miércoles, 8 de abril de 2020

Steven Universe y las Gemas de Cristal IV: Cuarzo Rosa y la Guerra de las Gemas


¡Hola a todos!

Seguimos una semana más con Steven Universe y las Gemas de Cristal, esta vez con una entrada que ahondará en el trasfondo de la historia que dio origen a todos los acontecimientos que viven Steven y sus amigas a lo largo de la serie. Aquí vamos a profundizar en el pasado de Cuarzo Rosa, la madre de Steven, y su implicación en la guerra contra el Planeta Natal. No me voy a andar con rodeos: esta entrada va a ser TODO SPOILER, así que recomiendo leerla con precaución, sobre todo si no os habéis visto toda la serie (es decir, la serie principal, la película y la serie epílogo Steven Universe Future).

No me entretengo más, así que… ¡empezamos!



La Gran Autoridad del Diamante




Hace 5.500 años, el Planeta Natal estaba muy lejos de ser un lugar hermoso y perfecto. Lideradas por la poderosa Gran Autoridad del Diamante, la sociedad Gema había dedicado todos sus esfuerzos a crear nuevos individuos explotando los recursos naturales del Planeta Natal. Pero esta maniobra era tan invasiva y destructora que el planeta quedó prácticamente inservible para el propósito de crear Gemas en masa. Por esta razón, las Diamantes decidieron recurrir a la colonización de otros planetas. Con sus ejércitos de Cuarzos, Rubíes y Nefritas, las Diamantes llevaron a cabo una labor de colonización de tal envergadura que fueron pocos los planetas que escaparon de su control, y todos esos planetas sufrieron el mismo destino que el Planeta Natal. Concebidos como incubadoras de Gemas, sus recursos naturales fueron explotados hasta las últimas consecuencias y quedaron convertidos en cascarones vacíos sin el menor atisbo de vida.

En el Planeta Natal, la vida transcurría en perfecto orden gracias al férreo sistema de castas impuesto, en el que cada Gema era creada para un único propósito. De todas las Gemas, las cuatro Diamantes eran las más puras y perfectas, tan radiantes e inalcanzables que todos temblaban de miedo y emoción ante su mera presencia. La Gran Autoridad del Diamante tenía el control absoluto sobre todas las Gemas, tanto de las del Planeta Natal como de las nacidas en otras colonias. Asimismo, cada Diamante dominaba colonias específicas y se aseguraba de que tuvieran éxito. De las cuatro grandes matriarcas, Diamante Blanco era la más importante y poderosa, pues estaba considerada la Gema perfecta; por eso, tenía control sobre un mayor número de colonias. La seguían muy de cerca la estricta Diamante Amarillo y la elegante Diamante Azul, también dueñas de un buen número de colonias. En el puesto más bajo dentro de esta realeza se encontraba Diamante Rosa, quien todavía no poseía ninguna colonia.

Pese a formar parte de la prestigiosa élite del Planeta Natal, Diamante Rosa no parecía estar a la altura de su posición ni se comportaba como se esperaba de ella. De carácter infantil, caprichoso y temperamental, exigía una y otra vez que se le concediera una colonia, pero las otras tres Diamantes no le hicieron caso, pues sabían de sobra que Diamante Rosa era demasiado inmadura como para hacerse cargo de las responsabilidades que acarreaba una colonización. Tampoco ayudaban mucho sus constantes berrinches, capaces de causar ondas expansivas de tal fuerza que destruían todo lo que tocaban; de hecho, en una de sus pataletas por no poder tener una colonia propia, Diamante Rosa llegó a golpear con una onda a su propia Perla, que le fue retirada de inmediato por su falta de disciplina. Para mantener entretenida a Diamante Rosa, las Diamantes le regalaron una Espinela a modo de juguete con la que pasaba horas y horas jugando en sus jardines privados, lejos de cualquier obligación. Esperaban así que Diamante Rosa se olvidara de lo que consideraban un simple capricho, pero no fue así.

Un buen día, mientras jugaba con su Espinela en el jardín, Diamante Rosa recibió por fin la noticia que tanto tiempo llevaba esperando oír: le iban a conceder su primera colonia.



