miércoles, 20 de febrero de 2013

El Diario de Daenerys: El caso de Jon Nieve

Seguimos donde lo dejamos, como prometí la semana pasada. Y esta vez le toca el turno al bastardo más famoso de Invernalia, que también es uno de mis personajes favoritos. Aquí veremos el terrible caso de Jon Nieve, que viene al Diario a pedir algo que todos llevamos años queriendo saber. Puede que la respuesta no convenza a nadie, pero es una más en medio de todas las hipótesis que se han forjado.

En este caso no se hace ningún spoiler de nada, así que estáis todos a salvo.

Me he divertido mucho escribiendo este caso! Espero que os guste a vosotros también!!



Dae: Bueno, nosotros tenemos que seguir… Mientras esos dos imbéciles se parten el espinazo, presentaré a nuestro próximo invitado. Se define como un chico valiente y leal que siempre hace lo correcto. Es algo que ha aprendido de su padre, al que tiene que preguntarle algo muy importante. ¡Recibamos con un gran aplauso a Jon Nieve!

La música vuelve a sonar con la banda sonora del Señor de los Anillos. Por la puerta entra un chico moreno tan guapo que las chicas vuelven a ponerse a gritar, sobre todo un grupito liderado por una tal Ygritte. Se oyen gritos de “¡Guapo!” y “¡Quiero un bastardo tuyo!”. Como el chico va vestido de negro, las tiene locas a todas.

Dae: Caray, Jon. Sí que levantas pasiones. Esto parece la premier de Crepúsculo.

Jon: Qué va, no es para tanto.

Dae: Además, dicen los rumores que has hecho una pequeña aparición como bajista en el grupo Tokio Hotel. Hemos visto las fotos, chico guapo.

Jon se sonroja.

Jon: Lo hice como un favor. El bajista se había puesto enfermo y decían que yo tenía pintas de emo, así que me pareció una buena idea.

Dae: ¿Te han entrado ganas de dedicarte profesionalmente a la música?

Jon: No, ahora mismo estoy muy centrado en la carrera militar. Acabo de ingresar en la Guardia de la Noche, y esto es un poco más durillo de lo que pensaba.

Dae: Bueno, pasemos a hablar de tu vida personal. Tú eres de Invernalia, ¿verdad?

Jon: Sí.

Dae: ¿Con quién vives allí?

Jon: Con mi padre, mi madrastra y mis cinco medio hermanos.

Dae: Claro, nos has contado antes que tú eres hijo de una relación anterior de tu padre. ¿Cómo es el ambiente en tu casa?

Jon: Pues… bueno. No tenemos demasiados roces…

Dae: Tú crees que existe algo de favoritismo hacia tus medio hermanos.

Jon: (Solloza un poco) Sí… Yo creo que sí…

Dae: ¿Por qué, Jon?

Jon: Porque mi padre no me trata como a mis hermanos. Me mira con cara rara, como diciéndome que yo allí no encajo. Y mi madrastra es aún peor.

Dae: ¿Qué ocurre con ella?

Jon: Pues que es muy mala conmigo. Me insulta y no le gusta nada de lo que hago. Siempre me está dando órdenes o me está echando de casa.

Dae: ¿Por qué crees que hace eso?

Jon: Porque es una bruja amargada. No me soporta, Daenerys. No me puede ni ver. He intentado acercarme a ella y tratar de caerle bien, pero ella no quiere. Y yo ya no sé qué hacer.

Dae: Jon, has venido hoy al Diario para hablar de algo muy importante con tu padre. ¿Qué quieres decirle hoy?

Jon: Quiero que me diga quién es mi verdadera madre.

Joff: ¿Tú tampoco sabes de dónde vienes? Hazme caso, a veces es mejor no saberlo.

Cer: ¡Cállate, niño! (Le da una colleja)

Dae: Tu padre te llevó a vivir con él cuando sólo eras un bebé, pero nunca te ha dicho quién es tu madre.

Jon: No, nunca.

Joff: A lo mejor somos hermanos, quién sabe.

Cer: Joff, que te quito el móvil.

Dae: Esta tarde recibirás una explicación, Jon. Pero antes debo pedirte que vayas a una de nuestras salas. Por ahí, por favor.

Aplausos. Jon se va a una sala con televisión y se sienta en el sofá (por aquel entonces tenían sofás).

Dae: Voy a presentaros a nuestro siguiente invitado. Ser el señor de una nación como Invernalia no es nada fácil. Pero hoy nos contará cuál es su secreto para llegar a fin de mes y no volverse loco. ¡Un fuerte aplauso para Eddard Stark!

Música de “Walker Texas Ranger” para recibir a Lord Eddard, un hombre que tiene cierto parecido con Chuck Norris. Lleva barba y un elegante traje negro que le sienta muy bien. Al entrar, ve a Robert y a Jaime peleándose en el suelo, se encoge de hombros y se va a un sillón.

Dae: Bienvenido, Eddard, gracias por venir.

Ned: ¡Hola, holita!

