lunes, 23 de enero de 2017

YouTube y el precio de la dignidad


¡Hola a todos!

Ya sabéis que no soy la típica bloguera que se mete en polémicas y malos rollos, que soy de las que prefiere hablar de asuntos que le gusten a todo el mundo y tratar de estar a bien con todos, sin armar jaleo e intentando que todo el mundo se lo pase bien leyendo lo que escribo. Pero a veces salen a la luz hechos que a mí, como ser humano, me llenan de una profunda rabia; por desgracia, el tema del que hoy vamos a hablar ha hecho que la saliva me sepa a bilis.

Soy una gran seguidora de la plataforma YouTube. Tengo un canal que no utilizo nunca, pero sí me gusta pasarme por esa web para ver vídeos musicales o gameplays de los juegos que más me gustan. También me gustan mucho los vídeos de humor, e incluso sigo a varios youtubers bastante conocidos; de los grandes, podríamos decir. Por eso, como seguidora de salseos y de las polémicas que hay en YouTube (y las ha habido muuuy gordas), sé que algunos dueños de canales se pasan bastante a la hora de crear contenido nuevo para sus suscriptores, llegando a hacer cosas que rozan la ilegalidad y que levantan más de una ampolla por su escasa ética.

Hace algunas semanas, las redes se revolucionaron cuando un chico llamado Sergio Soler, más conocido como MrGranBomba, subió un vídeo a la plataforma YouTube que se hizo viral en cuestión de horas. En ese vídeo se podía ver al youtuber dirigiéndose a un repartidor de la empresa Tourline Express para preguntarle dónde estaba la calle de las tiendas, en Alicante. Mientras el hombre le explica qué ruta ha de seguir, el youtuber le interrumpe: "A ver si me aclaro, caranchoa". El repartidor, cuya identidad no se conoce y que aparece pixelado en el vídeo, no tarda en ponerse nervioso y montar en cólera. Al ver que estaba alterado, Soler intentó excusarse diciendo que era una broma para un proyecto de la universidad, pero no se libró de que el repartidor le soltara una sonora bofetada. No está claro si el youtuber insultó más veces al repartidor, pues se ha dejado entrever que el vídeo podría estar manipulado, pero fue suficiente para que saltara la polémica sobre si merecía o no haber recibido un bofetón.

Vaya por delante que no soy una persona violenta. Soy de las que piensa que la violencia no arregla las cosas (más bien las empeora), y que no se debe recurrir a ella bajo ningún concepto. Pero son estas mierdas las que me hacen rabiar tanto que me hacen pensar en el consejo que mi señor padre me dio en su día: Que una hostia bien dada a tiempo hace milagros.

Aunque el caso de caranchoa fue celebrado con risas (y yo me incluyo; solté un tremendo "fuck yeah!" cuando el repartidor le dio la bofetada al tío), sucede que la chulería del polémico MrGranBomba y su famoso vídeo han puesto fin a su carrera de youtuber. Soler, que posiblemente soñaba con hacerse famoso y vivir de Internet, nunca pensó que el grueso del público se pondría de parte del repartidor y, en cambio, afeara su propia conducta con él. ¿Qué fue lo que acabó de provocar su suicidio profesional? Probablemente el hecho de que en su canal tuviera vídeos del mismo calibre en los que se dedicaba a insultar a personas por la calle, siguiendo la tónica que había seguido con el repartidor, solo que con víctimas más mansas y tranquilas. También ha influido, me temo, que tras haber recibido la bofetada hubiese ido al hospital para pedir un parte de lesiones y que afirmase en un vídeo que se disponía a denunciar al repartidor y a la empresa para la que trabaja. Supongo que con el afán de ganarse la simpatía de los más reticentes, afirmó que todo el dinero que le sacase al repartidor iba a destinarlo a Cáritas.

Para mí, esto es el colmo del descaro. Bajo mi punto de vista, está más que claro que MrGranBomba ha dicho que donaría el dinero a la beneficencia porque sabe que le ha salido el tiro por la culata. Quería hacerse famoso grabándose a sí mismo burlándose de los demás para ver sus reacciones y ha salido escaldado. Su contenido en YouTube era, cuanto menos, deplorable. Entre las bromas que le gustaba gastar estaba acosar a chicas en la parada del autobús oliéndoles el pelo y llegando a tocárselo, o tirarle huevos a un coche recién lavado mientras la dueña del vehículo le pide una y otra vez que pare. Y lo que más me cabrea es que este personaje tiene los santos cojones de hacerse la víctima, de decir que ha tenido la mala suerte de haber topado con un desequilibrado mental que no tenía por qué agredirle.

