jueves, 28 de febrero de 2013

El Diario de Daenerys: El caso de Renly Baratheon

Hola a todos!!

Seguimos otra semana más con mi particular Diario de Patricia, con el que me he reído mucho mientras lo escribía. Ya queda poco para acabar el primer programa; un caso más, que veremos la semana que viene. Para el segundo programa tendréis que esperar un poco más, porque casi no tengo tiempo para escribir y tengo que alternarlo con una novela y un cuento que algún día quiero presentar en algún concurso literario. Ya os contaré.

Por el momento, os dejo con Daenerys y Renly Baratheon, que viene a pedir ayuda para un caso muy importante. Digamos que, si no quedásteis convencidos con las luchas por la herencia de Robert Baratheon en Choque de Reyes, este apartado del programa resolverá un poco más vuestras dudas.

Divertíos!!




Dae: Bueno, es evidente que no os estáis poniendo de acuerdo. Pero no pasa nada, porque nuestros psicólogos os atenderán de buena gana y os ayudarán a bajar las barreras que hay entre vosotros. Tendréis que esperar hasta el final del programa, porque me informan de que todavía están con Robert y Jaime. Va ganando Robert por cinco asaltos a dos. Yo tengo que continuar, pero vosotros podéis quedaros aquí y seguir disfrutando del programa (Pasa un par de tarjetas, se seca el sudor de la frente y resopla un poco). Nada hay más triste que una familia desunida, como estamos viendo esta tarde. Estos dos hermanos están peleados a causa de una herencia familiar, pero uno de ellos nos ha llamado pidiendo ayuda, así que vamos a hacer todo lo posible por él. ¡Recibamos con un aplauso a Renly Baratheon!

Aplausos, cómo no. Renly entra en plató con una sonrisa deslumbrante y un traje más deslumbrante aún, porque viene vestido de naranja y verde. Si no fuera por lo mal que combina los colores, todos diríamos que este chico es gay. Pero no lo es… ¿verdad?.......... En la mano lleva una caja sorpresa.

Dae: Renly, bienvenido al Diario.

Ren: Gracias, gracias. Estoy muy emocionado.

Dae: Eres el segundo Baratheon al que tengo que atender esta tarde, ¿lo sabías?

Ren: ¡Aaayy! ¡No me digas que está aquí Robert!

Dae: Pues sí. Pero en estos momentos está ocupado con otro asunto y no podéis veros todavía. El caso es que tú también tienes otro hermano, que es al que has traído aquí para resolver vuestro conflicto.

Ren: (Menea la cabeza con resignación. Su melenita se mueve a cámara lenta, como si fuera un anuncio de champú) Ay, Stannis… Sí, qué voy a hacer yo con él.

Dae: Cuéntanos un poco tu problema, Renly. Tengo entendido que Stannis y tú no os lleváis bien.

Ren: No, mi niña, no. De los tres, él siempre se ha considerado el más incomprendido. Como no puede pagarla con Robert, porque sería capaz de ponerlo mirando para Cuenca… digoooo, para Varamar de un plumazo, pues le ha dado por pagarla conmigo.

Dae: ¿Cuál es el problema esta vez?

Ren: Verás, se trata de una herencia.

Dae: En el Diario somos expertos en herencias. Todas las semanas tenemos cuatro o cinco casos. El otro día resolvimos el caso de la herencia de Lord Walder Frey con bastante éxito. ¿Qué…? (Se lleva la mano a la oreja y se queda como escuchando) Me comunican que Lord Walder ha sido hallado muerto en su castillo del Cruce. Al parecer, sus hijos se han cansado de esperar a que muriera y le han hecho saltarse varias paradas en su tren hacia la muerte. Bueno, es igual. Nosotros seguimos con Renly, que nos va a contar ahora mismo qué pasa entre su hermano Stannis y él.

Ren: Pues, como te decía…

Dae: Pero eso será después de publicidad.

Ren: ¡Tía, no me cortes el rollo!

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Cuando volvemos de publicidad, vemos un avance en el que se ve a un hombre moreno con barbita puntiaguda que dice: “Hoy quiero confesarle a mi primer amor mis verdaderos sentimientos. Se va a llevar una buena sorpresa. Catelyn, hoy vengo a luchar por ti”.

Dae: Y seguimos en el Diario de Daenerys, con el caso de Renly Baratheon.

Ren: Eso será si me dejas contarlo, monina.

Dae: Veo que eres de esas personas a las que les gusta mucho hablar.

Ren: No, si voy a tener yo la culpa.

Dae: Renly, comprendo que estés nervioso pero no voy a permitir que te pases de listo.

