domingo, 3 de junio de 2018

Mystic Messenger Stories: La historia de Jaehee


¡Hola a todos!

¡Y sí, habéis leído bien! Aprovechando que el pasado mes de mayo me dieron vacaciones en el trabajo, decidí tomarme un largo y merecido descanso, que buena falta me hacía. Y debo decir que el mes de mayo fue, sin duda, uno de los más felices que tendré este año, ya que se cumplieron todos mis planes, me he reencontrado con personas maravillosas, hice todo tipo de cosas divertidas y, cómo no, conseguí relajarme y regresar con más energía que nunca. Puede que os haga una crónica de mi viaje dentro de unos días, cuando me acostumbre otra vez a la rutina del trabajo y encuentre tiempo para escribir otra vez, pero eso quizá dentro de unos días.

Lo que sí os quiero traer hoy es la continuación de una saga que empecé el año pasado y que por motivos laborales me he visto obligada a posponer muy a pesar mío. ¡Sí, amigos, vuelvo a la carga con Mystic Messenger, nuestro juego otome favorito! Ya os he dicho que el mes de mayo iba a aprovecharlo al máximo, ¿verdad? Pues también lo he dedicado a retomar los pasatiempos que antes no podía llevar a cabo por falta de tiempo, y el Mystic Messenger estaba entre ellos. Si recordáis, el año pasado solo me dio tiempo a hacer cuatro de las cinco primeras rutas del juego. Gracias al éxito del juego, la empresa desarrolladora Cheritz ha añadido a petición popular dos rutas más: la de V y la de Saeran/Ray, pero resulta que para desbloquear esas rutas necesito la friolera de 550 relojes de arena, cosa que solo conseguiría pagando o jugando una media de diez partidas cada una de once días completos y procurando no perder relojes por el camino.

Sin embargo, me quedaba pendiente de hacer una de las rutas canon: la de Jaehee. La fui dejando para el final porque no me parecía una ruta demasiado profunda ni interesante, así que les di prioridad a las otras rutas y acabé olvidándome de la ruta de Jaehee. Pero esta vez fue la mía y no perdí la ocasión de llevar a cabo la ruta que me faltaba, y la verdad es que no podría haber quedado más contenta. Me lo he pasado tan bien haciendo la ruta de Jaehee que ahora lamento haberla postergado tanto.

Por lo tanto, como ya la he terminado y he sacado el mejor de los finales, os voy a dejar por aquí su historia para que la leáis y disfrutéis, ^^*


Jaehee




Jaehee Kang es una joven de 26 años que trabaja como secretaria y asistente personal de Jumin Han, el director de la C&R International. Es una chica de carácter serio y formal, un tanto frío en ocasiones, lo que ha llevado a sus compañeros de la RFA a que la vean como una especie de robot sin emociones que se dedica a darles la charla cuando cometen un error. Pese a todo, Jaehee es sensible, amable y atenta, puesto que todo lo que dice y hace se debe a su genuina preocupación por el bienestar de sus compañeros. Entre sus aficiones están la lectura, navegar por internet, practicar judo (es cinturón negro) y deleitarse viendo una y otra vez los DVD de los musicales de Zen, del que es su fan número uno.


Biografía

Al igual que el resto de miembros de la RFA, la vida de Jaehee tampoco ha sido un camino de rosas y los acontecimientos de su más tierna juventud dejaron en su corazón una marca muy profunda. Su madre, yendo en contra de los deseos de su familia, se casó con un hombre veinte años mayor que ella, con el que más tarde tendría a Jaehee. La infancia de la muchacha quedaría marcada por la temprana muerte de su padre a raíz de una enfermedad para la que no se encontró la cura a tiempo; poco después, cuando Jaehee cursaba la secundaria, su madre falleció en un accidente de tráfico. Así, de repente, Jaehee se encontró completamente sola a merced de unos parientes que no sabían qué hacer con ella.

Al final, Jaehee encontró cobijo en la casa de sus tíos, aunque nunca se sintió querida en aquel hogar. La esposa de su tío, ajena a la tristeza de su situación, la veía como una carga de la que estaba ansiosa por desembarazarse a cualquier precio. Pese a que Jaehee no daba problemas y sacaba unas notas excelentes, su tía estaba deseando que encontrara un trabajo y se fuera de casa de una vez. No la sentía como parte de su familia ni estaba dispuesta a mantenerla por más tiempo. Por suerte, Jaehee se graduó con unas notas tan brillantes que pudo optar a una beca de estudios para la universidad, donde sus calificaciones fueron tan sobresalientes que terminó la carrera un año antes de lo previsto.

