martes, 21 de abril de 2020

Steven Universe y las Gemas de Cristal VI: Steven Universe Future


¡Hola a todos!

Y llegamos al final de mi monográfico sobre Steven Universe, el cual he disfrutado mucho redactándolo y publicándolo aquí para todos vosotros. Esta sexta y última parte estará dedicada en exclusiva a la denominada sexta temporada, cuyo título es Steven Universe Future. Por descontado, cualquiera que no haya visto la serie ni la película no podrá leer esta parte a menos que quiera comerse un millar de SPOILERS. Así que, despidamos a Steven y las Gemas de Cristal con una reseña de esta última temporada. Al tratarse de un resumen con mis impresiones, advierto que será un punto de vista muy subjetivo, ya que se trata única y exclusivamente de mi opinión.

Dicho esto, adelante.


Steven Universe Future



Bienvenidos al futuro 

Nos situamos justo después de los hechos que pudimos ver en la película. Steven consiguió acercarse a Espinela y retiró la perforadora que amenazaba con destruir la Tierra con veneno, salvando así su mundo y logrando que Espinela encontrara a alguien a quien amar en la figura de las Diamantes, que la acogieron en su palacio. Ahora Steven y las Gemas de Cristal pueden disfrutar por fin de una merecida época de paz en la que se dedicarán a hacer cosas para mejorar la vida de las Gemas que han decidido quedarse en la Tierra. Como regalo antes de partir de nuevo al Planeta Natal, las tres Diamantes le han entregado a Steven unos frascos con su esencia que, mezclados con su poder curativo, le ayudarán a restaurar a las Gemas que fueron corrompidas. Además, muchas de las Gemas rescatadas han decidido quedarse en la Tierra para hacer su vida, a lo que Steven y las Gemas de Cristal contribuyen con la construcción de un pequeño poblado para ellas llamado Pequeña Escuela Natal (o Little Homeschool, si lo preferís en la versión original), donde podrán vivir tranquilas junto a los habitantes de Beach City e integrarse en su sociedad.

A pesar de que las guerras han acabado, las Gemas de Cristal han conseguido dejar a un lado sus habilidades guerreras y se han reinventado para adaptarse a la nueva sociedad. Granate hace las funciones de una orientadora y entrenadora, Amatista ayuda a las Gemas a buscar un trabajo adecuado a sus gustos y habilidades, y Perla enseña curiosidades sobre el mundo de los humanos. Peridoto, Lapislázuli y Bismuto también han sabido adaptarse y han encontrado sus propios caminos para ayudar a otras Gemas a integrarse. En cuanto a los habitantes de Beach City, todos ellos siguen sus vidas con los cambios propios de cada situación, pero felices y contentos. Incluso las Diamantes han cambiado y le han dado un giro completo a la situación del Planeta Natal: Ahora utilizan sus poderes para ayudar a las Gemas e incluso han permitido que se instaure una democracia.

Todo está en orden por fin. El imperio autoritario de las Diamantes ya no existe, las guerras se han terminado, no hay más rencores del pasado y todos pueden por fin hacer sus vidas con normalidad. El único que no parece estar contento es Steven. Ahora que ya no queda nada por hacer y todo el mundo es feliz, Steven no sabe qué rumbo darle a su vida y se siente desubicado. Toda su infancia y adolescencia se basaron en autodescubrirse y tratar de controlar sus crecientes poderes, cosa que ya ha conseguido. Sin embargo, ahora se da cuenta de que nadie lo necesita, y en vez de dedicarse a resolver los problemas de los demás, tendrá que resolver los suyos propios. Atormentado por el pasado y perdido en el presente, Steven empieza a desarrollar nuevos poderes que le llevan a experimentar una gran inestabilidad emocional que en la serie se quiere representar como una “depresión”. Y lo pongo entre comillas porque en realidad esa pretendida depresión no es tal.



