domingo, 1 de marzo de 2015

La Princesa del mes: Aurora


¡Hola a todos!

¡Bienvenidos al mes de marzo! Este será un mes cargadito de cosas por hacer, ya que empieza el nuevo semestre de mi máster, voy a empezar las prácticas en el instituto, sigo con mis escritos (aunque muy poquito, porque estoy pasando por una fase de baja inspiración) y le estoy dando vueltas a la idea de crear otro blog dedicado a una de mis frikadas favoritas: La saga de The Legend of Zelda. ¿Conseguiré llevar todo esto a cabo?

Dentro de unos días será también mi cumpleaños, el tercero que comparto con vosotros en esta Biblioteca. Así que aprovecho para daros las gracias a todos los que me seguís, ya sea desde el principio o desde hace poco, y os prometo que seguiré aportando cosas nuevas a este blog con relativa frecuencia, esperando que os guste lo que escribo y lo que pienso.

Y, ya sin más dilación, paso a presentaros a la princesa Disney que corresponde a este mes. Aunque es tan conocida que no necesita ni presentación ^^*!


Aurora



Nombre: Aurora
Rango: Princesa de nacimiento
País: Francia
Edad: 16 años
Familia:
-          Rey Esteban (padre)
-          Reina Flor (madre)

Amigos:
-          Flora (hada madrina)
-          Fauna (hada madrina)
-          Primavera (hada madrina)
-          Los animalitos del bosque

Esposo: Príncipe Felipe
Canción: Eres tú


Hace mucho tiempo, el rey Esteban y la reina Flor vieron cumplido su mayor deseo cuando se convirtieron en padres de una preciosa niña a la que llamaron Aurora. Para celebrar el nacimiento de la princesa, invitaron a todos los habitantes de su reino y de los reinos cercanos. Fue invitado también el rey Huberto, que vino acompañado de su pequeño hijo el príncipe Felipe, quien fue prometido en matrimonio a la recién nacida princesa. 

Entre los invitados se encontraban también tres hadas buenas llamadas Flora, Fauna y Primavera, que le hicieron tres regalos a la pequeña Aurora. Flora decretó que sería tan hermosa y radiante como la luz del sol. Fauna le concedió una bonita voz que rivalizaba con el canto de las aves. Pero cuando Primavera estaba a punto de otorgarle su don, la malvada bruja Maléfica irrumpió en el castillo. Maléfica había sido la única persona de todo el reino que no había sido invitada por los reyes al bautizo de la princesa Aurora. Molesta por recibir semejante desplante, descargó su ira contra la niña lanzándole una maldición según la cual Aurora moriría al cumplir dieciséis años, cuando se pinchara el dedo con el huso de una rueca. Pero, afortunadamente, el hada Primavera pudo alterar un poco la maldición de Maléfica. Primavera alzó su varita y decretó que Aurora no moriría al pincharse con el huso maldito, sino que simplemente caería presa de un profundo sueño del que sólo despertaría cuando recibiera un beso de amor.

Sin embargo, como Maléfica había jurado vengarse en Aurora, era preciso mantener a la princesa a salvo. Para proteger a Aurora, el rey Esteban ordenó a su pueblo que quemaran todas las ruecas del reino, en un intento de impedir que la maldición se cumpliera. Pero no era suficiente. Maléfica seguiría buscando a Aurora para hacerle daño, así que se hizo necesario apartar a la niña de la corte. Las tres hadas madrinas la llevaron a vivir con ellas al bosque y le cambiaron el nombre por el de Rosa. Asimismo, guardaron sus varitas y se hicieron pasar por mujeres mortales como medida de seguridad.

Aurora creció sin saber que era una princesa, y se convirtió en una bella jovencita. Un día, sus tres madrinas la enviaron al bosque a recoger fresas, pues querían que se ausentara para preparar su fiesta de cumpleaños. Pero, a pesar del tiempo que habían pasado viviendo como mortales, las hadas no se habían acostumbrado a no utilizar la magia, así que sus regalos resultaron más bien un desastre. Decidieron por ello recurrir a la magia, aunque tuvieron diversas disputas que acabaron en una auténtica batalla de hechizos que escapaban por la chimenea de la cabaña. Lo que las hadas no sospechaban es que el cuervo de Maléfica lo había visto todo y voló presto junto a su ama para informarle de lo que ocurría en aquella cabaña.

Mientras tanto, Aurora recogía fresas y cantaba en el bosquecillo. Y dio la casualidad de que su canto fue escuchado por el príncipe Felipe, que en aquel momento cazaba en el bosque. Se encontraron, y nada más mirarse se sintieron dominados por un gran amor, aunque ninguno de ellos sospechaba cuál era la verdadera identidad del otro. Se despidieron con la promesa de encontrarse esa noche pero, cuando Aurora regresó a casa, sus madrinas la estaban esperando para revelarle su verdadera identidad y su compromiso con el príncipe Felipe. Éste había regresado a su reino para informar a su padre que deseaba casarse con la bella campesina que había conocido en el bosque.

Las hadas llevaron a la princesa Aurora al castillo de sus padres, donde iba a celebrarse su fiesta de cumpleaños. Pero la magia de Maléfica empezó a verter su influjo, tal como ella había prometido. Durante un momento en el que Aurora se había quedado a solas para llorar su pena, fue hipnotizada y en ese estado subió a una habitación del castillo donde la aguardaba una rueca. Alargó la mano y se pinchó en el dedo con el afilado huso, cayendo en un profundo sueño. Las hadas se llevaron a la princesa a la torre más alta del castillo y la depositaron en la cama, con una rosa roja en la mano. Para evitar el sufrimiento de los padres de la princesa, hicieron que todo el reino cayera víctima del mismo encantamiento del sueño hasta que la princesa despertase. Mientras realizaban el hechizo, Flora escuchó al rey Huberto decir que su hijo se había enamorado de una joven campesina llamada Rosa. 

Pero el príncipe Felipe había sido secuestrado por Maléfica para evitar que besara a Aurora y la despertara, revelándole toda la verdad para aumentar su furia. Las tres hadas consiguieron entrar en el castillo de Maléfica y liberaron al príncipe de su prisión, proporcionándole además las armas necesarias para enfrentarse a la malvada bruja: La Espada de la Verdad y el Escudo de la Virtud. Maléfica trató de detenerle creando a su alrededor una selva de espinos negros, pero gracias a la espada y el escudo Felipe consiguió abrirse paso. Maléfica utilizó todo su poder para convertirse en un feroz dragón negro, pero el príncipe Felipe logró acabar con ella de una vez por todas. Llegó por fin al castillo y subió hasta lo más alto de la más alta torre, donde la princesa Aurora seguía durmiendo. El príncipe reconoció en ella a la hermosa campesina de la que se había enamorado y se inclinó sobre ella para darle un tierno beso de amor, rompiendo por fin el hechizo en el que todo el reino estaba sumido.

Finalmente, Aurora y Felipe se casaron y bailaron en presencia de todo el reino, que celebraba jubiloso el encuentro y despertar de su bella princesa.

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