lunes, 3 de mayo de 2021

Autoras de mi infancia


Todo buen lector recuerda cuáles fueron los libros que más le marcaron desde sus inicios en el placentero goce de la lectura. Todos los que disfrutamos de un buen libro recordamos con cariño aquellas primeras obras que llegaron a nuestras manos, por lo general gracias a nuestros padres, y que marcaron para siempre nuestra forma de ver y entender la literatura. Y después de leer decenas, cientos de libros... ¡con qué alegría volvemos a aquellas primeras novelas que nos retrotraen a nuestra juventud y nos recuerdan cómo se sentía al leerlas por primera vez!

En esta entrada voy a hablaros de algunas de las primeras novelas que leí cuando era adolescente. Muchas de ellas llegaron a mis manos gracias a mi madre, quien además me enseñó a guardarles un gran aprecio y a quererlas casi como si fueran criaturas vivientes. Curiosamente, mis novelas preferidas cuando era niña fueron todas escritas por mujeres, lo que quizá me facilitó la cercanía con los personajes y me dio ánimos para poner por escrito todas las historias que se me ocurrían. Cada autora tenía su estilo y sus historias se centraban en diversos temas, pero todas me llegaron al corazón y por eso las recuerdo con tanta nostalgia.

Aquí tenéis a las autoras de mi infancia y las obras que me hicieron una ávida lectora.


Louisa May Alcott y Mujercitas




Louisa May Alcott tiene el honor de encabezar mi lista de autoras preferidas por dos razones muy simples: por su calidad narrativa y por ser Mujercitas (1868) la primera novela que leí del tirón en mi juventud temprana. La historia de las cuatro hermanas March llegó al corazón de muchos lectores, y yo me cuento entre ellos. Y es que no se puede no sentir calidez y cariño al adentrarse en la casa de la familia March, compuesta en su mayoría por mujeres de muy distinto temple y carácter.

La novela empieza ya presentándonos a las que van a ser las protagonistas, que son las cuatro hermanas March. Margaret, a quien todos llaman Meg, es una chica de dieciséis años que trabaja como institutriz para ayudar a su familia, ya que tienen muy poco dinero, pero no le gusta mucho su trabajo y preferiría estar divirtiéndose con sus amigas o yendo a bailes lujosos. Añora los tiempos en los que su familia era rica y desea con toda su alma tener vestidos bonitos, y el no poder tenerlos es algo que la reconcome bastante a menudo. Pero a pesar de estos pequeños gestos de vanidad, es una muchacha de buen corazón, muy decente y educada, y buena conocedora de las normas de etiqueta sociales.

La segunda hermana es Jo, diminutivo de Josephine, quien a sus quince años ya trabaja como lectora y dama de compañía de la gruñona Tía March. Tiene un carácter bastante fuerte y tiende a soltar las cosas tal como le vienen a la boca, motivo por el cual se la considera un marimacho y suele ser objeto de reproches por parte de sus hermanas y de otros miembros de la sociedad. Jo es el paradigma de la mujer fuerte y resuelta que se niega a aferrarse a los estereotipos sobre cómo deberían actuar las mujeres. Es franca, alegre, imaginativa y respondona. Al contrario que sus hermanas, ella le hace frente a las adversidades y toma las riendas de su vida con una soltura envidiable. Dotada de un gran talento para la literatura, es una escritora entregada que está ansiosa por tener su oportunidad y triunfar escribiendo una gran obra. Su franqueza y sinceridad la convierten en una persona muy cercana y amigable, así como en uno de los personajes más queridos de la novela.

Llega el turno de la tímida Elizabeth, o Beth, como es conocida en el seno de su familia. Esta muchachita de trece años carga con el terrible peso de una excesiva sensibilidad, motivo por el cual tuvo que ser sacada de la escuela y recibir educación en casa. Es una niña de carácter muy dulce y tierno, lo que le ha valido el cariño indiscutible de todas sus hermanas, sobre todo de Jo. Es paciente, humilde y hogareña, pero también frágil y de salud delicada. Pero si por algo destaca Beth es por su profundo y arrebatador amor por la música. Beth es la única que toca el piano de la casa, pasatiempo del que disfruta tanto que se abstrae por completo, inmersa en su propio universo repleto de notas y canciones.

Y por último está Amy, la benjamina de la familia, que a sus doce años se considera toda una aspirante a damita de alta alcurnia, aunque su comportamiento no es todo lo apropiado que debería. Al ser la más pequeña, Amy ha crecido como una niña un tanto consentida. Es tan buena y amable como sus hermanas mayores, pero tiende a ser altiva y presumida en lo que a su aspecto físico se refiere. Se siente acomplejada por su nariz, que considera demasiado chata, por lo que todas las noches le pone una pinza antes de irse a dormir. Se lleva bastante mal con su hermana Jo debido a lo opuesto de sus caracteres, pero en el fondo se quieren mucho. Amy es una gran artista a la que le encanta el dibujo y la pintura, disciplina que no se le da nada mal y que cultiva con esmero siempre que puede.

Las aventuras de estas cuatro hermanas son las propias de cualquier muchacha de su edad, combinándose los sucesos felices con los acontecimientos más tristes y dramáticos, como organizar un picnic, representar obras de teatro o escribir un periódico casero. A lo largo de la novela, las hermanas March han de enfrentarse a situaciones que pondrán a prueba sus defectos y su manera de reaccionar para tratar de evitarlos, lo que les ayuda a crecer como personas. Es muy evidente el paralelismo con El progreso del peregrino, de John Bunyan, una obra orientada a que el buen cristiano supere las dificultades que se irá topando a lo largo de su vida para llegar con buen pie a la Ciudad Celestial. Las hermanas March, las cuatro peregrinas de su historia, tendrán que enfrentarse a sus propios defectos y superarlos, evolucionando poco a poco y creciendo espiritualmente.

Para mí, tanto Mujercitas como su continuación, titulada Aquellas mujercitas, son dos obras maravillosas que marcaron un punto muy importante en mi vida como lectora. Me veía reflejada en todas las hermanas March y sus pensamientos eran también los mismos que yo sentía cuando me enfrentaba a problemas similares a los suyos. Y, lo que para mí es más importante, sentía que iba creciendo con las March cada vez que releía la novela conforme pasaban los años, lo cual dice mucho de la calidad de una novela. Infaltable en cualquier biblioteca que se precie.


Johanna Spyri y Heidi




Desde la hermosa Suiza nos llegó un cuento maravilloso de la pluma inmortal de Johanna Spyri. Un cuento que narra la infancia de una niña alegre, inocente e inolvidable cuya popularidad le valió el hacerse un hueco en el corazón de más de medio mundo: Heidi, la niña de los Alpes.

Heidi es una pequeña niña huérfana de cinco años que está al cuidado de su tía Dette. Pero cuando su tía consigue una colocación en Frankfurt, se apresura a llevar a la niña con su abuelo, al que en Mayenfeld conocen como El Viejo de los Alpes por su carácter hosco y su vida ermitaña. Sin preguntarle por su opinión, Dette deja a la niña y se marcha sin el menor cargo de conciencia, a pesar del hecho de que abuelo y nieta no se conocen y nunca han tenido la menor relación.

Sin embargo, Heidi pronto quedará cautivada por la vida sencilla y sin preocupaciones en los Alpes, donde mantiene un estrecho contacto con la naturaleza. Todos los días, Heidi descubre un placer inmenso en las pequeñas cosas que le ofrece su humilde entorno: el rumor de los abetos, el riachuelo cantarín, los prados donde pastan las cabras, la leche recién ordeñada de sus cabritas Blanquita y Diana... En los Alpes también conoce a Pedro, el cabrero, quien se convertirá en su mejor amigo y compañero de aventuras. Y por mediación de Pedro, Heidi también conoce a Brígida, la madre del pastor, y a su abuela ciega, con quien entablará una gran amistad.

La vida de Heidi transcurre feliz en los Alpes, aunque su abuelo se niega a que asista a la escuela, pero todo vuelve a cambiar cuando, tres años después de su partida, la tía Dette regresa para llevarse a Heidi a Frankfurt, pues le ha encontrado una casa donde servir como amiga y compañera de una niña rica. Heidi se marcha engañada por las falsas promesas de su tía, quien le promete regresar a las montañas al día siguiente, y de repente se ve perdida en un mundo muy distinto al que conocía y que le es completamente extraño y ajeno. En vez de prados y montañas, Heidi solo ve calles empedradas y altos edificios que le parecen todos iguales. La gente se le antoja fría y grosera, y nadie parece comprender su deseo de volver a las montañas con su abuelo, por lo que a menudo es ignorada e incluso tachada de ingrata.

Durante su estancia en Frankfurt, Heidi se verá obligada a ser la compañera de juegos de Clara Sesemann, una niña inválida que no sale jamás de su enorme mansión. Clara siente una gran simpatía hacia Heidi nada más conocerla, pues es distinta a todas las personas que ha conocido hasta entonces, y su carácter mejora con cada una de las aventuras y ocurrencias de Heidi. Pero no le pasa lo mismo a la niña de los Alpes, quien se siente prisionera entre las paredes de la casa de los Sesemann, observada por la señorita Rottenmeier, la severa gobernanta de la casa, quien constantemente afea el comportamiento de Heidi y le impone muchos castigos. Los breves momentos de felicidad de Heidi, como la visita del señor Sesemann y la abuela de Clara, se ven opacados por una fuerte nostalgia que oprime el corazón de la niña y le provoca sonambulismo. Una vez diagnosticada su depresión, el señor Sesemann acepta enviarla de nuevo a los Alpes para alegría de Heidi y de su abuelo.

En la siguiente parte, titulada Otra vez Heidi, continúan las aventuras de la niña de los Alpes y su reencuentro con Clara y su familia. Gracias a los ánimos de Heidi y a la vida sana y pura en las montañas, Clara conseguirá por fin levantarse de su silla y caminar, cambiando su vida por completo. Y, como curiosidad, destacar que las aventuras de Heidi no terminaron aquí, pues a raíz de la enorme popularidad de este personaje, el escritor y traductor Charles Tritten decidió continuar con la historia de la niña de los Alpes y sus descendientes a través de varias secuelas sin la participación de Spyri.

¿Qué puedo decir de Heidi? Tardé en leer la novela original porque hubo que buscar bastante entre los libros antiguos de mi madre. Pero una vez la tuve en mis manos, me senté a leer las aventuras de Heidi y admito que disfruté hasta la última página. Me enamoré de la cabañita de los Alpes, de los abetos susurrantes, de las cabritas, de los pastos, de Pedro, de Clara, e incluso de la desagradable señorita Rottenmeier. Toda la novela destila inocencia por los cuatro costados. Los momentos felices se complementan con los más tristes y emotivos, y realmente uno llega a sentir verdadera lástima por los sentimientos de Heidi cuando está en Frankfurt. Sin duda, uno de mis clásicos preferidos.


Lucy Maud Montgomery y Ana la de Tejas Verdes




Dejamos Suiza y nos vamos de un salto a Canadá, concretamente a la Isla del Príncipe Eduardo, para conocer a otra niña muy especial capaz de encandilar a todo el que la conoce aunque hayan pasado más de cien años desde su nacimiento. Me estoy refiriendo, como no podría ser de otra manera, a Ana Shirley, más conocida como Ana la de Tejas Verdes (1908), que cobró vida gracias al talento indiscutible de Lucy Maud Montgomery.

