domingo, 16 de noviembre de 2014

Ocho partes de mí


1. La Chica Callada: Pues sí, se me podría definir como una persona seria y callada. No soy de las que habla por los codos ni entabla conversación con cualquiera o en cualquier parte. De hecho, me cuesta mucho arrancarme a hablar con gente a la que no conozco o con la que apenas tengo confianza. Por otra parte, no me disgusta el silencio. Me ayuda a pensar, a poner en orden mis pensamientos, a escucharme a mí misma cuando nadie más lo hace. Cuando permanezco en silencio al lado de una persona a la que aprecio, no siento la necesidad de llenar ese vacío con palabras huecas y carentes de sentido. Me parece del todo innecesario. Hablo poco, pero observo mucho y lo escucho todo. La gente no suele darse cuenta de que no me pierdo ni un solo detalle de lo que ocurre a mi alrededor. Pocas cosas se me escapan. Sin embargo, hay personas que cometen el error de creer que, por ser yo una persona silenciosa, soy como una especie de cuadro decorativo, que está ahí por estar, que no molesta pero que tampoco llama la atención. Creen que no tengo nada que decir, pero la verdad es que son pocos los que me han preguntado. Quien lo ha hecho, me ha conocido de verdad y creo que se ha llevado alguna que otra sorpresa.


2. La Chica Tímida: Muy relacionado con el aspecto anterior, ya que el tímido suele ser también callado por naturaleza. Huidiza y temerosa, reconozco que me asustan las multitudes, rodearme de gente que me es desconocida o quedarme sola en un sitio que no me resulta familiar. Me da miedo meter la pata y que la gente me mire demasiado. Así como hay personas que se abren con facilidad a nuevas amistades, a mí me cuesta mucho relacionarme con los demás. Yo necesito mi propio espacio y no tolero que nadie lo invada sin mi permiso. La gente que se acerca demasiado me asusta, me pone nerviosa. Prefiero que me permitan a mí acercarme cuando me sienta confiada. A veces doy la impresión de que no me junto con los demás porque soy orgullosa y estirada... cuando lo más probable es que me esté muriendo de ganas por abrirme y mostrar mi corazón al mundo.


3. La Chica Entusiasta: Una cosa de la que creo que puedo presumir es que puedo ser muy tenaz y persistente cuando me da la gana. Si la timidez me impide a veces atreverme a hacer algo, una vez que tomo la decisión no paro hasta llegar al final. A por todas. Puede que me cueste, pero me atrevo con todo: desde probar un plato súper picante a hacerme un tatuaje a altas horas de la madrugada (que conste que no se me ha presentado la ocasión, pero fijo que lo haría). Si se me mete en la cabeza emprender una aventura inesperada, la llevo a cabo sin ningún problema. Y con alegría, con una fuerza que a veces me pregunto de dónde la saco. Y es que una de las cosas que más me gustaría hacer es llevar a cabo una locura junto a una persona que me sea muy querida. Hay que tener un poco de cuidado conmigo: si me entusiasmo, puedo ser imparable ^^*.


4. La Chica Risueña: Aunque a primera vista no lo parezca, soy un chica a la que le gusta mucho reír. Una anécdota graciosa que me han repetido hasta la saciedad sigue arrancándome carcajadas como si hubiera sucedido hace cinco minutos. Estar rodeada de la gente que quiero tiene la virtud de dibujarme una sonrisa en la cara, una sonrisa imposible de borrar. Mis sonrisas más auténticas se pueden ver en aquellas fotos que me hicieron cuando estaba en la mejor compañía del mundo. ¿Y queréis saber algo más? Aquellos que han sido capaces de arrancarme una sonrisa cuando nadie más pudo ocupan un lugar muy importante en mi corazón. Porque gracias a ellos he descubierto que dentro de mi corazón hay más luz de la que jamás pensé que tenía. Hubo un tiempo en el que pensé que la felicidad me estaba negada, y que tendría que conformarme con esbozar una leve sonrisa de vez en cuando para contentar a los que me rodeaban. Pero el tiempo y gente maravillosa me han devuelto aquello que creí haber perdido para siempre. Por eso, cada vez que sonrío va por ellos.


