lunes, 13 de abril de 2020

Steven Universe y las Gemas de Cristal V: La película


¡Hola a todos!

Volvemos una vez más con Steven Universe, esta vez con una quinta parte que dedicaré completamente a la película, sus aspectos técnicos y argumentales, y las impresiones que me ha causado. Huelga decir que esta entrada va a estar cargada de SPOILERS, ya que la historia de la película de Steven Universe y las Gemas de Cristal transcurre después de haber terminado la serie; por lo tanto, para comprender la película, es necesario haber visto la serie principal y, sobre todo, el esperado final de la quinta temporada.

No me entretengo más. ¡Poneos cómodos y disfrutad de esta entrada!



Steven Universe: La película




Tras el rotundo éxito de la serie animada y el final en el que Steven se enfrentaba a la todopoderosa Diamante Blanco y conseguía hacerla entrar en razón, parecía bastante obvio que las aventuras de Steven Universe no podían detenerse ahí, y pronto se anunció que Steven y sus amigas tendrían una continuación en forma de película.

La película, dirigida por Rebecca Sugar, producida por Cartoon Network Studios y distribuida por la Warner Bros. Television, fue anunciada en el año 2017 en la San Diego Comic-Con, siendo estrenada en Estados Unidos el 2 de septiembre de 2019. En América Latina se estrenaría tan solo un mes después, mientras que a España y el resto de Europa todavía no ha llegado.

La historia comienza dos años después de la victoria de Steven y las Gemas de Cristal sobre las Diamantes. Un joven Steven de 16 años saluda a todas las Gemas del Planeta Natal y les anuncia que él es Diamante Rosa, pero que no va a ocupar el trono como parte de la Gran Autoridad del Diamante, sino que quiere volver a la tierra con sus amigas y disfrutar de una vida tranquila. Las otras Diamantes le suplican que se quede con ellas, pero eso no hace cambiar de idea a Steven, que se marcha dejando las cosas solucionadas.

Una vez en la Tierra, Steven no tarda mucho en descubrir que los problemas han vuelto para alterar la tranquilidad en que todos viven. Del cielo viene una perforadora gigante que se parapeta en la ladera de Beach City. Al mando de la perforadora se encuentra Espinela, una Gema de ademanes caricaturescos pero con la locura pintada en su rostro. No se anda con rodeos: su intención es la de matar a Steven a cualquier precio y destruir la Tierra por completo. Usando un arma similar a una guadaña, no le cuesta nada derrotar a Granate, Perla y Amatista; intenta también destruir a Steven, pero al ser medio humano no tiene el efecto esperado. Gracias a que no consigue hacerle daño, Steven consigue arrebatarle la guadaña a Espinela y destruye su forma física.



Espinela descubre la verdad

Después de la batalla, Steven pide ayuda a su padre Greg. En casa, las Gemas se van regenerando una por una, pero pronto se ve que las cosas distan mucho de ser normales, ya que han perdido todos sus recuerdos. Perla se convierte en la sirvienta de Greg, cumpliendo con el propósito de cualquier Gema de su clase; Amatista vuelve a ser como cuando emergió y solo repite lo que ve y lo que oye; Rubí y Zafiro no recuerdan sus sentimientos y vuelven a ser lo que eran al principio: una guardiana y una visionaria; y Espinela se convierte en una alegre e inocente Gema cuyo propósito es entretener a su amo, que en este caso es Steven.

Al no saber qué hacer para devolver los recuerdos de sus amigas, Steven corre a pedir ayuda a Bismuto, Peridoto y Lapislázuli. Ellas tampoco saben qué hacer, pero le instan a que no se rinda, pues están seguras de que él encontrará la respuesta. Espinela insinúa que la situación es como un rompecabezas, sugiriendo a Steven que busque las piezas que faltan. Esto hace reflexionar a Steven y llega a la conclusión de que la mejor manera de que las Gemas recuperen sus memorias es hacerles revivir sus recuerdos pasados. Intenta forzar la fusión de Rubí y Zafiro poniendo a esta última en peligro, pero las locuras de Espinela vuelven a cambiar el desenlace: en vez de ser Rubí la que salva a Zafiro, es ésta la que salva a Rubí. La fusión se realiza y se convierten en Granate, pero sigue sin recordar nada.

Pero la situación es más grave de lo que se creía en un principio. La perforadora de Espinela contiene una carga de veneno tóxico que se extenderá por toda la tierra, la contaminará y la destruirá, matando toda la vida orgánica que encuentre a su paso. Hasta que las Gemas no recuperen sus recuerdos, poco se podrá hacer para quitar la perforadora, así que Steven debe darse prisa. Decide entonces empezar por Amatista, a quien quiere ayudar a recuperar la memoria a través de experiencias que compartieron juntos. Para recuperar la memoria de Perla, el grupo la lleva a un concierto de Sadie Killer, ya que la música podría devolverle los recuerdos de su rebeldía. Como esto no funciona, Steven utiliza la poca energía que le queda para fusionarse con Greg, hecho que por fin trae de vuelta los recuerdos de Perla. Steven le pregunta quién es Espinela y Perla responde que es la antigua compañera de juegos de Diamante Rosa. Esto hace que Espinela se vaya a casa llorando.