¿Queréis saber mi opinión al respecto? Yo me alegro mucho de que el repartidor le hubiese soltado un guantazo. Sé que suena cruel y desproporcionado, pero de verdad que el chasquido de la bofetada fue música para mis oídos. El repartidor no tenía derecho a pegarle una bofetada, pero ¿acaso tenía él derecho a insultarle? ¿Qué pasa si el repartidor estaba pasando por una mala racha, si tenía problemas personales, si estaba a punto de estallar por un cúmulo de cosas? MrGranBomba ha tenido la mala suerte de insultar a la persona equivocada y lo ha pagado con creces. La próxima vez que quiera hacerse famoso, que sea por hacer vídeos en los que no tenga que recurrir a incomodar y humillar a las personas. La bofetada le ha venido de perlas.

Pero esto no es todo, porque todavía hay otra joyita que ha rizado el rizo y ha cometido, en mi opinión, una de las peores bajezas en las que puede caer el ser humano.

Hace unos días las redes volvieron a incendiarse con la viralización de un nuevo vídeo en el que se gastaba una broma. ReSet, un youtuber de origen chino pero afincado en Cataluña, tiene un canal en el que se dedica a pedir a sus suscriptores que le propongan retos asquerosos, casi todos basados en hacerle pasar un mal rato a otro ser vivo. Tenemos así vídeos con un contenido del calibre de coger a su gato y romperle huevos en la cabeza o darles pequeñas descargas con una raqueta electrificada, algo que me parece repulsivo porque se está maltratando a un animal y a nadie parece importarle una mierda. Sería otro vídeo el que acabaría para siempre con ReSet, cuyo contenido es tan indignante que hasta me produce arcadas.

Siguiendo la premisa de sus vídeos de bromas estúpidas, al youtuber se le ocurrió hacer lo que le debió parecer el colmo de lo gracioso. Esto fue coger un paquete de galletas Oreo, abrirlas para quitarles la crema, rellenarlas con pasta de dientes y ofrecérselas a un pobre mendigo que estaba en la calle. Y es todavía peor, todavía más humillante, que antes de ofrecerle las galletas el youtuber le entregue un billete de 20 euros, en plan "mira, te voy a hacer una putada pero para que nadie me recrimine nada, que sepas que te doy 20 pavos porque soy una persona generosa". Y ancha es Castilla.

¡Y una mierda! ¿Quieres que te diga lo que eres? Un cabrón, un desgraciado y un sinvergüenza. Te has acercado a un vagabundo, a un hombre que está en la peor situación en la que puede estar un ser humano, y te has burlado de él. Te has partido de risa porque sabías que ese mendigo iba a comerse las galletas rellenas de pasta de dientes, y no te has parado a pensar en que tal vez ese hombre las comió porque hacía DÍAS que no probaba bocado. ¿Sabes tú lo que es pasar hambre? No me refiero a tener ganas de comer, sino a pasar HAMBRE. No, no tienes ni zorra idea, porque te has pasado 20 años viviendo a expensas de tus padres y no sabes lo jodido que es no poder comer todos los días, no tener dinero para comprar ropa de abrigo o no tener ni siquiera un techo bajo el que resguardarte del frío y de la lluvia. No lo sabes, y no te has parado a pensar en ello porque eres un soberano gilipollas.

Pero hay algo que todavía me cabrea más, hasta un punto que no creía posible, y es que ReSet ha tenido la desfachatez de pedir disculpas "a quien se haya ofendido" y a decir que no hará más vídeos de ese contenido porque ya se ve que no nos gusta. ¿Pero tú de qué vas? ¿Es que no has entendido nada? ¡No se trata de que ese contenido le guste a la gente, es que no puedes hacerlo por respeto a los que hieres! ¡Has jugado con el bienestar de una persona vulnerable y te has querido lavar las manos dándole un billete de 20 euros, como si fueras la Madre Teresa de Calcuta! ¿Pero tú quién te has creído que eres? El dinero puede comprar muchas cosas, pero no puede comprar la dignidad. Y tú has intentado comprar la dignidad de un vagabundo con 20 cochinos euros. Te has equivocado, la has cagado a base de bien, pero no te arrepientes de lo que has hecho. No lamentas haberle hecho una putada; solo te excusas diciendo que ha sido un acto un poco inmaduro y que no lo harás más porque a los demás no nos gusta. No porque lamentes haber humillado a un mendigo, sino porque has recibido críticas que no esperabas y eso te ha jodido. Ahora no te vas a hacer famoso por tus geniales bromas, sino por ser el capullo que tuvo que humillar a un pobre mendigo para conseguir visitas en YouTube.

