino por el terror y la histeria colectivas ante un enemigo que sólo existía en sus cabezas y que acabó por darle triste fama al pueblo de Salem.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVq23qp-y8Tlr49tztl9lxaZRai8BgmvGTgOCcgHSycyujPxqzgZp1MyBqgZ5GSmjqQspxYy0ODQ3efReytbSLN0OYE9Zz7wBrKDVrbnMCY4k1XhQSJxsfCU4gnsns7Ho6JUsg3BhWtZoF1IB5YOp2es8DKAgX4BHdDWxvrpWuL7GtN7iL1ancJQ3Tvyg/s1000/TheSalemMartyr-Noble.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="664" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVq23qp-y8Tlr49tztl9lxaZRai8BgmvGTgOCcgHSycyujPxqzgZp1MyBqgZ5GSmjqQspxYy0ODQ3efReytbSLN0OYE9Zz7wBrKDVrbnMCY4k1XhQSJxsfCU4gnsns7Ho6JUsg3BhWtZoF1IB5YOp2es8DKAgX4BHdDWxvrpWuL7GtN7iL1ancJQ3Tvyg/s320/TheSalemMartyr-Noble.jpg" width="212" /></a></div><br /><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Brujas en el viejo continente</b></p><p style="text-align: justify;">En Europa, desde el siglo XIII hasta el XVII, decenas de miles de personas fueron ejecutadas o linchadas por ser presuntas servidoras del Demonio. A cambio de los servicios al Maligno, se suponía que conseguían algún tipo de beneficio, tal como un poder mágico que les permitía tener más salud o riquezas que cualquier otra persona. Y también se creía que ese misterioso poder, llamado maleficio, tenía por objetivo hacer daño, provocar enfermedades y otros males al prójimo. Para todas las religiones, pero especialmente para el Cristianismo, la caza de brujas se convirtió en una obsesión. Y es que a estas personas dotadas de poderes mágicos se les atribuían ritos blasfemos realizados en grupo o aquelarres, así como actos obscenos e inmorales que se alejaban de la piedad de Dios.</p><p style="text-align: justify;">Identificar a una bruja tenía un método que, bajo nuestra perspectiva, parece de lo más absurdo y simplista, pero en la época suponía una auténtica ciencia, hasta el punto de que tenía su propio manual: el <i>Malleus Maleficarum</i>, también llamado Martillo de Brujas, escrito por los monjes inquisidores Heinrich Kramer y Jakob Sprenger. Según este libro, las brujas solían ser mujeres de edad mayor que estaban dotadas de una serie de poderes que les habían sido otorgados por el mismo Demonio, tales como causar tormentas, destruir plantaciones e incluso provocar impotencia sexual en los varones. De las brujas también se decía que eran capaces de volar ya que, al no tener alma, su cuerpo era mucho más ligero que el de una persona normal. También se pensaba que podían adquirir diversas formas, o incluso volverse espectros invisibles. Aunque hubo hombres acusados de hechicería, lo cierto es que la mayoría de las acusadas fueron mujeres, y esto tiene su explicación: en la época, se pensaba que la mujer era de talante más débil que el hombre y, por lo tanto, más proclive a ser manipulada y seducida por los influjos demoníacos.</p><p style="text-align: justify;">En Europa, por tanto, ya existía toda una tradición en la persecución de brujas, que se dio de forma bastante notable en países como Alemania, Suiza, Inglaterra, Francia o los Países Bajos, es decir, en países que experimentaron grandes reformas religiosas. El calvinismo y el luteranismo abrieron una brecha social que amenazó la hegemonía de la Iglesia Católica entre los siglos XVI y XVII. En este contexto de alta polarización, se desató una auténtica persecución de supuestas brujas, debido a ese ansia de legitimarse ante los feligreses, pues ambas corrientes necesitaban justificar su predominio capturando y ejecutando a los siervos de Satanás en el mundo. Las acusaciones se convirtieron en una herramienta para resolver disputas políticas o rencillas personales. No es casualidad, por tanto, que la mayor caza de brujas se hubiera llevado a cabo en los años de la Reforma y la Contrarreforma hasta que, a partir de 1650, las cazas de brujas empezaron a ir a menos, y ya en 1700 nos encontramos con que prácticamente habían desaparecido del viejo continente.</p><p style="text-align: justify;">Pero no así en otros lugares del mundo.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmfaUKZbBPaeLCM4EcCVH64qnT6x8kLKU7JFoYk3l9Jgc3y0h4rYUnJjAGOprJpPs3kXtO0Uq-XnWgbQbr5H_YNYtRd1qJAr1GGsRQ53ys73YLPaRGba36mAT0A9qH7Xw1kPCaP5jatuJ2Xhklrgvq5W_7g2cBKMCKtnZ2dfdz2PF5jjybcR1gXnBk_Ts/s2356/Witchcraft_at_Salem_Village.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1637" data-original-width="2356" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmfaUKZbBPaeLCM4EcCVH64qnT6x8kLKU7JFoYk3l9Jgc3y0h4rYUnJjAGOprJpPs3kXtO0Uq-XnWgbQbr5H_YNYtRd1qJAr1GGsRQ53ys73YLPaRGba36mAT0A9qH7Xw1kPCaP5jatuJ2Xhklrgvq5W_7g2cBKMCKtnZ2dfdz2PF5jjybcR1gXnBk_Ts/s320/Witchcraft_at_Salem_Village.jpg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El Diablo llega a Nueva Inglaterra</b></p><p style="text-align: justify;">La colonia de la bahía de Massachussets fue fundada en 1620, consolidándose como tal a lo largo de la década siguiente con la llegada de unos veinte mil inmigrantes, la mayoría procedentes de Inglaterra. Establecieron su colonia en Plymouth y desarrollaron relaciones de amistad con los nativos <i>wampanoag</i>. Los peregrinos se habían marchado voluntariamente de su Inglaterra natal debido a las diferencias de carácter religioso entre los puritanos y la Iglesia anglicana fundada por Enrique VIII. Los puritanos creían que la Iglesia de Inglaterra era demasiado jerárquica y de moral laxa, por lo que decidieron partir rumbo a Nueva Inglaterra en busca de libertad religiosa en la Nueva Jerusalén que pretendían recrear, libre y purificada de los males que aquejaban a la religión anglicana.</p><p style="text-align: justify;">Alrededor del año 1692, ya existían fuertes tensiones tanto en la ciudad como en el pueblo de Salem, dos lugares situados a unos treinta kilómetros al norte de Boston, y separadas entre sí por apenas diez kilómetros. Los habitantes de Salem Village estaban resentidos por la mayor riqueza y prosperidad que había en Salem Town, nutrida gracias a la gran actividad comercial de su puerto marítimo, así como por su presunción al pretender controlar los asuntos del pueblo.</p><p style="text-align: justify;">El pueblo de Salem, una comunidad de apenas quinientas personas dedicadas en su mayor parte a las labores agrícolas, carecía de gobierno civil propio y estaba bajo la jurisdicción de la ciudad de Salem. En aquella pequeña comunidad, dos familias luchaban por el control del poder político y religioso del pueblo. Por un lado estaba la familia Putnam, que deseaban una mayor independencia respecto a la ciudad de Salem y eran cercanos a las familias campesinas; por el otro, estaban los Porter, conectados con los prósperos comerciantes de Salem Town y partidarios de que se mantuviera el control económico que esta ciudad ejercía sobre el pueblo.</p><p style="text-align: justify;">Pero, ¿cómo se aplicaba ese control? Por poner algunos ejemplos, los campesinos de Salem Village no tenían derecho a ponerle precio a sus cultivos, ni tampoco los impuestos que debían abonar, sino que eran los comerciantes de la ciudad los que decidían esos asuntos. En cuestión religiosa, todos los habitantes de Salem Village tenían la obligación de asistir a los servicios religiosos dominicales, pero Salem Town se negó durante muchos años a permitir que el pueblo contara con su propia sala de reuniones para tal efecto, de modo que los aldeanos tenían que viajar a la ciudad todos los domingos, sin importar las inclemencias del tiempo, algo que llegaron a resentir.</p><p style="text-align: justify;">Finalmente, el pueblo de Salem pudo contratar a su propio ministro. No tuvieron demasiada suerte con el primero, ya que se marchó en cuanto descubrió que no iban a pagarle. El segundo ministro, George Burroughs, se encontró con el mismo problema y dimitió, pero decidió permanecer en el pueblo. Un tercer ministro también dimitió, y esto contribuyó a empeorar la reputación del pueblo entre los ciudadanos de Salem, quienes pintaban a los aldeanos como contenciosos y mezquinos. Finalmente, en 1689, un hombre llegó para convertirse en el ministro que tanto anhelaban. Se trataba de <b>Samuel Parris</b>, un comerciante al que no le había ido bien ni en sus estudios en el Harvard College, ni en sus negocios. Con veinte años, tuvo que hacerse cargo de la plantación de azúcar que su padre tenía en Barbados; sin embargo, un terrible huracán destruyó sus terrenos y Parris decidió vender una parte y regresar a Boston. Como sus negocios no le rentaban demasiado, parece ser que se hizo ministro como segunda opción profesional, y en Salem Village se le presentó la oportunidad de formar su propia iglesia como reverendo, gracias a la intervención y patrocinio de la poderosa familia Putnam.</p><p style="text-align: justify;">Parris resultó ser una elección realmente desafortunada. Era un comerciante fracasado y amargado, resentido con los que triunfaban en el mundo del comercio, que se dedicó a avivar las hostilidades locales. Sus sermones convirtieron las rencillas entre dos pueblos en una auténtica lucha entre las fuerzas del bien y del mal. En la mente de sus seguidores empezó a dibujarse la idea de que Salem Town era un lugar corrupto y pecaminoso que estaba dominado por el Diablo, y amenazaba el bienestar de Salem Village. Si a esto añadimos la llegada a Massachussets de miembros de colonias cristianas minoritarias como los cuáqueros, y los continuos ataques de los indios <i>wanpanoag</i> en represalia contra los colonos por su descontrolado expansionismo en sus tierras, se puede entender el clima de tensión que existía en aquella pequeña localidad.</p><p style="text-align: justify;">Fue en medio de estas tensiones, en febrero de 1692, cuando la hija del reverendo, <b>Betty Parris</b> y su prima <b>Abigail Williams</b>, de nueve y once años respectivamente, empezaron a sufrir unos ataques extraños y antinaturales. Se contorsionaban de manera que sus brazos, cuellos y espaldas giraban de formas imposibles. Fueron vistas arrastrándose por el suelo, escondiéndose debajo de los muebles, gritar de dolor, hacer ruidos extraños similares a ladridos y lanzar objetos por los aires. A veces se quedaban muy calladas, como si no pudieran hablar; otras veces, parecía que se ahogaban y se quejaban de que algo invisible las mordía y las pellizcaba. Al poco tiempo, otra niña de unos once años, <b>Ann Putnam</b>, empezó a sufrir el mismo tipo de ataques, y la siguieron Elizabeth Hubbard, luego Mary Walcott, Mercy Lewis y Mary Warren, que mostraban los mismos signos de delirio y posesión. El reverendo Parris hizo que el médico William Griggs examinara a su hija y a su sobrina, pero como éste no encontró nada físico ni tenía explicación para tales desvaríos, decidió que aquello era cosa de brujería. Una de las vecinas de los Parris le recomendó a Tituba, la criada, que hiciera un pastel de brujas con harina y orina de las dos niñas y que se lo diera de comer al perro; si el animal presentaba los mismos síntomas que las niñas, era señal de que estaban embrujadas. Tituba lo hizo, pero lo único que consiguió fue que su amo, el reverendo Parris, se enterara y calificara el acto de blasfemia. Parris, además, presionó mucho a las niñas para que revelasen quién les había lanzado aquel hechizo, y las niñas señalaron a tres mujeres: Tituba, Sarah Good y Sarah Osborne. Y así fue como empezó el frenesí de la caza de brujas en Salem.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb0vWONw0G3jntI0Ysq_3LiDuUq9zrGbuZHJ4GWiNJ0Cd-W9o9Wkd5XImK5IXZASIHY8xjMcLxb53M8VJRGkjG0AKGFUdnc5Re6LUgVtMHFrn2EHTtvGvwwcXwr9_7ofCermqRcxNnpOWYERQfdcZywci5LA1G-8Lb17gyGgPbCt1B1UGl6Hojg9zS7Y0/s900/witch-trial-granger.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="636" data-original-width="900" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb0vWONw0G3jntI0Ysq_3LiDuUq9zrGbuZHJ4GWiNJ0Cd-W9o9Wkd5XImK5IXZASIHY8xjMcLxb53M8VJRGkjG0AKGFUdnc5Re6LUgVtMHFrn2EHTtvGvwwcXwr9_7ofCermqRcxNnpOWYERQfdcZywci5LA1G-8Lb17gyGgPbCt1B1UGl6Hojg9zS7Y0/s320/witch-trial-granger.jpg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Los juicios de Salem</b></p><p style="text-align: justify;">Antes de hablar de los hechos, el juicio y las acusadas, sería interesante detenerse un momento para ahondar en la forma de pensar que imperaba en la rígida y supersticiosa sociedad puritana. Hablamos de una gente que abogaba por una lectura literal de la Biblia y por una estricta adhesión a las Escrituras a la hora de dirigir la propia vida. Los puritanos se oponían a todas las fiestas y a toda forma de entretenimiento por considerarlo cosa mundana y alejada de Dios. Todo lo que no apareciera en la Biblia, o que al menos pudiera justificarse con ella, no era de Dios y, por lo tanto, debía rechazarse. Por todo esto, no puede sorprender que creyeran a pies juntillas en la existencia de las brujas o hechiceras, pues la propia Biblia les exhortaba a buscarlas y matarlas (<i>Éxodo 22:18</i> "No dejarás con vida a ninguna hechicera"). Lo que estaba escrito en la Biblia era real, pues era la Palabra de Dios.</p><p style="text-align: justify;">Los documentos legales y los testimonios de la época establecen que había una serie de ciudadanos que, con todo, no creían en la brujería, pero la mayoría sí lo hacía y estaban convencidos de su existencia. Esto se debe a la imperiosa necesidad del ser humano por dar explicación a lo aparentemente inexplicable. Si una persona piadosa, un niño o una joven novia enfermaban y morían de repente, podía atribuirse a la voluntad divina, pero también podía explicarse fácilmente por la brujería y el influjo del Diablo. Si alguien tenía un desacuerdo con un vecino y luego este vecino enfermaba o sufría una desgracia, se podía acusar al primero de haberle lanzado un hechizo maligno, y esta clase de acusaciones eran tomadas como ciertas, siendo a veces innecesario que se dieran más pruebas para sentenciar al acusado.</p><p style="text-align: justify;">En cualquier caso, la conclusión más previsible de una acusación de brujería era la culpabilidad del acusado, pues se entendía que nadie presentaría una acusación tan grave contra otro sin tener una buena razón. Es evidente el enorme peligro que suponía esta creencia, y lo cierto es que dio pie a que los acusadores tuvieran el convencimiento de que el tribunal no necesitaría más pruebas que su propio testimonio, pero hay que decir que los tribunales trataban de sopesar las pruebas objetivas antes de dictar una sentencia condenatoria, aunque pesase más aquel paradigma de "culpable hasta que se demuestre lo contrario". Este fue el caso de los juicios de Salem, en los que más de doscientas personas fueron acusadas de brujería en el pueblo y la ciudad de Salem, en Andover, Ipswich y Topsfield; treinta de ellas fueron declaradas culpables y veinte fueron ejecutadas, la mayoría en la horca.</p><p style="text-align: justify;">Todo empezó, como decíamos, cuando las niñas Betty Parris y Abigail Williams acusaron a tres mujeres de ser las culpables de su tormento y delirio.</p><p style="text-align: justify;"><b>Tituba </b>fue una esclava traída junto con su marido desde Barbados por Samuel Parris, quien la tenía como criada para que cuidara de sus hijas. La leyenda y la literatura la acabaron convirtiendo en la "bruja negra de Salem", que contaba historias terroríficas a las niñas Parris y les enseñaba rituales de magia vudú; lo más probable, sin embargo, es que fuese de ascendencia arahuaca y que no supiera apenas nada de vudú, pues lo poco que sabemos de ella respecto a la magia tiene referencias europeas, no caribeñas ni africanas. Es posible que las niñas hubiesen puesto en práctica un inofensivo juego de adivinación, como echar una clara de huevo en un vaso con agua para predecir el futuro, y que una de ellas viese algo que le asustó, dando lugar a la primera crisis de pánico de Betty Parris.</p><p style="text-align: justify;">Tituba<b> </b>fue la primera en confesar que practicaba brujería, aunque este testimonio le fue arrancado por su amo Samuel Parris a golpes. En sus confesiones, afirmó haber visto al Diablo en el bosque tomando varias formas, como la de un hombre negro, un cerdo y un perro. El Diablo, según dijo, la había encontrado y le había hecho firmar en un libro negro donde reconoció las firmas de Sarah Good y Sarah Osborne, junto con otras siete rúbricas que no logró identificar. Su testimonio resultó tan convincente y aterrador que sembró la semilla del caos en el pueblo de Salem.</p><p style="text-align: justify;">La segunda acusada fue <b>Sarah Good</b>, una mujer pobre que se había visto reducida a la indigencia por no haber podido hacer frente a una deuda de su primer marido, lo que la llevó a perder su hogar y tener que mendigar comida, trabajo y refugio a sus vecinos. Los lugareños la describían como una criatura sucia, de mal genio y con tendencia a mantenerse separada del resto de la aldea, algo que era visto con suspicacia en la estricta comunidad puritana. Tenía la mala costumbre de murmurar maldiciones contra los vecinos que no le prestaban su caridad. Samuel Parris se apiadó de ella y la acogió en su casa durante una temporada, pero después la expulsó por "conducta maliciosa" e ingratitud. Es bastante probable que estas rencillas hubieran acabado por condenar a Good a una muerte injusta. Fue acusada de brujería por Betty Parris y Abigail Williams, quienes afirmaron haber sido mordidas, pellizcadas y maltratadas por su malvado influjo. Fue ahorcada en 1692.</p><p style="text-align: justify;">La tercera víctima de estos primeros juicios fue <b>Sarah Osborne</b>. A diferencia de las otras dos acusadas, era la viuda de un terrateniente que la había dejado bien situada económicamente. Su difunto marido era hermano de una mujer que se había casado con un miembro de la prominente familia Putnam, y estos reprochaban ciertos aspectos de su actitud. Se cree que, tras la muerte de su marido, se casó con un sirviente y robó la herencia de sus hijos. Además, no había asistido a la iglesia en tres años, alegando una larga enfermedad, y sus litigios legales con los Putnam, a los que había perjudicado financieramente, tampoco la ayudaron. Al igual que las otras dos, fue acusada de provocar pellizcos y pinchazos "como de agujas de tejer" a las niñas afectadas. Sin más pruebas que ese testimonio, Osborne fue detenida y enviada a la cárcel de Boston mientras duraron sus exámenes y juicios. No llegó a ser ejecutada porque, al estar su enfermedad en un estado muy avanzado, murió en prisión antes de que se emitiera la sentencia.</p><p style="text-align: justify;">Como practicar la brujería no era sólo un pecado, sino también un delito, los magistrados <b>Jonathan Corwin</b> y <b>John Hathorne</b> celebraron varias audiencias para investigar el caso. Y sucedió que tanto Sarah Osborne como Sarah Good defendieron su inocencia a capa y espada, pero esta última acusó a Osborne de ser una bruja. Tituba hizo lo propio al confesar (recordemos que Parris la golpeó para obligarla a ello) que era una sierva del Diablo, y que las otras dos mujeres también eran brujas a las que se les había encomendado la misión de acabar con los puritanos.</p><p style="text-align: justify;">Como cabe imaginar, tal revelación provocó el pánico de toda la aldea de Salem, y los síntomas de las tres primeras niñas empezaron a propagarse entre otras jóvenes del pueblo, al mismo tiempo que otras acusaciones a diversos miembros de la comunidad. Lo curioso es que aquí no se hizo discriminación entre clases a la hora de señalar a alguien como culpable de brujería. Tanto Tituba como Sarah Good y Sarah Osborne eran pobres y/o marginadas sociales (Osborne no era pobre, pero el hecho de no ir a la iglesia y el haber cohabitado con un sirviente antes de casarse le habían hecho perder el respeto de la comunidad), pero ahora no hubo reparos en acusar a miembros de familias respetables o de comportamiento que se tenía por intachable a ojos de todos, lo que sumió al pueblo de Salem en un estupor del que se vieron incapaces de salir, ya fuese por miedo a la brujería o por temor a ser señalado.</p><p style="text-align: justify;">En las semanas siguientes, cada vez más y más personas pasaron a engrosar la lista de acusados por brujería. Curiosamente, muchos de los acusados eran enemigos de la familia Putnam, una de las principales acusadoras en muchos casos. En mayo de 1692, el gobernador de la provincia de la bahía de Massachussets <b>Sir William Phips</b> ordenó que se convocara un tribunal en Salem Town para escuchar a los acusados. Pero esto no significa que los acusados tuviesen derecho a un abogado que les aconsejase o preparase su defensa, sino que tendrían que defenderse ellos mismos y demostrar su inocencia. Lo tenían muy complicado, y más todavía si a esto le sumamos que el tribunal aceptó la "evidencia espectral" como prueba concluyente de ser una bruja. En otras palabras, que si una presunta víctima denunciaba haber visto el espectro del acusado atacándola con pellizcos y mordiscos durante un sueño o una visión, el acusado era hallado culpable y condenado por brujería sin más, porque todos sabían que el Diablo le confería a las brujas el poder de convertirse en espectros malignos.</p><p style="text-align: justify;">Los juicios de Salem pasaron a convertirse en una auténtica farsa que, de no ser porque muchas personas inocentes fueron ejecutadas, hubieran sido objeto de mofa y censura. No sólo empezaron a volar las acusaciones aleatorias a cualquiera y por las razones más estúpidas, sino que también los acusadores hicieron uso de sus dotes teatrales para dar mayor veracidad a sus palabras. Las niñas empezaron a hacer aspavientos, a convulsionar y gritar de dolor en medio de los juicios, delante de magistrados y jueces. Fingían ataques epilépticos que sólo se detenían cuando quien las tocaba era la bruja en cuestión, y llegaron a imitar los movimientos de manos de las acusadas para dar a entender que ésta las manejaba con hilos invisibles como si fueran marionetas. Pero lejos de frenar estas actuaciones, el tribunal las consideró como una prueba más de la culpabilidad de las brujas. Ante la práctica imposibilidad de defensa y el hecho de que a los acusados se les ofrecía la absolución si testificaban contra otros individuos, hubo acusadas que confesaron ser brujas y señalaron a otras de ser siervas del Diablo. En cambio, los que siguieron confesando su inocencia y se negaron a acusar a otros, sufrieron la pena capital.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCuKZcIN75PBf2ua-MCqT5JCDz7cTEKRq9MRXc08m03vlBw41b7EsT2Fkvuxt_nbSgSyW-_1hinmbUQGrwshmf-O8JMFZgdZQroLH7D66dE81Xnb4SlWGHVrz7nEAyTIyam8s-Omj9yJJEZpvNiayn8YC83-x7fuXNydcdsoeZUClgYkaKxVbjjX_xpKw/s576/RebeccaNurse-inChains.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="375" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCuKZcIN75PBf2ua-MCqT5JCDz7cTEKRq9MRXc08m03vlBw41b7EsT2Fkvuxt_nbSgSyW-_1hinmbUQGrwshmf-O8JMFZgdZQroLH7D66dE81Xnb4SlWGHVrz7nEAyTIyam8s-Omj9yJJEZpvNiayn8YC83-x7fuXNydcdsoeZUClgYkaKxVbjjX_xpKw/s320/RebeccaNurse-inChains.jpg" width="208" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Persiste la locura</b></p><p style="text-align: justify;">Ante este panorama, cabe preguntarse si los habitantes de Salem no se daban cuenta de la injusticia que se estaba cometiendo contra sus conciudadanos. Posiblemente muchos así lo sintieran, pero era tal el miedo que reinaba en aquel ambiente que fueron pocas las voces discordantes que se atrevieron a denunciar estos hechos, más que nada porque era muy probable que acabasen siendo acalladas de la peor de las maneras. Esto fue lo que le ocurrió a John Proctor, un rico granjero y tabernero que criticó lo que estaba sucediendo y terminó acusado y ahorcado. También declararon culpable a su mujer, pero su ejecución se aplazó porque estaba embarazada.</p><p style="text-align: justify;">Fueron también muy sonados los casos de <b>Rebecca Nurse</b> y <b>Martha Corey</b>. La familia Nurse había estado involucrada en una serie de disputas con la familia Putnam, quien acusó a una anciana Rebecca Nurse de presentarse en forma de espectro para acosar a los miembros de la familia. Rebecca era conocida en todo Salem por su benevolencia y piedad, y porque no había nadie en el pueblo que pudiera decir algo malo de ella. Los propios magistrados manifestaron sus dudas de que Rebecca Nurse fuese una bruja, pero el hecho de que la pequeña Ann Putnam y otras niñas prorrumpieran en ataques en su presencia, sumado al alboroto que se formó cuando se iba a proclamar su inocencia, acabaron por condenar a Nurse a la horca; cinco días después, la seguiría la ya nombrada Sarah Good.</p><p style="text-align: justify;">El caso de Martha Corey también provocó sorpresa en la comunidad de Salem, pues también era una mujer de reconocidas virtudes. Al contrario que la mayoría de sus vecinos, Martha nunca había apoyado los juicios de brujas porque no creía que existieran, y además expresaba abiertamente su creencia de que los acusadores estaban mintiendo; al enterarse de esto, Ann Putnam y Mercy Lewis de inmediato la acusaron de brujería. Durante su proceso, Martha Corey nunca dudó que sería exonerada. Instó a los jueces que se guiaran por el sentido común y no creyeran en el testimonio de unos niños histéricos, pero no fue consciente del grado de paranoia del pueblo. En el juicio, las niñas dijeron que estaban siendo controladas por ella y que veían junto a Corey la presencia de un hombre susurrándole al oído y un pájaro amarillo en su mano. Esto fue prueba suficiente para persuadir al jurado de su culpabilidad. Fue ahorcada en 1692 a los setenta y dos años, junto a otras siete personas, incluyendo a Mary Eastie, hermana de Rebecca Nurse.</p><p style="text-align: justify;">Su marido, <b>Giles Corey</b>, fue el único que alzó la voz para defender a su esposa, algo que le llevó a ser también acusado de brujería. Pero Giles se negó a someterse a un juicio, por lo que su proceso se agilizó y fue directamente condenado a muerte. La principal razón que le llevó a tomar esta decisión fue que, si alguien que estaba siendo juzgado confesaba su culpabilidad, sus bienes y patrimonio serían confiscados, mientras que si no lo hacía, sus bienes pasarían a sus herederos. Giles Corey fue ejecutado mediante un método conocido como la tortuga, que consistía en colocar al reo acostado entre dos planchas de madera, con la cabeza sobresaliendo, e ir añadiendo rocas hasta provocarle la muerte por aplastamiento. Se dice que, cuando el sheriff le preguntaba cómo iba a rogar, Corey sólo respondió pidiendo más peso. Tras su muerte, sus tierras pasaron a sus hijos en vez de ser arrebatadas por la familia Putnam, que había iniciado la acusación.</p><p style="text-align: justify;">Otro de los acusados fue <b>George Burroughs</b>, quien había sido pastor en el pueblo de Salem y que viajó desde Maine, donde vivía, para hacer frente a la acusación de que era el líder de las brujas juzgadas. Tampoco se libró: fue ahorcado junto a otras cuatro personas en agosto de 1692. Antes de su ejecución, se arrodilló para recitar un padrenuestro que casi le valió el indulto, pues se creía que aquellos que tenían pactos con el Diablo no podían rezar. Sin embargo, un ministro congregacional llamado <b>Cotton Mather</b>, que había tenido algunos encontronazos doctrinales con Burroughs y que también estaba presente, aseguró que el condenado no era un ministro ordenado y que a menudo el Diablo se transformaba en un ángel de luz. Con todo, a Cotton Mather hay que reconocerle el haber puesto en duda la validez de las evidencias espectrales, algo que su padre Increase Mather también compartía diciendo que más valía que escapasen diez presuntos brujos que condenar a un inocente.</p><p style="text-align: justify;">Curiosamente, una de las personas que se salvó de la horca fue Tituba. A pesar de ser esclava y de haber confesado sus crímenes, Tituba no fue juzgada ni recibió la pena capital, sino que fue encerrada en la cárcel, y más tarde puesta en libertad. Posiblemente se hubiera retractado de su confesión en presidio, lo que le valdría las represalias de Samuel Parris, quien no pagó su fianza y la dejó presa hasta que un año después alguien la compró y se la llevó junto con su marido. A partir de ahí, su rastro se pierde por completo.</p><p style="text-align: justify;">Con el tiempo, se empezó a ver que las evidencias espectrales resultaban ser pruebas muy flojas como para condenar a alguien a muerte. De acuerdo al libro bíblico de <i>I Juan 4:1</i> ("Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo"), era posible que hubiera espíritus malignos influenciando a los acusadores para condenar a buenos cristianos. También podría haber tenido mucho que ver el hecho de que intentaran acusar de brujería a la propia mujer del gobernador Phips, lo que le llevó a poner freno a la situación. Con todo, muchos de los acusados confesaron ser brujos con la esperanza de obtener clemencia (<i>Santiago 5:16 </i>"Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados"), pero los que no fueron ahorcados o no murieron en presidio, más tarde se retractaron, explicando que sólo habían confesado con ese propósito y no porque fuesen brujos. Cuando esto sucedió, el tribunal se vio en una posición sumamente incómoda. A medida que su afán por condenar chocaba con un creciente coro de oposición a los procedimientos, el gobernador se dio cuenta de que tenía que suspender los juicios y reevaluar la situación.</p><p style="text-align: justify;">En mayo de 1693, los juicios de Salem se suspendieron y se concedieron indultos a los acusados que seguían en la cárcel. El triste acontecimiento se saldó con la ejecución de diecinueve personas en la horca, un muerto por aplastamiento, otros muertos en la cárcel a la espera de juicio y más de doscientas personas con su reputación irremediablemente dañada. Los acusadores nunca tuvieron que rendir cuentas porque nadie dudaba de la existencia de las brujas y de su capacidad para hacer daño, ni de Satanás y su capacidad para engañar y destruir. Al final, los acusadores siguieron con sus vidas como si nada hubiera pasado.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjdB1FrGqHzKmy2zWO9swET4OM2tYQGSN9mptraWLAgTzPNQeYqVvhUPle8jNfiP7NKi0XorsS3HvCQ1PUvfXitlvGNBucAFcY6GDffWv0rSv7Qz0qEk8eo82W3tskOuARpzv_VLIryqs_09wxkXs2IJGMeNc99xULV7pvzL9DcKKLOs8_6xlxtWVfitc/s1024/istockphoto-1131370501-1024x1024.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="820" data-original-width="1024" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjdB1FrGqHzKmy2zWO9swET4OM2tYQGSN9mptraWLAgTzPNQeYqVvhUPle8jNfiP7NKi0XorsS3HvCQ1PUvfXitlvGNBucAFcY6GDffWv0rSv7Qz0qEk8eo82W3tskOuARpzv_VLIryqs_09wxkXs2IJGMeNc99xULV7pvzL9DcKKLOs8_6xlxtWVfitc/s320/istockphoto-1131370501-1024x1024.jpg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Conclusión</b></p><p style="text-align: justify;">Una vez pasó la histeria colectiva y las aguas volvieron a su cauce, uno no puede dejar de preguntarse qué fue de aquellos que consiguieron salvarse de la ejecución. La mayoría, pese a la suspensión de los juicios y a los indultos concedidos, vieron sus reputaciones tan tocadas que no tuvieron otra opción que trasladarse a otro lugar para labrarse una nueva vida, cuando no tener que seguir viviendo con el estigma del suceso. En 1696, tres años después de los últimos juicios, el Tribunal General decretó un día de ayuno y arrepentimiento por los juicios de Salem. Los jueces que habían participado en los procesos se arrepintieron públicamente y pidieron perdón a las familias y a la comunidad. La propia Ann Putnam, que había destacado por acusar a varias mujeres de practicar sobre ella la brujería, se arrepintió y pidió perdón de corazón, asegurando que el Diablo la había movido a acusar a personas inocentes. A partir de 1700, los familiares presentaron peticiones al gobierno de Massachussets para que anularan las condenas y exoneraran a los condenados, pero ni siquiera así se consiguió que los exoneraran a todos. Sería en el año 2022 cuando se aclararían por fin los nombres de todos los condenados.</p><p style="text-align: justify;">Los juicios de Salem fue uno de los acontecimientos más infames de la religión y la humanidad, más todavía por la gran cantidad de mitos que se generaron a partir del suceso. Uno de los más persistentes es que en Salem hubo quema de brujas, cuando esto es rotundamente falso: todas las acusadas fueron ahorcadas. También se creía que las ejecuciones se llevaban a cabo en un lugar llamado Gallows Hill, evocando imágenes sobre una sombría caminata de la muerte hacia lo alto de una colina, pero se demostró que las ejecuciones se habían llevado en la parte baja, conocida como Proctor's Ledge. También se ha afirmado que la mayoría de las mujeres condenadas eran pobres y marginadas, pero ya hemos visto que personas de todas las clases sociales fueron acusadas y condenadas, mujeres y hombres (incluso dos perros), por cualquier motivo. No había discriminación. George Burroughs fue condenado porque parecía tener una fuerza antinatural, otra mujer fue condenada porque podía caminar por las polvorientas calles de Salem sin ensuciarse, y Martha Corey fue ejecutada como bruja por negar la existencia de la brujería.</p><p style="text-align: justify;">A lo largo de los años, se han desarrollado varias teorías para tratar de explicar qué fue lo que condujo al pueblo de Salem a aquel estado de histeria y temor desaforado por las brujas. Se ha especulado mucho acerca de lo que pudo haber provocado aquellos extraños ataques en la pequeña Betty Parris y su prima Abigail Williams, que fueron los que dieron comienzo a todo el suceso. Se cree que pudo deberse a un consumo accidental de estramonio, una planta extremadamente venenosa, también conocida como datura o planta del diablo. También se ha barajado la posibilidad de que las niñas hubiesen padecido encefalitis letárgica, una forma atípica de encefalitis que se caracteriza por la alta fiebre, cefaleas, dolor de garganta, visión doble, respuestas físicas y mentales retardadas, inversión del sueño, catatonia, fatiga, temblores y psicosis, en casos desafortunados.</p><p style="text-align: justify;">Pero la teoría más extendida es la intoxicación por el hongo del cornezuelo del centeno, que contiene alcaloides y dietilamida del ácido lisérgico, más conocido como LSD. Un consumo excesivo y accidental de este hongo podía darse a través del pan, ya que en la época no se conocía el hongo ni el mal que podía provocar. Los efectos del ergotismo o envenenamiento por cornezuelo pueden traducirse en alucinaciones, convulsiones y contracción arterial (el hongo es un potente vasoconstrictor), que puede conducir a la necrosis de los tejidos y la aparición de gangrena. La enfermedad empezaba con un frío intenso que después se convertía en una quemazón aguda. Muchas víctimas lograban sobrevivir, pero quedaban mutiladas, pudiendo llegar a perder todas sus extremidades. A esta enfermedad también se la conocía como "fuego de San Antonio".</p><p style="text-align: justify;">Hasta ahora, todas estas teorías podrían explicar los ataques de las dos chiquillas, pero no explican la histeria colectiva que siguió después. Muchos expertos y estudiosos opinan que, si aceptamos que Betty Parris y Abigail Williams pudieron haber sido intoxicadas por cornezuelo, el comportamiento de otras niñas acusadoras tiene más que ver con la imaginación y la mentira que con un hongo venenoso, lo que no deja de ser cierto. En el caso de que Betty Parris y Abigail Williams mintieran, no se conocen los motivos que las llevaron a acusar a tres mujeres inocentes de practicar brujería. Se ha barajado la posibilidad de que las niñas tuvieran acceso a un libro escrito por Cotton Mather en el que relataba la historia de tres niños de una familia de Boston que, debido a sus ataques y convulsiones para los que no había explicación, habían sido "embrujados".</p><p style="text-align: justify;">Sea esto verdad o no, tal vez para las niñas no fue más que una travesura que se les escapó de las manos. La causa más probable de la histeria colectiva fue la creencia religiosa en brujas que habían aparecido para lastimar a los puritanos, unida a las tensiones sociales que ya había entre Salem Town y Salem Village. Todo esto provocó que terminaran acusándose unos a otros, lo que demuestra los peligros de las ideologías que necesitan del sesgo de confirmación para prosperar. Los habitantes de Massachussets ya creían en las brujas porque la religión de la América colonial lo fomentaba; no necesitaban cornezuelo ni ninguna otra cosa. Sólo necesitaban la manifestación física de lo que ya sospechaban que era cierto y actuar en consecuencia.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-37440757392368193302023-07-24T20:48:00.007+02:002023-07-24T20:57:40.466+02:00"Odio ser madre"<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">Tras casi dos meses de casada, no sabría decir si la luna de miel continúa o si nunca se ha terminado del todo, porque me siento exactamente igual que me sentía cuando era soltera y vivía con mi novio, al que hoy felizmente puedo llamar marido. Ahora que somos oficialmente una familia, sólo nos resta seguir con nuestras vidas como lo estamos haciendo hasta ahora: queriéndonos, cuidándonos y respetándonos mutuamente. Pero ocurre que, a ojos de la sociedad, somos una familia bastante pequeña. Sólo somos dos. ¿Y los niños, para cuándo? Ah, la inevitable pregunta que levanta tantas ampollas como provoca sonrisas. Hay mucha gente que detesta que le hagan esa pregunta, pues la consideran como una manera que tienen los demás en inmiscuirse en su vida y decirle lo que tiene que hacer.</p><p style="text-align: justify;">Lo cierto es que la maternidad es un tema que me he planteado múltiples veces a lo largo de mi vida y en diferentes ocasiones. En mi infancia jugué con muñecas y Nenucos a los que me gustaba cuidar, arropar, dar besos e incluso reñir si se portaban mal; también jugaba a ponerme un cojín por debajo del vestido para ver cómo sería mi imagen si estuviera embarazada, cosa que me llenaba de ternura y grandes deseos de ser madre. Con el tiempo, mi visión mudó debido, quizá, a mi escasa paciencia con los niños o, más bien, a mis nulas habilidades para dirigirme a ellos de manera apropiada. Sus gritos me resultaban insoportables y su comportamiento, irritante. Además, tenía la convicción de que en el mundo no había más lugar para los niños que aquellos espacios que se les habían designado, bien lejos del resto de adultos y donde no molestaran más que a sus padres. Asimismo, veía a los padres como los culpables de provocar mi incomodidad trayendo a sus retoños a los lugares donde yo quería disfrutar y relajarme sin su presencia. ¡Quién me iba a decir a mí que, años después y con un novio de por medio, vería a los niños como criaturas adorables!</p><p style="text-align: justify;">El algoritmo de <i>Google </i>es una cosa fantástica. Sabiendo que ya tengo cierta edad, me saltan con frecuencia anuncios de productos que el algoritmo cree que podría necesitar. Esto puede ir desde compresas hasta un seguro de vida, pasando por tiendas de vestidos de novia y, cómo no, clínicas de fertilidad. No sé si tengo problemas de fertilidad, puesto que tomo la píldora para no quedarme embarazada, pero tampoco es un tema que me machaque hasta el punto de que me sentiría una desgraciada si no fuese madre. Supongo que estoy en un punto medio: si las condiciones son idóneas, mi marido y yo nos podemos plantear la idea de tener hijos; si pasa el tiempo y no ha podido ser, no nos torturaremos por no haberlos tenido. Una de las cosas que implica más responsabilidad en esta vida es saber planificar una maternidad, pues no hay nada peor que tener un hijo no deseado.</p><p style="text-align: justify;">Bueno, creo que sí lo hay: ser madre porque has querido pero odiar la maternidad.</p><p style="text-align: justify;">Odiar la maternidad. Pocas cosas suenan tan monstruosas como esta afirmación, pues va más allá del no querer ser madre: Es considerar que ha sido un error serlo. La socióloga israelí Orna Donath, en su estudio titulado <i>Regretting motherhood: sociopolitical analysis</i>, recoge el testimonio de veintitrés mujeres arrepentidas de haber sido madres. La gran conclusión de estas mujeres es que haber sido madre ha sido el peor error de sus vidas. ¿Significa esto que odian a sus hijos? No son pocos los que podrían llegar a pensar eso, pero no es lo que estas madres afirman (al menos, no todas). Lo que subyace de sus palabras es que se arrepienten de no haber podido vivir sus vidas como se las habían imaginado y de que la maternidad no fuese la experiencia bonita que les habían pintado. En resumen, quieren a sus hijos pero detestan la experiencia de la maternidad. </p><p style="text-align: justify;">Pero, ¿por qué odian la maternidad? ¿Cuáles son los motivos de su odio?</p><p style="text-align: justify;">Hay varios factores, en mi opinión y en la de personas más expertas, que podrían empujar a una madre a arrepentirse de la decisión de tomar hijos. Veámoslas una por una:</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Sacrificio</b></p><p style="text-align: justify;">Ser madre no es una tarea sencilla que deba tomarse a la ligera, ya que exige grandes sacrificios y responsabilidades. Una madre no deja de ser madre nunca. No puede tomarse unas vacaciones de la maternidad para volver recuperada y con las pilas cargadas, sino que es un trabajo que ocupa todas las horas del día, todos los días del año y todos los años que te restan de vida. Lo que muchas madres arrepentidas odian es que, además de los sacrificios que supone para ellas en cuestión de trabajo o carrera personal, sea una tarea tan poco agradecida y sin remuneración. Mi conclusión es que el ser madres no les reporta ningún otro beneficio que el experimentar la crianza de un hijo, y eso no colma sus necesidades personales y emocionales.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Perfección</b></p><p style="text-align: justify;">Las madres arrepentidas culpan en gran medida a la sociedad por haberles metido en la cabeza la idea de que una madre es un ser de luz intachable al que hay que venerar por encima de todas las cosas. Se espera que una madre sea una criatura perfecta, generosa y benevolente, pero esta imagen está sesgada por una fantasía que no ocurre en la vida real (las madres de los cuentos son idealizadas hasta el extremo). La realidad es que la madre perfecta no existe, pero sí que existen muchas madres negligentes que no han querido o no han sabido criar a sus hijos, llenándolos de traumas e inseguridades. La madre arrepentida se siente culpable por no ser perfecta, y culpa a la sociedad por haberle inculcado el deseo de ser madre y por juzgarla cuando no es el dechado de virtudes que todos esperan que sea.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Impedimento</b></p><p style="text-align: justify;">En los tiempos que corren, hay una especie de propaganda dirigida especialmente a las mujeres para que se queden solas, para que demonicen al hombre y no tengan hijos. El embarazo, la maternidad y la crianza se representan como un estorbo para la mujer que quiere salir adelante por sus propios medios. Y está muy bien que las mujeres puedan tener la libertad de elegir, sin la presión constante del paso del tiempo o del entorno cercano, si quieren tener hijos y dedicarse a su familia. Pero el caso es que hay toda una campaña destinada a desprestigiar la idea de formar una familia, y eso se puede ver en muchos alegatos feministas. Todo lo que rodea a la maternidad se considera maligno y pernicioso para la mujer, desde el amor romántico hasta los piropos, pasando por los vestidos recatados y el color rosa. Gracias a esta campaña de demonización, la mujer considera que la maternidad la hace débil en comparación con el hombre, y por ello la rechaza. Es entonces cuando se idealiza la vida de soltera y toda la libertad que conlleva (viajes, vivir experiencias diferentes cada día, tener una pareja sin ataduras), mientras que la vida de esposa se ve como una especie de cárcel para la mujer. La madre arrepentida ha visto que la maternidad le ha arrebatado su libertad y sus sueños de juventud, que no verá cumplidos, y detesta la experiencia.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Vistos estos factores, es imprescindible volver a la pregunta de base: ¿Se puede querer a un hijo y, aún así, odiar ser madre?</p><p style="text-align: justify;">Una de las cosas que denuncian las madres arrepentidas es el verse señaladas por la sociedad cuando admiten odiar su papel como madres. Quedan retratadas como seres monstruosos y antinaturales, y lo cierto es que no puedo dejar de pensar en que una parte de ellas sabe que lo son. La madre arrepentida se escuda en su propio egoísmo, pues considera que siempre se les ha exigido mucho a las madres a cambio de nada y se las ha idealizado, impidiéndoles ser personas imperfectas como cualquier ser humano. En su opinión, se les ha enseñado que la maternidad es algo hermoso y deseable, que es la meta de todas las mujeres llegadas a cierta edad, y no entienden por qué no se sienten felices al ser madres. Y es que la maternidad puede llegar a ser extenuante: el hijo depende de su madre durante mucho tiempo y, para ello, la mujer debe sacrificar una parte de sí misma para dedicarse por entero a su retoño. Nadie dijo nunca que ser madre fuera fácil, pero nada que merezca la pena lo es.</p><p style="text-align: justify;">Para llegar a la cuestión de fondo, es necesario saber qué cambios han experimentado las madres arrepentidas para llegar a la conclusión de que ser madre es la peor decisión que han tomado en sus vidas. Afirman que algo cambia en el momento en que se convierten en madres, pero yo opino que ese "cambio" ya se da antes de ser madres; de otro modo, no habrían tomado la decisión libre y voluntaria de tener hijos. También dicen que la maternidad les ha hecho perder amistades y que las excluyen de todos los planes; yo a eso respondo que si se pierden amistades por ser madre, la calidad de esa amistad es bastante baja. Y si las excluyen, será de planes que impliquen ocio nocturno, donde es evidente que no pinta nada un niño pequeño. También están las que dicen que sus conversaciones se limitan a temas que tocan única y exclusivamente al niño. Pues yo creo que eso se debe a que sienten tanto estrés que ya no tienen otro tema de conversación, porque tener un bebé no te resetea ni te anula como ser pensante. Se puede seguir leyendo, informarse, comunicarse con las personas... Tener un niño te quita tiempo, desde luego, pero no te impide seguir haciendo esas cosas.</p><p style="text-align: justify;">A mi juicio, vivimos en una época en la que la sociedad ha prosperado y ha salido adelante hasta un punto que jamás nos habíamos imaginado, pero al mismo tiempo ha perdido algo. Nunca hemos vivido mejor que ahora, y se nos instruye en que hay que disfrutar de la vida todo lo que se pueda. Esto implica un desdén hacia la toma de obligaciones y la exigencia de cosas que se consideran derechos, como podría ser el trabajar poco pero cobrar mucho, no ir a ninguna guerra a luchar por unos ideales y no respetar nada que se oponga a nuestros deseos. Poco a poco hemos aceptado ese materialismo como objetivo de vida, un materialismo para el cual no nos importa sacrificar a quien haga falta con tal de cumplir nuestras ansias de placer inmediato. El hijo deja de ser un deseo y se ve como una obligación y una molestia que se trata de evitar con anticonceptivos o con el aborto, cuando no es sustituido por una mascota, mucho más fácil de mantener y que implica menos responsabilidades.</p><p style="text-align: justify;">Y, ya para terminar, me surge una pregunta inevitable: ¿Qué pasa con los hijos de una madre arrepentida? Porque aquí sólo se ha hablado de los pensamientos y anhelos de la madre que aborrece la maternidad, pero no sabemos qué piensan o pensarán esos hijos cuando tengan más uso de razón. ¿Qué sentirán al oír a su madre decir que, por culpa de haberles llevado en el vientre, ahora odia su cuerpo lleno de grietas y estrías? ¿Qué pensamientos pasarán por su cabeza cuando se les recrimine que, por darles la vida, han renunciado a sus sueños y aspiraciones y que se sienten frustradas por ello? Es curioso que muchas de estas madres arrepentidas fueran, a su vez, hijas de otras madres arrepentidas o negligentes, que antepusieron su egoísmo a la crianza de sus hijos. No me quiero ni imaginar lo terrible que debe ser para un hijo sentir que es un estorbo para su madre, ni cuántas visitas al psicólogo necesitará para aliviar ese trauma. Un hijo concibe a su madre como el ser más especial del mundo porque es la primera persona a la que ve nada más nacer, la que siempre le acompaña, mima y cuida, la que siempre está ahí para enseñarle y ayudarle en lo que necesite. Con el tiempo y la madurez, comprendemos que las madres son personas y, por lo tanto, no son perfectas. ¿Por qué, entonces, eso no consuela a la madre arrepentida? ¿Acaso no quiere que se reconozcan sus imperfecciones como ser humano? Bajo mi punto de vista, el mensaje de las madres arrepentidas se contradice: Por un lado, quieren que se las reconozca como seres humanos capaces de cometer errores y equivocarse como cualquier otro, pero, al mismo tiempo, detestan que las consideren egoístas y las señalen por verbalizar su odio hacia la maternidad. Pero cada uno debe ser dueño de sus actos y sus palabras, y el día de mañana no debería sorprenderles que su hijo les recrimine su falta de amor hacia él y que la historia se repita como ya se ha repetido con ellas.