martes, 24 de marzo de 2015

Teoría de "Frozen", "Enredados" y "La Sirenita"


¡Hola a todos!

Existe una teoría que lleva un tiempo circulando por Internet que establece una curiosa conexión entre tres películas Disney. Esta teoría ha sido publicada por un fan y no ha sido corroborada por Disney, así que bien podría ser falsa. Pero cabe destacar que ha sido muy bien elaborada y, pensándolo un poco, puede tener bastante sentido. La teoría trata de crear una conexión entre la última película de la factoría, la archiconocida Frozen: el reino de hielo, con dos películas muy diferentes: Enredados y La Sirenita.

¿Y qué relación podría haber entre ellas? Bien, voy a explicároslo brevemente. Pero os lo advierto: Después de leer esta teoría, no volveréis a ver estas películas de la misma manera que antes.

Por supuesto, si alguien no ha visto ninguna de las tres películas (aunque me extraña), mejor que no siga leyendo porque se hacen SPOILERS importantes.

Empecemos por Frozen. Al principio de la película, el día de la coronación de Elsa, podemos ver a Anna abriendo el portón del palacio de Arendelle mientras canta la canción Por primera vez en años. Entre los muchos invitados que están llegando para asistir a la coronación, podemos ver durante un fugaz instante a dos personajes que, aunque estén de espaldas, nos resultarán muy conocidos.



Mirad a la izquierda. ¿Quiénes son esos dos invitados?


¿Los habéis reconocido? ¡Pues claro! Son Rapunzel y Flynn Ryder, los protagonistas de la película Enredados. Disney siempre ha sido muy aficionada a hacer cameos de sus personajes en otras películas de la casa, así que la aparición de Rapunzel y Flynn no tendría nada de raro a priori. Sin embargo, siempre podemos rizar el rizo y preguntarnos lo más obvio: ¿Qué hacen ahí Rapunzel y Flynn? ¿Qué relación tiene esta pareja principesca con la realeza de Arendelle?

El fan que elaboró esta teoría expone que podría haber un vínculo entre ambas casas reales. En realidad, se trata de un motivo muy simple a la vez que triste. ¿Qué pasaría si los reyes de Arendelle hubieran embarcado para asistir a la boda de Rapunzel y Flynn, cuando su barco se hundió en medio de una tormenta? De ser sí, sería muy posible que Rapunzel y Flynn hubieran sentido la necesidad de asistir a la coronación de Elsa, como una forma de homenajear a los reyes que perdieron la vida por asistir a su boda.

Pero tenemos un problema, y es que en Frozen no se nos dan demasiados datos acerca del viaje de los reyes de Arendelle. Solamente podemos ver a Anna abrazando a sus padres y diciéndoles "Hasta dentro de dos semanas", y a Elsa preguntándoles "¿Tenéis que iros?", dejando entrever su preocupación, así que podríamos suponer que se trata de un viaje largo o que entraña cierto peligro. En ningún momento se nos dice que vayan a asistir a una boda o otro acontecimiento parecido. Simplemente, tienen que irse de viaje.

Bien, recapacitemos un poco. ¿Por qué los dos soberanos de Arendelle tienen que viajar juntos? Hay que tener en cuenta que, en la época en la que se ha ambientado la historia (posiblemente entre los siglos XVIII y XIX), hacer un viaje por mar podía acarrear muchos peligros. De tratarse de un asunto de estado, lo más probable es que fuese el soberano el que tuviera que viajar (en este caso, su mujer es la reina consorte). Así que, en caso de que al rey no le quedara más remedio que viajar, no creo que hubiera arriesgado la vida de su esposa, sino que la habría dejado como regente o como responsable del cuidado de sus hijas. Pero en este caso, la pareja real viaja en el mismo barco. ¿Se os ocurre algún motivo por el que fuera necesario que viajaran los dos? A mí sí: Un matrimonio en el seno de una casa real.

Aquí es donde comienza lo interesante. Es una posibilidad no muy remota que los reyes de Arendelle tuvieran que ausentarse durante dos semanas para asistir a la boda de Rapunzel y Flynn Ryder, pues se trataba del casamiento de una princesa y los invitados a este tipo de bodas suelen ser reyes y gobernantes de otros países. Además, aquí se produce otra coincidencia. La coronación de Elsa tiene lugar tres años después de la muerte de su padres en el naufragio. ¿Es casualidad que Enredados se hubiera estrenado en el año 2010 y Frozen en 2013?

Para rematar la historia, pensemos en el barco hundido en el que viajaban los reyes de Arendelle... que guarda una gran similitud con el barco que pudimos ver allá por el año 1989 en La Sirenita. ¿Puede ser esto posible? Podría ser, si tenemos en cuenta los lugares en los que se ambienta las películas. Sabemos que la historia de Enredados tiene lugar en el Reino del Sol (llamado Reino de Corona en Latinoamérica) y, aunque no lo supiéramos, es bien conocido que el cuento de Rapunzel es oriundo de Alemania. Si nos fijamos en algunos aspectos tales como las construcciones de edificios, los barcos y la forma de vestir de los personajes, se podría decir que está ambientada aproximadamente entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX (no tenéis más que comparar los trajes del rey de Arendelle y del príncipe Eric en su boda para ver que son muy parecidos). En Frozen esto es más evidente, ya que es un hecho confirmado por Disney que el nombre de Arendelle proviene de un pueblo noruego llamado Arendal, muy cercano a la capital, Oslo. Por lo tanto, no es muy arriesgado afirmar que Arendelle es una representación de Noruega.

Entonces, tenemos lo siguiente: El Reino del Sol es Alemania, mientras que Arendelle es Noruega. ¿Por dónde tendrían que pasar los reyes para llegar al continente? Exacto, por Dinamarca, que casualmente es el reino donde está ambientada la historia de La Sirenita. No es una suposición hecha al azar, ya que en Dinamarca suelen abundar las tormentas propiciadas por los vientos del norte y que bien podrían hundir un barco (recordad si no la feroz tormenta que destruyó el barco del príncipe Eric). Entonces, ¿de quién es el navío que Ariel encuentra en el fondo del mar y al que acude a buscar tesoros para su colección?




Esta es una teoría que ha tenido mucha difusión por la red, principalmente porque está muy bien enhebrada y tiene bastante sentido. ¿A vosotros qué os parece? ¿Creéis que podría ser cierto u os parece ridículo? ¡Espero vuestros comentarios conspiratorios!

miércoles, 18 de marzo de 2015

Lo que Disney congeló. Mi crítica de "Frozen: El reino de hielo"


¡Hola a todos!

Últimamente me he estado metiendo un atracón de Disney para conocer un poco lo que ven nuestros niños de hoy. Y me he dado cuenta de que la película Frozen, aun habiéndose estrenado en el año 2013, todavía ahora sigue teniendo un éxito arrollador, convirtiéndose en la película imprescindible de todas las niñas que conozco. Después de ver en carnavales a tres niñas de unos doce años disfrazadas de Elsa (las tres juntas y las tres con el mismo disfraz), decidí que sería una buena idea dedicarle una reseña bien completa. Por lo tanto, aviso que habrá muchos SPOILERS a partir de aquí.

Vamos allá.




Mis primeras referencias sobre Frozen empezaron cuando me di cuenta de que entre los utensilios escolares y juguetes de las niñas empezaban a proliferar las sonrientes caras de dos hermanas con evidentes rasgos nórdicos, rodeadas además por varios halos de color azul escarcha y blanco ventisca que me recordaron vivamente al cuento "La Reina de las Nieves", de Hans Christian Andersen. Sabía que Disney había estado planeando crear una película de animación basándose en el clásico danés, y yo me sentí muy ilusionada porque el cuento de "La Reina de las Nieves" siempre me ha parecido fascinante. La perspectiva de una reina con poderes sobre el hielo y la nieve, capaz de crear tormentas y avalanchas, hacer que los viajeros se perdieran por sus dominios nevados, e incluso imponer el invierno perpetuo sobre la tierra me parecía francamente increíble. Poco después supe que se trataba de una adaptación, en la que la historia estaría más enfocada al amor fraternal, pero eso no me importó demasiado porque la cosa prometía mucho. Sinceramente, tenía esperanzas. ¿Estábamos ante un nuevo clásico de Disney? ¿Iba esta película a convertirse en otra de mis favoritas, a la altura de La Bella y la Bestia, La Sirenita o El Rey León? Eso era lo que me imaginaba, a juzgar por el despliegue brutal de merchandising relacionado con la película y los entusiastas comentarios de niñas y madres que ponían esta película en lo alto del podio Disney.