Ahora que había superado con éxito la universidad, quedaba el asunto de encontrar un trabajo. Jaehee no era ajena a la animadversión que le profesaba su tía y estaba deseando emanciparse. A la edad de 24 años, Jaehee se había convertido en una mujer fría, gris y anodina que apenas sonreía y que parecía resignada a tomar de la vida lo que todos esperaban que tuviera: un trabajo y su propia familia. Por mediación de V, el cofundador de la asociación benéfica RFA, Jaehee consiguió trabajo en la C&R International y se puso a las órdenes de Jumin, quien la aceptó como su asistente únicamente porque su aspecto formal y casi andrógino no le inspiraba la menor atracción física. Con todo, no se equivocó en su elección. Durante dos años y medio, Jaehee demostró ser la asistente perfecta. Su entrega absoluta al trabajo y su capacidad para llevar los asuntos de la compañía de la manera más ordenada y eficiente la convirtieron en una pieza casi indispensable dentro de la C&R.



Cuidando de Elizabeth Tercera

A esas alturas, se podría decir que Jaehee ya lo había conseguido todo. Había cumplido con lo que se esperaba de ella y había conseguido un trabajo muy bien pagado que le permitía vivir sola con comodidad. Sin embargo, Jaehee no era feliz. Aunque participaba activamente en la RFA y se sentía bien ayudando a otras personas menos favorecidas, la vida de Jaehee era tan vacía que no hallaba placer alguno en ella. Había perdido el contacto con sus familiares y no tenía pareja ni amigos íntimos a los que abrir su corazón. Todo eso cambió cuando el messenger de la RFA sufrió la intrusión de un hacker misterioso y MC entró en su vida.

La manera tan abrupta de ingresar de MC no gustó nada a Jaehee, y por eso no sorprende que sospechara de la recién llegada y tardara en darle un voto de confianza. Poco amiga de los cambios, sobre todo si estos eran demasiado bruscos, Jaehee tenía el presentimiento de que la presencia de MC solo causaría problemas y desestabilizaría a la RFA. Como de costumbre, sus compañeros masculinos ignoraron sus advertencias, y Jaehee pensó que tendría que resignarse a aceptar a aquella desconocida contra su voluntad. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando MC hizo ademán de acercarse a ella para conocerla mejor y tratar de ser su amiga. Confundida, Jaehee apenas supo cómo reaccionar. Era la primera vez en su vida que alguien le demostraba tanta amabilidad.

La llegada de MC a la RFA hizo que todos los miembros de la asociación sintieran curiosidad por aquella chica a la que todavía no conocían en persona. Fiel a su galantería con las mujeres, Zen era el que parecía más interesado en acercarse a MC, algo que llenó de inquietud a Jaehee. Como fan declarada de Zen, Jaehee temía que la desconocida empezara a implicarse emocionalmente con su ídolo y que entre ambos se iniciara una relación romántica que, a juicio de Jaehee, podría traer problemas al actor e incluso repercutir en su exitosa carrera. Pero MC alivió sus temores cuando le aseguró que solo estaba interesada en Zen como actor, no como pareja. Así, Jaehee descubrió que MC no solo no suponía una amenaza para la estabilidad del grupo, sino que también podía ser una buena amiga con la que disfrutar de los musicales de Zen.

Pero Jaehee apenas tenía tiempo para ver los DVD de las actuaciones de su idolatrado Zen, y mucho menos para gastarlo en cultivar su reciente amistad con MC. Su trabajo no aceptaba demoras y tenía que ocuparse de muchos asuntos de la C&R. Para más inri, Jaehee se sintió completamente desbordada cuando Jumin empezó a encargarle cada vez más proyectos que le quitaban tiempo libre y hasta le impedían dormir las horas que necesitaba. No obstante, había un proyecto que tenía cierto interés para Jaehee, y ese era el de la franquicia cafetera que tenían previsto establecer en la C&R. Como amante del café, el sueño de Jaehee siempre había sido el de trabajar en una pequeña cafetería y preparar el café a la manera tradicional, aunque dándole su toque personal con distintas mezclas y sabores nuevos. Pero con el tiempo había desechado aquel sueño por considerarlo inviable y porque en el fondo estaba desanimada y no se atrevía a arriesgarse para llevarlo a cabo por falta de apoyo.