</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-11592132704385698372023-04-26T18:29:00.004+02:002023-05-09T17:02:28.961+02:00Mi boda íntima<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">Como algunos ya saben, dentro de poco me voy a casar. Es un momento muy emocionante para mi prometido y para mí, porque este acto, por nimio que parezca, simboliza algo tan importante como la unión de dos personas que se aman y quieren estar juntas de todas las maneras posibles. Como dijo Beethoven en una de sus cartas a su Amada Inmortal: <i>'Siempre tuyo. Siempre mía. Siempre nuestros'</i>. Ese es el sentimiento que ambos compartimos el uno por el otro, así que era cuestión de tiempo que ambos decidiésemos dar el siguiente paso en la vida.</p><p style="text-align: justify;">La pedida de mano fue uno de los momentos más especiales que he vivido nunca y, tras las oportunas llamadas a nuestras familias para darles la buena noticia, dimos por inaugurada la temporada de preparativos para la boda. Pero ahí también empezaron los quebraderos de cabeza.</p><p style="text-align: justify;">Debo admitir que me planté ante la idea de preparar mi boda con el ego inflado y con ínfulas de <i>wedding planner</i>. La gran culpa de esto la tienen todos esos programas sobre bodas que me he tragado con el paso de los años, como <i>¡Sí, quiero ese vestido!</i> y <i>Mi boda perfecta</i>. Estos programas mostraban a novias sonrientes e ilusionadas escogiendo sus vestidos de ensueño o dejándose llevar por el arte y experiencia de David Tutera para que les organizara una boda increíble. Y, quieras o no, una va pillando ideas de aquí y de allá, se fija en esto, le gusta lo otro... hasta que te haces una idea de qué quieres para tu propia boda. Y ya cuando hice el curso de floristería, con todos esos ramos de novia, pues fue el remate final.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, cuanto más pensaba en todos los detalles que quería incluir en mi boda, más triste me ponía. Sé de buena tinta que muchas novias esperan este momento con gran ilusión y se lo pasan de maravilla haciéndose cargo de todo, pero a mí sólo me provocaba una mezcla de estrés y pereza que, si no le ponía freno, acabaría desembocando en ataques de pánico. Las dificultades empezaron desde el principio: cuántos invitados íbamos a tener, dónde íbamos a celebrar la boda, cuánto dinero pensábamos invertir, el vestido de novia, el traje del novio, las flores, la música, los detalles, tener contento a todo el mundo... Y si algo me ha enseñado esta experiencia es que nunca, jamás vas a contentar a todo el mundo.</p><p style="text-align: justify;">Confieso que nuestra primera idea era la más sencilla de todas: una boda íntima, tan íntima que incluso se la podría calificar de privada. Solos mi prometido y yo, con dos amigos como testigos, en el registro civil. Luego, una comida deliciosa, pasarlo bien el resto del día y listo. Como vivimos en Madrid y nuestras familias residen en Galicia y en Extremadura respectivamente, se nos complicaba bastante juntar a toda la gente que queríamos, de modo que nos ofrecimos a montar dos pequeñas fiestas cuando fuésemos a visitarles, y así sería más cómodo para todos y nadie, salvo nosotros, tendría que hacer demasiado gasto.</p><p style="text-align: justify;">Desde el principio, esta idea fue vista con escepticismo por algunas personas, debido quizá a que no es lo que se suele hacer y es algo que se sale de lo tradicional. A veces cuesta romper las costumbres, y las bodas tienen una parafernalia tan arraigada que resulta difícil de entender que se vaya a celebrar un enlace sin la presencia de las familias. Empezaron a darse otras alternativas que suponían más gasto, más estrés y más problemas añadidos, hasta que al final nos dimos cuenta de que nos estábamos desviando de nuestro deseo por tratar de complacer a los demás. Así que tomamos el toro por los cuernos y decidimos atajar la situación: la boda se haría en la más estricta intimidad, tal como nosotros queríamos.</p><p style="text-align: justify;">Pero, ¿por qué elegir tener una boda tan pequeña? Pues os he mencionado un par de motivos, pero voy a desgranároslos un poco más para que podáis entenderme. Y ojo, que no estoy criticando a aquellos que decidieron liarse la manta a la cabeza y montar una gran celebración para el día de su boda. Pensad que cada pareja es distinta, todos tenemos nuestros propios gustos y, al final, lo que cuenta es que los novios estén contentos en su gran día. Y, quién sabe, igual os doy algunas buenas razones para que escojáis celebrar una boda íntima si estáis pensando en casaros y, como yo, queréis evitaros preocupaciones y, de paso, ahorraros un dinerillo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFta1klZlFL2pSwKQRq3LEVciiMdlONsaLhLZFuOsVZ_zKcOEbW87V6yFbqREsb6c-KIaTKYBDMvx0TDSDxp9QNf5DfEF2kDXbfeZJf9UsYXCLCU-B9XkCoMQzcYnb8GVV1unW3rO8g7dJkntQmZ7td2xn89S5m3c0f-eFHpADa8a2TbH5XiHRBJsy/s288/anillos.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="288" height="288" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFta1klZlFL2pSwKQRq3LEVciiMdlONsaLhLZFuOsVZ_zKcOEbW87V6yFbqREsb6c-KIaTKYBDMvx0TDSDxp9QNf5DfEF2kDXbfeZJf9UsYXCLCU-B9XkCoMQzcYnb8GVV1unW3rO8g7dJkntQmZ7td2xn89S5m3c0f-eFHpADa8a2TbH5XiHRBJsy/s1600/anillos.png" width="288" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Es más barata</b></p><p style="text-align: justify;">Las bodas son caras, eso lo sabe todo el mundo. Lo que muchos igual no saben es que pueden ser más caras de lo que habían pensado. En España depende mucho de la comunidad en la que se va a celebrar, pero las cifras suelen rondar los 20.000 euros, lo cual es una barbaridad para una fiesta de un día. Nosotros no tenemos esa cantidad exorbitante de dinero, y una de nuestras ideas inamovibles es que la boda queríamos pagarla nosotros y evitar pedirle dinero a la familia, así que la opción de la boda sencilla se empezaba a poner cada vez más atractiva. No va a ser una ceremonia religiosa, sino civil, así que hemos decidido celebrarla en el registro civil de nuestra ciudad, que además es gratuito (en el ayuntamiento tendríamos que pagar), y así redujimos los costes de la ceremonia al mínimo. Una boda civil es tan válida como una boda en una catedral, con trescientos invitados y un banquete enorme, y para nosotros fue la mejor opción desde el principio.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Puedes elegir dónde invertir más dinero</b></p><p style="text-align: justify;">Esto viene relacionado con el punto anterior. Cuando digo que las bodas son caras, me refiero a que todo, absolutamente todo, va a ser caro. Da igual que sea la reserva del restaurante o el tocado para el pelo: en cuanto le pones la etiqueta "de boda", automáticamente va a doblar o incluso triplicar su precio. Lo vi cuando hice el curso de floristería y preparábamos ramos de novia. Esos ramos, que normalmente podrían costar unos cuarenta euros, si eran de novia podía salirles por más de cien, y sólo añadiéndole dos o tres detalles, como hacerlo un poco más bonito, ponerle un lazo y un alfiler. Y ejemplos así hay miles, como sabe cualquiera que haya consultado el precio del cubierto en el restaurante donde quiere celebrar su boda.</p><p style="text-align: justify;">Mi novio y yo tuvimos muy claro desde el comienzo que no queríamos gastar demasiado. Y, dado que somos gallega y extremeño, y nuestras familias son más de disfrutar de una buena comida, pues tomamos la decisión de que, si teníamos que invertir dinero, sería en los banquetes. Mi vestido lo compré en una página de ropa en internet, al igual que los zapatos y el tocado que voy a llevar; seré yo misma quien se maquille (aunque del peinado se encargará una peluquera, eso sí) y se arregle el gran día; mi ramo de flores y el prendedor para mi novio serán un regalo de nuestros testigos; es bastante probable que no tengamos fotógrafo, porque lo que cobran es excesivo para nuestro presupuesto; y así podría seguir durante un buen rato. Al final, nos quedó claro que la comida con nuestras familias era más importante, así que ahí es donde pusimos la mayor parte de nuestro presupuesto, creo que con bastante acierto.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Dificultades para reunir a la familia</b></p><p style="text-align: justify;">El problema que se nos presentó desde el principio fue el de reunir a nuestras familias para el evento. Teníamos tres lugares posibles donde celebrar el enlace: en Madrid, que es donde residimos mi prometido y yo; en Galicia, que es la tierra que me vio nacer; o en Badajoz, hogar de la familia de mi novio y donde está la mayoría de sus muchos parientes. Pero está el problema de las distancias, y es que más de 600 kilómetros me separan de los míos, y otros 400 kilómetros de la familia de mi novio; y no digamos ya la enorme distancia que hay entre el norte de Galicia y la propia Badajoz. Es mucho trayecto para recorrer en carretera, y el transporte por tren también se complica bastante (la red ferroviaria en España no es de las mejores, precisamente). Por supuesto, el viaje en avión supondría muchos más gastos, y algunos de nuestros parientes son mayores o tienen problemas de salud, y no estaban para un viaje tan ajetreado.</p><p style="text-align: justify;">La idea principal y más cómoda para todos era celebrarlo en Madrid, no sólo porque aquí estamos los dos empadronados, sino porque además era más fácil para el papeleo y otros trámites importantes. Con todo, el problema de poder juntarlos a todos seguía ahí y, aunque algunos parientes no tenían demasiado problema en desplazarse, había muchos que sí los tenían y se les complicaba demasiado el viaje. Mi novio y yo decidimos que, en vez de celebrar una boda en la que uno de los dos echase de menos a un pariente que no había podido venir, era mejor que no viniese nadie de ninguna de las dos familias. La boda sería sencilla, tan sencilla que sólo estarían los dos testigos que nosotros quisiéramos, y cuando volviéramos a nuestros hogares para visitarles, lo celebraríamos con ellos. Al final, tantas vueltas para volver a la idea que teníamos al principio.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>No me gustan las multitudes</b></p><p style="text-align: justify;">Quienes me conocen, saben que soy una persona bastante tímida. Bueno, muchos dirán que no, pero eso es porque ya saben que, en la intimidad y con la gente que me quiere, tiendo a mostrarme abierta, sonriente y divertida. Pero esto no me pasa con los desconocidos, con quienes suelo ser muy reservada. La timidez es una maldición que pocos comprenden, pero los introvertidos nos entendemos entre nosotros, y sabemos lo mal que se pasa cuando tenemos que estar rodeados por una cantidad ingente de personas de las que apenas sabemos nada y que se empeñan en pegarse a nosotros y obligarnos a hacer cosas como hablar en público, bailar y posar para hacer fotos.</p><p style="text-align: justify;">No me gustan los grandes espacios llenos de gente. Las multitudes me agobian y me hacen querer salir de ahí y buscar un rincón apartado en el que poder respirar. Es como si me ahogara sólo de ver tanta gente, y eso es lo que quería evitar en mi boda. Cuando barajamos la opción de traer a los parientes más allegados, mi cifra no llegaba a veinte personas, que es más que suficiente para mí. Pero por la parte de mi novio la cosa se complicaba, pues pertenece a una familia muy numerosa y había muchos parientes a los que había que invitar sí o sí. Sus hermanas me hablaron de sus bodas de doscientos cincuenta invitados y yo empecé a sentir mareos, así que le pedí que no fueran más de treinta personas. Como esto vino a raíz de los problemas para viajar de algunos de nuestros potenciales invitados, pues decidimos reducirla al máximo: sin invitados.</p><p style="text-align: justify;">Ojo, que esto se limita al día de la boda. En las respectivas celebraciones, estaremos con nuestras familias en un ambiente más relajado y alegre.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>No me gusta ser la protagonista</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, ya lo sé. Sé que la novia es la gran protagonista de su boda y que toda la celebración suele girar en torno a ella. Es la que va mejor vestida, la mejor peinada y maquillada, toda la atención está puesta en ella, hay reglas especiales para no opacarla... Todo está pensado para complacer y agasajar a la novia, y sé que diréis que estoy loca, pero esto a mí me parece de un egoísmo flipante. Igual soy yo la única que piensa así, pero poneos por un instante en mi lugar. ¿Por qué es la novia la única protagonista? ¿Qué pasa, que el novio no se casa también? ¿Él no importa? ¿Sólo hace falta que esté presente, diga <i>'sí, quiero'</i> y luego que cierre el pico el resto del día y procure no dejar quedar mal a su reciente esposa? Pues a mí esto no me gusta, la verdad. El novio es tan importante como la novia, y esto se lo hice saber a mi prometido desde el primer momento. Le he implicado en todas las cosas que concernían a la boda, le pedí su opinión para todo, le pregunté si había algo que quisiera hacer y que le hiciera especial ilusión... La boda no sólo es el día de la novia, sino también el del novio, y tiene derecho a lucir bien, destacar y tener toda la atención.</p><p style="text-align: justify;">De todas formas, nunca he sido una persona a la que le gustara destacar. Puede que esto se deba a mi tendencia a la introversión, pero estoy más tranquila en un ambiente pequeño en el que se me tenga en cuenta, pero que no me estén mirando todo el tiempo, ni me exijan a hacer cosas que no quiero. Y también quería que mi novio fuese protagonista de su día especial, por supuesto. Después de preguntarle su parecer, me dijo que no quería algo grande, sino sencillo y muy personal. Algo sólo nuestro. La respuesta estaba clara: una boda íntima. Solos él y yo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Es más fácil de organizar</b></p><p style="text-align: justify;">Parece mentira que algo tan sencillo, en apariencia, como una boda, pueda convertirse en una pesadilla a la hora de organizarla. Yo pensaba, ingenua de mí, que con mirar un par de sitios donde comer, buscar un vestido no muy caro y mandar las invitaciones, ya estaba todo listo, pero resulta que hay que tener en cuenta infinidad de detalles en los que yo ni siquiera había pensado. Están el vestido y los zapatos, claro, pero también hay que mirar de comprar el velo, las joyas, las flores, la decoración para el lugar de la ceremonia y el ramo (y los ramos para la madre y la suegra, cuidado), mirar en tropecientos restaurantes que puedan acogernos a todos y no pasarse en el precio, el fotógrafo, la música (no es lo mismo poner un DJ que una orquesta), la tarta, los detalles de regalo para los invitados... Era un follón enorme, y sólo de pensar en ello me ponía mucho más nerviosa. Ahora entiendo por qué hay tantas <i>noviazillas </i>por ahí: son mujeres agobiadas por los preparativos de la boda, lo que las vuelve más peligrosas, exigentes e insoportables. Y como yo no quería ser una <i>noviazilla</i>, me fui a lo que me daba más facilidades para organizarme, que es, una vez más, la boda íntima.</p><p style="text-align: justify;">Creedme, si tendéis a poneros nerviosos por todo, esta opción puede ahorraros muchos quebraderos de cabeza.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Sólo nosotros dos</b></p><p style="text-align: justify;">Y por último, y más importante que todo lo anterior, está el hecho de que el tema principal de nuestra boda era 'Sólo nosotros dos'. Lo sacamos de la canción <i>Just the Two of Us</i>, de Grover Washington Jr., que a ambos nos encanta, y que se convertirá en una de nuestras canciones para bailar como pareja casada. Y es que gran parte de nuestra historia juntos tiene que ver con el hecho de ser sólo nosotros dos.</p><p style="text-align: justify;">Cuando empezamos a salir, mi novio y yo vivíamos separados por motivos de trabajo y sólo podíamos hablar una vez al día por teléfono, que coincidía cuando salíamos de trabajar. Cuando tuve la oportunidad, me mudé con él a Madrid y empezamos una nueva vida juntos, los dos solos. Y justo cuando aún estábamos dando los primeros pasos, nos cayó la pandemia con todo el peso, obligándonos a estar encerrados en casa. Esto, lejos de ponernos nerviosos, nos ayudó mucho porque forzó nuestra convivencia (antes, mi prometido trabajaba fuera de casa y venía muy tarde, así que casi no nos veíamos) y nos enseñó a vivir juntos como pareja. Salimos del encierro como si no lo hubiéramos notado, más fuertes y seguros que nunca, porque sabíamos que siempre nos tendríamos el uno al otro. Siendo así las cosas, ¿cómo no íbamos a elegir ese tema para nosotros? Nos caía como anillo al dedo.</p><p style="text-align: justify;">Y es por esa razón que la boda íntima era algo esencial para los dos, porque aunaba todo cuanto éramos y significábamos el uno para el otro.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-23291900371374870012023-04-13T20:34:00.007+02:002023-04-13T20:44:58.075+02:00Palacios para todas las estaciones<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">Empezaremos esta entrada con una pregunta: ¿A quién no le gustaría vivir en un palacio? Cuando pensamos en un palacio, a nuestra mente vienen imágenes que parecen sacadas de cuento: amplios salones, muebles dorados, sillones forrados de seda y terciopelo, cuadros inmensos, lámparas de ensueño, música de violín y clavicordio en cada habitación... Y esto no se aleja mucho de la realidad, sobre todo de la realidad dieciochesca. La época de los grandes palacios, esos que tanto han marcado nuestro imaginario, fue el siglo XVIII, y el primero que nos viene a la cabeza es el Palacio de Versalles, ¿a que sí? No es casualidad: el Palacio de Versalles es uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa, y durante años fue copiado hasta la saciedad por los miembros de la monarquía borbónica.</p><p style="text-align: justify;">Pero la belleza no se limita solo a Versalles, y hay otros palacios que también merecen nuestra atención por los hermosos tesoros que guardan en su interior. En España, la llegada de los Borbones en 1700 trajo multitud de cambios en varios ámbitos y, cómo no, las residencias reales también sufrieron cambios significativos que las diferenciaban de las pertenecientes a la dinastía anterior, los Austrias. En la época, era costumbre que la corte real fuese itinerante, es decir, que los reyes no vivían todo el año en el mismo sitio, sino que se trasladaban a otras casas y palacios de su propiedad situadas en lugares más idóneos según la época del año en que se encontraban.</p><p style="text-align: justify;">El motivo de esta entrada es hablaros de algunas de estas residencias palaciegas en España, más concretamente en Madrid y alrededores, ya que es donde más tiempo pasaron los monarcas, sobre todo a raíz de que se estableciera la capital en la Villa de Madrid en 1561, estando Felipe II en el trono de las Españas. Hoy vamos a hacer un recorrido de un año por los Reales Sitios de la Corona española. Acompañadme en este viaje a través de las cuatro estaciones y os hablaré un poco de cómo eran los palacios donde los reyes pasaban sus días.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><b>PRIMAVERA</b></p><p><i><b>Palacio Real de Aranjuez</b></i></p><p><i><b><br /></b></i></p><p><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaPC9ze4e9O6MxyphI629S7KQFSjy6JwFYrZqqV94vKOSPe5ozNmC70oLHWfNtmOGRa6lWCTfCWGnqsEFXxqojAXtmlOXTfvF2h7g0qEEM7bCpJEG6CDklir6dL1_RmjO6R_FCQAZI-SPR980G5dRDp3O-ISWkTzueYWblLko_c_a4QF8mzQ0fLf9K/s3855/Aranjuez.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2045" data-original-width="3855" height="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaPC9ze4e9O6MxyphI629S7KQFSjy6JwFYrZqqV94vKOSPe5ozNmC70oLHWfNtmOGRa6lWCTfCWGnqsEFXxqojAXtmlOXTfvF2h7g0qEEM7bCpJEG6CDklir6dL1_RmjO6R_FCQAZI-SPR980G5dRDp3O-ISWkTzueYWblLko_c_a4QF8mzQ0fLf9K/s320/Aranjuez.jpg" width="320" /></a></i></div><i><br /><b><br /></b></i><p></p><p style="text-align: justify;">Al sur de la capital, entre el valle del Tajo y la desembocadura del Jarama, se sitúa la ciudad de Aranjuez, lugar donde podemos encontrar uno de los Reales Sitios más bonitos de Madrid. El Palacio de Aranjuez es, sin lugar a dudas, la principal atracción del conjunto monumental de la villa, y es visita obligada para todo amante de los palacios.</p><p style="text-align: justify;">En el siglo XIV, la Orden de Santiago construye ahí una casa hospital, y son los Reyes Católicos en el siglo XV los que lo convierten en Palacio Real, y a partir de entonces será utilizado como residencia de primavera por todos los reyes de España hasta Isabel II. El rey Felipe II le dio el aspecto actual, que es de estilo herreriano y que recuerda mucho al Escorial. Sin embargo, serán Carlos III y Fernando VI quienes mandarán hacer las principales ampliaciones en un estilo más barroco, muy del gusto del siglo XVIII.</p><p style="text-align: justify;">El Palacio de Aranjuez es hermoso y está lleno de sorpresas, como el pequeño despacho abovedado descubierto hace relativamente poco en la Sala de Alabarderos, el suelo original del salón comedor, las paredes revestidas de seda del Tocador de la Reina o el cuadro de un paisaje realizado con diminutas teselas. Sin embargo, destacaría por encima de todo la belleza de la Sala de la Alhambra (que en su día fue sala de fumadores), el impresionante Oratorio del Rey y la Sala de Porcelana, cuyas paredes y techos están revestidos de más de dos mil placas de porcelana finamente labradas. La lámpara de esta sala es espectacular, pues representa una palmera arrancada, y las raíces son los diferentes brazos de la lámpara. También podemos encontrar aquí parte de la colección de relojes de Carlos IV (a quien le apasionaban estos artefactos), tres magníficos pianos (uno de ellos tocado por el maestro Joaquín Rodrigo) y el carruaje de la reina Isabel II, además de los trajes que los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía usaron en su proclamación como Reyes de España, así como los vestidos de novia de la reina Sofía, la reina Letizia y las infantas Elena y Cristina.</p><p style="text-align: justify;">Fuera ya del palacio, es imprescindible visitar los jardines que lo circundan. Se les conoce como Jardines de la Isla, y son tan bonitos que se dice que inspiraron al maestro Joaquín Rodrigo para componer su famoso Concierto de Aranjuez. Los jardines se crearon en el siglo XVIII y están sembrados de fuentes, cascadas y esculturas que representan a varios personajes de la mitología grecorromana. Su diseño recuerda mucho a los jardines palaciegos franceses, algo que no sorprende dado que la monarquía borbónica procede de Francia. Ya fuera del recinto, se puede visitar la Casa del Labrador y el Museo de Falúas Reales, donde se conservan las barcazas o falúas que los reyes usaban en sus paseos de recreo por el río Tajo o el Retiro.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>VERANO</b></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Palacio de Riofrío</i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiMIhDAbf_6vH25kxAD6MO_atAS1azWSVblk1qb_jK4uL2uTR93XFP0PQTDlLHxuwwrY8Qv7kc-0Dizcfy434mMulyMY9LxvGHk_vBpZPO3ZMyM5FU9F8JB34R9vfA6hBIDlUR8up6gUjQAWZYqeqOwrkfgWcxXz40M5wVSkeouYULSe9gHcZGlwgf/s1920/Riofrio.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="910" data-original-width="1920" height="152" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiMIhDAbf_6vH25kxAD6MO_atAS1azWSVblk1qb_jK4uL2uTR93XFP0PQTDlLHxuwwrY8Qv7kc-0Dizcfy434mMulyMY9LxvGHk_vBpZPO3ZMyM5FU9F8JB34R9vfA6hBIDlUR8up6gUjQAWZYqeqOwrkfgWcxXz40M5wVSkeouYULSe9gHcZGlwgf/s320/Riofrio.jpg" width="320" /></a></b></div><b><br /><i><br /></i></b><p></p><p style="text-align: justify;">Dejamos Madrid por el momento y nos dirigimos a la cercana Segovia, lugar donde se encuentra este pequeño palacio escondido entre más de seiscientas hectáreas de bosque. El edificio destaca por su unidad de estilo y su aspecto lineal y armonioso; pero, a pesar de la singularidad y belleza del entorno, fue un palacio sin huéspedes durante más de cien años, lo que lo convierte en el palacio más desconocido de esta lista, y por eso es fácil que pase desapercibido.</p><p style="text-align: justify;">En el año 1751, la reina viuda Isabel de Farnesio impulsó en Riofrío la construcción de su propio señorío con la intención de dejárselo a su hijo, el infante don Luis, como lugar de retiro. Se encargó el proyecto al arquitecto italiano Virgilio Ravaglio, pero la temprana muerte de este artista hizo que otros tuvieran que encargarse de su diseño y construcción. El resultado fue este palacio de líneas sencillas y elegantes, de un estilo muy italiano. Aunque la idea principal era construir todo un complejo palaciego con casas de oficios, caballerizas, iglesias y un teatro, el ascenso al trono de Carlos III, hijo primogénito de Isabel de Farnesio, hizo que la reina viuda volviese a la corte y que no llegara a habitar este sitio, que durante muchos años sería utilizado como pabellón de caza. Habría que esperar al siglo XIX a que dos reyes tomaran Riofrío como residencia personal. El primero fue don Francisco de Asís de Borbón, esposo de la reina Isabel II, que lo usó como lugar de retiro para alejarse de las burlas y ninguneos que sufría en la capital española; y el segundo sería el rey Alfonso XII, que utilizó el palacio durante su periodo de luto por la muerte de su primera esposa, la reina María de las Mercedes.</p><p style="text-align: justify;">El Palacio de Riofrío es, quizá, la residencia real menos fastuosa de todas las que componen los Reales Sitios, pero no por eso es menos bonita. Es un palacio en donde se respira una atmósfera muy hogareña. Cuando uno pasea por sus salones, ve cómo era la vida diaria de la realeza borbónica, muy lejos de la vida oficial, con toda su pompa y protocolo. En este sentido, es un palacio profundamente anticortesano. De entre sus pocos salones, destacan el Salón del Billar, la Sala de Servicio al Comedor con su montaplatos original, el Dormitorio de Francisco de Asís y el magnífico Oratorio, en donde además de recuperarse el altar que estaba oculto, se restituyó el reclinatorio del rey con la pieza de terciopelo bordada en plata y con las armas reales, y una colección de 149 cuadros pintados por Giovanni del Cinque en los que se relata la historia de la Pasión de Cristo, y que es posiblemente la mayor colección pictórica completa sobre la vida de Cristo que existe en toda Europa.</p><p style="text-align: justify;">En la parte inferior de este palacio se encuentra el Museo de la Caza, que consta de una serie de dioramas donde se muestran cerca de doscientos ejemplares disecados de la fauna ibérica.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Palacio de la Granja de San Ildefonso</i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghuFMX7p-J02lYma2DjE8vNup7kfRYYtjgcMQan3ub_Wue4nusTnQnYH3pkmdtakHIg0Fptk1dJLfVgzi6tNEkK8jkNyhFsYeCFMH9HIjjAdqrTAPjLrQMwrB5rx50HpVgiuxNTIw8zYWG5PM8ezeHtkL0AsBzpMbFyFLP_OliqsoGBZGXxKOaTNJn/s1024/Granja.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghuFMX7p-J02lYma2DjE8vNup7kfRYYtjgcMQan3ub_Wue4nusTnQnYH3pkmdtakHIg0Fptk1dJLfVgzi6tNEkK8jkNyhFsYeCFMH9HIjjAdqrTAPjLrQMwrB5rx50HpVgiuxNTIw8zYWG5PM8ezeHtkL0AsBzpMbFyFLP_OliqsoGBZGXxKOaTNJn/s320/Granja.jpg" width="320" /></a></b></div><b><br /><i><br /></i></b><p></p><p style="text-align: justify;">A once kilómetros de la localidad de San Ildefonso, a los pies de la Sierra de Guadarrama, se alza el complejo palaciego de la Granja de San Ildefonso. Felipe V, prendado de la belleza del lugar, mandó construir aquí un palacio y unos jardines adornados con esculturas y fuentes que le recordaban su infancia en la corte francesa de su abuelo, el rey Luis XIV. Fue su gran obra personal, y durante su largo reinado se ocupó de las sucesivas ampliaciones. Encargó las obras del palacio a Teodoro Ardemans y las de los jardines a René Carlier, quienes en poco tiempo terminaron el conjunto. Aquí fue donde Felipe V anunció en 1724 que abdicaría en su hijo Luis, pero a la temprana muerte de este se vio obligado a volver al trono. El Real Sitio de San Ildefonso tuvo que adaptarse a este cambio, pues había pasado de ser un lugar de recreo a convertirse en la residencia predilecta del monarca, sobre todo en los meses de verano.</p><p style="text-align: justify;">El palacio de la Granja constituye una maravilla para la vista y es un magnífico ejemplo de la pompa y boato cortesanos de los primeros Borbones. Sus jardines enmarcan un edificio de estilo italiano con fachada de piedra rosa, granito y mármol de Carrara. La decoración del interior del palacio es de estilo barroco, con estatuas y techos abovedados pintados con frescos alegóricos. La sala más importante de este palacio es el Dormitorio de Sus Majestades, decorado con colgaduras de damasco ricamente bordadas, pero no son menos hermosos el Gabinete de la Reina, la Galería de Retratos, el Salón de Lacas o el Gabinete de Espejos.</p><p style="text-align: justify;">Las salas de la planta baja del palacio albergan la colección de esculturas de la reina Cristina de Suecia, que fue adquirida por Felipe V y su esposa. Hay dos salas dedicadas a los cuatro continentes que se conocían por entonces, marcadas por los propios reyes con sus respectivos símbolos (el aspa de Borgoña de Felipe V y la flor de lis de Isabel de Farnesio). La Sala de Mármoles está decorada con una curiosa mezcla de mármol, bronce y espejos; el estuco blanco con bordes dorados cubre la bóveda donde se representa el rapto de Europa.</p><p style="text-align: justify;">Además de recorrer las dependencias reales, no se pueden dejar de visitar el Museo de Tapices y la Capilla Real o Colegiata, construida por Ardemans y redecorada por el maestro Sabatini durante el reinado de Carlos III. Y, por supuesto, es imprescindible la visita a los jardines aledaños al palacio, en donde todos los veranos se hacen en sus fuentes los juegos acuáticos que tanto embelesaban a Felipe V.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>OTOÑO</b></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Monasterio de San Lorenzo de El Escorial</i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfUjP2g_USLlzDFY7oBmndEpA2s04MFgd6ot2Ul_ZNPHT3-yCL280pGZzWRIpzUg6e9Vbq37Fw9erAJAz7l_xmB5KN8C0f03nBFBtlZVbI3K0G32C321Kiry7k0rS5Fh6Pi3ShIbkPdRA3m0A__Ga6cd0A3W_cWoR34IhYGewXN9rEVXnWAxcNbGck/s1588/Escorial.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="662" data-original-width="1588" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfUjP2g_USLlzDFY7oBmndEpA2s04MFgd6ot2Ul_ZNPHT3-yCL280pGZzWRIpzUg6e9Vbq37Fw9erAJAz7l_xmB5KN8C0f03nBFBtlZVbI3K0G32C321Kiry7k0rS5Fh6Pi3ShIbkPdRA3m0A__Ga6cd0A3W_cWoR34IhYGewXN9rEVXnWAxcNbGck/s320/Escorial.jpg" width="320" /></a></b></div><b><br /><i><br /></i></b><p></p><p style="text-align: justify;">Considerado la octava maravilla del mundo, el Monasterio de San Lorenzo se construyó entre 1563 y 1584 por decisión de Felipe II para ser panteón de los reyes españoles y albergar la Biblioteca, el Convento, el Seminario (hoy transformado en Colegio) y los Cuartos Reales. Agrupando en un edificio varias funciones, San Lorenzo el Real nace como un monasterio de monjes de la orden de San Jerónimo, cuya iglesia sirviese como panteón del Emperador Carlos V y de su mujer, Isabel de Portugal, así como de su hijo Felipe II, sus familiares y sucesores, y donde los frailes orasen ininterrumpidamente por la salvación de las personas reales. Asimismo, cuenta con un palacio para alojar al rey, como patrono de la fundación, y a su séquito. El Colegio y el Seminario completan la función religiosa del Monasterio, y la Biblioteca se establece para estos tres centros. Este esquema se mantiene, en cierto modo, en la actualidad. La figura de Carlos V es decisiva en la fundación de este Real Sitio por lo mucho que influyó en el espíritu de su hijo, por el ejemplo de sus últimos años pasados entre los monjes jerónimos de Yuste y por la necesidad de dotarle de una digna sepultura.</p><p style="text-align: justify;">Todo lo que se diga sobre el Monasterio del Escorial es quedarse corto. Es un auténtico deleite para los sentidos y cuenta con multitud de rincones tan bellos como curiosos. Son realmente impresionantes la Basílica, que marca el eje principal del monasterio y es uno de los ejemplos arquitectónicos más notables del Renacimiento español; el claustro principal, en donde encontraremos una nave decorada con un magnífico fresco titulado <i>La Gloria de la Casa de Austria</i>; el Panteón de Infantes y el Panteón de Reyes, donde están sepultados los miembros de la familia real española. Es sorprendente la Real Biblioteca, fundada por Felipe II como centro del saber científico y humanístico del Renacimiento, con obras manuscritas e impresas de diferentes épocas, lenguas y culturas, y que fue puesta por el propio rey a disposición de cualquiera que necesitara consultar esos libros para sus estudios e investigaciones.</p><p style="text-align: justify;">En el Monasterio también se construyeron las estancias palaciegas, y podemos encontrar las habitaciones en las que vivieron los Austrias y los Borbones respectivamente. El palacio de los Austrias está enclavado a ambos lados de la cabecera de la Basílica. Cuenta con el Cuarto del Rey y el Cuarto de la Reina, distribuidos de manera simétrica. Las estancias utilizadas por los Borbones durante el otoño, época en la que solían ir al Escorial, están vestidas con una fantástica colección de tapices, mobiliario y otras artes decorativas de los siglos XVIII y XIX.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Casita del Príncipe</i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX1l2aWOhustMyEv5nwnKrire4aW8JaS8BPYYFidRiB67ggzTjQSWfWvAP5Yf5ukoUcFagQbQ73qYHdSF4yF1K9zXdwMtQ36Vufu8LmrFK8BA5bN0-Ob9-ytqfKJxYOqvkpw7yZlW3mmIPev7w6gPOKVtqS9Xqxf0bqdkHMERgJ7I5aEARew7RoWlJ/s1542/Casita.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="676" data-original-width="1542" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX1l2aWOhustMyEv5nwnKrire4aW8JaS8BPYYFidRiB67ggzTjQSWfWvAP5Yf5ukoUcFagQbQ73qYHdSF4yF1K9zXdwMtQ36Vufu8LmrFK8BA5bN0-Ob9-ytqfKJxYOqvkpw7yZlW3mmIPev7w6gPOKVtqS9Xqxf0bqdkHMERgJ7I5aEARew7RoWlJ/s320/Casita.jpg" width="320" /></a></b></div><b><br /><i><br /></i></b><p></p><p style="text-align: justify;">La Casita del Príncipe, o Casita de Abajo, es otra de las residencias de la familia real española, aunque suele pasar desapercibida para la mayoría de los visitantes. Fue construida en la villa de El Escorial entre 1771 y 1775 a partir de un diseño de Juan de Villanueva, uno de los arquitectos más importantes del neoclasicismo español. El motivo de su construcción obedece a fines recreativos, pues fue utilizada en diversas ocasiones por Carlos IV, por entonces Príncipe de Asturias. No muy lejos de su enclave se encuentra la Casita del Infante, o Casita de Arriba, destinada al Infante Gabriel de Borbón, hijo de Carlos III y hermano de Carlos IV, aunque su valor histórico y artístico es inferior.</p><p style="text-align: justify;">La Casita del Príncipe es como un pequeño lugar de ensueño. Está rodeada por dos jardines comunicados entre sí por dos pórticos de columnas toscanas, y cuenta con fuentes, cascadas, estanques, paseos y setos de boj, muy del gusto de la época. A esto se añade la existencia de un extenso parque a su alrededor, poblado por especies autóctonas, como el roble y la encina; alóctonas, como la secuoya y el pinsapo; y otros árboles típicos de jardines.</p><p style="text-align: justify;">El interior de la Casita guarda una relevante decoración dieciochesca, que recuerda mucho a un pequeño Palacio de Versalles o un Petit Trianon. Cuenta con decoraciones neoclásicas de Ferroni, de estilo pompeyano y etrusco, sedas, tapicerías, mobiliario, lámparas y relojes. Además, alberga una valiosa colección de pinturas auténticas, entre las que destacan las realizadas por Luca Giordano, de estilo muy exuberante. En esta Casita, el Príncipe de Asturias y su esposa, María Luisa de Parma, buscaban escapar del protocolo cortesano y pasaban las horas solos o con sus amigos jugando, tocando instrumentos musicales o disfrutando de pequeñas representaciones teatrales. El hecho de que en la Casita no haya un cuarto destinado a dormitorio demuestra que su uso se limitaba a disfrutar de la casa durante el día, ya que por la noche se retiraban a dormir a sus estancias en el Monasterio del Escorial.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>INVIERNO</b></p><p style="text-align: justify;"><i><b>Palacio Real del Pardo</b></i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYuMFcpAInNmM6tRaZYrbZgVBzop6iORhjTqclwjRnhIbvghIYA-YFNoGPRGdt2voV99StLffY4Ihn494_o_ZAMx97Jy9Uw6L0pdfNmIZ4Nku4tw7qzn3ykN5l7UNxASZ2IYVl3WA_JOn8x8RL1-fZL7onGjfU1JucDRXEuxpTFW5EXIXg2sLOkzCw/s300/Pardo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYuMFcpAInNmM6tRaZYrbZgVBzop6iORhjTqclwjRnhIbvghIYA-YFNoGPRGdt2voV99StLffY4Ihn494_o_ZAMx97Jy9Uw6L0pdfNmIZ4Nku4tw7qzn3ykN5l7UNxASZ2IYVl3WA_JOn8x8RL1-fZL7onGjfU1JucDRXEuxpTFW5EXIXg2sLOkzCw/s1600/Pardo.jpg" width="300" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;">El Palacio Real de El Pardo es un edificio vinculado estrechamente a la historia de España. Mandado construir por orden de Carlos V en el siglo XVI, fue mandado ampliar en el XVIII por Carlos III. Sus orígenes como cazadero real están vinculados al monte de El Pardo, un espacio natural de gran valor y considerado como el bosque mediterráneo más importante de la Comunidad de Madrid. Aunque durante mucho tiempo fue la residencia invernal de los Borbones, desde 1983 fue la residencia oficial de los Jefes de Estado extranjeros, e incluso el dictador Francisco Franco llegó a vivir aquí.</p><p style="text-align: justify;">Felipe II terminó la obra del palacio que había iniciado su padre, introduciendo por primera vez las techumbres de pizarra a la flamenca, con altos caballetes y chapiteles, y decorando su interior con importantes frescos y una galería de retratos donde había obras realizadas por el mismo Tiziano. Felipe III se encargó de reedificar el palacio tras su destrucción en un incendio, pero Felipe V alteró completamente la distribución del interior para albergar a toda la corte. Será Carlos III el que le encargue a Sabatini la ampliación de este palacio con un patio igual al que ya existía y con un paso para las carrozas, además de decorar las habitaciones del Príncipe de Asturias con varias series de tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara, entre los que se encuentran obras de Ramón Bayeu, José del Castillo y Francisco de Goya. En este palacio, entre otros habitantes, estuvo el rey consorte Francisco de Asís de Borbón durante su primera separación de su esposa, la reina Isabel II; fue aquí también donde Alfonso XII pasó su luna de miel con su amada esposa María de las Mercedes, y donde se retiró a finales de 1885 para mejorar su salud, cosa que no sucedería. También se alojó aquí la futura reina Victoria Eugenia de Battenberg días antes de su boda con Alfonso XIII.</p><p style="text-align: justify;">El palacio presenta, en su apariencia exterior, la doble herencia que recibió del viejo alcázar de los Austrias y las sucesivas reformas llevadas a cabo por los Borbones. La planta triangular, el foso, los torreones en las esquinas, las puertas y ventanas enmarcadas con piedra labrada, los techos de pizarra y los emplomados nos hablan de su etapa Austria. Pero las torres achatadas, las mansardas y el enfoscado color crema, así como la fachada obra de Sabatini, son fruto de su época Borbónica.</p><p style="text-align: justify;">Entre las muchas cosas hermosas que alberga el Palacio de El Pardo, destacan varias de sus salas, como el Aposento de la Reina, en cuyos techos están representadas varias escenas de la vida de José, hijo de Jacob; la iglesia, con su inmensa bóveda central (donde se casaría años más tarde Carmen Martínez Bordiú, nieta de Franco); el Teatro de la Corte, de los pocos que se conservan en España con esas características; el Comedor del Rey, que se convertiría en Salón de Embajadores en el siglo XIX y luego en despacho oficial de Franco, y a su alrededor estancias como el Oratorio, la Sala del Café y la Sala de Aparadores.</p><p style="text-align: justify;">En el recinto palacio de El Pardo también hay otros lugares hermosos que se pueden visitar, como la Casita del Príncipe (ojo, no es la misma que la de El Escorial), la Sala Histórica de la Guardia Real, el Convento de los Padres Capuchinos, la Quinta del Duque del Arco y el propio Monte de El Pardo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Palacio Real de Madrid</i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-01MjuZNaDKAkWsTw6uwvDlQK_FAfg6EMgAwx1rMbvzRz5OpyPmaINb5-J1HmfxmBkqyEv5q3SOEIlyg68RNlXkQohHUY6tuR4E5lUiRu2xBbgMLBcrF-RlhnX5XOV0Fa6MLV3C8GU2K6GvL5IlF4UucykcbT32W8491K1Rk3P8IWH805X0roE94a/s1200/Real.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1200" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-01MjuZNaDKAkWsTw6uwvDlQK_FAfg6EMgAwx1rMbvzRz5OpyPmaINb5-J1HmfxmBkqyEv5q3SOEIlyg68RNlXkQohHUY6tuR4E5lUiRu2xBbgMLBcrF-RlhnX5XOV0Fa6MLV3C8GU2K6GvL5IlF4UucykcbT32W8491K1Rk3P8IWH805X0roE94a/s320/Real.jpeg" width="320" /></a></b></div><b><br /><i><br /></i></b><p></p><p style="text-align: justify;">Y terminamos con el Palacio Real, el más grande de Europa occidental y también uno de los más grandes del mundo. Es, además, de las pocas residencias oficiales de Jefe de Estado que está abierta al público, ya que, aunque los Reyes de España realizan aquí actos oficiales, su residencia habitual es el Palacio de la Zarzuela.</p><p style="text-align: justify;">El Palacio Real, tal como lo podemos ver, data del siglo XVIII. Fue construido sobre los restos del antiguo Alcázar de Madrid, que Felipe II convirtió en residencia oficial de los Reyes de España desde 1561. Pero este Alcázar quedó completamente destruido a raíz de un incendio ocurrido en la Nochebuena de 1734, por lo que el Palacio como tal se construyó en época de Felipe V, y se hizo al estilo francés versallesco. Arquitectos italianos como Filippo Juvara y Juan Bautista Sachetti dieron forma a este colosal palacio, aunque otros distinguidos arquitectos participaron, como Ventura Rodríguez, de quien es la Real Capilla, o Francesco Sabatini, que se encargó de la conclusión del edificio y de la magnífica escalinata que recibe al visitante. Las obras del Palacio Real terminaron en época de Carlos III, primer monarca que habitó de forma continua este palacio.</p><p style="text-align: justify;">De las más de tres mil habitaciones de las que consta el Palacio Real, el visitante solo podrá ver once, en donde está concentrado todo el esplendor de los primeros Borbones. Los impresionantes frescos de Giaquinto y Tiepolo transmiten el espíritu del Barroco, tan abigarrado y extravagante, y que contrasta con la sobriedad de la que hacían gala los Austrias. Son absolutamente arrebatadoras las Estancias del Rey, decoradas por el artista del estuco Gasparini, con sus paredes y muebles forrados de seda bordada, los grandes espejos, las magníficas lámparas y el mosaico del suelo, que ya habla de un estilo cercano al Rococó. Tampoco nos debemos perder el Salón del Trono, conocido también como Sala de Embajadores, donde se respira el lujo y la belleza, desde el mobiliario hasta la gran pintura de la bóveda; las consolas, los espejos de la Granja, los relojes y las excepcionales arañas de cristal tallado dan al salón la prestancia regia que requiere esta sala. Otra sala que tampoco debemos ignorar es el Salón de Porcelanas, una pequeña habitación totalmente revestida de placas de porcelana atornilladas una por una. La Capilla Real, de arquitectura y materiales muy refinados, es un festival de mármoles negros, estucos dorados, pinturas de Mengs y esculturas de gran belleza, todo bajo una cúpula en la que Giaquinto pintó la coronación de la Virgen; mención aparte para el espectacular órgano de 1778, construido por el mallorquín Jorge Bosch, organero de Su Majestad.</p><p style="text-align: justify;">Es imposible hablar de toda la belleza que se ha concentrado en el Palacio Real de Madrid, pues es algo que todos deberíamos ver alguna vez para deleitarnos con su esplendor. Desde la Sala de Alabarderos hasta las Cocinas, pasando por la Armería Real, todo es de una maravilla difícil de describir. Solo puedo decir que tenéis que verlo por vosotros mismos, y que la fantasía de cada uno se deje llevar por donde quiera.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-27223262051890165102023-03-28T13:34:00.003+02:002023-03-29T10:51:31.922+02:00Samantha Jones, la soltera sin complejos<p> </p><p><b>Samantha Jones</b></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2mm4vmp3qiEZXpb2qt70Xi98kYf2tCkPeyaWW958rAH8ANvUegV72VvdM-6ldjg6EUE5XHYB6TbeZLNnJ23EjDW9ru60dHy2VpiyPur4SFDnC4FVPV9Tn1_w5dBYqlz_QF-WZMoVSTt7ZmthVeLYG_wZeGCJUjkRaHt_0AGmImO4aE031HUpB1qEB/s948/samantha%20jones.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="465" data-original-width="948" height="157" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2mm4vmp3qiEZXpb2qt70Xi98kYf2tCkPeyaWW958rAH8ANvUegV72VvdM-6ldjg6EUE5XHYB6TbeZLNnJ23EjDW9ru60dHy2VpiyPur4SFDnC4FVPV9Tn1_w5dBYqlz_QF-WZMoVSTt7ZmthVeLYG_wZeGCJUjkRaHt_0AGmImO4aE031HUpB1qEB/s320/samantha%20jones.jpeg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Samantha Jones es una atractiva mujer de más de cuarenta años, dueña de una empresa de relaciones públicas y paradigma de la mujer completamente independiente, tanto a nivel económico como sentimental, pues no soporta las ataduras de ninguna clase. Dentro del grupo de amigas, es la más liberada y la que más disfruta del sexo sin compromiso.</p><p><br /></p><p><b><i>Biografía</i></b></p><p style="text-align: justify;">Es muy poco lo que se sabe de la juventud de Samantha. Lo que sí sabemos es que procede de una familia de clase trabajadora y que pasó parte de su adolescencia vendiendo barritas de chocolate en Dairy Queen para ganar algo de dinero. No suele hablar de su familia, pero en cierto momento se da a entender que podría tener al menos dos hermanos, ya que menciona que, a su edad, su madre ya tenía tres hijos y un marido borracho. Más adelante, Samantha cuenta que estuvo en algunas fiestas en <i>Studio 54</i> durante su época de apogeo, lo que implica que ya vivía en Nueva York a mediados o a finales de los años setenta.</p><p style="text-align: justify;">Samantha fue la primera amiga que conoció a Carrie alrededor del año 1986 ó 1987, mientras trabajaba en un bar como camarera. En una ocasión ha mencionado que abortó voluntariamente dos veces, una de ellas mientras estaba en la universidad. También fue la más joven de los cuatro personajes principales en perder la virginidad. Aunque nunca comenta la edad exacta que tenía cuando ocurrió esto, nos dice que mantuvo relaciones sexuales con un chico de trece años simplemente porque su casa tenía piscina, y da a entender que esta no fue su primera relación sexual.</p><p style="text-align: justify;">Con el tiempo, la situación de Samantha cambió y prosperó, pues llegó a convertirse en la jefa de su propia empresa de relaciones públicas. Gana mucho dinero y lleva una vida de lujo en el Upper East Side, pero acaba mudándose a un caro apartamento en el Distrito de la Carne, situado al oeste de Manhattan. La mudanza sucedió a raíz de que uno de los visitantes nocturnos de Samantha dejó entrar a un atracador que atacó a una de sus vecinas, por lo que el resto de vecinos le exigieron que se marchara.</p><p style="text-align: justify;">Durante años, se dedicó por completo a su carrera profesional y consiguió que su empresa de relaciones públicas se hiciese muy conocida. Llegó incluso a organizar eventos para su amiga Carrie cuando ésta empezó a ser reconocida como escritora. Hacia el final de la serie, se le detecta un cáncer de mama y tiene que recibir tratamiento de quimioterapia, tras el cual consigue recuperarse y salir adelante.</p><p style="text-align: justify;">Samantha, al igual que Carrie, disfruta mucho saliendo de fiesta por las noches y adora estar en el centro de los grupos más selectos y sofisticados, y se indigna cuando no se le permite acceder a lugares exclusivos. Pasa gran parte de su tiempo libre cuidándose y mimándose en casa, ya sea con baños relajantes, haciéndose la depilación, aplicándose tratamientos faciales e incluso masturbándose con su amplia colección de vibradores. Alguna que otra vez ha fumado hierba y ha probado el éxtasis, pero no es consumidora habitual ni tiene problemas de drogadicción.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><b><i>Personalidad</i></b></p><p style="text-align: justify;">Si de algo podemos estar seguros respecto a Samantha Jones es que es la más franca, divertida y liberada de las cuatro amigas. Si Miranda ofrecía el punto feminista y Charlotte aportaba el toque conservador de las relaciones, Samantha nos muestra la versión más pura de la mujer totalmente liberada, y no solo respecto al sexo, sino a todos los aspectos de la vida. Soltera empedernida y sin el menor deseo de tener hijos, Samantha se dedica por completo a sí misma y no le rinde cuentas a nadie. Si acierta en sus decisiones, lo disfruta; si se equivoca, no responsabiliza a nadie de sus errores. Es dueña de su vida y, sobre todo, de su sexualidad. Por eso es la que tiene más relaciones sexuales de las cuatro amigas, y la que tiene más experiencias que contar. Apuesta por la equidad sexual y está completamente a favor de la liberación femenina. Ella misma no teme probarlo todo, motivo por el cuál se autodenomina ‘multisexual’.