jueves, 5 de junio de 2014

El Legado de Tibu


Imaginaos la siguiente situación: Vais caminando por la calle de vuestro pueblo o ciudad, paseando tranquilamente solos o acompañados de un amigo. Hace sol, la temperatura es agradable y todo invita a la tranquilidad y el relax a lo largo de una tarde cualquiera entre semana. Pero, de repente, se oye un ruido de risas no muy lejos de donde estáis.

Si seguís el coro de risas, llegaréis a un lugar donde se celebra una extraña ceremonia. Junto a una fuente pública situada en mitad de una plaza, un grupo de gente se arremolina en torno a un compañero que lleva un móvil con el que está grabando a otro curioso personaje vestido con un disfraz estrafalario que jamás se pondría estando sobrio o bien de la cabeza. Después de unas palabras, el chaval se encarama al borde de la fuente y se zambulle en el agua, para gozo y algarabía de sus amigos, que lo han grabado todo y se lo pasan de maravilla celebrando la hazaña de su amigo.

Este es uno de los miles de ejemplos que podéis encontrar en YouTube o en los muros de Facebook de mucha gente. Personas que, sin razón aparente, se graban en vídeo tirándose al agua de mil y una maneras, y todo en nombre de un ritual que empezó como un acto benéfico pero acabó convirtiéndose en la moda de principios del verano. ¿Todavía no sabéis de qué hablo? Se trata, nada más y nada menos, que del Legado de Tibu.

Pero vayamos al principio de los tiempos. La historia del Legado de Tibu empieza en Tarkio, Missouri. En este pueblo estadounidense vive un bebé llamado Landon Shaw, quien a la temprana edad de cuatro meses le fue diagnosticado un cáncer. La desgracia se completaba con la mala situación económica de sus padres, que no podían pagar el tratamiento de su hijo. Entonces, los vecinos del pueblo tuvieron una idea: Cada persona que se bañase en agua fría, debía donar una cantidad de dinero a una cuenta especial para sufragar el tratamiento del bebé. La idea se difundió a través de las redes sociales y al cabo de una semana consiguieron recaudar más de 30.000 euros.

Sin embargo, la cosa no quedó ahí. En una sociedad hiperconectada como la nuestra, es muy fácil para cualquiera ver lo que está pasando en la otra punta del mundo, y resulta que esta campaña de solidaridad llegó a Weinfelden, Suiza. Allí trabaja Damián Pereira, un joven de Camariñas que se quedó bastante sorprendido al ver que muchos de sus amigos y conocidos en Suiza empezaban a tirarse al agua aparentemente sin razón alguna, pues la mayor parte del mensaje inicial se había perdido y ahora tenía un sentido más lúdico.

Fue entonces cuando se le ocurrió que la cosa podía llegar a calar en su tierra natal, y decidió grabarse en vídeo saltando al agua, no sin antes nominar a su primo y a sus amigos. Si en cuarenta y ocho horas ellos no repetían la misma maniobra, la grababan y la colgaban en su Facebook, tendrían que pagarle una mariscada. Y prendió la mecha.

Primero fue Camariñas. Le siguieron Fisterra, Vimianzo, Ponteceso… Al cabo de unas horas, miles de personas de Costa da Morte habían llevado a cabo el “Legado do Tibu”, en referencia al apodo de Damián, a quien llaman Tiburón porque juega las pachangas de fútbol con camisetas de Puyol. Ni siquiera su propio artífice ha conseguido asimilar el éxito de su iniciativa.

Las reglas son muy sencillas, y os voy avisando por si a alguno de vuestros amigos se le ocurre nominaros. La norma principal es que hay que mojarse en agua fría, grabarlo y subirlo a la red. Da igual que sea a manguerazos, a cubos, con pistolas de agua, tirándose a una fuente, desde un muelle, desde una roca, en un río, en un lavadero, en un charco… También hay que hacerlo vestido, aunque se puede optar por un disfraz ligerito (algunos chicos se ponen bañadores que no dejan mucho a la imaginación, XD). Antes de tirarse al agua, hay que explicar a la cámara quién os ha nominado y, por supuesto, decir quiénes son vuestros elegidos para continuar el legado. Se empezó con un máximo de tres nominados, pero hay personas que han nominado a equipos enteros de fúbol local. No importan ni el sexo ni la edad que se tenga, pues hasta los abuelos se han sumado a la gracia de sus nietos y acceden a darse un chapuzón.

