¡Hola a todos!
Y seguimos con la segunda parte de este breve artículo dedicado a la música y el amor en la Edad Media. Esta vez, como os prometí, os traigo el apartado dedicado a las Cantigas de Amor. Aunque el tema que tratan es el mismo que en las Cantigas de Amigo, veremos que no se hace de la misma manera y los recursos estilísticos que se utilizan son diferentes en ambas versiones. Así que, sin más dilación, os dejo con las Cantigas de Amor.
Las Cantigas de Amor son poemas en los que el poeta es un hombre enamorado que canta las alabanzas de su dama. Sin embargo, en vez de valerse de la figura femenina para expresarse como ocurría en las Cantigas de Amigo, en estas cantigas es el propio poeta el que habla en primera persona y se dirige a su dama o hace reflexiones acerca del amor. Las Cantigas de Amor galaico-portuguesas tienen una fuerte influencia de la lírica trovadoresca provenzal de los siglos XI y XIII, pero con ciertas diferencias: la canción provenzal está sujeta a unas normas de versificación mucho más puras y estrictas que las que se utilizan en las Cantigas de Amor. Además, en la canción provenzal prima un sentimiento de felicidad, mientras que en las galaico-portuguesas se sucede todo lo contrario, ya que el poeta no suele ser correspondido por la dama.
Una de las características más llamativas de la Cantiga de Amor galaico-portuguesa es la representación de la figura femenina. La relación amorosa entre el trovador y la dama es pareja a la que se establecía entre un señor y su vasallo; de ahí que la dama aparezca mencionada como senhor, pues el poeta se pone a sus pies y le ofrece servicio de amor. Esta dama suele ser una mujer noble, casada y dueña de unos atributos que en ocasiones se escapan a la realidad física y trascienden a un plano mayor. Aunque esos atributos no se explicitan en la cantiga, suelen tener que ver con la belleza de la dama o su saber estar. Estas características también se podían observar en la canción provenzal, pero con la diferencia de que la dama provenzal participa en el juego amoroso, mientras que la galaico-portuguesa se abstrae e incluso puede ofenderse si el poeta tiene el atrevimiento de mirarla, acercarse a ella o incluso declararle su amor.
Veamos a continuación algunos ejemplos de Cantigas de Amor:
Veamos a continuación algunos ejemplos de Cantigas de Amor:
Como morreu quen nunca ben
ouve da ren que mais amou,
e quen viu quanto receou
d'ela, e foi morto porén:
Ay, mia senhor, assi moir' eu!
Como morreu quen foi amar
quen lhe nunca quis ben fazer,
e de quen lhe fez Deus veer
de que foi morto con pesar:
Ay, mia senhor, assi moir' eu!
Com' ome que ensandeceu,
senhor, con gran pesar que viu,
e non foi ledo nen dormiu
depois, mia senhor, e morreu:
Ay, mia senhor, assi moir' eu!
Como morreu quen amou tal
dona que lhe nunca fez ben,
e quen a viu levar a quen
a non valia, nen a val:
Ay, mia senhor, assi moir' eu!
(Pai Soárez de Taveiros)
Traducción
Como murió quien nunca obtuvo
favor de lo que más amó
y quien vio cuanto receló
de ella y así murió:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Como murió quien fua a amar
a quien nunca le quiso favorecer
y de quien Dios le hizo ver
aquello por lo que fue muerto con pesar:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Como hombre que enloqueció,
señora, con el gran pesar que vio
y no fue alegre ni durmió
después, mi señora, y murió:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Como murió el que amó
a tal dama que nunca le favoreció
y quien la vio llevar por quien
no la merece ni la mereció:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Como murió quien nunca obtuvo
favor de lo que más amó
y quien vio cuanto receló
de ella y así murió:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Como murió quien fua a amar
a quien nunca le quiso favorecer
y de quien Dios le hizo ver
aquello por lo que fue muerto con pesar:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Como hombre que enloqueció,
señora, con el gran pesar que vio
y no fue alegre ni durmió
después, mi señora, y murió:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Como murió el que amó
a tal dama que nunca le favoreció
y quien la vio llevar por quien
no la merece ni la mereció:
¡Ay, mi señora, así muero yo!
Pero que eu mui long' estou
da mha senhor e do seu bem,
nunca me dê Deus o seu bem,
pero [que] m'eu [tam] long'estou,
se nom é o coraçom meu
mais perto d’ela que o seu.
E pero long'estou d’ali
d'u agora é mha senhor,
nom aja bem da mha senhor,
pero m'eu long'estou d’ali
se nom é o coraçom meu
mais perto d’ela que o seu.
E pero longe do logar
estou, que nom poss'al fazer,
Deus nom mi dê o seu bem-fazer,
pero long'estou do logar,
se nom é o coraçom meu
mais perto d’ela que o seu.
C'a vezes tem em al o seu,
e sempre sigo tem o meu.
(Don Dinís de Portugal)
(Don Dinís de Portugal)
Traducción
Aunque muy lejos estoy
De mi señora y de su favor,
Que nunca me dé Dios su favor,
Aunque muy lejos estoy,
Si mi corazón no está
Más cerca de ella que el suyo.