</p><p style="text-align: justify;">La personalidad de Samantha, como cabe esperar, es abierta y directa. Pase lo que pase, ella siempre dice lo que piensa, y es tan franca que no le importa cómo se lo tomen los demás, así suene hiriente o grosero. Es una persona que siempre tiene algo que decir de casi todo, y lo suelta sin más, tal como se le viene a la boca. Por eso, cuando habla sobre sexo es considerada demasiado explícita, pues no se apega a las reglas sociales ni del buen gusto; esto se debe precisamente a ese rasgo tan abierto de su personalidad. No obstante, la falta de complejos de Samantha no se queda solo en el ámbito íntimo y personal, sino que lo extrapola a otros aspectos. Ella siempre dirá lo que piensa, pase lo que pase, y no permitirá que nadie la pisotee ni que hable a sus espaldas. Es la primera en confrontar a quien la reta, demostrando que en ella no tienen el menor efecto las sonrisitas falsas ni la gélida cortesía.</p><p style="text-align: justify;">La seguridad en sí misma que tiene Samantha se puede ver en multitud de ocasiones a lo largo de la serie. Posee tal confianza en sus encantos personales que brilla con luz propia, a veces opacando a sus tres amigas. Es demandante, terca y autosuficiente. No tiene el menor interés en lo que la gente piense de ella y actúa siempre según su criterio o como le convenga. Tampoco se deja amedrentar por las habladurías ni permite que nadie le diga lo que debería hacer en su vida privada. Y, del mismo modo que no consiente que nadie la juzgue, ella no juzga a nadie. Es muy memorable ese momento en el que Carrie le confiesa que está teniendo un romance con Big a pesar de que ambos tienen pareja, y Samantha se limita a apoyarla sin darle un sermón sobre el buen comportamiento, puesto que ese no es su estilo.</p><p style="text-align: justify;">En lo tocante a la amistad, hay que decir que Samantha es una de las mejores amigas que una mujer podría tener. Pase lo que pase, sea la situación que sea, Samantha siempre pondrá a sus amigas por delante de todo, y solo ante ellas muestra su lado más dulce y tierno. Puesto que cree firmemente que una mujer no necesita a un hombre para ser feliz, Samantha puede permitirse darle prioridad a sus amigas, a las que aconseja y defiende sin dudarlo, aunque el tema no sea de su agrado. Recordemos aquella vez en la que Charlotte se enfadó con Laney cuando se enteró de que quería ponerle a su futura hija el nombre que Charlotte había elegido para la suya; aunque a Samantha le repelen los niños y esos asuntos le parecen de lo más infantiles, no vaciló en defender a Charlotte.</p><p style="text-align: justify;">Pero aunque Samantha siempre sabe qué decir, es buena consejera y es una gran amiga en la que se puede confiar, también adolece de cierto egoísmo, debido quizá a que no tiene a nadie que dependa de ella y solo se enfoca en sí misma y en sus necesidades. Samantha hace lo que quiere y cuando quiere, y su único objetivo es complacerse a sí misma, algo de lo que le gusta presumir con frecuencia. Valora mucho su profesión y gana bastante dinero, con el cual se puede permitir todo tipo de lujos y caprichos. También le da muchísima importancia a la imagen, a la que le dedica gran parte de su tiempo. Es presumida y vanidosa, y cree que no hay mujer más guapa y sexy que ella en todo Nueva York. Siempre viste de manera espectacular y luce ropa y joyas de grandes marcas, aunque invierte mucho más dinero en tratamientos antienvejecimiento, como infiltraciones de bótox, peelings faciales e incluso cirugía estética; de hecho, es en una consulta para una operación de aumento de pecho cuando se le descubre un cáncer de mama. A diferencia de lo que muchos piensen, a Samantha sí le da vergüenza envejecer, por lo menos durante gran parte de la serie. Es la mayor del grupo de amigas, a las que les saca mínimo diez años, pero nunca dice su edad e incluso le molesta que la consideren una cuarentona. Será más adelante, a medida que se va encontrado a sí misma, cuando por fin asuma su edad y se sienta orgullosa de ello.</p><p style="text-align: justify;">Hemos dicho que Samantha puede ser una persona muy egoísta. Muchos ven este aspecto como algo positivo en ella, pero eso no es cierto, sobre todo si tenemos en cuenta que no teme hacer daño a otras personas solo por obtener lo que quiere. Sucede, por ejemplo, cuando se ofrece a recolectar alimentos para los pobres de una iglesia solo porque el monje que organiza la colecta le parece atractivo y se lo quiere llevar a la cama; al no conseguirlo, pierde todo interés en ayudar a los pobres. Otro tanto sucede con los problemas que la asaltan cada vez que se acuesta con hombres casados; a Samantha no le importa que detrás de su ligue haya una esposa dolida y humillada, puesto que ella solo piensa en su placer y considera que no hace nada que un hombre no haya hecho miles de veces. Samantha también muestra un alto sentido del derecho que no le corresponde, por mucho daño que otros le hayan hecho o muy fabulosa que se crea, como cuando llama a Richard, a quien ella dejó, y le dice que va a ocupar su casa en los Hamptons durante todo el fin de semana para dar una fiesta porque él le fue infiel en su día y cree que ella merece una compensación (y no olvidemos que se dedicó a empapelar el barrio donde vivía Richard con panfletos en los que lo acusaba de infiel, solo para humillarle).</p><p style="text-align: justify;">En cuanto a sus relaciones sentimentales, es un poco complicado en el caso de Samantha, ya que su gran amor es el sexo, mucho sexo. Se ha acostado con todo tipo de hombres, cada uno más peculiar que el anterior, pero nunca les tiene cerca demasiado tiempo ni tampoco tiene el menor interés en seguir viéndoles, pues se aburre de ellos. Rara vez sale dos o tres veces con el mismo hombre, pero tiene algunas relaciones “serias” a lo largo de la serie.</p><p style="text-align: justify;">Su primer gran amor fue <b>James Goodwin</b>, al que Samantha conoció en un bar de jazz. Inusualmente para ella, no tuvo relaciones sexuales con él de buenas a primeras, sino que sigue el ejemplo de Charlotte porque cree que es un hombre con el cuál podría incluso llegar a casarse. Y es que James se desvive por Samantha: la cuida, la trata con gran cariño y solo busca su bienestar. Después de confesar que está enamorada de él, ambos se acuestan juntos y así es como Samantha descubre que James está muy poco dotado, hasta el punto de que acaba frustrada porque no siente el menor placer físico con él. Aunque al principio trata de superarlo, Samantha acaba rompiendo con él durante una sesión de terapia de pareja, pues ya no puede ocultarlo más, a lo que James le responde airado que tal vez su vagina sea demasiado grande. En un episodio posterior, Samantha tiene la oportunidad de estar en la cama con un hombre que está demasiado dotado, pero al comprobar que es demasiado para ella, le ruega que no la penetre; más adelante, en ese mismo episodio, mientras las chicas cantan la canción <i>The Way We Were</i>, Samantha lloriquea diciendo que echa de menos a James.</p><p style="text-align: justify;">Otra de las relaciones de Samantha, y tal vez la más curiosa e inesperada, fue la que mantuvo con <b>María Diega Reyes</b>, una artista que en esos momentos estaba exponiendo su obra en la galería donde trabajaba Charlotte. Entre las muchas cosas con las que Samantha ha experimentado están la bisexualidad y el lesbianismo. Cuando conoce a María, Samantha descubre que la atrae mucho, hasta el punto de que inicia una relación estable con ella, a pesar de la comprensible estupefacción de sus amigas. Al principio, Samantha no estaba demasiado interesada en tener una relación, pero como María no quería que fuesen solo amigas, Samantha se decidió y le dio una oportunidad. Con María, descubre muchas cosas sobre su propia feminidad y sexualidad, pero cuando el sexo empieza a escasear por la tendencia de María a hablar continuamente y expresar sentimientos, Samantha se siente frustrada y empieza a echar en falta sus encuentros con hombres. El pasado heterosexual de Samantha también afecta a la relación, pues María se siente incómoda con él, y esto al final acabará desgastando la relación hasta su total ruptura.</p><p style="text-align: justify;">El siguiente en la lista fue <b>Richard Wright</b>, un magnate hotelero de quien Samantha, muy a su pesar, se enamora perdidamente. Richard se presenta como la versión masculina de Samantha: seguro de sí mismo, goza de mucho éxito profesional, le gusta acostarse con cualquier persona que le atraiga y no le interesan las relaciones. Samantha se comporta con Richard como una novia celosa y posesiva debido a que no sabe cómo gestionar sus sentimientos, y menos con un hombre que es como ella. Consigue que Richard le prometa que ambos tendrán una relación monógama, pero en cierto momento, y tras muchas sospechas, Samantha le descubre engañándola con otra chica. A pesar de darle una segunda oportunidad, Samantha toma la dura decisión de romper con Richard definitivamente cuando se da cuenta de que no confía en él y eso afecta a su estabilidad emocional. En la última temporada, se encuentra con Richard en una fiesta con su nuevo novio y se va con él para mantener relaciones sexuales, pero este encuentro no la complace en lo más mínimo y no vuelve a saber nada más de él.</p><p style="text-align: justify;">Y por último está <b>Smith Jerrod</b>, un joven camarero de 28 años y aspirante a actor muy guapo al que Samantha en un principio ve como una aventura más. Con Smith practica un sexo salvaje y aventurero, algo fuera de lo común, que Samantha encuentra refrescante y excitante. No le gusta saber nada personal sobre él, como que es un alcohólico en recuperación, pero se da cuenta de que disfruta tanto de su tiempo con él que terminan siendo pareja. Al ver que tiene dificultades para abrirse camino en el mundo del modelaje y el cine, Samantha le echa una mano con su agencia de relaciones públicas. De hecho, es ella quien le pone el nombre artístico de Smith Jerrod, ya que su verdadero nombre era Jerry. A Samantha le encanta que Smith no se vea cohibido por su éxito profesional y, gracias a su ayuda, se convierte rápidamente en toda una celebridad y consigue un papel en una película de Gus Van Sant. El cariño sincero que Smith le profesa a Samantha tiene la mala fortuna de inquietarla, poco acostumbrada como está a ese tipo de muestras de afecto. El gran problema de Samantha con Smith es ella misma y la diferencia de edad, lo que la lleva a serle infiel con Richard. Es el propio Smith quien, sin forzarla ni recriminarle nada, deja que Samantha vuelva con él tras darse cuenta de su error y de que su amor por ella es sincero. El amor de Smith por Samantha es tan fuerte que incluso la acompaña y apoya a lo largo de toda su lucha contra el cáncer, rapándose él mismo su propio pelo y negándose a tener sexo con otras mujeres durante la pérdida de libido de Samantha por la quimioterapia, a pesar de que ella le anime a verse con otras. Para Samantha, Smith significa más que cualquier otro hombre que jamás haya conocido.</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-12148958782575930532023-03-13T16:43:00.003+01:002023-03-29T10:50:29.365+02:00Charlotte York, la princesa de Park Avenue<p> </p><p><b>Charlotte York</b></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDb-UmBs1oS6Fun6eEFnnrUDyIn1e03F9fPrtt6BQND2ABfyt-bXCu7ymQS9NHgUBp42-S5vaBpPq5s3IrADOdN1jh6IdyQdalwYlulEO0p3GlshJWUaPMKVQyReYk0-SvkL67QwvvDMfIFyvORHhLDVQsijImPYlyrkpFi0eEyge8lxwvj0fJxwoI/s1024/charlotte.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="1024" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDb-UmBs1oS6Fun6eEFnnrUDyIn1e03F9fPrtt6BQND2ABfyt-bXCu7ymQS9NHgUBp42-S5vaBpPq5s3IrADOdN1jh6IdyQdalwYlulEO0p3GlshJWUaPMKVQyReYk0-SvkL67QwvvDMfIFyvORHhLDVQsijImPYlyrkpFi0eEyge8lxwvj0fJxwoI/s320/charlotte.jpg" width="320" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;">Charlotte York es una hermosa mujer de clase alta de treinta y un años. Empieza siendo marchante de arte, pero acaba dejando su trabajo soñado para dedicarse a ser madre y ama de casa. Es la más recatada de las cuatro amigas, y es la que ofrece el punto de vista más conservador y tradicional de las relaciones amorosas, pero también es la que conoce las mejores estrategias para conocer a hombres aptos para el matrimonio.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><b><i>Biografía</i></b></p><p style="text-align: justify;">Charlotte procede de una familia rica protestante de Connecticut. Sus padres son el doctor Stephen Foster York y Sandra Whitehead “Muffin” York. También tiene un hermano llamado Wesley al que le tiene un gran cariño, a pesar de que tienen caracteres muy diferentes. Desde niña, Charlotte fue educada para convertirse en una mujer elegante en todos los aspectos de su vida. Viste bien, le da mucha importancia a las apariencias y trata de ser una mujer deseable para aquellos hombres que le interesan, que son los que tienen un mayor poder adquisitivo.</p><p style="text-align: justify;">Charlotte estudió en el Smith College, donde se licenció en Historia del Arte y obtuvo la especialidad en Finanzas. Durante su etapa universitaria, vivió en la Haven-Wesley House y fue miembro de los College Republicans y de la hermandad Kappa Kappa Gamma (aunque en la vida real, en el Smith College no hay hermandades). Como el Smith College se encuentra en Massachusetts, es posible que se trasladase allí para estudiar y después se mudara a Nueva York para trabajar. Conoció a Carrie en Nueva York en 1987, cuando las dos viajaban de madrugada en el metro y un borracho pervertido exhibió ante ellas sus partes íntimas.</p><p style="text-align: justify;">A lo largo de la serie, se nos dice que Charlotte disfrutó de mucha fama social en su juventud, pues fue la reina del baile, animadora del equipo universitario, capitana de atletismo, modelo adolescente y amazona. En ocasiones se la describe como una <i>WASP </i>(White, Anglo-Saxon and Protestant), identidad con la que se sentía cómoda hasta su conversión al judaísmo.</p><p style="text-align: justify;">Al principio, Charlotte trabaja como marchante de arte en una galería del Soho. Adora su trabajo y sueña con tener su propia galería de arte en el futuro. Sin embargo, poco a poco empieza a cambiar de opinión y toma un camino más tradicional, que es el deseo de casarse, tener hijos y dedicarse por completo a su familia, algo que le acarreó las críticas de sus amigas, sobre todo de Miranda.</p><p style="text-align: justify;">El otro gran sueño de Charlotte es encontrar a su príncipe azul, a su caballero de brillante armadura. Para ella, el amor es tanto un cuento de fantasía como un juego de estrategia en el que es vital seguir las reglas si una mujer quiere garantizarse al mejor partido. Al proceder de una familia acomodada, sus estándares son muy elevados y no está dispuesta a conformarse con cualquier cosa.</p><p style="text-align: justify;">En cuanto a su vida personal, Charlotte disfruta haciendo magdalenas y decorando su casa, actividades que se le dan de maravilla. Suele salir a correr, jugar al tenis y es una fan apasionada de las películas de Elizabeth Taylor, a quien tiene como modelo a imitar.</p><p><br /></p><p><b><i>Personalidad</i></b></p><p style="text-align: justify;">Charlotte está considerada como la más anticuada de las cuatro amigas debido a su manera de pensar un tanto chapada a la antigua, por no decir arcaica. Ella es de las que cree en la teoría de que el amor verdadero lo puede todo y en la existencia de las almas gemelas. Esto le ha valido el apodo de “la Pollyanna de Park Avenue”, término acuñado por la propia Carrie. Su concepción de las relaciones de pareja es más sentimental que sexual; tiene unos ideales muy románticos acerca de lo que es la pareja, pero eso no quiere decir que desdeñe el sexo o le provoque repugnancia, sino todo lo contrario. Charlotte disfruta de una moderada vida sexual, aunque el hecho de probar cosas nuevas a veces la pone un poco nerviosa.</p><p style="text-align: justify;">Para Charlotte, todo lo que respecta al amor, al sexo y a las citas tiene que regirse por unas reglas muy estrictas. Ella es de las que cree que para poder olvidarse de un ex es necesario que pase al menos la mitad de tiempo que se invirtió en la relación, tras lo cual una ya está preparada para salir con otros hombres. Presenta una actitud muy directa sobre las relaciones, viéndolas casi como una especie de partida de ajedrez en la que cada quien debe hacer los mejores movimientos. Charlotte nunca se acostará con un hombre antes de la tercera cita, ni le hará una felación si llevan saliendo menos de tres meses. Y así como ella se esfuerza por ser la mujer con la que cualquier hombre querría casarse, busca lo mismo en los hombres con quienes sale.</p><p style="text-align: justify;">Al haber sido criada en una buena familia, Charlotte tiene unos estándares bastante altos para sus potenciales parejas. Quiere que su hombre perfecto sea guapo, bien educado, de familia distinguida, con un buen trabajo y abierto a la idea de casarse y formar una familia. Su idea de un matrimonio perfecto le viene desde la infancia, de cuando se sentaba a leer la revista <i>Casa y Jardín</i> llevando el collar de perlas de su madre, imaginándose que algún día sería una de esas amas de casa tan elegantes y felices al lado de sus maridos.</p><p style="text-align: justify;">La personalidad tan romántica y optimista de Charlotte suele provocar sonrisas a sus amigas, más mundanas que ella. Sin embargo, a veces sienten envidia de Charlotte y admiración por su manera de ver el amor y la vida; de hecho, la propia Carrie le llega a dedicar su libro a Charlotte por esta misma razón. Además de optimista, Charlotte también es muy ansiosa. Preocupada como está por mostrar una imagen elegante y perfecta, a menudo se pone nerviosa cuando trata de asegurarse de que las cosas salgan bien. Suele chocar a menudo con Samantha porque ambas tienen maneras completamente diferentes de ver la vida y, aunque a veces se han faltado al respeto la una a la otra, siempre han sabido resolver sus diferencias. Tiene también un lado muy cariñoso y solidario, pues siempre está ahí para ayudar a sus amigas cuando la necesitan.</p><p style="text-align: justify;">Su fuerte creencia en el romanticismo la ha llevado a cometer algunas locuras, como el no mantener relaciones sexuales con su prometido Trey hasta una noche antes de la boda, con consecuencias que no esperaba. También puede mostrarse muy agresiva cuando alguien hace daño a sus amigas, como sucedió cuando Big dejó a Carrie plantada en el altar o cuando un hombre insultó a Miranda llamándola ‘culo gordo’. A pesar de su apariencia frágil, Charlotte es muy fuerte y tiene un gran afán de superación.</p><p style="text-align: justify;">Entre las parejas que ha tenido Charlotte, destacan principalmente dos: Trey y Harry. Charlotte conoció a <b>Trey McDougal</b>, un joven y apuesto cirujano cardíaco, de pura casualidad, cuando ella escapaba de una cita horrible y estuvo a punto de ser atropellada por el taxi en el que viajaba Trey; cuando Trey salió para socorrerla, el flechazo entre los dos fue inmediato. Para Charlotte, Trey es el candidato ideal para ser el marido perfecto, ya que reúne todas las condiciones que busca en un hombre. Trey desciende de una familia escocesa de rancio abolengo, y su madre Bunny actúa como la matriarca de la familia. El carácter dominante de Bunny choca con el de Charlotte, quien no está acostumbrada a tantas faltas de respeto y cortesía (Bunny llega a entrar en su apartamento a cualquier hora del día y sin pedir permiso), y esto a la larga le provoca bastantes preocupaciones. Pero los mayores problemas de Charlotte y Trey surgirán a raíz de su apresurado matrimonio. El primero es la impotencia sexual de Trey, provocada por su incapacidad de ver a Charlotte como pareja sexual. La falta de sexo entre ambos llevará a la primera separación de la pareja, que termina cuando Trey empieza a sentir deseo por Charlotte, trata sus problemas de impotencia y empiezan a tener sexo de manera regular. Nuevamente juntos, tratan de reiniciar su relación, pero Charlotte empieza a insistir en la idea de tener hijos. Al ver que llevan tiempo intentándolo y no consigue quedarse embarazada, se hace unos estudios y descubre que tiene problemas de fertilidad. Charlotte trata por todos los medios de tener un hijo, ya sea recurriendo a la fecundación in vitro o proponiéndole a Trey la adopción. Pero Trey, tras aceptar en un principio, se rinde ante las dificultades y renuncia a seguir intentándolo. Poco tiempo después, y tras darse cuenta de las enormes diferencias que hay entre ellos, Charlotte y Trey deciden divorciarse de mutuo acuerdo.</p><p style="text-align: justify;">Y es durante los trámites de divorcio cuando Charlotte conoce a <b>Harry Goldenblatt</b>, que será su abogado durante el caso. Al principio, a Charlotte no le gusta nada de Harry, ya que es todo lo contrario a lo que le gusta en un hombre: es bajo, calvo, más bien feo, tiene la espalda peluda, suda mucho y come con la boca abierta. Sin embargo, acaba acostándose con él en un impulso, y con Harry disfruta del mejor sexo que ha tenido en su vida. Empiezan a verse de manera regular y, aunque Charlotte se empecina en que su relación sea de solo sexo, al final acaba enamorándose de Harry. Pero se interpone entre ambos su religión, ya que Harry es judío y no puede casarse ni formar una familia con alguien que no sea judío. Es entonces cuando Charlotte, por amor, se convierte al judaísmo. Sus ganas de querer controlarlo todo la llevan a arruinar su relación con Harry, al que llega a decirle, en un arrebato de ira, que le da vergüenza que la vean con él. Tras varias semanas separados, ambos vuelven a verse en un encuentro de solteros en una sinagoga y Charlotte admite ante él sus errores, le pide perdón y le suplica una segunda oportunidad. Harry se emociona tanto que le pide matrimonio allí mismo, y ella acepta. Charlotte y Harry se casan en una ceremonia judía tradicional y exploran la posibilidad de tener hijos. Tras muchos intentos, Charlotte consigue quedarse embarazada, pero aborta muy pronto, lo que la deja completamente destrozada. Finalmente, hacia el final de la serie, los aprueban como padres adoptivos de una niña china a la que llamarán Lily.</p><p style="text-align: justify;">Resulta muy interesante el arco de evolución de Charlotte. Pasa de ser una princesita caprichosa y exigente a amar sin límites a un hombre que es todo lo contrario de lo que a ella le parecía atractivo. Esto nos habla de una Charlotte que aprende a las malas a dejar de lado la superficialidad. Su matrimonio con Trey, basado más en el atractivo que en intereses comunes, le trajo muchos disgustos y la hizo sentirse incapacitada para el amor. Pero con Harry aprende cómo se siente al amar por primera vez en toda su vida, mirando más allá del aspecto físico, al corazón de la otra persona. Es muy divertido verla tratando de adaptarse a la convivencia con Harry en su precioso apartamento de Park Avenue, ya que Harry tiene la costumbre de ir desnudo por la casa y sentarse en los sillones a pelo, así como dejar las bolsitas de té esparcidas por todas partes; tras unos pequeños ajustes, ambos quedan contentos y aprenden a convivir juntos, a quererse y a respetarse mutuamente.</p><p style="text-align: justify;">Otro elemento vital en el desarrollo de la personalidad de Charlotte es su incapacidad para tener hijos. De las cuatro amigas, es la que tiene el instinto maternal más desarrollado, la única que ansía ser madre por encima de todo… y es precisamente la única que no puede conseguirlo a menos que ocurra un milagro. Por eso se siente tan dolida cuando Miranda se queda embarazada por accidente, porque ve lo injusto de su situación y le parece horrible que otra quiera deshacerse de lo que a ella le encantaría tener. Esta carencia de hijos es lo que hace madurar a Charlotte definitivamente, haciéndole ver que todo lo bueno se hace esperar y que no tener lo que tanto ansiaba no quita que pueda ser feliz con lo que ya tiene en su vida.</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-39637887540862728692023-03-05T18:03:00.008+01:002023-03-05T18:14:42.300+01:00Miranda Hobbes, la feminista cínica<p><br /></p><p><b> Miranda Hobbes</b></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRwNV7Ru0zgQBOTAY1Hlrn0QzsuFJ6uX38I4k6PwDTFROb-H-Y8GiuIIimyFPUqCL_1xK9uh4amN4zUvjix6HWF34f2XDmT98X11Y5sX2uMhE_FCNNVC_5HgWZ97OGcYG_tzTgbzV-F77qAxNqjx2Y3jWm7WpUodDrvM-0pvZpMHEga8R4E6BDicWf/s593/miranda.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="443" data-original-width="593" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRwNV7Ru0zgQBOTAY1Hlrn0QzsuFJ6uX38I4k6PwDTFROb-H-Y8GiuIIimyFPUqCL_1xK9uh4amN4zUvjix6HWF34f2XDmT98X11Y5sX2uMhE_FCNNVC_5HgWZ97OGcYG_tzTgbzV-F77qAxNqjx2Y3jWm7WpUodDrvM-0pvZpMHEga8R4E6BDicWf/s320/miranda.jpg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Miranda Hobbes es una feroz abogada de treinta y dos años que vive una vida tan ajetreada como satisfactoria, pues le encanta su trabajo y disfruta de las ventajas que le dan su soltería y su éxito profesional. Dentro del grupo de amigas, es la más cínica en cuestiones sentimentales, pero también suele ser la voz de la razón, motivo por el cual es una de las mejores amigas de Carrie, a quien suele recurrir a menudo cuando tiene dudas.</p><p><br /></p><p><b><i>Biografía</i></b></p><p style="text-align: justify;">Miranda nació y se crio en Filadelfia con su madre y sus dos hermanas. En la serie se nos dice que fue a la Universidad de Harvard, donde se licenció en Derecho en el año 1990. Debido a su carácter competitivo y su afán de perfeccionismo, no resulta extraño que se licenciara como una de las mejores estudiantes de su promoción. Guarda muy buenos recuerdos de su etapa universitaria, de la que conserva camisetas de la universidad y una taza donde suele beber su café matutino.</p><p style="text-align: justify;">Dado que la universidad de Harvard se encuentra en Massachussets, a tres horas de Nueva York, que hubiera conocido a Carrie parece haber sido cuestión de suerte. En cierto momento, se nos dice que Carrie conoció a Miranda al encontrarla llorando en los probadores de unos grandes almacenes, posiblemente debido a su cuerpo desgarbado y poco femenino. A pesar de sus diferencias, no tardaron en hacerse buenas amigas, y Miranda llegó a ser uno de los mayores apoyos en Carrie en todas las decisiones de su vida.</p><p style="text-align: justify;">Miranda acabó mudándose a Nueva York y empezó a trabajar en un bufete de abogados, llegando a ser de las más fuertes y competitivas a pesar del exacerbado machismo que todavía imperaba en dicho sector en los años 90. El éxito de Miranda queda fuera de toda duda cuando vemos que es la primera que consigue comprarse un apartamento magnífico en el corazón de Manhattan sin la ayuda financiera de nadie. Además, puede permitirse contratar a una asistenta para que le mantenga limpia la casa. </p><p style="text-align: justify;">Miranda adora el deporte, ya sea verlo o practicarlo, y es una gran fan del béisbol, en especial de los Yankees de Nueva York. En casa, sin embargo, su pasatiempo favorito es ver telenovelas junto a su gato Gordi mientras come comida china.</p><p style="text-align: justify;">En cuanto a sus relaciones, Miranda siempre ha sido partidaria de no atarse demasiado a ningún hombre. Ha tenido muchas parejas sexuales (ella misma ha contado cuarenta y dos), por lo que se la podría considerar promiscua, pero no llega a los niveles de su amiga Samantha.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><b><i>Personalidad</i></b></p><p style="text-align: justify;">En las primeras temporadas, la imagen de Miranda es muy masculina. A diferencia de sus amigas, ella lleva el pelo corto, viste trajes de corte recto y no usa mucho color en sus atuendos, lo que casa con su carácter perfeccionista y con la imagen profesional que quiere dar. Miranda vive por y para su trabajo, llegando a trabajar hasta cincuenta horas a la semana para obtener la confianza de los socios y recibir los mejores casos, lo que a la larga le otorgará más prestigio dentro del bufete.</p><p style="text-align: justify;">El problema viene cuando la rigidez de Miranda choca de frente con el acercamiento de los demás. Al trabajar en un entorno tan competitivo, es común que Miranda se tome las relaciones amorosas como un juego de poder en el que ella quiere llevar siempre la voz cantante o, por lo menos, estar al mismo nivel que el hombre. Esto la convierte en una mujer muy intransigente con la sensibilidad o defectos de sus parejas. Por ejemplo, se mostró muy molesta cuando una de sus parejas, un hombre criado en una familia muy puritana, se duchaba justo después de tener sexo; y le sucedió lo mismo con otro hombre, de quien no dejaba de quejarse porque él se empeñaba en hablar durante el acto sexual.</p><p style="text-align: justify;">Pese a todo, Miranda es honesta, audaz, inteligente y no tiene miedo a decir lo que piensa, aunque a veces se muestra muy hiriente en sus palabras. Es muy famoso su estallido de furia contra Carrie cuando esta le confiesa que está volviendo a ver a Big, con quien ya había tenido muchos problemas. Tampoco se recató en alzar la voz contra sus amigas porque habían llegado a un punto en el que solo hablaban de hombres. Esto nos dice mucho acerca de su personalidad feminista. Firme defensora de la mujer en puestos de poder, Miranda demuestra día a día que puede lograr por sí misma todo lo que se proponga, aunque para ello tenga que luchar contra todo el sistema. La mayor fortaleza de Miranda se convierte así en su peor debilidad, porque sus elevadas exigencias la vuelven demasiado inflexible con sus seres queridos. Logra el éxito profesional que tanto persigue, pero a cambio se ve obligada a renunciar a los sentimientos. Ella misma se da cuenta de que tiene debilidades, pero no se atreve a confesarlas para no parecer vulnerable ante los demás. </p><p style="text-align: justify;">A primera vista, y a pesar de sus muchas parejas sexuales, se podría pensar que Miranda es la que menos éxito en el amor tendrá. Tiene un humor mordaz, pero en el fondo es la más insegura de las cuatro: sus amigas son mucho más guapas, tienen más estilo, visten mejor que ella… y ella es desgarbada, tiene un cuerpo poco femenino y no le presta mucha atención a detalles como sus uñas o su pelo. Durante una temporada ha tenido que llevar aparato en los dientes, lo que le causaba una gran vergüenza y la hacía mostrarse muy susceptible, pues pensaba que todo el mundo la miraba y se reía de ella. Ocurrió otro tanto cuando se quedó embarazada y engordó, lo que la hizo sentir muy insegura.</p><p style="text-align: justify;">En cuanto a sus principales parejas en la serie, aquellas con las que ha tenido una relación más larga, destacamos a tres. El primero fue <b>Skipper Johnston</b>, un diseñador de páginas web de veintisiete años al que conoce a través de Carrie. Miranda empieza a salir con él de manera esporádica, pero le considera demasiado joven, sensible e inmaduro, y le molesta su visión romántica de la vida, puesto que choca con su cinismo. Aunque mantiene una relación sexual intermitente con Skipper, en realidad Miranda no desea atarse a él, mientras que Skipper sí está terriblemente enamorado de ella, hasta el punto de considerarla la mujer perfecta. La ruptura entre ambos viene dada precisamente por esta desavenencia. En cierto momento, Skipper decide empezar a salir con otra chica, lo que lleva a Miranda a llamarle para disfrutar con él de sexo sin compromiso; Skipper, creyendo que Miranda quiere estar con él para toda la vida, llega incluso a cortar con su chica en medio del acto sexual. Pero, al darse cuenta de que Miranda no quiere nada serio, desaparece de escena y no volveremos a saber nada de él.</p><p style="text-align: justify;">Otra de las relaciones largas de Miranda, ya casi al final de la serie, fue la que mantuvo con el doctor <b>Robert Leeds</b>. Robert es un exitoso médico deportivo de los New York Knicks, a quien Miranda conoce mientras le entrevista con otros miembros de la junta de inquilinos de su edificio para ocupar un apartamento vacante. A la llegada de Robert, Miranda se queda prendada de él. Con el tiempo, los dos comienzan una corta pero ardiente relación romántica (el afán de Miranda por experimentar una relación interracial se debe a su obsesión fanática por una serie de la BBC titulada <i>Jules y Mimi</i>). Pero a pesar de la chispa que hay entre ambos, Miranda no puede controlar su anhelo por Steve. Finalmente, en la fiesta del primer cumpleaños de su hijo, Miranda le confiesa su amor a Steve, dando por terminada su relación con Robert.</p><p style="text-align: justify;">Y así, llegamos a <b>Steve Brady</b>, el gran amor de Miranda. Steve y Miranda se conocieron en el bar donde trabajaba él. Aunque Miranda simplemente ve a Steve como un rollo de una noche después de conocerse, Steve percibe una fuerte conexión y le pide que se vuelvan a ver. Miranda se niega al principio, pero se convierten en pareja después de que ella se dé cuenta de la fuerte atracción que siente por él. La diferencia económica de la pareja crea tensiones en su relación y acaban rompiendo. Sin embargo, mantienen una relación amistosa, que a menudo desemboca en una relación sexual entre ambos. Después de que Steve pierda uno de sus testículos a causa del cáncer, Miranda se compadece y acaba acostándose con él, cosa que provoca su embarazo. Al principio piensa en abortar para evitar que Steve se entere de que está embarazada. Sin embargo, en la clínica cambia de opinión y decide quedarse con el bebé. Fiel a su idea de tener compromiso cero, Miranda le dice a Steve que ella asumirá toda la responsabilidad, incluida la crianza del niño y todos los gastos relacionados, pero que Steve puede "visitarles" cuando quiera. Miranda da a luz a Brady Hobbes (un homenaje a sus respectivos apellidos), y ambos intentan criarlo juntos como pareja platónica. Con el tiempo, Miranda acaba dándose cuenta de que quiere a Steve, pero cuando intenta confesarle lo que siente por él, descubre que está saliendo con otra mujer, Debbie. Finalmente, en la primera fiesta de cumpleaños de Brady, Miranda acaba confesando su amor por Steve y, para su alegría y sorpresa, Steve admite que él también ama a Miranda. Se besan y, a las tres semanas, vuelven a estar juntos; permanecen juntos durante el resto de la serie, acaban casándose y comprando una casa adosada en Brooklyn para su creciente familia.</p><p style="text-align: justify;">El arco de Miranda es uno de los que muestra una mayor evolución, pues acaba convirtiéndose en todo aquello que tanto la repelía al comienzo de la serie. De dura abogada soltera, pasa a ser madre y tener que compaginar su soltería con su carrera profesional y la crianza de un hijo. Es muy interesante ver la evolución de Miranda en este aspecto, que no es sino la evolución del propio personaje. Aunque lucha con uñas y dientes por llevar siempre la vida que quiere, se da cuenta de que los cambios ocurren y tiene que adaptarse lo mejor que pueda. Y así, con el tiempo, comprende que su vida, aunque no es exactamente como se la había imaginado, es maravillosa.</p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-18185800318237922582023-02-27T13:06:00.003+01:002023-03-29T10:52:12.565+02:00Carrie Bradshaw, la escritora cosmopolita<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">No cabe duda de que <i>Sexo en Nueva York</i> marcó un antes y un después dentro de la ficción televisiva. La serie terminó en el año 2004 tras seis exitosas temporadas, pero casi dos décadas más tarde resulta inevitable no disfrutar con los capítulos de una serie que acabó convirtiéndose en un icono de la televisión de los 90 y principios de los 2000. Es una de las series más famosas de todos los tiempos, principalmente gracias a su habilidad para conjugar la personalidad de cuatro mujeres muy diferentes que, salvando las distancias, servían como espejo en el que la mujer de los 90 podía reflejarse. Si a esto le añadimos el toque cómico y un vestuario que causó las delicias de cientos de mujeres, tenemos los elementos necesarios para disfrutar de lo lindo con una serie que no solo servía para evadirse, sino que también nos invitaba a reflexionar sobre situaciones cotidianas que todos hemos vivido alguna vez.</p><p style="text-align: justify;">Hablar de <i>Sexo en Nueva York</i> implica hablar necesariamente de cuatro mujeres, sin las cuales esta serie no existiría. Carrie, Miranda, Charlotte y Samantha forman parte ya del imaginario público. Todos conocemos sus rostros, su personalidad, su manera de actuar, su estilo... Son parte de la cultura popular, y fueron concebidas como tropos de la mujer treintañera de finales del siglo XX, con personalidades en las que podíamos vernos reflejadas o con comportamientos que nosotras mismas podíamos tener. En esta serie de cuatro posts, voy a ir desgranando una por una a estas cuatro mujeres basándome sobre todo en la serie televisiva (voy a obviar detalles de las películas y la nueva serie porque no las he visto). Todas tienen sus más y sus menos, pero todas son inolvidables.</p><p style="text-align: justify;">Espero que os guste.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Carrie Bradshaw</b></p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9lrW3AJmFq-6mTOWUUQIRvrQB8frTBJrWTrBSbhWGgY-CGIgaK4po9TBA1YCczN0fzcyGw-njvCCyO0_MwHGUNnzcKM-49uBMnAYpPawnz7CYLoUYXkF9RRvoXJ8Z_sp_plElkeeldgiBLOF63lAZkZtfOjuhlIiNSFEAmFGtXjmXZvW5oKl1y6kp/s730/sarah-jessica.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="489" data-original-width="730" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9lrW3AJmFq-6mTOWUUQIRvrQB8frTBJrWTrBSbhWGgY-CGIgaK4po9TBA1YCczN0fzcyGw-njvCCyO0_MwHGUNnzcKM-49uBMnAYpPawnz7CYLoUYXkF9RRvoXJ8Z_sp_plElkeeldgiBLOF63lAZkZtfOjuhlIiNSFEAmFGtXjmXZvW5oKl1y6kp/s320/sarah-jessica.jpg" width="320" /></a></div><br /><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">Caroline Marie Bradshaw, más conocida como Carrie, es una escritora treintañera afincada en Nueva York que trabaja como columnista para el periódico <i>The New York Star</i>. Su chispa y su gran sentido de la moda le han granjeado mucha popularidad y la han llevado a convertirse en uno de los iconos de la ciudad de Nueva York. Su columna, titulada precisamente <i>Sexo en Nueva York</i>, es un compendio de sus aventuras sexuales y las de sus amigas, que son fuente de inspiración constante para todo tipo de situaciones.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Biografía</i></b></p><p style="text-align: justify;">Poco se sabe de la vida de Carrie antes de llegar a Nueva York, ya que suele ser bastante reacia a hablar de su pasado. Desde muy temprana edad, sufrió el drama del abandono cuando su padre se fue de casa, dejándola sola con su madre y su hermana menor Dorrit; por aquel entonces, Carrie solo tenía cinco años. Fue al instituto, donde empezó a tener relaciones amorosas con varios chicos, aunque Carrie menciona a dos como aquellos que supusieron un cambio en su vida: un chico llamado Jeremy, del que estuvo muy encaprichada; y Seth Bateman, con quien perdió la virginidad en 9º grado.</p><p style="text-align: justify;">Tras la muerte de su madre, Carrie decidió dejar atrás su hogar y se mudó a Nueva York en el año 1986, con tan solo veinte años, aunque es posible que sus ganas de ir a Nueva York empezasen antes, alrededor de los diecisiete o dieciocho años. Es bastante probable que llegase a la gran ciudad con lo puesto, sin trabajo y sin ahorros, ya que en cierto momento de la serie, su amigo Stanford comenta que cuando él la conoció, Carrie viajaba en el metro y llevaba zuecos (en el original, <i>Candie's</i>). Como tenía cierta experiencia escribiendo para varias revistas, acabó encontrando un empleo como columnista en un pequeño periódico, aunque la fama le vendría unos años más tarde. A finales de los 80 tuvo un encuentro casual con un caramero del restaurante <i>The Saloon </i>del que quedó embarazada; pero como apenas sabía nada del chico y no se sentía preparada para ser madre, se sometió a un aborto.</p><p style="text-align: justify;">Carrie vive en Manhattan, en un pequeño apartamento de renta controlada situado en el Upper East Side, en la 73 entre Park y Madison. Gran amante de las fiestas, sale muchas noches a la semana y se la suele ver en distintos locales de moda. Es fumadora social y a menudo disfruta de cócteles, siendo su favorito el <i>Cosmopolitan </i>(que se popularizó gracias a la serie). Ha tenido varias parejas de corta duración, la mayoría de ellas encuentros de una sola noche o de pocas semanas. Pero aunque disfruta plenamente de su soltería, en el fondo Carrie es una chica bastante romántica y chapada a la antigua. Su mayor sueño es encontrar a un hombre del que enamorarse perdidamente, a pesar de que a menudo se plantea si ella es el tipo de mujer que se casa y forma una familia.</p><p style="text-align: justify;">Carrie escribe una columna semanal para el diario <i>The New York Star</i>. La columna se centra en las aventuras sentimentales propias y las de sus tres amigas Charlotte, Miranda y Samantha, aunque también se inspira en otros amigos para relatar algunas anécdotas. Su columna es tan popular que le ha dado mucha fama en la ciudad; es bastante habitual que la gente la reconozca por la calle y se refieran a ella como un auténtico icono de Nueva York. Más adelante, Carrie comienza a escribir de manera independiente algunos artículos para la revista <i>Vogue</i>. En cierto momento en la serie, surge la posibilidad de que su columna sea adaptada para el guion de una película (que protagonizaría Matthew McConaughey en la ficción); más adelante, dos editoras deciden reunir algunos de sus mejores artículos y los recopilan en un libro que se convierte en todo un <i>best-seller</i>.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Personalidad</i></b></p><p style="text-align: justify;">De las cuatro chicas del grupo, es posible que Carrie sea la más icónica y conocida. Adora la moda, escribe estupendamente sobre sexo y amor, y quiere a sus amigas por encima de todo. Se podría decir de ella que es alegre, ingeniosa, observadora, abierta a vivir nuevas experiencias y a escuchar todo lo que le tienen que decir. Sus amigos suelen confiar en ella para contarle sus problemas y pedirle consejo, demostrando así lo mucho que valoran su opinión.</p><p style="text-align: justify;">Por otra parte, Carrie tiene un carácter que puede resultar difícil de agradar. La forma en que trata a sus amigas y sus parejas, o su tendencia al egocentrismo son defectos que todos podemos señalar, pero que también contribuyen a darle un aire más humano. Las voces en <i>off </i>de la serie nos dan su punto de vista directo, de manera que el espectador pueda comprender lo que pasa por su mente y el por qué de las decisiones que toma, pero, con todo, hay muchos momentos en los que cuesta entenderla.</p><p style="text-align: justify;">Empecemos hablando de la moda: una de las cosas que más fascina de Carrie es su sentido de la moda. Hablamos de una mujer que tiene un guardarropa lleno de vestidos de diseñador y un centenar de zapatos a 450 dólares el par, como mínimo. A pesar de que no deja de ser una escritora con ingresos más bien modestos, es una auténtica fanática de las compras, las marcas y los desfiles de moda. Su obsesión por las compras le ha acarreado a menudo problemas financieros, como el exceder más de una vez el límite de la tarjeta de crédito, por lo que podemos decir que es bastante irresponsable cuando se trata de administrar su dinero. Es muy conocido el gran problema que tuvo cuando se vio obligada a tener que comprar su apartamento, y se dio cuenta de que no tenía ningún ahorro porque a lo largo de su vida se había gastado la friolera de 40.000 dólares solo en zapatos. </p><p style="text-align: justify;">Por otra parte, una faceta de Carrie que gusta poco es su particular concepto de la amistad. Cierto que siempre está ahí para escuchar a sus amigas, apoyarlas y acompañarlas en los momentos más duros o importantes de sus vidas, pero hay ocasiones en las que Carrie se olvida un poco del significado de la palabra ‘amistad’. Son varias las veces en las que es capaz de dejar plantadas a sus amigas porque está con un hombre o porque recibe una llamada, dejándolas colgadas y sin dar explicaciones, y mucho menos disculparse. Se inventa cualquier excusa, pone ojitos de cordero degollado y sus amigas acaban por perdonarla.</p><p style="text-align: justify;">Además de cambiar a sus amigas por hombres cuando le conviene más el plan, Carrie tiende a hacer que todo el universo gire a su alrededor. Si alguna de sus amigas comenta que tiene problemas y que no sabe qué va a hacer para solucionarlos, Carrie rápidamente consigue que la conversación vuelva a centrarse en ella, ya sea contando algo que le ha pasado o enseñando su nuevo bolsito para que opinen de él. Esto nos hace pensar que, en realidad, los problemas de sus amigas no le importan tanto como nos quiere hacer creer, o que necesita desesperadamente ser el centro de atención. Además, suele hacer oídos sordos a los consejos de sus amigas, y si se da la casualidad de que dos de ellas le dan consejos que se contraponen, siempre opta por el que peor resultado le da. También exige mucho de sus amigas mientras que ella no ofrece nada a cambio; sirvan como ejemplos cuando le recriminó a Samantha que no ayudara a Miranda a cuidar de su hijo cuando la propia Carrie tampoco lo hacía, o cuando cargó contra Charlotte porque no le ofreció dinero para pagar sus deudas.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, lo que ningún espectador le ha podido perdonar nunca fue que estigmatizara a Samantha por pillarla practicándole sexo oral a un repartidor de correos en su oficina. Para ser una columnista de sexo, Carrie tiene un pensamiento bastante cerrado. Su manera de llevar el asunto, que para cualquier otra persona habría quedado en una mera anécdota un poco incómoda, es juzgar a Samantha por hacer cosas que ella nunca haría porque le parecen de mal gusto, pero que no dejan de ser la elección de Samantha y su manera de vivir su sexualidad. Y no es esta la única vez que Carrie mostró su lado más retrógrado en lo que a sexo se refiere. En cierta ocasión, tuvo la oportunidad de salir con un joven bisexual llamado Sean, y a Carrie no parecía entrarle en la cabeza que una persona pudiese sentirse atraída por ambos sexos, llegando a cuestionar al chico y decir de él que en realidad era un gay reprimido. Cierto es que la serie tiene más de veinte años y ciertas opiniones que había entonces hoy no las compartimos, pero resulta extraño que esto le ocurra a Carrie, precisamente porque ella escribe sobre sexo y tendría que ser más abierta a la existencia de este tipo de inclinaciones sexuales.</p><p style="text-align: justify;">En cuanto a sus <i>affairs </i>con los hombres, Carrie sobresale por ser la que tiene las relaciones más accidentadas y llenas de altibajos, quizá porque tiene la fea costumbre de tratar a los hombres como pañuelos de usar y tirar o de intentar cambiarlos para que sean como ella quiere. ¿Y qué sucede si estos no pasan por el aro? Pues que Carrie les da un ultimátum que ellos aceptan a regañadientes o lo rechazan y se alejan de ella, dejándola triste, desconsolada y preguntándose qué ha hecho mal.</p><p style="text-align: justify;">Veamos a algunas de sus parejas. De todas las relaciones serias que ha tenido Carrie a lo largo de la serie, es posible que la que más le haya marcado fuese la que mantuvo con <b>Mr. Big</b>, apodo tras el que se esconde John James Preston, un gran empresario neoyorquino. Se conocieron de manera casual, tras tropezar en una calle de Manhattan, y desde entonces Carrie no se lo puede sacar de la cabeza. Tras varios encuentros en fiestas y eventos, empiezan una relación que tendrá muchas idas y venidas, tanto por las inseguridades de Carrie como por la falta de compromiso de Big. Y es que da la sensación de que siempre están en lugares equivocados de la relación. A pesar de ser mayor que Carrie, Big es muy inmaduro, ama demasiado su soltería y detesta que traten de atarle, aunque no se da cuenta de que él mismo está haciendo que los demás se aten a él. Y Carrie, en su afán de exigir demasiado de los demás, se empeña en pedirle cosas que sabe que no está dispuesto a dar o se permite ejercer con él su faceta de salvadora de almas. La dependencia emocional entre ambos es tan grande que han llegado incluso a ser infieles a sus respectivas parejas por estar juntos, aun a sabiendas de que eso les haría daño a todos. A pesar de todo, son incapaces de vivir el uno sin el otro porque, en realidad, son tal para cual.