Dae: Erh… Aquí me dicen que te gusta que te llamen Ned. Si te parece bien, te llamaremos así a partir de ahora.

Ned: Por mí, estupendillo.

Dae: Ay, dioses… Menuda tarde llevo… Bueno, Ned. Es la primera vez que pisas un plató de televisión. ¿Cómo te sientes?

Ned: Pues no me esperaba que fuese tan incómodo. Hay un desorden increíble, nos han tratado como ganado y el bocadillo que nos han dado tenía el queso verde.

Dae: Así que te lo has pasado bien.

Ned: No, si yo he dicho…

Dae: Ned, háblanos un poco sobre ti. ¿Qué se siente al ser un padre de familia numerosa?

Lord Eddard resopla.

Ned: A veces es un poco cansadillo, sobre todo porque criar a seis hijos pone a prueba la paciencia de cualquiera.

Dae: ¿Qué ocurre con tus hijos?

Ned: No me gusta ser tiquismiquis, pero es que hacen lo que les da la gana. Trepan por los muros, se pegan entre ellos, vuelven a casa a las tantas… Y ahora les ha dado por traer animales a casa.

Dae: A los niños les gusta tener mascotas.

Ned: Sí, pero es que me han traído lobos.

Dae: Ah…

Ned: No podían ser perritos, o ardillas, o lagartijas… ¡No, eso sería demasiado fácil! ¡Han tenido que traerme lobos huargo, que lo ponen todo perdido!

Dae: Oye…

Ned: ¡Tengo todas las cortinas de la casa destrozaditas, hay meados en cada esquina y el otro día me he encontrado a dos de ellos apareándose encima de la mesa del comedor! ¡He tenido que chaparme toda la colección de vídeos de El Encantador de Huargos para poder mantenerlos a raya!

Dae: Mira, lo que te quería preguntar…

Ned: ¡Por no hablar de lo que comen! Tengo una manada de lobos en casa que come por seis elefantes adultos. Y no les vale cualquier comida. Todas las semanas tengo que encargar cuarenta kilos de pienso para perros y darles de comer cada cinco horas, porque si no les das a su hora se comen los jabones del baño. ¡Esos bichos me están arruinando!

Dae: Sí, pero escucha…

Ned: Y yo no puedo seguir así. Tengo que pagar treinta años de hipoteca por un castillo viejo, criar a seis hijos y a sus lobos y, además, gobernar la capital del Polo Norte. Esto es un desastre, tralarí… Tengo que acabar con esta situación, tralará… Caramba… ¡Tralarí, tralará!

Rob: (Desde el suelo) ¡Cierra el pico, Flanders! Digooo… ¡Stark!

Dae: ¿Me lo parece a mí o estás un poco pirado?

Ned: Un poco de las dos cosas, creo.

Dae: Ned, esta tarde no estás aquí por casualidad. ¿Quién crees que quiere verte?

Ned: No sé… ¿Hodor?

Dae: ¿Hod…? ¿De todas las personas del mundo por qué se te ocurre Hodor?

Ned: Es que su nombre fue el primero que se me vino a la cabeza.

Dae: Pues siento decepcionarte, pero no es Hodor. ¡Que entre… esa persona!

Entra Jon en plató y Lord Eddard se queda un poco flipado.

Ned: Lo mato. Cuando lleguemos a casa, prepárate.

Jon: Jo, papá… No me abochornes en la tele…

Dae: Por favor, Jon. Dile a tu padre eso tan importante que querías decirle.

Jon suspira significativamente, se vuelve hacia su padre y le mira con ojos suplicantes.

Jon: Papá… Tengo catorce años y me he pasado la vida entera sin saber quién es mi madre. Creo que ha llegado el momento de que me digas la verdad. Por eso te pido delante de toda España… digo, los Siete Reinos, que me desveles mi origen. ¿Quién es mi madre?

Vuelve a sonar la música de tensión. Se oye el latido del corazón y los ruidos del estómago de todo el público. Lord Eddard se muestra esquivo en dar su respuesta; la situación es inesperada para él y está claro que no sabe cómo responderle a su hijo. El drama del pobre chico es tan grande que algunos se han puesto a llorar.

Ned: Ay, Jon… Ya me imaginaba que algún día de estos me lo preguntarías. Pero es que no puedo decírtelo…

Jon: ¿Por qué no, papá?

Ned: Hice una promesa… No puedo romper mi palabra…

Jon: Papá, es importante para mí…

Ned: Comprendo cómo te sientes… pero no puedo hacer nada al respecto. No sé nada de tu madre.

Jon: ¡Pero tú sabes quién era! ¡Dime su nombre, por lo menos!

Ned: (Con expresión culpable) Es que no lo sé…

Jon: ¿Qué…?

Ned: No le vi la cara.

Todos: ¿¡Cómo!?

Jon: ¿Cómo que no le viste la cara?

Ned: Es que estaba oscuro.

Jon: ¡Pero tienes que saber quién es mi madre!

Ned: ¡Jolines, Jon! ¡Tú crees que estas cosas son muy fáciles! Ella dijo que no podía decirme quién era, pero que podíamos… ya sabes.

