martes, 24 de mayo de 2022

Consejos para visitar París


¡Hola a todos!

El verano está cada vez más cerca y eso se nota. Los días fríos quedaron atrás y cada vez tenemos más calor y ganas de tomar el sol. Mucha gente tiene ahora sus vacaciones y aprovecha para viajar, y es de lo más lógico, ya que todavía estamos en lo que se conoce como temporada baja.

Hace unos, tuve la oportunidad de viajar a París por unos días para disfrutar de todo lo que la capital francesa tenía para ofrecerme. No fue exactamente un viaje de relax, ya que yo solo acompañaba a mi novio, que viajaba por trabajo, pero aun así he tenido la ocasión de ver muchas cosas y, de paso, aprender otras que me hubieran servido para hacer una visita más productiva.

En el post de hoy, os voy a dejar con una serie de consejos para viajar a París y que ya me gustaría a mí haber sabido antes de ir. Pero como de la experiencia es de donde más se aprende, espero que estos consejos os ayuden para conocer mejor la ciudad y disfrutarla como se merece.


1) No vayas en temporada alta

Parece una obviedad, pero no os imagináis la cantidad de gente que viaja a París en temporada alta, época que comprende principalmente los meses de julio y agosto. Aunque París tiene turistas todos los días del año, en verano la cosa se masifica y se vuelve insoportable. A todo esto hay que añadir que hace mucho más calor y que todo lo que te vas a encontrar va a subir de precio de manera muy notable. Y si París está considerada una de las ciudades más caras de Europa, imaginaos cómo será en verano. Mi consejo es que vayáis en mayo, septiembre y octubre, a ser posible. Los vuelos son más baratos, el clima es más agradable y llevadero y, aunque seguirá habiendo gente, notaréis la diferencia y tendréis una mejor experiencia.


2) Infórmate bien de cómo va a ser el clima

Cuando fui a París, esperaba encontrarme una cosa similar a Madrid en cuestiones climáticas. En Madrid ya empieza a hacer calor al empezar mayo y sigue así hasta finales de septiembre, pero París es otro cantar. En ciertos aspectos, me recordó un poco a mi Galicia natal, en el sentido de que puede amanecer nublado, luego el día clarea, a continuación hace un calor que te mueres y al final del día incluso chispea un poco y te hace falta una chaqueta para cubrirte. Por eso creo que es muy importante que los días anteriores al viaje hagáis una búsqueda en Internet de la previsión del clima para los días que vais a ir. Otra opción es llamar a algún conocido que tengáis allí y preguntarle directamente, pero no todos tenemos esa opción. Tened en cuenta que a veces la sensación térmica es diferente; puede ser que la temperatura esté marcada en unos 18º o 19º pero que haga tanto viento que la sensación térmica sea de mucho menos, por lo que igual necesitaréis llevar prendas más abrigadas, dependiendo de la previsión.


3) Que tu visita sea al menos de tres días

París es una ciudad ENORME, así, con letras bien grandes. Seguramente ya tenéis en mente algunas cosas que queréis visitar en París, pero creedme cuando os digo que hay muchísimas más y no os va a dar tiempo a verlas todas. Si vais a hacer un viaje corto, como fue mi caso, veréis cuatro o cinco cosas como mucho, y seguramente sean las más importantes. Pero si tenéis la oportunidad de ir a París una semana entera, aprovechadla al máximo. Podréis verlo prácticamente todo sin tener que ir con prisas a todas partes y teniendo incluso tiempo para descansar. 


4) Haz una guía de las cosas que quieres visitar y reserva con anticipación

Parece una tontería, pero yo no lo hice y lo lamenté muchísimo, porque así podría haber planeado mejor el viaje y quizá ver más cosas de las que al final vi. Hay tanto por visitar que se os va a hacer corta la visita. Si queréis monumentos, tenéis la famosa Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame, el Arco del Triunfo, el Panteón de Hombres Ilustres, los Inválidos, la Ópera Garnier, la basílica del Sacré Coeur, el Palacio de Versalles, los puentes, el cementerio de Père Lachaise y un porrón de cosas más. Si queréis tirar de barrios, son muy interesantes Montmartre, los Campos Elíseos y el Barrio Latino, pero tenéis como veinte distritos más. Si sois más de museos, son infaltables el Louvre y el Orsay, pero tampoco podéis dejar de ver el Centro Pompidou, el museo Rodin, el Guimet, el Cluny, el Orangerie y muchos más. En cuanto a parques y jardines, son obligados los jardines de Luxemburgo y las Tullerías, pero tampoco desmerezcamos el Campo de Marte y el Bois de Boulogne, que es mucho más grande que Central Park. Como habéis podido comprobar, todo esto no lo vais a poder ver en una semana ni de broma. Por eso es muy importante que cojáis un mapa, seleccionéis lo que queréis ver y os hagáis un planning. En mi opinión, creo que la mejor manera de aprovechar el día sería visitar un museo, luego un monumento y uno o dos parques, y eso incluye el paseo por la ciudad y callejear por el barrio que os lleva de un lugar a otro.