</p><p style="text-align: justify;">La segunda relación más larga de Carrie fue con <b>Aidan Shaw</b>, un guapo diseñador de muebles, dulce y sincero. Para muchos, Aidan era el novio perfecto para Carrie. Es tan atento, amable y servicial que la propia Carrie duda ante tanta perfección, pero finalmente acepta salir con él. Su relación se va al traste cuando Carrie le pone los cuernos con Big, que en esos momentos estaba casado con su segunda esposa Natasha, y se lo confiesa el día en que ambos tienen que ir a una boda, a pocos minutos de salir. Meses después, vuelve a reencontrarse con Aidan y le pide una segunda oportunidad. Aidan acepta y vuelven a salir, y esta vez las cosas avanzan más rápido, pues llegan a vivir juntos una temporada; además, Aidan compra el apartamento de al lado para reformarlo y agrandar el que ya tienen, tras lo cual le pide matrimonio a Carrie. En principio, ella acepta la propuesta, pero a los pocos días empieza a sentirse agobiada por la perspectiva de la boda y porque se da cuenta de que Aidan solo quiere casarse con ella porque sigue sin fiarse de que no vuelva a serle infiel. Tras esta segunda ruptura, Aidan se marcha y lo último que sabemos de él es que se casa con una mujer llamada Kathy, con quien tendrá tres hijos.</p><p style="text-align: justify;">Le toca el turno ahora a <b>Jack Berger</b>, personaje que aparece y desaparece en muy poco tiempo. Se podría decir que Berger es la contraparte intelectual de Carrie. Es un novelista con un sentido del humor bastante sarcástico. La relación entre ellos dos está basada en bromas ingeniosas, pensamientos comunes, cierta atracción y honestidad. Sin embargo, se enturbiará por culpa de las inseguridades profesionales de Berger. Mientras que Carrie empieza a descollar y triunfar como escritora, él se ve cada vez más hundido y no es capaz de salir a flote. Escribe cada vez menos y se enfurece cuando Carrie le hace preguntas sobre sus proyectos. La realidad es que Berger no soporta que su novia tenga más éxito que él, y esto a la larga acabará desgastando la relación, hasta el punto de que Carrie no verá otra solución más que cortar. Sin embargo, Berger se le adelanta y protagoniza la que está considerada como una de las rupturas más miserables de toda la serie: corta con ella a través de un <i>post-it</i>.</p><p style="text-align: justify;">Y, por último, tenemos a <b>Aleksandr Petrovsky</b>, un artista ruso de mediana edad. Su relación empieza muy bien, pero con él Carrie empieza a tener varias crisis de edad, debido a que Aleksandr tiene ya una hija de veinte años y se niega a tener más hijos, lo que hace que Carrie se plantee ciertas cuestiones sobre la maternidad. Finalmente, decide darle una oportunidad a su relación, a pesar del hecho cada vez más notable de que Petrovsky no está tan comprometido emocionalmente como ella. Es muy egotista y vive para su trabajo, algo que ya le acarreó problemas en su anterior matrimonio, que terminó en divorcio. En cierto momento, convence a Carrie de que se vaya a vivir con él a París. Sin embargo, la ilusión de Carrie se viene abajo a los pocos días de estar en la capital francesa, ya que no habla el idioma, está sola todo el día y se da cuenta de que para Petrovsky siempre será algo secundario en su vida. Al final, deja a Petrovsky y se reencuentra con Big, con quien volverá de manera definitiva.</p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-55068121098839665122022-10-30T21:02:00.001+01:002022-10-30T21:02:05.005+01:00'Las ratas', un cuento para Halloween<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">Qué poco falta para que se termine el año, ¿verdad? Muchas cosas han pasado este 2022, que no será recordado como uno de los mejores años de mi vida, pero tampoco de los peores. Mi vida no tiene sobresaltos inesperados, mis seres queridos se encuentran bastante bien y, en general, me puedo considerar una persona feliz. Quizá haga un pequeño repaso de este año más adelante, ya que el tema que me trae aquí es otro.</p><p style="text-align: justify;">Hoy, mirando cositas en Instagram, di con la cuenta de una chica que, en sus stories, había subido un dibujo de Occimorons con el siguiente mensaje:</p><p style="text-align: justify;"><i>Este Halloween no participemos en actividades que tengan psiquiátricos como escenario para recrear historias de miedo usando a personas con problemas de salud mental. Es estigmatizante y una falta de respeto.</i></p><p style="text-align: justify;">Y yo pregunto: ¿Estigmatizante, por qué? ¿Una falta de respeto, por qué? Si hay algo a lo que el ser humano teme por encima de todas las cosas es la enfermedad mental, ya sea propia o la de otro. De hecho, las grandes historias de terror tienen como gran protagonista la enfermedad mental. No estaríamos hablando de <i>Misery </i>de no ser por la psicótica enfermera Annie Wilkes, ni recordaríamos <i>El Resplandor</i> de no ser por Jack Torrance y sus visiones, que recuerdan mucho a la esquizofrenia paranoide. No habríamos sabido del asesino Ted Bundy, que fue diagnosticado como un psicópata maníaco-depresivo. O tampoco de John Forbes Nash, brillante matemático que padecía un trastorno mental que le hacía romper con la realidad y tener delirios de persecución.</p><p style="text-align: justify;">¿Quiero decir con esto que la enfermedad mental es algo terrible que siempre termina en crimen? Desde luego que no; de hecho, con el debido tratamiento, una persona con una enfermedad mental puede llevar una vida perfectamente normal. No todos los esquizofrénicos se están preparando para atacarte porque se lo ordenan las voces de su cabeza, y no todos los psicópatas acaban convirtiéndose en asesinos seriales. Pero hay que reconocer que la enfermedad mental causa un pavor difícil de describir, porque el ser humano es incapaz de comprenderla, tanto si la padece él como si la padece otro. Tememos lo que no conocemos, y si se trata de algo que puede llegar a convertirse en potencialmente peligroso, más miedo nos causará. Pero de ahí a decir que es una falta de respeto o que estigmatiza a quien la padece, hay un abismo muy grande.</p><p style="text-align: justify;">Sinceramente, a mí esto de proponer que se quite el tema del psiquiátrico del mundo del terror me parece que es otra de tantas imposiciones que se quieren hacer desde ciertos sectores progresistas. Y como a mí no me gustan las imposiciones, y menos aún cuando tocan mi creatividad, pues he decidido pasar de todo y traeros este cuento que he escrito para celebrar el mes de Halloween. Me haría muy feliz que lo leyerais y comentarais lo que más os gusta y lo que no os ha gustado tanto; eso sí, os pediría que no lo reproduzcáis a menos que me citéis como autora y pongáis un enlace a este blog, que es donde procede.</p><p style="text-align: justify;">¡Hasta pronto!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><br /></p><p style="text-align: center;"><b><i>LAS RATAS</i></b></p><p><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Es cierto! ¡Todo lo que les he dicho es completamente cierto! Sí, sé lo que están pensando: que soy una persona de mente inestable, con paranoia y alucinaciones. Conozco lo que dicen esos informes que tienen ustedes ahí delante, y les puedo asegurar que todo lo que dicen es verdad. Pero también es verdad, y quiero que me escuchen bien, que todo aquello con lo que sueño se hace realidad.</p><p style="text-align: justify;">Esto es difícil de explicar. Mi madre sabría decírselo mejor, pero la pobre ya no está en este mundo. Mi madre, bendita sea, también tenía lo mismo que yo. Ella decía que era un don, un regalo de Dios… pero yo creo que es una maldición. Tiene que serlo. Yo… Mis sueños no deberían hacerse realidad. Si al menos fuesen buenos sueños… Pero lo que yo tengo son pesadillas. Cosas espantosas pasan por mi cabeza, toman forma en mis sueños y cobran vida al despertar. Son productos de mi imaginación exaltada, lo sé, pero eso no los hace menos reales. Están vivos… y vienen a por mí.</p><p style="text-align: justify;">Primero vinieron las serpientes. Odio las serpientes, las detesto. Son falsas y traicioneras, y se arrastran de una manera horrible. Las detesto tanto que procuro no pensar en ellas, pero a veces mis pensamientos me traicionan y sueño con ellas. Entonces es cuando se convierten en seres de carne y hueso y reptan hacia mí para atacarme con sus colmillos afilados. ¡No traten de negarlo! ¿Qué saben ustedes de lo que yo veo? Si estuvieran en mi lugar, ustedes también lo verían, pero prefieren fiarse de lo que dicen esos informes, ¿verdad? Los médicos les han contado que esas serpientes no eran más que mis sábanas hechas jirones, pero eran serpientes antes de que yo las matara estrangulándolas.</p><p style="text-align: justify;">Sucedió lo mismo con las arañas. Aquella noche soñé con arañas negras y peludas que trepaban por mis piernas y se metían entre mi ropa. ¡Oh, qué asco sentí al verlas! Me causaron tanta repulsa que quería aplastarlas bajo mi zapato, estrujarlas hasta que dejaran de moverse. Y eso hice: las maté una por una, y sus restos se convirtieron en pelusas. Sí, esas mismas pelusas de las que seguramente les han hablado los médicos que me atienden. Durante días estuvieron tratando de convencerme de que había estado pisoteando pelusas. Siguieron sin creerme. No entendían que se habían convertido en pelusas después de que yo las matara. Para ellos fue muy fácil limpiar el estropicio después de que yo hubiera hecho el trabajo sucio. Solo tuvieron que recoger pelusas en vez de cadáveres de araña machacados. </p><p style="text-align: justify;">¿Y ahora qué? ¿Qué les han dicho de mí después de lo ocurrido? Que soy un lunático, un demente y un asesino. Pero les vuelvo a decir que yo sé lo que vi. ¡Y lo que vi fueron ratas! ¡Horribles, apestosas ratas! ¡Las odio con todo mi ser! Las serpientes me causan desagrado y por las arañas no siento más que asco, pero las ratas… ¡Oh, las ratas en verdad sacan lo peor de mí! Son asquerosas, repulsivas, con esos dientecillos que lo muerden todo. ¡Ojalá desapareciesen todas las ratas del mundo! De todos modos, ¿para qué sirven? Son una plaga, y las plagas hay que destruirlas. Ratas… ¡Ratas! Aquella noche soñé con ellas, y fue la peor pesadilla que tuve en muchos años. Cuando las vi trepando por mis piernas, supe que era cuestión de tiempo que se convirtieran en criaturas de carne y hueso. Tenía que matarlas, ¿no pueden entenderlo? ¿Qué hubieran hecho ustedes en mi lugar? Estoy seguro de que harían lo mismo que yo: aplastarlas a martillazos si fuese necesario.</p><p style="text-align: justify;">A nosotros no se nos permite tener martillos, pero el ingenio del ser humano es brillante cuando se trata de su propia supervivencia. Las ratas aparecieron ante mí a la hora de comer, cuando todos los internos estábamos reunidos en el comedor principal. Aparecieron en la mesa para devorar todo lo que allí hubiera y para morderme las manos, y yo hice lo normal: defenderme. Agarré el tenedor y lo clavé una, y otra, y otra vez en todos y cada uno de esos repugnantes roedores, hasta que todos murieron desangrados. ¿Cómo iba a saber yo que las ratas se iban a transformar en las manos de los enfermos que residen aquí? ¡Yo no tenía manera de saberlo y además tenía que defenderme! Ustedes me entienden, ¿verdad que sí? Ahora es cuando me dirán que me comprenden perfectamente, que lo mismo hubieran hecho ustedes en mi situación. Eran las ratas o yo; no tenía otra alternativa. Yo no quería hacerle daño a nadie. Soy un buen hombre, lo juro. ¡Lo juro! ¡No quería hacerle daño a nadie! Pero las manos mutiladas… Tantos gritos, tanta sangre derramada…</p><p style="text-align: justify;">Que Dios me ayude y me salve. El Infierno me aguarda y será una habitación llena de ratas.</p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-55303484372949531722022-09-02T23:40:00.003+02:002022-09-03T00:15:49.929+02:00Callaos la puta boca<p> </p><p style="text-align: justify;">Antes de empezar esta entrada, me gustaría lanzar una pregunta al aire: ¿Yo le debo algo a alguien?</p><p style="text-align: justify;">Lo digo porque ayer me metí en un grupo en Facebook donde se discutía acerca de los cambios raciales incluidos en la serie <i>La Casa del Dragón</i>, que se emite actualmente en la plataforma HBO. El tema del debate surgía a colación de unas declaraciones del actor Steve Toussaint, quien interpreta a Corlys Velaryon en la serie, y que afirmaba que la oleada de críticas que recibía su personaje se debía a que los espectadores racistas no soportaban ver a un negro interpretando a un personaje rico y noble, y que hubieran preferido verlo como pirata y malhechor. Mi intervención se limitaba a señalar que tal cosa no era cierta: que si los fans criticábamos su elección para tal papel se debía más bien a que no encaja con la imagen que se nos hizo ver sobre los oriundos de Valyria, que suelen ser descritos como de piel pálida, cabellos de color blanco o platino, belleza fuera de lo común y ojos de color lila, índigo o violeta.</p><p style="text-align: justify;">Adivinad qué: No tardó en asaltarme el típico defensor de lo políticamente correcto para señalar mi racismo y, de paso, animar a otros a que se unieran a la fiesta. El resultado fue que una horda de guerreros de la justicia social se lanzaron a por mí a insultarme, a tergiversar mis palabras, a burlarse de mí y a ridiculizarme por el simple hecho de haber expresado mi opinión y haber argumentado. Sus ataques pueden resumirse en una frase tan simplista, tan absoluta y tan radical como la que sigue: <i>Si no te gusta el personaje porque es negro, es que eres racista</i>.</p><p style="text-align: justify;">Confieso que el insulto me dolió y me hizo sentir molesta. Y no soy la mejor persona del mundo cuando me cabreo, ya que suelo decir cosas de las que quizás después me arrepienta. No quería contestar en caliente porque me conozco y sé que podría estallar, pero eso no significa que sus comentarios no me afecten, sobre todo cuando provienen de personas que no me conocen y que, no obstante, se atreven a juzgarme basándose en su propia ideología para ello. Porque sí, amigos, los progres se valen de su ideología para normalizar cosas estúpidas que ellos ven correctas porque se adapta a su manera de ver el mundo como un lugar bonito, justo e inclusivo para todos. Excepto para los que no piensan igual que ellos, claro.</p><p style="text-align: justify;">De primeras, que a mí me moleste una mala adaptación que hicieron de un personaje no me convierte en una mala persona. En el fondo no deja de ser una estupidez, pero esta gente, con argumentos ladinos y tendenciosos, descontextualizan la situación y le dan un matiz negativo que nada tiene que ver. Da igual el tema del que se trate: ellos siempre verán tu crítica como un ataque a la raza o al género, y como son guerreros de la justicia, su deber es señalarte como racista, machista, fascista o lo que sea, solo porque no piensas igual que ellos y te niegas a pasar por el aro que ellos cruzaron alegremente. Es muy común que se pongan a la defensiva y hagan comparaciones con cosas que no son equiparables, buscando la manera de dejarte en ridículo y hacerte callar.</p><p style="text-align: justify;">No es la primera vez que ocurre esto. Esta dinámica de aceptar sin rechistar la cuota de inclusividad que ofrecen las nuevas series y películas que salen actualmente lleva unos cuantos años dándose en nuestra sociedad. Pasó algo así cuando se estrenó en teatros la última obra del universo de Harry Potter, titulada <i>Harry Potter y el Legado Maldito</i>, en donde la actriz que interpretaba a Hermione Granger era de raza negra, lo cual la alejaba muchísimo de la imagen cinematográfica que todos teníamos de ella. No fueron pocos los fans que se quejaron de esto y, aunque es bien cierto que cada persona es un mundo y que nunca llueve a gusto de todos, debo reconocer que sus críticas tenían cierta base.</p><p style="text-align: justify;">Cuando un escritor concibe una historia, su imaginación dibuja todo tipo de lugares, nombres y escenarios que le van a dar vida y riqueza a lo que quiere contar. Por eso, cuanto más fantástico es el mundo, más curiosos son los parajes por donde van los personajes y más rarezas encontramos. Mundos donde existen los dragones, los ángeles, las sirenas y los elfos; lugares encantados donde las ciudades se construyen en los aires o en el fondo del mar, o incluso en el espacio exterior. Y razas de todo tipo, cada una con sus características definitorias, su historia y sus peculiaridades.</p><p style="text-align: justify;">En el mundo creado por George R. R. Martin hay una gran variedad racial, muchas veces dependiendo del lugar de procedencia del personaje. Es más probable que encontremos personas de raza negra en Astapor o en las Islas del Verano antes que en Poniente, donde predominan las personas de raza blanca. Otro tanto ocurre con Valyria y sus habitantes, pues el propio Martin les describió de una forma un tanto similar a los Altos Elfos de Tolkien, con esa majestuosidad y ese aspecto físico fuera de lo común. Y sí, es muy probable que Martin los dibujase blancos en su fantasía. Aunque hace poco declaró en una entrevista que le parecía interesante la idea de haber hecho negros a los valyrios, afirmó que tal idea se le había ocurrido demasiado tarde. En otras palabras, que en su momento se decantó por hacer blancos a los valyrios y no solo eso, sino que también los volvió celosos de la pureza de su sangre, llegando a recurrir al incesto en numerosas ocasiones por su obsesión con mantener pura su sangre valyria. El lore está ya terminado; las características de las diferentes razas ya están establecidas. Entonces, ¿por qué cambiar ahora e introducir a un actor negro cuyo aspecto no encaja con el personaje que interpreta?</p><p style="text-align: justify;">La respuesta está clara: agenda política. Las productoras cinematográficas y las diferentes plataformas de televisión están muy puestas en los temas que saben que les van a garantizar más apoyo y subvenciones por parte de los Gobiernos, y da la casualidad de que todo el movimiento progresista es de lo más generoso en ese aspecto. Cuando no es el feminismo el que pide más visibilidad, es el movimiento LGBTIQ+; y cuando este tema ya está muy gastado, le toca el turno de reivindicación al <i>Black Lives Matter</i>. Con el objetivo de alcanzar una mayor visibilización, las productoras deben cumplir una serie de cuotas en pantalla, que pasan por poner a más personajes femeninos inteligentes (cosa que consiguen haciendo que los personajes masculinos sean bobos), a personajes con género fluido o no binario, relaciones homosexuales metidas con calzador y, por supuesto, actores de raza negra interpretando a personajes que fueron concebidos como de raza blanca. Excusas para justificar esto tienen muchas: que si estos cambios no afectan a la trama, que si no se menciona en ninguna parte del material original, que si no te gustan los cambios es porque tienes problemas con ese grupo desfavorecido... Da igual que los cambios choquen con la coherencia de la trama o el lore establecido, o incluso con el propio <i>legendarium </i>del autor. Lo único que les importa es cumplir las cuotas establecidas y cobrar la sustanciosa subvención.</p><p style="text-align: justify;">No hace falta más que echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta de que estamos rodeados de agenda política inclusiva. La polémica saltó en su día por la pésima representación del que será el <i>live action</i> de <i>La Sirenita</i> de Disney (también conocida como <i>La Sinegrita</i>), pues el personaje de Ariel pasó de ser una adolescente blanca y pelirroja a una mujer de raza negra que no se parece en nada al entrañable personaje animado. Pasó tres cuartos de lo mismo con la última adaptación de Netflix de <i>Ana Bolena</i>, en la que la segunda esposa de Enrique VIII no solo es interpretada por una mujer negra, sino que además es víctima del patriarcado opresor (y así, de paso, cumplimos la cuota feminista). También se repite la historia en la muy reciente <i>Los Anillos de Poder</i>, creada por Amazon Prime Video, con la inclusión de un elfo de raza negra cuando en el lore original de Tolkien se les describe como criaturas de piel pálida y casi resplandeciente.</p><p style="text-align: justify;">Pero, ¿cuál es el problema que los fans tenemos con estas adaptaciones? ¿Será verdad que nos importa más el color de la piel que la trama que subyace en la película? Yo diría que no, y es fácil de demostrar. Para empezar, porque cuando un fan se mete de lleno en el lore de una saga, trata de aprender lo más posible de ella, embeberse de esa cultura fantástica y reconocer a los personajes por sus rasgos físicos. Por eso, cuando distintos artistas dibujan al mismo personaje, cada uno con su estilo, seguimos reconociendo al personaje, porque tiene una serie de rasgos y características que le hacen único.</p><p style="text-align: justify;">El problema principal es que los guionistas se saltan una norma y luego no la justifican. Cambian la raza o el sexo de un personaje pero no se molestan en explicar el por qué de ese cambio y las alteraciones que provocará en la trama principal; a cambio, te pondrán delante una lista donde expondrán punto por punto por qué te tiene que gustar su serie o película de turno. ¿Y por qué me tendría que gustar? Mis gustos son muy personales y algo puede gustarme por una cosa o disgustarme por otra, y eso puede ser todo lo arbitrario que yo quiera. El diseño de un personaje es muy importante, llegando en ocasiones a ser indispensable para el éxito de una serie o película. Pero las productoras saben que hay muchos estúpidos que defienden a capa y espada la inclusión y que van a ver sus series y películas. A Netflix, Disney, Amazon y HBO les importa una mierda la inclusión, el feminismo o las cuestiones de género. Lo único que les importa es el dinero, y saben que la inclusión forzada se lo está dando. Y digo más: les importa un carajo el material que están adaptando porque no le tienen el menor respeto. En el fondo, desprecian dichas obras, y la única razón por la que las quieren es porque sienten que es su deber corregirlas. Tolkien, Martin y muchos otros cometieron el gravísimo error de contar su propia historia sin prever las reacciones del BLM, el feminismo y el movimiento LGBTIQ; por eso ahora hay que llenar sus historias de mujeres superpoderosas que no quieren ser salvadas por hombres, de personajes que sufren ansiedad si no les hablan en género neutro, o inclusión de razas sin venir a cuento aunque eso destruya parte de los pilares de la trama. Por eso las productoras toman el discurso progre y se aferran a él, lo hacen suyo y lo utilizan para atacar al que se queja de esto. En el fondo, lo que quieren es que nos sintamos culpables por rechazar los cambios. Reducen el argumento al mínimo absurdo y recurren a la vieja confiable: no te gusta porque eres racista/machista/fascista.</p><p style="text-align: justify;">Así me ha sucedido a mí en estos últimos dos días. Después de mi comentario y de abrir debate con otro usuario, me encontré de pronto con una avalancha de wokes que me asaltaron con insultos e intentos de ridiculizarme. Que por qué le daba tanta importancia a la piel y no a los ojos de los valyrios. Que por qué criticaba el cambio de raza si hasta el propio Martin lo aprobaba. Que si lo mío es racismo encubierto. Que si sabes que es un mundo ficticio, ¿no? Que si no veas la serie y ya. Que si eres una racista de mierda. Que si tú eres fea y gorda pero te disfrazas de personajes delgados y atractivos y los demás no nos quejamos. Que te calles la boca de una vez.</p><p style="text-align: justify;">A esto hemos llegado con la dictadura progre, lo que no deja de ser curioso. Son los adalides de la justicia social, los guerreros de la tolerancia, expertos en dar voz a todo el mundo... pero cuando difieres de sus opiniones, son los primeros en ridiculizarte, humillarte y cancelarte. Los más atrevidos disfrutan insultando y poniendo fotos tuyas para que todos puedan verte y ponerte cara. Eso es lo que me han hecho a mí. Esos valientes defensores de la justicia han ido todos a una contra mí sin aportar el menor argumento coherente, con el único objetivo de rebajarme y hacerme callar porque mis palabras les molestaban. Porque mi opinión no les gustaba.</p><p style="text-align: justify;">¿Queréis saber lo peor? Que esto no se reduce solo a un grupo de imbéciles que pululan por Facebook. Las propias estrellas del celuloide se están metiendo en estos jardines y ahora son los primeros en proclamarse abanderados de las grandes causas y mandar callar a aquellos que no compartan su visión sesgada de la realidad. Le pasó a J.K. Rowling cuando dijo sin tapujos que estaba muy contenta con la versión negra de Hermione dado que ella nunca había dicho de qué raza era la joven bruja... para que tres doritos después vinieran los fans a señalarle algunos párrafos escritos por ella misma en la que habla de la palidez del cutis de Hermione. Le pasó también a Ewan McGreggor con el feminismo en la infumable película <i>Aves de Presa</i>, y ahora ha vuelto a pasar con Morfydd Clark, actriz que interpreta a la versión empoderada de Galadriel en <i>Los Anillos de Poder</i>, que publicó unas <i>stories </i>en Instagram instando a la gente que se queja de la raza de sus compañeros de reparto a que se larguen de su página, que se vayan de internet y que se callen la puta boca (sic).</p><p style="text-align: justify;">Todo esto me demuestra, una vez más, que tanto HBO como otras plataformas se están dando cuenta de que a muchos fans no les gustan los cambios que les están imponiendo, y por ello han elaborado un arma contra el fandom disidente, que consiste en echarle la culpa de que no estén satisfechos con los cambios. Se llegó a tal extremo de cinismo que la propia Disney advirtió a Moses Ingram, actriz que interpreta a Reva Sevander en la serie <i>Obi-Wan Kenobi</i>, de que seguramente recibiría muchos ataques de fanáticos en redes sociales por ser de raza negra, cuando cualquiera que conozca un mínimo del lore de <i>Star Wars</i> sabe que esto es absurdo, ya que la Galaxia siempre se ha mostrado como un lugar donde tienen cabida todo tipo de razas, tanto humanas como de otros planetas. Esto me parece de un descaro increíble, y más todavía porque se nota que la campaña de marketing está enfocada a echarle la culpa a otros de lo malo que pase. Cuando el producto no gusta, se culpa al fandom que protesta, se le acusa de todo lo imaginable y así es como se lavan las manos.</p><p style="text-align: justify;">Y cuidado, que esto no tiene nada que ver con el acoso que los actores reciben en redes sociales por parte de los sectores más radicales del fandom, que los hay. No defiendo ni defenderé JAMÁS que a un actor negro se le insulte y denigre por su raza. Por muy poco que me guste su elección para el papel, eso no tiene nada que ver con su talento para la interpretación ni mucho menos con su color de piel. Por eso no defiendo que a Halle Bailey se la haya insultado, o que Steve Toussaint reciba ataques racistas. Sus argumentos para defenderse no son los acertados, ya que proyecta el odio de unos pocos a todo el fandom disidente, y eso tampoco está bien. Los fans tenemos el mismo derecho a opinar que el resto del mundo, así nuestras opiniones resulten impopulares para el sector progre. Lo que las productoras parecen no entender es que los fans no somos sus hormigas, que tenemos pensamiento y gustos propios y que podemos elegir qué consumir y cómo nos gusta consumirlo. Y eso no nos convierte en malas personas.</p><p style="text-align: justify;">Llevo ya una temporada en la que estoy más que harta de los progres. Entre <i>Juego de Tronos</i>, la película de <i>Lightyear</i>, la <i>Casa del Dragón</i> y ahora la reciente <i>Los Anillos de Poder</i>, me siento agotada física y mentalmente. Estoy harta de sus argumentos estúpidos, de que me insulten por querer explicar mi punto de vista, de ser demonizada por pedir criterio y coherencia. Quiero que me dejen en paz, que me dejen opinar y que aprendan a tener respeto hacia los demás. Me he estado planteando hacerme una cura de redes sociales apartándome una temporada, sobre todo por mi salud mental. He llegado incluso a pensar en autocensurarme y a evitar dar mi opinión para evitar ataques como el que he recibido estos días, pero eso me repugna y me parece que es como darles la razón. Pero aunque no me faltan ganas, no seré como ellos y no oirán de mí la frase que pone título a este artículo. No les mandaré callar.</p><p style="text-align: justify;">Porque yo sí sé mostrar respeto hacia los demás aunque sus opiniones no coincidan con las mías.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-48050094643575108702022-07-25T20:20:00.004+02:002023-04-14T12:43:28.100+02:00La caída de Rory Gilmore<p> </p><p style="text-align: justify;">Para las chicas tímidas, solitarias y centradas en los estudios como yo, Rory Gilmore era todo un icono y modelo a seguir. La coprotagonista de la famosa serie <i>Gilmore Girls</i>, creada por Amy Sherman-Palladino, representaba a un tipo de chica que pocas veces se veía en un papel principal: el de la chica joven centrada, responsable y dedicada a sus estudios que quería convertirse en una mujer de éxito en el futuro. Además, era muy guapa, inteligente, y con un gusto musical y literario impresionante. La serie te hacía adorar a Rory, admirarla y querer ser como ella. Era todo un ejemplo a seguir para cualquier estudiante, porque todo lo que la concernía parecía destinado a encumbrarla y convertirla en una triunfadora. Cuando me sentaba a ver la serie, sentía una gran conexión con Rory... hasta que volví a ver la serie años después y descubrí que no era tan perfecta como me la querían mostrar.</p><p style="text-align: justify;">Cuando la serie <i>Gilmore Girls</i> salió en antena allá por el año 2000, fui una de las muchas personas que quedó encandilada por la sencillez y, al mismo tiempo, complejidad de la trama. El argumento en sí es de lo más sencillo: Una madre joven y su hija adolescente en su día a día, con sus pequeños conflictos, sus relaciones, amistades y desafíos cotidianos. La gracia de la serie no estaba tanto en el hecho de que Lorelai, la madre, hubiera tenido a su hija Rory a la temprana edad de dieciséis años, sino en la relación madre/hija que tenían, más parecida a la amistad que los padres de los tardíos años 90 querían tener con sus propios hijos. Ambas chicas Gilmore tenían los mismos gustos y un gran conocimiento de la cultura popular, y sus rápidos e ingeniosos diálogos eran la chispa de la serie, lo que le daba verdadera personalidad y lo que al final acabó haciéndolas inmortales. La serie, todo hay que decirlo, estaba escrita de manera impecable, inteligente y con un buen desarrollo de personajes. En resumen, lo tenía todo para gustarme, y lo logró.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, los años no perdonan y revisionar una serie puede hacer que pierda el encanto del que disfrutaba en su época. Al fin y al cabo, los tiempos cambian, maduramos y vemos las cosas desde otra perspectiva, y todo eso afecta a nuestros recuerdos. Por eso solemos rememorar nuestra infancia como la mejor del mundo, las series que veíamos eran insuperables, la música muchísimo mejor que la que hay ahora. Es el signo de los tiempos, de todos los tiempos, porque pasa en todas las épocas. Por desgracia para mí, el volver a ver <i>Gilmore Girls</i> tuvo la mala fortuna de hacerme cambiar de punto de vista acerca de las protagonistas, pero especialmente de Rory Gilmore. Ya en su día me cansé un poco de ver la serie allá por la tercera o cuarta temporada, de modo que tomé el toro por los cuernos y decidí que volvería a ver la serie, esta vez entera, para poder juzgar con mejor criterio. Asimismo, aproveché para ver también el revival que sacó Netflix allá por el 2016 para ver lo que había sido de los personajes que en su día tanto me habían gustado. Y el resultado es este post que hoy os traigo, en el que me centro en la gran decepción que sentí con el ascenso y caída de Rory Gilmore.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>ATENCIÓN:</b> A partir de aquí, habrá SPOILERS de absolutamente toda la serie, sobre todo de aspectos concernientes al final y el destino de sus protagonistas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOikviYXWIg2RRoBeQ6ERB3SZOdN_jbNGbXIjytlM5fA_m8VggwforxYM6bCc82_K35bhkewG9zoxXY--MjWTvCREsqIXtVXFdS5GKG7K3YfhFnKDwbTLZttnP4Q5IkcjiNlqPkORJYdu9coDV71VZGukwr-rr_ecSYGxNHJ5Vi1HAE7eXirFufY_H/s275/images.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOikviYXWIg2RRoBeQ6ERB3SZOdN_jbNGbXIjytlM5fA_m8VggwforxYM6bCc82_K35bhkewG9zoxXY--MjWTvCREsqIXtVXFdS5GKG7K3YfhFnKDwbTLZttnP4Q5IkcjiNlqPkORJYdu9coDV71VZGukwr-rr_ecSYGxNHJ5Vi1HAE7eXirFufY_H/s1600/images.jpg" width="183" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>La Princesa de Stars Hollow</b></p><p style="text-align: justify;">Si no habéis visto <i>Gilmore Girls</i>, aquí va un pequeño resumen. La historia sigue la vida de Lorelai Gilmore y su hija Rory, la cual se desarrolla en un pequeño pueblecito ficticio de Connecticut llamado Stars Hollow. Al comenzar la serie, Lorelai se ve obligada a pedirle dinero prestado a sus padres, con los que apenas tiene relación, para que Rory pueda matricularse en la prestigiosa escuela privada Chilton y así tener un mejor acceso a la universidad de Harvard, el sueño de Rory. Como condición a cambio del préstamo, Lorelai y Rory deben cenar con ellos todos los viernes y estarán presentes en su vida de manera continua. Los padres de Lorelai, Richard y Emily Gilmore, pertenecen a la clase alta de Hartford y tienen una relación muy tirante con Lorelai, ya que esta se quedó embarazada a los dieciséis años y huyó de casa cuando se enteró de que querían obligarla a casarse con su novio de entonces y padre de su hija, Christopher. Buscó refugio en un pequeño hotel de Stars Hollow y la dueña las acogió a ella y a Rory, ofreciéndole a Lorelai un lugar donde vivir y un trabajo. Con el tiempo, Lorelai acabará convirtiéndose en la directora del hotel, y Rory crece siendo una chica emocionalmente sana, inteligente y madura para su edad. Debido a ese suceso del pasado, Lorelai es muy reacia a tener contacto con sus padres, a los que considera unos monstruos dominantes y destructores de sueños, de modo que será la sensata Rory la que desde el principio actúe como punto de unión entre ambas partes.</p><p style="text-align: justify;">Al principio de la serie, se nos presenta a Rory como una chica más bien tímida, solitaria y con la nariz siempre metida en los libros. Tiene una meta muy clara en su vida: ingresar en la universidad de Harvard y convertirse en periodista para emular a su ídolo, Christiane Amanpour. Para mí fue muy fácil conectar con Rory porque mi personalidad era casi un calco de la suya, sobre todo en el año 2000, cuando empezó la serie. Pero con el tiempo me llevé un chasco, pues me di cuenta de que Rory Gilmore era, en realidad, una persona horrible. No solo eso: la han convertido en una completa negada, y lo peor de todo es que en la propia serie nos daban pistas de que todo iba a terminar así.</p><p style="text-align: justify;">Analicemos la situación: Rory Gilmore es hija y nieta única. La vida de su madre y la de sus abuelos gira siempre a su alrededor; todo lo que dicen, piensan o hacen tiene su foco en Rory. Es un ángel perfecto y maravilloso: dulce, cariñosa, inocente, inteligentísima. Por si fuera poco, es una estudiante modelo, le encanta leer, es buena con sus compañeros, el ojito derecho de los profesores y hace amigos hasta en la cola del baño. A pesar de que tiene una gran conexión con su madre, Rory posee muchas virtudes de las que Lorelai carece: Es más ordenada, rigurosa, responsable, educada y madura que la mujer que le dio la vida. Toda la familia tiene la idea de que Rory es la elegida que va a <i>salvar </i>el apellido Gilmore, entendiendo por esto que no cometerá los mismos errores que cometió Lorelai y que llegará a ser alguien importante en el futuro. Como si Lorelai, que ha trabajado duro hasta llegar a dirigir un hotel, sacarse la carrera de Empresariales y comprar su propia posada, fuese una fracasada total.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOpyXd0fN_tqishMxthEAfpZhhC8xSvL62EBEPxpg_6BlrywEDXz7nloy9Kss5fO6nbn_TThOMrT8qsbb2cPN_UKccSF10Gbjjls3PTsSNyZnJ8dum3rUp8SHm_6WQrk0sT1Hs__vPQofQHua4NDdHiH85OBUknILPgKH_DDnZv34elg7g5uR1fPQ2/s1280/Business_Insider_Mexico_Gilmore-Girls-1280x620.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="620" data-original-width="1280" height="155" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOpyXd0fN_tqishMxthEAfpZhhC8xSvL62EBEPxpg_6BlrywEDXz7nloy9Kss5fO6nbn_TThOMrT8qsbb2cPN_UKccSF10Gbjjls3PTsSNyZnJ8dum3rUp8SHm_6WQrk0sT1Hs__vPQofQHua4NDdHiH85OBUknILPgKH_DDnZv34elg7g5uR1fPQ2/s320/Business_Insider_Mexico_Gilmore-Girls-1280x620.jpg" width="320" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Pero quietos, que Rory no solo es querida dentro de su propia familia: ¡Todo Stars Hollow la adora! Luke, el dueño de la cafetería, la quiere con amor de padre; sus vecinos siempre cuentan con ella y se interesan por su vida (a veces demasiado); gusta a todos los chicos que posan su mirada sobre ella… A Rory la vida le sonríe siempre. Se le facilita todo, se le consiente todo y se le perdona todo con la excusa de que es una chica especial y extraordinaria. Quienes la rodean están a todas horas asombrándose de lo lista y culta que es. El desmedido amor que provoca esta chica llega a un punto tal que causa una gran ceguera en el resto de personajes que la rodean. Está tan endiosada que no se concibe que Rory pueda cometer errores y equivocarse como cualquier ser humano, y cuando lo hace es motivo de gran preocupación. Eso sí, para que no pierda su aura divina, sus allegados se apresuran a liberarla de la culpa y achacársela a las circunstancias o a las malas compañías. Por lo tanto, vistos estos precedentes, no resulta extraño que Rory acabe creyéndose por encima de los demás, se vuelva más autoritaria y arrogante, y se enfade cuando algo no le sale bien o no lo consigue con la facilidad que espera.</p><p style="text-align: justify;">Está bastante claro que Rory padece el síndrome del personaje principal. Está tan convencida de que es la protagonista de la historia que se justifican comportamientos bastante dudosos por su parte, como el hecho de robar un yate durante un berrinche o tener romances con hombres casados o comprometidos. Su actitud ante la vida y el hecho de considerarse una triunfadora nata mientras aparenta ser humilde es un reflejo de lo que muchos tildan de <i>privilegio millenial. </i>Ese es uno de sus mayores problemas: su incapacidad para aceptar lo privilegiada que es. Tanto a Rory como a Lorelai les encanta pensar que están muy en contacto con la clase obrera solo porque Lorelai decidió renunciar al dinero y protección de sus padres cuando se quedó embarazada. Sin embargo, a lo largo de la serie no tienen ningún problema en acudir a Richard y Emily cuando hace falta dinero: pagar la escuela privada de Rory, conseguir un coche nuevo, la matrícula de Yale, viajes a Europa, y así un largo etcétera.</p><p style="text-align: justify;">A medida que avanza la serie, vemos con mayor claridad que Rory se siente mucho más cómoda dentro del mundo privilegiado en el que se mueven sus abuelos y su novio Logan, pero aun así se niega rotundamente a admitirlo. Desea con fervor que se la admire por sus logros, pero acepta trabajos y oportunidades que le son puestas en bandeja por personas allegadas a ella. Rory está donde está porque siempre se lo han dado todo, y como nunca ha tenido que esforzarse por nada, no sabe lo que cuestan las cosas. La hemos visto trabajar en el periódico de Yale, pero no percibe ningún sueldo por ello; también trabajó por un corto período en una librería a la que terminó comprando todos los libros (más bien su madre se los compró); realizó también unas prácticas laborales, que tampoco siempre pagan. Entonces, ¿de dónde sale el dinero para pagar su apartamento fuera del campus? ¿Cómo puede permitirse pedir comida a domicilio todos los días? ¿De dónde vienen sus ingresos? ¿De sus abuelos? ¿De su novio? ¿De su padre asquerosamente rico?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Yo, yo y siempre yo</b></p><p style="text-align: justify;"><i>Gilmore Girls</i> retrata a la perfección la personalidad de una <i>millenial </i>adolescente. Sus experiencias fueron un presagio de lo que se convertiría en los retos definitorios de sus compañeros de clase media-alta en el futuro, desde manejar el privilegio de la elección hasta lidiar con un falso sentido del derecho. Cierto es que los <i>millenials</i>, entre los que me incluyo, estamos considerados como una de las generaciones más preparadas, con más acceso a la información, la mayoría con titulación universitaria y muy conscientes de la importancia de los avances tecnológicos, pero también se achacan a esta generación diversos malos hábitos que vemos una y otra vez en Rory. Sirvan como ejemplos su actuar con demasiado derecho, su sensibilidad o mala reacción ante las críticas, el no saber trabajar en equipo y el querer ser emprendedor pero sin comprender lo que eso significa o lo que reporta.</p><p style="text-align: justify;">Ya hemos hablado del privilegio de Rory, que está fuertemente arraigado como resultado de su entorno bien situado económicamente y de las altas expectativas puestas en ella. Hablamos de una chica que, según su madre, ya deseaba ir a Harvard desde que empezó a gatear. La misma chica que, cuando no consigue la beca para entrar en el <i>New York Times</i>, sus abuelos no conciben que haya alguien más preparado que ella para formar parte del prestigioso periódico, y culpan al nepotismo para justificar el rechazo; nepotismo, por otra parte, que ellos mismos ejercen con Rory ayudándola a ingresar primero en Chilton y luego en Yale.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3jBkbygpVk9XUXYUBUjEhAzgMY2tpRxpK5iwxo-9r2IdAWPdLIGfmfgjkZ_-HwuCdOx3OMUFQgG79llPFoI7dBtqD1Df2O4phmCi6VG33aFyLugZfycriVoUO0_FUI3HckbwYcLl4N0HTi0UiMjNFmUkej5mlRhN931PK8UvwdqygrREvi-ELBhrO/s370/Rory_Gilmore_season_1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="370" data-original-width="269" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3jBkbygpVk9XUXYUBUjEhAzgMY2tpRxpK5iwxo-9r2IdAWPdLIGfmfgjkZ_-HwuCdOx3OMUFQgG79llPFoI7dBtqD1Df2O4phmCi6VG33aFyLugZfycriVoUO0_FUI3HckbwYcLl4N0HTi0UiMjNFmUkej5mlRhN931PK8UvwdqygrREvi-ELBhrO/s320/Rory_Gilmore_season_1.jpg" width="233" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Lo cierto es que Rory no está preparada ni para ser periodista ni para ejercer de ello. No está realmente preocupada por ninguna causa en específico, no hace investigaciones por cuenta propia, ni sale a la calle a hacer labores de reportera. A Rory la vemos leer mucho y escribir algunos artículos teóricos, pero ese no es el trabajo de una periodista del estilo que quiere ser en el futuro. Cuando se le pregunta por qué quiere dedicarse al periodismo, se queda sin palabras y acaba balbuceando algo sobre que quiere hacer algo importante que sea recordado por todos. No sabe qué más decir porque no sabe lo que es ser periodista. En cierto momento, el padre de su novio Logan le ofrece un pequeño puesto de becaria en uno de sus periódicos más recientes y, tras unos pequeños titubeos, vemos a nuestra princesita de Stars Hollow llevar a cabo sus tareas con sorprendente brillantez y eficiencia. O eso cree ella.</p><p style="text-align: justify;">El señor Huntzberger es el único personaje que se atreve a decirle la verdad a la cara basándose en lo que ha visto en ella, y dictamina que Rory no tiene lo que se necesita para ser periodista. Durante su paso por el periódico, solo ha hecho trabajos de asistente y no ha aportado ni una sola idea o punto de vista nuevo, lo que lleva a Huntzberger a hablarle con la verdad en la mano. Rory se queda perpleja. Todo su mundo hecho añicos, sus sueños destrozados por culpa de un ricachón que no tiene ni idea de cuánto ha hecho ella por estar ahí y ser periodista. Y como es una chiquilla que no sabe reaccionar ante una crítica y mucho menos defenderse o aprender de ella, en vez de recibir el golpe y tratar de mejorar, decide irse con su novio a robar un yate, lo que le traerá problemas con la ley y será obligada a realizar trabajos para la comunidad. Su manera de afrontar las dificultades es tomarse las cosas como algo personal, como si la estuvieran atacando, cuando lo más sensato sería aprender de la experiencia y aceptar que igual tiene mucho que mejorar si quiere alcanzar el éxito que tanto persigue. Por eso, ante las críticas de Mitchum Huntzberger, Rory toma la decisión impulsiva de abandonar la universidad. ¿Su razonamiento? Si alguien le dice que no vale para ser periodista, entonces debe de ser verdad, así que ¿para qué va a ir a la universidad? Se pelea con su madre y corre a refugiarse en el dinero y solaz que le ofrecen sus abuelos para aclarar sus ideas y ver qué nuevo rumbo toma su vida. Así reacciona la angelical y modosita Rory Gilmore cuando la rechazan de un trabajo, cosa que volverá a repetirse al perder la beca del <i>New York Times</i>. En vez de adaptarse o tratar de comprender el contexto laboral al que pretende acceder, responde de manera petulante porque las grandes instituciones no la están elogiando como deberían. En vez de buscar oportunidades de trabajo, espera que éstas se le presenten por arte de magia, y es por eso que con 32 años es una mujer sin casa, sin trabajo y sin un rumbo en su vida.</p><p style="text-align: justify;">En realidad, el contrapunto de Rory y quien mejor representa el modelo de estudiante que ella debería ser es su repelente amiga Paris Geller. Empieza siendo la rival encarnizada de Rory en la Academia Chilton hasta que poco a poco se van haciendo amigas. Es una chica dura, ambiciosa y fuerte, y no teme pasar por encima de quien haga falta para conseguir lo que quiere o lo que considera que merece. Es una estudiante brillante, pero también despótica y brutalmente honesta. No le gusta perder ante nadie y siempre busca la manera de destacar por sus conocimientos, lo que hace que tenga pocos amigos en su día a día. Sin embargo, a pesar de su carácter odioso, hay que reconocer que Paris sabe mucho mejor lo que tiene que hacer para asegurarse un buen futuro académico. No solo se implica al cien por cien en todos los trabajos que le mandan sus profesores, sino que también edita el periódico de Chilton, es presidenta del Consejo de Estudiantes y además hace voluntariado ayudando a construir casas para los sintecho. Todo eso es parte de lo que tiene que hacer un estudiante de su categoría para sobresalir y llamar la atención de alguna de las universidades de la Ivy League. Sin embargo, es Rory la que recibe siempre los mayores halagos, la que causa más simpatías, la que obtiene el <i>valedictorian </i>a pesar de haber suspendido algún que otro examen y la que tiene la inmensa suerte de poder elegir a qué universidad va a ir, mientras que Paris sufre lo indecible al recibir la carta de rechazo de Harvard. Esto me parece muy injusto porque además es muy obvio que se ha hecho así para encumbrar todavía más a Rory, lo que nos hace pensar en qué tendría que haber hecho Paris para obtener el reconocimiento que tanto merecía.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Los amores de Rory</b></p><p style="text-align: justify;">A pesar de que a Rory se la tiene por una chica de belleza deslumbrante, gran intelecto y unos modales exquisitos que enamoran a todos los chicos con los que cruza la mirada, a la hora de la verdad ninguna relación le termina de cuajar. Pero, ¿por qué sucede esto cuando cualquier hombre del universo se sentiría un privilegiado por salir con la maravillosa Rory Gilmore? Pues ni más ni menos que por muchas de las razones que ya he mencionado antes. Rory está acostumbrada a salirse siempre con la suya, y en el caso de los hombres no iba a ser menos: todos aquellos en los que posa su delicada mirada azul caen rendidos a sus pies.</p><p style="text-align: justify;">Como tiene el síndrome del personaje principal, es fácil de entender que ella exija de su madre y de sus abuelos toda la atención posible, y esto se extrapola a los chicos con los que sale, pues suele tratarlos bastante mal y le gusta jugar con sus sentimientos. Su primer novio fue Dean Forester, un chico encantador al que solo se puede describir como el novio perfecto. Era amable, atento, cariñoso, respetuoso con Rory y su familia… Le encantaba que estudiara y que fuese tan ambiciosa, pese a que él era mucho más sencillo en ese aspecto. Jamás le levantó la voz ni la obligó a hacer algo para lo que no estaba preparada. ¡Llegó incluso a construirle un coche con sus propias manos y dárselo como regalo! Y, pese a todo, el mundo entero miraba a Dean como si fuera un monstruo que había aparecido para corromper a Rory. Su único defecto fueron los celos, pero incluso estos celos estaban justificados, ya que Rory le ponía ojitos a otros chicos aun estando con él y se atrevía a negárselo en la cara. Dean rompe con ella al ser más que evidente que a Rory le gusta otro chico, y más tarde ella se lamenta y reconoce que es una arpía al darse cuenta de lo mucho que echa de menos a Dean ahora que ya no le tiene. Por último, se las arregla para joderle la vida una vez más al ir detrás de él a pesar del hecho de que está casado con otra chica, consiguiendo seducirle y perdiendo la virginidad con él. Cuando se la acusa de ser "la otra", su reacción es decir que Dean fue primero su novio antes de estar casado con otra, como si eso le diera derecho a considerarlo suyo. Sin embargo, este breve regreso con Dean no le hace respetarlo en lo más mínimo. Rory detesta la vida de Dean porque no es lo que ella se imaginaba para él. Dean es menos ambicioso y dado al estudio que Rory, y se centra más en trabajar, y esto es algo que Rory no es capaz de comprender, en vez de considerar que él podría tener otros gustos o inclinaciones.