¡Hola a todos!
¿Qué tal estáis? Espero que muy bien. Aunque, si vais a leer esto con atención será porque estáis pasando por una temporada un poco estresante y buscáis algún consejo que os pueda ayudar. Quizá estáis agobiados por el trabajo o las clases, o tal vez os sentís sobrepasados porque habéis asumido responsabilidades que se os hacen muy cuesta arriba. A veces, en esos momentos de gran presión, nos vemos sobrepasados de verdad. Y no es raro que haya personas que sufran de ansiedad por culpa de las tensiones y el estrés. Esto no es nada nuevo para vosotros; estoy segura de que os habréis sentido así alguna vez.
Pero no os preocupéis, que todo tiene solución ¡Y para eso estoy aquí! Hoy toca entrada dedicada a los consejos, y he decidido hacerla sobre las maneras de eliminar el estrés. Por lo general, soy una persona bastante tranquila, pero reconozco que tiendo a perder los nervios cuando estoy sometida a mucho estrés. Y no es malo sentir estrés, es algo muy natural. Pero lo que no es lógico es estar estresado todo el tiempo, como me suele pasar a mí y a tanta otra gente.
Pensad por un instante en un teléfono móvil o un ordenador. Son máquinas que necesitan apagarse de vez en cuando para que no se sobrecarguen. Y si esos aparatos necesitan tomarse un respiro, imaginaos nosotros. Necesitamos tiempo para relajarnos, para recobrar energías, para encontrar el equilibrio con nosotros mismos... El mundo va demasiado rápido y estamos obligados a adaptarnos a ese ritmo, pero también debemos saber cuándo parar.
En mi caso, puede que también deba tomar ejemplo. Soy una chica que reacciona con bastante negatividad a la presión excesiva. No estoy en contra de que haya cierta presión en el trabajo o en los estudios; a todos nos pone nerviosos la cercanía de un examen o que deleguen en nosotros muchas tareas a las que no estamos acostumbrados. Pero yo reacciono mal cuando es demasiada presión por todos lados y veo que no voy a ser capaz de llegar a tiempo. Quiero hacerlo todo para una fecha y no me doy cuenta de que a veces puedo aplazar los trabajos más difíciles o hacerme un plan de tareas más ordenado para no dejarme llevar por la desesperación. En esos momentos, agradezco de verdad tener una lista de cosas que me ayuden a quitarme el estrés o, por lo menos, reducirlo un poco.
Por eso, os voy a dejar mi lista de cosas que ayudan a quitar el estrés. Espero que os guste y, en caso de que lo necesitéis, que os ayude.
1. Elige tu día
En primer lugar, elige un día que quieras dedicarte a ti mismo por completo, de la mañana a la noche. Es mejor que escojas un día que caiga en fin de semana, aunque si no puede ser, no pasa nada porque sea un día entre semana. Lo único que debe importar es que sea un día para ti. Así que, escoge bien.
2. Apaga el móvil
Coge tu teléfono móvil y apágalo. Nada de silenciarlo o de poner el modo avión: apágalo. El teléfono es uno de los aparatos más estresantes del mundo, ya que te obliga a estar todo el día pendiente de él. Que si llamadas, que si mensajes de WhatsApp, que si notificaciones de Facebook, de Twitter... Vamos, que así no se puede seguir. Por eso, tu día de descanso también será el día de descanso de tu móvil. Si quieres, avisa a tus contactos directos de que ese día no vas a estar conectado y que no se molesten en llamarte. Asegúrate también de que no esperas una llamada importante para ese día que has elegido para ti.
3. Tu rincón
Ahora que ya has elegido el día y has apagado tu móvil, debes escoger dónde vas a permanecer todo el día. Ya sé que muchos querríamos disfrutar de una relajante sesión en un spa, pero eso suele acarrear un coste un tanto elevado de dinero y no están los tiempos como para andar gastando tanto. Por eso, una buena opción es quedarse en casa. ¿Quién no está cómodo en su propia casa? Es un sitio muy bueno para desestresarse, pues ahí podemos relajarnos a nuestras anchas. Mucho mejor si te aseguras de que ese día vas a estar tú solo, sin padres, hermanos o cualquier persona que pueda interrumpirte.
4. Date un baño
Un baño caliente es una manera muy buena de empezar tu día de relajación. Si tienes bañera, puedes llenarla de agua calentita hasta arriba de todo y echarle varios productos que os gusten: jabones, pompas de baño, sales minerales... lo que te guste. Todas estas cosas se pueden conseguir en las tiendas de perfumería y no tienen por qué ser caras. Si no tienes bañera, puedes darte un baño "por parroquias", vertiendo los productos en una palangana con agua caliente y enjabonarte el cuerpo poco a poco, sin prisa. Lo importante es que te cuides y te mimes.
