domingo, 4 de mayo de 2014

¿Escritores famosos... o famosos escritores?


Este ha sido el primer año que he faltado a una tradición.

El pasado día 23 de abril se celebró el día de San Jorge o, para los culturetas como yo, el Día del Libro. Una de mis costumbres particulares ha sido siempre la de comprar un libro en ese día que para mí es tan especial, no solo por mi deseo de ser escritora, sino porque los libros son los primeros amigos que tuve en mi vida.

Desde que era una niña, todo el que me estuviera buscando me encontraba leyendo un libro. Me sentaba en el sillón con un grueso montón de libros de cuentos, cómics de Mortadelo y Filemón, e incluso agarraba algún tomo de la enciclopedia para leer las vidas de los personajes que salían en las fotos y retratos. Al contrario que para algunos de mis compañeros, para mí leer nunca ha sido un suplicio. Los libros me encantaban (y me encantan), y me llevaba un buen montón para casa de la biblioteca del instituto. Los profesores de guardia de la biblioteca me saludaban con alegría cada día cuando entraba en la biblioteca a pasar el recreo, cosa que he hecho a lo largo de toda mi estadía en el instituto.

Y, por supuesto, el Día del Libro para mí era sagrado. Aunque he comprado muchos libros a lo largo de mi vida (y ahora he tenido que parar de hacerlo por cuestiones de espacio), durante el Día del Libro tenía que comprar uno sí o sí. Era algo superior a mis fuerzas. Ya fuese en una librería o en un mercadillo, había que comprar un libro por decreto ley. Tan fuerte es el poder de la palabra escrita para una persona ávida de conocimiento, aventuras y emociones como yo.

Sin embargo, este año no lo he hecho.

Aunque uno de los motivos para no hacerlo fue la cuestión de horario, pues coincidió en un día en el que tenía clase por la mañana y por la tarde, lo cierto es que tampoco sentí ganas de comprar ningún libro. No había ninguno que llamara mi atención, bien porque tenía una temática que ya he leído infinidad de veces, bien porque no me interesaba para nada. Sin embargo, tuve tiempo de observar con mayor detenimiento un fenómeno que lleva un tiempo dándose entre nosotros y del que, estoy segura, todos habéis os fijado alguna que otra vez: Los famosos que se meten a escritores.

Sí, amigos. Los protagonistas de la prensa rosa que amenizan nuestras tardes (y noches) con el relato de sus amoríos, bodorrios y miserias varias, llegan a un punto en el que deciden que tienen que escribir un libro. Algunos redactan memorias, otros escriben novelas de ficción, otros se decantan por los consejos culinarios o de salud, y hasta los hay que se meten a escribir cuentos para niños. Toda una explosión de fiebre creadora. Además, para no dejar dudas acerca de su erudición, aparecen fotografiados junto al gordo y lustroso producto de su materia gris.

Entre los nuevos "talentos" de la literatura que podemos encontrar en nuestras librerías estarían políticos como José María Aznar, Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, cada uno ofreciendo sus memorias particulares durante su paso por el gobierno de este país. Encontraríamos también a artistas del mundo del espectáculo, como Isabel Pantoja, Jessica Alba, Ana Obregón, Mario Vaquerizo e incluso Madonna. No se libran tampoco los que tienen relación con algunas Casas Reales, tal es el caso de Sarah Ferguson o Pippa Middleton. Deportistas como Gemma Mengual o Arantxa Sánchez Vicario. Cómicos de la talla de el Gran Wyoming o Dani Mateo hacen sus aportaciones al género. Presentadores como Adriana Abenia o Christian Gálvez debutan como escritores como novelistas de ficción. Cantantes como David Bisbal y Kylie Minogue, o toreros como el Cordobés también engrosan las estanterías con sus respectivos libros. Y no nos olvidemos de los incalificables: Belén Esteban, Carmen Bazán, Julián Contreras Jr. o la mismísima Ana Botella son capaces de vender más libros que el recién y tristemente desaparecido Gabriel García Márquez. Que San Isidoro de Sevilla nos pille confesados.

Ante semejante panorama, una se pregunta seriamente qué está pasando en el mundo editorial. ¿A estos extremos hemos llegado? ¿Tan escasos andan de talentos literarios que tienen que recurrir a los famosos para poder vender libros? Y lo peor viene cuando, haciendo un pequeño cuestionario, descubres que la gente se sabe antes el título del libro de la Esteban que el de la obra cumbre de Dante Alighieri. Es triste y descorazonador a partes iguales, pero es la realidad con la que tenemos que vivir hoy en día.