La historia nos traslada a Avonlea, un pueblecito encantador en la Isla del Príncipe Eduardo. Los hermanos Matthew y Marilla Cuthbert, dos granjeros que viven en una granja llamada Tejas Verdes, han tomado la decisión de adoptar a un niño huérfano para que les ayude en las labores agrícolas. Pero debido a una serie de malentendidos, la que termina en Tejas Verdes es Ana Shirley. Ana es una niña encantadora, alegre y muy imaginativa, todo un torbellino de felicidad a sus once años. Su aspecto físico ya nos indica que no se va a tratar de una niña convencional: pecosa, pelirroja y desgarbada como un espantapájaros; ella misma es consciente de que no es una hermosura, cosa que la acompleja, pero su personalidad abierta y su espíritu libre le otorgan una belleza difícil de describir pero mucho más profunda.

La llegada de Ana a Tejas Verdes va a suponer una revelación tanto para ella como para sus tíos adoptivos. Nada más ver la granja, Ana se enamora por completo del lugar y siente que pertenece a Tejas Verdes y Avonlea. Consciente de que su llegada no era lo que sus tíos esperaban, se esfuerza por ser complaciente pero sin dejar de ser ella misma. Su imaginación desbordante y sus incansables ganas de hablar contrarían en principio a los serios hermanos Cuthbert, pero pronto le cobrarán tanto cariño que ya no podrán prescindir de su compañía. Con el tiempo, Ana demostrará su inteligencia y buenas aptitudes en la escuela, que le inspirarán el deseo de ser maestra en el futuro.

Las aventuras de Ana Shirley son como una combinación entre Mujercitas y Heidi. Sus peripecias en Avonlea recuerdan mucho a las vivencias diarias de las hermanas March, pero con el toque de inocencia y bucolismo de Heidi. Es difícil hablar de todas las aventuras de Ana, puesto que en sucesivos libros sabremos mucho más de ella y de su crecimiento personal, pero en su primera novela conoceremos a todos los personajes que marcarán un antes y un después en su vida: Diana Barry (que será su mejor amiga), Jane Andrew y Ruby Gillis, las presuntuosas hermanas Pye y, por supuesto, Gilbert Blythe, quien será el principal rival de Ana en la escuela y también su eterno "enemigo", pues Gilbert comete el imperdonable error de burlarse del pelo rojo de Ana; por suerte, el destino tiene un final feliz para ellos dos.

Al igual que las obras anteriores, Ana cuenta con una serie de secuelas en las que seguimos muy de cerca su crecimiento, sus clases en la escuela, sus progresos para convertirse en maestra, su historia de amor y, como no podía ser de otro modo, sus descendientes. Todas estas novelas tuvieron un gran éxito en su época, aunque ahora parecen haber quedado un tanto relegadas al olvido, y ayudaron a hacer de Ana Shirley uno de los personajes literarios más amados de todos los tiempos.

Ana la de Tejas Verdes llegó a mis manos gracias a la biblioteca del colegio, pues no he conseguido tener los dos libros principales hasta hace poco. Sin embargo, los recuerdo con mucho cariño y siempre quise tenerlos conmigo para volver a los bellos campos de Avonlea, a sus praderas y colinas, a sus árboles y lagos. Es una historia llena de belleza e inocencia que gustará mucho a los jóvenes lectores.


Eleanor H. Porter y Pollyanna




Y la última, pero no por ello la peor, es esta novelita corta protagonizada por otra huérfana cuyo carácter alegre e inocente supo ganar el corazón de los más serios y estrictos. Creada por Eleanor H. Porter en 1913, la dulce Pollyanna no solo se convirtió en un éxito casi de la noche a la mañana, sino que además tiene el honor de haber entrado a formar parte del amplio elenco de palabras del diccionario de la lengua inglesa.

Pollyanna Whittier es una niña que, al haber quedado huérfana de padre, se ve obligada a mudarse a un pueblecito de Nueva Inglaterra para vivir con su tía Polly, hermana de su difunta madre y única familia que le queda en el mundo. La tía Polly es una mujer estricta y severa, a la que le perturba bastante la llegada de su sobrina a la casa. Es la típica mujer que no sabe tratar con niños y siempre se dirige a ellos como si fueran adultos en miniatura o seres de poca inteligencia. Por eso queda tan sorprendida al conocer a Pollyanna. Idealista y parlanchina, Pollyanna no se muestra en absoluto cohibida ante el arisco carácter de su tía. Su filosofía se resume en lo que ella llama "el juego de la alegría", un truco que le enseñó su padre y que consiste en apreciar el lado bueno de las cosas a pesar de los obstáculos que pone la vida. Este juego surgió a raíz de un regalo que recibió Pollyanna siendo muy pequeña: unas muletas. Estas muletas le fueron enviadas por error y la pequeña, lógicamente, se disgustó mucho ante ese regalo; fue entonces cuando su padre, un predicador y misionero muy querido en su comunidad, le enseñó su juego de la felicidad y la animó a alegrarse por no necesitar las muletas. A partir de entonces, Pollyanna siempre supo encontrar en cada aspecto de la vida algo positivo, algo por lo que merecía la pena estar feliz y sonreír a pesar de todo.

Pronto, los vecinos del lugar empezarán a beneficiarse del influjo de Pollyanna. El sombrío y tacaño señor Pendleton, el hombre más rico del pueblo, se siente capaz de volver a sentir alegría ante las ocurrencias de Pollyanna. Lo mismo le ocurre a la señora Snow, perpetuamente encamada a causa de una enfermedad que la ha vuelto huraña y amargada, pero que recuperará la dicha y la humildad gracias al particular juego de Pollyanna, quien la conmina a que, aunque esté enferma, se alegre por ver que los demás están sanos y felices. También el doctor Chilton y el reverendo se verán influenciados por el optimismo de Pollyanna y, gracias a ella, volverán a ver resurgir su pasión por ayudar a los demás: uno, para curar sus cuerpos; el otro, para sanar sus almas. El gran reto al que tendrá que enfrentarse Pollyanna, sin embargo, será cuando a ella le toque vivir la desgracia en carne propia y no halle esperanzas de salir adelante. Es entonces cuando sus vecinos, aquellos a los que tanto ayudó con sus palabras, se acercan a ella para brindarle esa alegría que ahora le falta, en especial la tía Polly, consciente por fin de lo mucho que la necesita su sobrina.

Para aquellos que amamos la literatura clásica, Pollyanna es una novela que no puede faltar en nuestra biblioteca. Está llena de cosas hermosas en tiempos difíciles y trae un mensaje de esperanza dedicado a niños y adultos por igual. En mi opinión, transmite muchos buenos valores que parecen perdidos en la literatura actual; quizá por eso Pollyanna sea tan querida y recordada, pues su optimismo y sentido de la compasión escasean tanto en nuestro presente que verlos representados en una niña que lo ha perdido prácticamente todo nos hace ver la vida desde otra perspectiva.


¡Y hasta aquí mi pequeña aportación literaria! Espero que os hayan gustado mis lecturas juveniles que, por lo que veo, guardan bastantes similitudes unas con otras. Me encantaría que se volvieran a escribir libros así, tan llenos de inocencia y buenos valores. Y vosotros, ¿habéis leído alguno o todos los libros de los que he hablado? ¿Qué otras novelas os han gustado en vuestra adolescencia? Espero vuestros comentarios.


miércoles, 17 de marzo de 2021

¡Por el amor y la justicia! ¡Hablemos de Magical Girls!


¡Hola a todos!

Empezaremos con una pregunta: ¿Quién no ha soñado nunca con tener poderes mágicos? ¿Alguna vez os habéis imaginado que obteníais algún tipo de poder que os permitía transformaros en otra persona o controlar el poder de un determinado elemento? Si es así, es muy posible que eso os hubiera convertido en auténticas magical girls (o magical boys, si sois chicos) de la cabeza a los pies. Forma parte de las fantasías de cualquier niño el recibir poderes mágicos con los que vivir aventuras, ayudar a alguna criatura en apuros o incluso salvar el mundo de las fuerzas del mal.



¡Las magical girls os dan la bienvenida a este post!


El género de las magical girl o mahou shoujo se hizo muy popular en Japón desde finales del siglo pasado, aunque eso no quiere decir que no se hubiera dado ese fenómeno en otras partes del mundo y en fechas anteriores. De hecho, seguro que a muchos os sonará la serie estadounidense Bewitched (1964-72), en la que una bruja llamada Samantha creaba todo tipo de situaciones divertidas e inesperadas usando sus poderes mágicos. Pero el caso de Bewitched era casi una rareza en la televisión, y además estaba enmarcada en el género sit-com por tratarse de una temática humorística y, además, poco seria. Con el tiempo, las chicas mágicas empezaron a verse más en el campo de la animación infantil, y más concretamente en los dibujos animados dirigidos a un público principalmente femenino.

En Japón son todos unos expertos en magical girls, e incluso se podría decir que fueron ellos los que inventaron y dieron auténtica forma al género. Uno de los primeros mangas del género fue Himitsu no Akko-chan, más conocida en Hispanoamérica como Los secretos de Julie, que vio la luz en los años 60. En esta historia conocíamos a Akko-chan, una chica que recibía como regalo un espejito con el cual podía transformarse en cualquier cosa que deseara. Esta trama tan sencilla ha sido repetida hasta la saciedad durante años y con sus respectivas variaciones, pero siguiendo siempre una misma fórmula, lo que nos da una idea de hasta qué punto gusta el género magical girl.



Akko-chan, una de las primeras magical girls de la historia


Pero, ¿qué es una magical girl? En pocas palabras, se trata de una chica, normalmente una niña o una adolescente, que lleva una vida normal y corriente, pero un día aparece un animalito o criatura de otro mundo que la toma como su elegida y le hace entrega de un artefacto mágico con el que podrá transformarse en otra persona y controlar grandes poderes. Este artefacto suele ser un objeto que la chica podrá llevar en su vida cotidiana, como un broche, una pulsera o un lazo para el pelo, por poner algunos ejemplos. En caso de peligro, la chica puede recurrir a sus poderes para transformarse y salvar la situación, y sus diferentes aventuras son las que dan forma a la serie.

Los gustos y modas de cada época influyeron mucho en la concepción de las magical girls. Durante los 80, lo habitual era que las protagonistas fuesen niñas pequeñas sin ninguna característica demasiado especial, pero gracias al poder recibido podían transformarse en chicas mayores, más guapas y atractivas, y con talento para la música o el mundo del espectáculo en general. Esto sucede en historias como Fancy Lala (1988), Magica Emi (1985) o Magical Angel Creamy Mami (1983), por poner tres ejemplos muy conocidos. En este tipo de historias, la magia suele meter en problemas a la protagonista ya que, al tener un alter ego, le surgen dificultades para mantener separadas sus dos personalidades. El conflicto, pues, no suele ser muy grave ni nadie corre peligro por culpa de alguna amenaza externa.

Otra clase de magical girl es la que recibe un poder mágico muy especial con el que debe completar una búsqueda. En muchas historias, las protagonistas suelen pertenecer a otro mundo y viajan a la Tierra para llevar a cabo una búsqueda de algo que se ha perdido y/o que es muy necesario para mantener la estabilidad de su reino. Sirvan como ejemplo historias como Mahou Shoujo Lyrical Nanoha (2004), Princess Tutu (2002), Cosmic Baton Comet-san (2001), Las Aventuras de Gigi (1982) o la famosísima Cardcaptor Sakura (1998). De las mencionadas, tanto Nanoha como Sakura son chicas normales de la Tierra a las que se les encomienda la misión de buscar unos objetos muy poderosos (unas joyas y unas cartas, respectivamente); en cambio, Tutu y Comet-san tienen que salir de sus respectivos mundos para buscar a una persona desaparecida (aunque Princesa Tutu busca los fragmentos del corazón de dicha persona).