Aunque la película se estrenó en 2013, confieso que no la he visto entera hasta hace un par de meses más o menos. No obstante, conocía de sobra las principales canciones de la serie y pude, además, ver algunos gráficos de la animación. Y me pareció una pasada, de verdad. Movimientos fluidos, detalles bastante cuidados, una animación brutal, un doblaje muy bueno, números musicales al estilo Broadway... Así que, una vez vistos los avances, me detuve un día a ver la película completa.

Y... ¿En serio? ¿Soy la única que ha visto en Frozen más lagunas que en Alemania?

Empecemos por el principio.

La película empieza bastante bien, mostrándonos a unos hombres picando hielo que luego transportan en un trineo. El ambiente y la canción correspondiente nos meten en el marco un tanto oscuro del reino de Arendelle, una oscuridad que no se volverá a repetir a lo largo de la película. Seguidamente nos presentan a las dos hermanitas, algo que no tiene que ver con el cuento original, pero eso no quita que sean adorables. Enseguida nos damos cuenta de que la pequeña, Anna, se dedica a incordiar a su hermana mayor, Elsa, para que la entretenga con sus poderes mágicos, que la niña tiene desde que nació. Si estáis esperando una explicación acerca del origen de sus poderes, me temo que os vais a quedar con las ganas porque en la película no se nos dice absolutamente nada. En cualquier caso, las hermanitas juegan con la nieve hasta que pasa lo que tenía que pasar: Elsa no es capaz de seguir el ritmo vertiginoso de Anna y le lanza un rayo de hielo a la cabeza que la deja inconsciente.

Justo en ese momento, los padres aparecen súperbien vestidos para rescatar a la pobrecita Anna del "maligno" poder de su hermana Elsa. Que digo yo... ¿Anna no podría haberse puesto encima un abrigo o algo para jugar con Elsa? Porque a Elsa no le afecta el frío, pero ella tendría que sentirlo a narices. Pero no, resulta que "está helada" por culpa del rayo de la muerte de Elsa, no por haber jugado en la nieve en mangas de camisa. Esta es sólo la primera de las muchas incoherencias que veremos en Frozen, así que preparaos para lo peor.



Jugando en mangas de camisa. ¡Para pescar una pulmonía!

Cuando los padres ven lo que Elsa le ha hecho a Anna, hacen lo que todo buen personaje Disney tiene que hacer en estos casos: Buscar la ayuda de la entidad mágica correspondiente. En este caso, se trata de un clan de trolls con forma de roca que realmente no tienen una finalidad definida en la historia. De hecho, sólo el chamán es el que controla un poco sobre magia y libera a Anna del hechizo de hielo, alterando de paso sus recuerdos para que la niña no sepa nunca que Elsa tenía poderes mágicos. Es curioso que el chamán les recomiende a los reyes de Arendelle quitarle a Anna todo lo que le recuerde que su hermana tenía poderes. ¿De verdad quiere hacernos creer que Elsa es el problema? Elsa es una pobre niña que ha nacido con unos poderes que puede controlar perfectamente si la chiflada de su hermana no le toca las narices. En todo caso, vería correcto que se llevara a Elsa para instruirla en el buen uso de sus poderes, ya que el chamán sabe de magia y hasta le dice cuál es la debilidad que la llevará a que su magia se desboque: El miedo. Si apartáramos a Elsa de todo lo que pudiera asustarla, al final tendríamos a una niña nerviosa y acostumbrada a vivir dentro de una burbuja, donde puede estar más o menos a salvo siempre que no suceda nada externo que pueda alterarla.

Así que los padres tienen que elegir: ¿Enseñamos a Elsa a controlar sus poderes o la mantenemos encerrada en su habitación como un animal y le damos de comer por debajo de la puerta? En fin... supongo que ya sabréis lo que eligieron los padres, ¿verdad?

Con el tiempo, Elsa va empeorando porque se pone cada vez más nerviosa y Anna se dedica a intentar suicidarse tirándose en bicicleta por las escaleras del palacio. Otra cosa que no entiendo... ¿Por qué Anna se queda encerrada también en el palacio? ¿Por qué no sale a jugar con otros niños, o por qué no le permiten tener contacto humano? Los padres han llegado a la conclusión de que es Elsa la que tiene que estar encerrada para no provocar una catástrofe de proporciones épicas pero... ¿y Anna? Anna no tiene poderes, así que no veo lógico que la mantengan apartada de la civilización.

Siguen pasando los años y los reyes de Arendelle mueren ahogados tras naufragar el barco en el que viajaban, y ni aun así las hermanas pueden mantener una relación normal. Anna no deja de intentar acercarse a Elsa, a la que apenas conoce, pero Elsa se mantiene en sus trece. Sabe que puede hacerle daño a su hermana si pierde el control de sus poderes y la quiere demasiado como para permitir que sus emociones se desboquen, y más por un acontecimiento tan demoledor como es la muerte de unos padres.

El caso es que, tres años después, llega el día de la coronación de Elsa como reina. Que digo yo... Si los padres sabían que Elsa iba a crecer como una auténtica autista y además tenía poderes que le serían muy difíciles de controlar en público... ¿cómo se les ocurre dejarla de heredera del reino de Arendelle? A ver, como reina tendrá que conceder audiencias, recibir a personas importantes, tener una corte... No puede permanecer más tiempo escondida, pero los padres la han educado precisamente para todo lo contrario, para que se mantenga apartada del resto del mundo. Os dije que había incoherencias para rato.

Tras la coronación, las dos hermanas charlan por primera vez en años y, a continuación, nos meten en el meollo de la cuestión cuando Anna conoce al príncipe Hans, de quien se enamora a los dos segundos de conocerle (no es coña). Por la canción del principio ya sabemos que lo único que Anna quiere en esta vida es echarse novio, y hasta ensaya varias formas de coqueteo. Por eso, al conocer a Hans pierde la capacidad de razonar, sigue comportándose como una chiflada y, acto seguido, se va a buscar a Elsa para pedirle que le permita casarse con Hans. Elsa actúa como cualquier persona juiciosa y se niega (aunque podría haberle permitido a Hans cortejar a su hermana para que pudieran conocerse un poco). Las hermanas tienen un encontronazo y al final Elsa acaba perdiendo los nervios y muestra sus poderes delante de todos los dignatarios que han ido a la coronación, entre los que hay rivales políticos. Yo no es por ser tirana ni eso, pero si yo acabara de desvelar que tengo poderes mágicos ante mis adversarios políticos, haría que firmaran conmigo varios pactos de no agresión para asegurarme de tenerlos bien controlados. Elsa opta por asustarse y salir corriendo. En fin...

El caso es que Anna decide ir en busca de Elsa, y deja al príncipe Hans como regente de Arendelle en su ausencia. Vamos a ver: ¿La reina ha huido y a ti se te ocurre dejarle el reino al primer repeinado que se cruza en tu camino y al que no conoces de nada? Esto me demuestra que Anna no tiene ni repajolera idea de las responsabilidades que debe tener una princesa. En ausencia de Elsa, Anna es su heredera y tendría que hacerse cargo de la regencia. Si quisiera, podría enviar a varios soldados a buscar a Elsa y quedarse ella en casa controlando la situación. Pero no, eso sería demasiado fácil. Si tenemos un hombre al lado, ¿para qué vamos las mujeres a reinar? (Un detalle bastante curioso es que la Disney presentaba esta película como feminista, por eso de que las mujeres no necesitaban a los hombres para salir airosas de la situación. Ya veo, ya).

Mientras tanto, alejada del mundo, vemos la que es sin duda la mejor escena de la película. Elsa canta la laureada Suéltalo, una canción muy bonita que revela a la perfección sus sentimientos. Además, es muy divertido verla jugando con sus poderes de hielo sin temor, demostrándonos una vez más que puede controlarlos perfectamente si está tranquila y en un entorno en el que se siente segura. Elsa decide que nunca más tendrá miedo y para eso se cambia el vestido por otro que enseña más pierna, se pintarrajea la cara como una ramera y se construye una fortaleza de la soledad, para estar bien lejos de la civilización que la asusta y la perturba. No es por nada, pero yo a ese plan le veo lagunas...



¡Por fin me he independizado!