5. Tómate una bebida caliente
Una bebida caliente también te ayudará a relajarte. Personalmente, no soy partidaria del café, ya que la cafeína es un excitante natural (a mí es una bebida que me pone frenética). Pero no pasa nada si tomas el café poco cargado. Si te gustan más las infusiones, tienes una gran variedad donde escoger. Recomiendo las infusiones de menta, pasiflora o lavanda, acompañadas de un poquito de miel. Si no te gustan las infusiones, también puedes tomarte una taza de cacao o de chocolate caliente. Prepara la bebida con tranquilidad, sin correr. Hoy tienes todo el tiempo del mundo.
6. Come tu plato favorito
Preparar tu comida favorita también puede ser una manera muy buena de reducir el estrés. Aunque para muchos cocinar sea un agobio, cuando se trata de hacer algo para uno mismo no sucede igual. Aunque seas adicto a la comida preparada o congelada, dedica una hora de tu tiempo a preparar un buen plato de comida para ti. Todos somos unos auténticos chefs con algún plato en particular (yo soy muy buena preparando chuletas empanadas y los espaguetis a la falsa carbonara), y nos sentimos a nuestras anchas cuando la cocina es toda nuestra. Así que ese día, todo vale. Disfruta de la comida.
7. Diviértete
No te olvides de la diversión, pero asegúrate de que no es demasiado bulliciosa. Puedes jugar a algún videojuego o ver una película en la tele. También puedes aprovechar para dibujar, hacer manualidades o incluso leer ese libro que lleva tanto tiempo en tu montón de libros pendientes. Hay un montón de actividades que puedes hacer tú solo con tranquilidad; escoge la que más te guste.
8. Date un paseo
Sal a dar un paseo y a oxigenarte. Hacer ejercicio ayuda a quitar el estrés, además de cuidar tu cuerpo. Puedes salir a correr a un parque, sacar a pasear al perro, patinar o, simplemente, ir a caminar. Si no eres muy aficionado al ejercicio propiamente dicho (yo, por ejemplo, soy un poco vaga para los deportes), puedes moverte y desestresarte marcándote un buen baile. Acabarás tan cansado como relajado y, además, tu cuerpo te lo agradecerá.
9. Música
La música no puede faltar en tu día de relajación. Escuchar tu música favorita te ayudará a tranquilizarte y a alejarte de los problemas por un rato. Te recomiendo escuchar música tranquila y suave, o con tonos armónicos y agradables (por ejemplo, música clásica). Pero puedes hacer una selección entre tus canciones favoritas (aquellas que remiten a un recuerdo alegre suelen provocar una reacción muy positiva). Otra buena opción es que elijas una música que te invite a la relajación (chill out, música de meditación oriental...).
10. Aromaterapia
La aromaterapia es otra forma de reducir el estrés. A algunas personas, el olor de ciertas plantas o esencias les ayuda a relajarse. Puede ser quemando incienso o empleando velas perfumadas. Aunque a mí esto no me funciona demasiado (los olores muy fuertes me molestan mucho), hay gente a la que le va bien. Los aceites esenciales también ayudan, porque puedes elegir la fragancia que más te guste (más fuerte o más suave) y relajarte inspirando su aroma.
11. Meditación
¿Has probado alguna vez la meditación? No tienes que ser budista o seguidor de la New Age para que te guste. La meditación se basa en la respiración consciente, la relajación muscular y el equilibrio interior. Se trata de liberar la mente de los problemas, alejar cualquier tipo de pensamiento negativo y centrarse sólo en el momento. Para meditar, es muy importante hallar la postura adecuada. Siéntate sobre un cojín en el suelo, con las piernas cruzadas y las manos sobre el regazo (mano sobre mano y tocándose los pulgares). Respira muy despacio, siente cada bocanada de aire que entra y sale de tu cuerpo. Cierra los ojos y trata de vaciar tu mente de todos los problemas. Aunque la meditación no es igual de efectiva para todos, puede ayudarte a pensar con claridad y a ver las cosas desde otro punto de vista.
12. Abraza a tu mascota
¿Necesitas ayuda extra? No te preocupes, tus mascotas te echarán una pata encantadas. Los animales son maravillosos para quitarnos el estrés, porque te dan muchísimo amor y cariño cuando más lo necesitas. Siempre están ahí para ti y se dejarán acariciar gustosos para que puedas quitarte el estrés de encima. Las mascotas más cariñosas suelen ser los mamíferos (perros, gatos, conejos, ratas...), y son también las que más necesitan jugar y pasar tiempo contigo. Es una maravilla cuando se recuestan a tu lado para darte y recibir calor, cuando te lamen con sus lenguas ásperas y húmedas o cuando se quedan a dormir contigo. Si tienes cachorros, no pierdas la oportunidad de verles jugar. Los problemas parecen desvanecerse cuando te quedas horas mirando cómo juegan unos cachorritos.
¡Y nada más por hoy! Espero que os haya gustado y que os ayuden estos consejos si decidís ponerlos en práctica. ¿Se os ocurren más cosas que ayuden a quitar el estrés? ¿Qué os funciona a vosotros? Dejad abajo los comentarios que queráis.
¡Hasta pronto!