Creamy Mami


Un tercer tipo de magical girl es la aprendiz. Aunque muchas series incluyen el aprendizaje como parte del argumento y evolución de la chica mágica, hay historias en las que dicho aprendizaje es la base de las aventuras de la protagonista. En otras palabras, que la gracia de estas historias es ver cómo la chica mágica aprende a usar sus nuevos poderes. Como ejemplos os pondré Hime-chan no Ribbon (1992), Ojamajo Doremi (2000) o la reciente Little Witch Academia (2017). Estas dos últimas tienen en común que las protagonistas quieren aprender a ser brujas y sus aventuras son desternillantes.

En cuarto lugar, tenemos a las magical girls que usan sus poderes para dedicarse al glamuroso mundo del crimen. Tranquilos, que nadie se asuste, que estas chicas no quieren hacerle daño a nadie; es solo que sus poderes les permiten transformarse en ladronas de guante blanco que se dedican a robar objetos muy valiosos para devolvérselos a sus auténticos propietarios o para generarles algún bien. Es el caso de Kaitou Saint Tail (1995), Kamikaze Kaitou Jeanne (1999) o la llamativa D.N.Angel (2003); esta última tiene la curiosa particularidad de que el protagonista es un magical boy que, al pensar en la persona que le gusta, se transforma en un legendario ladrón de guante blanco.

Y llegamos al último tipo de magical girls, que son las que utilizan sus poderes para luchar contra las fuerzas del Mal. Esta categoría es la más extendida, y no es raro que en muchos animes se mezcle con otras temáticas ya comentadas más arriba. La particularidad de estas nuevas magical girls es que son estudiantes ordinarias que tienen el poder de convertirse en excepcionales guerreras para enfrentarse a enemigos demoníacos que pretenden dañar a la gente. La protagonista, que suele ser la más fuerte o dueña de un enorme poder, se erige como líder del grupo de guerreras y encabeza una lucha sin cuartel para expulsar a las fuerzas malignas de una vez por todas. Ejemplos bastante conocidos son Tokyo Mew Mew (2002), Pretty Cure (2004) o Puella Magi Madoka Magika (2011).

A pesar de que el género de las magical girls era muy conocido y contaba con muchas protagonistas muy queridas y recordadas, la verdadera revolución del género vino en los años 90 con la archiconocida Sailor Moon (1992). El grupo de guerreras creadas por Naoko Takeuchi tuvo una influencia tan grande que a día de hoy se las sigue recordando como las grandes heroínas del género mahou shoujo, y son homenajeadas y parodiadas en otras producciones. Muchas de las series que vinieron después de Sailor Moon tienen una inspiración tremenda (por no decir copia) que va desde lo colorido de las transformaciones y los trajes de guerreras, pasando por los artefactos mágicos e incluso el número de integrantes del grupo. Sirvan como ejemplo Wedding Peach (1996), Shugo Chara! (2007), Magic Knight Rayearth (1994) o Mermaid Melody Pichi Pichi Pitch (2003), entre muchas más.



Sailor Moon, símbolo de toda una generación


Así que, en pocas palabras, podríamos hacer un esquema del género magical girl que quedaría de la siguiente manera:


1. Ídolos: La heroína es una niña que obtiene el poder de convertirse en una chica mayor y trata de abrirse camino en el mundo del espectáculo.

2. Buscadoras: La heroína recibe la misión de buscar una serie de objetos extraviados o una persona que ha desaparecido para así evitar que una desgracia caiga sobre su mundo.

3. Aprendices: La heroína tiene la oportunidad de aprender a utilizar magia o un artefacto con dichas propiedades; su historia se centra en el aprendizaje.

4. Ladronas: La heroína usa su poder para transformarse en una ladrona amable que roba para ayudar a los demás, no para sí misma.

5. Guerreras: La heroína obtiene un poder mágico para que lo utilice contra criaturas demoníacas que hacen daño a los seres humanos.


Hay otros elementos que se han hecho muy comunes dentro del género magical girl, hasta el punto de que no nos imaginamos una serie de este estilo sin dichos elementos. Una de estas características es el hecho de que muchas de las protagonistas vienen acompañadas de una o dos mascotas parlantes que también pueden tener poderes mágicos, pero su función principal suele ser la de mentores o voz de la conciencia, sobre todo si la heroína no tiene por costumbre pararse a pensar antes de actuar.

Otra característica es la protección del objeto mágico que reciben como obsequio. Todas las heroínas son elegidas para custodiar el artefacto que les permitirá la transformación, pero esto también trae consigo una serie de normas que deben cumplir. La primera de ellas es el tabú: la heroína no puede contarle a nadie que tiene poderes mágicos. En algunos casos lo que ocurre es que se mete en problemas porque quieren aprovecharse de sus poderes mágicos, pero en otros puede suceder incluso que el artefacto pierda sus poderes porque alguien ha descubierto el secreto de la heroína.



Kamikaze Kaitou Jeanne


La segunda es la utilización de un conjuro especial para desatar los poderes del objeto mágico, y en algunos casos también otro conjuro para volver a sellarlos. El conjuro suele venir acompañado de una transformación en medio de una espiral de luces y colores que le concede a la chica un nuevo traje o expande la forma del artefacto mágico (una varita, por ejemplo).

La tercera característica es el número de integrantes. En muchas historias, la protagonista suele ser la única que tiene el poder y la misión que se le encomienda, pero puede darse el caso de que se le unan varias amigas con poderes complementarios para ayudarla a cumplir su objetivo. Normalmente las magical girls se juntan en grupos de tres, cada una con una personalidad bien diferenciada: la protagonista alegre, la chica tímida y estudiosa y la chica más atrevida y lanzada. Al ser tan distintas, entre ellas suele haber problemas o rivalidades, pero al final prima la amistad y consiguen limar asperezas. A este grupo de tres también se pueden unir más integrantes con diferentes grados de carisma que aportan novedad e interés a la trama, aunque el número no suele pasar de siete. La excepción más sonada sería, una vez más, la famosa Sailor Moon, donde han llegado a juntarse más de diez guerreras, algo que es bastante inusual.

Una cuarta característica es que las magical girls suelen tener problemas en el amor. A pesar de que algunas aún son niñas, no es inusual que las magical girls estén enamoradas de algún niño de su clase o incluso de un chico mayor que ellas al que no tienen esperanzas de gustar por ser demasiado pequeñas. La resolución del conflicto amoroso depende del enfoque que tiene la historia y del tipo de poderes de la chica mágica. Una magical girl con la capacidad de transformarse en una chica mayor normalmente atraerá la atención de su interés amoroso, pero al mismo tiempo tendrá el conflicto interno de saber que al chico le gusta su alter ego, no ella misma. En otras historias, sobre todo con protagonistas adolescentes, la chica mantendrá una relación de amor-odio con el objeto de sus deseos, que al final resulta ser un enemigo o un aliado en secreto de la chica.



Cutie Honey


Como habréis podido daros cuenta, la mayoría de historias de magical girls son muy blancas y las situaciones violentas están muy limitadas. Esto se debe a la obviedad de que la mayor parte son historias pensadas para el público infantil, por lo que tanto la estética como las aventuras de sus respectivas heroínas no van a ser excesivamente duras. Pero, ¿qué pasa con el público adulto? Pues las magical girls también han llegado hasta los mayores de 18 años, pero con mayor libertad para mostrar carne, violencia y oscuridad. Uno de los casos más famosos es el de Cutie Honey (1973), típica historia de una magical girl adulta que viene aderezada con una buena dosis de violencia, desnudos y humor picante. Otros ejemplos de animes oscuros son la ya mencionada Madoka Magica, Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (2016), Mahou Shoujo Site (2018) o Kill la Kill (2013). Dado el alto contenido de violencia y situaciones sangrientas, este tipo de historias no son para personas con alta sensibilidad.

Y para los más irreverentes, tenemos las inevitables parodias. Las magical girls no han podido escapar de la visión humorística del anime, y hemos podido encontrar numerosas referencias a lo largo del tiempo y en todo tipo de series. Producciones como Los SimpsonEl Asombroso Mundo de Gumball o Star contra las Fuerzas del Mal han llegado a parodiar u homenajear a Sailor Moon, pero no hace falta salir de Japón para disfrutar de las parodias más bestias. Las más sonadas son Puni Puni Poemi (2001) o la reciente Magical Girl Ore (2018), en donde podréis encontrar las situaciones más extrañas y graciosas que os podáis imaginar.

¿Y qué pasa fuera de Japón? ¿Cómo han influido las magical girls en la cultura occidental? Es complicado saber dónde empieza o acaba su influencia, ya que en Occidente muchos hemos crecido con figuras heroicas y "mágicas" muy diferentes a las magical girls. Es inevitable acordarse de Thundercats (1985) o He-man y los Amos del Universo (1983), pero cualquier personaje del universo Marvel o DC podría ser incluido en el género, aunque vemos que casi ninguno cumple con las características requeridas, de lo que se deduce que no todas las chicas con poderes mágicos son magical girls. Aun así, podemos encontrar unos cuantos ejemplos de auténticas magical girls occidentales, como es el caso de La princesa Starla (1995), She-Ra, la Princesa del Poder (1985), la italiana Winx Club (2004), W.I.T.C.H. (2006) o la más reciente Miraculous Ladybug (2015).



Miraculous Ladybug, el futuro de las magical girls


¡Y hasta aquí por ahora, amigos! ¿Qué os ha parecido esta disertación? ¿Habéis visto alguno de los animes que he puesto aquí o lo recordáis con mayor cariño? ¿Creéis que me he dejado en el tintero algún anime más interesante? Espero vuestros comentarios.

¡Hasta pronto!


miércoles, 10 de febrero de 2021

El incidente del Paso Dyatlov


Antes de empezar a contaros esta historia, me gustaría hablaros de la Navaja de Ockham.

La Navaja de Ockham, también llamada Principio de Economía o de Parsimonia, es un principio metodológico y filosófico atribuido al fraile franciscano Guillermo de Ockham (1280-1349), según el cual se establece que "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable". Esto quiere decir que, cuando se barajan dos o más teorías que en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser cierta que las más complejas. Por supuesto, este método no es infalible ni siempre se cumple, pero ayuda mucho a la hora de desechar hipótesis absurdas que carecen de sentido a la hora de explicar un crimen o un misterio.

Quizá si hace 60 años las autoridades soviéticas hubieran tenido en cuenta el principio de economía de Ockham, posiblemente el misterio del Paso Dyatlov, que se cobró las vidas de nueve excursionistas, hubiera sido muy diferente y no habría provocado tanta polémica.




El grupo de expedicionarios


En 1959, un grupo de diez estudiantes se reunieron en Ekaterimburgo para realizar una expedición por una de las rutas de montaña más complicadas de Rusia. Aunque todos ellos, salvo uno, tenían edades que rondaban entre los 20 y los 24 años, tenían bastante experiencia en viajes de larga duración en esquí y en expediciones de montaña. Al principio se suponía que iban a ser diez expedicionarios, pero Yuri Yudin tuvo que renunciar a ello por problemas de salud a última hora, por lo que el grupo quedó formado por los ocho estudiantes y el guía.

Ígor Dyatlov (23 años), líder del grupo, advirtió que probablemente tardarían más tiempo de lo esperado en completar la ruta que tenían programada. Se suponía que deberían llegar a Vizhai el 12 de febrero aproximadamente, y que Dyatlov mandaría un telegrama al club deportivo de su universidad para avisar de su llegada. Sin embargo, pasaron varios días sin tener noticias del grupo. Esto en principio no se consideró como motivo de alarma, ya que los retrasos eran frecuentes en este tipo de expediciones. Pero al ver que seguían sin saber nada de los estudiantes, los familiares obligaron a las autoridades de la universidad a organizar un equipo de rescate en el que participaron también la policía y las fuerzas del ejército. El 26 de febrero dieron por fin con los restos del campamento de los expedicionarios, pero la escena que tenían delante era tan extraña que les costó entender qué había ocurrido allí.