Pero sigamos. Anna decide lanzarse a la aventura y va a buscar a su hermana... ataviada con un vestidito de fiesta, sin mangas, zapatos con un centímetro de suela y, como único abrigo, una capa irrisoria. ¿Por qué no se muere de una maldita hipotermia? ¡Está fuera del castillo un día y medio y todavía no se ha muerto! Madre mía... Bueno, seguimos. Anna llega a una cabaña donde compra el único atuendo de invierno que le queda al vendedor... y qué casualidad, es justo de su talla y las botas son de su número. ¡NO-ME-JODAS! En la cabaña también conoce a Kristoff, a quien hemos podido ver en la intro de la película de niño, picando hielo con el resto de hombres. Él y su reno Sven son persuadidos por Anna para que la ayuden a buscar a la reina desaparecida. Aquí tiene lugar una conversación muy divertida entre Anna y Kristoff. Anna le cuenta a Kristoff que Elsa se enfadó con ella cuando le comunicó que quería casarse con un hombre al que acababa de conocer ese mismo día, y Kristoff se queda realmente asombrado de la inconsciencia de Anna. Eso es Disney parodiándose a sí misma, lo cual está muy bien, pero ya lo había hecho anteriormente en una película titulada Encantada, que por cierto es bastante truño.

Anna, Kristoff y el reno Sven siguen su camino, y es entonces cuando aparece Asno... digooooo Olaf, un muñeco de nieve que Elsa ha creado y que está vivo. ¡Vivo! ¡Elsa puede crear vida! ¡Joder, los poderes de Elsa son la repanocha si puede crear materia viva de la nada! Como todo buen secundario, Olaf tiene que tener una canción, que resulta ser de lo más estúpida e innecesaria. No me voy a parar a comentar las mil y una tonterías que hace Olaf desde el primer momento que aparece en pantalla porque no me cae demasiado bien.

Después de mucho caminar, Anna y los demás llegan a las montañas del norte y entran en el palacio de Elsa. Allí, Anna trata de convencer a su hermana de que regrese con ella y levante la maldición del invierno que ha lanzado sobre Arendelle (y de la que no nos damos cuenta que haya ocurrido salvo por una mención muy cogida con pinzas). Y aquí volvemos a darnos cuenta de las incoherencias que hay en la película, sobre todo en lo referente al perfil de los personajes. Si por un momento habéis pensado que Elsa haría honor a su canción y se comportaría como una persona fuerte y segura de sí misma, lamento decepcionaros. En cuanto Anna hace ademán de acercarse a ella, Elsa sale corriendo y hace lo imposible por apartarla. Una vez más, vuelve a agobiarse y lanza sus hechizos de hielo, con tan mala suerte que esta vez le acierta a Anna en el corazón.

La hemos apañado. El chamán de los piedratrolls dejó muy claro a los reyes de Arendelle que la magia se podía eliminar del cuerpo con relativa facilidad, salvo si afectaba al corazón. ¿Y qué pasa si, por casualidades del destino, la magia ataca el corazón de una persona? ¿Cómo eliminamos un hechizo indeseado? Pues con el remedio que todo lo cura: Un acto de amor verdadero. ¿Y quién lo sabe todo sobre el amor verdadero? Kristoff tiene la respuesta a ese interrogante. Él conoce a unos seres que tienen todas las respuestas sobre el amor verdadero, así que allá van todos en comitiva a visitar... a los piedratrolls. Sí, esos pequeños seres de los que no se sabe si son machos o hembras ni pidiéndoles el carné de identidad son todos unos expertos en amor verdadero. Bueno, peores cosas se han visto...

Llegan al hogar de los piedratrolls y es entonces cuando se produce el momento más incómodo de toda la película. De todas las canciones de la película, esta es sin duda la más innecesaria. Los piedratrolls se sacan del forro toda una puesta en escena que tiene como objetivo mostrar a Kristoff ante Anna como un hombre apetecible. Y yo me pregunto: ¿Por qué estáis haciendo esto? A ver, se supone que Anna está enamorada del príncipe Hans y es correspondida, así que Kristoff no le hace falta para nada. O sea, se está creando un triángulo amoroso totalmente innecesario dadas las circunstancias.

La maldición avanza y Anna está cada vez más débil. En ese momento aparece el chamán y vuelve a repetir las mismas líneas que había dicho años atrás, cuando Anna fue lastimada por Elsa por primera vez. Y otra cosa que se me viene a la mente... ¿por qué no le cuenta lo que ocurrió hace años? ¿Y por qué Kristoff no cae en la cuenta de que Anna ya había sido dañada por los poderes de Elsa? Maldita sea, él lo vio todo siendo sólo un crío y, aunque no se quedara con las caras de las personas que pidieron ayuda a los trolls, sabía perfectamente que eran los reyes de Arendelle y sus hijas. ¡El chamán llama al rey "majestad", por el amor de Odín! ¿¿Cuántas personas en Arendelle reciben el tratamiento de "majestad"?? Bah, da igual, a estas alturas ya me lo espero todo... El chamán examina a Anna y le dice que no tiene la capacidad de curarla con sus poderes. Al ser tocada por la magia en el corazón, sólo podrá salvarse si se lleva a cabo un acto de amor verdadero.



¡Hola, somos los primos hippies de los Pitufos!

Mientras tanto, Elsa es descubierta por unos guardias de Arendelle que tratan de capturarla. Aunque intenta escapar, pierde el control de sus actos y sus poderes se desbocan. No obstante, consiguen atraparla y custodiarla en una mazmorra. Cabe destacar aquí la participación de Hans, quien se muestra cortés y educado con Elsa, e incluso la conmina a que se tranquilice y no se convierta en el monstruo que todos creen que es. Qué majo, ¿no?

Y esto me lleva otra vez a Anna. Al necesitar un acto de amor verdadero para salvarse, entiende que sólo un beso con el príncipe Hans podrá liberarla de la maldición del hielo. Pero ¡jaja! Disney se saca un as de la manga y resulta que Hans no sólo no va a ser el amor verdadero de Anna, sino que se revela como ese villano en la sombra que durante toda la película ha estado conspirando en secreto para acabar con las dos hermanas y conseguir de un plumazo el dominio sobre todo Arendelle. Esta es, en mi opinión, la mayor cagada de toda la película. Cuando ya se habían hecho tres cuartas partes de la película, los guionistas se dieron cuenta de que se les había olvidado meter a un malo con empaque y decidieron en el último momento convertir a Hans en el malo malísimo. ¿Pero de qué vais, tíos? ¡Que no me lo creo! Hans se ha comportado a lo largo de toda la película como un perfecto caballero. Ha sido amable y cariñoso con Anna, respetuoso con las decisiones de Elsa respecto a su matrimonio con la princesa, ha asumido la regencia de una manera impecable, ha ayudado a todos los habitantes de Arendelle repartiendo mantas, ha defendido a las protagonistas a capa y espada, ha suplicado a Elsa que no se transformara en un monstruo, demostrando que confiaba en ella por lo que le había dicho Anna al principio. ¿Y ahora resulta que todo era mentira? ¿Era un puto camelo? ¡Venga ya, eso no hay quien se lo trague! Le han convertido en el malo sólo para decirnos que Hans no iba a ser el amor verdadero de Anna. Pero, ¿para eso había que hacer un OOC impresionante y cargarse a todo un secundario de lujo?

Además, justo en ese momento, Kristoff se está alejando de Arendelle y de Anna, el amor de su vida. Un momento. ¿He dicho el amor de su vida? Pues sí, porque es lo que se deduce al verle actuar como un patético adolescente con el corazón partío porque la chica de sus sueños va a morrearse con otro que es más rico y va mejor vestido que él. Lo más curioso es que Kristoff criticó a Anna por haberse prometido con Hans el mismo día que le conoció. Kristoff, cariño, has estado dos días escasos con Anna y te has enamorado hasta las trancas. ¿En qué lugar te deja eso?

Bueno, el caso es que a Hans parece salirle todo a las mil maravillas. Tiene a la legítima reina encerrada y a la princesa a punto de morir; como es el regente, todos están encantados de cederle el trono de Arendelle. Pero primero tiene que matar a Elsa para acabar con la maldición del invierno y convertirse en el amo absoluto del cotarro. Justo en ese momento, Kristoff se da cuenta de que Anna es el amor de su vida y corre raudo a buscarla para darle un beso de amor y salvarla de la maldición. Llegamos a los momentos finales y vemos cómo Anna renuncia a recibir el beso de Kristoff para ponerse entre Elsa y Hans, que en ese momento alza su espada (que segundos antes no llevaba, ejem) para matar a Elsa. La maldición se completa y Anna acaba convertida en una estatua de hielo. Es entonces cuando Elsa abraza la estatua, llora un poco y Anna, milagrosamente, se cura y vuelve a su estado normal. ¿La explicación? "El amor descongelará". ¡Pues claro que sí, amigos!