El Legado de Tibu ha arrasado en Internet. Son muchísimos los vídeos que circulan por la red de gente tirándose al agua con disfraces imposibles y en los sitios más insólitos. De hecho, aunque no es un requisito necesario, muchos quieren darle algo de originalidad a su Legado bañándose de muy diversas maneras. Se me ocurren ahora mismo el vídeo de un chico que se disfrazó de flor, se enterró en la arena y sus amigos le regaron. O el de otro chico que, vestido con ropa interior de mujer, se dio un chapuzón en la fuente decorativa que hay en la biblioteca Concepción Arenal en Santiago de Compostela, en plena sesión de estudio para los exámenes y ante el desconcierto de los estudiantes, que le dedicaron un aplauso cuando salió del agua.

No obstante, ya han empezado a darse las primeras voces de alarma. La locura por buscar el sitio más espectacular o más innovador ha alertado al sector del socorrismo. Por un lado, porque se corre el peligro potencial de sufrir un golpe por traumatismo. La verdad es que algunos se tiran al agua con muy poco cuidado pero en general no tiene por qué ser así. Y también está el riesgo de sufrir hidrocución, lo que conocemos popularmente como “corte de digestión”. La diferencia tan brusca de temperatura puede provocar un shock que, en casos desafortunados, genera una sobrecarga cardiaca que ocasiona una parada respiratoria y la muerte. Glup.

¡Pero eso no nos ocurre a los gallegos! Somos gente del norte y estamos acostumbrados a estas cosas. ¡Aquí no existe la palabra hipotermia! ¡Aunque el agua esté helada, para nosotros siempre estará como el caldo! Y espero que el resto del mundo se inmunice bien contra el agua fría, porque el Legado ha traspasado fronteras y ya se ha hecho en Francia y en Brasil. ¡Hasta algunos políticos se han animado a hacerlo!

De momento, Damián Pereira ha empezado a preparar un evento multitudinario para este verano. En agosto se planea hacer una gran fiesta entre todos los que hicieron el vídeo para tirarse juntos al agua. No se descarta que algún día se tire Rajoy también (dicho sea de paso, sería algo digno de verse).

Así que os aconsejo que vayáis pensando en la gente a la que vais a nominar y el disfraz que queréis llevar puesto, porque los próximos podríais ser vosotros.

3 comentarios:

  1. Así que Tibu existe realmente y es el responsable de que yo me haya tenido que empapar de agua fresquita para delicia de mis amigos de facebook...
    Muy buena la iniciativa primitiva, aunque claro, la evolución es más hacia el cachondeito ajajaja. Yo tenía claro que con lo tiesa que estoy no podía permitirme invitar a nadie a nada que no fuera más que una cervecita, así que, remojón en el río disfrazada de alien, con leggins plateados y antenas en la cabeza xDD.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Tibu existe y ha logrado lo que parece imposible: que todo el mundo haga la soberana tontería de darse un remojón vestido con el disfraz más absurdo del mundo. ¡Y me incluyo! A mí también me nominaron y he tenido que cumplir como una campeona. En mi caso, me han empapado con una manguera, disfrazada de personaje de manga, toda de blanco. ¡Estamos como cabras!

      Eliminar
    2. tampoco es que necesitemos (yo al menos, la raza humana en general xDDD) mucho empuje para hacer el idiota, a mí me sale hasta natural ya, oye jajaja.
      ¡Vivan las estupideces que quedan grabadas en vídeo! En un par de años nos reiremos mucho más y pensaremos, falsamente e influidos por lo que nuestro yo del pasado hacía, que hemos madurado y todo xd

      Eliminar