La tienda de campaña estaba semihundida en la nieve, con varios cortes y desmantelada por completo. Ninguno de los miembros del grupo estaba dentro, pero sí la mayoría de sus pertenencias: ropa, cámaras de fotos, algo de comida, algunas herramientas... Cuando los investigadores tuvieron tiempo de inspeccionar la tienda, se dieron cuenta de que presentaba numerosos cortes en vertical y en horizontal, y todos ellos se habían hecho desde el interior de la tienda. Es decir, que la hipótesis de que habían sido atacados por un animal salvaje o un enemigo exterior estaba descartada, pues todo daba a entender que había ocurrido algo en el interior que les había hecho salir a toda prisa. Sin embargo, asombra el hecho de que se encontrara una chaqueta fuera de la tienda enganchada en un piolet, más si tenemos en cuenta que la temperatura en el exterior debía rondar los 25º bajo cero.



La tienda de campaña


Lo más extraño vino cuando los rescatistas encontraron a los miembros del grupo no muy lejos del campamento. Por suerte, la nieve había dejado unas huellas muy marcadas y así supieron que los nueve expedicionarios bajaron la cuesta en fila y se dirigieron a un bosque cercano. Allí, bajo una capa de 15 centímetros de nieve encontraron a Yuri Doroshenko (21 años) y Yuri Krivonischenko (23 años). Estaban cerca de un árbol con ramas rotas y caídas por todos lados, descalzos, vestidos solo con su ropa interior y tumbados boca arriba. Junto a ellos había restos de una hoguera que seguramente encendieron para entrar en calor. Tenían abrasiones en la cara, en las manos y en los antebrazos, que podrían haber sido causadas por dos motivos: por quemarse al acercarse a la hoguera y/o por tratar de trepar a los árboles cercanos, posiblemente para conseguir más ramas o tratar de avistar dónde estaba la tienda de campaña.

Ese mismo día, los rescatadores encontraron tres cadáveres más: el del líder Ígor Dyatlov, el de Rustem Slobodin (23 años) y el de Zinaida Kolmogorova (22 años). Fueron hallados a medio camino de la tienda de campaña. Por la posición de los cadáveres, se dedujo que una vez llegaron al bosque, trataron de regresar a la tienda, pero fueron cayendo uno tras otro. A diferencia de los Yuris, estos tres expedicionarios estaban mejor vestidos, pero llamó la atención el hecho de que estuvieran casi descalzos. Tenían por delante un recorrido de un kilómetro y medio hasta llegar a la tienda, con la dificultad añadida del frío insoportable de aquella noche, el agotamiento físico y el hecho de que el camino fuese cuesta arriba. De los tres que emprendieron el camino, Kolmogorova fue la que más aguantó, llegando casi hasta la mitad.

En cuanto a los cuatro expedicionarios restantes, no fueron hallados hasta tres meses después. Fueron encontrados sepultados bajo cuatro metros de nieve, en el arroyo de un barranco en el interior del bosque, a unos 75 metros de donde se encontraban los Yuris. La escena que contemplaron los rescatadores fue, sin duda, la más extraña y dantesca de todas. Al parecer, los expedicionarios habían cavado una fosa a modo de refugio, pero había bastantes diferencias con lo que les había ocurrido a sus compañeros. Lyudmila Dubinina (20 años) fue hallada de rodillas con el pecho apoyado sobre la roca; le faltaban los dos ojos y la lengua. Semyon Zolotariov (38 años) fue encontrado en el barranco, también con las cuencas vacías. Los cuerpos de Aleksandr Kolevatov (24 años) y Nikolai Thibeaux-Brignolles (23 años) fueron encontrados juntos, uno abrazando la espalda del otro. La autopsia reveló que tres de ellos habían muerto por diversas fracturas, dos de ellos en el pecho y uno en la cabeza, golpes que habrían provocado hemorragias internas, condenándoles a una muerte segura al cabo de un lapso de tiempo entre 20 minutos y dos horas. Además, se encontraron trazas de radioactividad en algunas de las ropas de este grupo, sin que se pudiera llegar a una explicación convincente.



Algunos de los cadáveres hallados


Los investigadores tenían entre sus manos todo lo que pudo encontrarse. Las piezas del rompecabezas estaban ahí pero, por algún motivo, no se llegó a un acuerdo definitivo acerca de lo que pudo haber causado la muerte de los jóvenes expedicionarios. La investigación concluyó en que "una fuerza desconocida e insuperable" había causado las muertes, lo que provocó que alrededor del caso surgieran un sinfín de hipótesis y teorías de la conspiración que apuntaron directo al gobierno de la URSS. Gran parte de la culpa de que el caso se hiciera tan polémico fue la nefasta labor de investigación que se llevó a cabo. A pesar de que se dijo que los jóvenes tenían mucha experiencia en rutas de montaña, lo cierto es que su juventud descarta esa posibilidad. Probablemente habían hecho unas cuantas rutas, y parece obvio que sabían lo que hacían, pero no tenían una experiencia dilatada. Además, Ígor Dyatlov se desvió de la ruta prefijada de antemano para acampar en la ladera de la montaña, aun a sabiendas de que corrían un gran peligro de avalancha.

Entre las muchas teorías que se barajaron, está la que apunta a la maldición de los espíritus de la montaña Jólat Siajl, que se tradujo por Montaña de la Muerte, nombre dado por los nativos Mansi en muchas de sus leyendas. Pero esta teoría se viene abajo cuando descubrimos que la traducción real del nombre es Montaña Muerta, pues hace referencia a los pocos animales que se encuentran allí para cazar, y no a una supuesta maldición de los espíritus por perturbar la montaña.

Otra de las teorías propuestas para explicar lo ocurrido fue la del yeti ruso. En el año 2014, el canal Discovery Channel emitió un documental en el que sugiere que los exploradores pudieron haber sido atacados por un yeti. Dado que no se encontraron otras huellas que no fueran las de los exploradores y ante la falta de pruebas de la existencia de esta criatura, esta hipótesis carece de todo rigor, por lo que pronto fue eliminada.

De la mano del yeti viene también la propuesta de que pudieron haber intervenido los extraterrestres. Un grupo de excursionistas cerca del lugar de la muerte de Dyatlov y los demás declaró haber visto orbes anaranjados en el cielo, lo que les hizo especular acerca de la posibilidad de que los aliens hubieran causado las muertes de los expedicionarios. Por increíble que parezca, esta teoría sonó con bastante fuerza, pero queda eliminada si nos ponemos a pensar un poco. No era tan raro ver luces en el cielo nocturno en 1959, sobre todo si tenemos en cuenta que la URSS estaba en plena carrera espacial. Sin embargo, está también el tema de la radiación en las ropas de algunos de ellos. ¿Cómo se explica eso? La radiación se encontró en prendas que pertenecían a Krivonischenko, quien hacía dos años tuvo que hacer trabajos de limpieza tras un accidente en una central nuclear; posiblemente, quizá debido a una mala limpieza de las prendas, contaminó la ropa de otros de sus compañeros.



El viaje eterno


También se barajó la posibilidad de que los Mansi atacaran a los excursionistas por atreverse a pisar su lugar sagrado. Una vez más, está el problema de las huellas, pues no se encontraron otras marcas que no fuesen las de los excursionistas. Además, los Mansi ni siquiera consideraban sagrada aquella montaña. Acompaña a esta teoría otra que dice que los excursionistas pudieron haber sido asesinados tras haber sido confundidos por unos fugados de un gulag cercano, pero volvemos a lo mismo: no había más huellas que las de los miembros del grupo. Además, la mayoría de los expedicionarios murió de hipotermia y no se hallaron pruebas de que hubiera habido una pelea.

Otra teoría es la de una posible intoxicación. Se barajó la posibilidad de que los miembros del grupo hubieran consumido setas alucinógenas, posiblemente halladas en el camino, pero esto también resulta raro. Tenían comida de sobra y no necesitaban recurrir a la recolección de plantas de dudosa procedencia para alimentarse. Que uno o dos hubieran consumido las setas podría entenderse, pero no todos a la vez; no tiene mucho sentido. Lo que sí tendría más sentido es que se hubiesen intoxicado accidentalmente por los humos de la estufa que había en la tienda, ya que todos estaban dentro y pudieron haber aspirado el mismo humo. Explicaría además que, en medio de la desesperación por escapar, hubieran hecho los cortes en la tienda y hubieran salido a toda prisa. Pero, una vez más, la teoría cae por su propio peso cuando se descubrió que aquella noche no habían instalado la estufa.

La teoría más plausible es la de la avalancha. Escucharon algo durante la noche y huyeron a toda prisa, pero resulta que no había señales de que hubiera habido un alud. La tienda tendría que haber quedado completamente enterrada y no habría ni una sola huella de los expedicionarios. No obstante, no descartaremos esta teoría; más adelante veremos por qué.



¿El yeti ruso?


Otra teoría que sonó con bastante fuerza fue la de las pruebas militares encubiertas. No es tan descabellado como pudiera parecer. En aquel tiempo, en plena Guerra Fría con Estados Unidos, la URSS continuó haciendo experimentos y pruebas militares a pesar del hecho de haber firmado un tratado en el que se veía obligada a reducir el número de estas pruebas. Entrarían en este campo el lanzamiento de cohetes secretos, pruebas de armas con radiación o el uso de minas lanzadas con paracaídas. Si algo salía mal, lo único que tendría que hacer el Gobierno era decir que fue un accidente y ocultar las pruebas. Explicaría la radiación en las ropas de los expedicionarios y las luces en el cielo, ya que se habrían avistado en una zona donde los militares hacían experimentos. Además, resulta curioso que los superiores del principal investigador de esta teoría le ordenaran descartar el incidente militar. No obstante, el hecho de que nadie más contase esta historia y la falta de pruebas obligan a rechazar esta teoría.

Por último, está la paradoja de la hipotermia. De acuerdo a muchos estudios, en diversos casos de hipotermia el frío puede producir un sesgo cognitivo en el afectado, de tal forma que éste siente un irrefrenable deseo por desvestirse debido a una falsa sensación de calor extremo. En otras palabras, el frío y la desorientación le hacen sentir tanto calor que empieza a desnudarse para tratar de equilibrar la temperatura corporal. Es exactamente lo que ocurre con los expedicionarios, pues no olvidemos que salieron al exterior con temperaturas bajísimas, sin apenas llevar ropa encima. Pero, una vez más, hay un detalle importante que anula la teoría, y es que para que esto fuese posible, todos los miembros del grupo tendrían que haber alcanzado la última fase de la hipotermia al mismo tiempo, lo cual es demasiado inusual. Además, el hecho de que hicieran una hoguera y trataran de abrigarse poniéndose la ropa de los demás indica claramente que no estaban sufriendo esa paradoja.

¿Cuál es entonces la versión más realista? Teniendo ya todas las pistas a mano, veamos cómo pudieron haber sucedido las cosas.

Estaba anocheciendo y los expedicionarios estaban cansados después de un largo día de caminata. Se desviaron de la ruta para acampar en una pendiente. Cavaron un poco y montaron la tienda con la intención de pasar allí la noche y continuar la ruta al día siguiente. En medio de la noche, Nikolai se puso las botas y un abrigo por encima y salió de la tienda, posiblemente para hacer sus necesidades (lo que explica que fuese el único que estaba mejor calzado que los demás), quitándose el abrigo por un momento y dejándolo sobre un piolet quizás por comodidad. En ese momento, sus pisadas pudieron haber hecho que una masa de nieve, ya frágil debido a la excavación anterior para poner la tienda, se moviese un poco. Esto pudo haberle dado la impresión de que estaba comenzando una avalancha, por lo que corrió hacia la tienda para advertir a los demás. Sin tiempo para vestirse, cogieron sus cuchillos y salieron de la tienda lo más rápido que pudieron y dirigieron sus pasos cuesta abajo en dirección al bosque. Allí podrían conseguir ramas para hacer una hoguera, tal como sucedió.