Vamos a ver, creo que ha habido bastante lío con el acto de amor verdadero. Al principio, creemos que Anna se salvará cuando sea besada por Hans. Pero todo se trastoca cuando descubrimos que Hans es más malo que mandar a la abuela a por droga, así que entonces pensamos que Kristoff será el que lleve a cabo el acto de amor verdadero besando a Anna. ¡Pero eso tampoco vale, porque hay que meter a piñón el rollo ese del amor fraternal y que una mujer no necesita a un hombre! Anna protege a Elsa, se convierte en estatua de hielo y a los diez segundos vuelve a ser la que era después de que Elsa llore un poco. ¿¿Por qué?? ¡Si el acto de amor verdadero lo ha llevado a cabo Anna al proteger a su hermana! Elsa ahora mismo no siente amor, sino impotencia, tristeza, culpabilidad y desdicha. Si se trata de un acto de amor verdadero, entonces todos los años durante los cuales se apartó de su hermana para no lastimarla serían dicho acto de amor verdadero. Bueno, también podría ser que tuviera que ser Anna la que llevase a cabo el acto de amor verdadero. ¡Pues tampoco, porque volvemos a tener incoherencias! Si Anna pudiese salvarse a sí misma, lo habría hecho al intentar besar a Hans, porque para ella sí que era un acto de amor verdadero. Pero entonces, ¿por qué se han inventado el puto triángulo amoroso con Hans y Kristoff?

En cualquier caso, todo se soluciona. Elsa se tranquiliza por fin y es capaz de deshacer la maldición del invierno. Los tíos que antes querían poner a Hans en el trono ahora vuelven a quererla de gobernante. Y todo el mundo en Arendelle acepta y abraza a la reina Elsa, maravillados por sus increíbles poderes. O sea, que todos esos años en los que permaneció encerrada por el miedo cerval de sus padres a que todos descubrieran su magia y trataran de quemarla en la hoguera por bruja... han sido innecesarios. ¡De puta madre!



"El amor descongelará". No tiene puto sentido pero... ¡claro que sí!

¿Sabéis qué es lo que más me jode? Que nos han vendido una idea que no llega a desarrollarse en la película. Veréis, una de las cosas que más gancho ha tenido de Frozen es que, al principio, se vendía como la renovación de Disney en cuanto a la actuación de sus princesas. En lugar de poner a dos niñitas débiles que sólo buscaban ser salvadas por un hombre, pondrían a princesas modernas, llenas de energía, perfectamente capaces de librarse solas de los problemas. Pero eso no es nuevo, porque ya lo habían hecho antes con tres mujeres: Esmeralda, Mulán y Tiana. Las tres son chicas activas y decididas que con frecuencia tienen que rescatar a sus compañeros varones del peligro. Es curioso que, quitando Mulán (a la que se suele representar lo más femenina posible, apartándola de su imagen de soldado imperial), las películas en las que pudimos ver a estas fuertes mujeres fueran sonoros fracasos en taquilla.

Pero esto no es lo que se ve en Frozen. Elsa no me parece un buen ejemplo a seguir por nadie. Es, de hecho, la reina más floja, incompetente y debilucha de toda la factoría Disney. Que se ponga un vestido escotado y se pinte la raya del ojo no la convierte en una mujer madura. Se pasa toda la película dudando de sí misma y de su capacidad para controlar sus poderes. Su forma de resolver los problemas es huir de ellos y es incapaz de calmarse para arreglar las cosas. Eso por no mencionar que se deja engañar fácilmente por Hans, de quien se fía después de hablar con él un par de segundos. ¿Y este es el ejemplo que tenemos que seguir? ¿Sólo porque ella no acaba casándose con un hombre ya estamos ante el modelo feminista del siglo? ¡Que no, que no me lo creo! 

Frozen es una película que se ha creado en torno a la canción Suéltalo, que a los guionistas les pareció tal maravilla que modificaron la idea original de la historia (en la que Elsa iba a ser una villana impresionante). En otras palabras, que os han vendido la papeleta. Frozen es una película simplona que se ha convertido en un éxito de masas por la apoteósica publicidad que se le ha hecho, pero de ninguna manera se trata de un clásico. Entiendo que pueda gustar a las niñas y que quieran ser como Elsa. Son niñas pequeñas y es normal que todo ese despliegue vistoso e impresionante las llene de emoción y ganas de imitar a la reina de Arendelle. Pero una persona más mayor debería ser consciente del pestiño que tiene ante sus narices. Le puede gustar más o menos, pero tiene que entender que podría haberse hecho mil veces mejor.

Y esta es mi opinión sobre la película Frozen. Como veis, no he dejado títere con cabeza y me he despachado a gusto. Si a alguno de vosotros le ha gustado o le gusta la película, lamento si le ha molestado mi opinión; si pensáis como yo, me gustaría mucho leer vuestros comentarios y saber qué pensáis al respecto.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Princesas de Cristal


"Yo soy una princesa. Lo son todas las mujeres. Aunque vivan en viejos y sucios desvanes, aunque se vistan con harapos, aunque no sean hermosas, listas o jóvenes. ¡Todas somos princesas! ¡Todas!"


Dice la creencia popular que todas las niñas quieren ser princesas cuando sean mayores. Cuando pensamos en una princesa, la primera imagen que se nos suele venir a la mente es la de una princesa de la factoría Disney: Blancanieves, Cenicienta, Bella o Yasmín suelen ser los modelos que gustan a las niñas. Más recientemente, y tal vez para apartarnos de la concepción más clásica de las princesas de antaño, hay niñas que escogen a princesas más atrevidas, valientes o simpáticas como sus modelos a seguir. Se trata de una fase por la que pasamos todas las mujeres en algún momento de nuestras vidas (aunque hay chicas que no quieren ser princesas, y no pasa nada por eso), porque uno de los grandes deseos de las niñas es poder llegar a ser las protagonistas de un cuento de hadas.

La imagen que todos tenemos de una princesa es la de una doncella de apariencia tierna y delicada, con los cabellos dorados, los ojos claros como dos manantiales, la piel de alabastro y una voz tan dulce que hasta los pájaros se callan para oírla cantar. En definitiva, que nos imaginamos a la princesa ideal como un ángel de bondad o una doncella tan pura que parece emanar luz propia. 

En la Edad Media, esta mujer tenía un nombre. Se la conocía como Donna Angelicatta, y para el trovador era la perfección personificada. Era una mujer, normalmente casada, que representaba como ninguna otra la dulzura, la elegancia y la pureza que debía tener la fémina ideal. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de una mujer idealizada, casi un ángel celestial, que estaba tan por encima de la corrupción terrenal que no parecía una mujer de este mundo. La descripción de esta madona es muy parecida a la que tenemos hoy en día de una princesa de cuento: Cabellos de oro, voz clara y dulce, piel blanca, delicadeza extrema.

El deseo de ser una princesa suele dar con especial fuerza en la infancia. Las niñas son, sin lugar a dudas, las princesitas de la casa, las protagonistas de un hermoso cuento de hadas. Al crecer, algunas chicas dejan de querer ser princesas porque les parece una cursilada (eso hasta que aparece el chico de sus sueños y quieren convertirse a toda costa en "su" princesa). Sin embargo, hay muchachas muy jóvenes que quieren convertirse en un cierto tipo de princesa... sin darse cuenta de que hacerlo pone en peligro no sólo su salud, sino también su propia vida. Estoy hablando de Ana y Mia, las Princesas de Cristal.




Hace un tiempo tuve que documentarme para escribir una novela que trataría sobre la vida de un grupo de adolescentes. Uno de mis personajes, una chica llamada Natalia, tenía problemas de sobrepeso y se sentía profundamente menospreciada por su familia. Su única manera de aplacar la ansiedad que sentía era darse atracones, tras los cuales solía provocarse el vómito para no engordar más. Natalia había decidido convertirse en una princesa Mia.

Seguro que muchos ya lo sabéis, pero lo explicaré igualmente. Ana y Mia son los nombres que se le dan a dos trastornos de la alimentación que sufren muchos adolescentes (la mayoría son chicas, aunque hay chicos que también padecen dichos trastornos). Ana se refiere a la anorexia, mientras que Mia es la bulimia. Las aquejadas de este terrible trastorno se llaman a sí mismas Princesas de Cristal porque su máximo deseo es ser tan delgadas y frágiles que hasta la más suave brisa pueda romperlas.

La anorexia y la bulimia son dos enfermedades de la mente que son muy graves. Los aquejados de estas enfermedades tienen una visión distorsionada de su aspecto físico y de su peso, y para curarse es necesario que reciban atención psicológica intensiva. Tanto si se es anoréxica como bulímica, el objetivo final es perder tanto peso como sea posible hasta verse delgada. Pero la delgadez de estas chicas es extrema, llegando al punto de quedarse en los huesos, sufrir dolor en las articulaciones, estar muy débiles y, en el peor de los casos, llegar a morir por no comer.