Un merecido descanso

A toda esta presión vino a sumarse otro inconveniente, y fue que Zen tuvo un percance durante los ensayos de una nueva coreografía y se lesionó un tobillo, debiendo guardar reposo durante varios días por orden del médico. Aunque Zen insistía en que no necesitaba ayuda, sí le insinuó a MC que no le importaría que ella fuera a su casa a hacerle una visita. Jaehee volvió a preocuparse, y le dolió especialmente que Zen ignorase sus sentimientos y se centrara tanto en la desconocida. Pero la reacción de MC volvió a sorprenderla para bien, pues la chica rechazó la propuesta de Zen asegurando que nadie cuidaría mejor de él que Jaehee, a la que admiraba por su bondad y su genuina preocupación por los demás. Fue tal su poder de convicción que Zen aceptó la propuesta, y Jaehee acudió muy ilusionada a la casa de Zen para ayudarle en todo lo que necesitara.

Al final la idea de MC dio resultados muy positivos. Zen no estaba especialmente unido a Jaehee, pero al pasar el día con ella descubrió que estaba muy a gusto en su compañía y le dio las gracias por haber ido a verle. Pero Jaehee no podía disfrutar del todo la compañía de Zen, puesto que tenía mucho trabajo pendiente de hacer, y más aún desde que Jumin le había encargado la planificación de un nuevo hotel para gatos que quería crear con la imagen de su gata Elizabeth Tercera como marca corporativa. Jaehee trabajó día y noche para llevar a cabo ese proyecto, lo que llamó la atención de MC. La chica pensaba que Jumin estaba abusando de Jaehee al hacerla trabajar tanto y le acusó varias veces de no pensar en ella ni en su estado de salud. Pero Jumin hizo oídos sordos a las críticas de MC e insistió en que todo se hiciera según él lo decía, algo que Jaehee no tuvo más remedio que aceptar, resignada a su suerte.

MC no estaba dispuesta a tirar la toalla tan pronto. Comprendió que la falta de apoyo moral había provocado que Jaehee tuviera una autoestima muy baja, llegando incluso a considerarse una esclava. Incapaz de ver así a su amiga, MC decidió ser la roca sobre la que Jaehee pudiera sostenerse, y con el paso de los días se convirtió en su más fiel amiga y compañera. Jaehee descubrió que MC no tenía más que buenas palabras para ella: la apoyaba, le daba ánimos, le deseaba toda la felicidad del mundo… pero lo más importante era que la conminaba a perseguir sus sueños costaran lo que costaran. Y, si en algún momento tenía dudas o sentía que su ánimo flaqueaba, MC se encargaría de ayudarla a levantarse y continuar.

El entusiasmo de MC tuvo, además, otra repercusión positiva dentro de la RFA. Aunque hasta el momento ninguno de los chicos le había prestado la menor atención a los sentimientos de Jaehee, gracias a MC empezaron a verla con otros ojos. Todos se dieron cuenta del gran trabajo que hacía su compañera, más del que le correspondía, para asegurarse de que todos se sintieran cómodos y felices. Seven y Yoosung, con su habitual buen humor, empezaron a animar a Jaehee tal como hacía MC, y hasta le ofrecieron su ayuda para aligerar un poco su trabajo. Y Zen decidió mostrarle su agradecimiento comprándole un regalo que a Jaehee le hizo mucha ilusión: un molinillo de café.



"Sigue tu felicidad"

Poco a poco, empezó a operarse un cambio en el corazón de Jaehee. Motivada por el inmenso apoyo de sus amigos, se dio cuenta de que llevaba años cargando con el peso de unas responsabilidades que no quería seguir aguantando. Había hecho todo lo que se esperaba de ella y aun así no era feliz; solo había empezado a sentir lo que era la felicidad al conocer a MC y escuchar sus amables palabras, como le dijo a Zen en un arranque de sinceridad. Zen se alegraba de saber que Jaehee estaba un poco mejor pero le dijo que eso no era suficiente. Si de verdad quería ser feliz, tendría que luchar por lograr lo que realmente quería, y se puso a sí mismo como ejemplo. Zen no tuvo el apoyo de su familia cuando decidió dedicarse al mundo del teatro, pero él luchó para salir adelante y lo consiguió, y sabía que Jaehee también lo conseguiría con la ayuda de todos. Y fue entonces cuando Jaehee tomó una decisión que cambiaría su vida por completo.