Tal vez algunos consideréis que este arranque mío es un poco desproporcionado por la dureza de mis palabras, pero de verdad que ya no aguantaba más. No soporto a esta gente que tiene que burlarse, insultar y humillar a otras personas para sacar un beneficio económico. ¿A dónde vamos a parar si seguimos así? ¿Cuál es el límite de todo esto? Sinceramente, yo creo que esto se nos está escapando de las manos. No todo vale para triunfar en YouTube, y menos aún pasar por encima de la dignidad de los demás.

miércoles, 18 de enero de 2017

Código legislativo de la Novela Distópica Adolescente


¡Hola a todos!

Pues aquí estamos un día más en La Biblioteca de Laura. Habréis visto que estoy actualizando con un poco menos de frecuencia que hace unos meses, pero es por un cúmulo de cosas que me están viniendo encima todas de golpe. Por no aburriros, os diré que una de ellas es un pequeño bache creativo por el que estoy pasando, que me pone las cosas difíciles a la hora de pensar nuevos artículos para subir aquí; parece ser que en cuestión de temáticas ya está todo visto, y tampoco me gustaría repetirme demasiado y subir cosas que ya estáis cansados de ver.

¿Y qué es este nuevo post titulado Código Legislativo sino una repetición de los otros dos que le he dedicado a la literatura romántica y a la fantástica? Pues eso, una especie de continuación de los tópicos y clichés más vistos en la literatura, solo que esta vez dedicada a la distopía adolescente. Me apetecía mucho dedicarle un post de este tipo a la distopía adolescente (habréis visto que siempre pongo la apostilla de "adolescente", porque el género distópico del que procede difiere bastante de lo que se tiene hoy en día por literatura distópica), ya que es un género literario que tiene muy buena acogida entre los más jóvenes desde la exitosa publicación de Los Juegos del Hambre, trilogía escrita por Suzanne Collins que marcó un antes y un después dentro de la literatura juvenil. Sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, la popularidad de una obra trae consigo a un montón de escritores mercenarios que se vuelven locos con la premisa principal de la historia y la reescriben pero cambiándole los nombres a sus protagonistas o haciendo un par de añadidos.

Y por eso, una vez más, con un 50% de humor y otro 50% de seriedad, he decidido dejaros aquí las principales leyes del cliché de la distopía adolescente. Espero que os guste!


  • Ley de la minoría de edad: En una novela distópica, el protagonista será siempre un chico o chica cuya edad ronde entre los dieciséis o diecisiete años.  También se puede encontrar a algún héroe un poco más mayor, pero no demasiado. El caso es que no sobrepase la barrera de los dieciocho, ya que esto daría a entender que el protagonista es adulto y, por lo tanto, ya no sería capaz de conectar con la juventud adolescente.


  • Ley del país apocalíptico: En una novela distópica, el escenario suele ser un país que ha quedado medio derruido después de una guerra o una catástrofe (casi siempre es Estados Unidos, no me acabo de explicar por qué), controlado por un gobierno tiránico y/o corrupto, y que está dividido en distritos, facciones o castas.


  • Ley de Roma: En una novela distópica, el nuevo nombre del país y su configuración política posiblemente nos remita a la antigua Roma de los emperadores. Asimismo, encontraremos en ese país continuas referencias a la Roma clásica: capitolios, coliseos, gladiadores...


  • Ley de la covacha: En una novela distópica, la sociedad futurista suele vivir en refugios que han construido bajo tierra para protegerse de los males que hay en la superficie, que normalmente son personas que se han convertido en zombies por culpa de un virus o una plaga.


  • Ley del uniforme: En una novela distópica, todos los personajes irán vestidos de una determinada manera según el distrito o la casta a la que pertenezcan. Tanto da que sean funcionarios del gobierno o civiles: todos llevarán un color determinado, un símbolo determinado y hasta caminarán de una forma determinada dependiendo de la facción de la que formen parte.