El arranque de ira de Steven asusta a las Perlas

Partamos de lo más obvio, y es que Steven tiene dieciséis años y una mentalidad acorde con su edad. Durante la adolescencia, es muy normal sentir una explosión de emociones que a esa edad nos cuesta controlar; de hecho, la adolescencia es la época en la que debemos aprender a gestionar esos arranques emocionales y canalizarlos para darles un uso productivo. A eso se le llama “madurar”, y es un proceso por el que todos hemos pasado. Los enfados de Steven son los propios de un chico de su edad, aburrido y que no tiene nada que hacer, y eso no es lo mismo que tener una depresión. En este caso, me parece que la serie pretende romantizar la depresión, haciendo que la veamos casi como algo poético. En otras palabras, que la depresión y la ansiedad se han convertido en moda.

En segundo lugar, me resulta sorprendente, en el peor sentido de la palabra, el hecho de que Steven haya involucionado tanto. Ha pasado de ser un muchacho alegre y encantador a convertirse en un niñato malcriado y berrinchudo que es incapaz de controlarse. Se vuelve mezquino, envidioso, caprichoso y dependiente, y esas actitudes tienen su reflejo en los nuevos poderes que está desarrollando y que le pasarán factura en pocos episodios. Se ha especulado que el ataque de la guadaña de Espinela en la película afectó a la gema de Steven, lo que significa que estaríamos viendo en Steven una muestra de lo que fue en su día Diamante Rosa antes de madurar y convertirse en Cuarzo Rosa. A mí esto me parece una salida demasiado fácil. Ya está muy visto lo de echarle la culpa de todo a Cuarzo Rosa, volviéndose hasta irreal. Es como si quisieran quitarle a Steven toda responsabilidad por sus actos, y esto es un error, ya que eso le da una vía de escape muy fácil: si Steven se porta mal es por culpa de su madre, que también se portó igual. Pero las cosas no son así.

Steven Universe Future es una temporada epílogo que, en realidad, no era necesaria. Yo diría incluso que ha empeorado y pervertido la esencia de lo que era la serie. Steven Universe tiene un problema muy notable: tiene un elenco de personajes muy buenos que, por obra y gracia de los guionistas, desaparecen cuando son más necesarios. Peridoto, Lapislázuli e incluso Connie tienen episodios dedicados a ellas en los que se ve un desarrollo de personaje, pero más adelante no van a servir para nada porque todo tiene que arreglarlo Steven, que por algo es el protagonista. Incluso las Diamantes, unos personajes que estaban enfocados a ser lo más extremo y terrible de la galaxia, se convirtieron en tres cachorritos adorables en un solo episodio, todo gracias a la bondad y el poder del amor de Steven.



Steven desata su poder 

En esta temporada epílogo vuelven a repetirse estos patrones, con el añadido de que las cosas realmente importantes no las vemos porque ocurren fuera de pantalla. Sadie y Lars, la pareja de dependientes del Big Donut, han resuelto sus diferencias fuera de pantalla pero les dedican un episodio para veamos que todo está bien (y, de paso, para ver el berrinche de Steven al darse cuenta de que su ship no salió como él esperaba). Connie tuvo varias escenas en la serie en la que se la veía entrenando con Perla, pero sus habilidades no han servido para nada y ahora solo es la chica que le gusta a Steven. Greg Universe le habla a Steven sobre su infancia y adolescencia con unos padres tan controladores que ahogaban sus ansias de libertad, pero no vamos a conocer a sus padres ni a ahondar en el pasado de Greg porque eso sería darle desarrollo al personaje; mejor pongamos a Steven furioso con su padre porque no lo ha educado como correspondía a un niño normal.

Esa es otra. ¿Qué narices le pasa a Steven con su vida? A lo largo de toda la serie nos han vendido la idea (poco acertada bajo mi punto de vista) de que la infancia que ha tenido Steven es la más deseable para un niño. Pensemos un poco: No tiene responsabilidades, posee libertad absoluta, disfruta de la vida y la naturaleza, y se dedica a ayudar a los demás para que todos sean tan felices como él. Sin embargo, estoy segura de que todos habéis visto el problema de esta educación: No hay reglas de ningún tipo, no tiene una rutina establecida, no está escolarizado, no ha ido al médico nunca, no cuida su alimentación y Greg actúa con él más como un amigo que como un verdadero padre. No obstante, la serie te vende la idea de que esta vida es buena para Steven, pues crece como un niño emocionalmente sano. De hecho, su contrapartida más directa sería su amiga Connie, una niña que ha crecido con la nariz metida en los libros, siempre controlada por sus padres hasta en los más pequeños detalles, y que se siente obligada a mentir para gozar de unos minutos de libertad. Esta vida que Steven execraba le sirve después como excusa para echarle la culpa de sus problemas a su padre, diciéndole que eso era lo que en realidad quería y él debería haberle dado.

