jueves, 11 de febrero de 2016

Desparejados en San Valentín


¡Hola a todos!

Bueno, bueno, bueno, pues poco a poco ha llegado a nosotros un año más San Valentín, el día más romántico del año. ¡Qué maravilla!

Millones de parejas en todo el mundo van a ponerse de acuerdo para proclamar a los cuatro vientos lo mucho que se quieren. Y lo van a hacer de la única manera en que parece que el ser humano es capaz de demostrar su amor: Gastando sus buenos cuartos en regalitos y comiendo toneladas de chocolate. Todo ello en nombre del amor a la pareja, a la media naranja, al tortolito de turno.

El día de San Valentín suele ser muy duro para algunos solteros. Es normal que en este día muchos se sientan solos y miserables, pues tienen miedo a parecer "bichos raros" sin pareja. Es tanta la presión a la que están sometidos los solteros que muchos pueden sentirse mal consigo mismos. ¿Qué tienen ellos de malo? ¿Por qué todo el mundo encuentra pareja y ellos no? ¿Por qué nadie les quiere?



Soy Amador, el oso que ama el amor. ¡Muá!


Demasiado drama para mí, pero entiendo a quienes se sienten así. Es natural que el acoso comercial acabe minando las fuerzas del soltero más curtido. Escaparates plagados de globos en forma de corazón, pastelerías ofreciendo cajas de bombones variados, peluches de osos amorosos a cual más ahostiable... Todo está pensado para hacer las delicias de los enamorados más ñoños, pero lo más lógico es que al resto del mundo le provoque unas tremendas ganas de abofetear a todo el que le presente un osito musical con mofletes en forma de corazón.

Y mientras las tiendas y centros comerciales nos bombardean con objetos en forma de corazón, ¿qué pasa con el que late en el pecho de un soltero? La respuesta es muy fácil: El soltero no pinta nada en el día de San Valentín, puesto que no está pensado para él. Será el día dedicado al amor, pero hay que aclarar que es al amor correspondido. Así que si estás enamorado de alguien pero esta persona, por los motivos que sea, no te corresponde, lamento decirte que el día de San Valentín no es para ti. Así que, adelante: Déjate llevar por la desolación, por la desesperación que produce el no tener pareja el día consagrado al amor. Escóndete en tu cueva como el loser que eres y no salgas hasta que pase el día. O haz como otros tantos amargados y cómprate una camiseta con un Cupido acribillado a flechazos o un eslogan incendiario a favor de la soltería.

O tal vez prefieras ver las cosas desde otro punto de vista.

El día de San Valentín en realidad no tiene importancia alguna. No es más que un día que los comercios han adoptado para promover el consumismo y aumentar las ventas de determinados productos para las parejas. ¿Que tú no tienes pareja? Bueno, ¿y qué? ¿Dónde está el problema? Los solteros somos legión, pero la clave está en comprender que es una situación tan normal como la de estar en pareja. Puede que algún día encuentres pareja, o puede que no. Pero, en mi opinión, lo ideal es saber vivir solo, sin la imperiosa necesidad de tener una pareja por el mero hecho de tenerla. Además, hay que tener en cuenta que no todos los emparejados son felices. Cada pareja es un mundo, y es probable que muchas parejas infelices vayan a comprar regalos en San Valentín por hacer el paripé. La felicidad no depende de tener o no tener pareja. Eso es lo que hay que entender de una vez.




Tampoco es aconsejable auto-torturarse. Es decir, que si eres una persona que no soporta estar sin pareja, debes evitar escuchar canciones que hablen de rupturas, de amores no correspondidos o de soledad desarraigada. Por supuesto, tampoco es necesario llenarse el estómago de Dónuts, helado o, en el peor de los casos, bebidas alcohólicas. Aunque lo haya dicho un visionario como Homer Simpson, el alcohol no es la solución de ningún problema de la vida.