  • Ley de los orígenes humildes: En una novela distópica, la protagonista (como suele ser una chica, voy a usar el femenino de aquí en adelante) suele ser de origen humilde o, directamente, miserable. Su familia es la más pobre del barrio, la peor vestida y alimentada; esto ha hecho que la protagonista odie al gobierno y se rebele contra sus dirigentes, convirtiéndose en la líder de una revolución que cambiará el destino de su país.


  • Ley de los orígenes nobles: En una novela distópica, se puede dar el caso de que la protagonista pertenezca a una buena familia. En estos casos, la chica habrá pasado gran parte de su existencia viviendo en una burbuja pero descubre por casualidad que en realidad vive en una sociedad cruel y opresiva, lo que la motivará a hacerse rebelde y ayudar a los que no han sido tan afortunados como ella.

  • Ley del Copo de Nieve Especial: En una novela distópica, la protagonista será la chica más fuerte, rebelde e independiente que se ha visto nunca (yo las llamo cariñosamente "chicas FRI"). Es una maldita doña perfecta seria, ruda y súper madura para su edad a la que todo el mundo le lame los pies porque, por alguna razón que a los demás se nos escapa, es una persona digna de admiración y respeto.


  • Ley del malvado gobierno: En una novela distópica, la figura antagónica y maléfica está representada por el gobierno del país. Esto no falla. El gobierno es una entidad malvada que no busca el bienestar de sus gobernados, sino que prefiere matarlos de hambre, tiranizarlos y promover leyes estúpidas destinadas a recortar todavía más la mermada libertad del pueblo.


  • Ley de la trilogía obligatoria: En una novela distópica, es obligatorio que la historia se resuelva en una trilogía. En cambio, si se hace una versión cinematográfica, se alargará a cuatro películas para aprovechar el tirón de la fama y ganar así más dinerito.


  • Ley del triángulo amoroso: En una novela distópica, la protagonista será el centro de un triángulo amoroso compuesto por dos chicos guapísimos y enamorados de ella hasta las trancas. Estos chicos responden a dos tipos: uno de ellos es dulce y fiel como un cachorrito, mientras que el otro será un rebelde sexy y buenorro, normalmente su amigo de la infancia, que siempre ha estado enamorado de ella. Tras besuquearse con ambos y comerse el coco durante tres libros enteros, la protagonista se quedará con uno de los dos, normalmente con el favorito del público o del autor.


  • Ley de Betty la Fea: En una novela distópica, la protagonista siempre se define a sí misma como fea, plana y poco simpática. Sin embargo, tanto sus intereses amorosos como el resto de habitantes del país la verán como una auténtica belleza de formas turgentes y personalidad muy agradable.


  • Ley de la badass repentina: En una novela distópica, a pesar de que la protagonista se describa como una chica sencilla y sin habilidades llamativas, descubriremos que de la noche a la mañana se convierte en una auténtica máquina de matar, dominando todo tipo de disciplinas de lucha, desde las artes marciales hasta manejar un rifle de francotirador. Por supuesto, será muy ágil y dinámica, lo que la hará especialmente habilidosa con los cuchillos y con el arco.


  • Ley de los zombies que no son zombies: En una novela distópica, si por un casual aparecen muertos vivientes o zombies, se les dará otro nombre para que la gente no los llame zombies (engendros, infectados, raros…).


  • Ley de la desmemoria: En una novela distópica, si los personajes están en un mundo futurista post-apocalíptico, llegará un momento en el que encontrarán objetos de nuestra época y, por alguna razón que no me acabo de explicar, no sabrán qué son, ni cómo se llaman, ni para qué sirven dichos objetos.


  • Ley de la resistencia: En una novela distópica, siempre tiene que haber una organización rebelde que se alza en armas contra el gobierno. Casi siempre tiene un nombre que trae a la memoria la palabra “resistencia”, supongo que para poder aprovechar el himno que cantaban en la película de South Park. Por supuesto, todos los rebeldes que se unen a la resistencia son adolescentes que odian con todas sus fuerzas al malvado gobierno.


  • Ley de los rebeldes infinitos: En una novela distópica, los rebeldes se multiplican como las setas. Como estamos en medio de una guerra y, quieras que no, hay muchos personajes que van a morir, hay que reponer las bajas con un buen número de rebeldes nuevos y furiosos.


