Imaginaos la siguiente situación:
Vais caminando por la calle de vuestro pueblo o ciudad, paseando tranquilamente
solos o acompañados de un amigo. Hace sol, la temperatura es agradable y todo
invita a la tranquilidad y el relax a lo largo de una tarde cualquiera entre
semana. Pero, de repente, se oye un ruido de risas no muy lejos de donde
estáis.
Si seguís el coro de risas,
llegaréis a un lugar donde se celebra una extraña ceremonia. Junto a una fuente
pública situada en mitad de una plaza, un grupo de gente se arremolina en torno
a un compañero que lleva un móvil con el que está grabando a otro curioso
personaje vestido con un disfraz estrafalario que jamás se pondría estando
sobrio o bien de la cabeza. Después de unas palabras, el chaval se encarama al
borde de la fuente y se zambulle en el agua, para gozo y algarabía de sus
amigos, que lo han grabado todo y se lo pasan de maravilla celebrando la hazaña
de su amigo.
Este es uno de los miles de
ejemplos que podéis encontrar en YouTube o en los muros de Facebook de mucha
gente. Personas que, sin razón aparente, se graban en vídeo tirándose al agua
de mil y una maneras, y todo en nombre de un ritual que empezó como un acto
benéfico pero acabó convirtiéndose en la moda de principios del verano.
¿Todavía no sabéis de qué hablo? Se trata, nada más y nada menos, que del
Legado de Tibu.
Pero vayamos al principio de los
tiempos. La historia del Legado de Tibu empieza en Tarkio, Missouri. En este
pueblo estadounidense vive un bebé llamado Landon Shaw, quien a la temprana
edad de cuatro meses le fue diagnosticado un cáncer. La desgracia se completaba
con la mala situación económica de sus padres, que no podían pagar el
tratamiento de su hijo. Entonces, los vecinos del pueblo tuvieron una idea:
Cada persona que se bañase en agua fría, debía donar una cantidad de dinero a
una cuenta especial para sufragar el tratamiento del bebé. La idea se difundió
a través de las redes sociales y al cabo de una semana consiguieron recaudar
más de 30.000 euros.
Sin embargo, la cosa no quedó
ahí. En una sociedad hiperconectada como la nuestra, es muy fácil para
cualquiera ver lo que está pasando en la otra punta del mundo, y resulta que
esta campaña de solidaridad llegó a Weinfelden, Suiza. Allí trabaja Damián
Pereira, un joven de Camariñas que se quedó bastante sorprendido al ver que
muchos de sus amigos y conocidos en Suiza empezaban a tirarse al agua
aparentemente sin razón alguna, pues la mayor parte del mensaje inicial se
había perdido y ahora tenía un sentido más lúdico.
Fue entonces cuando se le ocurrió
que la cosa podía llegar a calar en su tierra natal, y decidió grabarse en
vídeo saltando al agua, no sin antes nominar a su primo y a sus amigos. Si en
cuarenta y ocho horas ellos no repetían la misma maniobra, la grababan y la colgaban
en su Facebook, tendrían que pagarle una mariscada. Y prendió la mecha.
Primero fue Camariñas. Le
siguieron Fisterra, Vimianzo, Ponteceso… Al cabo de unas horas, miles de
personas de Costa da Morte habían llevado a cabo el “Legado do Tibu”, en referencia
al apodo de Damián, a quien llaman Tiburón porque juega las pachangas de fútbol
con camisetas de Puyol. Ni siquiera su propio artífice ha conseguido asimilar
el éxito de su iniciativa.
Las reglas son muy sencillas, y
os voy avisando por si a alguno de vuestros amigos se le ocurre nominaros. La
norma principal es que hay que mojarse en agua fría, grabarlo y subirlo a la
red. Da igual que sea a manguerazos, a cubos, con pistolas de agua, tirándose a
una fuente, desde un muelle, desde una roca, en un río, en un lavadero, en un
charco… También hay que hacerlo vestido, aunque se puede optar por un disfraz
ligerito (algunos chicos se ponen bañadores que no dejan mucho a la
imaginación, XD). Antes de tirarse al agua, hay que explicar a la cámara quién
os ha nominado y, por supuesto, decir quiénes son vuestros elegidos para
continuar el legado. Se empezó con un máximo de tres nominados, pero hay
personas que han nominado a equipos enteros de fúbol local. No importan ni el
sexo ni la edad que se tenga, pues hasta los abuelos se han sumado a la gracia
de sus nietos y acceden a darse un chapuzón.
