viernes, 10 de febrero de 2017

Curiosos ritos de amor


¡Hola a todos!

El amor tiene todo tipo de rituales curiosos que se llevan a cabo en pareja. En San Valentín, muchas personas enamoradas agasajan a las personas que les gustan con flores, chocolate o tarjetas en las que manifiestan sus sentimientos por la persona amada. Otros ritos propios del cortejo amoroso incluyen cantar una canción para dedicársela al ser amado, aprender a bailar para pasar un buen rato con esa persona o componer un hermoso poema de amor. Sin embargo, en otros países existen ritos de amor que a nosotros pueden parecernos bastante peculiares, por no decir chocantes.

Lo que hoy os traigo es una pequeña lista de las costumbres amorosas más llamativas del mundo. Hay muchas más, por supuesto, pero estas han sido las que más me han llamado la atención.



Chozas del amor




En una cultura como la nuestra, que a día de hoy sigue concediendo una importancia especial a la virginidad de los adolescentes, resultaría un poco chocante animar a los más jóvenes a tener relaciones sexuales con muchas personas, cuantas más mejor, hasta que encontraran a la persona con la que quisieran pasar el resto de su vida. Pues en un pueblo de Camboya, esta es una práctica corriente.

En la tribu Kreung de Camboya, cuando una niña tiene entre trece y quince años se considera que ya está en edad de empezar a buscar una pareja. Pero como a esa edad también llega la efervescencia sexual, los padres de estas chicas construyen para ellas una cabaña alejada de la vivienda principal a la que llaman “choza del amor”, para que sus hijas puedan llevar allí a los chicos que les gustan para acostarse con ellos, aunque esto no siempre sucede. Las chicas tienen total libertad para decidir a qué chicos van a llevar a su choza y si quieren acostarse con ellos.

Por las mañanas, los chicos tienen que abandonar la choza del amor antes de que salga el sol, ya que en esta tribu se considera que dos personas no pueden ser vistas juntas en público a menos que estén comprometidas. Pero eso no significa que las chicas tengan un límite sobre el número de chicos con los que quieran tener relaciones sexuales, ya que el sexo se entiende de otra forma distinta a como lo vemos los occidentales. Las chozas del amor ofrecen a estas chicas un espacio privado en el que poder encontrarse con chicos, hablar con ellos, conocerles mejor y, si lo desea, acostarse con ellos. El objetivo es encontrar a la pareja ideal con la que compartir el resto de su vida, con el apoyo de sus padres.



Hilo rojo del destino




Cuenta una popular leyenda oriental que las personas destinadas a estar juntas están unidas por un hilo rojo invisible que ata sus dedos meñiques. Este hilo nunca desaparece ni se desata solo. A pesar del tiempo y la distancia, a pesar de todas las vicisitudes que ocurran, si dos personas están unidas por un hilo rojo, tarde o temprano se encontrarán para estar siempre juntas.

La leyenda nos habla de un emperador que, tras enterarse de que existía una bruja que era capaz de ver el hilo rojo que unía a dos personas, le ordenó que le llevara ante la que sería su futura esposa. Siguiendo el hilo, la bruja llevó al emperador hasta el mercado y le presentó a una mujer campesina que llevaba una niña pequeña en brazos. El emperador, pensando que la bruja se burlaba de él, empujó a la campesina y la hizo caer, con tan mala suerte que la niña se le escapó de los brazos y se hizo una gran herida en la frente. Luego, mandó decapitar a la bruja. Pero años después, cuando llegó el momento en que debía buscar a una mujer para convertirla en su esposa, el emperador aceptó la sugerencia de la corte, que le ofrecía la posibilidad de casarse con la hija de un general muy poderoso. Pero cuando llegó el día de la boda y vio por fin la cara de su esposa, se llevó una gran sorpresa al ver la llamativa cicatriz que lucía en la frente.

No se sabe si esta leyenda es de origen chino o japonés. Lo que sí es cierto es que está tan arraigada que no son pocas las personas que llevan un hilo rojo auténtico atado en su dedo meñique, pues se considera que este dedo está conectado con el corazón, donde se supone que viven los sentimientos de amor.



Bomena




En algunas zonas rurales del este y el centro de Bután, los jóvenes enamorados llevan a cabo el ritual del Bomena, un peculiar sistema de cortejo que es, cuanto menos, llamativo: entran de noche en la casa de la chica que les gusta y la secuestran para convertirla en su pareja.

Los chicos jóvenes salen juntos por la noche para espiar a las chicas que les gustan, que están en sus casas a la expectativa de lo que ocurra. Esta actividad puede hacerse en solitario o en grupo. Si un chico sale solo por la noche con la idea de secuestrar a la chica, probablemente es porque ya ha hablado antes con ella y ambos están de acuerdo en que eso ocurra. Pero también puede darse el caso de que varios chicos prendados de la misma chica salgan en grupo y luego se separen para cobrarse su presa en solitario; la chica se quedará con el más rápido y habilidoso.

A pesar de que tanto las chicas como los chicos están de acuerdo en llevar a cabo esta curiosa costumbre, eso no quiere decir que a los chicos no se les pongan trabas. La gracia de esta “cacería” estriba en que los chicos tengan dificultades para llevarse a la chica que quieren. Tienen que salir por la noche, cuando los habitantes de la casa estén durmiendo, y deben ser muy astutos para entrar en la casa sin ser descubiertos. La disposición de las camas también les complica el asunto, ya que en las casas de Bután todos los miembros de la familia suelen dormir en la misma habitación. A todo esto se añaden los remilgos (casi siempre fingidos) de la chica, que tiene que hacerse de rogar; su compañero tendrá que hacer gala de unas grandes dotes de persuasión para poder llevársela.