Obviamente, no nos vamos a engañar: La inmensa mayoría de ellos no ha escrito ni una sola palabra del libro con el que posan con aire tan intelectual y despreocupado. La figura del escritor de encargo, o "negro" para los amigos, aparece continuamente ligada a estos personajes. Su trabajo consiste en escuchar al sujeto con inquietudes literarias y elaborar el contenido de manera que resulte atractivo a los futuros lectores. En pocas palabras, que escriben el libro pero el que lo firma es otro. Eso sí, como hoy en día la figura del "negro" no está muy bien vista, hay que hacer algo. Si hay que echar mano del "negro", al menos que sea uno con cierto predicamento y/o prestigio, como Boris Izaguirre, Vicente Gallart o Miguel Ángel Ordóñez serían los más sonados, ya que han dado forma a las historias de Belén Esteban, Naty Abascal y Julián Muñoz respectivamente.

Aquí os dejo una pequeña lista de los portentos literarios que podéis encontrar:

-Los autobiográficos: Como su propio nombre indica, son los que han decidido honrar a los lectores con un relato pormenorizado de sus vidas, obras y milagros. Llegados a una edad (a veces más joven que tú), parece ser que los famosos sienten un deseo irresistible de poner por escrito sus memorias, pensando quizá que los demás tenemos ganas de leer sus miserias. Destacan por ser escandalosamente parciales y autocomplacientes. Se creen dueños de la verdad absoluta, cuando no ofrecen más que una de las muchas versiones de su historia que circulan por los mentideros más conocidos del país. En este apartado se englobarían los políticos José María Aznar y Zapatero, Ana Obregón, el Cordobés e Isabel Sartorius.

-Los cuentacuentos: Famosetes que escriben cuentos para niños con la misma facilidad con la que contestan a un mensaje en Facebook. Se inventan una trama absurda protagonizada por niños o por personajes animados, le añaden una moraleja estúpida y ¡alehop! ya tenemos una nueva aportación a la literatura infantil. El grupo de los cuentacuentos está poblado en su mayoría por mujeres pertenecientes a mundos muy variados. Podemos encontrar a Madonna, Kylie Minogue, la ex spice Geri Halliwell e incluso Ana Botella.

-Los cocinillas: Aquí se engloban básicamente los que se meten a escritores para enseñarle al mundo entero sus dotes culinarias. No hablo de los chefs profesionales, que esos al menos tienen idea de algo, sino de los famosos que, porque saben hacer un pollo al horno se creen que son merecedores de una estrella Michelín. Se añade un plus de calidad si, además de recetas de cocina, se atreven a dar consejos sobre dietas más o menos saludables, pues algunos se creen un poco por encima del resto de los mortales y les parece que todos estamos ansiosos de que vengan a cambiarnos la vida para mejor. Son famosos los recetarios de Isabel Pantoja, Gwyneth Paltrow, los cocineros de Masterchef, Mariló Montero o los protagonistas de Aída.

-Los que se confiesan: Parecidos a los autobiográficos, pero con tendencia al desahogo personal. Como si estuviéramos en plena sesión de confesionario, estos famosos se sientan para hablar de sus vidas privadas, que todos hemos visto ya mil veces en revistas y programas del corazón. Digo yo que lo próximo será sacar el DVD con la entrevista y los extras para la versión extendida en formato coleccionista. Curiosamente, suelen ser los personajes que más libros venden gracias a la difusión mediática que reciben. Aquí encontraríamos a literatos de la talla de Belén Esteban, Carmen Bazán, Gemma Mengual o Anna Tarrés, entre otros.

-Los que te dan consejos: Grandes cerebros pensantes los de estos personajes educados principalmente en la universidad de la vida, que están de vuelta de todo sin haber ido y que casi pretenden equipararse a intelectuales de pro. Sus libros son básicamente sus opiniones sobre la vida y cómo cambiarla a mejor, ya sea con filosofía o con cambios físicos (libros de belleza). Encontramos en este apartado a Vicky Martín Berrocal, Pippa Middleton (hermana de Kate Middleton), Victoria Beckham y Cristina Tárrega.

-Los novelistas: Aquí englobaríamos a los autores que se animan a crear sus propios mundos de Yupi y nos ofrecen unas novelas con las que pretenden llenar al lector de intriga y expectación, cuando en realidad se trata de historias normalitas, un poco mejor narradas que las de los anteriores escritores, pero con una calidad que no pasa del aprobado. Algunos utilizan este medio como terapia para desestresarse o para liberar inquietudes internas. Producto pasable del que muy bien podríamos prescindir. Entran en el campo de los novelistas los presentadores Sandra Barneda, Christian Gálvez, Jorge Javier Vázquez y Adriana Abenia.