Esto ya de por sí es preocupante. Es horrible estar hablando con una chica muy joven cuyo único deseo es ser delgada y no se da cuenta de que ha caído víctima de su propia trampa. Se le achaca la culpa de este trastorno a la imagen que se tiene hoy en día de la mujer perfecta, que suele estar representada por modelos o actrices cuyo común denominador es que son tan delgadas que parece un milagro que puedan tenerse en pie. Estoy de acuerdo en que las modelos no representan el físico común de la mayoría de las mujeres de este mundo, pero a mí no es algo que me preocupe especialmente. Quizá eso se deba a que siempre he sido una persona a la que nunca le ha importado demasiado el físico, ni el mío ni el de mis allegados. Se me enseñó desde muy pequeña que el aspecto físico no es importante, porque la verdadera belleza está en el interior de cada uno de nosotros (gracias, "La Bella y la Bestia"). Además, a su manera, todos los cuerpos son igual de bonitos; lo que pasa es que hay que saber sacarles partido y potenciarlos con la debida ropa y complementos.

Pero las Princesas de Cristal no lo ven de la misma manera. Estas chicas (como la mayoría de las que padecen este trastorno son chicas, utilizaré el género femenino) viven sometidas a la tiranía de Ana y Mia, quienes las consideran poco más que unas cerdas a las que les cuelgan las lorzas por todo el cuerpo. Son chicas que prefieren morir de inanición antes que probar un pedazo de comida que pueda hacerlas engordar. Argumentan que no hay nada más hermoso que luchar por alcanzar tu sueño de ser delgada, aunque esa lucha acabe en muerte. Pues, ¿qué puede ser mejor que morir dejando un bello y delgado cadáver?




Cuando me documenté para escribir un perfil de mi personaje, me quedé francamente horrorizada por el desarrollo de este trastorno alimentario. Pero lo que terminó de rematarme fue la ingente cantidad de páginas web y blogs sobre este tema que hay por Internet. Webs creadas por y para Princesas de Cristal, que ofrecen su particular visión de sí mismas y, lo que es peor, animan a otras chicas a imitarlas para que sean tan bellas, delgadas y felices como ellas.

Y, no obstante, el contenido de estas páginas es aterrador. Echad un vistazo a los ejemplos que os pongo a continuación, sacados de varias de estas páginas*:

"Todo lo que te alimenta, te destruye"

"Si no eres delgada, nunca serás bonita"

"En este mundo para todo hay solución... Dicen que lo único que no tiene solución es la muerte, pero a veces la propia muerte es la misma solución"

"En boca cerrada no entran kilos"

"Sólo una verdadera princesa sabe realmente el precio que tiene que pagar para ser hermosa"

Todo esto está escrito en blogs PÚBLICOS, que no son retirados de la red porque no se considera que su contenido sea ilegal o poco apropiado. ¿Libertad de expresión? Los administradores de Blogger me avisaron de que podían hacer que mi blog fuese privado si mostraba una sola imagen que pudiera interpretarse como pornográfica. O sea, que se me podría censurar por mostrar tetas y pollas, pero no por animar a las adolescentes a provocarse el vómito o a engullir aspirinas a lo loco durante la menstruación para perder más sangre y, por ende, más peso. Lamento tener que repetirme, pero es verdaderamente terrible leer los consejos y mandamientos que las Ana y Mia están obligadas a seguir si quieren lograr su sueño de ser delgadas.

Motivos por los cuales no comer:

1. Quieres ser perfecta.
2. No quieres ser GORDA.
3. Si eres delgada, serás deseada por todos.
4. Ser GORDA es malo, te ves fea.
5. Las GORDAS son una basura y tú no quieres ser eso.
6. Por tu novio!!
7. Quieres ser feliz.
8. Porque no quieres.
9. Porque no debes.
10. Porque si comes te pondrás fea.
11. Porque es tu objetivo.
12. Porque si logras esto vencerás cualquier cosa.
13. Porque eres ANA.


Tips para no comer:

-Fúmate un cigarro. Aparte de que te quita el hambre, fumar adelgaza.

-Recuerda que el hambre es algo mental. Si no piensas en comida, no te da hambre.

-Mantente alejado de ver y oler comida.

-Haz mucho ejercicio, corre, brinca, limpia la casa, saca al perro, gasta todas esas calorías que tienes adentro de tu puerco... digo cuerpo.

-Échale algo a tu comida, algo que no te guste, como jabón. Así, aunque te mueras de ganas por comerte ese delicioso filete lleno de grasa no podrás hacerlo.

-Si no quieres que te pillen, haz como que comes pero tíralo a la servilleta. Si ven que se dan cuenta de lo que estás haciendo, come pero más lento, y entre bocado y bocado bebe más agua para sentirte llena.

-Come desnuda frente a un espejo.

-Usa ropa apretada cuando estés en casa para que veas por qué haces esto. Pero si sales de casa, ponte ropa amplia para que no vean que estás adelgazando.

-Vomitar es la forma más divertida de verse bien, porque puedes comer todo lo que otras que están a dieta no pueden.

-Cuando estés contenta con tu peso... ¡PARA! Queremos ser bellas, no muertas ¿verdad?


Estos son sólo unos ejemplos de lo que se puede encontrar por los blogs de cualquier Ana o Mia. Aparte de los consejos referentes a la comida, se encuentran también otro tipo de consejos, como ingerir laxantes o provocarse el vómito en caso de que no quede más remedio que sacarse toda la comida del cuerpo. También ofrecen indicaciones sobre la dieta a seguir, que sería insuficiente hasta para alimentar a un gato. Entre los alimentos que más se comen encontramos lechuga en abundancia, tomate y pepino. Pueden comer sopa, pero tiene que estar muy colada. La única bebida que se les permite tomar es agua, entre 3 y 5 litros por día. Por supuesto, es obligatorio hacer ejercicio intensivo o, por lo menos, no parar de moverse en todo el día, pues cualquier movimiento quema calorías. Y, sobre todo, pesarse continuamente. Vivir como esclavas de la báscula: esa es su meta.





Lo que me parece todavía peor es ver los comentarios que se dejan en esos blogs, en los que estas chicas cargan no sólo contra aquellos que las critican, sino también contra sí mismas. En uno de estos comentarios, una chica con sobrepeso dice ser muy feliz junto a su chico, un chaval al que describe como guapo y atlético. ¿Queréis saber cuáles fueron las primeras respuestas?

-Dices que tu novio es atlético. Se aburrirá de ti cuando vea nenas más lindas, piensa un poco lo que dices.

-Apoyo lo de arriba. No te va a querer porque estás gorda, das asco y lo que dices es mentira porque tú misma te has engañado. Vives en un mundo de mentiras, gorda asquerosa, y tu novio no se merece a una ballena como tú.

Cuando una persona hace de una enfermedad su estilo de vida, creo que de verdad hay que empezar a preocuparse. No soy psicóloga, pero no me hace falta serlo para darme cuenta de que estas chicas tienen un grave problema que les lleva a distorsionar la realidad y tener una imagen de la realidad que ellas mismas se han inventado. En muchas ocasiones se trata de chicas muy jóvenes e inmaduras que están siendo aconsejadas por gente perversa y malintencionada que no las aprecian de verdad y las conminan a que se odien a sí mismas. Creen que la delgadez les abrirá todas las puertas del éxito, del estrellato, que las conducirá a los brazos de su amor verdadero. No son capaces de ver que se han montado una película cuyo final acabará con su muerte como sigan así.

He leído muchos comentarios en sus blogs, no siempre ensalzándolas ni aplaudiendo lo que hacen. Muchos de estos comentarios se dedican a insultarlas y a llamarlas retrasadas mentales, pero creo que decirles eso es contraproducente. Además, nadie tiene derecho a insultar a nadie. Nadie la emprendería a insultos contra un enfermo de cáncer. ¿Por qué insultar entonces a las anoréxicas y a las bulímicas? Están enfermas, y lo peor de todo es que no se dan cuenta. Sinceramente, a mí me inspiran mucha lástima. Por desgracia, sus "hermosas" diosas de cristal no son ni serán nunca tan compasivas como yo.