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1XFuBBcLsi41bfRvn3w09C6aMGlQ4Q70TFnK4pEOOiy-dFv6W1cSLvYcDDq0g6cTsOIXjxARUerSui6-t8u_iun65kDRvgO9-3Smya6beADEqOxxGAi-Qxrh1GVYmKzgjV0oc6r7WRy--iBNtIHSyt5T9sbfmWh1Cjc1yzWbuSaWJHL1EQ_uT48FW/s1400/Gilmore-Girls-los-personajes-masculinos-clasificados-por-su-potencial-de.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="700" data-original-width="1400" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1XFuBBcLsi41bfRvn3w09C6aMGlQ4Q70TFnK4pEOOiy-dFv6W1cSLvYcDDq0g6cTsOIXjxARUerSui6-t8u_iun65kDRvgO9-3Smya6beADEqOxxGAi-Qxrh1GVYmKzgjV0oc6r7WRy--iBNtIHSyt5T9sbfmWh1Cjc1yzWbuSaWJHL1EQ_uT48FW/s320/Gilmore-Girls-los-personajes-masculinos-clasificados-por-su-potencial-de.jpg" width="320" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Pasamos ahora a Jess Mariano, el chico por el que Rory cambió a Dean. Si Dean era el arquetipo del buen chico, Jess representa en todas sus facetas al rebelde sin causa. Es un Holden Caulfield de manual: un chico problemático, respondón y malcriado que llega a Stars Hollow para vivir con su tío Luke porque ni su propia madre lo aguanta. Todos le tienen una manía tremenda a Jess por razones obvias, pero a Rory le encanta el muchacho porque, oh, es tan culto y ha leído tantos libros. Además, su carácter rebelde y contestatario le viene fenomenal a Rory para poner en práctica sus habilidades como salvadora de almas. Ella es la única que entiende a Jess y justifica todas sus salidas de tono con la excusa de que ha tenido una vida difícil y tiene muchos problemas. Pero la realidad pronto golpeará en la cara a nuestra angelical chica Gilmore: La falta de comunicación, muchas discusiones y la marcha sin explicaciones de Jess, harán que la relación caiga por su propio peso. Lo curioso es que, un par de años después, Jess regresa más cambiado y centrado en la vida, y a Rory no se le ocurre otra cosa mejor que utilizarle para vengarse de otro chico del que está encaprichada.</p><p style="text-align: justify;">Y llegamos a Logan Huntzberger, el que sin dudas es el hombre más importante en la vida de Rory Gilmore. El galán de la universidad se convertirá pronto en el interés amoroso de nuestra protagonista, que cae rendida ante su cúmulo de virtudes, a saber: salir de juerga, emborracharse y quedar con sus amigos para hacer locuras que incluyen saltar y faltarle al respeto al personal de los locales de copas a los que van. Es un niño rico y privilegiado, pero tan culto y leído que no le hace falta siquiera pasarse por la universidad. En un primer momento, trata de tener una relación abierta con él, pero pronto se desespera y se echa a llorar porque Logan, actuando como se esperaba que hiciera, no la llama para quedar. Y aunque en ocasiones le falta al respeto a Rory, esta justifica sus desmanes y le da mil oportunidades más de enmendarse. Logan es el chico con el que está más cerca de casarse, pero al final de la serie rechaza su propuesta de matrimonio porque no quiere perder su independencia (?). Sin embargo, eso no le impedirá en el revival seguir acostándose con él a pesar del pequeño inconveniente de que Logan ya está comprometido con otra y Rory tiene un novio llamado Paul del que se olvida constantemente. Esto te lo presentan como muy cómico y divertido, cuando en realidad es patético. ¿Cómo puedes olvidarte de que tienes un novio? ¿Cómo puedes tenerle tan alejado de tu vida que ni siquiera te acuerdas de contar con él para lo más básico, como la cena de Navidad o quedar para desayunar?</p><p style="text-align: justify;">Si nos fijamos un poco en el patrón de comportamiento de Rory con los hombres, nos damos cuenta de que no los trata como seres humanos, sino como objetos de su propiedad. Además, parece más que claro que su fijación por los hombres comprometidos responde más a un intento de quedar por encima de la otra mujer antes que en lo atractivos que le parecen dichos hombres. Tampoco parece ser consciente del daño que su comportamiento les causa, pues no entiende las protestas de Dean cuando ella insiste por activa y por pasiva en coquetear con otros chicos. Quizá eso se se deba en parte a su condición de hija única, ya que siempre ha sido mimada por su familia, tiene tendencia a ser egoísta y no es capaz de aceptar una crítica.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Convirtiéndose en su madre</b></p><p style="text-align: justify;">Después del apresurado final de la serie, en el que nuestra preciosa Rory consigue la oportunidad de su vida al conocer a Christiane Amanpour y que esta le ofrezca una vacante en su equipo para cubrir la campaña del senador Obama, los fans se quedaron con ganas de más y consideraron que ese final no estaba a la altura de la serie. Años después, en el 2016, Netflix sacó un revival titulado <i>Gilmore Girls: A Year in the Life</i>, donde podíamos ver qué había sido de las chicas Gilmore y de todos los personajes que tanto nos habían gustado en la serie. En estos cuatro episodios es donde se confirma la caída de Rory Gilmore y su conversión en una vagabunda a los 32 años, la misma edad que tenía su madre al inicio de la serie.</p><p style="text-align: justify;">Si comparamos a Rory con Lorelai, vemos que la hija tendría mucho que aprender de su madre en cuanto a superación y desarrollo profesional. Pese a haber sido madre adolescente y fugarse de casa con lo puesto, Lorelai supo abrirse camino en la vida empezando desde abajo, trabajando como doncella en el hotel donde le dieron cobijo. Con el tiempo, empezó a asistir a clases nocturnas para sacarse la carrera de Empresariales y se convirtió en la directora de su propio hotel, el <i>Dragonfly Inn</i>. Se abrió camino ella sola, sin la ayuda económica de nadie, con una niña pequeña a cuestas y logró triunfar. Por el contrario, a Rory siempre se le han ofrecido todas las facilidades y ha logrado mucho menos que su madre a esa edad. Rory nunca ha tenido la necesidad de pelear por hacerse un hueco en la vida, pues todo se lo han dado hecho. Como los demás no querían que le faltara de nada, se lo dieron todo. A lo largo de su vida, Rory no tiene que enfrentarse a grandes dificultades más allá de que no le dan trabajo, pero como no le falta el respaldo económico de su familia, puede tomárselo con mucha calma, algo que Lorelai no pudo permitirse. El ejemplo más evidente vuelve a ser la charla que le da Mitchum Huntzberger, que la deja tan tocada que incluso abandona Yale al verse incapaz de afrontar la crítica. Pues en vez de obligarla a centrarse y valerse por sí misma en esta situación, sus abuelos le ofrecen una vida relajada en su casa de la piscina, donde no tiene que preocuparse por nada.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwPLgVUfUEDGiQTWbAAOrx_JVoJ8zzkkqTkO8T9vi03G4cfo62_nzjzt1Bv0ktwOjLe_aHcIfGHu3eqp4qY839_UHc2CshNxtTDtqGOcwVxdORsIYHIgiI1Ta0jcNxbxopaI9gJIGAAUY0E9wQ5Tg9bVqP7bzP7H-y6JQ2Nl7T6E3M7wVAsEI0oRwd/s1426/1339917.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1426" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwPLgVUfUEDGiQTWbAAOrx_JVoJ8zzkkqTkO8T9vi03G4cfo62_nzjzt1Bv0ktwOjLe_aHcIfGHu3eqp4qY839_UHc2CshNxtTDtqGOcwVxdORsIYHIgiI1Ta0jcNxbxopaI9gJIGAAUY0E9wQ5Tg9bVqP7bzP7H-y6JQ2Nl7T6E3M7wVAsEI0oRwd/s320/1339917.jpg" width="224" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Pero al llegar a los treinta, vemos a una Rory que no se parece en nada a la tierna adolescente que conocimos al comienzo de la serie. Estamos ante una Rory distinta, parada, triste, sin saber qué hacer. Se da cuenta de que el mundo no se pliega a sus deseos y se toma un tiempo para reconducir su vida. Está atascada en una existencia de vagabunda. No tiene trabajo fijo, no ha seguido el camino del periodismo, no tiene experiencia, su vida sentimental es vacía y no tiene ni la menor idea de por dónde debería ir. Esta es la que se conoce como caída de Rory Gilmore y, aunque en estos instantes a la mayoría de los fans no les ha gustado este destino para ella, en realidad es cuando mejor podemos comprenderla y empatizar con ella. Es la primera vez que Rory tiene que enfrentarse a la vida, y a lo largo de <i>A Year in the Life</i> nos damos cuenta de que su única esperanza de madurar y abrirse paso es convertirse en su madre. La idea es que Rory por fin ve a su madre como un modelo a imitar por su constante lucha para triunfar y salir adelante, y su idea es seguir sus pasos convirtiéndose a su vez en madre soltera. Y aunque nunca se nos dice explícitamente quién es el padre, lo más probable es que este sea Logan, lo cual genera un nuevo paralelismo con el pasado de Lorelai y su enamoramiento de Christopher; en otras palabras, Logan es para Rory como Christopher fue para Lorelai: ambos son galanes inmaduros, hijos de buenas familias, con buen fondo, pero más dados a disfrutar de la vida que a preocuparse por los problemas.</p><p style="text-align: justify;">Pero, ¿qué consecuencias puede traer el embarazo para Rory? Es evidente que esto no le facilitará las cosas de cara a conseguir un trabajo o tener éxito profesional, pero la idea que subyace es que Rory seguirá los pasos de su madre para salir adelante, y una vez supere esta prueba, estará lista para enfrentarse al mundo y mostrarle de lo que es capaz. Su idea, a partir de ahora, será parecerse más a su madre que a sus abuelos. Con el tiempo, es posible que deje de pensar tanto en sí misma y pase a centrarse en su bebé, lo que la ayudaría a madurar como persona.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-20190953258505981182022-07-15T12:39:00.003+02:002022-07-15T12:39:17.715+02:00Cómo ser un progre de manual<p><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">¿Eres un joven inquieto de carácter renovador, reformista e innovador? ¿Te consideras una persona tolerante, humanista, laica y de izquierdas? ¿Estás harto de que la casta fascista cometa injusticias contra ti y los que piensan como tú? Entonces, amigo mío, estás llamado a ser un progre. Pero, ¿qué es ser progre? ¿Qué significa ser progre? Bueno, pues aquí estoy yo para contártelo. Hoy te traigo un breve manual en el que explico con todo detalle los pasos que has de seguir para convertirte en progre y quitarte de encima esa inquietud que puede contigo.</p><p style="text-align: justify;">¡Adelante!</p><p> </p><p style="text-align: justify;"><b>1. Voto</b></p><p style="text-align: justify;">Para formar parte del club de los progres de manual, es importantísimo que se sepa a dónde va tu voto en las urnas. Da igual que el voto sea secreto: tú eres un aspirante a progre como Dios manda, así que tienes la obligación de gritar bien fuerte a quién votas. Si votas al PP, es obvio que eres fascista; si votas al PSOE, eres fascista, pero un poco menos; si votas a VOX, ya directamente eres de la ultraderecha cristiana franquista y ultraliberal. Por lo tanto, si quieres ser considerado un buen progre, tienes que votar a Podemos, a Esquerra Republicana si eres catalán, a Izquierda Unida, al Bloque Nacionalista Galego... En España proliferan los grupos políticos de izquierdas, que suelen ser pequeños pero donde tiene cabida todo el progrerío patrio. Además, es vital que señales y etiquetes de fascista a todo el que no vota como tú. En el caso de que quieras ser el más molón de los progres, tu voto tendrá que ir para Bildu y los proetarras, que están a tal nivel que consideran fachas incluso a los de Podemos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>2. Anticapitalismo</b></p><p style="text-align: justify;">El anticapitalismo debe ser para ti uno de los pilares fundamentales del pensamiento progre si quieres pertenecer al club. Tu deber es odiar al capitalismo por encima de todo, aunque vivas en un país capitalista y te estés beneficiando de él. Admiras regímenes políticos de corte comunista a pesar de no haber vivido nunca bajo un régimen así, y querrías que se implantaran en este país. Eso sí, si por casualidades de la vida tienes que emigrar para buscar trabajo, te irás preferiblemente a Inglaterra, Alemania, Suiza o los países nórdicos, que sí, son países capitalistas, pero es donde hay trabajo, así que toca aguantarse. Pese a que disfrutas de las ventajas que te ofrece un país basado en el libre comercio, tu gran sueño es que se implante el paraíso socialista. Para ti, un país en el que 13 millones de personas se nutren de subvenciones y hay más del 40% de gasto público, es un país ultraliberal que debería tomar buena nota de cómo se hacen las cosas en Cuba.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>3. Incoherencia</b></p><p style="text-align: justify;">Para ser considerado un buen progre, una de las cosas más importantes es mostrar una profunda incoherencia en tus palabras y en tus actos. Las personas estamos cambiando y progresando constantemente, de modo que no podemos dejarnos someter por algo tan banal y rancio como la coherencia. Ser coherente es lo mismo que ser conservador, así que no permitas que te hagan sentir culpable por denunciar el capitalismo en Twitter a través de tu nuevo iPhone 12, ni por combatir el exceso de contaminación mientras conduces un coche de gran cilindrada, ni mucho menos por luchar por los derechos de las mujeres y los homosexuales mientras alabas las muy dudosas democracias venezolanas, rusas, ecuatorianas o iraníes. Estás en contra de la guerra, pero hay que hacer matices: que Hamas ataque a Israel, es un movimiento de autodefensa; que ETA colocara bombas en coches y supermercados atestados de civiles, era un acto que formaba parte de la lucha por la liberación y los etarras encarcelados son "presos políticos". Que no te dé vergüenza ser incoherente. ¡Es un símbolo de progreso!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>4. Superioridad moral</b></p><p style="text-align: justify;">Si tu mayor anhelo en esta vida es ser progre, has de saber que eso te va a convertir en uno de los elegidos para salvar el mundo de la dictadura fascista que amenaza con destruirlo. Tú eres distinto a todos porque has visto la luz. Tu razón es la razón absoluta; tu verdad, la única que hay. Has sido llamado para redimir a la humanidad fascista, para perdonarle sus pecados, fruto de la ignorancia y de no leer más hilos de Antonio Maestre en Twitter. Tu deber es salvarles, sacarles de su ceguera propiciada por el maldito capitalismo, el liberalismo y Donald Trump. La principal meta de tu existencia es reeducarles en tu pensamiento y enseñarles a ver el mundo como tú consideras que deben verlo. Muéstrales que el dinero, la competitividad y la meritocracia son incompatibles con la opción de un futuro mejor. Enséñales que deben pedir perdón por los errores de sus antepasados, aunque estos hayan sucedido hace quinientos años. Explícales a tu manera la paradoja de la tolerancia de Karl Popper que sacó Pictoline hace un tiempo y que tienes impresa y pegada en la pared de tu cuarto. Diles que gracias a ti, a tu lucha, los demás tienen derechos vitales y libertades con las que solo podían soñar. Diles cómo han de vivir, a quién deben votar, qué causas deben apoyar y qué han de pensar. Y, sobre todo, asegúrate de dejarles bien claro que no todos los valores e ideologías tienen el mismo grado de superioridad moral, y que las tuyas son las únicas correctas y las que deben seguir a rajatabla. Porque eres progre y estás por encima de todos los demás.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>5. Estatismo</b></p><p style="text-align: justify;">No puedes hacerte llamar progre si no consideras al Estado como un padre protector al que hay que cederle todos los poderes posibles, ya que es el único que puede encargarse del interés común. Como buen progre, has de saber que el haber nacido en un país del Primer Mundo te convierte en una víctima más del sistema, y como buena víctima que eres, necesitas ayuda constante de Papá Estado para que se ocupe de esas cosas tan molestas que el fascismo te obliga a hacer. Necesitas que el Estado controle tu vida y tu dinero, porque es evidente que tú no eres capaz de hacerlo. Necesitas que te diga en todo momento lo que has de hacer, porque tú no lo sabes y, en el fondo, la libertad de elección es negativa. ¿Para qué quieres elegir algo, si el Estado puede hacerlo por ti? Como bien sabes, querido progre, la libertad de elección trae consigo el riesgo de equivocarse, pero eso es algo por lo que no quieres pasar y, la verdad, siempre es mejor poder echarle la culpa a otro. El Estado te protegerá de esas nimiedades para que tú no tengas que preocuparte por nada. Si en el futuro el Estado se vuelve corrupto, siempre puedes apoyar que se le dé más dinero a los políticos para darles más poder, confiando en que no te van a engañar, como sucedió en la Venezuela de Chávez. ¿No tiene sentido? Recuerdas lo que habíamos dicho de la incoherencia, ¿no?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>6. Ateísmo</b></p><p style="text-align: justify;">Llegamos a un punto muy importante en el ideario de un progre. El buen progre de manual debe ser un perfecto ateo que niegue la existencia de Dios. En algunos casos, sobre todo si estás empezando en esto del progrerío, se te otorgará la concesión del agnosticismo, pero lo importante es que cargues continuamente contra la idea de Dios y que, sobre todo, desarrolles un odio visceral hacia la Iglesia católica. Un buen progre debe odiar con todo su ser a la Iglesia, pues se trata de una organización retrógrada, nacionalista y, por lo tanto, fascista. Si hay un caso de pederastia en el seno de la Iglesia, tienes que decir que toda la Iglesia es pedófila, que la religión es el opio del pueblo y hay que borrarla de la faz de la tierra. Ahora bien, hay que hacer una excepción cuando se habla del Islam. Ahí no hay ningún problema y, de hecho, tienes la obligación moral de alabar su cultura y respetar sus creencias, aunque entre estas se incluya la sumisión de las mujeres y el asesinato de homosexuales. Si una organización yihadista comete un atentado, deberás hacer hincapié en que esos son casos aislados y que no hay que criminalizar a todos los musulmanes. Tienes que estar en contra de que se imparta religión católica en las escuelas, pero al mismo tiempo apoyas que se impartan los principios del Islam porque eso es "cultura religiosa" e "inclusividad". Y por último, tienes que felicitar el Ramadán por Twitter pero no hace falta que digas ni una palabra en Navidad o Semana Santa, a pesar de que los cristianos son mayoría en este país. </p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;"><b>7. Odio al rico</b></p><p style="text-align: justify;">Otra premisa fundamental. Si hay algo que un progre odia más que a la Iglesia, es al rico. Si te quieres considerar un progre de manual, tienes el deber de ir contra los ricos y acusarles de explotadores, ya que es evidente que no han amasado sus fortunas trabajando duro o poniendo todo su esfuerzo, sino a base de robar y a costillas de los trabajadores explotados por este maldito régimen capitalista y opresor. Para ti, todo el que tiene dinero lo ha conseguido a base de robar y explotar a otros. Como buen anticapitalista que eres, sabes que el empresario es Satanás con la cara de Amancio Ortega. No hay ni uno solo bueno. El empresario monta una empresa porque su deseo, en realidad, es explotar a los trabajadores para hacerse una piscina y llenarla de billetes y furcias. Tu sueño, como buen progre, es que el mundo laboral sea una cadena de cooperativas en las que los medios de producción sean propiedad del trabajador y en el que la figura del empresario no exista. Vamos, la dictadura del proletariado de toda la vida (la única "dictadura" que estás dispuesto a reconocer, dicho sea de paso). Es posible que no hayas creado un solo puesto de trabajo en tu vida (o que no hayas trabajado, vamos), pero eso no debe impedirte dar lecciones a trabajadores que llevan toda la vida doblando el lomo para que voten al partido que tú crees que deberían votar. Tampoco debe causarte sonrojo que los primeros ricos del país se cuenten entre los políticos socialistas; es posible que tú mismo seas hijo de la burguesía acaudalada, pero ese no es motivo para no dar lecciones de lucha obrera. Recuerda que tú tienes la verdad absoluta y la incoherencia forma parte de tu ser.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>8. República</b></p><p style="text-align: justify;">Esta es indispensable, quizá uno de los buques insignia del buen progre español. Entre las muchas cosas tradicionales, rancias y fascistas que odias, como los ricos o la Iglesia, también debes odiar a la monarquía. Tú eres republicano de pura cepa, pero ojo, que hay que hacer algunos apuntes. Tu idea de república no es como el sistema que tienen en Alemania o en Francia. No, señor. Tú eres republicano de la II República española, pero solo del Bienio Reformista, el que va desde el 31 al 33. A pesar de que no habrás tocado un libro de Historia en tu vida, tú sabes perfectamente que en esa época todo era luz y felicidad: las mujeres tenían libertad para votar gracias a ellos, y seguramente también para vestir minifalda y salir de juerga por la noche hasta las tantas; los homosexuales iban por la calle cogidos de la mano y bailando el corro de la patata; y el mundo entero vivía en un sueño donde todo era tolerancia, inclusividad y había tanta prosperidad que hasta los perros se ataban con longanizas, hasta que llegaron los fachas y todo se fue al traste. Defiende esta idea a muerte si es necesario. Defiéndela cuando salgas a las manifestaciones con la bandera tricolor junto con la de la hoz y el martillo, o incluso con una estelada (a pesar de que los de la estelada dieron un golpe de estado contra los de la tricolor hace ochenta años). No dejes que los fachas te den lecciones de moralidad diciéndote que estás defendiendo la época donde los golpes de estado eran el pan de cada día, o el infierno de los estados de guerra, o donde los asesinatos de políticos de uno y otro bando se sucedían con regularidad. Eres progre y, por lo tanto, tú sabes mejor que nadie cómo fue la II República.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>9. Franco</b></p><p style="text-align: justify;">Otro de los grandes pilares del buen progre de manual. Los libros de Historia nos dicen que la dictadura de Franco abarcó el período entre 1939 y 1975, hasta la muerte del dictador. Pero un progre de manual sabe que eso es mentira: Franco está más vivo que nunca y, si no lo está, ya se encargará él de resucitarlo convenientemente. Los progres tienen el maravilloso don de poder vivir épocas pasadas, porque es tal el nivel de fascismo que ven en la sociedad actual que uno pensaría que en realidad están viviendo en los años 50. Y, por supuesto, Franco es el dios al que le rezan los fachas cada mañana. La obsesión de la izquierda española con Franco es legendaria, porque no saben vivir sin él. Se ven obligados a sacarlo a colación cada cierto tiempo para conseguir votos entre la gente joven y para echarle la culpa por sus propios errores, como sucedió hace poco con la COVID-19, que al parecer se gestionó mal en el país porque aún estamos arrastrando la mala gestión en la Sanidad que se impuso con Franco (a pesar del <i>pequeñísimo </i>detalle de que desde el 75 hayan pasado por el poder siete presidentes del gobierno, tres de ellos socialistas). Bien es cierto que, para ser demócrata, debes ser antifranquista; pero si quieres ser un buen progre, debes basar todo tu ideario en el antifranquismo y exigir constantemente que se condene el golpe de Franco, defender a ultranza la Ley de Memoria Histórica y ensalzar la figura de Federico García Lorca por su triste papel como víctima en la Guerra Civil española (aunque no te hayas leído de él ni el <i>Cante Jondo</i>, pero esa es otra historia). Y si quieres ser más progre todavía, tienes que creer firmemente que todo es franquista: el PP es Franco; VOX, por supuesto, es Franco; los taurinos son Franco; los cristianos son Franco; el capitalismo es Franco; el liberalismo es Franco... Ya ves por dónde voy, ¿no?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>10. Pacifismo, ecologismo, feminismo</b></p><p style="text-align: justify;">Al progre de manual le deben gustar las etiquetas tanto como a un tonto un lápiz, y cuantas más tenga, más alto subirá en el escalafón progre. Son como las insignias de los <i>Boy Scouts</i>. Hay muchas etiquetas, pero las que debes llevar siempre con el máximo orgullo son las tres que dan título a este apartado: el pacifismo, el ecologismo y el feminismo. Empecemos con la primera. Un progre que se jacte de serlo, debe considerarse un profundo pacifista. Las guerras son malas, eso lo sabemos todos, y el buen progre quiere que desaparezcan las guerras, a poder ser mediante canciones y diplomacia y sin la necesidad de mandar tropas y armas, que eso es un invento más del capitalismo para que ciertos sectores se enriquezcan con la desgracia ajena. Las mujeres ucranianas refugiadas en España también pensaban así antes de que Putin invadiera su país hace poco; después pedían que se mandaran armas y ejércitos para ayudar a sus maridos en el frente. Cosas del fascismo.</p><p style="text-align: justify;">Un buen progre de manual también debe jactarse a la menor oportunidad de ser un amigo de la Madre Tierra. Tu prioridad es la salud del planeta, ya que todos vivimos en él y tenemos que cuidarlo. Sin embargo, como progre que eres, tu visión de la naturaleza actual se asemeja a un Apocalipsis en el que se han agotado todos los recursos naturales, hay sobrepoblación, pobreza, enfermedades... Y, como es natural, el culpable es el hombre. Mejor dicho: el hombre blanco capitalista y de derechas. Estás tan indignado por la quema del Amazonas o la sequía del Mar Menor que incluso has publicado varios tuits para protestar por ello. Te apuntarás a todas las manifestaciones para culpar al gobierno por lo que le ha hecho al planeta, pero lo de juntar gente para ir a limpiar playas o bosques mejor lo dejamos para otro día. Tú bastante estás haciendo con acusar el exceso de industrialización, tratar de que la gente se decante por la agricultura ecológica y hacerte vegano.</p><p style="text-align: justify;">Y llegamos al feminismo, otra de las grandes etiquetas del progre de manual. Para ser el más guay de los progres, es indispensable que te hagas feminista. Pero no feminista de la igualdad, sino feminista de la cuarta ola. Tienes que odiar con todas tus fuerzas al hombre blanco heterosexual; si eres hombre, tienes que pedir perdón por haber nacido con pene y con genes de opresor, aunque nunca hayas menospreciado a una mujer. Debes repetir constantemente palabras como <i>heteropatriarcado</i>, <i>estigmatización social</i> y <i>privilegios</i>. Por supuesto, el aborto es sagrado para ti, porque no hay nada más feminista que una mujer decidiendo sobre su cuerpo, aunque esto acarree la muerte de otro ser vivo. El machismo está por todas partes y es tu obligación erradicarlo a la fuerza, a fuego y sangre. Y si alguien trata de rebatir tus argumentos, dile que eso es violencia machista y hazte la víctima; con un poco de suerte, conseguirás una subvención del Estado y podrás vivir del cuento toda tu vida.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>11. Inmigración</b></p><p style="text-align: justify;">Si has llegado hasta aquí, amigo progre, seguramente ya seas todo un experto en lucha social, incoherencia y superioridad moral. Ya sabes a quién apoyar y en quién depositar tu rabia revolucionaria, pero todavía quedan frentes por tratar, y uno de ellos es la inmigración. Evidentemente, si quieres que se te considere un progre de manual, tú tienes que ser partidario de todo tipo de inmigración, ya sea legal o ilegal. Es más, tú no crees que existan inmigrantes ilegales; para ti, un papel no tiene autoridad para declarar ilegal a una persona, porque todos somos seres humanos y somos legales (excepto en el caso del aborto, recuérdalo). Como además de progre eres magnánimoy <i>friendly</i>, adoras a los inmigrantes y les abres las puertas de tu país para darles en bandeja de plata todo lo que puede ofrecer. Ellos se lo merecen, ya que tienes una deuda de honor con ellos por haber sido tus antepasados los colonizadores de esos países. Pero, como buen progre que eres, prefieres que esa deuda la paguen otros, a ser posible los fascistas que no piensan lo mismo que tú y preferirían una inmigración más controlada. A ti te da igual que los inmigrantes vengan para trabajar o para delinquir: están al mismo nivel para ti. Hasta es posible que los que vienen para robar, imponer sus costumbres a golpe de machete y violar todas las leyes de este país porque no son las suyas, te parezcan más dignos de compasión; al fin y al cabo, seguramente hacen eso por culpa del capitalismo europeo, que ha estado robando durante siglos en esos países empobrecidos y ahora quiere expulsar a los inmigrantes porque no quiere compartir con ellos sus privilegios. Así que ya sabes: apoya siempre a los inmigrantes, pase lo que pase. Si cometen delitos, oculta sus nombres, sus caras y su nacionalidad e insiste en que señalarlos es un delito de odio por parte de los fachas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>12. Neolengua</b></p><p style="text-align: justify;">Y ya para terminar, para ser un auténtico progre, tienes que adaptar tu forma de hablar a los nuevos tiempos y utilizar la neolengua que la izquierda ha creado para tu uso y disfrute: el Perroflautés Performativo. El fascismo de la sociedad está tan arraigado que incluso hablar como hasta ahora lo hacías puede hacerte parecer un votante de ultraderecha, así que es muy importante que estés preparado para las nuevas palabras y expresiones que van a empezar a formar parte de tu vocabulario. Por ejemplo, tú no puedes ir por la vida diciendo la palabra <i>paralítico</i>, que es tremendamente ofensiva. Tu deber es decir <i>discapacitado </i>o <i>Persona con diversidad funcional</i>. Otras palabras que debes aprender a decir a diario son <i>visibilizar</i>, <i>empoderamiento</i>, <i>segmento de ocio</i> (el recreo de toda la vida), <i>gobernanza</i>, <i>élite</i>, <i>casta</i>, <i>motor del cambio</i>, <i>techo de cristal</i>... Seguramente pertenezcas a la denominada <i>clase media</i>, pero sabes que eso es de liberales, así que mejor opta por los <i>sectores medios</i>. Al principio te costará un poco, pero no te preocupes: tú formas parte de esas <i>minorías ruidosas</i> que han recobrado la <i>ilusión por alcanzar metas comunes</i> y pronto te acostumbrarás a tu nuevo <i>empoderamiento ciudadano</i>. ¡Ánimo, amigo progre!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><b>PD.</b> Espero que no haga falta decir que sí, esto es una oda al sarcasmo hacia los progres actuales o, si lo preferís, los wokes o Social Justice Warriors.</span></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-31851843064121858482022-05-24T16:12:00.003+02:002022-05-24T16:23:22.829+02:00Consejos para visitar París<p><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">El verano está cada vez más cerca y eso se nota. Los días fríos quedaron atrás y cada vez tenemos más calor y ganas de tomar el sol. Mucha gente tiene ahora sus vacaciones y aprovecha para viajar, y es de lo más lógico, ya que todavía estamos en lo que se conoce como temporada baja.</p><p style="text-align: justify;">Hace unos, tuve la oportunidad de viajar a París por unos días para disfrutar de todo lo que la capital francesa tenía para ofrecerme. No fue exactamente un viaje de relax, ya que yo solo acompañaba a mi novio, que viajaba por trabajo, pero aun así he tenido la ocasión de ver muchas cosas y, de paso, aprender otras que me hubieran servido para hacer una visita más productiva.</p><p style="text-align: justify;">En el post de hoy, os voy a dejar con una serie de consejos para viajar a París y que ya me gustaría a mí haber sabido antes de ir. Pero como de la experiencia es de donde más se aprende, espero que estos consejos os ayuden para conocer mejor la ciudad y disfrutarla como se merece.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>1) No vayas en temporada alta</b></p><p style="text-align: justify;">Parece una obviedad, pero no os imagináis la cantidad de gente que viaja a París en temporada alta, época que comprende principalmente los meses de julio y agosto. Aunque París tiene turistas todos los días del año, en verano la cosa se masifica y se vuelve insoportable. A todo esto hay que añadir que hace mucho más calor y que todo lo que te vas a encontrar va a subir de precio de manera muy notable. Y si París está considerada una de las ciudades más caras de Europa, imaginaos cómo será en verano. Mi consejo es que vayáis en mayo, septiembre y octubre, a ser posible. Los vuelos son más baratos, el clima es más agradable y llevadero y, aunque seguirá habiendo gente, notaréis la diferencia y tendréis una mejor experiencia.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>2) Infórmate bien de cómo va a ser el clima</b></p><p style="text-align: justify;">Cuando fui a París, esperaba encontrarme una cosa similar a Madrid en cuestiones climáticas. En Madrid ya empieza a hacer calor al empezar mayo y sigue así hasta finales de septiembre, pero París es otro cantar. En ciertos aspectos, me recordó un poco a mi Galicia natal, en el sentido de que puede amanecer nublado, luego el día clarea, a continuación hace un calor que te mueres y al final del día incluso chispea un poco y te hace falta una chaqueta para cubrirte. Por eso creo que es muy importante que los días anteriores al viaje hagáis una búsqueda en Internet de la previsión del clima para los días que vais a ir. Otra opción es llamar a algún conocido que tengáis allí y preguntarle directamente, pero no todos tenemos esa opción. Tened en cuenta que a veces la sensación térmica es diferente; puede ser que la temperatura esté marcada en unos 18º o 19º pero que haga tanto viento que la sensación térmica sea de mucho menos, por lo que igual necesitaréis llevar prendas más abrigadas, dependiendo de la previsión.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>3) Que tu visita sea al menos de tres días</b></p><p style="text-align: justify;">París es una ciudad ENORME, así, con letras bien grandes. Seguramente ya tenéis en mente algunas cosas que queréis visitar en París, pero creedme cuando os digo que hay muchísimas más y no os va a dar tiempo a verlas todas. Si vais a hacer un viaje corto, como fue mi caso, veréis cuatro o cinco cosas como mucho, y seguramente sean las más importantes. Pero si tenéis la oportunidad de ir a París una semana entera, aprovechadla al máximo. Podréis verlo prácticamente todo sin tener que ir con prisas a todas partes y teniendo incluso tiempo para descansar. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>4) Haz una guía de las cosas que quieres visitar y reserva con anticipación</b></p><p style="text-align: justify;">Parece una tontería, pero yo no lo hice y lo lamenté muchísimo, porque así podría haber planeado mejor el viaje y quizá ver más cosas de las que al final vi. Hay tanto por visitar que se os va a hacer corta la visita. Si queréis monumentos, tenéis la famosa Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame, el Arco del Triunfo, el Panteón de Hombres Ilustres, los Inválidos, la Ópera Garnier, la basílica del Sacré Coeur, el Palacio de Versalles, los puentes, el cementerio de Père Lachaise y un porrón de cosas más. Si queréis tirar de barrios, son muy interesantes Montmartre, los Campos Elíseos y el Barrio Latino, pero tenéis como veinte distritos más. Si sois más de museos, son infaltables el Louvre y el Orsay, pero tampoco podéis dejar de ver el Centro Pompidou, el museo Rodin, el Guimet, el Cluny, el Orangerie y muchos más. En cuanto a parques y jardines, son obligados los jardines de Luxemburgo y las Tullerías, pero tampoco desmerezcamos el Campo de Marte y el Bois de Boulogne, que es mucho más grande que Central Park. Como habéis podido comprobar, todo esto no lo vais a poder ver en una semana ni de broma. Por eso es muy importante que cojáis un mapa, seleccionéis lo que queréis ver y os hagáis un <i>planning</i>. En mi opinión, creo que la mejor manera de aprovechar el día sería visitar un museo, luego un monumento y uno o dos parques, y eso incluye el paseo por la ciudad y callejear por el barrio que os lleva de un lugar a otro.</p><p style="text-align: justify;">En cuanto a las visitas, mi consejo es que compréis las entradas con anticipación. Sea como sea, vais a hacer cola, pero es posible que os ahorréis unos valiosos minutos solo por haber comprado la entrada anticipada. Además, os ayudará a calcular los costes de vuestra visita y ver dónde podéis ahorrar, pero de eso hablaremos más adelante.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>5) Píllate el Paris Pass</b></p><p style="text-align: justify;">Si sabéis un poco sobre París, fijo tenéis que saber que todo es carísimo. Desconozco si hay dos tarifas de precios, una para residentes y otra para turistas, pero es evidente que a París no hay que ir si eres pobre, porque hagas lo que hagas te van a sablear. Sin embargo, hay una solución que puede saliros bastante rentable, y es la tarjeta Paris Pass. ¿En qué consiste? Pues es una tarjeta que permite el acceso directo y sin esperar colas a más de 75 atracciones turísticas de París, usar el autobús turístico y un crucero por el Sena. Bonus track si además os la pilláis con la opción Paris Museum Pass, pues tendréis acceso a más de 60 museos, entre ellos el Louvre. Obviamente, la tarjeta no es gratis, e incluso es posible que sus precios os parezcan excesivos, pero si vuestra opción de viaje es ver la mayor cantidad de cosas posibles, creedme que la vais a amortizar. El Paris Pass va por días: tenéis la tarjeta de dos días por 124 €, la de tres días por 149 €, la de cuatro días por 169 € y la de seis días por 199 €.</p><p style="text-align: justify;">Tenéis más información acerca del Paris Pass en su página web, donde os indican cómo utilizarlo y los tiempos de validez. Mi consejo es que lo tengáis en cuenta si en el futuro vais a ir a París, ya que os ayudará a controlar mejor los gastos que vais a hacer y hasta es posible que os ayude a ahorrar un poco.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>6) Prepárate para madrugar y caminar mucho</b></p><p style="text-align: justify;">Aunque las vacaciones suelen ser días para relajarse y levantarnos tarde, me temo que eso no se va a aplicar si vuestro destino vacacional es París. Allí la vida empieza antes que en España y es necesario pegarse algún que otro madrugón para llegar a tiempo a un museo y no pillar mucha cola o para ver todo lo que hemos apuntado en nuestro plan de viaje. Así que olvidaos de remolonear en la cama y poneos las pilas lo más pronto que podáis, porque vais a necesitar todos los minutos posibles para que os cundan los días. Fijaos a qué hora comen en Francia para poder adaptar vuestros horarios; podría pasar que queréis comer a las dos y media de la tarde y que el restaurante tenga la cocina cerrada, ya que allí suelen comer entre las 12 y la una. Ah, y olvidaos de todas las pavadas que habéis visto en series como <i>Sexo en Nueva York</i> o <i>Emily en París</i>, en donde sus protagonistas callejean por la capital francesa vestidas de punta en blanco y con zapatos de tacón. Poneos la ropa más cómoda que hayáis traído, acompañada de un calzado acorde. Aunque vais a tirar de metro y autobús para moveros mejor por la ciudad, creedme si os digo que vais a caminar mucho. Vais a volver de París con las piernas como dos troncos, palabrita de tía Laura.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>7) Cuidado con los rateros y carteristas</b></p><p style="text-align: justify;">Si hay algo que de verdad fastidia nuestras vacaciones es que un ratero nos robe la cartera o utilice sus mañas para enredarnos en un juego de azar. Por desgracia, en París hay mucho de eso, así que conviene ser cautos y tomar las medidas de seguridad pertinentes para que nuestro viaje sea único e irrepetible. Llevad una buena mochila antirrobo en vuestros paseos, o un bolso que podáis llevar bien cerrado y en la parte delantera del cuerpo. Tened especial cuidado con los carteristas si vais a tomar el metro, pues ahí es donde más operan. Llevad siempre vuestras pertenencias a la vista y no guardéis en los bolsillos tarjetas, monederos o teléfonos móviles, pues son fáciles de sustraer sin que nos demos cuenta. En París también es muy habitual encontrar trileros en las calles o en los parques que intentarán convencer al viandante de que pruebe suerte con ellos. No creo que haga falta deciros que este es uno de los timos más viejos del mundo, así que no piquéis y pasad de ellos. Estos juegos siempre están amañados y, como en un casino, la banca siempre gana. Por la zona de Notre Dame también hay una especie de personas que te leen la buenaventura o te agarran de la mano sin permiso para trenzarte una pulsera y luego te exigen que pagues (un poco como las gitanas que te encasquetan la ramita de romero). Alejaos de ellas y no dejéis que os obliguen a nada.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>8) Ahorra en comida</b></p><p style="text-align: justify;">Una de las cosas que solemos disfrutar más en un viaje es la gastronomía local, y más aún sabiendo que la parisina está reconocida como una de las mejores del mundo. Pero la verdad es que, si no queremos dejarnos un riñón en la cuenta del restaurante, vamos a tener que recurrir a soluciones más económicas. Una de las opciones es visitar los mercadillos, donde encontraremos comida autóctona y productos frescos que podremos cocinar si hemos alquilado apartamento o incluso comprar comida ya preparada para llevar y comerla en un parque. Si preferís sentaros en mesa y degustar platos caseros, en el Marché Les Enfants Rouges se pueden encontrar puestos de restauración donde el menú del día cuesta menos de 20 € con bebidas incluidas; esto es muy importante, porque en la mayoría de los restaurantes la bebida no va incluida. Tirad de agua del grifo en la medida de lo posible. Aunque en España el hecho de pedir agua del grifo suena un poco cutre, en París es de lo más normal, e incluso es posible que te la sirvan en jarra y con hielo. Una tercera opción, quizá la más barata, es que compréis comida ya preparada en los típicos supermercados de toda la vida, como el Carrefour o el Auchan (que aquí sería el Alcampo). Allí podréis surtiros de sándwiches, ensaladas y bebidas mucho más baratas que en cualquier restaurante o puesto callejero, donde por un botellín de agua de 33 cl. pueden cobrarte la friolera de cinco euros.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>9) Aprende algo de francés</b></p><p style="text-align: justify;">A pesar de que el idioma en el que todos podemos comunicarnos a lo largo y ancho del mundo es el inglés, me temo que poco o nada lo vais a utilizar en París. Sí, son conscientes de que hay mucho turista de todas partes del mundo, pero siempre se van a dirigir a vosotros en francés en primer lugar, ya que es probable que ni siquiera sepan chapurrear en inglés. Algunos franceses son tan cerrados que incluso pueden ofenderse si se les habla en otro idioma que no sea el francés, como le pasó a mi chico con el conductor de un Uber que pidió para volver al hotel. Teniendo en cuenta además que los franceses son gente orgullosa que le da mucha importancia a los modales, no nos va a quedar más remedio que aprender algunas frases en francés para poder defendernos a pie de calle. Una de las cosas que hice yo fue bajarme la aplicación SayHi, que funciona con el micrófono y traduce lo que queremos decir al idioma que hemos seleccionado, y además lo pone por escrito en ambos idiomas. Eso sí, hay que pronunciar con mucha claridad porque a veces la aplicación reconoce lo que le da la gana y puede dar lugar a error.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>10) Olvídate de los tópicos</b></p><p style="text-align: justify;">No, en París nadie va con boina por la calle salvo las turistas. Tampoco están todo el día bebiendo vino y comiendo queso, croissants o macarons (son jodidamente caros), aunque lo compensan fumando como carreteros. No os desilusionéis si abrís la ventana de vuestra habitación de hotel y no veis la Torre Eiffel; el cine y la televisión han hecho mucho daño con eso. Y dejad atrás la idea de que los parisinos son muy románticos: en realidad, son bastante bordes con todo el mundo (ellos mismos lo reconocen), les encanta quejarse y criticarlo todo, son muy liberales en cuestiones sexuales y también clasistas intelectuales. Así que, si quieres lanzarte a la aventura y conocer París, ve con la mente abierta y disfruta de la experiencia. Podrías llevarte una grata sorpresa, ^^*</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-67673039821091706102022-05-09T17:42:00.003+02:002022-05-09T18:30:30.180+02:00Timos y estafas populares<p> </p><p style="text-align: justify;">Cuando hablamos de engaño, el refranero español nos dice que a la ocasión la pintan calva. Y dado el elevado grado de decisión que muestran los estafadores, los grandes maestros del engaño, para aprovecharse de una ocasión para lucrarse a costa de otros, hemos de reconocer que el dicho tiene toda la razón. No importa el momento ni la situación: el estafador siempre está preparado para aprovechar cualquier oportunidad que le permita desplumar a su inocente víctima.</p><p style="text-align: justify;">El fraude ha existido toda la vida y, con el paso del tiempo, ha sabido adaptarse a los tiempos para romper la delgada barrera de la credulidad humana y aprovecharse de sus víctimas, a las que deja sin dinero y totalmente destrozadas a nivel psicológico. Resulta muy difícil asumir que uno ha sido tan inocente como para dejarse embaucar por un estafador, pero es algo que, de una manera u otra, nos pasa a todos los seres humanos (yo misma he sido víctima de una estafa editorial). No debemos avergonzarnos de esto, sino poner todos los medios y aguzar bien los sentidos para que no vuelva a suceder nunca más.</p><p style="text-align: justify;">La estafa es un delito contra la propiedad que se basa principalmente en el engaño. El estafador, mediante argucias, promete entregar la propiedad de un bien patrimonial a cambio de una cantidad de dinero a modo de anticipo o como compensación. Sin embargo, el tal bien no existe, y el estafador se queda con el dinero de la víctima y desaparece sin dejar rastro. Este es, a grandes rasgos, el funcionamiento de la gran mayoría de estafas.</p><p style="text-align: justify;">Hoy os traigo una lista de algunos de los timos más conocidos, tanto antiguos como modernos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Estafas al volante</b></p><p style="text-align: justify;">Uno nunca sabe cuándo puede ser víctima de una estafa. A veces, los estafadores eligen los escenarios más extraños para llevar a cabo sus tropelías, como puede ser en plena carretera. Uno de los timos más populares es el <b>timo del retrovisor</b>. La trampa comienza cuando un coche choca contra el de la víctima para simular la rotura de un retrovisor. A continuación, el estafador explica que su vehículo ha sido alquilado en el extranjero y que tiene prisa por devolverlo. En cuanto obtiene toda la información necesaria para hacer el parte amistoso, el estafador simula hacer gestiones telefónicas para averiguar cómo rellenar el documento. Se le hace saber a la víctima que, al ser un vehículo alquilado fuera del país, los trámites son muy lentos y al final le va a costar mucho dinero, por lo que se le convence de pagar en efectivo la reparación del retrovisor, que suele costar entre 1.200 y 1.500 euros. Llegan al punto de acompañar a la víctima al cajero automático, donde se hacen con el pin y posteriormente le roban la tarjeta.</p><p style="text-align: justify;">Otro timo al volante muy conocido es el <b>timo del pinchazo</b>. Este sucede cuando el conductor detiene su vehículo en un peaje o una estación de servicio, momento que los estafadores aprovechan para pincharle una rueda con un punzón. A primera vista no se nota, pero poco a poco la rueda irá perdiendo aire hasta que el conductor tenga que detenerse para cambiarla. Los estafadores, que han estado siguiendo al coche todo el tiempo, se paran junto a la víctima con la excusa de ofrecer ayuda, pero aprovecharán para robar lo más que puedan aprovechando la situación.