Lo que no podían saber es que el deslizamiento de nieve había sido muy leve y no había llegado a convertirse en avalancha. Caminaron a lo largo de un kilómetro y medio bajo unas temperaturas de 25º bajo cero, sin apenas ropa ni calzado; a alguno se le ocurrió dejar encendida una linterna con la esperanza de que les ayudara a encontrar la tienda bajo la nieve, pero no les sirvió de nada. A pesar de haber conseguido llegar al bosque, estaban muy mal. El ansia de buscar calor hizo que algunos se quemaran con las llamas. Los dos Yuri fueron los primeros en morir de hipotermia, y sus compañeros se apresuraron a quitarles la ropa para cubrirse ellos, pues la necesidad de sentir calor apremiaba; algunos incluso se envolvieron los pies con telas, ya que era la parte del cuerpo que más había sufrido tras la caminata sobre la nieve.

Ante esta situación, se hizo necesario un nuevo plan. Se dividieron en dos equipos: un grupo trataría de regresar a la tienda para buscar más ropa y los sacos de dormir, y el otro grupo excavaría un refugio para pasar la noche. Del primer equipo sabemos cuál fue su suerte: no aguantaron hasta llegar a la tienda. Fueron cayendo uno tras otro, víctimas de la hipotermia. En cuanto al segundo equipo, las cosas no les fueron mejor. La mala suerte hizo que cavaran el refugio en un hueco vacío por el que cayeron, sufriendo fuertes fracturas que resultaron fatales. Zolotariov apenas tuvo fuerzas para sacar un cuaderno y un lápiz, tal vez con la intención de explicar lo que había pasado, pero no pudo escribir ni una sola palabra. Meses después, el deshielo provocó que se formara un riachuelo que dejó al descubierto algunas partes de los cuerpos, lo que facilitó la descomposición y permitió que algunas alimañas se alimentaran con sus ojos y la lengua de Dubinina. En cuanto a las luces en el cielo, pudieron haberse visto, pero no habrían sido responsables de la tragedia.




Y este es el final de una de las expediciones más trágicas de las que se tiene conocimiento. El caso se cerró tras el enterramiento de los expedicionarios. Tras el hallazgo de los cuerpos, se prohibió la circulación por el paso durante más de tres años por las autoridades soviéticas y los detalles del caso se mantuvieron en secreto hasta la caída de la URSS.

viernes, 29 de enero de 2021

"Los Bridgerton" o "Cuando Disney y Anatomía de Grey se comieron a Jane Austen"


¡Hola a todos!

Yo no sé cómo lo hago, pero siempre acabo cayendo en donde no debo.

No os asustéis, que no he hecho nada malo ni reprochable (creo). Me refiero a mis constantes caídas en lo mainstream, lo que está de moda en este momento, que es todavía más sangrante si me conocéis un poco y sabéis que huyo de las modas como de la peste. Pero bueno, supongo que todos pecamos alguna que otra vez, y en esta ocasión me ha tocado a mí. Y con una de las series que, aunque ya me la veía venir desde lejos, realmente me picaba la curiosidad.

Aviso a navegantes: A partir de aquí voy a hacer unos cuantos SPOILERS. Así que, si no queréis enteraros de ciertas cosas de la trama, mejor que no sigáis leyendo. Si no os importa, adelante.



No es ningún misterio que la censura, de una manera u otra, siempre ha estado presente en nuestras vidas. Desde el albor de los tiempos se ha tratado de pasar por el tamiz de lo políticamente correcto toda novedad que salía a la luz, ya fuese la literatura, la música, la ropa e incluso la forma de hablar. Durante muchos años, la Iglesia aportó su grano de arena modificando la palabra escrita para adaptarla a sus dogmas o prohibiendo a sus fieles ver películas como La última tentación de Cristo, El Código Da Vinci o la controvertida El Crimen del Padre Amaro por considerarlas poco apropiadas para la fe.

Fueron necesarios muchos años de idas y venidas en la Historia para darnos cuenta a día de hoy de lo mucho que hemos avanzado en pensamiento y tolerancia, pero es indudable que el mundo moderno todavía conserva la intención de censurar y prohibir anuncios, series y películas que podrían ofender a los integrantes de lo que se considera una “minoría desfavorecida”. No hace mucho fuimos testigos de la cancelación de la obra maestra Lo que el Viento se Llevó y de algunas películas de Shirley Temple, pero es que ni siquiera los más pequeños se han visto a salvo de la censura, pues se han modificado las restricciones de edad para películas animadas como Peter Pan, Dumbo y Los Aristogatos por contener mensajes racistas considerados poco apropiados para las mentes infantiles modernas. Se prohíbe mostrar esclavitud, se prohíbe mostrar estereotipos raciales que se tenían en otras épocas, se prohíbe mostrar a hombres parodiando el travestismo y se prohíbe mostrar a una mujer que no sea fuerte, rebelde y empoderada.

La nueva serie de Netflix, titulada Bridgerton, no debería tener este problema, pues adolece del mismo mal que aqueja a otras producciones tocadas por la dictadura woke.


La reina de Inglaterra. ¿Quién dijo realismo?

La reina de Inglaterra. ¿Quién dijo realismo?


La historia está ambientada en un lugar y un período histórico muy concretos: la Inglaterra de 1813, en plena época de la Regencia. Este período es uno de los más conocidos y adaptados tanto al cine como a la literatura debido quizá al esplendor de las distintas modas, los vaivenes de la política y una brillante cultura que ha llegado incluso a nuestros días. Fue durante la Regencia cuando el rey Jorge III, posiblemente aquejado de porfiria, tuvo que ser apartado del gobierno a causa de las múltiples locuras que cometía y que causaban estupor entre sus allegados. Su hijo Jorge, Príncipe de Gales, asumió desde entonces la regencia.

La época de Regencia siempre ha sido vista como una era frívola, llena de vanidad. Los pilares que definían a una persona eran principalmente tres: la virtud, el estatus y el matrimonio. Tres elementos que podían influir en el buen nombre de una familia y en su reputación de cara a la sociedad. Las diferencias sociales estaban muy marcadas, y no sorprende, por tanto, saber que la esclavitud no solo estaba bien vista, sino que era algo completamente normal (la ley de abolición de la esclavitud se aprobaría en Inglaterra en el año 1833). Esta época es en la que se encuadra la historia de Bridgerton, basada en la famosa saga literaria escrita por Julia Quinn.

Sin embargo, ya hemos dicho que de la adaptación televisiva se encarga Netflix, y esto significa que la exactitud histórica va a quedar en un segundo plano y se le va a dar primacía a la agenda política. Si lo que buscáis es una obra de ficción que respete el marco histórico en el que se desarrolla, como sucede con las películas basadas en novelas de Jane Austen, me temo que aquí no la vais a encontrar. El mundo de los Bridgerton es una realidad alternativa donde el rey se ha casado con una mujer de raza negra, y este matrimonio interracial hizo posible la eliminación de todo atisbo de racismo que pudiera haber en la alta sociedad blanca británica. ¿Tiene esto algo de malo? Yo diría que no, puesto que es más que evidente que se trata de una obra ficticia. Ahora, ¿es realista? Pues tampoco, por mucho que Netflix se empeñe en hacer ver que sí. El mensaje progresista y antirracial te lo gritan tan fuerte a la cara que parece casi como si quisieran borrar la realidad que una vez fue y que tanto molesta. Pero cuando se quiere eliminar la Historia también se elimina la enorme lección que la Humanidad aprendió del pasado.

Al final todo se reduce a una cuestión de estudios de audiencia y de mercado. La audiencia de Netflix es mayoritariamente blanca, cosa que la plataforma sabe a la perfección, y es por eso que se esfuerza en representar relaciones amorosas interraciales, aunque sea metidas a rosca. También sabe que los Bridgerton va dirigida a las mujeres, y a día de hoy no se puede mostrar a una joven hermosa de raza negra como premio de un hombre blanco heterosexual; por eso las relaciones que más triunfan en pantalla son las de una mujer blanca y un hombre negro, porque el hombre blanco está visto como opresor y hay que eliminarlo de la ecuación a como dé lugar. Digo más: al hombre negro se le representa guapo, musculoso y sexualmente atractivo, mientras que el hombre blanco suele ser feo, gordo y estúpido (en el caso de que sea guapo, seguramente tendrá alguna característica negativa, como que es maltratador o mujeriego). ¿Y no se supone que esto refuerza el machismo? Al fin y al cabo, se trata de una mujer que sirve como trofeo para un hombre triunfador. No, pues la raza anula ese supuesto. Así es como funciona la cosa: Cuando les interesa, refuerzan prejuicios; si va contra su filosofía, se apresuran a denunciarlo.



La cara que ponen todas cuando el Duque se baja los
pantalones y dice: 'Esto va dentro'


Lo cierto es que a Netflix le importa poco la veracidad histórica, y buena prueba de ello la tenemos ya en el vestuario diseñado para la serie. Los corsés que utilizan las mujeres son rígidos y de fuertes ballenas, cuando en la época se usaban de algodón y sin varillas. Los colores son demasiado estridentes en una época en la que, aunque ya se empezaban a usar los exóticos tintes venidos de América, imperaban los colores claros o apagados. No hay intención de mostrar la realidad, sino de elaborar un bonito marco para la realidad alternativa que van a adaptar. Es inevitable compararla con la magistral Downton Abbey, que destacó tanto por su precisión histórica como por los ingeniosos diálogos entre los personajes; los Bridgerton parece más una versión azucarada de las novelas de Jane Austen, en donde solo hay romance, cotilleo, bailes y canciones de música pop.

Pero, ¿de qué va Bridgerton? Pues todo empieza con Julie Andrews, quien interpreta la voz en off de la misteriosa Lady Whistledown, pseudónimo tras el que se oculta una dama de alta alcurnia que se dedica a poner por escrito todos los cotilleos de la aristocracia londinense en un folletín titulado Revista de Sociedad. A continuación, pasamos a conocer a las dos familias más importantes de la historia. Por un lado están los Featherington, una familia de nuevos ricos cuyas tres hijas, nada agraciadas, ya están en edad de ser presentadas en sociedad o, lo que es lo mismo, listas para entrar a formar parte del mercado matrimonial. Por el otro lado tenemos a los Bridgerton, familia de abolengo compuesta por la madre y ocho hijos de gran belleza y presencia física. Sin embargo, la atención del espectador se pone ya de inmediato en Daphne, una joven de veinte años mojigata y apegada a los convencionalismos, pues su única meta en la vida, para lo que se ha estado preparando desde que era pequeña, es casarse y tener muchos hijos. Es una paloma blanca, pura y virginal, tan casta que ni siquiera sabe cómo se hacen los niños, a pesar de que tiene tres hermanos mayores con los que comparte todo tipo de confidencias y sabe de sus correrías. De todas las debutantes presentadas a la reina en el inicio de la temporada, Daphne es la única que recibe la bendición de la soberana, lo que le debería granjear la atención de multitud de pretendientes.