La rebelión de Cuarzo Rosa




El planeta que Amarillo y Azul le habían otorgado a Diamante Rosa fue la Tierra, un pequeño y pacífico planeta del sistema solar que, en principio, no debería resultarle difícil de colonizar. Emocionada por la novedad, Diamante Rosa abandonó a su Espinela y dio inicio a la colonización, comenzando el mismo procedimiento que se había empleado en las otras colonias. Se le asignaron tropas y taladros perforadores para crear las primeras guarderías de Gemas, y además contaba con la ayuda de su nueva Perla, que la acompañaba e instruía en los entresijos de la colonización. Pasado un tiempo, empezaron a surgir las primeras soldados Cuarzo y Amatista, que tenían como misión ser las guerreras y la mano de obra de su poderosa Diamante.

Sin embargo, aunque todas las Gemas tenían bien claro desde su nacimiento a qué clase pertenecían y para qué estaban hechas, hubo una que se diferenció de las demás. Esta fue Cuarzo Rosa. Pese a que estaba destinada a ser una soldado a las órdenes de Diamante Rosa, Cuarzo Rosa empezó a sentir una gran curiosidad por el planeta en el que había nacido. Se dio cuenta de la multitud de formas de vida que había, de lo hermosa que era la naturaleza y lo fascinantes que eran todas las criaturas vivientes, sobre todo los seres humanos, con quienes quedó fascinada debido a la gran libertad que poseían, muy diferente a la sociedad de las Gemas. Esta experiencia le hizo darse cuenta de lo destructiva que era la colonización, pues estaba reduciendo a la nada a aquel vergel vibrante de vida, luz y color.

Fue por eso por lo que tomó una decisión inaudita: hablar con Diamante Rosa y pedirle que parara la colonización.

La petición de Cuarzo Rosa fue tomada por su Diamante como si se tratara de algo muy gracioso. Se burló de Cuarzo Rosa y la conminó a volver al trabajo, mostrándose como una tirana a la que no le importaba lo que le ocurriera a la Tierra. Humillada y furiosa, Cuarzo Rosa juró que las cosas no se quedarían así. Dispuesta a cambiar la situación, habló con las Gemas nacidas en la Tierra y las animó a rebelarse contra su reina. Todas las Gemas nacían con un propósito en la vida, pero Rosa les ofrecía algo muy diferente: la libertad de poder elegir lo que querían ser. Entre aquellas que se le unieron, destacaba una poderosa Bismuto cansada de servir a las Diamantes y una Granate nacida a partir de la fusión de dos Gemas diferentes. Llegó incluso a convencer a una Perla, que se unió al grupo de rebelión, conocido por el nombre de las Gemas de Cristal.

Empezó así la peor pesadilla de Diamante Rosa. El carisma de Cuarzo Rosa era tal que empezó a cosechar muchas simpatías entre las Gemas, y su pequeño grupo de rebeldes pronto empezó a crecer. Pidió ayuda a las otras Diamantes, pero éstas le dijeron que debía tomar las riendas de su propia colonia si quería que la respetaran. Envió a sus ejércitos para aplastar la rebelión, desatando así una guerra que se prolongaría muchos años y que resultó muy dañina tanto para un bando como para el otro. Las otras Diamantes se dieron cuenta de que el problema de la rebelión se estaba escapando a su control y enviaron más tropas para ayudar a las de Diamante Rosa. Para acabar de una vez con el conflicto, Cuarzo Rosa decidió acabar de una vez por todas con Diamante Rosa. En plena batalla, delante de infinidad de testigos, se plantó ante el palanquín de Diamante Rosa y le exigió que saliera; y en cuanto esta lo hizo, Rosa la atravesó con su espada y la hizo añicos.

Fue algo inaudito. Era la primera vez en la historia que una Diamante era destruida por otra Gema, y más una cuyo propósito era obedecerla. El acto perpetrado por Cuarzo Rosa sobrepasó todos los límites: fue una auténtica abominación. Las otras tres Diamantes, furiosas por lo ocurrido, tomaron cartas en el asunto y unieron sus fuerzas para enviar un rayo destructor a la Tierra con el objeto de destruir a todas las Gemas rebeldes; Cuarzo Rosa apenas tuvo tiempo para desplegar su escudo y proteger a Perla y a Granate, pues el resto de Gemas de Cristal perecieron en este último ataque. Los fragmentos de las Gemas caídas serían forzados a fusionarse en un conglomerado de monstruos corruptos conocidos como la Mutación, que se gestó durante miles de años en el centro de la Tierra. Las Gemas que quedaron intactas fueron corrompidas por el rayo de las Diamantes como castigo por su rebeldía y, aunque Rosa intentó por todos los medios salvarlas con sus lágrimas curativas, sus esfuerzos fueron en vano.