Steg en concierto

Después de que Steven envíe a Connie a por ayuda, va a buscar a Espinela para que le cuente su historia. Ella usa el transportador para llevarle a un jardín abandonado hace muchos años en el espacio y le cuenta lo que ocurrió allí. Espinela fue en su día la compañera de juegos favorita de Diamante Rosa, a quien alegraba con sus ocurrencias y payasadas. Sin embargo, poco a poco se puede ver que Diamante Rosa empezaba a cansarse de Espinela, ya que era muy absorbente y exigía su atención a todas horas. Diamante Rosa le habló de su gran deseo de tener una colonia propia, y Espinela fue testigo del momento en el que las otras Diamantes se la concedieron. Diamante Rosa no sabía cómo librarse de la pesadez de Espinela, quien no quería que se marchara, así que la engañó para que jugaran a un nuevo juego. Diamante Rosa le dijo a Espinela que debía quedarse allí quieta hasta que ella regresara; Espinela, pensando en todo momento que era un juego y que ella regresaría a buscarla, accedió. El resultado fue que pasaron seis mil años y Diamante Rosa nunca volvió. Espinela se enteró de todo lo ocurrido durante la transmisión que hizo Steven para todo el Planeta Natal. Sintiendo compasión por ella, Steven le promete que nunca la abandonará y que compensará los errores de su madre.

De vuelta en la Tierra, Espinela ayuda a apagar la perforadora, pero en cuanto ve que Steven la ignora y se dedica a sus otras amigas, vuelve a surgir en ella el viejo temor de ser abandonada. Acusa a Steven de haberla utilizado para luego abandonarla o de planear borrar otra vez su memoria, y vuelve a activar la perforadora, que inyecta veneno con mayor virulencia. Mientras Steven trata de explicarle la verdad, Granate por fin recupera sus recuerdos, pero es Steven quien debe enfrentarse a Espinela en la batalla final. La guadaña de Espinela tiene el poder no solo de arrebatarle la forma física a una Gema, sino también de resetearla; por eso, los poderes de Steven no funcionan correctamente. Se da cuenta de que su deseo de un final feliz lo ha dejado resistente al cambio y al crecimiento, algo que necesita volver a experimentar. Al darse cuenta de ello, recupera sus poderes y se enfrenta a Espinela, tratando de decirle que ella también puede cambiar si lo desea. Durante el combate se destruye la perforadora, y Espinela cede después de darse cuenta de que odia en lo que se ha convertido.

Justo en ese momento, las tres Diamantes hacen su aparición con la intención de vivir con Steven. Él les presenta a Espinela y ellas la recuerdan como uno de los juguetes de Diamante Rosa, tras lo cual quedan prendadas de ella. Las Diamantes le piden que se vaya a vivir con ellas, ya que Steven no quiere, y Espinela acepta tras darse cuenta de que la amarán incondicionalmente. Steven y sus amigas se reúnen para reconstruir Beach City y la película termina con un número musical al estilo Broadway.


Mi crítica

La película de Steven Universe tuvo bastante éxito en el momento de su estreno. Fue lanzada en DVD por Warner Home Video el 12 de noviembre de 2019, junto con el documental Behind the Curtain: The Making of Steven Universe: The Movie y el guión gráfico con comentarios.

En cuanto al apartado técnico de la película, cabe decir que es bastante superior al que vimos en la serie, algo que, por otra parte, no debe sorprender. La animación, la calidad del dibujo y el coloreado son más que notables. Se le ha querido dar un aire que recuerda a los antiguos dibujos animados de los años 30, algo que se puede ver muy claramente tanto en el opening como en el propio personaje de Espinela, quien recuerda mucho a Minnie Mouse. La música, por supuesto, juega un papel importantísimo, todavía más que en la serie. Los números musicales son muchos y muy variados, y la mayoría homenajean a las clásicas producciones de Broadway, así que si os gustan las canciones, esta película no os va a defraudar.

Sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, cuando una película tiene una factura técnica impecable, es frecuente que falle en aspectos como la historia y su desarrollo, y esto es en lo que, a mi juicio, cae Steven Universe: La película.

Vaya por delante que uno no debería hacerse demasiadas ilusiones en cuanto a la originalidad de la película. El final de la serie (que ya en su momento muchos tildaron de azucarado y poco realista) nos dejaba a Steven convenciendo a las todopoderosas Diamantes de que ser unas tiranas estaba mal y que todos sus problemas se debían a un trauma personal que él les ayudó a resolver. Sea como fuere, las Diamantes aceptaron los cambios propuestos por Steven y los asimilaron muy pronto, pero… ¿y si resulta que todas las Gemas no estaban de acuerdo con esa decisión? ¿Y si había alguna que no quería aceptar esos cambios, pues estaba convencida de que el orden antiguo era el adecuado? Hubiera sido una villana bastante interesante y su historia merecería la pena ser escuchada, ¿verdad? Pues esto no ocurre. Una vez más, se recurre a la estrategia que se ha venido haciendo a lo largo de toda la serie: Diamante Rosa ha hecho algo malo y el afectado aparece para vengarse de Steven y sus amigas. Es algo tan repetitivo que llega a aburrir.



