¡Hola a todos!
Siguiendo con mi temática de lo oscuro y tenebroso, en los próximos días os voy a traer unos relatos cortos pertenecientes a mi colección Las Siete Doncellas. Os traeré dos por semana, porque son tan cortitos que se leen en un suspiro. Espero sinceramente que os gusten y que comentéis si os apetece.
¡Seguid disfrutando de este mes oscuro y terrorífico!
En el cementerio de tu ciudad, de
cualquier ciudad, hay alguien que aguarda tu visita. Atraviesa sus puertas por
la noche y pregunta a la primera persona que veas dónde puedes encontrar a la Doncella. Puede
que al principio se sorprenda y niegue conocer a ninguna doncella, pero has de
insistir hasta tres veces. Su mirada se ensombrecerá y, sin mediar más palabra,
señalará con el dedo un punto en la lejanía. De ti depende seguir adelante o
no.
Más allá de las tumbas ordinarias
se halla una sepultura separada del resto. La distinguirás fácilmente, no has
de preocuparte por eso. A los pies de dicha sepultura encontrarás a la Doncella arrodillada.
Lleva un vestido negro que parece sacado de otra época, con encajes y puntillas
de un gusto exquisito. Su larga melena cae por su espalda como un manto de
oscuridad. Si te acercas un poco más, verás insectos correteando entre los
pliegues de su vestido y arañas tejiendo finísimos hilos de seda en sus
cabellos.
Si quieres puedes hacerle
preguntas, pero no esperes respuesta alguna. Cada vez que le hagas una
pregunta, ella colocará una flor sobre el sepulcro, pero sus labios
permanecerán sellados. Entonces, de manera inconsciente, harás la única
pregunta que no debes formular en voz alta.
-¿Por qué lloras?
-Porque nadie lo hará por mí.
Lentamente se dará la vuelta para
mirarte, pero tú ya no deberías estar ahí. Si tuvieras un mínimo de sentido
común, te habrías marchado antes de oír la respuesta maldita. Porque en cuanto
ella se vuelva y te mire a los ojos, estarás perdido. Así que sal del
cementerio y corre. Corre hasta que tus piernas no den más de sí. Corre hasta
que te abandone el aliento. No vuelvas la vista atrás en ningún momento. No
intentes volver a buscarla. Si tienes suerte, ella no te encontrará.
Pocos son los que tienen suerte.
y si le hicieras otra pregunta que no fuera la de llorar, seguiría colocando flores?? y cuando se le acabara el "ramo". De todas maneras, si quieres probamos a ir el dia de difuntos al cementerio y le preguntamos a l gente del pueblo por la doncella, seguro que algun personaje te dice que si, que está en tal sitio y que era la hija de tal y cual. ¿te apuestas algo??? jeje
ResponderEliminarA parte de la broma, es quela doncella está condenada?????
Se supone que tiene que causar perturbación, por lo extraña que resulta su figura y sus actos. Yo si me encuentro a una mujer así en un cementerio, salgo de allí cagando leches, como diría el poeta.
EliminarLas Doncellas son criaturas de otro tiempo y lugar, extrañas e inmortales. Las cosas que dicen y hacen sólo tienen sentido para aquellos que sepan comprenderlas. Ahora que, si tú quieres buscar a alguna de ellas, es tu responsabilidad, XD!!!