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Timo de la estampita</b></p><p style="text-align: justify;">Este es uno de los más antiguos, pues se empezó a hacer a principios del siglo XX. El esquema de la estafa consistía en dos cómplices; uno de ellos se hacía pasar por una persona con problemas mentales (en la jerga de la profesión, <i>el tonto</i>), quien llevaba consigo un sobre lleno de billetes que tenía por meras "estampitas", y a los cuales parecía no darles la menor importancia. El estafador entablaba conversación con algún viandante (conocido como <i>el primo</i>), y en ese momento aparecía el segundo estafador (<i>el listo</i>), quien le proponía a la víctima que engañara al <i>tonto </i>para quedarse con su dinero. La víctima, convencida de que podía sacar un gran provecho de la situación, pagaba una cantidad de dinero al <i>tonto </i>por las estampitas. Una vez que el <i>listo </i>y el <i>tonto </i>se habían marchado, el estafado descubría que en el sobre no había dinero, sino recortes de papel.</p><p style="text-align: justify;">Existe una versión actualizada de este timo, denominada <b>estafa del billete tintado</b>. Los estafadores buscan a empresarios y les ofrecen cambiar billetes que, en realidad, son fotocopias mezcladas con timbre auténtico para darle mayor veracidad. La forma de engañar a la víctima es contándole que han sacado dinero de su país tiñéndolo de negro para que no fuese detectado en aduanas; para verificar la historia, sacan un fajo de billetes auténticos. A continuación, explican que para aclarar los billetes falsos es necesario intercalar billetes auténticos y aplicar ciertos químicos reactivos que harán que los billetes negros recuperen su color original. Tras hacer una demostración con billetes de la víctima, la convencerán de que compre uno de sus maletines con dinero tintado, animándola a que blanquee el dinero. Pero esto no funcionará como le habían prometido, dejando al estafado sin dinero y con un montón de cartulinas negras sin valor alguno.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El tocomocho</b></p><p style="text-align: justify;">Otro de los timos más conocidos de la historia. Este tipo de estafa suele llevarse a cabo en lugares bastante concurridos, donde una persona aborda a cualquier transeúnte diciendo que posee un billete de lotería premiado que, por distintas circunstancias, no puede cobrar. El estafador hace uso de excusas que le dan credibilidad a su situación apurada: es un extranjero en situación irregular, está en pleno proceso de divorcio y no quiere compartir el premio con su ex pareja o tiene que salir de viaje con urgencia. Para darle mayor credibilidad a la estafa, aparece un segundo estafador (el gancho), que se encarga de confirmar la veracidad del boleto presentando una lista de boletos premiados en un periódico o en su teléfono móvil. La víctima, convencida, compra el boleto por lo que cree que es una pequeña cantidad y, cuando va a la Administración a cobrarlo, descubre que o el boleto es falso, o no está premiado.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El inspector del gas</b></p><p style="text-align: justify;">El timo de las falsas revisiones del gas sigue siendo, por desgracia, uno de los más recurrentes por lo fácil que es engañar a las víctimas. El modus operandi es muy sencillo: Alguien se persona por sorpresa en un piso y se hace pasar por un supuesto técnico a domicilio con el argumento de revisar la instalación del gas. El estafador, para darle mayor credibilidad a su historia, aparece disfrazado con uniforme y pide que se realice un pago en efectivo por sus servicios bajo la amenaza de cortar el suministro del gas si no se hace la revisión. Una vez más, las víctimas predilectas de este tipo de estafadores son los ancianos, por su credulidad y desprotección. En España, este timo es especialmente fácil de encontrar, aunque la Policía pone todo su empeño en alertar a la población a través de consejos e información para distinguir a un revisor auténtico de un farsante.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El Nazareno</b></p><p style="text-align: justify;">Otro clásico en el mundo del timo, solo que esta vez las víctimas suelen ser empresas proveedoras que suministran productos que podrían ser vendidos fácilmente en el mercado negro, como pequeños electrodomésticos o bebidas alcohólicas. El nombre de Nazareno le viene por la procesión de acreedores que acuden desesperados a las instalaciones del estafador, vacías y abandonadas, para reclamar el pago de sus facturas y saber qué ha pasado con sus mercancías. El timador empieza ganándose la confianza de la empresa proveedora haciendo algunas compras que paga rápidamente en dinero contante y sonante. Se presenta ante el estafado como comercial de una empresa muy solvente, mostrando además una serie de documentos debidamente falsificados, o apareciendo bien vestido y con un coche caro.</p><p style="text-align: justify;">Una vez ganada la confianza de la víctima, el estafador hace una nueva compra, esta vez de mucho más valor, pero en esta ocasión utiliza pagarés o letras de cambio como medio de pago. Una vez recibida la mercancía, el estafador la revende y desaparece. Es muy difícil dar con este timador, ya que aunque la víctima denuncie a la empresa, esta está a nombre de unos testaferros u "hombres de paja" que se declaran insolventes y no se les puede pedir responsabilidades civiles. El verdadero estafador nunca revela su verdadera identidad, ya que las empresas proveedoras nunca piden documentación personal a quien se presenta como comercial de la empresa timadora.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El falso abogado</b></p><p style="text-align: justify;">Se trata de una estafa que se suele llevar a cabo de manera telefónica. La víctima recibe una llamada de un supuesto abogado que le llama para informarle de que su hijo ha sido detenido por haber provocado un grave accidente. A continuación, el falso abogado le ofrece a la víctima la oportunidad de pagar una cantidad de dinero para pagar la fianza y que su hijo se libre de ir a prisión. Las víctimas favoritas de este tipo de estafadores son personas mayores, pues son fácilmente sugestionables.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>La estafa piramidal</b></p><p style="text-align: justify;">Todos hemos oído hablar alguna vez de esta estafa, aunque muchos se resisten a reconocerla como tal. Se presenta como el negocio del siglo, que ofrece rentabilidades estupendas por hacer un trabajo de lo más sencillo. Sin embargo, la verdadera trampa está en su estructura interna. Una estafa con esquema piramidal es un tipo de negocio en el que los propios participantes deben contribuir a su crecimiento a través de la creación de una red de nuevos participantes con el objetivo de que estos vayan produciendo beneficios para los participantes originales. Este tipo de estafas suelen camuflarse bajo la venta de algún producto que, se supone, debería ser el centro del negocio; sin embargo, no tardamos en darnos cuenta de que el verdadero interés es la entrada de nuevos participantes, que normalmente tienen que realizar algún tipo de pago para entrar a formar parte del negocio. Los inversionistas nuevos son los que obtienen las ganancias de las que se van a nutrir los miembros anteriores a ellos, llegando hasta la propia empresa matriz, y esto es lo que le otorga a la estructura la forma de pirámide por la que es conocida esta estafa.</p><p style="text-align: justify;">El esquema piramidal no está prohibido legalmente, pero se encuentra en una situación alegal no tipificada por la legislación. Es muy fácil caer en este tipo de trampas por la esperanza que infunden en el inversor de ganar dinero rápido. No obstante, estos sistemas están cada vez más vigilados por las autoridades regulatorias del mercado, quienes se encargan de dar la voz de alarma y tratar de desmantelar el negocio.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El Rip Deal</b></p><p style="text-align: justify;">Nueva versión del timo de la estampita, pero enfocada al sector inmobiliario. Los estafadores que optan por esta modalidad de timo buscan anuncios de ofertas inmobiliarias y se presentan como empresarios solventes que están muy interesados en la adquisición del inmueble. Sin embargo, argumentan que no pueden viajar para conocer la vivienda por motivos de agenda, por lo que proceden a convencer al vendedor de que salga al extranjero para entrevistarse con ellos. La entrevista tiene lugar en sitios muy lujosos alquilados ad hoc; el estafador, asimismo, suele presentarse vestido con ropa de marca y relojes de alta gama para dar fe de su gran poder adquisitivo.</p><p style="text-align: justify;">La estafa ocurre cuando los estafadores pactan elevar el precio de mercado del inmueble a cambio de que el vendedor acceda a cambiarles billetes de alto valor (dólares, libras esterlinas, francos suizos) por billetes en euros más pequeños, alegando que en su país es difícil cambiarlos. Estos billetes son, por supuesto, falsos, a excepción de una pequeña cantidad que utilizan para engañar a la víctima durante la transacción. El trato se cierra y prometen abonar el pago del inmueble en unos días. Pero al volver al país de origen, la víctima se da cuenta de la estafa. Intenta ponerse en contacto con el comprador, pero es imposible porque el teléfono aportado no responde y la cuenta de email es falsa. Se han dado casos de que los estafadores han usurpado la identidad de personas con gran prestigio comercial para llevar a cabo sus timos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El cuento del tío</b></p><p style="text-align: justify;">Posiblemente se trate de la estafa más antigua de esta lista, pues deriva del antiguo <b>timo del entierro</b>, cuya mención más antigua la tenemos en una carta de un penal ceutí del año 1854. La idea principal tanto del timo del entierro como del cuento del tío es hacerle creer a la víctima la importancia de invertir dinero en un bien u objeto y que luego ese dinero le será devuelto con creces. Las víctimas favoritas de los estafadores que usan este método son personas codiciosas que desean obtener dinero rápido. El nombre de este timo viene de la historia que contaba el estafador, que ha recibido una abundante herencia de un tío lejano pero resulta que este vive muy lejos y no tiene dinero para el viaje y reclamar la herencia. Entonces, el estafador le pide dinero a la víctima para poder hacer el viaje, con la promesa de que se lo devolverá en una cantidad muy superior al monto que le ha prestado. Sin embargo, el estafador desaparece y no se vuelve a saber nunca más de él.</p><p style="text-align: justify;">El timo del cuento del tío es una estafa que nunca pasa de moda y que además se va adaptando a los nuevos tiempos. Seguramente os ha parecido similar al timo del tocomocho, del que ya he hablado, o de la famosa <b>estafa nigeriana</b>, en la que el estafador envía un correo electrónico a la víctima con el cuento de que es una persona rica que necesita trasladar su dinero de forma discreta al extranjero y le pide que lo haga a través de su cuenta bancaria con la promesa de darle una generosa gratificación. A medida que el timo avanza, se le exige a la víctima que pague para hacer frente a gastos inesperados o sobornos, pero siempre con la promesa de que, cuando todo termine, será millonario. Por supuesto, esto nunca ocurre, ya que esos supuestos millones no existen.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>El fishing</b></p><p style="text-align: justify;">Entre las modalidades de estafa actuales, el <i>fishing </i>estaría muy alto dentro del ranking, si es que no es directamente el primero. Los más afectados por esta modalidad de timo forman parte del sector empresarial, aunque casi cualquier persona puede picar y convertirse en víctima de esta estafa. El <i>fishing </i>funciona de una manera muy sencilla. Consiste en el envío de una carta, un mensaje de texto o un correo electrónico simulando que son la entidad bancaria del usuario. En esta carta, advierten de que existe un problema con la cuenta corriente del usuario, por lo que solicitan que pinchen un enlace y se les facilite sus claves de acceso con la promesa de arreglar el problema lo antes posible. Una vez proporcionadas las claves, la víctima recibe una llamada del estafador haciéndose pasar por personal de la entidad del banco para seguir enredando al estafado mientras se hace transferencias para comprar criptomonedas.</p><p style="text-align: justify;">El <i>fishing </i>tiene multitud de modalidades de engaño y suplantación, pero el modus operandi siempre es el mismo.</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-52338032727408948132022-03-24T19:25:00.010+01:002023-04-18T11:10:36.338+02:00Neo diccionario laboral<p> </p><p style="text-align: justify;">Siempre que me pongo a la tarea de buscar trabajo, me llaman la atención esos eufemismos que las empresas se inventan a la hora de redactar sus ofertas. Por si no fuera poco tener que sacarse una carrera, dos másters y varios cursos de formación, resulta que ahora hay que tirar de diccionario para tratar de descifrar lo que los reclutadores quieren de nosotros si queremos optar a un puesto en sus empresas.</p><p style="text-align: justify;">No sé a quién se le ocurrió la idea de utilizar un vocabulario tan pretencioso para ofrecer un puesto de trabajo, sobre todo cuando éste es sencillo y no requiere más de una palabra para saber de qué va la cosa. Supongo que todo esto viene de la imperiosa necesidad humana de aparentar ante los demás lo que no es o lo que no tiene. Pero, como dice el refrán, dime de qué presumes y te diré de qué careces. A las empresas les encanta maquillar las cosas de tal manera que te pintan un puesto de mierda como si fuera necesario sacarse un doctorado cum laude para llevarlo a cabo. Eso sí, del sueldo mejor ni hablamos porque su cantidad es inversamente proporcional a la longitud de descripción del puesto que vas a ocupar. En otras palabras: Cuanto más largo es el nombre del puesto en la candidatura, menos vas a cobrar. Y lo mismo ocurre con las cosas que te van a pedir en la entrevista.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7DoKPmAddlxQkKf1M_9MBtGJP7eQgUwGMDKHM6PWvRRTRAfNZ3nxBy2_2SBqrlCmk3kSfm3v381pS2HmAIOTti_ZWSaL4sTSr63yypzt3YB4uI9jr0uU0VK9JV7ZYH02rVt6VvsFufUlYoGDbxHmSmEHhpQjX7P3gXXW2glxVBLzpestNzuvl9ZHe/s1200/fotonoticia_20170811120516_1200.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="801" data-original-width="1200" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7DoKPmAddlxQkKf1M_9MBtGJP7eQgUwGMDKHM6PWvRRTRAfNZ3nxBy2_2SBqrlCmk3kSfm3v381pS2HmAIOTti_ZWSaL4sTSr63yypzt3YB4uI9jr0uU0VK9JV7ZYH02rVt6VvsFufUlYoGDbxHmSmEHhpQjX7P3gXXW2glxVBLzpestNzuvl9ZHe/s320/fotonoticia_20170811120516_1200.jpg" width="320" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Y así está la cosa. Las ofertas de trabajo están redactadas para no ponérselo nada fácil a los candidatos, dando a veces la impresión de que no quieren que trabajes para ellos. Imagino que será una especie de filtros o algo así, pero resulta verdaderamente agotador tratar de cumplir la lista de cosas que te piden. Porque ocurre una cosa muy curiosa, y es que da la impresión de que las empresas quieren que trabajes para ellos como si no tuvieras vida propia, familia con la que estar o aficiones que te gustaría hacer en tu tiempo libre. Te piden imposibles como tener cinco años de experiencia en tu primer trabajo a los 22 años, o un nivel de inglés nativo cuando lo más probable es que su clientela sea la típica que hay por el barrio. También es muy común que te pidan ser proactivo, tener un gran compromiso con la empresa o poseer un nivel de tolerancia a la frustración alto, y te lo dicen como si fueran virtudes propias de un buen trabajador, cuando en el fondo no es más que una manera de decirte que te van a putear de lo lindo y es mejor que no te quejes si no quieres que le den el trabajo a otro y tú te quedes ahí comiéndote los mocos.</p><p style="text-align: justify;">Por eso, he buscado por Internet algunas de las expresiones más comunes que veremos en candidaturas o en entrevistas de trabajo y he elaborado un pequeño diccionario laboral con la intención de que sepáis a qué ateneros cuando os pinten ese trabajo normalito como la oportunidad de que vuestros sueños se hagan realidad.</p><p style="text-align: justify;">¡Mucha suerte a todos en vuestra ardua búsqueda!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Recurso humano</b>: El <strike>esclavo</strike> trabajador de toda la vida.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Buscamos gente proactiva</b>: Vas a tener que hacer horas extra y no te las vamos a pagar.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Cargo de confianza y mucha responsabilidad</b>: Tienes hora de entrada pero no de salida, te va a llegar trabajo por todas partes y te vas a llevar la culpa de todos los problemas que surjan.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Racionalización de recursos</b>: A la puta calle.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Periodo de ajustes</b>: A la puta calle.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Desvinculación estratégica</b>: A la puta calle.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Reajuste de requerimientos</b>: Venga, que ya os la sabéis. Exacto, a la puta calle.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Reestructuración</b>: Yo ya no digo ná...</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Flexibilizar el mercado laboral</b>: A la puta calle, y sin que nos cueste ni un duro.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Reajuste de responsabilidades</b>: Vas a trabajar más pero vas a seguir cobrando lo mismo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Optimización de capacidad instalada</b>: Igual que la anterior pero más rimbombante.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Optimización de recursos financieros</b>: No, no te vamos a subir el sueldo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Ajuste de remuneraciones al entorno macroeconómico actual</b>: Le vamos a bajar el sueldo a los curritos pero nosotros nos lo vamos a subir.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Buscamos a alguien organizado</b>: Tu puesto va a ser un completo caos. Mucho trabajo estresante y más horas de las estipuladas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Es esencial que tenga buenas habilidades comunicativas</b>: La labia que tengas te servirá lo mismo para hacer presentaciones en público que para colocar un trabajo mal hecho o con retraso.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>La motivación es muy importante</b>: Puesto de trabajo con poco control, lo que te obligará a hacer tus propias tareas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Somos una empresa en crecimiento</b>: Tenemos este local y otro más en la otra punta de la ciudad.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Es imprescindible que tenga un horario flexible</b>: Trabajar mucho, quejarse poco y cobrar menos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Buscamos un trabajador cualificado para el puesto</b>: Vas a tener que hacer tareas relacionadas con el título que tienes... y también otras que no tienen nada que ver.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Queremos que el trabajador tenga compromiso con la empresa</b>: Vas a trabajar como un burro y te vamos a exigir mucha productividad.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Es imprescindible tener buena presencia</b>: Solo queremos gente joven y guapa.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Preferible que resida cerca del puesto de trabajo:</b> En realidad, no tenemos ningún motivo para exigirte esto. Es solo que nos gusta tocarte las narices.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Disponibilidad de tiempo</b>: Te vamos a explotar a base de bien, así que olvídate de que tienes una vida.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Con ganas de crecer laboralmente</b>: Pagamos una miseria pero, ¡venga! ¡Arriba ese ánimo!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>El candidato debe tener una actitud excelente</b>: Ni se te ocurra quejarte o te vas de aquí a toda leche.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">-<b>Debe saber tener tolerancia a la frustración</b>: Básicamente, el trabajo es una mierda.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-17741016501350809202022-03-23T01:17:00.007+01:002022-03-23T01:23:33.714+01:00Vagando por el Arte: Unos cuantos piquetitos<p> </p><p style="text-align: justify;">El arte no deja indiferente a nadie. Imaginemos la escena por un momento: Una mañana tranquila en la que hay poco que hacer. Sobre la mesa de la cocina, una taza de café humeante y un periódico. La noticia llama la atención del lector y la imagen que acompaña el texto le produce una tremenda desazón. Ha ocurrido un crimen: un hombre ha matado a su pareja apuñalándola repetidas veces. La morgue dice que la mujer ha muerto desangrada. Las fotografías muestran el cadáver maltrecho de la víctima. Y una pintora de la talla de Frida Kahlo solo encuentra una manera de mostrar toda la violencia que hay en la noticia y en su corazón.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp5vYfqeRSJ7oP_JOaNMWuI1aTeZt-hr2ZrhIqHj55177J5bwkVI0x383oWFG-pcJ1nJl3trR5MaLtQv9ebPaZQK96JFNvF8eHfIY4gpJWBE1LwsyIt1n5_0VVDjh2sVhqGNguDZpCMFy_gBjWXj-k0ne-xDCMcyWfhx255X0okBabRztytg5SavQq/s1024/piquetitos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp5vYfqeRSJ7oP_JOaNMWuI1aTeZt-hr2ZrhIqHj55177J5bwkVI0x383oWFG-pcJ1nJl3trR5MaLtQv9ebPaZQK96JFNvF8eHfIY4gpJWBE1LwsyIt1n5_0VVDjh2sVhqGNguDZpCMFy_gBjWXj-k0ne-xDCMcyWfhx255X0okBabRztytg5SavQq/s320/piquetitos.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div><br /><p style="text-align: justify;">A lo largo de su carrera, Frida Kahlo realizó muchas pinturas con un aire macabro y desgarrador que provocaba un impacto en el espectador. Los expertos están de acuerdo en que la vida privada de la artista tiene su mayor reflejo en su pintura, llegando incluso a opacarla, a invadirla e incluso sobreponerse a ella. En cada cuadro que pintaba, Frida se representaba a sí misma, y cuando no lo hacía, sacaba a la luz una parte de su sufrimiento interno y lo representaba de otra manera, pero siempre con esa referencia a sí misma, a su dolor, a sus pensamientos y a su amargura.</p><p style="text-align: justify;">Pese a que el feminismo ha encumbrado a Frida Kahlo como una de las grandes santas y patronas del Feminismo, lo cierto es que no fue tal en el sentido de que ella no se tenía por feminista. Kahlo no pretendió nunca hablar por todas las mujeres, y su lucha por conseguir derechos estaba enmarcada dentro de los parámetros del comunismo, en cuyo partido militó activamente durante muchos años. Sin embargo, obras como <i>Unos cuantos piquetitos</i> (1935) eran las que aportaban su granito de arena a la hora de visualizar a la mujer como víctima normalizada en un escenario donde se acostumbraba a ejercer la violencia sobre el género femenino. Este cuadro, considerado de menor importancia dentro de la extensa obra de Kahlo, supone una apertura a la visión de la mujer como víctima física y tangible.</p><p style="text-align: justify;">La inspiración para este cuadro surgió a raíz de una noticia publicada en un periódico: un hombre, que había sido arrestado por matar a su esposa, se excusaba en los juzgados diciendo que tan solo le había dado "unos cuantos piquetitos"; según la Policía, fueron veinte puñaladas. Esta cínica frase impactó tanto a Frida que la pintó en la parte superior del cuadro, en un cartel sostenido por dos palomas que sobrevuelan la escena del crimen. La víctima, con el cuerpo cosido a puñaladas, yace muerta o moribunda sobre un camastro lleno de sangre. Solo lleva puesto un zapato y un pequeño liguero. De pie junto a ella, su marido y verdugo sonríe, orgulloso de haber llevado a cabo su sangrienta hazaña. En su mano derecha empuña aún el cuchillo con el que ha apuñalado a la mujer, mientras que con la otra mano trata de guardar el pañuelo que ha utilizado previamente para limpiarse la sangre, lo que da a entender que es muy posible que saliera impune de su crimen.</p><p style="text-align: justify;">La sangre es la protagonista absoluta de este cuadro, apareciendo por toda la escena. Todo está cubierto de sangre, hasta el propio marco del cuadro, rompiendo así una especie de cuarta pared al hacer partícipe de la escena al espectador, pues hay tanta sangre que se desborda, sale del cuadro y llega incluso a él. Para darle mayor dramatismo a una imagen que no necesita más para causar horror, Kahlo llegó al punto de acuchillar repetidas veces el marco de madera, como muestra de esos "piquetitos" de los que hablaba sin pudor el asesino, impasible ante el cuerpo destrozado de su esposa. Todos estos elementos (la frase, la sangre en el marco, las puñaladas) fueron utilizados por Frida Kahlo para darle una mayor fuerza a la imagen que pintó, para llamar la atención del espectador y hacerle partícipe del horroroso crimen que ocurre ante sus ojos pero que no es capaz de denunciar. ¿Nos quedaremos mirando impasibles cómo se produce el asesinato o haremos algo para solucionar el problema?</p><p style="text-align: justify;">Frida Kahlo marcó un antes y un después al realizar este cuadro y otros muchos durante su larga trayectoria. Temas como el asesinato de una mujer, la lactancia materna o el aborto eran considerados tabú en el México de los años 30, y Frida no mostró el menor reparo en mostrarlos en su obra pictórica. Quizá por eso el movimiento feminista tomó su figura y la erigió como una matriarca y una luchadora por la causa, pero nada más lejos. De hecho, es la propia Frida Kahlo la que nos dice que esta obra es egoísta, pues también la representa a ella como víctima de la persona a la que convirtió en su mundo entero: el pintor Diego Rivera.</p><p style="text-align: justify;">Casados desde 1929, la relación entre Diego y Frida tuvo muchos altibajos que hicieron sufrir terriblemente a la artista mexicana. Cruel, egoísta y un impenitente mujeriego, Diego Rivera no escondió nunca su pasión por otras mujeres. Su gran popularidad le granjeaba toda la atención femenina que deseaba, y se acostó con cuantas quiso durante toda su vida, algo que atormentaba a Frida. Fue tal su falta de respeto que llegó incluso a tener relaciones con la hermana de Frida, Cristina Kahlo. Traicionada por ambas partes, Frida se quiso identificar con la mujer apuñalada. Esa mujer asesinada era ella, asesinada por Diego todos los días con sus desmanes, pero también era la mujer con la que Diego estaba y a la que Frida quería ver muerta para recuperar a su amado.</p><p style="text-align: justify;">El óleo fue pintado sobre metal y fue vendido al Museo Dolores Olmedo en 1955, un año después de la muerte de Frida Kahlo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-69330817578925504262022-02-04T01:03:00.007+01:002022-02-25T20:31:07.048+01:00Mujeres de armas tomar<p><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;">Históricamente, la mujer pasó de puntillas por los grandes acontecimientos de la Humanidad, algo que no es un secreto para quien sepa un mínimo de Historia. No debe sorprendernos que esto sea así; la historia de la humanidad es, en gran medida, la historia de los grandes hombres que llevaron a cabo proezas para el engrandecimiento de sus naciones y la mayor gloria de su linaje. Este hecho ha llevado a muchos a preguntarse cuál fue el papel de la mujer dentro de la Historia. ¿Por qué no sabemos prácticamente nada de las mujeres en los tiempos turbulentos del pasado? Por la sencilla razón de que no era el papel que les estaba destinado, hablando en términos socioculturales. El lugar de la mujer estaba en su hogar como cuidadora y protectora de la familia, quedando los asuntos públicos a cargo del varón. Esto no quiere decir que no hubiera mujeres luchadoras, guerreras y gobernantes, pero han llegado tan pocas a nuestros días que recordamos bastante bien sus nombres y sus hazañas.</p><p style="text-align: justify;">En el artículo de hoy, he hecho una selección de estas mujeres a las que la Historia se ha referido a ellas varias veces como de comportamiento "varonil", aunque la expresión que más me gusta para referirnos a ellas es la de "mujeres de armas tomar". Porque eso es lo que fueron: mujeres a las que no les tembló el pulso a la hora de empuñar las armas y luchar codo con codo con sus compañeros varones para lograr un objetivo.</p><p><b><br /></b></p><p><b>María Pita<i> (1556-62? - 1643)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjroMa6Wt5shTzoIcw9oYm2vws0Ws3i_GQw2YeLB-dM0i7n0aAZGVaqZR4Eyi0LFHukD5dIEedxsB_09s5sktZWMnPxQFqcSpBFW6CvV32VPJQaPCByRVpASRXchCA601mSneepgEY0kKnl1I6L75A-kTjn5DdUzSiOqF54tANYR7uFuoQIv4gva9Y1=s1280" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="842" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjroMa6Wt5shTzoIcw9oYm2vws0Ws3i_GQw2YeLB-dM0i7n0aAZGVaqZR4Eyi0LFHukD5dIEedxsB_09s5sktZWMnPxQFqcSpBFW6CvV32VPJQaPCByRVpASRXchCA601mSneepgEY0kKnl1I6L75A-kTjn5DdUzSiOqF54tANYR7uFuoQIv4gva9Y1=s320" width="211" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">Ya le dediqué en su día un artículo a esta famosa heroína gallega, que podéis leer <b><a href="http://la-biblioteca-de-laura.blogspot.com/2013/06/maria-pita-historia-de-una-luchadora.html" target="_blank">aquí</a>. </b>María Pita, nacida en una fecha incierta entre 1556 y 1562, fue una mujer coruñesa de origen humilde que trabajaba como carnicera junto a esposo Gregorio de Rocamonde. Cuando la flota de Francis Drake, enviada en 1589 para destruir lo que quedara de la Armada Invencible, llegó a Coruña y vio lo mal guarnecida que estaba la ciudad, dio orden de atacarla y conquistarla. Diez días duró el asalto, pues Drake no contaba con la fiera resistencia que los coruñeses le iban a mostrar, pues todo el pueblo se alzó en armas contra los invasores a pesar de la enorme desventaja tanto armamentística como numérica.</p><p style="text-align: justify;">Entre los defensores estaba María Pita, quien se dice que luchaba con la espada que había pertenecido a Gregorio de Rocamonde, muerto en el asalto. En cierto momento, se adelantó a todos para clavarle una pica en el pecho al alférez que se disponía a colocar la bandera de la victoria en el fuerte de San Antón. La leyenda dice que le arrebató la bandera al moribundo, la enarboló para alentar a su pueblo y gritó:</p><p style="text-align: justify;"><i>"¡Quen teña honra, que me siga!"</i></p><p style="text-align: justify;">Este gesto cambió por completo el curso de la batalla, pues los defensores sintieron sus ánimos enardecidos en tanto que los invasores vieron flaquear los suyos. Iniciaron el repliegue y, cuatro días después reembarcaron precipitadamente, derrotados y con la moral por los suelos. Tras la victoria, se dice que María Pita siguió haciendo buenas obras por su gente como ayudar a curar a los heridos o colaborar aportando ropa y alimentos. Su labor fue tan destacable que llegó a oídos de Felipe II, quien recompensó su labor otorgándole el grado y la paga de alférez.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><b>Inés de Ben</b></p><p><b><br /></b></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgQYbRSDQshtx2Lk8VHpKvi_NS1xiA0kHQ8IZcfJaljQ0g5e7Sv5OUevuT8wz-KpRrNjklvg_oQD7oB-p6tEpUuzfz6Qg-JDgmQleiUjF-hSWtqR8JECX65vE-NdMdamMPOF5mW_jvFKw78iITisMfrj9w0yAHeb7iuCj8wVJ-9xmomoOOvQFbJmGoN=s400" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="342" data-original-width="400" height="274" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgQYbRSDQshtx2Lk8VHpKvi_NS1xiA0kHQ8IZcfJaljQ0g5e7Sv5OUevuT8wz-KpRrNjklvg_oQD7oB-p6tEpUuzfz6Qg-JDgmQleiUjF-hSWtqR8JECX65vE-NdMdamMPOF5mW_jvFKw78iITisMfrj9w0yAHeb7iuCj8wVJ-9xmomoOOvQFbJmGoN=s320" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">De la mano de María Pita, pero menos conocida, nos llegan las hazañas de Inés de Ben, tan importantes como las de su paisana, aunque su final no fue tan feliz. Tenía esta mujer un pequeño colmado o mercería en el barrio de la Pescadería y era una de tantas otras mujeres trabajadoras de su tiempo. Hubiera pasado completamente desapercibida de no ser por la invasión de la armada de Drake. El 4 de mayo de 1589, al comenzar el cerco inglés, unió sus fuerzas a las de sus vecinos y, junto con otras mujeres, ayudó a reconstruir las murallas mientras las tropas contenían a los invasores.</p><p style="text-align: justify;">Pero la mayor aportación de Inés de Ben sería otra. Cuando la munición empezó a escasear entre los coruñeses, Inés aportó suministros de pólvora y cuerda de su propia tienda para crear pequeñas bombas de mano con las que contener el avance inglés. Pero en estas estaba cuando fue alcanzada por un arcabuz enemigo. Recibió dos disparos: uno en el muslo y otro en la cabeza, que, aunque no la mató, la dejó parcialmente ciega. Fue trasladada al hospital de heridos hasta que se recuperó, pero solo para descubrir que su tienda había sido desvalijada. Pobre, viuda y con dos niños a su cargo, Inés no veía un buen porvenir para ella y sus hijos. A pesar de que pidió una indemnización por los servicios prestados, se desconoce el resultado del pleito, aunque es posible que este le fuese desfavorable. Se sabe que murió en la miseria y que su cuerpo fue enterrado en una fosa común.</p><p><br /></p><p><b>Agustina de Aragón <i>(1786 - 1857)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh_nhnJThPUQjHODD863M8tnPlDWFMpBQEGFNl327O-VtAsvfBqqXwMnf2yE2wugUHeK1skwGyqmteqGVUpKs9JhIPudnPHeTP0mbbnHv744vm90rFxpGV92mHj4AUWpAs2j_m_ngkq_AzrkMJM627CTzUS-2ebPWuoJT3R0aakmHs6gUuYd8_rQBHs=s600" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="449" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh_nhnJThPUQjHODD863M8tnPlDWFMpBQEGFNl327O-VtAsvfBqqXwMnf2yE2wugUHeK1skwGyqmteqGVUpKs9JhIPudnPHeTP0mbbnHv744vm90rFxpGV92mHj4AUWpAs2j_m_ngkq_AzrkMJM627CTzUS-2ebPWuoJT3R0aakmHs6gUuYd8_rQBHs=s320" width="239" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">Pocos en este país desconocen quién fue esta brava mujer, pues sus hazañas, además de estar bastante bien documentadas, han adquirido a lo largo de los años un matiz legendario muy atractivo. Nacida como Agustina Zaragoza Doménech, contrajo matrimonio con un cabo segundo del Real Cuerpo de Artillería y se trasladó con él a Zaragoza en 1808 cuando fue llamado a las armas, en el momento en que los franceses iniciaron el bombardeo de la ciudad. Agustina pronto se distinguió en la defensa alentando a los artilleros y proporcionándoles víveres y munición. Al ver cómo iban cayendo uno tras otro los artilleros españoles, Agustina tomó un botafuego y descargó una y otra vez un cañón de a 24 con bala y metralla aprovechada, hasta que hizo retroceder al ejército francés.</p><p style="text-align: justify;">En el segundo sitio de Zaragoza volvió a distinguirse por su arrojo y valor, pues intentó desalojar a los franceses del convento de la Trinidad, llegando incluso a recuperar en el proceso dos fusiles de los españoles. La peste, sin embargo, la obligó a retirarse temporalmente del campo de batalla. Una vez recuperada marchó a Teruel, donde la Junta le concedió pasaporte para el ejército, con el que se dirigió a Andalucía. Encontramos a Agustina dos veces más en su expediente militar. La primera en la defensa de Tortosa (1810), donde sirvió en una de las baterías hasta la rendición, siendo conducida posteriormente a Zaragoza; la segunda la ubica en la batalla de Vitoria, en 1813, donde nuevamente sería elogiada por su comportamiento valiente y heroico. Terminada la guerra, Agustina permaneció en Zaragoza. En premio por los servicios prestados, Fernando VII le concedió un aumento de cien reales de vellón sobre el sueldo de subteniente que ya recibía y el privilegio de usar la Cruz de Distinción, reservada solo a los jefes y Generales más destacados.</p><p style="text-align: justify;">El final de su vida fue bastante menos ajetreado que su vida en el campo de batalla. Se trasladó a Ceuta, donde vivía su hija Carlota, y allí vivió hasta su muerte en el año 1857. Trece años después, sus restos fueron llevados a Zaragoza, donde se encuentran hoy en día, y en cada escala se le rindieron honores militares y exequias solemnes.</p><p><br /></p><p><b>Casta Álvarez <i>(1786 - 1846)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgd8d6JexDsSnAbfMZgxZGxn1RY_2jpZD-EMWhPmqbFad-lc06oY89aBALBqF0JunmrjY1qB94GOh2lFYa88QJSMcyGv0c8JZeCCgx43jpHSZN_CkI_IXlIYtDEkOGYYSvC-3rcxOsLH6VjHOud1rhOhodqO69kx7hTdLeGyPFubcRavL9rAQbUcUja=s672" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="672" data-original-width="475" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgd8d6JexDsSnAbfMZgxZGxn1RY_2jpZD-EMWhPmqbFad-lc06oY89aBALBqF0JunmrjY1qB94GOh2lFYa88QJSMcyGv0c8JZeCCgx43jpHSZN_CkI_IXlIYtDEkOGYYSvC-3rcxOsLH6VjHOud1rhOhodqO69kx7hTdLeGyPFubcRavL9rAQbUcUja=s320" width="226" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">Contemporánea de Agustina de Aragón, pero un poco menos famosa que ésta, estaba Casta Álvarez, quien fue célebre entre los suyos por el arrojo que mostró al plantar cara a los ejércitos franceses que invadieron España durante la Guerra de la Independencia. Casta Álvarez se encontraba en Zaragoza cuando dio inicio el sitio a esta ciudad. Tenía 22 años y fue la única mujer que desde el primer día tomó las armas para la defensa. Jamás abandonó su puesto, y pronto se hizo familiar verla portando fusil y bayoneta calada. Durante el segundo sitio permaneció en su puesto de defensa, participando en la salida que hizo la caballería el 31 de diciembre de 1808, lo que le valió como recompensa la cinta encarnada. Se mantuvo hasta el fin con la misma entrega y espíritu combativo.</p><p style="text-align: justify;">Tras la capitulación de la ciudad en 1809, se trasladó a la localidad de Cabañas de Ebro, donde contrajo matrimonio con un humilde labrador. Siguiendo el protocolo establecido, solicitó una pensión como recompensa por sus servicios y el derecho a usar los dos Escudos de Distinción (que también poseía Agustina de Aragón). Sin embargo, vivió durante muchos años en la más absoluta pobreza. Viuda y sin hijos, tuvo que recurrir a la caridad de sus vecinos, ya que casi nunca cobró la pensión que había solicitado, sustraída posiblemente por algún funcionario desaprensivo que se aprovechó de su temprana locura. Murió a los 60 años y fue enterrada como pobre de solemnidad en el cementerio del pueblo, hasta que en 1908 se exhumaron sus restos para trasladarlos al Panteón de Heroínas de la Iglesia de Nuestra Señora del Portillo de Zaragoza.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><b>Manuela Malasaña <i>(1791 - 1808)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQqF_M70Gox66ptTRrzEM4ngx7P5L1GVjefdyAeXEDkMztbeoeH9mEmC1DYMS2PtnyJSc_ydr4DsR-VuO3dGR6EATOpTPmgXq06xOLTEuwCKZSx5swlHpJaa5bbA2tlk3aGrzBV5SvqSeFD_UsW2EOlzerG0IKlAn1P2VgmrLbySIHpb8x3mZG2dyp=s773" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="773" data-original-width="538" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQqF_M70Gox66ptTRrzEM4ngx7P5L1GVjefdyAeXEDkMztbeoeH9mEmC1DYMS2PtnyJSc_ydr4DsR-VuO3dGR6EATOpTPmgXq06xOLTEuwCKZSx5swlHpJaa5bbA2tlk3aGrzBV5SvqSeFD_UsW2EOlzerG0IKlAn1P2VgmrLbySIHpb8x3mZG2dyp=s320" width="223" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">La figura de Manuela Malasaña está a caballo entre la historia y el mito, siendo complicado separar ambas versiones. La tradición oral nos cuenta de ella que era una bordadora que vivía en el antiguo barrio de Maravillas, pero lo que la ha hecho famosa han sido las circunstancias de su muerte. Una primera versión nos cuenta que Manuela se incorporó a la defensa del Parque de Artillería de Monteleón preparando los cartuchos que su padre disparaba contra las tropas francesas, hasta que la muchacha fue alcanzada por un disparo enemigo. Otra variante de esta versión afirma que fue hecha prisionera y ejecutada bajo la acusación de habérsele encontrado un arma en su poder.</p><p style="text-align: justify;">La otra versión, quizá la más conocida, sitúa a Manuela Malasaña al abrigo de la lucha en el taller de bordado donde trabajaba por orden de la dueña del taller y hasta que cesaran los disparos. Pero al regresar a casa, se topó con una patrulla de soldados franceses que habrían intentado abusar de ella mientras la registraban, y ella habría usado unas tijeras para defenderse, acto que le habría valido la muerte a manos de sus asaltantes. Hay serias dudas acerca de la fecha de su muerte y sobre la figura de su padre (se piensa que podría ser huérfana), pero la realidad no pudo con el mito, y Manuela Malasaña se convirtió en símbolo del valor y el coraje del pueblo madrileño. La leyenda de Manolita había calado tanto en el imaginario popular que incluso se le dedicó una calle en el barrio de Maravillas, que más adelante y por extensión, tomó el nombre de barrio de Malasaña, con el que es conocido a día de hoy.</p><p><br /></p><p><b>Catalina de Erauso, la Monja Alférez <i>(1592 - 1650)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhoMtsJbV0e8yt5wSSF-aXUhV5z28ruBefFyU5A8kSk8ccXA1MoBzFPCswuxadGT-eMYehqePi5DC_6w12UYW25l7xnQCDMfp0g--mzp0IyE7wts_pI1RoKgjt1bu3_0k2fZWFAZA3wIssQQXb9St8C7lK9I4VKbiZespVMQMUtP5D0OeumL5Ei9qsn=s975" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="975" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhoMtsJbV0e8yt5wSSF-aXUhV5z28ruBefFyU5A8kSk8ccXA1MoBzFPCswuxadGT-eMYehqePi5DC_6w12UYW25l7xnQCDMfp0g--mzp0IyE7wts_pI1RoKgjt1bu3_0k2fZWFAZA3wIssQQXb9St8C7lK9I4VKbiZespVMQMUtP5D0OeumL5Ei9qsn=s320" width="263" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">Su vida sería digna de un personaje de novela o de leyenda, pero en realidad fue una mujer de carne y hueso. Catalina de Erauso nació en la villa de San Sebastián. Su padre servía como comandante a las órdenes del rey Felipe III, de manera que la joven Catalina creció con la milicia como parte de sus juegos infantiles. A los cuatro años fue internada en un convento dominico junto a sus hermanas pero, a diferencia de estas, Catalina no profesó, ya que su padre solo pagaba por sus alimentos, pero no pagó por su dote. Sin embargo, Catalina aduciría varias veces su condición de religiosa para evitar problemas con la justicia y cuando se veía en peligro de muerte. A los quince años y tras muchas peleas con las monjas, se escapó del convento y pasó por diversas ciudades disfrazada de varón, empleándose en varios trabajos hasta que embarcó en la nao del general Echazarreta que partiría rumbo a América.</p><p style="text-align: justify;">A partir de este momento, Catalina se hizo llamar siempre con el nombre de Alonso Díaz, aunque tenía otros seudónimos. Se quedó en Panamá al perder el barco que volvía de regreso a España y empezó a trabajar con un comerciante, ganándose su aprecio por su buen hacer. Fue trasladada a Lima, donde encontró un nuevo empleo en un reclutamiento de compañías para la invasión de Chile. Su ejército arrasó las tierras y los bienes de los mapuches, a los que Catalina masacró sin piedad. Luchó en la Guerra del Arauco, donde ganó fama de valiente y hábil con las armas, siempre sin revelar su condición de mujer. En la batalla de Valdivia recibió el grado de alférez. En la batalla de Purén, tras la muerte del capitán de su compañía, asumió ella misma el mando y llevó a su ejército a la victoria.</p><p style="text-align: justify;">Anduvo de acá para allá durante mucho tiempo, metiéndose en todo tipo de pleitos y problemas con la justicia, hasta que fue detenida en 1623 en Huamanga, Perú. Para evitar ser ajusticiada, confesó que era una mujer y que había estado en un convento, tras lo cual fue enviada de vuelta a España. El rey Felipe IV mantuvo su graduación militar y la apodó "la Monja Alférez", al tiempo que le permitió seguir usando su nombre masculino y le concedió una pensión por sus servicios a la Corona. En 1630 se instaló en la Nueva España, en la ciudad de Orizaba. Se cree que pudo haber muerto en el pueblo de Cotaxtla y sus restos descansan en la iglesia de San Juan de Dios de Orizaba.</p><p><br /></p><p><b>Isabel Barreto <i>(1567? - 1612)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhHXO74oWXfbK4WBgE-DRmXv6vPtbgF3dPFk5RJ0zJxOdAjOAQKxEw-LyLVzt4OpqyZwnZIR0YlKbF81Ij-qogVPTkGle_I6XMyFfdguplm5SNJW4jJJuAzPnvrdaaj8jRWDPJg8R8XcJ1PobhWHG2W3o5mLG69PxlbVb7Hm5DZuioBc_985_wU0oPg=s785" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="785" data-original-width="746" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhHXO74oWXfbK4WBgE-DRmXv6vPtbgF3dPFk5RJ0zJxOdAjOAQKxEw-LyLVzt4OpqyZwnZIR0YlKbF81Ij-qogVPTkGle_I6XMyFfdguplm5SNJW4jJJuAzPnvrdaaj8jRWDPJg8R8XcJ1PobhWHG2W3o5mLG69PxlbVb7Hm5DZuioBc_985_wU0oPg=s320" width="304" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">Considerada la primera mujer que ostentó el cargo de almirante en la historia de la navegación, la vida de Isabel Barreto ha generado mucha leyenda carente de fundamento. Nació en Lima (algunas fuentes dicen que nació en Pontevedra, trasladándose a Lima al poco de nacer) y era hija de los portugueses Nuño Rodríguez Barreto y Mariana de Castro, naturales de Madeira. La casaron en 1586 con Álvaro de Mendaña, adelantado de las Islas Salomón, y parece ser que de este matrimonio no tuvieron hijos. La dote que le dieron sus padres sirvió para comprar un barco para hacer una expedición a las islas, a donde fue con su marido en 1595. La fama de Isabel Barreto proviene de que, al morir su esposo ese mismo año, le cedió el cargo de gobernadora de las nuevas tierras descubiertas y adelantada del mar Océano.</p><p style="text-align: justify;">La expedición partió rumbo a Manila por orden de Isabel. Durante el viaje pasaron por todo tipo de penalidades: hambre, sed, enfermedades, muerte... Tuvo muchos enfrentamientos con el piloto Fernández de Quirós y la tripulación, posiblemente a causa del carácter altivo y riguroso de Barreto. Pese a todo, la flota llegó a Manila en 1596, año en el que Isabel contrajo nuevas nupcias con Fernando de Castro, caballero de la Orden de Santiago y sobrino del gobernador de Filipinas. Un año después, navegaron hacia Acapulco. En México, Isabel ocupó el cargo de "encomendera" de Guanaco y su marido fue propuesto como gobernador de Filipinas. En 1607 ambos cónyuges solicitaron permiso para regresar a España para hacerse cargo de una serie de pleitos judiciales; una vez resueltos, regresaron ambos a Perú, donde Fernando fue nombrado gobernador de Castrovirreyna. Aquí fue donde terminó sus días Isabel Barreto en 1612, aunque no se sabe con certeza si sus restos descansan en la iglesia de dicha ciudad o si fueron trasladados, tal como ella quería, al convento de Santa Clara en Lima.</p><p><br /></p><p><b>Inés Suárez <i>(1507 - 1580)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgn2S9Ai2ltWjK_nhh_c7PYcTk0CiZhZNcbeOEygkESaT1fJYyMX4BHmeAewfjqPIX81rM_xaYkFDldjIqm68OD7ycaUqijBwX1KAqn7T4dkctedZ6h0-oOGhLN9UMcrJZuxKuBZqx_sHpwpfWpZyR5vxJI8XhJwoAeNjKx_cZk_xOTmFSlBaMSDfBA=s340" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="317" data-original-width="340" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgn2S9Ai2ltWjK_nhh_c7PYcTk0CiZhZNcbeOEygkESaT1fJYyMX4BHmeAewfjqPIX81rM_xaYkFDldjIqm68OD7ycaUqijBwX1KAqn7T4dkctedZ6h0-oOGhLN9UMcrJZuxKuBZqx_sHpwpfWpZyR5vxJI8XhJwoAeNjKx_cZk_xOTmFSlBaMSDfBA=s320" width="320" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">Desde tierras extremeñas, cuna de grandes navegantes y conquistadores, nos llega la fascinante historia de esta guerrera y conquistadora cuyo papel fue clave en la conquista de Chile. Pasó su infancia en Plasencia, donde aprendió el oficio de costurera. A los 19 años se casó con su primer esposo, Juan de Málaga, que partió en un barco rumbo a Panamá, dejando a Inés en España. Después de esperarle durante diez años, consiguió una licencia para poder ir a las Indias a buscarle, pero cuando llegó a Venezuela descubrió que su marido había muerto en la Batalla de las Salinas, recibiendo como compensación una pequeña parcela en el Cuzco y una encomienda de indígenas.</p><p style="text-align: justify;">Fue en Cuzco donde conoció a Pedro de Valdivia, maestro de campo de Francisco Pizarro, y se dice que entre los dos llegó a entablarse una relación amorosa. Inés marchó junto a Valdivia en su expedición a las tierras de Chile, prestando diversos servicios de tipo doméstico a los soldados. En el valle del río Mapocho fundaron una ciudad que sería conocida como Santiago de Nueva Extremadura; pero la hostilidad de los indígenas causó muchos problemas. Aprovechando la ausencia de Valdivia, que había ido a sofocar una rebelión en Cachapoal, los indios se alzaron en armas y asaltaron la plaza, matando a varios hombres y provocando un gran incendio. Inés Suárez se distinguió entonces por su arrojo y valor, pues lo mismo ayudaba a atender a los heridos como se enfrentaba a los indios a brazo armado. Pero el acto que la llevaría a ser reconocida fue la orden que dio de decapitar a los siete caciques que los españoles tenían prisioneros, logrando así que los atacantes se retiraran.</p><p style="text-align: justify;">En Perú, Valdivia tuvo que hacer frente a un proceso judicial en el cual se le acusó de vivir amancebado con Inés, por lo que se apresuró a casarla con Rodrigo de Quiroga, amigo suyo y compañero de armas. El matrimonio vivió feliz durante treinta años, en los cuales Inés llevó una vida tranquila y religiosa. Junto con su marido, contribuyó a la construcción del templo de la Merced y de la ermita de Montserrat, en Santiago. Murió alrededor del año 1580, a los 72 años.