Pero ocurre que Anthony, hermano mayor de Daphne y cabeza de familia tras la muerte de su padre, es tan protector con su hermana que espanta a todos los posibles pretendientes. Lady Whistledown se hace eco de la pérdida de interés que genera Daphne y todos pasan a cortejar a Marina Thompson, una prima lejana de los Featherington, que se convierte en la sensación del momento. Daphne ve peligrar sus planes de hacer una buena boda, aunque todavía tiene el interés de Lord Berbrooke, al que se encargan de presentarnos como blanco, desagradable y baboso. Y a pesar de que ha sido educada para este momento y lo único que desea es casarse porque eso es lo que le va a dar valor ante la sociedad, Daphne se permite el lujo de rechazarlo. Cierto que Lord Berbrooke no es el mejor partido de todos los que se le presentaron, pero se supone que eso a Daphne le es indiferente. Desde el principio, ella misma afirma que lo único que importa es casarse, y tampoco es que ya tuviera algún pretendiente o un chico al que le hubiera echado el ojo; en teoría debería darle igual quién es su pretendiente siempre y cuando sea de buena familia y la haga señora de su casa (cómo olvidar aquella escena de Orgullo y Prejuicio en la que Charlotte Lucas aceptaba la proposición del señor Collins a pesar de no amarlo, pues sabía que a sus veintisiete años no tendría más ofertas de matrimonio y no quería quedarse para vestir santos). Así que ya se empieza rompiendo la primera regla de personalidad del personaje, pues casi de repente nos dicen que en el fondo Daphne se quiere casar por amor.

Pero la regla se rompe por una “buena” razón, y esa razón no es otra que Simon Basset, a la sazón Duque de Hastings, un hombre de atractivo arrebatador, dueño de una gran fortuna y soltero empedernido. Daphne hace un pacto con el Duque por el cual ambos fingirán que hay algo entre ellos. ¿Motivos para hacerlo? Debido al excesivo desvelo de su hermano mayor, Daphne cree que sus antiguos pretendientes ya no la consideran deseable, pero si vieran cómo un hombre de la categoría del Duque se muestra atraído por ella, eso volvería a despertar su interés y tratarían de cortejarla de nuevo. A cambio, Simon conseguiría por fin que las madres de la alta sociedad dejaran de presentarle a sus hijas para que elija a una con la que casarse. El pacto terminaría en cuanto Daphne encontrara un pretendiente de su agrado, momento en el que el Duque se retiraría y se marcharía a otra parte sin ver peligrar su vida de soltero.

Vayamos por partes. Primero, este tipo de planes tan absurdos no funcionan y no han funcionado jamás, por lo que es obvio que tarde o temprano estos dos están destinados a enamorarse y caer rendidos en los brazos del otro. Segundo, ¿me estáis diciendo que ni la alta alcurnia de Daphne, ni su virtud, ni el hecho de que cuente con la bendición de la propia reina le dan valor alguno como mujer? ¿Lo que le da valor es que un hombre se fije en ella? ¿Y de verdad esperáis que me crea que ninguna otra mujer se fijará en el Duque solo porque él parece interesado por Daphne? Seamos un poquito serios; las tonterías tienen un límite.



Tranquilos, no os pasa nada en los ojos.
Es que los vestidos tienen ese color.


Contra todo pronóstico ¬¬U, Daphne y Simon se enamoran y son descubiertos por Anthony en pleno arrebato de pasión y, como es lógico, Anthony le exige a Simon que se case con Daphne para proteger su honra o se las verá con él en un duelo al amanecer. ¿Y qué creéis que responde Simon? Pues que prefiere el duelo. En serio, ¿prefieres morir de un disparo antes que casarte? Joder, hay cuchilladas que duelen menos que ese desplante. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga, pues a Daphne ya la vuelven a cortejar todos sus pretendientes, entre los que se cuenta el Príncipe de Prusia, sobrino de la reina Carlota, que parece el príncipe de Beckelar y que es el mejor partido que una jovencita podría desear. Seguro que elegirá con sabiduría y… ah, no, que insiste en casarse con Simon a pesar de que él no quiere. Vale, vale…

Pues nada, que la boda se lleva a cabo y estos dos empiezan su vida matrimonial mediante devastadoras y excesivamente largas sesiones de sexo apasionado en cualquier momento y lugar. Con un detalle importante, y es que Simon siempre procura eyacular fuera de Daphne. ¿Por qué hace esto? Pues porque, por motivos personales referentes a su padre, se niega a tener descendencia. Pero claro, esto Daphne no lo sabe: ella solo cree que Simon “no puede” tener hijos. Y como es tan ingenua, no sabe por qué Simon eyacula fuera de su cuerpo. Es entonces cuando aquí se produce ese “sutil” cambio entre la novela y la serie, y es que en el libro Daphne comete una violación sexual, solo que debidamente romantizada para que no nos escandalicemos.

Resulta que, a raíz de los traumas de su infancia, Simon está decidido a no tener hijos. No quería casarse por ese mismo motivo pero, al no quedarle más remedio que hacerlo, decidió que no dejaría embarazada a su esposa si podía evitarlo. En otras palabras, que se aprovechó de la ignorancia de Daphne y decidió negarle su gran deseo, que era la maternidad. Pero tranquilos, que el escaso afecto que sentís por Daphne va a desaparecer ahora mismo. A pesar de su inocencia, Daphne acaba por descubrir la triquiñuela de Simon y, como es lógico, se enfada con su marido y ambos tienen una fuerte discusión que termina cuando Simon, furioso, se va de casa y pilla una borrachera de aúpa. A su regreso, duermen juntos sin hacer nada, pero de madrugada Daphne le despierta, lo monta como a un potro y empiezan a tener sexo. Simon se presta de buena gana hasta que se da cuenta de que está a punto de tener un orgasmo, y en la posición en la que está, sumado a que tiene las capacidades mermadas por su borrachera, no puede hacer nada para apartar a Daphne, que tiene el control de la situación. Literalmente, Simon le suplica que pare, que no quiere seguir; pero Daphne sigue y le obliga a eyacular dentro de ella. Simon no le había dado su consentimiento pero ella le ignoró e hizo lo que le dictaba su santa voluntad, a pesar de saber los motivos por los que Simon no quería tener hijos y de que le dijo "no" repetidas veces. Esto es violación y, si os parece que no, probad a cambiar los roles y luego me contáis.

Y esto, por alguna razón que no me acabo de explicar, no lo han puesto en la serie. Supongo que se habrán amparado en el buen gusto o algo así, ya que poner una violación (y además llevada a cabo por una mujer) podría causar desagrado entre el público. En la serie la disfrazan convenientemente haciendo como que es un arrebato de pasión, y Simon ni siquiera llega a negarse del todo. ¿No es maravilloso? Luego discuten y esas cosas, pero no hay consecuencias por la violación; de hecho, ni se menciona que es una violación ni se le da mayor importancia, y todos acaban felices y contentos. Ah, qué bonita historia de amor.

Lo cierto es que no debería haberme pillado por sorpresa. Bridgerton nunca fue una buena historia, ni siquiera una historia interesante salvo en algunos puntos, sino que se trata de un decorado. Una serie de paisajes bonitos, emplazamientos lujosos, bailes interminables y un desfile de modelitos de alta costura y peinados extravagantes. Se han centrado tanto en la apariencia que se han olvidado de darle algo de sustancia que la haga interesante. La historia solo gira alrededor de personajes frívolos, un poco al estilo de Anatomía de GreyGossip Girl, sus enredos amorosos y sus planes de matrimonio. Pero, en fin, la novela también tenía el mismo estilo, así que supongo que a los amantes de este género les encantará.

A mí, desde luego, no.


lunes, 11 de enero de 2021

La Truñoteca here we go: 3 Metros sobre el Cielo

 

Caramba, carambita, carambola. ¿Yo analizando una película de hace diez años? ¿Pero a quién se le ocurriría un despropósito como este? Pues a mí, por supuesto, porque así soy yo: viejuna hasta para hablar de películas de moda. Lo cierto es que, hablando con propiedad, debería haber desbarrado sobre esta película hace mucho tiempo, y si no lo he hecho ha sido principalmente porque quería olvidar que tanto la película como su novela existen. Pero no se puede huir para siempre de algo que te persigue y, me guste o no, tengo que reconocer que esta película marcó un antes y un después en toda una generación de adolescentes tardíos.

Basada en la novela homónima de Federico Moccia, 3 metros sobre el cielo se estrenó en el año 2010 y casi de inmediato se convirtió en un éxito de taquilla. Gran parte de su éxito vino gracias a la participación protagónica de Mario Casas, el actor guaperas del momento, que fue el responsable de millones de suspiros por parte de chicas que empezaban a dejar atrás su adolescencia pero conservando cierto remanente que les hacía babear por los chicos malos que Casas solía representar. Recuerdo que, por aquel entonces, vivía con una compañera de piso que estaba absolutamente loca por Mario Casas y, cuando fue a ver la película al cine, volvió suspirando y proclamando que sería maravilloso tener un novio como el protagonista.

Y ya me conocéis: soy incapaz de resistirme a un bodrio. Aunque lo pase mal viéndolo o leyéndolo, luego soy más feliz criticándolo y quedándome a gusto. Y esto es exactamente lo que va a pasar aquí. Voy a destripar absolutamente toda la película, de cabo a rabo, sin dejarme nada. SPOILERS por doquier, hasta en la sopa, aunque no se puede hablar de spoilers en una película que tiene ya diez años. Si queréis verme en mi salsa, seguid leyendo. Os voy a hacer el favor de vuestra vida, ya que después de leer esta crítica, no os quedarán ganas de ver el truño que es 3MSC, con lo cual os evitaré una embolia cerebral. ¡Vamos allá!



La película empieza in media res, por así decirlo, con un chaval en una sala de juicios donde se está celebrando una vista en la que él es el acusado. Hugo, nuestro protagonista, es hallado culpable de agresión y se enfrenta a una pena de cárcel, cosa que se evita gracias a que su padre y su hermano pagan la fianza. A pesar de que en sus flashbacks y momentos remember podemos ver que el chaval ha sido bastante violento con la víctima, un hombre al que ha machacado a puñetazos hasta dejarlo casi muerto, sus monólogos internos lo quieren mostrar como un chico que en el fondo es profundo y reflexivo, cosa que no cuadra por ninguna parte porque también te lo quieren vender como todo un malote. Sí, ya sabéis, el típico macho alfa de mirada al frente, rostro mal encarado, chupa de cuero y que va a todas partes en moto. Vamos, el chico por el que todas las chicas suspiramos (puaj).

Pasamos entonces a su polo opuesto. Mientras nos cuentan la historia de Hugo (H para los amigos, porque llamarse Hugo no es de chicos guays), van pasando imágenes de Babi, una niña bien de rostro angelical, pelo precioso, muy mona y responsable. En su camino en coche al colegio privado de chicas donde estudia (es obvio: es una niña buena y todo el mundo sabe que las niñas buenas no se mezclan con chicos en el instituto) tiene lugar su primer encuentro con H, que la saluda llamándola "fea". Ella le mira, por supuesto, pero no le responde. Y luego H va, se acerca al coche y la agarra de la mano, en un acto más parecido al acoso que a un intento de cortejo. Por si alguien se lo está preguntando, ni su padre ni su hermana, que iban en el coche, no ven ni hacen nada.

A pesar de que Babi es una buena chica, eso no le impide cometer pequeñas infracciones que podrían perjudicarla en el futuro, como chivarle las respuestas de un examen oral a su amiga Katina usando el móvil. La profesora, que nos la pintan como una amargada que odia a sus alumnas, las descubre y les echa la bronca, pero la cosa se queda ahí por el momento; ya tendremos tiempo de volver a ver a esta profesora. Ahora importa más saber cómo es esta tal Katina, mejor amiga de la protagonista, y uno de los personajes más insufribles de toda la película. Supuestamente es el contrapunto de Babi, en el sentido de que parece más alocada y rebelde que su amiga, pero pronto descubriremos que es una tonta con la cabeza llena de serrín.