Espectáculo realmente desolador el que tengo que contemplar cada vez que entro en una librería. Resoplidos de hastío se me escapan cada vez que Christian Gálvez presenta su libro en su programa de televisión, o que se le dé un bombo impresionante a novelas que, con el nombre de otra persona, jamás llegarían a nuestras manos.

Visto lo visto, me parece que voy a tardar muuuucho tiempo en volver a comprar un libro que realmente me llame la atención.

13 comentarios:

  1. Enorme entrada, Laura. Suscribo todo lo que escribes y me parece muy acertada la clasificación, y además me troncho (pese a todo), como siempre, con tu particular estilo.

    La verdad es que es bastante triste, pues, si ya de por sí "el libro" en sí está devaluado y es un sector en crisis, y cada vez los escritores tienen (tenéis) menos lugares por donde respirar, pues clama al cielo que ahora todo el mundo escriba uno, sea periodista, politicastro, deportista o lumi. Es la moda de ahora. Ya había famosos que me caían mal de antes de que publicaran novelas, como Maxim Huerta, Christian Gálvez o Jorge Javier, pero es que esta tendencia ha provocado que profesionales que antes me caían bien y por apuntarse a esta moda literaria me causen recelos, como Mónica Carrillo, presentadora de las noticias de Antena 3 (ya también novelista).

    En fin...¿cambiará algún día esta tendencia? Llámame antiguo pero me sigo refugiando en los clásicos, con pocas excepciones actuales.

    Me ha gustado mucho. Un beso!!! :)

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    1. ¡Muchas gracias! Como siempre, me alegra aportar un poco de humor a la gente que me lee. Y, aunque el caso que expongo no es para reírse, creo que es mucho más sano reír por no llorar o cabrearse. Madre mía...

      El caso del libro en la actualidad es un poco extraño, porque tiene una extraña dualidad. Por un lado, ver a alguien leyendo un libro lo encasilla directamente como intelectual y culto (me gustaría saber cómo son de cultos los que consideran como autores insuperables a Dan Brown o a R.L. James); por otro, se podría pensar que el libro no vale nada porque cualquiera puede meterse a escritor y venga a ganar dinero. Eso es lo que realmente me indigna. Para mí, un libro debería ser considerado un tesoro, y que los más vendidos sean estos bodrios me hace salir úlceras en el estómago. Mientras tanto, por ahí hay personas con auténticas almas de escritor, que se pasan años luchando con las ideas, que se esfuerzan por ponerlas por escrito para terminar, en la mayoría de los casos, siendo rechazados por editoriales que prefieren dar primacía al famoso de turno.

      Como tú, a veces me siento un poco "antigua" en ese sentido. En mi caso, prefiero mil veces gastarme el dinero en las obras completas de Petrarca antes que en cualquiera de estos mindundis. A mí no me pillan por ahí.

      Gracias por comentar!! Un besazo!!

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  2. Magnífica entrada, tienes toda la razón del mundo. Pero lo que mas duele a mi entender no es eso, sino que encima en la librería te ponen el grimorio de la Esteban al lado de las obras completas de por ejemplo, Julio Verne. ¡Blasfemia! En fin, así va el mundo...

    Yo este Día del Libro, arramblé con un libro de relatos cortos de Lovecraft (para horror cósmico mejor Cthulhu que la los famosetes) y un par de libros de ilustrados de la editorial Osprey sobre la Primera Guerra Mundial. Si tan asqueada estás con algunos productos literarios de hoy en en día, te recomiendo novelas históricas de aventuras como las de Patrick O'Brian (llevadas a la pantalla en Master & Commander), las movidas de fantasía de R. E. Howard (Conan, Solomon Kane...) o sino cómics tirando un poco eruditos pero geniales, como The Watchmen, V for Vendetta, Maus, Pasajeros de Viento (obra maestra de Bourgeon, un crack de las movidas históricas), El Mercenario (preciosos dibujos de Vicente Segrelles) o si estas de un humor mas cafre, te recomiendo los saga de cómics de Kick Ass (Hit Girl y Arya Stark podrían ser hermanas, jejeje...).

    Aunque sabiendo que eres una gran lectora con un corazón bien friki, creo que posiblemente te habrás leído por lo menos la mitad de lo que te he recomendado. aunque con aportar un titulo nuevo para ti me conformo.

    Saludos y espero que por fin encuentres algo rapiñable en las librerías.

