jueves, 16 de junio de 2016

Volaré



"Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa"

León Daudí (1905-1985), escritor español



Pocas frases me han hecho reflexionar tanto como esta, pues es la más apropiada para describir cómo me he sentido durante mucho tiempo. Llevo mucho tiempo sintiéndome extraña por algo que me costaba identificar, padeciendo los síntomas de una enfermedad para la que no hallaba nombre. Pero sí que tiene un nombre, y es Deseo de cambiar. Ya es momento de que las cosas cambien. Es la hora de dar un paso hacia delante.

Los cambios provocan terror. Es miedo en estado puro. Es la sensación que tiene un pajarillo al asomar la cabeza por encima del nido y ver la inmensa caída que le espera si comete el más pequeño error al abrir sus alas y echar a volar. Pero ese pajarito sabe que no puede quedarse en el nido toda la vida. Algún día crecerá y se hará demasiado grande, y sus padres no querrán seguir alimentándole porque comprenden que ya es hora de que se vaya y se busque la vida. Y el momento ha llegado. Nunca he sido más consciente de ello como lo soy ahora. Ha llegado la hora de abrir las alas y echar a volar.

Pocas veces me he sentido tan insegura como en estos momentos. ¿Qué me espera ahí fuera, tras la puerta de mi casa? El triunfo o el fracaso. Aquí no hay medias tintas; o se hace, o no se hace. No se puede vivir toda una vida a base de intentos. Es necesario asomarse al vacío y saltar, porque no queda más opción que hacerlo. El miedo está ahí, ¡claro que sí! Miedo a caer como una piedra. Miedo a que mis alas no me respondan. Miedo a perder lo único a lo que puedo aferrarme.

Tal vez debería buscar alternativas mejores, pero eso solo sería retrasar lo que es inevitable. No quiero pasarme toda la vida teniendo miedo de todo. El miedo me ha hecho perder grandes oportunidades y me ha impedido lanzarme cuando debería haberlo hecho. He evitado la experiencia por culpa de un exceso de templanza, pues eso es el miedo: El terror disfrazado de prudencia. ¡Adiós al miedo! ¡Atrás, temores infundados! No me encadenaréis ni un segundo más. Me niego a vivir con esa sensación de debérselo todo a los demás, solo porque yo no he tenido las agallas de luchar por aquello que necesitaba. Yo también tengo alas para volar.




¿Y qué encontraré más allá de las puertas de mi jaula de oro? Quizá me lleve una sorpresa. Es posible que no cumpla ninguno de los propósitos que tengo en mente para hacer que mi vida sea tan plena como la he pintado en mi imaginación... pero eso no significa que no pueda encontrar otros propósitos que me conviertan en la persona que quiero ser. El destino es el mismo, pero se puede recorrer por caminos diferentes. Y sí, puede que mi meta sea una de las más ambiciosas y difíciles de conseguir, pero si algo he aprendido es que no se puede vivir esperando que te lo den todo. A veces tienes que alargar la mano para coger lo que es tuyo, lo que te pertenece por derecho. El premio puede no ser todo lo dorado que esperabas, pero es tuyo, solo tuyo, y te lo has ganado. Eso es lo que quiero sentir cuando me vaya.

El plan está en marcha. La rueda gira una vez más. Fortuna, escucha mi petición y concédeme mi deseo: Sonríe para mí. Siquiera por una vez, dedícame una de tus gloriosas sonrisas y dame fuerzas para triunfar, para tener siempre la certeza de que he tomado el camino adecuado y no me he equivocado al hacerlo. Por favor, sé el viento que me impulsa hacia el cielo. Mi ánimo está presto, mis alas son grandes y fuertes.

Estoy lista para echar a volar.

2 comentarios:

  1. Vuela libre, pajarillo, que tus amigos te animaremos para que remontes alto y lejos :-)

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