De mi señora y de su favor,
Que nunca me dé Dios su favor,
Aunque muy lejos estoy,
Si mi corazón no está
Más cerca de ella que el suyo.
Y aunque lejos estoy de allí
De donde ahora está mi señora,
Que no halle yo el favor de mi señora,
Aunque lejos estoy de allí,
Si mi corazón no está
Más cerca de ella que el suyo.
Y aunque lejos del lugar
Estoy, que nada puedo hacer,
Que Dios no me dé su bien hacer,
Aunque lejos estoy del lugar,
Si mi corazón no está
Más cerca de ella que el suyo.
Que a veces el suyo se extravía,
Pero siempre el mío está con ella.
Senhor do corpo delgado
en forte pont'eu fui nado!
Que nunca perdi coidado
nen afan, des que vos vi.
En forte pont'eu fui nado,
senhor, por vos e por mi!
Con est'afan tan longado,
en forte pont'eu fui nado!
Que vos amo sen meu grado
e faç'a vos pesar hi.
En forte pont'eu fui nado,
senhor, por vos e por mi!
Ay eu, cativ'e coitado,
en forte pont'eu fui nado!
Que servi sempr'endonado
ond'un ben nunca prendi.
En forte pont'eu fui nado,
senhor, por vos e por mi!
(Pero da Ponte)
Traducción
Señora de cuerpo esbelto
¡bajo mal signo nací!
Que nunca dejé de pensar
ni de sentir afán, desde que os vi.
¡Bajo mal signo nací,
señora, para vos y para mí!
Con este afán tan prolongado
¡bajo mal signo nací!
Porque os amo a mi pesar
y con ello os causo pesar.
¡Bajo mal signo nací,
señora, para vos y para mí!
¡Ay de mi, cautivo y cuitado,
bajo mal signo nací!
Pues serví siempre en vano
donde nunca obtuve ningún bien.
¡Bajo mal signo nací,
señora, para vos y para mí!
A dona que eu am' e tenho por senhor
amostrade-mh-a, Deus, se vos em prazer for,
se non dade-mh-a morte.
A que tenh'eu por lume d'estes olhos meus
e por que choran sempr' , amostrade-mh-a Deus,
se non dade-mh-a morte.
Essa que vós fezestes melhor parecer
de quantas sey, ay Deus!, fazede-mh-a veer,
se non dade-mh-a morte.
Ai, Deus! qui mh-a fezestes mays ca mim amar,
mostrade-mh-a u possa com ela falar,
se nom dade-mh-a morte.
(Bernal de Bonaval)
Traducción
La mujer que yo amo y tengo por señora
Mostrádmela, Dios, hacedme el favor,
Si no, dadme la muerte.
La que tengo por luz de estos ojos míos
Y por la que lloran siempre, mostrádmela, Dios,
Si no, dadme la muerte.
Esa que vos hiciste mejor parecer
De cuantas hay, ay Dios, hacédmela ver,
Si no, dadme la muerte.
Ay Dios, que me hiciste amarla más que a mí,
mostrádmela y que pueda con ella hablar,
Si no, dadme la muerte.
A maior coita que eu vi sofrer
d'amor a nulh'home, des que naci,
eu mi a sofro; e já que est assi,
meus amigos, assi veja prazer!,
gradesc'a Deus que mi faz a maior
coita do mundo haver por mia senhor.
E bem tenh'eu que faço gram razom
d'a maior coita muit'a Deus gracir,
que m'El dá por mia senhor, que servir
hei mentr'eu viver: mui de coraçom
gradesc'a Deus que mi faz a maior
coita do mundo haver por mia senhor.
E por maior hei eu, per bõa fé,
aquesta coita de quantas fará
Nostro Senhor, e por maior mi a dá
de quantas fez; e pois que assi é,
gradesc'a Deus que mi faz a maior
coita do mundo haver por mia senhor,
pois que mi a faz haver pola melhor
dona de quantas fez Nostro Senhor.
(Fernão Velho)
Traducción
La mayor cuita de amor que yo
he visto sufrir a un hombre, desde que nací,
yo la sufro; y ya que es así,
amigos míos, así tenga placer!
Doy gracias a Dios, que me hace
tener la mayor cuita del mundo por mi señora.
Y bien tengo yo que tengo mucha razón
al darle gracias a Dios por la gran cuita
que Él me da por mi señora, que he de servir
mientras yo viva. Muy de corazón
Doy gracias a Dios, que me hace
tener la mayor cuita del mundo por mi señora.
Y por mayor tendré yo, de buena fe,
esta cuita de cuantas hará
Nuestro Señor, y por mayor a mí me la da
de cuantas hizo; y puesto que así es,
Doy gracias a Dios, que me hace
tener la mayor cuita del mundo por mi señora.
Puesto que me la hace tener por la mejor
dama de cuantas hizo Nuestro Señor.
¡Y hasta aquí por hoy! Espero que os haya gustado y os haya metido ganas de tratar de saber más sobre las cantigas medievales. Si queréis dejar vuestra opinión o preguntar cualquier cosa, os animo a hacerlo en la caja de comentarios con total libertad. Nos vemos pronto en la Biblioteca.
¡Hasta pronto!
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