¿Qué hacer, pues? ¿Cómo hemos de pasar entonces el día de San Valentín? Pues ni más ni menos que de la misma manera que cualquier otro día del año. Puedes no celebrar nada en absoluto (de hecho, vas a tener que ir igual a clase o al trabajo, así que no sueñes con librarte de tus obligaciones alegando que es "día santo"), o puedes celebrarlo de otras formas. Se ha propuesto que el 14 de febrero sea también el día dedicado a la amistad, y yo misma lo he celebrado así alguna que otra vez con una amiga mía que también estaba soltera. Le regalaba bombones o la invitaba a una merienda con un pastel hecho por mí, por ejemplo. Y nos pasábamos una tarde estupenda hablando de nuestras cosas o yendo a alguna librería.

Además, hay otras formas de manifestar amor más allá de las cajas de bombones con forma de corazón. Se les puede hacer regalos a nuestros amigos o familiares, tal vez algún detallito hecho por nosotros mismos. También se puede simplemente quedar con los colegas para tomar algo y echarse unas risas. Se puede incluso hacer alguna buena obra de caridad con las personas más desafortunadas de la sociedad; yo creo que el amor al prójimo puede ser tan beneficioso para nosotros como el amor expresado hacia una pareja. De ti depende hacer que el día de San Valentín sea especial o no, pero en cualquier caso nada cambiará. Es un día como otro cualquiera.

Así que no me enrollo más. Si vais a celebrar San Valentín, deseo que os lo paséis de maravilla. Si tenéis pareja, queredla y tened detalles con ella también el resto del año, y no sólo el 14 de febrero. Y si no la tenéis, no le deis más importancia de la que tiene en realidad y pasad el día como otro cualquiera, pero comiendo una gran tableta de chocolate a la salud del amor.

¡Hasta pronto!

3 comentarios:

  1. Lo que no entiendo yo es por qué hay tantos solteros que se comen la cabeza acerca del día de San Valentín. De verdad. También hay un Día de la Madre y un Día del Padre con toda su parafernalia comercial y no veo a los que no tienen hijos reivindicando celebrarlos a su manera, o lamentándose porque hay mucha presión mediática y ellos no pueden celebrarlo.

    ¿Por qué se le da tanta importancia? Para quien no tiene pareja, debería ser un día más, y punto. Es lo que siempre ha sido para mí cuando estaba soltera (y de hecho, ahora que estoy emparejada tampoco le doy demasiada importancia; primero porque nosotros pasamos de regalos comprados, a lo máximo alguna comida o dulce especial y hacer algo divertido juntos, pero sin gastarse pasta, y segundo porque en Valencia, mi tierra, el Día de los Enamorados es Sant Donís, o San Dionisio, el 9 de Octubre).

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    1. Yo tampoco lo entiendo, pero imagino que la presión puede hacer mella en algunas personas mientras que a otras les resbala bastante. Personalmente, yo no tengo ningún problema con San Valentín; no tengo novio y, si lo tuviera, me gustaría celebrar mi amor por él todos los días de mi vida, y no sólo uno al año. Las personas a las que más les afecta suelen ser aquellas que, por el motivo que sea, no son capaces de estar solas. Se dan incluso casos de personas que soportan una relación de pareja tóxica y destructiva con tal de no estar solas. Eso me parece terrible, de verdad.

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    2. Pues sí. Mejor es estar solo que mal acompañado, lo sabe todo el mundo (que dirían Irri y Jhiqi).
      Ojo, lo de tener un Día de los Enamorados en el fondo lo entiendo. Vale, lo han convertido en una fiesta comercial, pero lo entiendo. Queda muy bonito lo de decir que el amor se celebra todos los días, pero cuando llevas mucho tiempo con una persona y se instala la rutina, es muy fácil dar el cariño por supuesto, acomodarte y que la celebración de cada día pase a ser un "amor, ¿has bajado la basura?". Por eso me parece bien que se "fuerce" a la gente, al menos un día al año, a recordar por qué queremos tanto a esa persona que siempre está ahí con nosotros (aunque a veces se olvide de bajar la basura) y hagamos por ella algo especial para celebrar que la queremos mucho.
      Es igual, de nuevo, que el Día de la Madre y el Día del Padre. Claro que los queremos y apreciamos sus esfuerzos y su sacrificio por nosotros todo el año, pero está bien que haya un día fijo para que todos les demos las gracias por ello :-)

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