  • Ley de la familia difunta: En una novela distópica, a poco que nos descuidemos seremos testigos de la muerte de uno o más familiares de la protagonista. Su muerte, posiblemente a manos del malvado gobierno, hará que la protagonista jure venganza y cargue con más fuerza contra el tirano.


  • Ley del enfrentamiento: En una novela distópica, la protagonista rebelde y el malvado tirano se pasan toda la trilogía batallando, hasta que al final el bando rebelde triunfa y el tirano muere de la peor de las maneras.



  • Ley del gobierno adolescente: En una novela distópica, tras derrocar al malvado gobierno se instaurará un nuevo gobierno formado en su mayoría por adolescentes, en la creencia de que los adultos son todos unos monstruos y que la verdadera utopía está en dejar que los adolescentes se gobiernen a sí mismos.



¡Y hasta aquí por hoy, lectores! ¡Nos vemos en el próximo post!


martes, 10 de enero de 2017

Perros humanizados. Cuando el amor se convierte en maltrato


Un dicho popular señala que el perro es el mejor amigo del hombre, y este hecho ha quedado demostrado muchas veces al comprobar la lealtad y fidelidad que los perros muestran hacia sus amos. Casi desde el principio de los tiempos, el hombre vio en el perro a un compañero al que podía adiestrar y domesticar para que contribuyera a construir un sistema económico que se fue haciendo cada vez más complejo. El perro jamás habría existido como especie sin la intervención del hombre, por lo que la relación entre ambos no solo es deseable, sino también necesaria.

Al principio, el perro era un animal que se entrenaba para trabajar. Era el guardián de la propiedad del hombre y su familia, le ayudaba durante la caza y se encargaba de controlar los rebaños con gran eficiencia. En los últimos años y debido en su totalidad a la mecanización de la mayoría de los sectores productivos, el uso del perro como compañero de trabajo ha quedado relegado a tareas muy específicas, como es el caso de los perros policía, los perros lazarillo o los que ayudan en las tareas de salvamento. Esto ha contribuido a que la gran mayoría de los perros hayan visto sus funciones reducidas a la de ser meros animales de compañía que no hacen trabajo alguno porque ya no es necesario. Y esto no estaría mal si no fuera porque atenta directamente contra la esencia del perro: su naturaleza gregaria y su necesidad de encontrar su sitio en la manada a través de una labor con la que pueda contribuir a su supervivencia.



¿Caminar? No, mi chiquitín pasea en cochecito de bebé


En la actualidad, las mascotas ocupan un gran espacio entre los seres humanos y a ellos se les dedica gran parte de nuestros esfuerzos por garantizar su salud y bienestar. A día de hoy no es raro encontrar a personas que consideren a su perro o a su gato como un hijo o, cuando menos, un miembro más de la familia. El amor por los animales llega al extremo de que las personas los tratan como si fueran seres humanos, y esto se ve no solo en las exageradas muestras de cariño que les hacen, sino también en la existencia de restaurantes de lujo para perros, fiestas de cumpleaños, clubes, tiendas de ropa y otros establecimientos dedicados a convertir a nuestras mascotas en seres humanos de cuatro patas.

Dicen que el camino hacia el Infierno está sembrado de buenas intenciones, y esto no es de ahora. En El rey Lear, Shakespeare pone en boca del personaje del Bufón una alusión al amor torpe que una persona puede sentir hacia un animal al hablar de un caballerizo tramposo que, para evitar que los caballos que vendía se atiborraran de heno, lo untaba con mantequilla, sabor que, al parecer, desagrada profundamente a los caballos. Como, de hecho, amaba a sus caballos, era un malvado de buena voluntad; hacía daño queriendo hacer el bien. Y este ejemplo me sirve para ilustrar el comportamiento que cientos de personas tienen en la actualidad con sus mascotas, especialmente con los perros, pues su amor por ellos es tan grande que les hacen daño pensando que les están haciendo bien. El amor y el cariño que sienten hacia sus mascotas es sincero, pero esto no significa que sea un buen trato; todo lo contrario, ya que humanizar a los animales contribuye a que éstos pierdan su identidad y se sientan frustrados, nerviosos e inseguros.