A pocos días de la fiesta benéfica que la RFA estaba organizando, Jaehee le dijo a Jumin que no podía encargarse de realizar el proyecto del hotel para gatos por diversas razones: porque ya tenía mucho trabajo, porque el proyecto no iba a aportar demasiados beneficios a la empresa y, principalmente, porque no tenía la menor motivación para exponerlo ante los inversores. Ante esta declaración, Jumin montó en cólera y le ordenó que dejara esa actitud e hiciera lo que se le ordenaba. Según él, a Jaehee no se le pagaba para que estuviera interesada en un proyecto, sino para que obedeciera y lo llevara a cabo. Estas palabras, que tan solo dos días atrás la habrían hecho retroceder, ahora no surtieron el menor efecto en Jaehee. Estaba decidida a vivir la vida a su manera y, por desgracia para Jumin, eso implicaba dejar el trabajo que tanto la estresaba y labrar su propio destino tal como siempre había soñado.

Es fácil imaginar la indignación de Jumin ante estas palabras, pero es posible que le doliera más el hecho de ver que no tenía poder alguno sobre la decisión de Jaehee. Su despido inminente no la hizo cambiar de opinión y tampoco las reiteradas amenazas de que, como no cambiara de parecer, lo lamentaría tarde o temprano. Jaehee se había aferrado a las máximas de MC y quería llevar a cabo su sueño con ella. Furioso, Jumin acusó a MC de haberle metido ideas extrañas en la cabeza a su empleada, y también cargó contra Seven por haberse prestado a ayudar a Jaehee con el proyecto del hotel felino (Seven preparó la exposición para los inversores y creó el logo del hotel sin utilizar la imagen de Elizabeth Tercera, lo que enfureció todavía más a Jumin). A modo de venganza, Jumin le robó a Seven uno de sus coches deportivos y se dio a la fuga; el resultado fue que, al ser un pésimo conductor, tuvo un accidente del que por fortuna salió ileso, pero el coche quedó completamente destrozado.

Jaehee acudió en ayuda de Jumin a pesar de sus protestas, y no se marchó hasta que no tuvo el convencimiento de que estaba bien. Una vez solo, Jumin recibió la visita de V, que había vuelto del extranjero para ayudar a Seven a resolver el asunto del hacker que se había infiltrado en el chat, y se había detenido un momento en casa de su mejor amigo para darle una triste noticia: tenía cáncer de hígado en fase terminal y le quedaba poco tiempo de vida. Esta revelación desbordó por completo a Jumin, que se encaró con su amigo y le acusó de estar mintiéndole, de estar interpretando una farsa cruel. Sea como fuere, V le pidió que se ocupara de la RFA cuando él se fuera y que disculpara su ausencia ante todos.

Mientras Jumin trataba de asimilar los últimos acontecimientos, el resto de miembros de la RFA se preparaba para la fiesta benéfica. Zen y Yoosung tuvieron por fin la oportunidad de conocer en persona a MC y de darle la enhorabuena por haber hecho tan bien su labor. Jumin tardó en llegar, y cuando vio a MC le dijo que tenía que hablar con ella de un asunto privado. Una vez a solas, Jumin le hizo una oferta inesperada: le ofreció un puesto de trabajo como su asistente, el mismo que había tenido Jaehee. Pero antes de que MC tuviera tiempo para pensarlo, Jaehee tomó el micrófono y anunció a todos los presentes que Jumin Han estaba buscando una nueva asistente, lo que provocó que el empresario se viera asaltado por una horda de mujeres que querían entregarle sus currículos, de modo que él no tuvo más remedio que escapar.

Una vez pasado el aluvión de candidatas, Jaehee se acercó a MC y le comunicó el proyecto que tenía pensado llevar a cabo: montar una pequeña cafetería. A lo largo de dos años había conseguido ahorrar bastante dinero y pensaba utilizarlo para levantar su nuevo negocio, pero todavía le faltaba una cosa: alguien con quien cumplir ese sueño. Con una sonrisa radiante, Jaehee le dio las gracias a MC por estar siempre a su lado y le ofreció la llave dorada del local que había adquirido. Era su manera de pedirle que fuera su compañera y trabajara junto a ella.



¡Bienvenidos!