</p><p><br /></p><p><b>Beatriz Bermúdez de Velasco, la Bermuda <i>(s. XV - s. XVI)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiz0t1_3uZOZf3PU-R6EIXI6lPbyT-OtFL6Wo26BQiXSx_7ru-daSYg3PjAg2bN00i3N2CmgyBtzJQCFPkRGnMn9gmL9W3wMbTAYGhDkLugo_ByNHpUGr78NvCIOzvvHfZJIPRMeMR6qr2izL1SK55LMMUmQg9GN7B6ra-YIvk2Gxv7BfUMe03ApaQ1=s686" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="429" data-original-width="686" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiz0t1_3uZOZf3PU-R6EIXI6lPbyT-OtFL6Wo26BQiXSx_7ru-daSYg3PjAg2bN00i3N2CmgyBtzJQCFPkRGnMn9gmL9W3wMbTAYGhDkLugo_ByNHpUGr78NvCIOzvvHfZJIPRMeMR6qr2izL1SK55LMMUmQg9GN7B6ra-YIvk2Gxv7BfUMe03ApaQ1=s320" width="320" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">De la mano de Francisco Cervantes de Salazar nos llega la historia de una extraordinaria mujer que, espada en mano, insultaba a los españoles que huían de los aztecas que les obligaban a batirse en retirada durante la toma de Tenochtitlán. Hay muy poca información acerca de Beatriz Bermúdez más allá de su "noble linaje", pues no se conocen ni su lugar de nacimiento ni su vida anterior a la conquista.</p><p style="text-align: justify;">Se sabe, no obstante, que llegó al Nuevo Mundo acompañando a su marido en la expedición de Pánfilo de Narváez en 1520. Participó junto a su esposo en varias acciones, siendo la más famosa la que protagonizó en la batalla de Tenochtitlán. En el momento de la batalla en que varios españoles e indígenas aliados se retiraban de manera desordenada de los guerreros aztecas, Beatriz Bermúdez los reprendió diciendo:</p><p style="text-align: justify;"><i>"¡Vergüenza, vergüenza, españoles, empacho, empacho! ¿Qué es esto que vengáis huyendo de una gente tan vil, a quien tantas veces habéis vencido? Volved a ayudar a socorrer a vuestros compañeros que quedan peleando, haciendo lo que deben; y si no, por Dios os prometo de no dexar pasar a hombre de vosotros que no le mate; que los que de tan ruin gente vienen huyendo merecen que mueran a manos de una flaca mujer como yo”.</i></p><p style="text-align: justify;">Fue tal la vergüenza de sí mismos que sintieron los españoles, que se volvieron hacia los enemigos con energías renovadas y vencieron a pesar de tenerlo todo en su contra, pudiendo más tarde rescatar a los compañeros que habían quedado rezagados. Esta muestra de bravura le valió a Beatriz el sobrenombre de La Bermuda pero, lamentablemente, poco o nada sabemos después de este hito que le dio fama y reconocimiento entre los soldados españoles.</p><p><br /></p><p><b>María Pacheco, la Leona de Castilla <i>(1496 - 1531)</i></b></p><p><b><i><br /></i></b></p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi8UoZjgqy72BDpVC7renBT845rIKI3C_dx1qkE6Km8iQoJxE-y_IsN_vW5juFtjyxhQYEQcrTm3fXUn9midPmxcvu6NXByoqAllE3gYW_C6oPL9RxdvgJ78AAJyOgHL87HMPkf8YpZiMzlk00hFioaq6I05L3ltkTQa5NuIodFfsTPTBPP8fHeaF1u=s1121" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1121" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi8UoZjgqy72BDpVC7renBT845rIKI3C_dx1qkE6Km8iQoJxE-y_IsN_vW5juFtjyxhQYEQcrTm3fXUn9midPmxcvu6NXByoqAllE3gYW_C6oPL9RxdvgJ78AAJyOgHL87HMPkf8YpZiMzlk00hFioaq6I05L3ltkTQa5NuIodFfsTPTBPP8fHeaF1u=s320" width="228" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p style="text-align: justify;">María Pacheco nació en la Alhambra, en el seno de una familia de linaje noble. Su padre era virrey y capitán general de Granada y su madre era hermana del segundo marqués de Villena, Diego López Pacheco. Con catorce años se concertaron sus esponsales con Juan de Padilla, caballero toledano de rango muy inferior al suyo. El matrimonio se trasladó a Toledo en el año 1518 al suceder Juan de Padilla a su padre en el cargo de capitán de gentes de armas. Se cree que María Pacheco apoyó e incluso instigó a su marido a que participase en el levantamiento de las Comunidades, lo que le llevó a ser nombrado capitán general de las tropas comuneras por breve tiempo. Tras su derrota en la batalla de Villalar, Padilla fue hecho prisionero y mandado ejecutar en 1521.</p><p style="text-align: justify;">En ausencia de su marido, María gobernó Toledo hasta la llegada del obispo de Zamora, Antonio de Acuña. Desde allí, lideró la última resistencia de las Comunidades estacionando defensores a las puertas de la ciudad, mandando traer artillería, implantando contribuciones y nombrando capitanes de las tropas toledanas. Fue una resistencia larga, de unos nueve meses en los que María Pacheco tuvo que llamar al orden de las tropas en innumerables ocasiones. Llegó a apuntar a los propios toledanos con los cañones del Alcázar y tomó la plata del sagrario de la catedral de Santa María para pagar a las tropas. Tras muchos tiras y aflojas, las tropas realistas acabaron por derrotar a los comuneros y María se vio forzada a disfrazarse de aldeana para huir a Portugal. Aunque se pidió para ella el perdón real, este nunca le fue concedido. Vivió en Oporto el resto de su vida dependiendo de la caridad del arzobispo de Braga y del obispo de Oporto, en cuya casa vivió, hasta su muerte en 1531. </p><p style="text-align: justify;">Sus contemporáneos la llamaron la "leona de Castilla", "brava hembra" y "centella de fuego", pero también decían que era más propensa a los excesos que a la moderación. De María Pacheco nos quedan para la posteridad estos versos que su hermano menor, Diego Hurtado de Mendoza, escribió a modo de epitafio:</p><p style="text-align: center;"><i>Si preguntas mi nombre, fue María,</i></p><p style="text-align: center;"><i>Si mi tierra, Granada; mi apellido</i></p><p style="text-align: center;"><i>De Pacheco y Mendoza, conocido</i></p><p style="text-align: center;"><i>El uno y el otro más que el claro día</i></p><p style="text-align: center;"><i>Si mi vida, seguir a mi marido;</i></p><p style="text-align: center;"><i>Mi muerte en la opinión que él sostenía</i></p><p style="text-align: center;"><i>España te dirá mi cualidad</i></p><p style="text-align: center;"><i>Que nunca niega España la verdad.</i></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Y hasta aquí por hoy! Espero que os haya gustado esta pequeña selección. Por supuesto, me he dejado a muchas más en el tintero, ya que la información que se tiene de ellas es demasiado escasa. Pero quizá algún día se descubran más cosas de estas mujeres extraordinarias sin las cuales no sabríamos el significado de la palabra "valor".</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-80589610510659439222022-01-01T20:07:00.002+01:002022-01-01T20:07:11.138+01:00Caprichos de restaurador<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">Cuánto tiempo sin subir una entrada sobre arte, ¿verdad? Creo que ya tocaba traeros algo cultural y entretenido a la vez, pero confieso que últimamente tengo el cerebro como una esponja y me cuesta un poco pensar cosas originales que os podrían gustar y, de paso, que sean interesantes y curiosas. Pero estos días, viendo fotos de cuando estudiaba la carrera, vino a mi mente un tema que ya me gustó mucho en su día por lo extraño, simpático e instructivo que puede ser.</p><p style="text-align: justify;">Imaginad por un instante que estáis de excursión con un grupo de estudiantes o haciendo turismo por una ciudad con un casco antiguo que se ha conservado casi intacto desde la Edad Media. Si os gusta conocer la Historia de una ciudad, seguramente dar un paseo por esa urbe antigua entrará dentro de vuestros planes. Pues, ¿qué puede haber más hermoso que pisar una callejuela asfaltada en el siglo XIII, perderse en una laberíntica judería, contemplar las magníficas iglesias y catedrales, y descubrir nada más y nada menos que la imagen de un astronauta?</p><p style="text-align: justify;">Sí, habéis leído bien. Hay iglesias a lo largo y ancho de este mundo que poseen imágenes y esculturas sorprendentes por lo inesperadas y anacrónicas que son. ¿Qué pinta un astronauta en una catedral construida en el siglo XVI? ¿Cómo es posible hallar una cámara de fotos, un teléfono móvil o un combate de boxeo en una iglesia de más de quinientos años? La explicación es muy sencilla, y no tiene nada que ver con viajes temporales ni visitas extraterrestres a este planeta. Así que dejad de enviarle mensajes a Iker Jiménez y a la patrulla del Ministerio del Tiempo, y permitidme que os muestre algunas de las esculturas anacrónicas más curiosas que existen.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div><div style="text-align: justify;"><b><i>El Astronauta</i>, Catedral Nueva de Salamanca</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9LbeATUQKVucKiZTuKeTE1HdmIZfq-mRvh1KtelDVokO1MbHQzsMWFmZYcop8XgtlBu2K2m92rAYNPIsQesg2QGHhKwp-mML-074wUVdJjUf3HZfBUC-RP0ZqehgMoRqZLTWryKUSEps/s335/astronauta.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="335" data-original-width="239" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9LbeATUQKVucKiZTuKeTE1HdmIZfq-mRvh1KtelDVokO1MbHQzsMWFmZYcop8XgtlBu2K2m92rAYNPIsQesg2QGHhKwp-mML-074wUVdJjUf3HZfBUC-RP0ZqehgMoRqZLTWryKUSEps/s320/astronauta.jpg" width="228" /></a></div><div><br /></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Salamanca es una hermosísima ciudad que, entre otras cosas, puede jactarse de tres cosas: Poseer uno de los conjuntos monumentales más importantes de España, ser el lugar donde dio clase el insigne Fray Luis de León y tener edificios emblemáticos con las tallas más sorprendentes que jamás veremos. Es muy famosa la tradición de visitar las puertas de la Universidad y buscar en su fachada plateresca la pequeña figura de una rana, por poner un ejemplo, pero hay muchos más secretos por descubrir en los antiguos muros salmantinos, y el Astronauta es uno de los más emblemáticos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue tallado en la fachada de la Catedral Nueva de Salamanca en el año 1992, momento en el que se llevó a cabo la restauración de algunos edificios emblemáticos de la ciudad. Miguel Romero, uno de los canteros que trabajó en la restauración, decidió incorporar a la decoración de la Puerta de Ramos la famosa figura del astronauta como forma de dejar su firma personal en el monumento, tal como hacían los canteros medievales. Pero, ¿por qué eligió un astronauta? Pues porque el tema que se celebraba aquel año era el de las Edades del Hombre. La elección del astronauta fue un homenaje al siglo XX, como símbolo de la modernidad.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>El Tuno</i>, Iglesia de San Benito, Salamanca</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBQSuV2GEdqWR2Tm87yU5stPb427PebW6AhO7I4c_1I6sHA3RdbAt8Cn4cYZjsLQ0i_vdXhmGyuvR8-G16MTQe-QwR0vM49n5OL0RPW7MGtMSOg0k7yzJ_zIGcBMkFnYv6l0eim70knyI/s2048/Tuno-fachada-San-Benito-e1584363096180.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBQSuV2GEdqWR2Tm87yU5stPb427PebW6AhO7I4c_1I6sHA3RdbAt8Cn4cYZjsLQ0i_vdXhmGyuvR8-G16MTQe-QwR0vM49n5OL0RPW7MGtMSOg0k7yzJ_zIGcBMkFnYv6l0eim70knyI/s320/Tuno-fachada-San-Benito-e1584363096180.jpg" width="240" /></a></div><div><br /></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Menos conocido que el Astronauta, pero igualmente curioso, es este tuno esculpido en la iglesia salmantina de San Benito en el año 1995, también durante una restauración. La figura, ataviada con el jubón y los bombachos característicos de la tuna, porta un instrumento musical, posiblemente un laúd o una bandurria, y se encuentra mirando hacia arriba, en una posición tal que parece que se disponga a iniciar la ronda de un momento a otro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El autor de esta curiosa figura es Miguel Romero, el mismo cantero que talló el Astronauta, no solo con la intención de dejar su firma en la iglesia de San Benito, sino también como homenaje a un estudiante fallecido que tocaba en una de las rondallas universitarias. Es digno de elogio que Romero haya representado sus figuras respetando el estilo escultórico del resto del programa iconográfico, ya que hace que tanto su Astronauta como su Tuno pasen desapercibidos o incluso se tomen como figuras hechas en el siglo XVI.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>El Fotógrafo</i>, Catedral de San Antolín, Palencia</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJD810KDV2ALZoJngy73igVJyC94Qilaue791gz36inh-Snj-LDvnQOkdLtrwb_J5uyb8XsZUN297BNZDJ413xrFWXoA6pSPhhpL1sdgMhMsXNVUJer1aPJ38hednzZGFptlM5vxKX9r0/s1148/palencia-catedral-gargola-del-fotografo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1148" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJD810KDV2ALZoJngy73igVJyC94Qilaue791gz36inh-Snj-LDvnQOkdLtrwb_J5uyb8XsZUN297BNZDJ413xrFWXoA6pSPhhpL1sdgMhMsXNVUJer1aPJ38hednzZGFptlM5vxKX9r0/s320/palencia-catedral-gargola-del-fotografo.jpg" width="223" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">En la Catedral de Palencia, una de las gárgolas del ábside se sale de lo común, ya que muestra una figura portando una cámara fotográfica. Posiblemente se trate de José Sanabria, un conocido fotógrafo de principios del siglo XX. Fue un personaje muy popular en Palencia, ya que se dedicó a inmortalizar en sus fotografías el patrimonio artístico de la ciudad y la provincia. Por ello, como homenaje a este personaje tan querido en su tierra, el arquitecto palentino Jerónimo Arroyo lo inmortalizó para siempre con su cámara entre las piedras de la catedral.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Combate de boxeo</i>, Monasterio de Santa María de Sandoval, Villaverde</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDEvh6ZHaIx8K9ZHnxoDVt_HtxMze60PTtbOxUNQk8LbMqFVRgjKXp5fp8mbba2n0rbgnGoVAdKpiiBD635oc-Jjv7lJ6KHYQZGMLP0K1K-FPmONAD8WOEv30ZuU1sIZAgSA9WlnmHgaM/s942/boxeo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="631" data-original-width="942" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDEvh6ZHaIx8K9ZHnxoDVt_HtxMze60PTtbOxUNQk8LbMqFVRgjKXp5fp8mbba2n0rbgnGoVAdKpiiBD635oc-Jjv7lJ6KHYQZGMLP0K1K-FPmONAD8WOEv30ZuU1sIZAgSA9WlnmHgaM/s320/boxeo.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Nada más y nada menos que un combate de boxeo se puede contemplar en uno de los canecillos del monasterio de Santa María de Sandoval, sito en León. A pesar de que ya se han visto representaciones arcaicas de pugilistas griegos o romanos, si prestamos atención a los guantes que utilizan estos dos luchadores nos daremos cuenta de que es una restauración bastante actual. Este curioso anacronismo se lo debemos al cantero leonés Andrés Seoane, quien quiso de esta forma dejar testimonio para la posteridad de su afición al boxeo. Se trata, pues, de un detalle reciente, producto de las últimas intervenciones que se hicieron en el monasterio en la década de los setenta del pasado siglo XX.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Dragón comiendo un helado</i>, Catedral Nueva de Salamanca</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc0-kffJGDSr4oiFTRqkcBERpYZ5yf52K0nrk9mhf8dibht3MW6cN7TXtFH9UUoeyB_TtuqS5q2D8KxI_FDKfKyZSU-q4RCXtNFFc2YbvVrT2TiVHbViCzc8TRt1nJ2LsRSaKSxPu5YS0/s801/drag%25C3%25B3n+helado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="801" data-original-width="602" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc0-kffJGDSr4oiFTRqkcBERpYZ5yf52K0nrk9mhf8dibht3MW6cN7TXtFH9UUoeyB_TtuqS5q2D8KxI_FDKfKyZSU-q4RCXtNFFc2YbvVrT2TiVHbViCzc8TRt1nJ2LsRSaKSxPu5YS0/s320/drag%25C3%25B3n+helado.jpg" width="240" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Regresamos a la Catedral Nueva de Salamanca, concretamente a la llamada Puerta de Ramos o de la Borriquilla, para encontrarnos con este curioso dragón que, como vemos, está degustando un cucurucho de helado de dos bolas. La historia de este dragón es exactamente la misma que la del famoso astronauta (de hecho, fue esculpido por el mismo escultor, Miguel Romero), que consistía en añadir un anacronismo escultórico pero sin romper con la estética decorativa original de la Puerta. Este dragón podría pasar por un animal salido de algún bestiario medieval, de no ser por ese cucurucho tan característico que le da el toque actual sin romper con lo antiguo.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Teléfono móvil</i>, Catedral de Calahorra, La Rioja</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiyudxX5_Zu_HrXh8AXF9JaXd5oYBdSym6yIT6HH7YWY5P3iR30O4EPT2AcuDgI6uGSWiVvT0l5Bp27lzMJvBT1F139h69M-rU_9GOUTVJpfGiPzi5N4vBLmwdi00uRBtrPSkIuSeFB7Q_zFyL_QsnTaANbShwBkMzTjYhdjYEEzzF4IQAM4xhPqq2U=s800" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiyudxX5_Zu_HrXh8AXF9JaXd5oYBdSym6yIT6HH7YWY5P3iR30O4EPT2AcuDgI6uGSWiVvT0l5Bp27lzMJvBT1F139h69M-rU_9GOUTVJpfGiPzi5N4vBLmwdi00uRBtrPSkIuSeFB7Q_zFyL_QsnTaANbShwBkMzTjYhdjYEEzzF4IQAM4xhPqq2U=s320" width="240" /></a></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las obras de la Catedral de Calahorra fueron bastante largas, puesto que empezaron en 1484 y se prolongaron durante doscientos años. Fuera de la catedral, en la calle Arrabal se encuentra la puerta de San Jerónimo, de estilo plateresco del siglo XVI. Pero uno de los detalles llama poderosamente la atención, pues se trata de un teléfono móvil. Este anacronismo fue introducido de manera voluntaria para cubrir la pérdida de un elemento anterior por causa de la meteorización. Se sustituyó por un teléfono móvil modelo Nokia con la fecha de 1996 para simbolizar algo propio de la época aunque, a día de hoy y con los muchos avances tecnológicos que hemos visto, queda bastante desfasado.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Aliens enfrentados</i>, Catedral de San Antolín, Palencia</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiOGdqh4XgPwksuJybA0OMuzVf_vHTQNDRWP_gEb2WEVLxwZM3haFpxeUWvkF8pK7OVVYgqVRwuFB7Zz4Lo7Oq7lTyEYCx1hVobrFgMSZn1ROxmTbTE_m5yUjIL59e1VqE2XiOFU08GRPueJnUQ5tIleQMq5XBNsk645NWmemgaaqBLUaNe2SMybniF=s862" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="448" data-original-width="862" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiOGdqh4XgPwksuJybA0OMuzVf_vHTQNDRWP_gEb2WEVLxwZM3haFpxeUWvkF8pK7OVVYgqVRwuFB7Zz4Lo7Oq7lTyEYCx1hVobrFgMSZn1ROxmTbTE_m5yUjIL59e1VqE2XiOFU08GRPueJnUQ5tIleQMq5XBNsk645NWmemgaaqBLUaNe2SMybniF=s320" width="320" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">En la arquivolta exterior de la portada de San Juan o de los Reyes de la catedral de San Antolín de Palencia, donde también está el famoso Fotógrafo del que ya hemos hablado, se puede encontrar también un elemento que, evidentemente, no formaba parte del programa iconográfico original. Y es que en dicha arquivolta nos vamos a topar, nada más y nada menos, que con dos aliens mirándose de frente. Y no unos alienígenas cualquiera, sino dos monstruos salidos de la mismísima saga de películas <i>Alien</i>. Este añadido, realizado en piedra artificial, fue creado en 1995 por el arquitecto Fernando Díaz-Pinés. Este hombre, gran aficionado al cómic y a la ciencia ficción, realizó el boceto de estos aliens y se lo pasó a los escultores encargados de la restauración, elevando la famosa saga de ciencia ficción al rango catedralicio.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>El Octavo Pasajero</i>, Paisley Abbey, Glasgow</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhiRx-Hh5kxcBuj0ATyDew8eIuVmHcTW36Ogn-BNF0ekwkHPjhbhLAJDftxrhkCd-qu1ual2HFp6lToLr6UlNDzRWvEIbAhtt-W6TkeGwfmu14odXvguB8PQUPeGbwvTikN38VHmCSJTIHnrRb140cnxBpLQIi9s2jBiPYqo7UWUs196QZIlW8UYm3Q=s868" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="644" data-original-width="868" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhiRx-Hh5kxcBuj0ATyDew8eIuVmHcTW36Ogn-BNF0ekwkHPjhbhLAJDftxrhkCd-qu1ual2HFp6lToLr6UlNDzRWvEIbAhtt-W6TkeGwfmu14odXvguB8PQUPeGbwvTikN38VHmCSJTIHnrRb140cnxBpLQIi9s2jBiPYqo7UWUs196QZIlW8UYm3Q=s320" width="320" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Y de Palencia nos vamos a Escocia siguiendo la pista de los aliens, donde nos encontramos con este aterrador xenomorfo ejerciendo las funciones de gárgola. La abadía de Paisley, construida en el siglo XII en la orilla este del White Cart Water, muy cerca de Glasgow, tuvo que ser sometida a una serie de remodelaciones en el año 1997. Según las palabras del rector de la abadía, fue a uno de los albañiles de la empresa contratada de Edimburgo al que se le ocurrió la idea de plasmar su admiración por la famosa saga de ciencia ficción creando esta gárgola con la forma del Octavo Pasajero que acosó sin descanso a la teniente Ripley. A pesar de que en la distancia no se distinguen bien sus rasgos, a medida que uno se acerca a la abadía puede contemplarse en todo su esplendor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Darth Vader</i>, Catedral Nacional de Washington</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQzBKObwR3XdTx4fDjh1EfTJEsdrUuHpxkfkTtNVWZdz2EeoyHbywBiEEGJ1ZsAtH6gy8AlUlCa7dnUNBDV0uG5Y3sOs9jsL7j7TtiL45XAuiFtkqXsGsg-3rZPjXTyIchCnfqq4Z7HD0aNs3gi913GiLD22s-v2JCCyoILGM9yIEbZih8P9YMJKAd=s881" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="881" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQzBKObwR3XdTx4fDjh1EfTJEsdrUuHpxkfkTtNVWZdz2EeoyHbywBiEEGJ1ZsAtH6gy8AlUlCa7dnUNBDV0uG5Y3sOs9jsL7j7TtiL45XAuiFtkqXsGsg-3rZPjXTyIchCnfqq4Z7HD0aNs3gi913GiLD22s-v2JCCyoILGM9yIEbZih8P9YMJKAd=s320" width="320" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Es la sexta catedral más alta del mundo y la única que tiene una réplica de Darth Vader en su fachada. ¿Acaso George Lucas vio esta falsa gárgola y la tomó prestada para crear a uno de los villanos más famosos de todos los tiempos? Pues me temo que no, amigos; ni fue creación propia de ningún arquitecto, ni Lucas se inspiró en ella para la saga de <i>Star Wars</i>. La catedral neogótica de Washington se construyó entre los años 1907 y 1990. Durante los años 80, un colegio estadounidense organizó un concurso de diseño de gárgolas, y la ganadora se exhibiría en una de las torres de la catedral. La gárgola premiada fue esta efigie de Darth Vader. En realidad, no se puede calificar de 'anacronismo', ya que el personaje en cuestión, aunque sea ficticio, corresponde al período en el que la catedral se estaba construyendo. Con todo, sigue siendo una curiosidad digna de mención.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Escudo del Athletic de Bilbao</i>, Iglesia de Santa María la Mayor, Trujillo</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhok0_mh9gMPGpTsm0PFahdwr8FME4qHko7KxhHFJMHHZoy43ZhPGnvGS989YGwr0MxRA8j6Zoyo42PZ1O9w9EhmwK3laoDQaprBT_JNNQwFdfsX_AF46eSqnUuxvne_4IrH4UVWsrxeZmkNaN1QXhiCMaCMV0CblLro3xtQ94nAGo_ncn1C8wHnXO2=s880" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="587" data-original-width="880" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhok0_mh9gMPGpTsm0PFahdwr8FME4qHko7KxhHFJMHHZoy43ZhPGnvGS989YGwr0MxRA8j6Zoyo42PZ1O9w9EhmwK3laoDQaprBT_JNNQwFdfsX_AF46eSqnUuxvne_4IrH4UVWsrxeZmkNaN1QXhiCMaCMV0CblLro3xtQ94nAGo_ncn1C8wHnXO2=s320" width="320" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">El deporte ha sabido hacerse un hueco en el imaginario iconográfico de iglesias y catedrales, pero este es uno de los ejemplos más llamativos. Hemos visto ya un combate de boxeo y ahora le toca el turno al deporte rey, representado por uno de los equipos españoles más famosos: el Athletic de Bilbao. En 1972, durante la reconstrucción de la torre gótica Julia de la iglesia de Santa María la Mayor, sita en Trujillo (Cáceres), el cantero Antonio Serván, con el beneplácito y consentimiento del jefe de obra, se tomó la licencia de labrar en uno de los capiteles esquineros anteriores a la cornisa el escudo del Athletic de Bilbao, que era el equipo de fútbol favorito de ambos maestros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Ángel con teléfono móvil</i>, Catedral de San Juan Evangelista, Hertogenbosch</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjb6LglA6U5EgUPgtaNyM5kN0jfSlc1ThlDN39TMTYQchV1ysMkKOQ2r68NS24AiN2dKQVkgWGw2wgpP3pH9lyYORBKvW7284MAJ2BGakrSno1yH_7kVUEllOTT9mQdS9bsumlJ6ZTXou-7AGfc6VKecLfB2NWt1IWxsPETj4wzKVQ_03BdT53vTleQ=s811" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="811" data-original-width="540" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjb6LglA6U5EgUPgtaNyM5kN0jfSlc1ThlDN39TMTYQchV1ysMkKOQ2r68NS24AiN2dKQVkgWGw2wgpP3pH9lyYORBKvW7284MAJ2BGakrSno1yH_7kVUEllOTT9mQdS9bsumlJ6ZTXou-7AGfc6VKecLfB2NWt1IWxsPETj4wzKVQ_03BdT53vTleQ=s320" width="213" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Que vivimos en tiempos modernos no es nada que no sepamos a estas alturas, pero uno nunca imaginaría que los avances tecnológicos del siglo XX llegarían incluso a Dios. Sin embargo, al ver a este ángel con pantalones, bolso de bandolera y un teléfono móvil, uno no puede evitar pensar que esto de las nuevas tecnologías igual se nos ha ido un poco de las manos. Esculpido por el artista Ton Mooy, este ángel con móvil pertenece a un conjunto de otras treinta y nueve estatuas que se le encargaron para sustituir las deterioradas figuras de la catedral. Tras un arduo trabajo de doce años, Mooy decidió tomarse una pequeña licencia con el último ángel y lo esculpió a la manera de un adolescente de nuestros tiempos hablando a través de un Smartphone. Y dado que los ángeles son los mensajeros de Dios, ¿qué mejor manera de asistirle que poner un móvil a su servicio con línea directa con el Altísimo?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que empezó como una broma, no tardó en convertirse en todo un mito en los Países Bajos y dio pie a la creación de un <i>call-center</i> para que la gente con problemas pudiera "hablar" con el ángel. Todo un detalle para quienes necesitan del consejo divino para superar sus problemas.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Gizmo</i>, Capilla de Belén, Saint-Jean-de-Boiseau</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgv6KT28yBvWvHzAOyYwXFhSuUv90E8FBlLm5v5z9p72jMUU0ukwThQo0zXsbjJqVbHT-gHM60G5_xDPT2Q0tkicIKqVOqKt8nXODtTgwK5TrCbTJ2yeLjExHoA3ByMoDjK4LK6Ky6Kvhg_sWNK4z1zDYorw8ugquILWqVW1ANmGCEF23BXCMmtkVOI=s861" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="623" data-original-width="861" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgv6KT28yBvWvHzAOyYwXFhSuUv90E8FBlLm5v5z9p72jMUU0ukwThQo0zXsbjJqVbHT-gHM60G5_xDPT2Q0tkicIKqVOqKt8nXODtTgwK5TrCbTJ2yeLjExHoA3ByMoDjK4LK6Ky6Kvhg_sWNK4z1zDYorw8ugquILWqVW1ANmGCEF23BXCMmtkVOI=s320" width="320" /></a></div><div><br /></div><br /><div style="text-align: justify;">En el municipio de Sain-Jean-de-Boiseau, situado en la zona de Nantes (Francia), en un rincón de una pequeña ruta campestre se encuentra la capilla de Belén. Este edificio de estilo gótico flamígero fue construido en el siglo XV, durante la Guerra de los Cien Años. El edificio tiene también un pasado de culto druídico a la fecundidad y el nacimiento de la vida, pero tras la consagración de la capilla a la Virgen de la Natividad se cristianizó también su nombre.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En 1993, el ayuntamiento decidió iniciar unas obras de restauración de la capilla, para lo cual se recurrió al escultor Jean-Louis Boistel para que restaurara los siete pináculos con sus respectivas quimeras, unos animales fantásticos que evocaban la dualidad entre el bien y el mal. Pero dado que las fuentes arqueológicas eran insuficientes para conocer con detalle el bestiario original, Boistel decidió recrear sus propias quimeras con un toque más contemporáneo. Una de ellas es este Gizmo, el adorable bichito de la película <i>Gremlins </i>(1984-1990), aunque también se puede encontrar un Gremlin malo y un Goldorak, un robot luchador muy parecido a Mazinger Z. El caso es que el resultado no gustó a todo el mundo y la polémica se desató, pero las constantes peregrinaciones de frikis que acuden a esta capilla, hoy cerrada, para hacer fotos a Gizmo y sus otras quimeras, son prueba de que también hay un lugar en la Iglesia para estos animalitos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><i>Grace Kelly</i>, fachada del Ayuntamiento de Sevilla</b></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiHXajGC0VNASs0hBl6BAE9Y6LOiOYpcJr7chdQCqvdwW1n6TkYz67EJy9u0DEKFdePN94aIBrmraeNcSkEYdE05Ea3VR8bMCfGlv0X0M21mJufKBqDRLh0IHW_JF6LtpmvEJRRRkSRQ5V22VFlu5c7lysWLzI8E11zXfFCQWFV8sYAaYvmgDou8U9t=s1003" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="584" data-original-width="1003" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiHXajGC0VNASs0hBl6BAE9Y6LOiOYpcJr7chdQCqvdwW1n6TkYz67EJy9u0DEKFdePN94aIBrmraeNcSkEYdE05Ea3VR8bMCfGlv0X0M21mJufKBqDRLh0IHW_JF6LtpmvEJRRRkSRQ5V22VFlu5c7lysWLzI8E11zXfFCQWFV8sYAaYvmgDou8U9t=s320" width="320" /></a></div><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Sevilla es una ciudad con una gran Historia detrás que esconde todo tipo de maravillas y secretos, pero lo que menos se podría esperar un visitante es encontrarse con la mismísima princesa Grace Kelly de Mónaco, y en un lugar tan llamativo como la fachada del propio Ayuntamiento de Sevilla. El escultor Manuel Echegoyán, gran admirador de este inolvidable icono del cine clásico, decidió inmortalizar su efigie tallándola en un medallón entre otros personajes de gran categoría como emperadores romanos. Quien quiera encontrarla, tendrá que buscar entre los medallones que dan a la plaza de San Francisco, muy cerca de la calle Sierpes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Pero por qué, entre tantos personajes famosos, eligió Echegoyán a Grace Kelly? La razón es una visita de la princesa de Mónaco a la Feria de Abril del año 1966. Como era de esperar, Grace Kelly fue el centro de todas las miradas, y no pasó por alto al propio Echegoyán, al que se le había asignado la tarea de tallar los medallones de la fachada plateresca del edificio consistorial. Además de esculpirse a sí mismo y a su esposa, Echegoyán decidió plasmar la belleza de la actriz que tanto le había impresionado. Curiosamente, la Primera Dama Jackie Kennedy también visitó la Feria de Abril y pasó totalmente inadvertida para el artista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">¡Y hasta aquí por hoy, amigos! Espero que os haya gustado esta selección de caprichos de restaurador, aunque reconozco que hay algunos más que se me han quedado en el tintero. Os animo a viajar, visitar iglesias y catedrales, y tratar de descubrir los secretos que ocultan. ¡Hasta pronto!</div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-87453014155779440702021-12-20T15:51:00.003+01:002021-12-20T17:58:08.281+01:00"La Navidad es machista"<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">¡Bienvenidos un día más a mi biblioteca, amigos! Hoy os traigo un post muy interesante sobre la Navidad. De los creadores de <i>"Amiga, date cuenta"</i> y <i>"No eres tú, son tus privilegios"</i>, llega hoy a vuestros hogares <i>"La Navidad es machista"</i>, producida por el famoso estudio Miami Me lo Confirmó y que aportará una nueva luz sobre los problemas machistas a los que las mujeres debemos enfrentarnos a todas horas, y la Navidad no es la excepción.</p><p style="text-align: justify;">Se nota que estoy siendo sarcástica, ¿no?</p><p style="text-align: justify;">Antes de proseguir, diré que esto no se trata de una idea que a mí se me haya ocurrido, sino que va a ser una reacción a un vídeo que vi hace un año en YouTube y que el algoritmo me ha vuelto a recordar, no sé muy bien por qué. El caso es que lo ha hecho y eso me ofrece una oportunidad de oro para hacer un nuevo artículo de reacción, que es el que aquí os traigo.</p><p style="text-align: justify;">¿Alguna vez os habéis preguntado por qué odiáis celebrar la Navidad con vuestra familia? ¿Es porque sois antisociales y rancios? ¿Es porque la alegría navideña a vosotros os produce repulsión? No, es porque es machista. ¿A que no lo sabíais? Pues sí, es machista cisheteropatriarcal. En el susodicho vídeo, una chica nos va a dar ocho razones por las cuales ella cree que la Navidad es una fiesta machista y hacer que os deis cuenta de ello.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>1. ¿Quién decora y limpia tu hogar?</b></p><p style="text-align: justify;">Para ser la primera pregunta que se hace, la chica bien podría haberse explayado con un par de buenos argumentos, pero ha preferido hacer una mini representación de un chico que admira su Belén y le sugiere que le coloque un árbol de Navidad. No viene al caso y la chica tampoco lo explica, pero lo haré yo por ella.</p><p style="text-align: justify;">La casa la limpia y la decora el que tiene más tiempo y/o el que tiene más ilusión por poner los adornos de Navidad. A mí no me importa adecentar mi casa ni adornarla para las fiestas precisamente por eso: porque soy la que tiene más tiempo para hacerlo y porque me encanta decorar la casa con el arbolito, las campanitas, el trineo de Papá Noel o lo que sea que me apetezca poner. Pero si durante la semana no tienes tiempo para hacerlo, siempre puedes sacar un par de horitas el fin de semana o en tu día libre, y eso si tu pareja, tus hijos o quien sea no son los que quieren ocuparse de esa tarea porque les apasiona y les hace ilusión. La chica tal vez intentó decir que son las mujeres las que nos encargamos de eso, pero ni lo dijo ni trató de explicarlo. Siguiente cuestión.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>2. ¿Las mujeres tienen que hacer la cena?</b></p><p style="text-align: justify;">Según esta chica, las mujeres tenemos la misión casi imposible de preparar una cena impactante con un presupuesto paupérrimo (todo esto lo dice ella; yo no me invento nada). Evidentemente, para que se sepa que la Navidad es machista, ese presupuesto se lo da el hombre, que para eso es el que trabaja fuera de casa, entregándole lo que sobró de los regalos y sin tener ni idea de lo que cuesta preparar un banquete así, como lo explica perfectamente en la representación que le sigue.</p><p style="text-align: justify;">¿Cuál es la realidad al respecto? La cena la prepara la persona que tiene más tiempo o más ganas, o incluso aquella a la que se le da mejor cocinar. Además, el que no cocina, aporta su granito de arena preparando los ingredientes, atendiendo a los invitados o sirviendo la mesa. Lo del presupuesto "paupérrimo" no sé de dónde lo saca, porque tampoco hace falta gastarse una millonada para hacer una cena rica y abundante (yo te la hago por menos de treinta euros). ¿Es posible que esta chica considere que la Navidad es menos machista si hay más dinero de por medio? Ni lo aclara, ni le interesa. Pero a mí sí me gustaría aclararle que ese presupuesto paupérrimo del que se queja seguramente lo han aportado sus padres, salido de su trabajo y esfuerzo para que todos pasen un buen momento.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>3. ¿Tienes que convivir con un familiar acosador?</b></p><p style="text-align: justify;">¿Perdón? ¿Me he perdido algo? ¿Desde cuándo el acoso o el abuso sexual está relacionado con la Navidad? Esto me parece bastante grave y es incluso denunciable. Si en tu familia hay algún pariente que te trata de manera que te hace sentir incómodo, te manosea de manera impropia o abusa de ti, tienes que denunciarlo inmediatamente. ¿Qué tienen que ver aquí el machismo y la Navidad? Me parece una vergüenza que esta chica intente convertir el abuso sexual en un meme o una anécdota contada así a la ligera. Esto está mal. Si sufres abusos o acoso sexual en el seno de la familia, debes tomar las acciones legales correspondientes y ser asesorado por un adulto de confianza en el caso de que seas menor de edad, no intentar generalizar y normalizar algo así.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>4. ¿Los hombres se sientan en la cabecera?</b></p><p style="text-align: justify;">La chica vuelve a la carga protestando por el hecho de que sea el padre o un hermano el que ocupe la cabecera de la mesa, resaltando lo injusto que es eso porque ninguno de ellos ha cocinado ni hecho nada en toda la noche, pero se les concede el privilegio de ocupar el lugar de honor de la mesa, quedando relegado para las mujeres el puesto que está más cerca de la cocina, para que sirvan mejor a sus parientes varones.</p><p style="text-align: justify;">Bien, ahora hablemos en serio: En la cabecera de la mesa se sienta cualquiera, aunque lo lógico es que se sienten los anfitriones por ser quienes organizan la mesa y agasajan a sus invitados. Normalmente, el encargado de la comida se sienta lo más cerca posible de la cocina para no molestar a los demás invitados si tiene que levantarse y poder ir más rápido para ir y traer cosas. Además, a menos que sea redonda, las mesas tienen dos cabeceras, así que, ¿dónde está el puto problema? ¿Dónde está el machismo?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>5. ¿La familia de tu pareja te cambia el nombre?</b></p><p style="text-align: justify;">A la lista de lloriqueos de esta señorita se suma el hecho de que la familia de su pareja no se acuerda de su nombre. Para la representación ha elegido, muy convenientemente, a un hombre para que sea el que le inventa mil nombres y luego pase de ella porque, en el fondo, el nombre de la novia de su primo/sobrino no es tan importante.</p><p style="text-align: justify;">En serio, lo de esta chica no es normal. Ahora resulta que es machista que los demás no se acuerden de tu nombre. Entonces, ¿cómo lo habré de pasar yo con la familia de mi novio, que son más de cuarenta primos carnales y segundos? El problema ahí lo tengo yo, porque ellos se acordarán de mi nombre pero a mí me resulta casi imposible acordarme de todos. Y eso no es machismo, señorita feminista. Puede ser descuido, despiste o incluso desinterés, dependiendo del caso, pero no es machismo ni hace que la Navidad sea machista.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">6<b>. ¿Algún hombre se molesta si las mujeres se divierten?</b></p><p style="text-align: justify;">Si la pregunta número 4 ya era una burrada, con esta riza el rizo. ¿De verdad alguien está tan amargado como para ir a llamarle la atención a las mujeres (solo a las mujeres) si están bailando, riendo y divirtiéndose? No te lo crees ni tú. Lo que seguramente ha pasado es que tus padres estaban preparando la cena y haciendo todo el trabajo mientras tú estabas de cháchara o hablando con tus amigas por el móvil, te han dicho que te pongas a ayudar y eso te ha parecido machista. Pues te diré algo que te sorprenderá: los hijos deben estar atentos a lo que les pidan sus padres. Si tú ves que quien cocina necesita ayuda, ¿qué te cuesta pelar unas cebollas o atender la sopa? Eso lo pueden hacer tanto hombres como mujeres. No hay un inquisidor machista mirando a ver si hay mujeres divirtiéndose para ir a echarles la bronca y aguarles la fiesta.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>7. ¿Las mujeres deben comprar los regalos?</b></p><p style="text-align: justify;">En este punto, la chica vuelve a cargar contra los hombres (concretamente contra el padre) diciendo que son siempre las madres, abuelas y tías las que compran los regalos porque son las únicas que se molestan en conocer a sus hijos, nietos y sobrinos, dando a entender que el padre no conoce ni se preocupa por nadie salvo por sí mismo, y por ello le regalará objetos absurdos a sus hijas porque no las conoce en lo más mínimo ni se preocupa por sus gustos.</p><p style="text-align: justify;">La realidad es que los regalos los compra cualquiera cuando tiene tiempo para hacerlo, da igual que sea hombre o mujer. Cualquiera puede tener dudas sobre qué regalarle a la otra persona, y está bien hablar y pedir consejo, o incluso escuchar si a la otra persona se le escapa algo acerca de un regalo que le gustaría tener. Estar atento es la clave, pero muchas veces esto no es posible porque tenemos mil cosas en la cabeza, y eso no tiene por qué ser machista, ya que ocurre en ambos sentidos. Y, por cierto, todos nos equivocamos alguna vez al hacer un regalo. Aunque tú no lo sepas, es posible que alguna de tus amigas haya ido a devolver un regalo que le has hecho porque le parecía un mojón.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>8. ¿Tienes que ser amable con alguien que no te quiere?</b></p><p style="text-align: justify;">Voy a reproducir punto por punto la pregunta que nos hace la chica porque creo que lo vale: <i>¿Tienes que ser amable, cariñosa, confiada y segura con personas que no te conocen, no te quieren y te violentan en tu propio hogar?</i></p><p style="text-align: justify;">¿Pero tú dónde te has criado, hija mía? ¿Qué clase de violencia has sufrido? De verdad, por las cosas que dice, me da por pensar que abusaron de esta chica en su casa y ella lo ve tan normal que cree que eso pasa en todas las casas. Claro que después veo la representación que hace con su colega, en el que hace de machito que le dice que se pinte y se arregle un poco, y veo lo que ella entiende por violencia.</p><p style="text-align: justify;">Vamos a ver, corazón. En todas las familias hay parientes con los que te llevas mejor o peor, pero el propósito de la Navidad es tratar de limar asperezas (si es posible) y convivir en familia. Además, también puede haber parientes femeninas que te pueden caer mal. Si tan mal te llevas con esa persona en concreto, nadie te obliga a ser amable pero sí educada. No le faltes al respeto, no converses con esa persona si no quieres y retírate antes si la situación se te hace insoportable, pero no montes una escenita ni hagas un drama de ello. Se llama tener educación. Ya sea en Navidad o en cualquier evento social, guárdate tu bilis y tus insultos para ti, y no le arruines la fiesta a los demás.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Resumiendo: los aportes de esta chica no tienen la menor lógica ni argumentos válidos para considerar que la Navidad sea machista. La Navidad, en todo caso, se puede calificar de tradicional, y lo bueno que tienen las tradiciones es que, si hay algo que consideras grave o pernicioso, se puede tratar de cambiar. Aunque, ¿qué tiene la Navidad que sea tan malo? Es una celebración alegre, familiar y apta para todas las edades, y no tiene absolutamente nada que ver con ese supuesto machismo que se le trata de inculcar.</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-17784341777108297082021-12-15T00:32:00.006+01:002021-12-16T17:10:42.327+01:00100 preguntas que nadie te hace<p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">Pues ya se va acercando otro fin de año, y se ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. O, al menos, así me lo ha parecido a mí.</p><p style="text-align: justify;">Aunque otras veces he puesto entradas navideñas, este año he decidido recuperar algunos de mis antiguos memes de preguntas y dejároslo por aquí, no solo para que me conozcáis mejor (aunque si me seguís desde hace tiempo, me conocéis de sobra), sino también para que os lo llevéis a vuestros blogs o redes sociales si os apetece hacerlo vosotros.</p><p style="text-align: justify;">Poco me queda que deciros. Espero que tengáis unas felices navidades, que seáis muy felices, que dejéis atrás todo lo malo y miréis al año nuevo con ilusión, que vuestros deseos se cumplan y vuestros proyectos vean la luz y tengan éxito. Yo, como siempre y mientras pueda, seguiré por aquí con mis artículos, mis cosas y mis pensamientos.</p><p style="text-align: justify;">¡Muchas gracias por leerme!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>1. ¿Duermes con las puertas del armario abiertas o cerradas?</b></p><p style="text-align: justify;">Cerradas. No me gusta dormir con ninguna puerta abierta.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>2. ¿Te llevas las botellas de gel y champú de los hoteles?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, a día de hoy se considera que son productos de cortesía por parte del hotel.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>3. ¿Duermes con las sábanas metidas bajo el colchón o sacadas?</b></p><p style="text-align: justify;">En invierno me gusta meter bien las sábanas para arrebujarme debajo, como un oso en su madriguera. Pero en verano las saco para que me dé un poco el aire en el brazo o en la pierna (y, de paso, retar al monstruo que vive debajo de mi cama).</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>4. ¿Has robado alguna vez una señal de tráfico?</b></p><p style="text-align: justify;">Dios, no. ¿Quién narices hace algo así?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>5. ¿Te gusta usar <i>post-its</i>?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, pero no los que tengo ahora mismo. Son unos <i>post-its </i>muy básicos con forma de flor que no pegan una mierda y se caen todo el tiempo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>6. ¿Eres de las que junta cupones y luego nunca los usa?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí. Seguramente tendré unos ochocientos cupones de compras que nunca reviso y, por lo tanto, me estoy perdiendo jugosas ofertas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>7. ¿Prefieres que te ataque un oso gigante o un enjambre de abejas?</b></p><p style="text-align: justify;">Un oso gigante. Creo que con el oso al menos tendría alguna posibilidad de victoria.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>8. ¿Tienes pecas?</b></p><p style="text-align: justify;">No.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>9. ¿Sonríes siempre para las fotos?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí. Desde hace tiempo sé que la expresión que más me favorece es una sonrisa bien abierta.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>10. ¿Cuál es tu peor manía?</b></p><p style="text-align: justify;">Poner todos los cacharros de cocina en su sitio. Me molesta muchísimo que alguien cambie un cacharro de lugar.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>11. ¿Cuentas los pasos cuando caminas?</b></p><p style="text-align: justify;">No, no tengo TOC.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>12. ¿Has meado alguna vez en el campo?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, claro. En la naturaleza no abundan los urinarios públicos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>13. ¿Y cagado en el campo?</b></p><p style="text-align: justify;">Nunca me ha pillado el toro en ese sentido, ^^U</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>14. ¿Eres de las que baila incluso si no suena música?</b></p><p style="text-align: justify;">Solo si estoy de muy buen humor; por lo general, prefiero bailar con música.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>15. ¿Muerdes los lápices y bolígrafos?</b></p><p style="text-align: justify;">Tengo esa mala costumbre, sí.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>16. ¿Con cuántas personas te has acostado esta semana?</b></p><p style="text-align: justify;">Con mi novio.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>17. ¿Cuánto mide tu cama?</b></p><p style="text-align: justify;">1,80 x 2,00 metros. Es una cama de Ikea, y los suecos son muy largos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>18. ¿Cuál es tu canción de la semana?</b></p><p style="text-align: justify;"><i>Gold</i>, de Neon Hitch ft. Tyga. La encontré hace poco y me encanta escucharla. Me anima mucho.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>19. ¿Te gusta que los chicos vistan de rosa?</b></p><p style="text-align: justify;">Ni me va, ni me viene. Me resulta raro ver a un hombre llevando ropa de color rosa, pero si a él le gusta y le favorece el color, me gusta.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>20. ¿Sigues viendo dibujos animados?</b></p><p style="text-align: justify;">Siempre. Creo que es algo que nunca dejaré de ver.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>21. ¿Cuál ha sido tu última película favorita?</b></p><p style="text-align: justify;">Reconozco que soy más de series que de películas, pero si tengo que decir una, diré <i>The Witcher: La Pesadilla del Lobo</i>. Me gustó más de lo que esperaba.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>22. ¿Dónde enterrarías un tesoro secreto si tuvieras uno?</b></p><p style="text-align: justify;">En algún lugar de mi pueblo natal, pero no se lo diría a nadie. Seguramente escribiría unas pistas en mi diario para que el buscador más avispado lo encontrara.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>23. ¿Qué bebes durante la cena?</b></p><p style="text-align: justify;">Casi siempre bebo agua.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>24. ¿En qué untas un <i>nugget </i>de pollo?</b></p><p style="text-align: justify;">En ketchup.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>25. ¿Cuál es tu comida favorita?</b></p><p style="text-align: justify;">Las chuletas de cerdo empanadas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>26. ¿Qué películas podrías ver una y otra vez y seguir enamorada de ellas?</b></p><p style="text-align: justify;">La trilogía de <i>El Señor de los Anillos</i>, sin duda.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>27. ¿Quién fue la última persona que te besó/has besado?</b></p><p style="text-align: justify;">Mi novio.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>28. ¿Fuiste alguna vez un <i>boy/girl scout</i>?</b></p><p style="text-align: justify;">No. En mi país no se lleva mucho lo de ser un <i>boy </i>o <i>girl scout</i>, aunque ahora se pueden ver más grupos de los que había cuando yo era pequeña.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>29. ¿Alguna vez posaste desnuda para una revista?</b></p><p style="text-align: justify;">Eh... no.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>30. ¿Cuándo fue la última vez que le escribiste a alguien una carta en papel?