"Muy pronto te estaré diciendo no sólo qué hacer con la comida, sino qué hacer todo el tiempo. Sonríe. Preséntate bien. ¡Mete la barriga! Puedo hacer que un plato de lechuga se vea como un festín digno de un rey. Ningún pedazo de nada. Si comes, todo el control se romperá. ¿Quieres eso? ¿Volver a ser la horrible vaca que eras? Te obligo a mirar a las modelos de las revistas, tan hermosas, tan perfectas, y te hago comprender que nunca podrás ser una de ellas. Siempre serás gorda. Cuando te mires al espejo, distorsionaré la imagen. Te mostraré un luchador de sumo cuando en realidad hay una niña hambrienta. Pero tú no debes enterarte, porque si sabes la verdad comenzarás a comer otra vez y nuestra relación se caerá.

(...)

Tengo un punto débil, pero no debemos decírselo a nadie. Si tú decides luchar, contarle a alguien cómo te hago vivir, el Infierno se liberará. Nadie debe enterarse, nadie debe romper esa máscara tras la cual te he escondido. Yo te he creado. A esta niña perfecta, delgada, cumplidora. Tú eres mía y sólo mía. Sin mí, no eres nada. Así que no luches. Cuando otros hagan comentarios, ignóralos. Olvídate de ellos, olvídate de cualquiera que trate de llevarme. Yo soy tu más grande logro, y pretendo dejarlo así.

Sinceramente,

Ana y Mia"






*Todas las frases, consejos y comentarios han sido extraídos de webs reales de Ana y Mia. Lo único que he hecho ha sido modificar la ortografía.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El Jardín de las Delicias


Hoy toca volver a escribir sobre arte, y la obra que he elegido para analizar con vosotros es una de mis pinturas favoritas de todos los tiempos, no tanto por su belleza sino por la profusa y complicada simbología que se oculta en cada una de las tablas de que está compuesta.

El Jardín de las Delicias es el título que se le ha dado a un famoso tríptico pintado por Hieronymus Van Aken, más conocido en el arte como El Bosco, uno de los pintores más fascinantes por su imaginación, sus temas enigmáticos, sus escenas cautivadoras, sus colores y espacios, y por lo sugerente de sus temas. El Bosco pintó este tríptico a principios del siglo XVI, pero no se tuvo noticia de su existencia hasta el año 1517, un año después de la muerte del artista.

El tríptico del Jardín de las Delicias está pintado al óleo y pertenece al período gótico del arte. Está compuesto por una tabla central y dos tablas laterales (pintadas por ambos lados) que se pueden cerrar. El tríptico desarrolla la historia del mundo y la progresión hacia el pecado. Empieza con la Creación del Mundo y la aparición del pecado original; en la tabla central aparece el mundo dominado por los placeres terrenales; y termina con los tormentos del Infierno. Aunque la estructura del tríptico se parece mucho a las que se podían encontrar antiguamente en los altares de las iglesias, nos damos cuenta en seguida de que el tema al que se le da primacía es el menos adecuado para lucir en un altar. Por eso se deduce que pertenecería a una colección ajena a la esfera religiosa.

El Jardín de las Delicias es una obra de una rica simbología que todavía no ha sido completamente descifrada. Sin embargo, es muy posible que en la época en que fue pintado sí se comprendieran los múltiples símbolos y alegorías que aparecen en cada una de las tablas. No hay que olvidar que antiguamente la pintura, y sobre todo la pintura de temática religiosa, tenía una finalidad didáctica. Era la Biblia del pueblo, cuya mayoría no sabía leer, por lo que la carga simbólica y moral de la pintura es muy alta.




Cuando el tríptico permanece cerrado, la imagen que se nos muestra es la de la creación del mundo. Se representa un globo terráqueo, con la Tierra dentro de una esfera transparente, como símbolo de la fragilidad del universo. La tierra es plana, con agua alrededor y una abundante vegetación, rodeada por una esfera cristalina y traslúcida. Como se trata del tercer día de la Creación, no hay animales ni personas, sino formas vegetales y minerales. Está pintado en tonos grises, en blanco y en negro, lo que se corresponde al mundo sin el Sol ni la Luna. Este hecho causará un gran contraste con el colorido vibrante de las tablas interiores.

En la esquina superior izquierda aparece una pequeña imagen de Dios Padre, que surge en el interior de un círculo de luz, con una tiara y la Biblia sobre sus rodillas. En la parte superior puede leerse la frase de los Salmos IPSE DIXIT ET FACTA S(U)NT / IPSE MA(N)DAVIT ET CREATA S(U)NT, que significa “Así habló y fue hecho. Así lo ordenó y fue creado”.

Otra interpretación sugiere que esta primera imagen no sería la Creación, sino el estado de la tierra tras el Diluvio Universal. Uno de los elementos que sostienen esta hipótesis es la presencia de haces de luz en la parte izquierda de la esfera, que podrían ser el arco iris, señal de la alianza que Dios hizo con Noé después del Diluvio. Sin embargo, esto parece más improbable si tenemos en cuenta la temática que se desarrolla en el interior del tríptico, puesto que no guarda relación alguna con el Diluvio Universal.

Al abrir el tríptico, lo primero que llama nuestra atención es la explosión de color que se abre ante nosotros. El Jardín de las Delicias es una obra excepcional, dotada de una gran imaginación y simbolismo. Es una pintura que se puede leer e interpretar tanto en su conjunto como en los pequeños detalles que salpican todos y cada uno de sus rincones. No hay espacio sin pintar y en ocasiones puede dar la impresión de estar demasiado abarrotado. Pero resulta muy interesante detenerse en cada una de esas pequeñas imágenes para analizarlas y tratar de averiguar qué significado se esconde tras ellas.




El ala izquierda del tríptico representa la consumación de la Creación en la forma del Jardín del Edén, que ya está poblado por distintas especies vegetales y animales. Algunos de estos animales son comunes, como la jirafa, el elefante o los patos que nadan en el estanque, pero otros son fabulosos como el unicornio, e incluso monstruosos como ese extraño pájaro tricéfalo que está al borde del estanque en un primer plano. En la parte superior izquierda, una multitud de aves levantan el vuelo adoptando una curiosa formación, mientras que otras se encuentran picoteando para cumplir con el mandato divino de “Creced y multiplicaos”.

La fuente situada en el centro del panel y esa enigmática estructura rosada que se levanta sobre un soporte de piedras preciosas ha sido vista como la Fuente de la Vida, y probablemente hayan servido de inspiración las innumerables descripciones medievales de la India, donde la creencia popular situaba el paraíso del Edén.

En primer plano se da una escena atípica, ya que no representa ni la creación de Eva a partir de la costilla de Adán, ni el modo de comportarse en el Jardín del Edén, ni la expulsión del Paraíso. En esta escena aparecen Adán y Eva desnudos ante Dios, porque todavía no han pecado. Adán está despierto, y Dios toma de la mano a Eva para presentársela como esposa y compañera. El carácter sacro de este primer matrimonio viene, no obstante, marcado por la insinuación en la mirada de Eva a Adán. Eva es la primera tentadora, tocada desde su nacimiento por el pecado de la lujuria. Además, el artista remarca el carácter lujurioso de Eva pintando junto a ella un conejo.

Si observamos bien esta primera tabla, podemos intuir que la imagen del Paraíso que ha pintado El Bosco no tiene mucho que ver con la que aparecía en el Génesis. De hecho, hay escenas que llaman la atención y que no se corresponden con la bondad y placidez del Jardín del Edén. Encima de la roca, a la derecha, el Árbol del Bien y del Mal está representado con la forma de una palmera, y enrollándose a su tronco se distingue la serpiente tentadora. El árbol que está detrás de Adán tiene un aspecto extraño y difícil de identificar, aunque algunos han creído ver un cactus o una especie de drago. Cerca de la serpiente se puede ver un extraño animal con caparazón blanco del que salen dos antenas, lo que sugiere la forma de un ojo. Bajo la falsa nariz se ha colocado otro animal que se ha convertido en la boca de esa roca antropomórfica. Esto sugiere que el Demonio está escondido también en el Jardín del Edén. La lechuza que vemos en el agujero de la fuente es un símbolo explícito de la malicia.

En la parte inferior de la tabla hay un estanque oscuro con animales que se enfrentan unos a otros. Un león derriba a un ciervo y se dispone a devorarlo, un extraño bípedo es perseguido por un jabalí. Junto al estanque, un felino lleva en la boca un enorme ratón, un ave devora una rana, etc. Otros animales también dan idea del pecado de la lujuria, como el mono (símbolo de la sexualidad) que está montado sobre el elefante blanco (símbolo de la inocencia). Son señales ajenas a la paz paradisíaca que suelen interpretarse como aviso de pecado.