A continuación pasamos a una nueva escena donde vemos a H en una fiesta de moteros a la que solo van los chicos y chicas más guays, que son los poligoneros. H, por supuesto, es el rey de los guays, al que todo el mundo le lame las suelas de las botas de cuero en cuanto le ven aparecer. ¿Y qué van a hacer para divertirse? Pues lo que todos los chicos guays hacen, que es quitarse las camisetas y ponerse a hacer dominadas como si fueran mandriles. En esta película es muy importante que los hombres de verdad demuestren en todo momento lo fuertes y machos que son, pues solo así sabremos que son dignos de respeto y devoción. Y mientras H se trabaja los bíceps como un poseso, la palomita de Babi va a una fiesta de pijos en la que, evidentemente, se aburre. Es la maldición de todos los pijos: como lo tienen todo, se aburren de la vida. Pero no pasa nada, porque aquí vienen H y sus amigos para darle vidilla al asunto irrumpiendo en la fiesta y armándola muy fuerte. Me parece llamativo que la anfitriona de la fiesta les deje entrar y no llame a la Policía, ya que no les conoce de nada. Pero en fin, esta clase de coherencia la veremos a lo largo de toda la película, así que es mejor irse acostumbrando.



Uno de los amigos de H, llamado Pollo, se cuela en una habitación donde todos los invitados de la fiesta han dejado sus bolsos y abrigos, y empieza a robarles el dinero como si tal cosa. Katina le descubre robando de su propio bolso, pero lejos de enfadarse, lo encuentra adorable y entre los dos se produce un flechazo tan inexplicable como absurdo. ¿Y qué está haciendo H al mismo tiempo? Pues volviendo a acosar a Babi, diciéndole que llamarla "fea" siempre funciona con las chicas como ella. Al final, ella se harta y le tira la bebida a la cara. Un chico que le tira los tejos se echa a reír y la primera reacción de H es darle un puñetazo que lo tira al suelo. A partir de ahí, la cosa se sale de madre y todos, como la manada de perros que son, empiezan a pelearse con los pijos, porque así funciona esta gente: los malotes pueden sobar a las pijas sin su consentimiento, y los pijos son cobardes y merecen ser agredidos. Nuestro macho alfa favorito coge a Babi como un saco de patatas y se tira con ella a la piscina, ignorando sus gritos y súplicas de que no lo haga y, de paso, manoseándole el trasero.

Después de todo este desmadre, a alguien por fin se le ocurre la brillante idea de llamar a la Policía. El chico que recibió el puñetazo se lleva a Babi en su coche para acompañarla a su casa y es ahora cuando empieza la persecución Fast & Furious. Los malotes, montados en sus motos, se dedican a perseguir el coche, a darle golpes, a rayarlo y a romperle los espejos retrovisores. ¿Y qué haría alguien en semejante situación? Pues lo normal: frenar en seco y que uno de los moteros se dé un hostión sobre el suelo (llego a ser yo la conductora y los placo a todos con el coche, lo juro). Y a pesar de todo esto, H sigue empecinado en seguir a la pareja, enfrentarse al chico y obligarle a pedirle perdón como el matón que es. Una pareja que pasa por allí en su coche reconoce a Babi y se ofrecen a ayudarla, pero en cuanto el hombre se acerca a los chicos para separarlos, H le parte la nariz de un guantazo (recordad esto, porque será importante más adelante). Al final, tanto la pareja como el chico agredido se marchan dejando a Babi sola con H, a quien le pide QUE LA LLEVE EN SU MOTO A CASA! ¡Acaba de lanzarte al agua, le has visto pegarle a un chico que no le había hecho nada, te ha faltado al respeto de mil maneras en menos de un día! ¿¡Y tú aún encima le pides que te lleve a casa!? H, por descontado, está encantado de que Babi le suplique ayuda, no sin antes obligarla a que le rodee el torso desnudo con los brazos, porque se ve que si lo hace por encima de la chupa de cuero él no está cómodo (esto también podría catalogarse como acoso). Al final la lleva junto a sus padres y su hermana menor, que es una absoluta fangirl de H. Es ella quien le dice que sus amigas le llaman H porque eso significa "héroe", y que parece que ha aparecido para salvarle la vida a Babi. Si no habéis vomitado al llegar hasta aquí, ahora es el momento de hacerlo.

Al día siguiente, H y Pollo aparecen en la puerta del instituto pijo para recoger a Katina, que tiene una cita con Pollo, a la que él la va a invitar a comer con el dinero que le robó en la fiesta (no, no es broma); Babi decide por una vez comportarse como lo haría una persona normal y se marcha a su casa. Más tarde, las dos amigas tendrán una conversación en la que Katina le dice a Babi que no debería juzgar mal a Pollo, que si roba es porque tiene muchos problemas con su padre. En otras palabras, que está justificando al garrulo al que ha pillado robándole su propio dinero solo porque se ha encaprichado de él y se han hecho novios. Por favor, quien entienda a esta chica, que la compre.

Pero resulta que Babi tiene sus propios problemas con los que lidiar. ¿Recordáis al pobre señor que recibió un soplamocos de H cuando intentaba ayudar a la chica? Pues resulta que es un conocido de los padres de Babi y les ha dicho que va a denunciar al chico, pero necesita su nombre y cree que Babi podría saberlo. Ante la insistencia de sus padres, Babi les dice el auténtico nombre de H y, de paso, provoca que su hermana menor se mosquee con ella, porque claro, cómo te has atrevido a delatar a un chico tan guay y molón como H. A mí la verdad es que no me queda muy claro por qué H es tan famoso en la ciudad. ¿Qué es, influencer o algo así? ¿Y cómo es que la hermana de Babi sabe tanto de él si también es una niña pija y pertenecen a mundos distintos?

Pero si pensabais que Babi iba a comportarse como una persona normal, estabais muy equivocados porque nuestro mirlo blanco tiene para dar y tomar. Después de delatar a H, decide irse al polígono a las carreras de motos para buscar a su amiga Katina, que se ha ido allí con el novio y le ha hecho la jugarreta a Babi de que le diga a su madre que está durmiendo en su casa; en el polígono, por supuesto, se topa con nuestro H de héroe y su ligue, una chica malota que sabemos que es malota porque viste de cuero, tiene mucha sombra de ojos y los labios pintados de rojo pasión. Babi le dice a H que lo ha delatado y que va a testificar en su contra, y H, lejos de preocuparse, dice que eso no va a pasar porque va a conseguir que ella esté tan loca por él que hará cualquier cosa, incluso mentir, para protegerle. O sea, que a la lista de virtudes de este gran señor hay que añadir la de manipulador psicológico, porque ese comentario es de traca. A tanto llega su manipulación que consigue hacer que Babi participe en las carreras de siamesas. ¿Y qué es eso?, os preguntaréis. Pues una carrera de motos por parejas, con la particularidad de que las chicas van de paquete espalda contra espalda, sujetas al chico por un cinturón y nada más. En la carrera, los chicos llegan a hacer el caballito con las motos en más de una ocasión, haciendo que tanto ellos como sus parejas corran un gran peligro (y, de hecho, una visual de los altares elevados allí en el polígono nos demuestra que más de uno se ha matado, pero te lo pintan como muy heroico y bonito).



Por fortuna, la carrera acaba bien. Sí, es verdad que aparece la Policía para detener esa carrera ilegal, pero H consigue escapar con Babi en su moto, no sin que antes un avispado policía les saque una foto muy bonita que será portada del periódico al día siguiente (se ve que los policías no ganan mucho en el Cuerpo, que tienen que trabajar de fotógrafos para poder ganarse unas perras). H y Babi huyen pero, en cierto momento, H la obliga a esconderse tras un muro de piedra... con la gran casualidad de que allí había un montón de estiércol (es taaaan creíble...). Babi quiere que la lleve a casa, pero H se niega a llevarla en su moto llena de mierda, así que la OBLIGA a quedarse en bragas y, no contento con eso, la observa desnudarse sin su consentimiento. Y justo antes de separarse, H le hace el amago de que le va a comer la boca y la tonta de Babi mirándolo embobaba y poniendo morritos para que le dé un beso. ¿¿Pero en qué momento te ha empezado a gustar este tío, hija mía??

Si os soy sincera, me ha costado mucho entender qué podría estar pasando por la mente de Babi. Quizá tenga mucho que ver con el hecho de que nos la presentan como una chica completamente vacía. No sabemos nada de su personalidad, qué le gusta, qué aficiones tiene, qué quiere ser en el futuro... Su comportamiento no es coherente en ningún momento. Pasa de ser una chica obediente a una rebelde en potencia, de ser fina y educada a contestarle mal a su madre. Sería muy fácil para mí echarle la culpa de su comportamiento a H, pero es ella la que demuestra que no tiene el menor atisbo de carácter. Está ahí única y exclusivamente para ser el objeto bonito de H, su palomita blanca e inmaculada. A pesar de las perrerías que le ha hecho en tan poco tiempo, Babi va a buscarlo a una discoteca y decide atraerlo realizando una ortopédica danza de apareamiento que consigue su objetivo, pues consigue llamar la atención de nuestro machote favorito. Al día siguiente, H se cuela en su habitación para pegar en el techo un poster con la foto que les sacó el policía/reportero, cosa que a ella le hace tanta ilusión que hasta salta de alegría.

Pero no todo iban a ser florecitas de colores para la pareja, porque hay a quien no le gusta que estén juntos. La madre de Babi es una de ellas, quien le exige explicaciones acerca de su comportamiento y por estarse liando con un maleante. La otra persona es la profesora de Babi, que la descubre faltando a clases para escaparse con su novio en la moto. Pero resulta que por el camino ven en un coche a una mujer, ante la cual H reacciona acelerando la moto y soltando espumarajos por la boca mientras le da patadas a un contenedor de basura. ¿Quién es esta misteriosa mujer y por qué le hace comportarse así? Pues nada menos que su madre, a la que descubrió en una ocasión poniéndole los cuernos a su padre con otro hombre; este hombre es el mismo al que H golpeó hasta casi matarlo, lo que le llevó al juicio que hemos visto al principio de la película. En los flashbacks, se nos muestra a H como un chaval que pasó de ser un buen estudiante que sacaba matrículas a convertirse en un malote irascible y machista solo por ver a su madre poniéndole los cuernos a su padre. En serio, ¿me están tomando el pelo?

Pero tranquilos, que todo el mal rollo se pasa con un abrazo de Babi. Es que es taaaan bonito que H le tenga tanta confianza, porque ella es la única que sabe lo de que su madre fue infiel. No le dijo a nadie más que estuvo a punto de matar a un hombre. Qué romántico, ¡hagamos volar juntos esta cometa! Y se van juntos a una playa desierta a pasar el día y a darse el lote al aire libre, que es como más les gusta hacerlo a los adolescentes. Sin embargo, en esta ocasión Babi le pide que no siga porque no está lista todavía, y H dice que la va a esperar. ¡Qué considerado que no sea un violador! De hecho, no violarla es lo único bueno que hace por ella en toda la película.

Pasamos a otra escena en la que Babi se encara con la chica que fue el anterior ligue de H y se ponen a discutir por un pañuelo o yo qué sé. El caso es que la malota le tira de los pelos a Babi y esta se defiende como gata panza arriba, con unas bofetadas y patadas que ya quisiera más de una poder dar sin más. Es curioso como en este tipo de películas, novelas o lo que sea, se recurre al mismo cliché de la chica que era dulce y tierna, y de un día para otro se convierte en una badass que ya sabe subirse a una moto, salir con un delincuente, beber como un cosaco, darle de leches a una poligonera... Esto es muy irreal, se mire por donde se mire, porque dudo que nadie pueda cambiar tanto en un lapso de tiempo tan corto, y menos si tienes unos padres que te quieren y te ponen normas. Pero nada de eso importa, porque a H le parece muy adorable que su novia se pelee por él. Y para celebrar la ocasión, se lleva a Babi a un antro de mala muerte para que le tatúen una H en el vientre, quedando así marcada de por vida. ¿Perdona? ¿Cómo de encoñada tienes que estar por un tío para tatuarte su inicial a la semana de estar de novia con él?