Ren: ¡Vaaale! Jolines, eres más pesada que Robert, que ya es decir (Suspira y hace el gesto de abanicarse con una mano, un movimiento que rezuma masculinidad por todos sus poros). Bueno, pues te cuento. Hace catorce años, Robert se convirtió en el rey de los Siete Reinos. Como era el mayor de la familia, nadie discutió con él y le dejamos que fuese rey todo el tiempo que le diera la gana. Después formó una familia… y ya sabemos cómo le fue.

Dae: Sí, ha sido un caso que ha dado mucho de sí.

Ren: Lo que yo decía. Pues bien, como ya se ha demostrado que ni Joffrey ni sus hermanos son hijos de Robert, digo yo que habrá que escoger como futuro rey de Poniente a uno de los hermanos que le quedan. ¿Y por qué no puedo ser yo el candidato perfecto?

Voces del público, que asiente muy convencido. Renly es tan mono que se hace querer muy rápido, aunque el programa político que ofrezca sea más que dudoso. Si el candidato es guapo, ¿qué importa lo que diga? Pelillos a la mar.

Dae: Pero Stannis es mayor que tú.

Ren: Es más viejo que yo. Dejémoslo así.

Dae: ¿Y no crees que así le estás quitando un derecho que podría ser legítimamente suyo?

Ren: ¡Pero si ni siquiera es capaz de gobernar ese peñasco que es Rocadragón! Y no digamos los Siete Reinos.

Dae: ¿Y no podríais compartirlo? Los buenos hermanos aprenden desde pequeños a compartir las cosas.

Ren: ¡Ni hablar! Nunca me dejaba jugar con sus Playmóbil ni con los Micromachines. Y Robert me fastidiaba todos mis juguetes porque era muy bruto jugando. Lo único que tenía para jugar era una muñeca Repollo. Dioses, era feísima. Pero era el único juguete al que mis hermanos no se acercaban. Se le podían hacer peinados y todo. Y fui el primero de la familia en aprender a atarme los cordones de los zapatos, eso sí.

Daenerys se seca una lágrima, emocionada por el relato de su invitado.

Dae: Renly, es un testimonio desgarrador. Así, al verte, jamás habría pensado que tuviste una infancia tan dura.

Ren: (Solloza) Ni te lo imaginas, Daenerys… Yo creo que estoy pidiendo muy poco a cambio, comparado con todo lo que me han quitado… ¡Pero es muy fácil olvidarse de que Renly tiene sentimientos! ¡Y eso no lo voy a consentir!

Dae: Está bien, Renly. Veo que has traído una caja para Stannis, así que vas a dejarla ahí y tú te vas a ir a una de nuestras salas mientras hablamos con tu hermano, ¿de acuerdo?

Ren: Vale. (Deja la caja y se va a una sala)

Dae: Pues yo paso a presentar al próximo invitado de esta tarde. Dice que no ha heredado los músculos de su hermano mayor ni la belleza de su hermano pequeño pero, en cambio, asegura que ha heredado todo el sentido del humor de la familia. ¡Démosle un fuerte aplauso a Stannis Baratheon!

Aplausos y música de Sanford e Hijo. Entra Stannis Baratheon, un señor medio calvo con cara de malas pulgas. Lleva una camisa de flores y unos pantalones de pinzas que le sientan más mal que bien. Camina un poco inclinado hacia delante.

Sta: Nopuedonopuedonopuedo…

Dae: Muy buenas tardes, Stannis.

Sta: ¡¡Uno que lleeeegaaaa!! ¿Te da cuennn?

Daenerys pone la misma cara que si hubiera visto un alien.

Dae: Ehr… sí… (Hablando por el pinganillo) ¿Es que hoy no hay más que pirados o qué? ¡No, no me calmo! ¡Siempre me dejáis los frikis a mí! (Vuelta al mundo real) En fin, qué se le va a hacer… Bienvenido al Diario, Stannis. Alguien me ha comentado que tenías muchas ganas de visitar nuestro plató.

Sta: ¿Cómorl? ¡Quién ha sido, que le voy a hacer pupita en el diodeno! ¡A can de mor enagüer!

Dae: Lo sabrás dentro de poco, te lo prometo. Stannis, ya que estás aquí, quiero hacerte algunas preguntas. ¿Cómo definirías tu relación con tus hermanos?

Sta: Pues la cosa está muy malita, jaaarl. Mi hermano Robert es más inútil que pellizcar un cristal, y Renly es un fistro pecador que me tiene más quemado que la cara de Sandor Clegane.

Dae: Últimamente atravesáis en la familia un pequeño bache, ¿verdad?

Sta: Sí, por una herencia.

Dae: Según creo, os estáis disputando quién será el próximo rey de los Siete Reinos.

Sta: Mismamente.