La evolución de Cuarzo Rosa




Una vez finalizada la guerra, Cuarzo Rosa y sus compañeras se dedicaron a buscar Gemas corruptas por toda la Tierra para meterlas en burbujas y acabar con su amenaza. Fue por esta época cuando conocieron a Amatista, que emergió de su agujero mucho después de que terminara la guerra y así consiguió salvarse de la corrupción; al no tener a nadie más en el mundo, Amatista se unió a las Gemas de Cristal. Las cuatro construyeron un templo en un lugar junto al océano donde vivirían durante miles de años.

En este tiempo, Cuarzo Rosa tuvo la oportunidad de relacionarse con multitud de formas de vida, incluyendo una manada de leones que la seguían a todas partes. Descubrió también que sus poderes tenían más alcance del que imaginaba, llegando incluso a poder resucitar a los muertos. También descubrió lo que era el amor. Entre los muchos humanos con los que tuvo una relación, hubo uno que supo captar su atención y tomarla en serio: Greg Universe, un joven guitarrista aspirante a ser una estrella del rock. Fue tal el grado de amor que alcanzaron que Rosa, viendo que la amenaza Diamante estaba bastante lejos, tomó la decisión de concebir un hijo con Greg, un híbrido mitad humano y mitad Gema. Aun sabiendo que le costaría su propia existencia, Rosa siguió adelante y dio a luz a Steven, quien heredó su gema y sus poderes.



La verdadera historia




Hasta ahora os he contado la historia oficial, la versión de los hechos que todos daban por cierta. Pero a lo largo de la serie hemos podido comprobar que había muchos cabos sueltos, muchos callejones que no llevaban a ninguna parte y aspectos que costaba entender. ¿Cómo era posible que una Cuarzo Rosa fuese tan poderosa? ¿Cómo logró acercarse a Diamante Rosa, quien se suponía que debía estar escoltada por decenas de Amatistas que debían protegerla? ¿Dónde estaba su Perla, cuyo deber era permanecer a su lado pasara lo que pasase? Y finalmente, ¿cómo fue capaz no solo de arrebatarle la forma física a Diamante Rosa, sino también romper su gema y hacerla pedazos?

La respuesta es una simple mentira.

Volvamos a la época en la que Diamante Rosa, tras muchos berrinches y exigencias, por fin consiguió un planeta para colonizar. A pesar de su entusiasmo inicial, la multitud de responsabilidades y tareas de las que tenía que ocuparse pronto la cansaron. Aburrida, Diamante Rosa solo se animó cuando Perla le anunció que las primeras soldados Amatista estaban a punto de emerger. Sin embargo, por su posición como Diamante no podía reunirse con las Amatistas para conocerlas en persona; viendo su tristeza, Perla le propuso que cambiara de forma y adoptara el aspecto de una Cuarzo Rosa para pasar desapercibida. Ni corta ni perezosa, Diamante Rosa se transformó en Cuarzo Rosa y junto a Perla tomó un transportador hacia la guardería.

La curiosidad de Diamante Rosa hizo que no se conformara solo con ver la guardería. Junto a Perla, recorrió varios campos y parajes vírgenes, admirándose de las maravillas que había en aquel planeta. Y fue así como se dio cuenta de una verdad terrible: si su invasión llegaba a término y la colonia se completaba, todas aquellas formas de vida quedarían reducidas a la nada. Y eso era algo que no quería.




Resulta curioso que alguien tan caprichoso e inmaduro como Diamante Rosa se preocupase por el destino de otras criaturas, pero lo cierto es que fue así. Su curiosidad, que traía de cabeza a sus hermanas Diamantes, la llevó a sentir simpatía por todo tipo de formas de vida. Al no ser demasiado consciente de su alta posición como Diamante, se comportaba con otras Gemas como si fueran sus iguales, como hizo con sus Perlas y los Guijarros, los pequeños ayudantes que se escondían en su habitación. Estos actos espontáneos enervaban a las otras Diamantes, que no entendían la actitud de Diamante Rosa. Trataron de corregir su comportamiento encerrándola para que pensara en su mala actitud y haciéndola llorar, pero con eso solo consiguieron hacer que Diamante Rosa se sintiera rara y miserable. Esto hizo que, a la larga, Diamante Rosa deseara con todas sus fuerzas escapar de la rigidez de la corte Diamante y ser libre de expresarse y elegir la vida que quería llevar.