La madre de Babi, que está preocupada por ella aunque la película nos la pinte como una vieja amargada, le pide a su marido que hable con el novio de su hija para saber con qué clase de tipo están tratando. El padre se va con H de cervezas, hablan de cosas de hombres, H le insinúa que no se deje dominar por su mujer, que la camarera latina del bar le pone ojitos... Y después pasan a hablar de Babi, de quien H solo tiene que decir que le hace bien estar con ella. Una vez más, el viejo estereotipo de que la mujer solo está ahí para ser la cura del hombre. Babi le hace bien a H, pero... ¿qué le da H a cambio? ¿Qué aporta a la relación? Absolutamente nada. Si por lo menos trabajara, pero es que ni eso. Se pasa los días enteros en casa, sin ir a clase, bebiendo y fumando con su amigo Pollo o de carreras con la moto. Una moto que seguramente ha pagado su hermano mayor, con el que vive a sus expensas, pues es el único que se gana la vida de una forma honrada para mantenerse él y al parásito de H. A pesar de esto, H se toma la licencia de robarle dinero a su hermano y denigrarlo diciéndole que es un amargado que no sabe disfrutar de la vida. Como si él la disfrutara a tope, vamos.

En la escena siguiente, descubrimos que la profesora de Babi le dice que la va a expulsar del colegio porque la chica ha falsificado la firma de su madre en el parte de faltas a clase. La madre se apresura a ir al colegio a recoger a Babi y le dice que ha conseguido que no la expulsen gracias a que ha hecho una donación de ¿¿¿8.000 EUROS??? ¿¿Pero cuánta pasta tiene esta gente?? Estando castigada en su cuarto, Babi recibe la visita de H y juntos se escapan a una piscina para darse un baño ligeritos de ropa. Esta escena innecesaria solo tiene como único objetivo informarnos de que Babi es virgen aún. Tras enterarse de los problemas de Babi con su profesora, al tío no se le ocurre nada mejor que ir a su clase a amenazarla y, de paso, secuestrar a su perro. Vale, basta, hasta aquí hemos llegado. ¿De verdad se puede ser tan ruin como para secuestrar al perro de una mujer, sabiendo lo mal que lo pasan los animales cuando están lejos de sus dueños? ¡Y a pesar de esto, el padre sigue creyendo que es un buen novio para su hija y le deja que se sigan viendo!

En otra de sus citas, H se lleva a Babi a la misma playa y juntos allanan una casa vacía y tienen allí su noche romántica de pasión. Es aquí donde H le dice a Babi su famosa frase, lo de que la quiere a tres metros sobre el cielo. ¡Qué bonito, cuánto amor! ¡Miles de adolescentes suspirando por tener un novio como H! En otro momento, ella está haciendo de canguro y llega H con su amigo Pollo y el perro; H se va con Babi a su cuarto para darse el lote mientras Pollo entretiene al crío que Babi tenía que cuidar, y de paso invita a todos sus amigos delincuentes a la casa de Babi para que hagan una fiesta y revienten el mueble bar. Babi los echa a todos sin contemplaciones, incluyendo a H, quien por una vez no ha tenido la culpa de lo que ha pasado. Pero tranquilos, que todo se soluciona al día siguiente, cuando Babi va al colegio en el coche y ve en un puente un grafiti de H en el que pone "Tú y yo a 3MSC". ¡Qué bonito! ¡Es su frase! ¡Mi novio ha cometido vandalismo callejero por mí, porque me quiere! ¡Oh, qué feliz soy!

Este es el momento de la película en el que nos quieren hacer ver que H ha cambiado y se ha vuelto todo un romántico que hasta le prepara una cena especial a su chica. Pero mientras espera en vano a que Babi vaya a verle, la llama y ella le dice que su madre está buscando un anillo que desapareció cuando sus amigotes fueron a su casa y que él tiene la culpa. Y H, experto en arreglar las cosas a su manera, va al polígono y se lía a hostias con el que viene siendo su rival durante toda la película, hasta que la chica que fue su ligue confiesa que fue ella la que cogió el anillo y se lo da. H va a casa de Babi dando gritos y golpes en la puerta, como lo haría una persona normal, para devolverle el anillo. La escena siguiente, en la que Babi lo tiene en su habitación y le cura las heridas como si fuera un guerrero recién llegado de la batalla, consigue hastiar hasta al más pintado.



Y entre pitos y flautas, hemos llegado al día del juicio de H, en el que se juega ir a la cárcel si Babi decide contar la historia tal como sucedió. Pero, ¿qué os parece? La muy estúpida cambia de idea y no testifica en contra de H para no comprometerlo. ¡H lo ha conseguido, amigos! ¡Babi está tan enamorada de él que ha mentido en un juicio para salvarle el culo! Ante los reclamos de su madre, Babi le contesta que no quiere convertirse en una vieja como ella ni tener su vida de mierda, yéndose a continuación con H. En serio, Babi es la Maniac Pixie Dream Girl perfecta: Una chica que no tiene personalidad y solo está ahí para que su interés amoroso varón se sienta bien, cambie y sea feliz a costa de su propia felicidad. Sin embargo, como esta chica tiene un carácter un tanto volátil, se apresura a aclararle al chico que es la última vez que miente por él, que si vuelve a pasar algo más, se acabó.

Pasan los días y descubrimos que tanto Katina como Babi han aprobado y con muy buena nota, cosa que alegra a H. Ahora por fin puede devolverle el perrito a la profesora, ya que ha cumplido su parte del trato. Babi, que no sospecha nada, va a clase para llevarle un regalo a la profesora para darle las gracias por su aprobado y descubre que en la clase está el transportín del perro, al que ella ha visto en su casa porque Pollo lo llevó aquella vez. De pronto lo comprende todo y discute con H, tras lo cual le dice que quiere que se den un tiempo. Que digo yo, ¿qué necesidad hay de que os deis un tiempo? ¡Si ya está todo dicho! ¡Ya sabes que tu novio es un delincuente capaz de hacer lo peor! ¡Déjalo ahora que estás a tiempo!

Eso sería lo más fácil, ¿verdad? Pues no os preocupéis, que aún quedan un par de cartuchos por quemar en esta película. Mientras Pollo se prepara para otra carrera de motos, la madre de Babi se dedica a dilapidar todo el dinero de la familia para celebrar el cumpleaños de su hija en un local de lujo. H se debate entre ir a ver a su amigo a las carreras o ir a la fiesta para tratar de recuperar a Babi. Y como todos sabemos que tiran más dos tetas que dos carretas, no nos sorprende ver a H yendo a buscar a Babi y marcarse juntos un baile al ritmo del Forever Young de Alphaville (nunca les perdonaré haber usado una de mis canciones favoritas para esta mierda de película). ¿En qué momento se arreglaron sus problemas? ¿Alguna vez se han sentado a hablar sobre lo ocurrido? Por favor, no le busquéis la lógica a esto.

Sin embargo, todo se desata de la manera más trágica porque un chico interesado en Babi le tira medio sin querer, medio queriendo, una copa de vino encima del vestido y la deja empapada. Al intentar ayudarla, H monta en cólera y le propina un puñetazo al chico, porque así es H. Es un chico lleno de ira que responde con violencia a la menor provocación. Es un animal, un individuo que no sabe comportarse como una persona civilizada. Pero mientras Babi le recrimina su actitud, su hermana menor anuncia que ha habido un accidente en las carreras del polígono y que Pollo está implicado. H y Babi van juntos en la moto (en serio, ¿no podrías haber ido con alguien más?) y allí se enteran de que Pollo ha muerto al caerse de la moto. Se supone que es un momento triste y emotivo, pero a mí no me inspiró ninguna compasión. Cuando vas de chulito a toda velocidad en una moto, lo que suelen ocurrir son ese tipo de accidentes. Y suerte ha tenido la desconsolada novia/viuda, pues ella ha salido ilesa del accidente.



A partir de aquí, todo se dispara. Ante el nuevo arranque de ira de H, que se lía a trompazos con la moto por haber tenido la gran culpa de matar a su amigo, Babi se marcha hastiada de todo. Es ahora cuando por fin (¡por fin!) se da cuenta de que estar con H no le hará ningún bien, que él tiene la culpa de todo y que ha matado a Pollo. ¿Respuesta de H? Pegarle una bofetada. Vale, no me malinterpretéis por lo que voy a decir, pero creo que Babi se merecía esa bofetada. No porque esté defendiendo al energúmeno de H, ni mucho menos, sino porque le ha dicho a un chaval que acaba de perder a su mejor amigo que es culpa suya que haya muerto, cuando eso no es cierto. Pero esto sirve para confirmar de una vez por todas que H no hace concesiones con nadie y que ella no está a salvo con él, que H le cruzará la cara cada vez que vuelva a decirle algo que no le gusta.

Ya no hay vuelta atrás. Babi se marcha de su vida para siempre y ambos toman caminos separados. Ella empieza a salir con el chico que le tiró la copa encima (que además tiene un BMW, mucho mejor que ir en moto), y H se reconcilia con su hermano y se va a Londres una temporada, a ver si consigue trabajo o algo. Reflexión estúpida final y se cierra el telón. Fin de la historia. Jovencitas, les ofrecemos paquetes de clínex a la salida del cine para que se enjuguen las lágrimas después de ver que Babi y H no acaban juntos, muchas gracias.

Y así acaba la que está considerada como una de las películas románticas más bonitas que se hayan hecho jamás. El amor verdadero en estado puro, dicen muchos. Y, qué queréis que os diga, pero a mí me ha parecido estúpida, irreal y hasta peligrosa. No me hace ninguna gracia cómo se romantiza la violencia dentro de una pareja joven, como si fuera de lo más normal tener un novio psicópata y manipulador como Hugo. 3MSC te vende una idea del amor muy falsa, pues te hace creer que esa sensación de mariposas dentro del estómago, de volar por encima de las nubes como si estuvieras en un sueño, solo la vas a experimentar una vez en la vida y quedará grabada en tu mente para siempre. Digo más: solo la experimentarás con una persona que te haga salir de tu anodina existencia, aunque sea poniéndote en peligro una y otra vez, porque lo único que importa es vivir la juventud a tope, que a partir de los treinta ya te conviertes en un viejo resentido con el mundo, con un trabajo que te deja cara de tonto y la sensación de que has desperdiciado tu vida. 3MSC muestra a los hombres de verdad como machos violentos o pijos cobardes, a las mujeres como niñas sin cerebro o como señoras amargadas. 3MSC hace una apología de la violencia gratuita, de actitudes que rayan el maltrato hacia la mujer y de la conducción temeraria, todo ello escondido tras argumentos del tipo "no quiero enterarme de lo que pasa a mi alrededor".

¿Sabéis lo más preocupante? Que a las chicas les gusta este tipo de productos. He leído varios casos de chicas que en el momento de estreno de la película tenían 17 ó 18 años, e interiorizaban tanto el mensaje de la película que creían que eso era bueno. Chicas que iban y van de feministas suspirando por tener un novio que las controle, insulte y manipule como H. Y creo que eso es lo que más duele: que a pesar de todos los mensajes negativos que salen del visionado de esta película, no hayamos aprendido nada.