Seis meses después, las cosas han cambiado bastante en la RFA. La principal novedad es que Jumin ha contratado a Yoosung para que sea su asistente personal, a pesar de que no tiene experiencia. Sin embargo, las imposiciones de Jumin le hacen ganar soltura a marchas forzadas, pero ahora Yoosung está tan ocupado que apenas tiene tiempo para sus estudios. Sin embargo, ese día dejan de lado sus trabajos para ir a la cafetería que han abierto Jaehee y MC. Todavía dolido por lo ocurrido, Jumin protesta y no parece impresionado por el local, pero los demás están entusiasmados. Al entrar en la cafetería, MC sonríe a los recién llegados mientras una radiante Jaehee les da la bienvenida.


Personalidad

Sin lugar a dudas, Jaehee es el personaje que ofrece la impresión más negativa de Mystic Messenger, y por eso no es de extrañar que sea tan impopular entre sus propios compañeros. Seria, fría, desapasionada, Jaehee da la impresión de ser una especie de muñeca autómata o un robot sin emociones. Vive para trabajar, no tiene amigos cercanos y no hay nada que la entusiasme demasiado, exceptuando quizá los musicales de Zen. En su trabajo es muy profesional: respeta los horarios al milímetro, cumple todos los requisitos que se le exigen y siempre piensa en la productividad de la empresa para la que trabaja, tal como se espera de ella. Su aspecto físico es tan sobrio como ella: pelo muy corto, ropa formal de color marrón y unas discretas gafas que le dan un toque intelectual. Todo en Jaehee está pensado para dar una imagen de la más estricta profesionalidad.

Sin embargo, bajo ese disfraz de perfecta secretaria Jaehee oculta una personalidad dulce y amigable que está deseando aflorar. Ella no destacará por ser una persona extrovertida y de grandes demostraciones de afecto, pero se la conocerá por los pequeños detalles. Es una mujer muy madura y juiciosa, conocedora de las dificultades que se presentan en la vida y bastante pragmática a la hora de actuar, pero sabe ser cálida cuando la situación lo requiere y siempre tiene buenos consejos que sus compañeros consideran aburridos, aunque en realidad saben que Jaehee tiene las mejores intenciones para con ellos. Otro detalle importante a tener en cuenta es que Jaehee es la que suele ir a cuidar de sus compañeros cuando se ponen enfermos, tal como haría una madre con sus hijos.

En sus relaciones, Jaehee se muestra como una mujer distante y poco dada a expresarse abiertamente. Considera el amor como un conjunto de emociones con fecha de caducidad, pensamiento que comparte con Jumin; de ahí que, sobre todo al principio, veamos a Jaehee como una versión femenina de Jumin. Sin embargo, Jaehee es mucho menos materialista que su jefe y, desde luego, menos partidaria de trabajar sin descanso los siete días de la semana, lo que no quita que quiera un orden en su vida. En su mundo particular, todo está perfectamente ordenado siguiendo un patrón, lo que le deja muy poco margen de reacción cuando sucede algo que se sale de la norma. Su apatía sentimental le hace imposible poner de manifiesto sus emociones de la forma que a ella le gustaría, algo a lo que parece haberse resignado desde hace tiempo y que a la larga la ha distanciado del grupo y le ha dado una imagen de mujer fría y sin sentimientos.

La llegada de MC será muy positiva para Jaehee. Aunque al principio sospecha de la desconocida, al darse cuenta de que la chica se preocupa sinceramente por ella y siempre le brinda todo su apoyo, Jaehee cambiará de parecer. Su ruta no está orientada hacia el amor romántico como las de los chicos, sino hacia el desarrollo de una buena amistad, que es lo que Jaehee más desea en este mundo, incluso más que una relación amorosa. Para ella no ha habido mayor logro que saber enfrentarse a todos los que esperaban que llevara una vida ordenada y perfecta para luchar y salir adelante por cumplir su sueño de montar una cafetería. Y, por supuesto, siempre al lado de su mejor amiga.



Do you want to be my best friend?

¡Y hasta aquí hemos llegado, amigos! He estado pensando en alargar un poco más la racha Mystic Messenger y traeros los finales secretos de la historia original, es decir, los que van después de la ruta de Seven. Si me veo con ánimo y tiempo, os los subo para que les echéis un ojo. Anhyooo!

3 comentarios:

  1. Yo si queria una relacion amorosa pero al ver esa amistad tan linda quedé satisfecha de la ruta y de lo que habia logrado.

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  3. Podrían aver dejado una alternativa al expresar Jaehee que es androgina.
    Esto lo dice en el chat "Lo siento, y Gracias' en el día 10/1:32 am de su ruta.

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