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    1. Gracias por pasarte por aquí, Mordred! Y sí, es una blasfemia lo de toparse a Belén Esteban a la altura de los clásicos. Espero que no llegue el día en que en el instituto les manden leer a los chavales las obras de estas mentes preclaras que ahora nos acosan. Crucemos los dedos.

      Me gustan mucho todas tus recomendaciones, y aciertas al decir que ya he leído unas cuántas, ^^*. Me han recomendado encarecidamente las de Patrick O'Brian, aunque las tengo pendientes. Probablemente algún día acabaré comprándome alguna. Las sagas de Conan y Red Sonja también me han gustado, aunque los cómics me gustan mucho más. Y considero que Maus es una de las mejores obras jamás escritas y dibujadas (no en vano, ganó el premio Pulitzer). Me llama la atención el de Pasajeros de Viento, creo que le daré una oportunidad.

      En fin, seguiré con mis andanzas por las librerías del país para ver si encuentro algo digno de ser leído. ¡Gracias por tu aportación y espero que disfrutes de Cthulhu!

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  3. ¡Uf! En realidad no se trata de que no haya talentos literarios nuevos a los que encumbrar. El problema es que a esos nuevos talentos literarios no los conoce nadie. Y como no los conoce, hay que hacer trabajo de marketing y publicidad para venderos. Y con la crisis que hay, ¿para qué gastarse el dinero en publicitar a un nuevo autor, si a Fulanito de Tal ya lo conoce todo el mundo y el libro se vende solo?
    "Pero oiga", podríamos objetar nosotros, los noveles en busca de una oportunidad. "Esos personajillos no son escritores, todo el mundo sabe que las obras se las escribe un negro; fíjense en lo que pasó con Ana Rosa Quintana. ¿De verdad creen que la gente se traga que Belén Esteban o Boris Izaguirre escriben sus libros? ¡Dennos una oportunidad a nosotros! ¡Nuestro libro podría ser el próximo gran bestseller!".
    Y los editores con contestarían:
    "Tal vez. Igual su novela es el nuevo pelotazo que el mundo anda esperando. Pero, ¿y si no lo es? Porque, reconózcanlo, es una posibilidad entre un millón. En cambio, Fulanito de Tal y Menganita de Cual son un éxito de ventas casi seguro, porque las marujas los conocen y tienen curiosidad morbosa por saber de sus miserias. ¿Para qué vamos a arriesgar nuestro capital, en una época en la que la gente cada vez compra menos libros porque tiene menos dinero, en promocionarle a usted, cuando usted no es una apuesta segura y los famosillos sí?".
    Y, en definitiva, esa es la mierda en la que estamos sumergidos la sociedad en general y los escritores desconocidos en particular. Hay crisis economica y las editoriales no arriesgan una mierda. Sobre todo en lengua castellana, cuando es relativamente difícil vender los derechos de publicación a otros países, mientras que si compran novelas ya exitosas del mercado anglosajón les basta traducirlas y venderlas como otro valor razonablemente seguro, con la etiquetita de "más de 300.000 ejemplares vendidos en EEUU". Y así estamos.

    Dicho esto, te propongo una cosa: dime qué géneros literarios te gustan más y te recomendaré, si lo deseas, novelas de esos géneros que a mí me han gustado. Ya sabrás que soy una lectora bastante exigente en cuanto a calidad de la historia, personajes y coherencia de las tramas, de modo que al menos en eso no te quedarás decepcionada ;-)

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    1. Lo has plasmado a la perfección, Estelwen. Seguramente ese diálogo se daría con facilidad entre un novel y un editor cualquiera. Visto lo visto, es de suponer que a las editoriales en realidad no les interesa promocionar buenos libros de autores desconocidos, sino publicar libros malísimos de gente archiconocida. Poderoso caballero es Don Dinero.

      En cuanto a mis géneros favoritos, me gustan mucho la fantasía épica (aunque se encuadra más para un público juvenil y las tramas se repiten bastante, es una pena) y las novelas históricas, sobre todo aquellas ambientadas en la Edad Media o en el Renacimiento. También me gustan mucho las de Terry Pratchet o Christopher Moore, porque sus novelas son muy disparatadas y entretenidas. La novela negra me deja bastante fría y la romántica me aburre porque es muy repetitiva. ¿Te he dado alguna pista?

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    2. Quizá deba ser un poco más específica, porque a lo mejor te hago un lío.

      -Fantasía épica: Tolkien y Martin están más que leídos, pero ese tipo de historias me gustan muchísimo.

      -Novela distópica: Estilo "Los Juegos del Hambre" pero sin triángulo amoroso, por favor. No necesito más pasteleo.