5. La Chica Sarcástica: Sí, tengo que admitirlo. Soy una persona increíblemente sarcástica, sobre todo con la gente que va de sobrada o de lista por la vida. Me he encontrado con personas a las que les gustaba vacilar o ir de guays, que se regodeaban en tomarle el pelo a gente inocente o bondadosa de más, o que se creían situadas en un plano moral superior al de los demás. Si hay algo que detesto en la vida es a esa gente que presume de inteligencia sin tener ni puta idea de nada; si hay algo que me encanta en la vida es devolverles la pelota en forma de sarcasmo. ¡Oh, sí! Cada vez que alguien me suelta una pedantería o me deja claro que tiene un ego demasiado subido, siento que tengo la necesidad de bajárselo de un plumazo. ¿Cómo? Como mejor sé: escribiendo. Mi mente es menos rápida que mi mano a la hora de soltar la réplica de turno, pero para eso tengo la ventaja de poder tomarme mi tiempo para pensar lo que le voy a responder. Algunos ya sabéis de qué estoy hablando: Si alguien tiene la osadía de hacer un comentario fuera de tono o de lugar, me encargo de ponerlo en su sitio utilizando un feroz sarcasmo que me encanta sacar a relucir de vez en cuando. Y aviso: soy de las que meten bastante caña cuando me provocan. Ay, si es que me lo ponen a huevo...


6. La Chica Tierna: Vaaale, lo reconoooozco, también tengo una parte tierna dentro de mí (qué vergüenza da reconocer algunas cosas, caray...). Debido a mi seriedad, muchos piensan de mí que soy una persona arisca e intratable, de esas a las que no se le puede decir nada porque podría darte un mordisco. Sin embargo, aunque me cueste admitirlo, tengo que decir que hay sitio en mi corazón para la ternura. Aunque no me considero una persona especialmente amorosa, dada a los abrazos o a los besos, de vez en cuando me gusta tener pequeños detalles con mis allegados, hacerles partícipes de mis alegrías particulares. Me gusta hacerles dibujos, dedicarles cuentos, inventarme historias poniéndoles de protagonistas, prepararles algún postre, dedicarles una canción, hacerles pequeños regalos hechos por mí... Creo sinceramente que son los pequeños detalles los que hacen la vida, y la amistad también hay que sustentarla con gestos de buena voluntad. Eso no me convierte en alguien cursi... ¿verdad?


7. La Chica Melancólica: Ahh, de eso hay mucho en mí, para mi desgracia. Mi signo es Piscis, y dicen que los de este signo tendemos a expresar una sensibilidad fuera de lo común, que la realidad nos asusta y hace que nos repleguemos a nuestro mundo para seguir sufriendo por los males que aquejan al mundo en general. Si creyera en la Astrología, pensaría que me han leído la mente o algo así porque han dado en el clavo. En ocasiones, no sé muy bien por qué, me invade una melancolía que me resulta difícil de describir. A veces el mundo me resulta un lugar tan vacío y superficial que me cuesta encontrar fuerzas para levantarme por la mañana y vivir un día más de esa existencia gris que me deprime y a veces me enerva. En ocasiones me siento incapaz de pensar en otra cosa que no sean las desgracias que afectan a los que me rodean, llegando incluso a llorar por alguien a quien no conozco pero que sé que tiene una vida miserable y llena de penurias. Las injusticias me llenan de ira, pero me falta fuerza para luchar contra el poder establecido. Me avergüenza tener que reconocer mis debilidades, pero a veces el mundo me supera por mucho.


8. La Chica Artista: Y, para terminar, acabemos con algo feliz, ¿no? Si alguien me hubiera asignado una profesión desde mi nacimiento, sin duda habría salido algo referente al arte en cualquiera de sus formas. La literatura, la pintura, la escultura, la música, el baile, el canto, el teatro, las manualidades... Creo que lo he probado todo. Me gusta leer y escribir todo tipo de historias y en todo tipo de formatos, ya sea novela, cuento, microrrelato y algún que otro poema, incluyendo caligramas y acrósticos. Me gusta dibujar y pintar cualquier cosa que despierte mi imaginación: una flor, un arco iris, la lluvia que cae... He aprendido los rudimentos de la música, he formado parte de un coro y puedo presumir de tener un oído bastante bueno para la música. Me gusta el teatro y hasta me he animado a participar en alguna que otra obra. Y, de vez en cuando, me apetece centrar mi atención en hacer manualidades: modelar broches, hacer muñecos, bordar, diseñar postales... A veces mi cuerpo también ha sido mi lienzo, ya que soy de esas que suele hacerse dibujos en las manos y en los brazos. Vamos, que tengo corazón de artista.


2 comentarios:

  1. Me ha parecido una entrada muy bonita y bastante original y que sirve para conocerte un poco más :). Yo también hice una algo parecida hace bastante y la verdad es que algo nos parecemos.

    Me ha gustado mucho, chica! :P

    Un beso Laura!

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    1. ¡Gracias por esas palabras! Hacía tiempo que no escribía una entrada más personal, así que ya tocaba. Y sí, es verdad que coincidimos en muchas cosas. Si en Filmaffinity somos Almas Gemelas, jajaja!

      Me alegro de que haya gustado! Otro beso para ti!

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