Diamante Rosa haciendo amigos

Llama también la atención el hecho de que Steven haya logrado desmoronar el imperio milenario de las Diamantes en tan solo dos años y todo a base de risas, abrazos y amor. Fiel a su estilo, Steven solo recurre a la violencia cuando no queda otro remedio, y pese a todo prefiere resolver las cosas hablando. Sin embargo, resulta surrealista la facilidad con la que consigue convencer a tres tiranas que no dudarían ni un instante en hacer pedazos un planeta entero de que abracen el pacifismo. Es como si un hombre ataca a una mujer con intención de violarla, ella le dice “Por favor, no me violes”, y él la deja y se va diciendo “Es verdad, violar está mal. Mejor me voy a casa a replantearme la vida mientras me tomo un chocolate con churros”. Es absurdo, ¿verdad? Pues esto es lo que pasa con Steven y las Diamantes.

Otro fallo que veo en la película es la ausencia de muchos personajes, incluso cuando salen en pantalla. Personajes como Peridoto, Lapislázuli y Bismuto, con un gran potencial para ser guerreras fantásticas, apenas aparecen en pantalla. Ni siquiera en la batalla final, donde fácilmente podrían ayudar a Steven a vencer a la villana, mueven un solo dedo. Y esto no solo pasa con los personajes secundarios, sino también con los principales, como las propias Gemas de Cristal. En una película en la que ellas deberían compartir protagonismo con Steven, la mayor parte del metraje aparecen con sus recuerdos borrados y no son ellas mismas, por lo que todo el protagonismo de la película cae en Steven y en Espinela, la nueva villana.

Respecto a Espinela, decir que, aunque muchos fans la adoran con toda su alma y consideran que es lo mejor que le ha pasado a la película y toda la saga de Steven Universe, a mí me parece prescindible. Es el típico personaje que te meten por la fuerza para que te caiga bien y simpatices con ella. Un ejemplo de esto es su nula participación en los momentos en que Steven trata de devolver los recuerdos de sus tres amigas; Espinela siempre aparece como un añadido, un pegote que no debería estar y no pinta nada ahí. Además, es pesada, cargante y reclama atención a todas horas; no me extraña que al final Diamante Rosa se hubiera cansado de ella. La situación me recuerda un poco a cuando un niño crece y deja de lado sus juguetes infantiles para aceptar sus responsabilidades de adulto, solo que en este caso el juguete tenía vida propia y no pensó ni un instante en sus sentimientos. Quizá ese sea el único vestigio de simpatía que me provoca Espinela: permaneció sola y quieta durante seis mil años en un jardín con la esperanza de que su Diamante volviera a buscarla para jugar con ella, y esto no se cumplió. Es lógico que se enfureciera y quisiera pagar su dolor con alguien.

Otro detalle que me gustaría resaltar es el egoísmo de Steven. Durante toda la película, Steven está obsesionado con tener un final feliz: es su objetivo número uno. Con el imperio Diamante caído y las deudas del pasado de Cuarzo Rosa saldadas, lo que Steven ansía por encima de todo es un final feliz, y en ello pone todos sus esfuerzos, todo su empeño. Y si no consigue ese final feliz, todo habrá sido un fracaso y será culpa suya. Para conseguirlo, no duda en aprovecharse de Espinela para que retire la perforadora, y luego la deja de lado para irse con sus amigas a pesar de que conoce el trauma que sufre Espinela por haber sido abandonada y utilizada.



Huy, mira, la mascota de Rosa. ¡Adoptémosla!

Y por último, el final. Ese final edulcorado en el que las tres Diamantes vienen a la Tierra con la “firme” intención de vivir con Steven. A pesar de que la Tierra les parece un lugar horrible, como en el Planeta Natal ahora se aburren por no tener nada que hacer y les falta la distracción de Diamante Rosa, están dispuestas a renunciar a sus comodidades para estar cerca de Steven. Sin embargo, en cuanto éste les presenta a Espinela, las Diamantes ven en ella un vestigio de lo que en su día fue Diamante Rosa y en seguida le toman cariño. En otras palabras, las Diamantes veían a Diamante Rosa como su bufona y, a falta de ésta, se quedan con su juguete favorito. Al final, resulta que las Diamantes no cambiaron tanto como Steven pretendía…

Y hasta aquí mi crítica. Como podéis ver, no me ha dejado demasiado buen sabor de boca, pues para mí la serie ya tenía un buen final. Simplón, cierto, pero un buen final acorde con la historia y el público al que iba destinada. No obstante, los números musicales me han hecho apreciarla como lo que es: una continuación en clave musical de las aventuras de Steven y un anticipo perfecto de lo que será la última temporada, de la que pronto os hablaré por aquí.


Hasta entonces… ¡cuidaos mucho!

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