      -Novela histórica: Un poco complicado porque no todas me gustan. Me tiran bastante las de los Borgia (las he leído casi todas, jeje), las de Boudica, o las de reinas tipo Juana la Loca o Catalina de Aragón. También he leído sobre Ci Xi, la última emperatriz de china.

      -Novela juvenil: Lo que me gustaría leer sobre temática juvenil es muy distinto de lo que hay en realidad. Me gustaría leer algo sobre problemas adolescentes "lógicos". Es decir, más estilo Skins y menos Física o Química.

      -Los clásicos de toda la vida no me disgustan, ^^*

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    3. Fantasía épica: "El Ciclo de la Puerta de la Muerte" (heptalogía), "Crónica del Asesino de Reyes" (trilogía, sólo hay dos libros), Trilogía Abhorsen (es buenísima, pero igual tienes que pillarla por Amazon porque es difícil de encontrar en librerías), cualquier novela de Brandon Sanderson (este tío es magistral, todo lo que escribe me ha gustado).

      Novela distópica: "La huida" de Emma Pass no está nada mal, no tiene triángulo amoroso y encima es una única novela autoconclusiva.

      Novela histórica: "La Princesa de Éboli" de Almudena de Arteaga, "El último Catón" de Matilde Asensi, y de momento me estoy leyendo una llamada "El sueño de Justiniano" de Salvador Felip, que aún no he terminado pero que me está gustando bastante. A mi señor esposo, de la históricas, le han encantado las del Capitán Alatriste.

      De temática juvenil sobre problemas adolescentes y ese rollo no te puedo ayudar mucho porque es un género que nunca me ha gustado demasiado.

      Espero ayudarte un poco ^^

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    4. Salvo la "Crónica del Asesino de Reyes", que he leído y no me ha entusiasmado gran cosa, las demás de fantasía me llaman mucho la atención. Y me apunto la distópica, que esa puede que sea lo que estoy buscando. En cuanto a la histórica, espero encontrar entre esos títulos algo que me mole. Gracias por tomarte la molestia en ayudarme! Tienes buen criterio literario!

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  4. Perdón por meterme en conversaciones ajenas, pero creo que me he dejado algunas recomendaciones en el tintero y puede que te sean útiles, visto como enmarcas tus preferencias:

    Respecto a la novela histórica, creo que vale la pena recomendar Vlad, la Última Confesión, de C.C. Humphreys, en las que tenemos un Voivoda Drácula creíble y muy humano, lejos de tramas vampíricas i sin moralinas sobre lo malo que es empalar a la gente. Ya que te mola el humor cabrón y un poco absurdo de Moore, te recomiendo dos magníficas sátiras históricas de Arturo Pérez Reverte, Cabo Trafalgar y La Sombra del Águila, para sobrecogerse y troncharse a la vez.

    Luego si nos metemos en lo que es la literatura juvenil, recomiendo Marina de Carlos Ruíz Zafón (magnífica), El Hogar de Miss Peregrinne para Niños Peculiares de Ransom Riggs (recomendación que también extiendo a Stelwen) o si ya nos ponemos a mezclar distopías con fantasías, las novelas de Bartimeo (El Amuleto de Samarcanda y sus secuelas), de Jonathan Stroud.

    Por mi cuenta, también te recomiendo que rebusques en ciertas joyitas de la literatura pulp como las aventuras de John Carter o las de Tarzán.


    En fin, espero que te guste alguno.


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  5. Y me dejo mas recomendaciones comiqueras en la manga, como la obra de Alan Moore, como la Liga de los Hombres Extraordinarios, V de Vendetta, The Watchmen, From Hell o Necronomicon. Luego obras icónicas de Frank Miller, como Sin City, 300 o el Caballero Oscuro. O si nos ponemos en plan histórico-vikingo, la saga Northlanders de Brian Wood. Aunque no te gusta la novela negra, Scalped es un cómic brutal, bronco y lleno de gamas de grises, jamás blanco o negro. Y finalmente, si te interesa el cómic hispanoamericano, encontrarás un tesoro en el Eternauta.

    En fin espero que esto te sea útil para vencer tu hastío literario.

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    1. ¡Gracias a ti también por tu aporte, Mordred! Los títulos que me ofreces también me resultan muy llamativos. Me apunto el de Vlad y los de literatura juvenil, y echaré un vistazo a las fantásticas. Veo que una de tus pasiones es el cómic. ¡Se nota que te gustan las cosas de calidad!

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  6. Respecto a novela histórica, creo que también te recomendaría las de Massimo Valerio Manfredi, el de la Última Legión y otras novelas de romanos. Iba ponerlas en el coment de antes, pero las olvidé al final.

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