En caso de ser descubierto en pleno allanamiento, el chico tendrá que escapar corriendo antes de que los padres de la chica lo expulsen arrojándole agua caliente o lo tiren por la ventana de la casa. Los padres más estrictos buscan al merodeador y lo amenazan con pegarle con un palo, pero la mayoría de los padres fingen dormir mientras el intruso lleva a cabo el secuestro de su hija. Esto es así porque por lo general ya conocen al chico que está interesado en su hija y saben que es un buen partido para ella.



Hombres Wodaabe




Los Wodaabe son un pueblo nómada que se encuentra disperso por todo el territorio del Sahara. Al final de la temporada de lluvias, que suele ser en septiembre, los Wodaabe se reúnen antes del inicio de la migración trashumante para buscar una esposa. Los hombres Wodaabe, luciendo un elaborado maquillaje y vistiendo hermosas plumas y adornos, realizan varias danzas y canciones para impresionar a las jóvenes casaderas, que se convierten en juezas de la belleza física de estos hombres.

Los Wodaabe dedican muchas horas a su aspecto físico antes de danzar y cantar para las mujeres. Utilizan un maquillaje especial a base de un polvo amarillo para trazar una línea en medio del rostro y otros detalles llamativos. También utilizan kohl para resaltar la blancura de sus ojos y sus dientes. Su ropa, adornada con plumas, cuentas y multitud de adornos, está hecha para resaltar sus cuerpos fibrosos. Cuando ya están listos, los hombres se reúnen para bailar la Yaake mientras los hombres más ancianos se burlan de ellos en un intento de obligarles a que se esfuercen más por resultar atractivos.

Entre los Wodaabe también es común realizar la danza Guérewol, en la que solo pueden participar los hombres más atractivos. Para esta ocasión, se pintan el rostro de color rojo y a su vestimenta habitual añaden una falda blanca ajustada hasta las rodillas, collares de cuentas en su pecho desnudo y turbantes con plumas de avestruz. Antes de danzar deben tomar una bebida que les ayuda a aguantar más durante el baile y que supuestamente tiene efectos alucinógenos. Las mujeres se fijarán en aquellos hombres que demuestren ser más ágiles, tener las extremidades más largas o los movimientos más elegantes. La nariz fina, labios delgados, ojos brillantes, dientes blancos y un rostro alargado son los rasgos más deseables. Una vez que han hecho su elección, las mujeres se acercan a los hombres y les hacen una señal para darles a entender que han sido elegidos.



Omiai




En Japón, tierra donde se mezclan los últimos avances tecnológicos con las tradiciones sociales más arraigadas, todavía está en vigor la antigua costumbre del omiai, que podría traducirse (aunque de forma un tanto inexacta) como matrimonio concertado, aunque lo cierto es que sería más apropiado decir que se trata de un primer acercamiento entre dos personas por mediación de una casamentera.

La costumbre indica que dos jóvenes desconocidos pero con intención de contraer matrimonio deben ser presentados en una reunión formal con los padres de ambos para conocerse. Por lo general, la etiqueta señala que se debe llevar kimono, aunque cada vez es más común ver a los hombres vestir un traje de estilo occidental. En la reunión, los jóvenes toman algo y charlan tranquilamente. Más tarde, pasean solos durante un rato para conversar con mayor privacidad. A partir de ahí, que la relación continúe o no dependerá en exclusiva de ellos dos, aunque es frecuente que los padres de uno o de otro les presionen para seguir la relación. Si la cosa funciona, pueden decidir seguir viéndose y acabar la relación en matrimonio, algo llamado miai-gekkon, que significa “matrimonio por omiai”.

Aunque a nosotros pueda parecernos una costumbre anticuada y más propia de tiempos pasados que de las costumbres actuales, lo cierto es que se puede ver como una manera muy práctica para que la gente que tenga aspiraciones a una relación estable conozca a personas que comparten su mismo punto de vista, ahorrándose así perder el tiempo con relaciones superfluas o encuentros con personas que no quieren nada serio.



Edelweiss




En los Alpes suizos, oculta entre rocas para escapar a la vista de los curiosos, crece una pequeña y hermosa flor de color blanco cuyos pétalos parecen estar cubiertos por una fina pelusilla. El edelweiss es una flor que necesita una serie de condiciones para crecer adecuadamente, pues solo se da de forma natural en superficies rocosas situadas por encima de los 1.500 metros de altitud y, aunque pueda resultar chocante, las frías temperaturas de las altas montañas le proporcionan un ambiente propicio para desarrollarse. Esta humilde flor es tan preciada que se ha convertido en el símbolo de Austria.

En Austria y Suiza hay muchas leyendas acerca del edelweiss , a la que se ve como símbolo del coraje y del amor. Al crecer en lugares recónditos y prácticamente inaccesibles, se considera una prueba de indudable valor para aquellos que se atreven a escalar hasta lo más alto de las montañas para recoger una de estas hermosas flores. Y, como el amor, la flor del edelweiss parece esconderse y esperar a ser encontrada. De hecho, la leyenda más extendida cuenta que los hombres que pretendían demostrar su amor, escalaban a alturas de más de 2.000 metros para conseguir una flor y entregársela a su amada. La imagen del edelweiss es la de la belleza pura y sosegada, el honor, el mundo de los sueños y el amor eterno, que nunca perecerá.

Actualmente, la flor del edelweiss ha tenido que ser considerada como una especie protegida, pues han sido tantos los que han subido a los Alpes para arrancarla que ha estado a punto de extinguirse.


¡Y hasta aquí por hoy! ¿Os han gustado estos ritos de amor? ¿Conocéis alguno que os llame especialmente la atención u os parezca curioso? Comentad sin miedo!

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