Pero ¿cómo se comporta un perro humanizado? Cuando vemos un perro, su pequeño tamaño infunde en nosotros el pensamiento de estar ante un ser humano en miniatura que necesita ser cuidado y protegido hasta el extremo. Las personas cometemos el error de pensar que lo que es bueno para nosotros también es bueno para nuestras mascotas, y nada más lejos de la realidad. De hecho, lo que hacemos es justo lo contrario. Ahí están los perros con sobrepeso o con problemas de estómago por ingerir demasiada comida o alimentos que no son recomendables para su salud. Ahí están los perros disfrazados con abrigos, chaquetones, gorras, gafas de sol, trajes, collares y zapatos que no necesitan, convertidos en muñecos para deleite de sus amos humanos. Ahí están los perros que son paseados en brazos, metidos en grandes bolsos o, peor todavía, en cochecitos de bebé, y cuya actitud al menor acercamiento suele ser agresiva y nada amistosa. Esto es lo que día tras día le estamos haciendo a nuestros perros: en vez de adiestrarlos como los perros que son, los manipulamos para someterlos a nuestros gustos y necesidades.

Hablo de los perros, pero también hay casos de gatos que se ven obligados a ir contra natura por exigencias de sus amos. Gatos a los que se les agujerean las orejas para ponerles pendientes o a los que les amputan las uñas para que no arañen los muebles, ignorando que esa es la manera que tiene el gato no solo de trepar, andar y cazar, sino también de comunicar a los suyos su sexo, edad y disponibilidad para procrear.



¡Ayy, mi niño es tan guapo que se me saltan las lágrimas!


No existe término medio en nuestra sociedad extremista: O no llegamos o nos pasamos siete pueblos. Existen estudios de psicoterapia médica centrados en las razones por las que una persona mima y sobreprotege a una mascota. Con frecuencia se trata de personas con carencias afectivas, un exceso de soledad o dificultad para establecer relaciones sociales, que vuelcan su frustración en su mascota y la colman de las atenciones que ellos querrían recibir. Pero también está el caso de las personas que tan solo ven en el animal un complemento que está de moda, y la gran variedad de razas caninas y felinas es un reflejo de cómo manejamos al animal a nuestro antojo, creando tamaños mini para facilitar nuestra movilidad o razas sin pelo para que no ensucien la casa. Nos negamos a aceptar al animal como lo que es y lo convertimos en el espejo donde reflejamos todas nuestras carencias y frivolidades.

Hace poco he sido testigo de una enorme contradicción en la cadena de televisión española Cuatro. En este canal se solían emitir hasta no hace mucho los programas El encantador de perros, presentado por César Millán, y Malas Pulgas, presentado a su vez por Borja Capponi. Ambos programas compartían el mismo formato, que consistía en que una familia afirmaba tener problemas con su perro, que se había vuelto miedoso, agresivo o tenía comportamientos para los que no había explicación, por lo que pedían ayuda al entrenador; éste, después de una breve entrevista con los dueños y de un análisis de la situación, se daba cuenta de que el problema no lo tenía el perro, sino la actitud de unos dueños que no sabían comprender las necesidades del animal y, por lo tanto, no actuaban como líderes de manada. En el 99% de los casos se demostraba que el perro no era agresivo ni nervioso por naturaleza, sino que estaba confuso porque no recibía las directrices que necesitaba para ser un perro feliz y equilibrado.



O sea, mi perrito en miniatura es tan trendy como yo


Como digo, estos programas eran la respuesta a un problema que es muy común hoy en día, y tanto el contenido como la manera de mostrarlo eran muy instructivos y enviaban al espectador un mensaje muy claro: No se debe humanizar a nuestras mascotas. ¡Pero cuál no sería mi sorpresa al descubrir hace unas cuantas semanas que en el mismo canal se había estrenado un programa llamado Amores Perros, cuyo contenido era todo lo contrario de lo que tan bien nos habían enseñado los entrenadores Millán y Capponi! Un programa de tipo reality en el que los protagonistas eran perros ultramimados y sobreprotegidos por unos amos cuyo comportamiento y forma de hablar solo se podría justificar si tuviesen una grave deficiencia mental, y cuya mayor preocupación era buscarle una pareja canina a su mascota.