En cuanto a las visitas, mi consejo es que compréis las entradas con anticipación. Sea como sea, vais a hacer cola, pero es posible que os ahorréis unos valiosos minutos solo por haber comprado la entrada anticipada. Además, os ayudará a calcular los costes de vuestra visita y ver dónde podéis ahorrar, pero de eso hablaremos más adelante.


5) Píllate el Paris Pass

Si sabéis un poco sobre París, fijo tenéis que saber que todo es carísimo. Desconozco si hay dos tarifas de precios, una para residentes y otra para turistas, pero es evidente que a París no hay que ir si eres pobre, porque hagas lo que hagas te van a sablear. Sin embargo, hay una solución que puede saliros bastante rentable, y es la tarjeta Paris Pass. ¿En qué consiste? Pues es una tarjeta que permite el acceso directo y sin esperar colas a más de 75 atracciones turísticas de París, usar el autobús turístico y un crucero por el Sena. Bonus track si además os la pilláis con la opción Paris Museum Pass, pues tendréis acceso a más de 60 museos, entre ellos el Louvre. Obviamente, la tarjeta no es gratis, e incluso es posible que sus precios os parezcan excesivos, pero si vuestra opción de viaje es ver la mayor cantidad de cosas posibles, creedme que la vais a amortizar. El Paris Pass va por días: tenéis la tarjeta de dos días por 124 €, la de tres días por 149 €, la de cuatro días por 169 € y la de seis días por 199 €.

Tenéis más información acerca del Paris Pass en su página web, donde os indican cómo utilizarlo y los tiempos de validez. Mi consejo es que lo tengáis en cuenta si en el futuro vais a ir a París, ya que os ayudará a controlar mejor los gastos que vais a hacer y hasta es posible que os ayude a ahorrar un poco.


6) Prepárate para madrugar y caminar mucho

Aunque las vacaciones suelen ser días para relajarse y levantarnos tarde, me temo que eso no se va a aplicar si vuestro destino vacacional es París. Allí la vida empieza antes que en España y es necesario pegarse algún que otro madrugón para llegar a tiempo a un museo y no pillar mucha cola o para ver todo lo que hemos apuntado en nuestro plan de viaje. Así que olvidaos de remolonear en la cama y poneos las pilas lo más pronto que podáis, porque vais a necesitar todos los minutos posibles para que os cundan los días. Fijaos a qué hora comen en Francia para poder adaptar vuestros horarios; podría pasar que queréis comer a las dos y media de la tarde y que el restaurante tenga la cocina cerrada, ya que allí suelen comer entre las 12 y la una. Ah, y olvidaos de todas las pavadas que habéis visto en series como Sexo en Nueva York o Emily en París, en donde sus protagonistas callejean por la capital francesa vestidas de punta en blanco y con zapatos de tacón. Poneos la ropa más cómoda que hayáis traído, acompañada de un calzado acorde. Aunque vais a tirar de metro y autobús para moveros mejor por la ciudad, creedme si os digo que vais a caminar mucho. Vais a volver de París con las piernas como dos troncos, palabrita de tía Laura.