</b></p><p style="text-align: justify;">Si contamos con eso las postales de Navidad, pues hace tan solo unos días.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>31. ¿Sabes cambiar el aceite del coche?</b></p><p style="text-align: justify;">No, pero prometo aprender. Algún día.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>32. ¿Te han puesto alguna vez una multa por exceso de velocidad?</b></p><p style="text-align: justify;">Los camiones me adelantan en las autovías, ¿tú qué crees?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>33. ¿Te has quedado alguna vez sin gasolina?</b></p><p style="text-align: justify;">Nunca. Siempre estoy muy atenta al depósito.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>34. ¿Cuál es tu bocadillo favorito?</b></p><p style="text-align: justify;">El de queso con pechuga de pollo empanada.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>35. ¿Qué es lo que más te gusta comer para desayunar?</b></p><p style="text-align: justify;">Dos tostadas con aceite de oliva, un zumo de naranja y una tacita de Cola Cao.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>36. ¿A qué hora sueles irte a la cama?</b></p><p style="text-align: justify;">Tarde. A eso de la 1:30 am.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>37. ¿Eres perezosa?</b></p><p style="text-align: justify;">Debo admitir que sí, algo perezosa sí que soy.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>38. Cuando eras niña, ¿de qué te disfrazabas en Halloween?</b></p><p style="text-align: justify;">Cuando era niña no celebraba Halloween porque no es una fiesta de mi país. En Carnaval sí que me disfrazaba, y casi siempre era de personajes que llevaran falda larga, como princesas, hadas y cosas así.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>39. ¿Cuál es tu signo en el horóscopo chino?</b></p><p style="text-align: justify;">El tigre.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>40. ¿Cuántos idiomas sabes hablar?</b></p><p style="text-align: justify;">Gallego y castellano. Y sé lo suficiente de inglés como para defenderme en una conversación que vaya despacio.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>41. ¿Tienes suscripciones de alguna revista?</b></p><p style="text-align: justify;">No. Hace tiempo estuve suscrita a la revista <i>National Geographic</i>, hasta que me cansé de que nunca llegaran a la Edad Contemporánea.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>42. ¿Qué molan más: Legos o Lincoln Logs?</b></p><p style="text-align: justify;">Me gustan más los Legos. Son más icónicos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>43. ¿Eres testaruda?</b></p><p style="text-align: justify;">No tanto como debería, la verdad.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>44. ¿Quién es mejor: Leno o Letterman?</b></p><p style="text-align: justify;">No sigo a ninguno de estos dos showmans, así que...</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>45. ¿Has visto telenovelas alguna vez?</b></p><p style="text-align: justify;">Pfff! He perdido la cuenta ya. Las he visto de todos los tipos: latinas, coreanas, chinas de época, turcas...</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>46. ¿Tienes miedo a las alturas?</b></p><p style="text-align: justify;">No, pero tampoco me expongo a ellas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>47. ¿Cantas en el coche?</b></p><p style="text-align: justify;">Si la canción lo merece, sí.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>48. ¿Cantas en la ducha?</b></p><p style="text-align: justify;">No suelo hacerlo, aunque a veces suelto algún gorgorito.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>49. ¿Bailas en el coche?</b></p><p style="text-align: justify;">Solo si voy de copiloto. Soy una conductora responsable.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>50. ¿Has usado una pistola alguna vez?</b></p><p style="text-align: justify;">No, nunca.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>51. ¿Cuándo fue la última vez que un fotógrafo te hizo un retrato?</b></p><p style="text-align: justify;">Hace tres o cuatro años, para unas fotos de carné.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>52. ¿Crees que los musicales son cursis?</b></p><p style="text-align: justify;">No soy muy fan de los musicales; no me gusta que estén todo el tiempo cantando. Pero reconozco que los hay muy buenos, como <i>El Fantasma de la Ópera</i>, <i>Anastasia</i> o <i>Hamilton</i>.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>53. ¿La Navidad te parece estresante?</b></p><p style="text-align: justify;">Para nada. ¡Es una época que me encanta!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>54. ¿Has comido pierogi alguna vez?</b></p><p style="text-align: justify;">Nunca he tenido la oportunidad.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>55. ¿Cuál es tu tarta de frutas favorita?</b></p><p style="text-align: justify;">La de fresas con nata. ¡Me encanta!</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>56. Cuando eras niña, ¿qué querías ser de mayor?</b></p><p style="text-align: justify;">Bailarina, gimnasta, reina o princesa.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>57. ¿Crees en fantasmas?</b></p><p style="text-align: justify;">No.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>58. ¿Alguna vez has tenido sensación de deja-vù?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, pero eso es porque soy una persona muy cíclica. A veces, en ciertas épocas del año, pienso que me gustaría hacer algo, y recuerdo que hace dos o tres años, por la misma época, estaba haciendo eso mismo que me gustaría hacer ahora.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>59. ¿Tomas vitaminas a diario?</b></p><p style="text-align: justify;">Solo la vitamina C del zumo de naranja.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>60. ¿Llevas pantuflas?</b></p><p style="text-align: justify;">Oh, sí. De gatitos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>61. ¿Llevas albornoz?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí. Prefiero el albornoz a las clásicas toallas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>62. ¿Qué te pones para dormir?</b></p><p style="text-align: justify;">Pijama.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>63. ¿Cuál fue tu primer concierto?</b></p><p style="text-align: justify;">Un concierto que dio el cantante Alberto Comesaña cerca de mi pueblo natal, hace ya muchos años.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>64. Wal-mart, Target o Kmart?</b></p><p style="text-align: justify;">No hay ninguno en España, así que paso.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>65. ¿Nike o Adidas?</b></p><p style="text-align: justify;">Adidas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>66. ¿Cheetos o Fritos?</b></p><p style="text-align: justify;">Me pirran los Cheetos, sobre todo los Pandilla.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>67. ¿Pipas o cacahuetes?</b></p><p style="text-align: justify;">Pipas. Son un auténtico vicio. Y cuanta más sal tengan, mejor.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>68. ¿Has escuchado alguna vez al grupo Très Bien?</b></p><p style="text-align: justify;">No me suenan de nada.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>69. ¿Has ido alguna vez a clases de baile?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, hace unos años.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>70. ¿En qué profesión te imaginas trabajando a tu futuro esposo?</b></p><p style="text-align: justify;">Mi novio trabaja en IT, así que me lo imagino a él trabajando en IT, ya que es lo que más le gusta ^^*</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>71. ¿Sabes torcer la lengua?</b></p><p style="text-align: justify;">No, no tengo esa habilidad sobrehumana.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>72. ¿Has ganado alguna vez un concurso de deletreo/ortografía?</b></p><p style="text-align: justify;">No, pero de haberlo habido en mi colegio, habría ganado sin lugar a dudas. Soy muy buena deletreando y me considero una sargento de la ortografía.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>73. ¿Alguna vez has llorado de felicidad?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, varias veces.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>74. ¿Tienes discos de vinilo?</b></p><p style="text-align: justify;">Yo no, pero mi madre sí.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>75. ¿Tienes tocadiscos?</b></p><p style="text-align: justify;">En casa de mi madre.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>76. ¿Quemas incienso regularmente?</b></p><p style="text-align: justify;">No. No me gusta el olor tan penetrante del incienso.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>77. ¿Has estado enamorada alguna vez?</b></p><p style="text-align: justify;">A día de hoy, lo estoy.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>78. ¿A quién te gustaría ver en concierto?</b></p><p style="text-align: justify;">Al grupo Blind Guardian o a Sabaton. Me gustan mucho los dos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>79. ¿Cuál fue el último concierto al que fuiste?</b></p><p style="text-align: justify;">A un concierto del grupo gallego Herdeiros da Crus, hace ya bastante tiempo.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>80. ¿Té frío o té caliente?</b></p><p style="text-align: justify;">Los dos, cada uno en una estación diferente. Me encanta el té.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>81. ¿Té o café?</b></p><p style="text-align: justify;">Té, sin dudarlo. El café me provoca temblores y me quita el sueño.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>82. ¿Azúcar o galletas snickerdoodle?</b></p><p style="text-align: justify;">No sé qué son las galletas snickerdoodle, así que me iré al azúcar.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>83. ¿Sabes nadar bien?</b></p><p style="text-align: justify;">Nací en un pueblecito costero, con el mar a menos de un kilómetro de mi casa, así que sí, sé nadar bien.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>84. ¿Puedes aguantar la respiración sin taparte la nariz?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, no me parece difícil.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>85. ¿Eres paciente?</b></p><p style="text-align: justify;">Depende de para qué cosas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>86. En una boda, ¿prefieres orquesta o DJ?</b></p><p style="text-align: justify;">No sabría elegir. Tener una orquesta me parece muy romántico, pero un buen DJ que pinche tus canciones favoritas también es algo a tener en cuenta.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>87. ¿Alguna vez ganaste un concurso?</b></p><p style="text-align: justify;">Una vez quedé segunda en un concurso de carteles que celebró mi instituto (gané un bolígrafo y un libro). Más adelante, en la escuela de idiomas, gané el premio al postre más rico y al más vistoso durante tres años seguidos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>88. ¿Te has hecho alguna cirugía estética?</b></p><p style="text-align: justify;">No. Ni me gustan, ni las necesito.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>89. ¿Son mejores las aceitunas verdes o las negras?</b></p><p style="text-align: justify;">Las verdes; las negras no me gustan.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>90. ¿Sabes ganchillar o hacer punto?</b></p><p style="text-align: justify;">Ni una cosa, ni otra. Pero sé bordar a punto de cruz.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>91. ¿Cuál es el mejor lugar para poner una chimenea?</b></p><p style="text-align: justify;">El salón, sin duda.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>92. ¿Quieres casarte?</b></p><p style="text-align: justify;">Sí, me encantaría casarme ^^*</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>93. Si estás casada, ¿cuánto tiempo llevas casada?</b></p><p style="text-align: justify;">Aún no me he casado, pero llevo dos años viviendo con mi pareja.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>94. ¿Quién fue tu crush en el instituto?</b></p><p style="text-align: justify;">Nadie importante.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>95. ¿Lloras y te cabreas hasta que consigues lo que quieres?</b></p><p style="text-align: justify;">No. Eso es propio de personas inmaduras y caprichosas, y no me considero ni una cosa ni la otra.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>96. ¿Tienes hijos?</b></p><p style="text-align: justify;">No.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>97. ¿Quieres tener hijos?</b></p><p style="text-align: justify;">No estoy muy segura. A veces me pregunto si sería una buena madre para mis hijos, si los tuviera.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>98. ¿Cuál es tu color favorito?</b></p><p style="text-align: justify;">Me gustan todos los colores, pero me decanto por el azul y el verde.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>99. ¿Echas de menos a alguien en este momento?</b></p><p style="text-align: justify;">A mi abuela América. Murió tan solo hace unos meses y la echo mucho de menos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>100. ¿Crees en Papá Noel?</b></p><p style="text-align: justify;">No. Eso es cosa de críos.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-1928821557384277542021-10-30T01:38:00.004+02:002021-10-30T01:38:38.264+02:00Carmen Mola que te cagas<p> </p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">Hoy toca hablar de Carmen Mola. ¿Sabéis quién es Carmen Mola? Hasta hace poco, lo único que se sabía de esta misteriosa escritora es que era una mujer oriunda de Madrid, profesora y madre de tres hijos, autora de varias novelas negras de bastante éxito y, recientemente, ganadora del Premio Planeta 2021 con la novela titulada <i>La bestia</i>, un thriller histórico con un trasfondo bastante interesante. Pero en realidad no es la ganadora, sino los <b>ganadores </b>del Premio Planeta. Y es que Carmen Mola, para pasmo de muchos, no era una mujer, sino tres hombres: Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, tres guionistas con cierto bagaje en cine y televisión que decidieron probar suerte en el mundo de la literatura policíaca bajo el pseudónimo de Carmen Mola. De hecho, hasta la entrega del Premio Planeta, nadie sabía que el nombre de Carmen Mola era un pseudónimo, y la polémica quedó servida.</p><p style="text-align: justify;">¿Pero por qué causó tanta polémica Carmen Mola? ¿Qué tiene de especial que tres hombres hayan escrito una serie de novelas bajo pseudónimo? Os lo he revelado en la misma pregunta: que eran hombres.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitIsbgoIyHKkL7gHVooq5RHkGRK_X7RrfApYnFv1h8RT8c0s1joj0cNb8eN3TWyuuho-jSTqV50__-_2fnGT6EYmJuOLfacmy8gz4jlZ5fiSj1Yo7nc1Or_FlrZI252rDdI5a43Kb5phw/s1024/Carmen-Mola-trilogia2-1024x571.jpg.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="571" data-original-width="1024" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitIsbgoIyHKkL7gHVooq5RHkGRK_X7RrfApYnFv1h8RT8c0s1joj0cNb8eN3TWyuuho-jSTqV50__-_2fnGT6EYmJuOLfacmy8gz4jlZ5fiSj1Yo7nc1Or_FlrZI252rDdI5a43Kb5phw/s320/Carmen-Mola-trilogia2-1024x571.jpg.jpg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">El mundo de las artes, y sobre todo el editorial, es mercantilismo puro y duro. Está todo tan comprado y premeditado que el talento da igual. A estas alturas, no creo que haya muchos que sepan reconocer el talento ni aunque lo tengan delante de sus narices. No son capaces de saber si algo va a vender o no va a vender, si ese libro que han leído gustará o no gustará, si les va a salir rentable apostar por un escritor o no. El premio al mérito ha desaparecido y ha sido sustituido por las modas del momento. Es el problema al que a diario deben enfrentarse miles de escritores noveles, que se curran una historia y dedican meses e incluso años a ponerla por escrito hasta que queda perfecta para que luego vengan unas personas disfrazadas de editores pero con nula preparación y no sepan reconocer ni su valía ni el trabajo que le ha costado llegar hasta ellos. Es lo malo que tiene que tu talento dependa de la visión de otros. Me temo que, a día de hoy, tener talento está infravalorado, pues lo que priman son las modas, el qué se lleva ahora. No importa que tengas una idea genial, rompedora, original o divertida, sino el nombre que va a figurar en la portada. Rizando el rizo, ni siquiera importa de quién sea el nombre, sino que el nombre sea de mujer.</p><p style="text-align: justify;">Esto fue lo que pasó con Carmen Mola, autora de la trilogía negra formada por las novelas <i>La novia gitana</i>, <i>La red púrpura</i> y <i>La nena</i>, publicadas las tres en Alfaguara. No he leído las novelas (y ahora mismo no me falta curiosidad), pero he visto reseñas en las que les dan muy buena puntuación, catalogando la historia como una de las mejores de novela negra del panorama literario actual. Es decir, que ha tenido una buena aceptación entre los lectores de este género. En otras palabras: que se consideran como novelas buenas. Quiero que os quedéis con este detalle porque volveré a él más tarde.</p><p style="text-align: justify;">No es algo raro que un escritor decida recurrir a un pseudónimo para firmar sus escritos, pero es interesante conocer los motivos que le han llevado a ello. Los tres novelistas, al ser preguntados por qué recurrieron a un pseudónimo, declararon que el hecho de que aparecieran tres nombres en la portada de sus novelas no iba a quedar bien, de modo que decidieron usar un pseudónimo y empezaron a decir nombres al azar, hasta que uno de ellos dijo "Carmen" y otro dijo "mola", saliendo de ahí Carmen Mola. Una explicación sencilla y plausible que, a mi modo de ver, no cuenta toda la verdad.</p><p style="text-align: justify;">Vamos a hablar un poquito de Historia. Retrocedamos hasta el siglo XIX, a una época en la que una mujer solo podía aspirar a una cosa en la vida: ser la esposa perfecta. La figura del "ángel del hogar" de la que nos hablaba Virginia Woolf nos hace imaginar a una mujer profundamente sacrificada y abnegada en favor de los demás miembros de su familia, y siendo además educada de modo que no tuviera ni un solo pensamiento propio y que su mayor logro fuese, precisamente, ese sacrificio por el bien de su marido o prole. Era una época en la que la mujer tampoco gozaba de ninguna posibilidad de independencia, puesto que la sociedad le otorgaba el papel de madre y esposa, pero nunca como mujer soltera autosuficiente.</p><p style="text-align: justify;">Por supuesto, la educación de las mujeres tampoco brillaba por su magnificencia. En la España decimonónica, la educación en general era bastante deplorable. En 1872, el 91% de las mujeres no sabían leer ni escribir, y su formación universitaria era casi inexistente. Precisamente uno de los argumentos en contra de la educación superior de la mujer era que no era necesario para las tareas domésticas, y que el tiempo dedicado al estudio era tiempo desperdiciado. Más aún, había padres que preferían que sus hijas no supieran leer ni escribir para que no pudieran leer las cartas clandestinas de los enamorados ni contestarlas, lo que nos indica hasta qué punto causaba pavor que una mujer tuviese siquiera un mínimo de instrucción.</p><p style="text-align: justify;">La sociedad en general detestaba y rechazaba al tipo de mujer con motivaciones intelectuales. Se la veía como un ser masculinizado o invertido psíquicamente. Se alegaban para ello las propias condiciones físicas de la mujer, como que su cerebro era más pequeño (y, por lo tanto, subdesarrollado) o que debía prohibírsele hacer ejercicio porque eso la volvía inquieta y agresiva. La lectura, en especial de novelas, se veía como afición peligrosa, nociva e incluso pecaminosa para una mujer porque era algo que podía alterarla y apartarla del camino que debía seguir. La figura de la "literata", como se llamaba a la mujer escritora, era motivo de preocupación y burla a partes iguales. Era una mujer antinatural que se empecinaba en luchar contra los dictámenes que le marcaba su propio sexo y pugnaba por meterse donde no la llamaban, esto es, en el mundo reservado al varón. Sin embargo, la crítica encarnecida no era patrimonio exclusivo del hombre, sino que las propias mujeres no aceptaban este tipo de afición tan poco femenina. En aquella época, ser mujer y escritora constituía una verdadera calamidad y una vergüenza para la familia, ya que suponía la soltería definitiva de la literata. Con todo, resulta sorprendente que tantas mujeres se hubieran atrevido a escribir y que muchas incluso fueran publicadas. No obstante, la literatura femenina pronto quedó relegada a un segundo plano por considerarse de menor calidad. Por ello, es lógico que la mayoría de ellas decidieran utilizar un pseudónimo masculino.</p><p style="text-align: justify;">Louisa May Alcott, las hermanas Brönte, Cecilia Böhl de Faber, Mary Shelley, George Sand... son solo algunas de esas "literatas" que, movidas por una gran creatividad y un ferviente deseo de plasmar por escrito sus pensamientos e ideas, tuvieron que valerse de nombres masculinos para hacerse oír y respetar por quienes más las desdeñaban. No todas lo hicieron para esconderse (además de escribir, George Sand fumaba en público, se vestía como un hombre y tuvo varias relaciones amorosas y no era un secreto para nadie), pero la mayoría tuvo que ocultarse bajo un nombre masculino para tener siquiera una mínima posibilidad de publicar sus poemas y relatos sin ser censuradas o humilladas por ello. Con el tiempo, se supo ver la gran calidad que tenían sus obras y obtuvieron el reconocimiento que merecían, de tal modo que no resulta extraño encontrar sus novelas o poemarios con su pseudónimo y el nombre real de la autora, en un intento por rendir homenaje a la escritora oculta tras el antifaz.</p><p style="text-align: justify;">Han pasado muchos años desde entonces y, poco a poco, las cosas han ido cambiando mucho. A día de hoy, ninguna mujer occidental tiene prohibido publicar y, dependiendo del género literario, hay incluso más autoras que autores (los géneros romántico y de fantasía juvenil están sembrados de mujeres escritoras, por ejemplo). Cierto que los criterios para calificar una novela como buena o mala son bastante difusos, ya que se tiende a publicar de todo, tenga la calidad que tenga. Las editoriales son como cualquier otro negocio, al fin y al cabo, y su meta principal es hacer dinero con lo que saben que va a venderse mucho y bien. Por eso no resulta extraño que, de repente, triunfe una novela de un tema determinado y a partir de ella surjan trescientas novelas más con temáticas muy parecidas, pero esto también se puede aplicar a otros parámetros, como la edad o el sexo del autor. Y es que, por mucho que nos empecinemos en decir lo contrario, a día de hoy es más fácil que te publiquen si eres mujer.</p><p style="text-align: justify;">¿En qué me baso para decir esto? No hay más que echar un vistazo a la realidad que nos rodea. Las actuales reivindicaciones feministas, en su eterna pugna por conseguir derechos y hacerse visibles, han llamado la atención de muchas mujeres que se han unido con entusiasmo a la causa, y entre el <i>merchandising </i>temático que compran a diario también se encuentran los libros, sobre todo ensayos o novelas escritas por feministas y para feministas. Teniendo en cuenta que el mayor porcentaje de lectores lo ostentan las mujeres, las editoriales se esfuerzan por darles lo que quieren. Es una cuestión de oferta y demanda: tú me pides y yo te doy. Por eso, las editoriales prefieren publicar una novela escrita por una mujer, porque saben que va a vender más y tendrá una mejor acogida entre sus lectores.</p><p style="text-align: justify;">Esto nos lleva a dos conclusiones nada bonitas. La primera de ellas, que los escritores noveles (y no tan noveles) lo tendrán cada vez más crudo para poder acceder al mercado editorial, ya que es posible que rechacen sus manuscritos por haber nacido con el sexo equivocado (entiéndase "equivocado" en términos mercantiles); de ahí que tengan que recurrir a un pseudónimo femenino para poder tener al menos alguna posibilidad más. Y la segunda conclusión, que viene de la mano de la primera, es peor aún: Que, a fin de cuentas, da igual el talento que tengas para la escritura porque no se te va a premiar por ello, sino por lo que tengas entre las piernas. Suena crudo. Suena duro. Pero es así.</p><p style="text-align: justify;">Carmen Mola es el ejemplo más sonado porque sus tres artífices ganaron el Premio Planeta, pero no son los únicos: El escritor Sergi Puertas ha declarado hace poco que, después de enviar su último libro de relatos a cientos de editoriales y ser rechazado o no recibir respuesta alguna, decidió crearse un alias femenino y la respuesta positiva fue casi inmediata. Él fue el que afirmó, después de hablar con varios profesionales del mundillo, que todos han llegado a la misma conclusión: que hoy día se da preferencia a las autoras. Es algo que no se dice en voz muy alta, pero que se sabe. Lo sabe Sergi Puertas, Jorge Díaz, Agustín Martínez, Antonio Mercero y muchos más. Todo el mundo lo sabe.</p><p style="text-align: justify;">Si os soy sincera, me sorprende que haya estallado tanta polémica por lo de Carmen Mola. Bueno, me sorprende y no me sorprende, porque cuando se trata de feminismo, pocas cosas me sorprenden a estas alturas. Era obvio que tenían que dar la nota de alguna manera. He leído artículos y posts desgarradores en los que se clamaba contra los autores de Carmen Mola tildándolos de mentirosos, usurpadores y farsantes. ¿Cómo se atrevieron a usar un pseudónimo femenino cuando tantas mujeres en el pasado tuvieron que hacer lo contrario para poder publicar? ¿Quiénes se han creído que son, robándole ese puesto a una mujer? Al margen de que el mundo de la literatura no discrimina a la mujer ni es una batalla entre opresores y oprimidos, yo creo que esto debería hacer que las feministas se replantearan dónde están verdaderamente los privilegios. Porque si yo soy un hombre y veo que publican de mejor gana novelas que llevan la firma de una mujer, pues obviamente voy a ponerme un pseudónimo de mujer para poder publicar, porque a fin de cuentas yo también quiero ser escritor y tengo el mismo derecho que los demás a que me publiquen. Igual las feministas deberían replantearse su concepto de lo que es la igualdad, ya que parece que no les queda muy claro.</p><p style="text-align: justify;"><i>"No, pero es que se han aprovechado del nombre de una mujer para poder vender más"</i>. Pues teniendo en cuenta que vuestra principal protesta es que los hombres lo tienen más fácil para todo porque son hombres, el hecho de que tres escritores hayan usado un nombre femenino para vender más no tiene mucho sentido dentro de vuestro razonamiento. A no ser que reconozcáis que partís de un argumento falso, capcioso y victimista. Que el cuento de la opresión sistemática a la mujer en pleno siglo XXI es más falso que un euro con la cara de Popeye. ¿A que sí? ¿A que van por ahí los tiros? El mundo literario prefiere a la mujer antes que al hombre. De hecho, el mundo de las artes en general le abre más puertas a la mujer que al hombre, e incluso se está legislando para obligar a que se cumplan las malditas cuotas de género y de paridad, que siempre tienen que ser beneficiosas para la mujer, pero que cuando son negativas para el hombre os da exactamente igual.</p><p style="text-align: justify;">Para ser sincera, me alegro de que a las feministas esto les haya molestado tanto. Me alegro de verlas rabiar, de verlas llorar como niñas caprichosas y de tratar de reivindicar una lucha personal para saciar sus ansias de que les hagan casito. Me río a carcajadas cuando veo lloriquear a una chica mientras dice que se siente traicionada por haber leído y disfrutado de una lectura durísima escrita por una persona a quien creía mujer, y que ahora que sabe que son tres hombres ya no le gusta la novela. Como si escribir bien tuviera que ver con lo que tienes entre las piernas, chata. Para gente así, tener pene o vagina define si tu estilo de escritura es bueno o malo. Y, por descontado, un hombre no puede escribir sobre mujeres ni sobre sus sentimientos; porque qué sabrá un hombre sobre cómo se sienten las mujeres, si no tiene vagina.</p><p style="text-align: justify;">Me río de vosotras. Me río como una loca al ver cómo os han sacado los colores. Y el hecho de que os sintáis traicionadas porque tres hombres hayan usado un pseudónimo femenino para publicar y, para más inri, ganar el Premio Planeta, demuestra que para vosotras lo importante no es la calidad del producto, sino los genitales de la persona que lo ha escrito. Este es el detalle al que me refería anteriormente. Valoráis más un producto si lo ha hecho una mujer que si lo ha hecho un hombre porque no os cabe en la cabeza que un hombre pueda escribir algo reivindicativo y conmovedor. ¿Dónde queda entonces la igualdad por la que supuestamente lucháis? ¿Qué pasaría si ahora todos los escritores decidieran firmar como mujeres? ¿Sabríais distinguir si algo lo ha escrito un hombre o una mujer? Yo creo que os volveríais locas intentándolo, y valdría la pena llevar a cabo el experimento solo para veros echar espumarajos por la boca y culpar al heteropatriarcado por vuestra falta de criterio.</p><p style="text-align: justify;">Me río de vosotras. Me río hasta las lágrimas cuando decís que no os parece justo que los tres autores hayan ganado un premio ni que vayan a subir las ventas de sus novelas gracias al morbo y la polémica. ¿Os dais cuenta de lo ridículas que sonáis, de que vuestras palabras os dejan retratadas? No es justo ni injusto: Es lo que es, y punto. Tres hombres escribieron algo que a vosotras os encantó, pero en el momento en que supisteis sus verdaderas identidades os sentisteis "traicionadas". ¡Uf, qué drama! Pero es que además habéis aprovechado para decir que los Premios Planeta son rancios, reaccionarios y que solo se les da a personas ya consagradas, nunca a "personas de a pie". Y además, ¡oh casualidad!, resulta que el premio de este año es mucho más grande que el de otros años. Nada menos que un millón de euros para que se lo repartan esos señoros. ¿Diríais lo mismo si la tal Carmen Mola fuese real? ¿Y si en vez de ser la sencilla profesora que prometía ser fuese miembro de una buena familia burguesa, como Ana María Matute? Guardad un poco de hipocresía para cuando os haga falta.</p><p style="text-align: justify;">Me río de vosotras, pero me río por no llorar. Sois feministas y lo que queréis es que hombres y mujeres seamos iguales en derechos, deberes y oportunidades, ¿no es verdad? En vez de estar llorando porque Carmen Mola son tres hombres, deberíais estar celebrando que Carmen Mola sean tres hombres, porque esa revelación ha puesto de manifiesto que existen muchos mitos sociales que se están dando por ciertos cuando no es así. Pero resulta que hay muchas personas (vosotras, sin ir más lejos) que viven de esos mitos sociales, y cuando alguien amenaza con tumbarle el chiringuito que le da paguitas, normal que se cabree. Pero la realidad es la que es. Las mujeres no estamos oprimidas. Las mujeres no lo tenemos complicado para publicar por culpa de un machito opresor. Las obras escritas por mujeres no sufren de prejuicios ni son infravaloradas solo porque su autora tenga útero y ovarios. Las cosas no son como vosotras decís que son, y Carmen Mola os lo ha demostrado de la mejor de las maneras. Os ha dado una buena lección de lo que debería ser la igualdad.</p><p style="text-align: justify;">Poco más que añadir a lo que ya he dicho. Ahora que la identidad de Carmen Mola ha salido a la luz, muchas cosas cambiarán. Las librerías feministas han retirado sus novelas de sus expositores haciendo mucho ruido y paripé, para que todos vean lo indignadas que están, y supongo que gran parte de sus lectoras habrán hecho añicos sus carnés de fans y los quemarán en una hoguera junto con los libros que tanto gozaron, pero que ahora son materia podrida salida de la pluma de tres opresores. A estas alturas de la película tampoco importa ya qué criterios ha seguido el Grupo Planeta para darle el premio a la obra de Carmen Mola, pues es más que seguro que se dejaron guiar por el entusiasmo de que fuese una mujer quien había escrito aquella historia tan turbia y desgarradora. Porque si hubieran sabido que la habían escrito tres señores, seguramente ni siquiera pasaría el primer filtro.</p><p style="text-align: justify;">Por otra parte, lo que el trío de autores pierde por un lado, lo gana por otro, pues no somos pocos los que, por curiosidad y por darle apoyo a algo que ha sido tan denostado sin pruebas lógicas, quizá le demos una oportunidad a la obra de Carmen, a ver si es verdad que mola tanto como ella.</p><p style="text-align: justify;">Gracias por leerme y hasta la próxima!</p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7478463376475139604.post-29508718440414181232021-10-21T12:48:00.005+02:002021-10-21T13:12:14.077+02:00La cosa va de falacias<p><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Hola a todos!</p><p style="text-align: justify;">¿Cuántas veces habéis debatido acerca de un tema polémico y os habéis dado cuenta de que vuestro contendiente, por las razones que sean, recurría a una serie de argumentos que no os convencían porque no tenían peso alguno? O al revés. ¿Cuántas veces habéis recurrido a argumentaciones poco lógicas para defender vuestra postura, una postura que ya no tenía defensa alguna porque os habían reventado todos los argumentos? Seguramente os habrá pasado muchas veces, pero pocos se darán cuenta de que han recurrido a algo llamado "falacias".</p><p style="text-align: justify;">Por definición, una falacia es un engaño o mentira que se esconde bajo el disfraz de un razonamiento lógico. La falacia es como una mina terrestre: prácticamente invisible para el ojo humano hasta que la pisas. No hay debate o argumentación en el que tarde o temprano no se caiga en alguna falacia. Su poder es tan fuerte que incluso pueden invalidar todo un argumento por completo y sirven como vías de escape a aquellas personas que son incapaces de demostrar sus afirmaciones sin valerse de trampas o subterfugios.</p><p style="text-align: justify;">Hoy os he traído una lista de algunas de las falacias que más se pueden encontrar en un debate. Sé que faltan muchas, pero es que algunas eran subtipos de otras más conocidas y otras eran tan rebuscadas que daban la impresión de que todo argumento es una falacia. Pero aquí tenéis las más usuales, con sus respectivos ejemplos para que podáis reconocerlas en cuanto las oigáis. No es fácil, pero os ayudará también a evitarlas en el futuro y trabajar mejor vuestros argumentos a la hora de dar vuestra opinión.</p><p style="text-align: justify;">Vamos allá: </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>1. Falacia <i>ad hominem</i></b></p><p style="text-align: justify;">La locución <i>ad hominem</i> procede del latín y se traduce como "contra el hombre", que es precisamente a lo que hace referencia esta falacia. En lugar de utilizar un buen razonamiento, la falacia <i>ad hominem</i> reemplaza la argumentación por el lenguaje ofensivo y critica aspectos personales del individuo, sus antecedentes, su raza, su sexo u otras características para dar forma a su argumento, que carece de toda lógica y termina siendo irrelevante.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Como Luis no es una mujer, no puede opinar sobre el feminismo.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>2. Falacia del hombre de paja</b></p><p style="text-align: justify;">También llamada "falacia del espantapájaros". Consiste en atacar una posición lógica y argumentativa que el contrincante realmente no tiene. La falacia del hombre de paja pretende dar la impresión de estar refutando un argumento a través de una idea que no tiene nada que ver con la línea de la discusión. Aunque no refuta el argumento, quien usa esta falacia cree realmente que sí lo está haciendo, sobre todo si lo hace desde una perspectiva emocional y apelando a los sentimientos.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>-Creo que sería bueno fomentar el uso de la bicicleta como transporte alternativo para ir a trabajar.</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-Ya, claro, tú lo que quieres es que ocurran más accidentes de tráfico y que mueran más ciclistas en carretera, ¿verdad?</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>3. Falacia de la apelación a la autoridad</b></p><p style="text-align: justify;">También denominada falacia <i>ad verecundiam</i>, se da cuando hacemos un mal uso de la autoridad al argumentar. Es muy común en un debate citar fuentes o datos aportados por personajes que son tenidos como autoridades dentro de una materia determinada. El problema es que es muy fácil caer en la falacia de apelación a la autoridad cuando, por ejemplo, solo citamos a dicha autoridad y nos alejamos de otras pruebas que pueden refutar nuestro argumento; o también cuando citamos autoridades irrelevantes, pobres o incluso falsas para dar forma a nuestro argumento.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo: </p><p style="text-align: justify;"><i>Immanuel Kant, uno de los más grandes filósofos que jamás han existido, defendía la pena de muerte. Por lo tanto, debería legalizarse en nuestro país.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>4. Falacia de la falsa equivalencia</b></p><p style="text-align: justify;">La falacia de la falsa equivalencia, también llamada de la ambigüedad, se da cuando una palabra, frase u oración se usa deliberadamente para confundir, engañar e inducir a error al sonar como si dijera una cosa pero en realidad dice otra. Es muy común que este engaño se dé en forma de eufemismos, reemplazando las palabras desagradables por otras que tengan una terminología más atractiva.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo: </p><p style="text-align: justify;"><i>El Gobierno ha decretado que pagaremos por la circulación en autovías, pero no es un peaje, sino una tarificación por uso continuado.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>5. Falacia populista</b></p><p style="text-align: justify;">Más conocida como falacia <i>ad populum</i>, da a entender que algo es cierto, correcto o bueno solo porque otras personas están de acuerdo con la persona que lo afirma. Es decir, que se acepta algo que se dice porque es popular entre un sector de la gente. Es una falacia que se usa mucho en publicidad, aunque también puede darse en debates.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>¿Redonda? ¡Ja! Todo el mundo sabe que la Tierra es plana.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>6. Falacia del costo hundido</b></p><p style="text-align: justify;">Esta falacia no tiene por qué darse exclusivamente en debates; de hecho, es muy probable que todos la hayamos utilizado varias veces a lo largo de nuestra vida. La falacia del costo hundido viene a decir que el ser humano, cuando invierte mucho tiempo y esfuerzo en un proyecto que a la larga se convierte en un lastre, es reacio a dejarlo para dedicarse a otra cosa. Nos duele tener que reconocer que hemos desperdiciado ese tiempo y/o dinero en algo que al final no ha resultado, y por ello nos resistimos a dejarlo. Es natural querer continuar con un proyecto que consideramos importante, pero este pensamiento se convierte en falacia cuando pensamos que debemos continuar con esa tarea o proyecto debido precisamente a todo el esfuerzo que hemos puesto en él. De una forma resumida, sería como decir "más vale malo conocido que bueno por conocer".</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>-Mi marido y yo nunca nos hemos llevado bien. Me humilla, me insulta y me falta al respeto de todas las maneras. Hace tiempo que no soy feliz a su lado.</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-¿Y no has pensado en divorciarte?</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-No sé, me da cosa. Llevamos veinte años casados y sería como tirar media vida a la basura, ¿no crees?</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>7. Falacia <i>in demostrando</i></b></p><p style="text-align: justify;">La falacia <i>in demostrando</i> o falacia circular se da cuando el argumento de una persona repite lo que ya asumió de antemano y no aporta ninguna nueva conclusión. El argumento circular, también llamado <i>petitio principii</i> o petición de principio, se produce cuando la proposición que debe ser probada se incluye de forma implícita o explícita en las premisas.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>-La Biblia es la palabra de Dios.</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-¿Pero cómo estamos seguros de que es la palabra de Dios?</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-Porque lo dice la Biblia.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>8. Falacia de la generalización apresurada</b></p><p style="text-align: justify;">Una generalización apresurada no es más que una declaración general sin evidencia alguna que la respalde. A veces, la prisa por llegar a una conclusión lleva a la persona que argumenta a cometer suposiciones ilógicas a partir de estereotipos, conclusiones injustificadas o exageraciones. Normalmente, tendemos a generalizar al hablar, y es algo que no tiene por qué tener nada de malo siempre y cuando no nos creamos a pies juntillas esa generalización, sobre todo cuando no hay manera de respaldar dicha afirmación sin recurrir a conjeturas.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Todas las parejas que deciden no tener hijos lo hacen por puro egoísmo. Te dirán que es porque no tienen trabajo, porque pagan mucho de alquiler o porque sienten que no es el mejor momento para tenerlos, pero yo sé que en el fondo es por egoísmo.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>9. Falacia del falso dilema</b></p><p style="text-align: justify;">Esta falacia se da cuando limitamos las opciones a únicamente dos, cuando hay más opciones entre las que se pueden elegir. A veces las opciones son entre una cosa, la otra o ambas juntas sin que se excluya ninguna, por no decir que también puede haber un amplio abanico de opciones. El error se da cuando, entre esa múltiple gama de opciones, se reducen a solo dos.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Solo hay dos tipos de personas en este mundo: los que creen que Juego de Tronos es la mejor serie de la historia y los que no tienen ni idea de lo que es buena televisión.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>10. Falacia de la correlación y la causalidad</b></p><p style="text-align: justify;">Se podría decir que es un dos en uno. La falacia causal o de causalidad se refiere a cualquier fallo lógico que se produce al identificar una causa; es decir, cuando se saca una conclusión acerca de una causa sin que haya evidencias suficientes para hacerlo. Esto nos lleva al siguiente punto, que es el de la correlación. No se puede afirmar con rotundidad que algo ha ocurrido porque antes ha pasado algo que nosotros creemos que ha sido la causa, puesto que no tiene sentido lógico. Es lo que se conoce como falacia <i>post hoc</i>, y es la responsable de muchas supersticiones y falsas creencias.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplos:</p><p style="text-align: justify;"><i>-Se llama Jesús, así que supongo que sus padres son religiosos cristianos.</i> (Falacia de causalidad)</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Y otro ejemplo, este sacado directamente de <i>Los Simpson</i>:</p><p style="text-align: justify;"><i>-Según esa lógica, yo podría afirmar que esta piedra ahuyenta a los tigres.</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-Oh, ¿y cómo funciona?</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-No funciona. No es más que una estúpida piedra. Pero no veo ningún tigre por aquí, ¿y tú?</i> (Falacia de correlación)</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>11. Falacia <i>ad baculum</i></b></p><p style="text-align: justify;">Es una de las falacias más miserables, ya que se basa en utilizar el argumento de la fuerza, la amenaza o el poder para imponer su criterio. Se puede considerar como un subtipo de las falacias <i>ad consequentiam</i> y <i>ad verecundiam</i>. En el primer caso, porque interpretamos que el argumentante se ve forzado a admitir la validez de la falacia por las consecuencias que tendría el no hacerlo; en el segundo caso, por el hecho de que admite la validez de la conclusión falaz ante la autoridad que reclama la falacia, cuya autoridad viene impuesta por la fuerza o el poder y no por un buen razonamiento.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Más vale que estés de acuerdo con la nueva política de la empresa si no quieres perder tu trabajo.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>12. Falacia de la prueba anecdótica</b></p><p style="text-align: justify;">Esta es muy fácil de detectar. Consiste en hacer uso de una experiencia personal o de un ejemplo que no tiene nada que ver para presentarlo como una prueba, aun a pesar de que existan argumentos de peso y con respaldo científico que indican todo lo contrario.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>-Fumar es nocivo para la salud y puede provocar cáncer de pulmón.</i></p><p style="text-align: justify;"><i>-¡Qué tontería! Mi abuelo fumaba mucho y vivió hasta los 90 años.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>13. Falacia semántica</b></p><p style="text-align: justify;">La falacia semántica se da cuando, en un debate, una palabra clave se usa con uno o más significados dentro del mismo razonamiento. Se trata de una maniobra de despiste, de jugar con el doble sentido de una palabra para dar un argumento que carece de lógica.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Los sexos no son iguales, así que sus derechos tampoco deberían serlo.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>14. Falacia <i>ad misericordiam</i></b></p><p style="text-align: justify;">Esta falacia apela directamente a los sentimientos, eludiendo la lógica y el razonamiento. Por lo general, no se toma como una falacia lógica, ya que suele utilizarse para evitar algún castigo o consecuencia mediante excusas que llegan a sonar ridículas.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Yo no fui el asesino, no me condenéis. Bastante he sufrido ya en mi infancia al perder a mis padres en aquel accidente de coche.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>15. Falacia de la conclusión irrelevante</b></p><p style="text-align: justify;">De la mano de la anterior, pues busca manipular para cambiar el asunto de la conversación e inclinar el debate a favor del falaz. La falacia de la conclusión irrelevante se sale del tema tratado, ignorando la cuestión principal, para llegar a una conclusión diferente a la que se pretendía defender.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Estoy convencido de que pronto me darán un ascenso. Después de todo, soy muy simpático, le caigo bien a todo el mundo y soy el mejor de mi sector.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>16. Falacia naturalista</b></p><p style="text-align: justify;">La falacia naturalista considera que algo es bueno, correcto y adecuado para la salud o la moralidad basándose en el hecho de que es natural. Afirma que existe una ley natural o una conducta animal en la que nos deberíamos basar para establecer lo que es éticamente bueno.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Las vacunas son malas porque contienen una gran cantidad de químicos.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>17. Falacia <i>ad ignorantiam</i></b></p><p style="text-align: justify;">El argumento <i>ad ignorantiam</i> es una falacia que consiste en defender una premisa argumentando que no existen pruebas convincentes de lo contrario. Quienes recurren a esta falacia no basan su argumento en el conocimiento, sino precisamente en la falta del mismo. En otras palabras, afirman la veracidad o falsedad de una proposición basándose en su propia ignorancia sobre el tema.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>Yo creo que las hadas existen. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>18. Eludir la carga de la prueba</b></p><p style="text-align: justify;">En lógica, eludir la carga de la prueba consiste en asumir que algo es verdadero o falso por el simple hecho de no aportar razones que fundamenten la conclusión, en negarse o pretender que el contrario aporte dichas razones. En otras palabras, que quien cae en esta falacia no prueba lo que dice, sino que exige a los demás que le den la prueba de algo que no necesita prueba.</p><p style="text-align: justify;">Ejemplo:</p><p style="text-align: justify;"><i>María dice que Juan abusó de ella, así que ahora le toca a él demostrar su inocencia.</i></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Y hasta aquí por hoy, amigos! Nos vemos en el siguiente post.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Laura Niphredilhttp://www.blogger.com/profile/03993322603822776495noreply@blogger.com0