El Legado de Tibu ha arrasado en
Internet. Son muchísimos los vídeos que circulan por la red de gente tirándose
al agua con disfraces imposibles y en los sitios más insólitos. De hecho,
aunque no es un requisito necesario, muchos quieren darle algo de originalidad
a su Legado bañándose de muy diversas maneras. Se me ocurren ahora mismo el
vídeo de un chico que se disfrazó de flor, se enterró en la arena y sus amigos
le regaron. O el de otro chico que, vestido con ropa interior de mujer, se dio
un chapuzón en la fuente decorativa que hay en la biblioteca Concepción Arenal
en Santiago de Compostela, en plena sesión de estudio para los exámenes y ante
el desconcierto de los estudiantes, que le dedicaron un aplauso cuando salió
del agua.
No obstante, ya han empezado a
darse las primeras voces de alarma. La locura por buscar el sitio más
espectacular o más innovador ha alertado al sector del socorrismo. Por un lado,
porque se corre el peligro potencial de sufrir un golpe por traumatismo. La
verdad es que algunos se tiran al agua con muy poco cuidado pero en general no
tiene por qué ser así. Y también está el riesgo de sufrir hidrocución, lo que
conocemos popularmente como “corte de digestión”. La diferencia tan brusca de
temperatura puede provocar un shock que, en casos desafortunados, genera una
sobrecarga cardiaca que ocasiona una parada respiratoria y la muerte. Glup.
¡Pero eso no nos ocurre a los
gallegos! Somos gente del norte y estamos acostumbrados a estas cosas. ¡Aquí no
existe la palabra hipotermia! ¡Aunque el agua esté helada, para nosotros
siempre estará como el caldo! Y espero que el resto del mundo se inmunice bien
contra el agua fría, porque el Legado ha traspasado fronteras y ya se ha hecho
en Francia y en Brasil. ¡Hasta algunos políticos se han animado a hacerlo!
De momento, Damián Pereira ha
empezado a preparar un evento multitudinario para este verano. En agosto se
planea hacer una gran fiesta entre todos los que hicieron el vídeo para tirarse
juntos al agua. No se descarta que algún día se tire Rajoy también (dicho sea
de paso, sería algo digno de verse).
Así que os aconsejo que vayáis
pensando en la gente a la que vais a nominar y el disfraz que queréis llevar
puesto, porque los próximos podríais ser vosotros.
Así que Tibu existe realmente y es el responsable de que yo me haya tenido que empapar de agua fresquita para delicia de mis amigos de facebook...
ResponderEliminarMuy buena la iniciativa primitiva, aunque claro, la evolución es más hacia el cachondeito ajajaja. Yo tenía claro que con lo tiesa que estoy no podía permitirme invitar a nadie a nada que no fuera más que una cervecita, así que, remojón en el río disfrazada de alien, con leggins plateados y antenas en la cabeza xDD.
Pues sí, Tibu existe y ha logrado lo que parece imposible: que todo el mundo haga la soberana tontería de darse un remojón vestido con el disfraz más absurdo del mundo. ¡Y me incluyo! A mí también me nominaron y he tenido que cumplir como una campeona. En mi caso, me han empapado con una manguera, disfrazada de personaje de manga, toda de blanco. ¡Estamos como cabras!
Eliminartampoco es que necesitemos (yo al menos, la raza humana en general xDDD) mucho empuje para hacer el idiota, a mí me sale hasta natural ya, oye jajaja.
Eliminar¡Vivan las estupideces que quedan grabadas en vídeo! En un par de años nos reiremos mucho más y pensaremos, falsamente e influidos por lo que nuestro yo del pasado hacía, que hemos madurado y todo xd