El jardín que aparece en el panel central ya no es el Jardín del Edén, aunque en cierto sentido se le parece. La pieza central del tríptico representa el Jardín de las Delicias, un engañoso vergel de falsos placeres terrenales. Cada detalle de este mundo nos advierte que se trata de un paradisíaco ensueño, el reino de lo que no perdura. Que se trata de la lujuria y no de otro pecado, es algo que se percibe en casi todas las imágenes del panel central.

En el paisaje podemos encontrar animales y frutos de tamaño desmesurado, y hombres y mujeres, todos desnudos, que se entregan febrilmente a todo tipo de placeres carnales. La lujuria lo invade todo en este jardín en el que no se ven niños, sino adultos muy pálidos que contrastan con algunos personajes de raza negra. Cabe destacar que en la época se creía que las mujeres de raza negra eran de naturaleza lasciva y perversa. Esto se puede ver en los animales que acompañan a las mujeres. Mientras las blancas juegan con cisnes y cuervos, la mujer negra del estanque lleva un pavo real, símbolo de la soberbia y la lujuria.

En la parte superior del panel, llama la atención el vuelo de un hombre sobre un grifo que lleva en sus garras una especie de sapo gigante. Una sirena extraña cabalga un pez con alas y sostiene en las manos una caña de pescar de la que cuelga una cereza. Este mismo fruto se observa en otro personaje volador, a la derecha de la tabla.

En esas extrañas torres-colinas del fondo se pueden ver multitud de amantes entregados a los juegos sexuales. Entre las cuatro torres destaca el inmenso globo azulado de la parte central: la Fuente de los Cuatro Ríos, falsa fuente del paraíso, inestable, amenazando su ruina con sus paredes agrietadas. Algunas estructuras están formadas por una conjunción de tubos, cuernos, medias lunas y hojas de palma, todo ello relacionado con los atributos sexuales. El globo central es utilizado para realizar acrobacias lascivas por parte de algunos personajes.

En el centro de la tabla aparece la cabalgata del deseo, donde los jinetes desnudos van sobre cabalgaduras reales y fantásticas muy simbólicas: osos, asnos, caballos, bueyes, cabras, hienas, unicornios, ciervos, leones, leopardos, grifos…, todos ellos con marcado significado lujurioso. Gira la cabalgata en círculos alrededor de un estanque donde se bañan varios grupos de mujeres desnudas que les miran con atención y curiosidad. La escena es explícitamente sexual (“montar un caballo” es un símil de realizar el acto sexual) y los caballeros pretenden mantener una relación carnal con las damas (una de ellas ya está saliendo del estanque para ir a su encuentro).

En el plano inferior de la tabla se puede ver el desenfreno sexual manifestado de mil maneras. En muchos casos, los personajes están comiendo de frutos enormes o copulando bajo cáscaras de fruta o conchas de mejillón, cuya connotación sexual está puesta fuera de toda duda. Esta parte está dominada por multitud de desnudos y poses extrañas pero marcadamente sexuales. Varias personas juegan bajo una campana de cristal, símbolo de la felicidad que no perdura. Una pareja disfruta de un momento de intimidad dentro de un globo de cristal que pende sobre el lago; dicho globo se está agrietando, símbolo de la fragilidad del goce. En este mismo estanque, un hombre en posición invertida tiene la cabeza hundida en el agua, con una fruta gigante entre sus piernas abiertas, mientras se tapa el sexo con las manos. Otros amantes juegan con fresas y cerezas, que son una clara alusión a los placeres sexuales (en la Edad Media, la expresión “coger fruta” equivalía a tener una relación carnal) y a su fugacidad. Los pájaros y otros animales de gran tamaño que reposan junto al estanque son también símbolos de pecado y delirio sexual: el petirrojo (lascivia), las mariposas (inconstancia), la lechuza (herejía), el cuervo (incredulidad), el martín pescador (hipocresía).

Las estructuras que aprisionan a los personajes, ya sea en forma de pompa o de conchas, dan a conocer indirectamente que el pecado se apodera del ser humano, lo corrompe y lo atrapa para siempre. Los estanques están sucios, porque son el origen de todos los males. La sexualidad se representa de muchas maneras, y la presencia de la homosexualidad queda también patente en la figura de ese hombre que se agacha y eleva el trasero, satisfecho de que otro le coloque flores en el ano. También se puede intuir en los jovencitos que retozan dentro de la torre de coral o en el pez gigante que lleva uno de los hombres. También en la bola azulada que está en el lago superior; en la parte inferior del globo, un hombre masturba a otro y éste, a su vez, va a introducir su dedo en el ano de un hombre, de espaldas y agachado, con las nalgas levantadas para facilitar la relación.

En las esquinas inferiores de este panel aparecen dos focos de atención muy peculiares. En la parte inferior derecha se pueden apreciar varios personajes ocultos. Uno de ellos es el único personaje que aparece vestido en toda la tabla central. Se cree que este hombre podría ser Adán señalando a una mujer, su esposa Eva. En la parte inferior izquierda hay un grupo de hombres y mujeres que están mirando a la Eva de la tabla anterior, en clara alusión a su papel responsable por haber sucumbido a la tentación de la serpiente, cometiendo el pecado por el que pagará toda la humanidad.




Por último, tenemos la tabla de la derecha, donde se representa la condena en el Infierno. Con el Infierno, el ciclo se completa y en él se castiga a aquellos que se dejaron seducir por los goces mundanos que les ofrecía el Jardín de las Delicias. En este panel, el pintor nos presenta un paisaje apoteósico y cruel en el que el ser humano recibe castigo y tormento por sus pecados. Este infierno es el resultado de una vida de inmoralidad, donde cada pecador obtiene su castigo. Todo este universo es una pesadilla donde ocurren las cosas más inverosímiles.

En el nivel superior se ve una típica imagen del Infierno, con fuego, tinieblas y diversas escenas de batalla y tortura. Aunque se trata de una ilustración típica del ideario colectivo sobre el Infierno, algunos expertos han creído ver en estos incendios un reflejo de un trauma del pintor, que vio cómo su localidad natal era pasto del fuego.

En la parte central, dos grandes orejas atravesadas por una flecha enorme y con un cuchillo en el centro, cargan sin compasión contra un grupo de condenados que se rinden ante su paso. Representa el castigo que les espera a aquellos que se niegan a escuchar la palabra de Dios. Los críticos parecen coincidir en que el cuchillo unido a las dos orejas es un genital masculino, mientras que la gaita sobre la cabeza del hombre-árbol podría ser un elemento homosexual o, tal vez, femenino.

Estamos ante un mundo onírico poblado de criaturas fantásticas e irreales, como ese hombre-árbol que ocupa el centro de la escena. Esta figura con forma de huevo roto, con sus brazos similares a troncos secos y sus manos como barcas flotantes, contempla lo que sucede en sus entrañas, en donde se representa una escena de taberna. Los parroquianos se sientan sobre sapos gigantes mientras son servidos por una vieja que saca vino de un barril. La figura del hombre-árbol, que ha sido asociada con el demonio, destaca por su contraste claro sobre un fondo completamente oscuro. Sobre su cabeza, varios demonios y sus víctimas danzan en torno a una gaita gigantesca. El rostro del hombre mira directamente al espectador. Los expertos coinciden al señalar que el propio pintor se ha autorretratado en este extraño ser que trata, con poco éxito, de ocultar bajo un torpe vendaje las llagas producidas por la sífilis. Debajo de él hay un lago congelado sobre el que patinan algunos condenados mientras el hielo se resquebraja. En la Edad Media se creía que el contraste entre el frío y el calor era una de las torturas del Infierno, destinada principalmente a los envidiosos.

A la derecha aparece un hombre vestido que cabalga sobre una mujer de grandes pechos a la que va a introducir en un ánfora. En la parte central derecha, encima de un cuchillo, un caballero vestido con armadura (símbolo de la Ira) ha caído sobre un gran plato y está siendo devorado por siete perros famélicos. Mientras devoran sus entrañas, el hombre se aferra a un cáliz de oro, señal de sacrilegio. En el lado contrario, una serie de frailes se cobijan en un convento con campana que tiene como badajo a un hombre y como campanero a una especie de sapo monstruoso. Es habitual encontrar en este panel objetos cotidianos que funcionan como instrumentos de tortura, como esa llave gigante de cuyo ojal pende un hombre o el farol que ahora sirve como horno para quemar a varios condenados.