Dae: Sabemos que Robert no ha nombrado ningún heredero oficialmente. ¿Por qué consideras que tú serías mejor candidato que Renly?

Sta: Porque tiene menos futuro en el trono que Ilyn Payne de logopeda. Renly es un fistro, un cobarde… te da cuenn (Pausa dramática) y pierde más aceite que la furgoneta de la Guardia Arco Iris.

Todos: ¡¡Jarl!!

Dae: Ajá, comprendo… Bueno, Stannis, hoy has venido aquí a recibir una gran sorpresa. Como puedes ver, tienes al lado una caja misteriosa.

Sta: ¿Esto?

Dae: Sí, es para ti. Ábrela y escucha atentamente.

Stannis abre la caja y saca un tanga verde con un adorno en forma de melocotón dorado. Tanto él como el resto del plató se quedan con la boca abierta.

Sta: ¡Argh! ¡Pero qué es esto!

Dae: ¡Vale, no nos pongamos nerviosos! Aquí tiene que haber un error.

En ese momento suena una voz en off que dice: “Loras, no aguanto un día más sin tenerte a mi lado. Quiero que seas mi Caballero de las Flores para siempre. Espero que esta prenda que te otorgo sea de tu agrado y te haga comprender el alcance de mis sentimientos hacia ti”.

Silencio sepulcral. Se oye una tos de fondo.

Dae: ¿¡Qué es esto!? ¡¡Qué es esto!!

Jon: Eh, yo tengo uno parecido en negro.

Lord Eddard mira hacia el cielo, pidiendo clemencia.

Ned: ¿Por qué no lo habré metido en un internado, como me decía mi mujer?

Dae: ¡Repito! ¡Qué es esto! ¡Que alguien me dé una explicación YA mismo!

En ese momento, Renly sale corriendo de la sala donde estaba esperando.

Ren: ¡Eh, eh! ¡Que eso es mío! ¡Dámelo, Stannis!

Sta: ¿Por qué me regalas este pedazo de tanga, cobarde? ¿No ves que no es de mi talla?

Ren: Esto no estaba preparado así. Era un regalo para… otra persona.

Sta: Sí, para Loras, tu florecilla de Altojardín.

Dae: ¿Quién es Loras?

Sta: Según Renly, es su “compañero”.

La multitud ahoga un grito de espanto, incluso Daenerys. Renly se vuelve hacia su hermano con el ceño fruncido.

Ren: Por última vez, ¡sólo compartimos las comidas!

Sta: Y la tienda de campaña.

Ren: ¡Bueno, basta ya! ¡No hemos venido aquí para hablar de mí, si no de ti! ¡Quiero que me des mi herencia!

Sta: ¡Noooorl, no te voy a dar nada! Renly, te he calado. Y no voy a darte mi parte del reino, porque eres más malo gobernando que Robert bailando el hula-hop.

Ren: Eso es mentira. ¡Mentira!

Sta: A ti lo que te pasa es que tienes envidia porque soy el único de la familia que ha triunfado en la vida. ¡A ti ni siquiera te aceptaron en el casting de Gran Hermano!

Ren: Pe… ¡¡Chivato, acusica!! ¿Serás cobarde? ¡Eres un fistro!

Sta: ¡¡Torpedo!! ¡Que eres más lila que el vestido de Varys! ¡Tienes menos futuro que Tyrion Lannister como Míster Desembarco!

Ren: ¿Cómorl? ¡Al ataquerl!

Empieza la pelea, como toda la audiencia estaba esperando. Esta no es tan espectacular como la de Robert y Jaime, pero es igual de emocionante. Renly ataca sacando las uñas y dando bofetadas al aire, mientras Stannis alterna sus gritos de guerra con patadas y saltitos.

Ren: ¡Mal hermano! ¡Egoísta! ¡Quítame el reino si te atreves!

Sta: ¡Te voy a hacer pupita! Soy karateka cinturón negro. ¡Acandemor enagüer!

Dae: ¡Silencio, pecadores! ¡Que ya me tenéis harta! ¡Las manos quietas o empiezo yo a dar guantazos!

Ren: ¡Ha empezado él!

Dae: ¡Me da igual! Ya veo que no os arregláis, así que vamos a tener que dejarlo para más tarde. Después del programa veremos si podemos hacer algo, aunque lo dudo mucho. En fin, yo tengo que seguir. Dejamos de lado el mal rollo, ya que ahora nos visita todo un Casanova. No se considera un ligón, pero reconoce que, cuando se pone, puede ser muy sexy y seductor. Hoy viene a romper su silencio y a declarar su amor a la mujer de sus sueños. ¡Démosle un fuerte aplauso a Petyr Baelish!



No os perdáis el emocionante final la semana que viene!!

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