El deseo de preservar la vida en la Tierra fue lo que la llevó a hablar con las Diamantes para pedirles que no la obligaran a completar la colonia. Fingió que no podía controlar los ataques de las Gemas rebeldes, que había demasiados orgánicos… y cuando esos argumentos no funcionaron, pidió que tuvieran compasión por los seres vivos que había en la Tierra. Como una manera de compensarla, las Diamantes tomaron a un puñado de humanos y fundaron un zoológico, pero eso no era lo que quería Diamante Rosa. Al final, viendo que nada de lo que dijera sería tomado en serio, tomó una decisión radical: convertirse en la líder de la rebelión por la libertad de la Tierra. Si no podía hacerse oír como Diamante, la escucharían como Cuarzo Rosa.

A partir de entonces, Diamante Rosa tuvo que alternar durante un tiempo sus dos personalidades, hasta que se dio cuenta de que aquello tenía que terminar. La guerra estaba durando demasiado y había muchísimas bajas. Las Diamantes enviaban cada vez más tropas para aniquilar a las Gemas de Cristal y proteger a Diamante Rosa, y ésta comprendió que aquello solo podía terminar con su destrucción. Convenció a Perla para que la ayudara a montar una farsa en la que simularían su propia muerte. Usando un puñado de tierra sometido a presión, Diamante Rosa creó varios fragmentos de diamante y se los tragó. Perla debería adoptar la forma de Cuarzo Rosa y, con su espada, romper su forma física y quedarse con la gema original; los pedazos de diamante darían la impresión de que Diamante Rosa habría sido hecha añicos. El plan se llevó a cabo tal como lo habían pensado y funcionó, pero el rumbo de los acontecimientos se precipitó.




La destrucción de una Gema se considera como algo muy serio, incluso dentro de la propia sociedad Gema. Ni siquiera las Diamantes, auténticas genocidas y destructoras de vida, se habían atrevido nunca a destruir por completo una Gema, sino simplemente a quitarle su forma física, dándole la oportunidad de regenerarse. Por eso, la “muerte” de Diamante Rosa resultó tan traumática. No solo era la primera vez que se quebraba una Gema hasta su total destrucción, sino que además se trataba de una Diamante. El crimen de Cuarzo Rosa excedía todos los límites: era algo que no se podía perdonar. Por lo tanto, las tres Diamantes restantes decidieron arrasar de una vez por todas a las Gemas de Cristal y hasta el propio planeta Tierra, que había causado la pérdida de Diamante Rosa.

Es complicado saber si Cuarzo Rosa sospechaba lo que iban a hacer las Diamantes, pero poco pudo hacer para evitar el poder destructor de sus hermanas. Logró, eso sí, desplegar su escudo para proteger a Perla y a Granate, las únicas Gemas de Cristal que la acompañaban en el momento del ataque; todas las demás fueron corrompidas por el rayo de las Diamantes. Gracias al escudo de Rosa, la Tierra se salvó de la destrucción total, pero tampoco quedó totalmente ilesa. Muchos de los fragmentos de Gemas que fueron tocados por las Diamantes quedaron alojados en el centro del planeta, formando un conglomerado obligado a fusionarse y constituyendo, por lo tanto, una gran amenaza para la seguridad de la Tierra.

Esta es la verdadera historia de la llegada de las Gemas a la Tierra, el origen de la rebelión y la desaparición de Diamante Rosa. Muchos años más tarde, el Planeta Natal volvería a tratar de tomar contacto con la Tierra para comprobar el estado de este conglomerado de gemas conocido como Mutación. Curiosamente, no se sabía que las Gemas de Cristal seguían vivas, y no son pocas las Gemas del Planeta Natal que todavía sienten deseos de vengar la muerte de Cuarzo Rosa.

Pero todo eso lo veremos a lo largo de la serie, ^^


Y hasta aquí por hoy, amigos. Nos vemos en la siguiente entrega de este monográfico, que estará dedicado por entero a la película de Steven Universe. ¡Nos vemos!

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