A Daenerys está a punto de darle un colapso.

Dae: O sea, que te llevaste al huerto a una completa desconocida. ¿Y si hubiera sido una bruja o un travelo?

Ned: Estaba muy solo y muy necesitado.

Jon: ¡Menuda excusa, joder!

Ned: Y ella me dijo que le parecía muy atractivo, así que pensó que podía ser buena idea.

Jon: ¡¿Y por qué no le dijiste que estabas prometido?!

Ned: No quería quedar mal con ella.

Jon: ¡¡Pero si no la conocías de nada!! ¡¡Papáaaaa!!

Cabreado y llorando, Jon saca una espada de alguna parte y ensarta todos y cada uno de los sillones que hay en el plató. Está furioso, sus ojos tienen el brillo de las lágrimas y parece a punto de soltar espumarajos por la boca. Algunas chicas también lloran, solidarias con ese chaval tan guapo. La tensión se masca en el ambiente, hasta que Daenerys toma cartas en el asunto.

Dae: ¡Jon, tranquilízate y no llores más! Suelta la espada y déjala en el suelo donde yo pueda verla. Así, vale… Mirad, como en este momento hay mucha tensión, nos vamos unos minutos a publicidad. Hasta ahora.

Anuncios.

Volvemos de publicidad. Por si alguien se lo está preguntando, Robert y Jaime ya no están peleando en el suelo del plató, pero sí en una sala insonorizada donde los psicólogos del programa están intentando que se reconcilien mientras apuestan por su favorito. En el plató, Daenerys está atendiendo a Jon y a Eddard, que están muy disgustados por la tremenda emoción del momento.

Dae: Y ya estamos de vuelta con el Diario de Daenerys. Estábamos hablando con Ned y Jon, que acaba de sufrir una gran conmoción en cuanto su padre le ha dicho que su madre puede ser cualquier mujer de Espa… de los Siete Reinos. Ned, ¿a ti te parece normal venir hasta el programa para decirle esto a tu hijo?

Ned: Pero si me habéis llamado vosotros porque dijisteis que me iban a dar una sorpresa…

Dae: ¡La cuestión no es quién llamó a quién! Creemos que le debes a tu hijo una explicación.

Todos: ¡¡Síiii!!

Ned: Qué más quisiera yo, de verdad…

Jon: ¡Después te extrañas de que intente cortarme las venas! ¡Joder, necesito cortarme para mostrar al mundo mi dolor!

Ned: Eso te pasa por ser gótico. No me gusta nada ese nuevo estilo que estás llevando, Jon. Ya no sales con tus amigos del septo, ni vas a rezar junto al arciano, ni respetas a tus mayores…

Jon: ¡Yo no tengo amigos, porque la semilla de la soledad siempre estuvo dentro de mí! Lo que pasa es que necesito rodearme de patanes para comprobar lo angustiosa que es su mediocridad y lo lejos que estoy yo de ella.

Ned: Tendría que haberte obligado a venir con nosotros de vacaciones a Dorne. Lo que te hace falta es un poco de sol en la cabeza.

Jon: ¿¿Es que quieres que me ponga moreno o qué?? ¡Y te repito que soy fotofóbico! Quiero ser pálido, delicado y espectral.

Ned: Sí, hijo, sí… Lo que tú digas…

Dae: Bueno, es evidente que no os estáis poniendo de acuerdo. Pero no pasa nada, porque nuestros psicólogos os atenderán de buena gana y os ayudarán a bajar las barreras que hay entre vosotros. Tendréis que esperar hasta el final del programa, porque me informan de que todavía están con Robert y Jaime. Va ganando Robert por cinco asaltos a dos. Yo tengo que continuar, pero vosotros podéis quedaros aquí y seguir disfrutando del programa (Pasa un par de tarjetas, se seca el sudor de la frente y resopla un poco). Nada hay más triste que una familia desunida, como estamos viendo esta tarde. Estos dos hermanos están peleados a causa de una herencia familiar, pero uno de ellos nos ha llamado pidiendo ayuda, así que vamos a hacer todo lo posible por él. ¡Recibamos con un aplauso a Renly Baratheon!



Pero eso será la próxima vez! Espero que os haya gustado!!

2 comentarios:

  1. ¡Joo, no te has querido mojar con la identidad de la madre de Jon! :-P
    Bueno, no pasa nada, a ver qué tal va con Renly, el chico arcoíris ^^

    ResponderEliminar
  2. Es que así queda más emocionante. Por cierto, no sé si viste la broma que circuló por facebook sobre George Martin. Se dijo que había muerto el día 28 de diciembre mientras acababa de escribir el último capítulo de Sueño de Primavera. Se decía que la última frase que dejó inconclusa era esta: "La madre de Jon Nieve es...". Así que mejor lo dejo a la imaginación del espectador! Además, para el siguiente "programa" quería poner el caso de Rhaegar y Lyanna. A ver cómo sale!

    Gracias por pasarte y comentar!

    ResponderEliminar