En el plano inferior, la escena se vuelve cada vez más sórdida. Aparece Lucifer como un monstruo con cabeza de pájaro, coronado con un caldero y con los pies metidos en sendas vasijas de vino, que devora hombres y los defeca en un orinal, desde donde caen a un pozo negro. En él, un glotón (Gula) es forzado a vomitar, y otro individuo defeca monedas (Avaricia), ya que el dinero no sirve de nada en el Infierno. Un conjunto de instrumentos musicales sirven como aparatos de tortura para atormentar a los condenados (el mástil del laúd, las cuerdas del arpa). Un detalle que se ha estudiado recientemente es el libro musical que se puede ver bajo el laúd, cuyos pentagramas continúan en el trasero del hombre que yace bajo el instrumento; esta melodía ha sido hallada hace muy poco e incluso se ha hecho una reproducción musical de esta “canción del Infierno”.

Los personajes situados en primer término han sido condenados por su pasión por el juego y la vida tabernaria, ya que portan dados, naipes y tableros de juego. Hay también un ataque al estamento del clero, como se verifica en la cerda con toca de monja que abraza a un hombre desnudo que intenta que firme un documento. El tintero, representado por un ave reptil con yelmo y con un pie-reliquia (con un cilindro que mostraría su autenticidad), es un símbolo de la venta fraudulenta de reliquias de santos que hacían los clérigos poco escrupulosos. Bajo el trono de Lucifer, una mujer desnuda contempla su reflejo en el espejo que un ser monstruoso tiene en las nalgas (Soberbia). El hombre recostado en primer plano, asaltado por un demonio que se arrastra sobre él, sería un símbolo del castigo por el pecado de la Pereza.

Considerada esta obra como una de las pinturas más fascinantes, misteriosas y atrayentes de todos los tiempos, el tríptico forma parte de los fondos de exposición permanente del Museo del Prado de Madrid, donde ingresó como depósito del Patrimonio Nacional en 1939.

domingo, 1 de marzo de 2015

La Princesa del mes: Aurora


¡Hola a todos!

¡Bienvenidos al mes de marzo! Este será un mes cargadito de cosas por hacer, ya que empieza el nuevo semestre de mi máster, voy a empezar las prácticas en el instituto, sigo con mis escritos (aunque muy poquito, porque estoy pasando por una fase de baja inspiración) y le estoy dando vueltas a la idea de crear otro blog dedicado a una de mis frikadas favoritas: La saga de The Legend of Zelda. ¿Conseguiré llevar todo esto a cabo?

Dentro de unos días será también mi cumpleaños, el tercero que comparto con vosotros en esta Biblioteca. Así que aprovecho para daros las gracias a todos los que me seguís, ya sea desde el principio o desde hace poco, y os prometo que seguiré aportando cosas nuevas a este blog con relativa frecuencia, esperando que os guste lo que escribo y lo que pienso.

Y, ya sin más dilación, paso a presentaros a la princesa Disney que corresponde a este mes. Aunque es tan conocida que no necesita ni presentación ^^*!


Aurora



Nombre: Aurora
Rango: Princesa de nacimiento
País: Francia
Edad: 16 años
Familia:
-          Rey Esteban (padre)
-          Reina Flor (madre)

Amigos:
-          Flora (hada madrina)
-          Fauna (hada madrina)
-          Primavera (hada madrina)
-          Los animalitos del bosque

Esposo: Príncipe Felipe
Canción: Eres tú


Hace mucho tiempo, el rey Esteban y la reina Flor vieron cumplido su mayor deseo cuando se convirtieron en padres de una preciosa niña a la que llamaron Aurora. Para celebrar el nacimiento de la princesa, invitaron a todos los habitantes de su reino y de los reinos cercanos. Fue invitado también el rey Huberto, que vino acompañado de su pequeño hijo el príncipe Felipe, quien fue prometido en matrimonio a la recién nacida princesa. 

Entre los invitados se encontraban también tres hadas buenas llamadas Flora, Fauna y Primavera, que le hicieron tres regalos a la pequeña Aurora. Flora decretó que sería tan hermosa y radiante como la luz del sol. Fauna le concedió una bonita voz que rivalizaba con el canto de las aves. Pero cuando Primavera estaba a punto de otorgarle su don, la malvada bruja Maléfica irrumpió en el castillo. Maléfica había sido la única persona de todo el reino que no había sido invitada por los reyes al bautizo de la princesa Aurora. Molesta por recibir semejante desplante, descargó su ira contra la niña lanzándole una maldición según la cual Aurora moriría al cumplir dieciséis años, cuando se pinchara el dedo con el huso de una rueca. Pero, afortunadamente, el hada Primavera pudo alterar un poco la maldición de Maléfica. Primavera alzó su varita y decretó que Aurora no moriría al pincharse con el huso maldito, sino que simplemente caería presa de un profundo sueño del que sólo despertaría cuando recibiera un beso de amor.

Sin embargo, como Maléfica había jurado vengarse en Aurora, era preciso mantener a la princesa a salvo. Para proteger a Aurora, el rey Esteban ordenó a su pueblo que quemaran todas las ruecas del reino, en un intento de impedir que la maldición se cumpliera. Pero no era suficiente. Maléfica seguiría buscando a Aurora para hacerle daño, así que se hizo necesario apartar a la niña de la corte. Las tres hadas madrinas la llevaron a vivir con ellas al bosque y le cambiaron el nombre por el de Rosa. Asimismo, guardaron sus varitas y se hicieron pasar por mujeres mortales como medida de seguridad.

Aurora creció sin saber que era una princesa, y se convirtió en una bella jovencita. Un día, sus tres madrinas la enviaron al bosque a recoger fresas, pues querían que se ausentara para preparar su fiesta de cumpleaños. Pero, a pesar del tiempo que habían pasado viviendo como mortales, las hadas no se habían acostumbrado a no utilizar la magia, así que sus regalos resultaron más bien un desastre. Decidieron por ello recurrir a la magia, aunque tuvieron diversas disputas que acabaron en una auténtica batalla de hechizos que escapaban por la chimenea de la cabaña. Lo que las hadas no sospechaban es que el cuervo de Maléfica lo había visto todo y voló presto junto a su ama para informarle de lo que ocurría en aquella cabaña.

Mientras tanto, Aurora recogía fresas y cantaba en el bosquecillo. Y dio la casualidad de que su canto fue escuchado por el príncipe Felipe, que en aquel momento cazaba en el bosque. Se encontraron, y nada más mirarse se sintieron dominados por un gran amor, aunque ninguno de ellos sospechaba cuál era la verdadera identidad del otro. Se despidieron con la promesa de encontrarse esa noche pero, cuando Aurora regresó a casa, sus madrinas la estaban esperando para revelarle su verdadera identidad y su compromiso con el príncipe Felipe. Éste había regresado a su reino para informar a su padre que deseaba casarse con la bella campesina que había conocido en el bosque.

Las hadas llevaron a la princesa Aurora al castillo de sus padres, donde iba a celebrarse su fiesta de cumpleaños. Pero la magia de Maléfica empezó a verter su influjo, tal como ella había prometido. Durante un momento en el que Aurora se había quedado a solas para llorar su pena, fue hipnotizada y en ese estado subió a una habitación del castillo donde la aguardaba una rueca. Alargó la mano y se pinchó en el dedo con el afilado huso, cayendo en un profundo sueño. Las hadas se llevaron a la princesa a la torre más alta del castillo y la depositaron en la cama, con una rosa roja en la mano. Para evitar el sufrimiento de los padres de la princesa, hicieron que todo el reino cayera víctima del mismo encantamiento del sueño hasta que la princesa despertase. Mientras realizaban el hechizo, Flora escuchó al rey Huberto decir que su hijo se había enamorado de una joven campesina llamada Rosa. 

Pero el príncipe Felipe había sido secuestrado por Maléfica para evitar que besara a Aurora y la despertara, revelándole toda la verdad para aumentar su furia. Las tres hadas consiguieron entrar en el castillo de Maléfica y liberaron al príncipe de su prisión, proporcionándole además las armas necesarias para enfrentarse a la malvada bruja: La Espada de la Verdad y el Escudo de la Virtud. Maléfica trató de detenerle creando a su alrededor una selva de espinos negros, pero gracias a la espada y el escudo Felipe consiguió abrirse paso. Maléfica utilizó todo su poder para convertirse en un feroz dragón negro, pero el príncipe Felipe logró acabar con ella de una vez por todas. Llegó por fin al castillo y subió hasta lo más alto de la más alta torre, donde la princesa Aurora seguía durmiendo. El príncipe reconoció en ella a la hermosa campesina de la que se había enamorado y se inclinó sobre ella para darle un tierno beso de amor, rompiendo por fin el hechizo en el que todo el reino estaba sumido.

Finalmente, Aurora y Felipe se casaron y bailaron en presencia de todo el reino, que celebraba jubiloso el encuentro y despertar de su bella princesa.