A estas alturas, Steven está más que perjudicado por sus incontrolables emociones, y es aquí cuando por fin viene el que considero que es el mejor episodio de esta temporada: su encuentro con Jaspe. Apartada del resto de Gemas por no saber encajar entre ellas, Jaspe vive como una ermitaña hasta que recibe la visita de Steven. Jaspe todavía le guarda rencor a Steven porque lo ve como Cuarzo Rosa, a quien sigue considerando una traidora, pero acepta la propuesta de Steven de ayudarle a canalizar sus poderes a través de la rabia y la lucha. Es aquí donde vemos la verdadera brutalidad de Steven, que pierde el control de sus poderes y llega al extremo de destrozar la gema de Jaspe en uno de sus arrebatos. Gracias a las pociones de las Diamantes consigue regenerarla, y es entonces cuando Jaspe por fin se inclina ante su fuerza y le reconoce como su Diamante. Pero este capítulo acaba y Steven vuelve a sus comeduras de cabeza y ya sabemos cómo acaba todo…



La corrupción de Steven 

En realidad, todos los problemas de Steven se solucionarían con un chancletazo en la nuca. Steven no es un chico con depresión, sino un adolescente caprichoso que no sabe controlarse. Fijaos hasta qué punto es falsa su depresión que en un solo capítulo todo se resuelve con un gran abrazo por parte de su familia y seres queridos. Esto me parece un insulto hacia todas aquellas personas aquejadas de depresión, pues les dan a entender que su enfermedad se curará por el poder del amor cuando en realidad las cosas no son tan fáciles. Si el objetivo de Rebecca Sugar era hablar de la depresión y los traumas de un muchacho que se convierte en héroe demasiado pronto, tendría que haber trabajado más el desarrollo del personaje. Su arco de evolución y su historia están mal llevados, y lo peor es que el fandom no te permite criticar esto porque el protagonista tiene "depresión" y eso lo convierte en alguien intocable.

Además, para más inri, los verdaderos problemas de Steven no se solucionan nunca. A lo largo de toda la serie se nos hace creer por activa y por pasiva que la gran culpable de los males de Steven es su madre, Cuarzo Rosa. Tratan de vendérnosla como la gran villana con fachada de heroína que causó grandes daños a todos los que la rodeaban, incluyendo a su hijo. Sin embargo, en ningún momento habrá una confrontación con ella. Steven no aprende a entenderla ni a perdonarla; ni siquiera se plantea la posibilidad de pensar que el pasado de su madre no le define a él como persona. Steven se pasa toda la serie echándole la culpa de sus problemas a su madre para luego descubrir que en realidad era cosa suya, que lo que en realidad tenía que hacer es sentirse bien consigo mismo. ¿Es así como se solucionan los problemas? ¿Es tan sencillo como eso?

Y esto es Steven Universe Future, amigos. Un epílogo demasiado largo en el que no hay conflicto y en el que todos sus capítulos son puro fanservice para meternos a piñón la agenda política de su creadora, que es la de la inclusión LGTBI. Ni siquiera el final de la serie es emotivo, por mucho que el fandom insista en que sí lo es. Al final, todo acaba con Steven yendo a terapia con un psicólogo (algo que tampoco se ve en pantalla) y marchándose de Beach City, motivo por el cual todos tienen que llorar de emoción con él. Todo salió bien gracias al poder del amor y de los abrazos. No hay desarrollo, no hay emoción, no hay nada. Es como si quisieran hacer un final parecido al de El Señor de los Anillos, con la diferencia de que Frodo sí pasó por verdaderos traumas, sufrió lo indecible y se marchó porque las heridas del pasado pesaban demasiado sobre él. Ése sí es un final para una obra maestra, y no los lloriqueos constantes de Steven Universe.


Y nada más, amigos. Hasta aquí hemos llegado. Espero que os haya gustado este monográfico y que lo hayáis disfrutado. Y si no os ha gustado, tomadlo con calma y dejad vuestras opiniones en los comentarios. ¡Hasta la próxima!

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