7) Cuidado con los rateros y carteristas

Si hay algo que de verdad fastidia nuestras vacaciones es que un ratero nos robe la cartera o utilice sus mañas para enredarnos en un juego de azar. Por desgracia, en París hay mucho de eso, así que conviene ser cautos y tomar las medidas de seguridad pertinentes para que nuestro viaje sea único e irrepetible. Llevad una buena mochila antirrobo en vuestros paseos, o un bolso que podáis llevar bien cerrado y en la parte delantera del cuerpo. Tened especial cuidado con los carteristas si vais a tomar el metro, pues ahí es donde más operan. Llevad siempre vuestras pertenencias a la vista y no guardéis en los bolsillos tarjetas, monederos o teléfonos móviles, pues son fáciles de sustraer sin que nos demos cuenta. En París también es muy habitual encontrar trileros en las calles o en los parques que intentarán convencer al viandante de que pruebe suerte con ellos. No creo que haga falta deciros que este es uno de los timos más viejos del mundo, así que no piquéis y pasad de ellos. Estos juegos siempre están amañados y, como en un casino, la banca siempre gana. Por la zona de Notre Dame también hay una especie de personas que te leen la buenaventura o te agarran de la mano sin permiso para trenzarte una pulsera y luego te exigen que pagues (un poco como las gitanas que te encasquetan la ramita de romero). Alejaos de ellas y no dejéis que os obliguen a nada.


8) Ahorra en comida

Una de las cosas que solemos disfrutar más en un viaje es la gastronomía local, y más aún sabiendo que la parisina está reconocida como una de las mejores del mundo. Pero la verdad es que, si no queremos dejarnos un riñón en la cuenta del restaurante, vamos a tener que recurrir a soluciones más económicas. Una de las opciones es visitar los mercadillos, donde encontraremos comida autóctona y productos frescos que podremos cocinar si hemos alquilado apartamento o incluso comprar comida ya preparada para llevar y comerla en un parque. Si preferís sentaros en mesa y degustar platos caseros, en el Marché Les Enfants Rouges se pueden encontrar puestos de restauración donde el menú del día cuesta menos de 20 € con bebidas incluidas; esto es muy importante, porque en la mayoría de los restaurantes la bebida no va incluida. Tirad de agua del grifo en la medida de lo posible. Aunque en España el hecho de pedir agua del grifo suena un poco cutre, en París es de lo más normal, e incluso es posible que te la sirvan en jarra y con hielo. Una tercera opción, quizá la más barata, es que compréis comida ya preparada en los típicos supermercados de toda la vida, como el Carrefour o el Auchan (que aquí sería el Alcampo). Allí podréis surtiros de sándwiches, ensaladas y bebidas mucho más baratas que en cualquier restaurante o puesto callejero, donde por un botellín de agua de 33 cl. pueden cobrarte la friolera de cinco euros.


9) Aprende algo de francés

A pesar de que el idioma en el que todos podemos comunicarnos a lo largo y ancho del mundo es el inglés, me temo que poco o nada lo vais a utilizar en París. Sí, son conscientes de que hay mucho turista de todas partes del mundo, pero siempre se van a dirigir a vosotros en francés en primer lugar, ya que es probable que ni siquiera sepan chapurrear en inglés. Algunos franceses son tan cerrados que incluso pueden ofenderse si se les habla en otro idioma que no sea el francés, como le pasó a mi chico con el conductor de un Uber que pidió para volver al hotel. Teniendo en cuenta además que los franceses son gente orgullosa que le da mucha importancia a los modales, no nos va a quedar más remedio que aprender algunas frases en francés para poder defendernos a pie de calle. Una de las cosas que hice yo fue bajarme la aplicación SayHi, que funciona con el micrófono y traduce lo que queremos decir al idioma que hemos seleccionado, y además lo pone por escrito en ambos idiomas. Eso sí, hay que pronunciar con mucha claridad porque a veces la aplicación reconoce lo que le da la gana y puede dar lugar a error.


10) Olvídate de los tópicos

No, en París nadie va con boina por la calle salvo las turistas. Tampoco están todo el día bebiendo vino y comiendo queso, croissants o macarons (son jodidamente caros), aunque lo compensan fumando como carreteros. No os desilusionéis si abrís la ventana de vuestra habitación de hotel y no veis la Torre Eiffel; el cine y la televisión han hecho mucho daño con eso. Y dejad atrás la idea de que los parisinos son muy románticos: en realidad, son bastante bordes con todo el mundo (ellos mismos lo reconocen), les encanta quejarse y criticarlo todo, son muy liberales en cuestiones sexuales y también clasistas intelectuales. Así que, si quieres lanzarte a la aventura y conocer París, ve con la mente abierta y disfruta de la experiencia. Podrías llevarte una grata sorpresa, ^^*

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