Juro que nunca me he sentido tan asqueada tras ver un programa protagonizado por animales. Todas las aberraciones que se le pueden hacer a un perro aparecían aquí multiplicadas por diez. A mí se me caía el alma a los pies al ver a un pobre chihuahua gordo como una croqueta, vestido con un jersey y obligado a pasear en cochecito de bebé, porque a sus estúpidas dueñas (madre e hija, para más inri) les parecía que su “niño” iba a sufrir lo indecible si ponía sus patitas en el suelo. ¿¿Y si se escapaba y lo atropellaba un coche?? ¿¿Y si lo atacaba un perro grande y malvado?? Creo que lo que más asco me dio fue ver los lagrimones de estas dos impresentables cuando vieron a su perro correteando por primera vez por el campo, mientras ellas sufrían esos típicos amagos de infarto tan propios del pijerío más ignorante que uno se pueda imaginar.

Hablo de estas dos, pero es que el resto de participantes del programa también eran para hartarse de llorar. Dueños que se enorgullecían de gastar obscenas cantidades de dinero en trajecitos y disfraces para perros, que les celebraban fiestas de cumpleaños con tarta y todo, y que no se recataban en afirmar que querían más a sus perros que a sus propios hijos. Y todo esto en el mismo canal donde estas prácticas se denunciaban y se trataba de concienciar a la gente. Un maravilloso ejemplo por parte de la cadena Cuatro de lo que es dar una de cal y otra de arena.

Si queréis mi opinión, creo que no se puede ser más hipócrita ni rastrero. Hipócrita porque parece que nos quieran tomar a los espectadores por tontos mostrándonos que los perros humanizados pueden ser reeducados, pero si no queremos no pasa nada porque siempre se les puede dedicar un reality. Y rastrero porque se está vendiendo el maltrato a los animales como algo curioso y divertido. No os equivoquéis: el exceso de cariño y cuidados ha hecho que muchos perros estén empezando a desarrollar problemas psicológicos que antes no tenían, y esto es igual que decir que sus dueños los están maltratando. A día de hoy, un perro callejero se comporta mejor y es más equilibrado que uno que vive en una casa, lo que dice mucho acerca de nuestras lamentables dotes para comprender y entrenar a un animal.



¡Cómo habrá podido vivir sin ropa y complementos hasta ahora!


El ser humano ha fracasado a la hora de evolucionar. Estamos tan enfocados en ser profesionales y no estar atados a una familia que queremos llenar ese vacío con animales a los que no sabemos oír ni comprender. La deshumanización de la sociedad ha traído como consecuencia la humanización de los animales. Queremos perros enormes para tenerlos metidos en una casa pequeña donde no pueden correr ni hacer ejercicio. Queremos gatos gordos porque su cuerpo redondo y esponjoso nos parece adorable. Queremos a nuestras mascotas para convertirlas en los hijos que nunca tendremos, o para que sustituyan a los seres queridos que ya nos han dejado. Queremos transformarlos en pequeñas versiones de nosotros mismos y les hacemos aquello que nosotros jamás habríamos permitido que nos hicieran. Queremos besarlos, hablarles como si fueran niños pequeños, perfumarlos y maquillarlos. Queremos moldearlos para que se ajusten a nuestro modo de vida.

Desde aquí me gustaría mandar un mensaje a todos los dueños de mascotas para invitarles a la reflexión. Pensad en lo que les estáis haciendo a vuestros animales con ese comportamiento tan absurdo. ¿Para qué necesita zapatos un perro? ¿Qué favor le hacemos llevándole a una peluquería para que le pinten las uñas o le ricen el pelo del rabo? ¿Qué creéis que pasará si le dais trozos de chocolate o le dejáis comer de vuestro plato? Meditadlo durante el tiempo que haga falta y replanteaos las cosas. Nunca es tarde para darse cuenta de nuestros errores y tratar de arreglar la situación. Si vuestro perro se porta mal en casa, muestra un comportamiento atípico, está nervioso, ladra sin parar o es muy agresivo, pensad si la culpa no será vuestra por haber favorecido ese comportamiento. Si cambiáis vuestro punto de vista, haréis que vuestra mascota sea inmensamente feliz. Pero si lo único que os importa es comprarle trajecitos para ponérselos y sacarle fotos, entonces mejor compraos un muñeco.

martes, 3 de enero de 2017

Y mi sueño vio la luz. Con todos vosotros, mi NOVELA


¡Hola a todos!

¿Qué tal habéis empezado el año? Espero que con muy buen pie. A mí las cosas de momento me van como siempre: sigo buscando trabajo, estoy planeando un cambio de vida y de vez en cuando me refugio en el mundo del arte (dibujo, música...) para mantener la mente ágil y seguir aprendiendo cosas. Pero hay algo que no he dejado ni dejaré de hacer nunca, y eso es escribir. Ya me conocéis, no tiene sentido reiterar la evidencia una vez más. Nadie me apartará de la escritura, por mucha oposición y desánimo que encuentre en el camino, y si algo he aprendido del 2016 es que es necesario darse caña a uno mismo para sacar un proyecto adelante. Y si ese proyecto parte de un sueño, hay que hacerlo con el doble de ganas.

Hace casi cinco años, en este mismo blog, publiqué una entrada en la que decía que había escrito una novela y la había publicado. Bien, pues después de mucho tiempo, lágrimas, corrección y reescritura, he decidido volver a sacarla a la luz como me gustaría que hubiera salido la primera vez. La historia es la misma: Se trata de una novela romántica titulada Es Nuestro Sueño, cuya historia gira alrededor del amor imposible entre dos hermanos de sangre, que he autopublicado y que se distribuye a través de la plataforma Amazon en formato papel y en formato Kindle.

Para un escritor no hay nada más hermoso que ver cómo su libro es publicado y llega a las manos de cientos de lectores desconocidos que ansían devorarlo en cuanto lleguen a casa. Y aunque no puedo decir que estoy dando saltos de felicidad, sí que estoy bastante orgullosa de lo que he hecho. He tenido que revisar muchas cosas que en la primera versión eran sonrojantes, he tenido que corregir varios fallos que solo una inexperta chica de 19 años (los que tenía yo por entonces, cuando la escribí) podría haber cometido, y me he visto obligada a pulir aspectos que tenían más astillas que un leño viejo. Pero aquí está, por fin. He terminado mi novela y la he publicado tal y como quería que saliera, que no es decir poco. Aquí está, y esta vez puedo afirmar con total rotundidad que es obra mía. Ése es mi mayor orgullo.





La vida de Lara está marcada por la desgracia. Su padre es un hombre violento que descarga en ella toda su ira y su madre la ignora por completo. Su único apoyo es su hermano Marcos, que es la única persona que la cuida y la quiere de verdad. Y Lara también quiere a Marcos, pero no de la manera que los demás considerarían correcta: está enamorada de él.

Aterrada por un fuerte sentimiento de culpa y, al mismo tiempo, ilusionada con sus sueños de jovencita enamorada, Lara mantiene una constante lucha con sus sentimientos hasta que llega el momento en el que deberá tomar una decisión que marcará su destino irremediablemente.


Y aquí la tenéis, con la preciosa portada que mi amiga Iria diseñó para mí y que es, sin duda, uno de los regalos más bonitos que jamás me han hecho en la vida. He querido poner aquí esta nueva portada porque podría confundirse con la primera edición de mi novela, y es esta la que quiero que prime por encima de todo. Bajo esta portada se encuentra la novela corregida, ligeramente más larga y más trabajada que la versión anterior, es decir, que la versión "actualizada" de la novela corresponde a la edición de 2016 y a ninguna otra.

Al ser una novela autopublicada con la plataforma Createspace, solo la podréis adquirir en la tienda Amazon. Y como es mi primera novela, veréis que no tendréis que hacer un desembolso gordísimo de dinero para poder adquirirla (que no están los tiempos como para andar gastando tanto, y menos en plena cuesta de enero); de hecho, si tenéis una cuenta Premium en Amazon, incluso la podréis conseguir más barata. Pero como hablar de dinero está muy feo, pasemos a los datos que pueden resultaros de interés.


¿De qué trata el libro?

Pues como bien dice la sinopsis, trata de una historia de amor entre dos hermanos de sangre. Sí, es una novela romántica, pero creo que difiere de otras en que el tema principal es el amor incestuoso que ha surgido entre dos hermanos que han crecido juntos y saben perfectamente que son hermanos. Esto quiero dejarlo claro porque me he topado con personas a las que no les ha entusiasmado la premisa porque pensaban que iba a ser una historia romántica al uso. Por eso no puedo clasificarla en un género literario concreto. Encontraréis amor, violencia, ternura, sufrimiento y dolor. Si lo que os interesa es leer una novela romántica diferente del resto, os prometo que no os arrepentiréis de haberla escogido.


¿Libro autoconclusivo o parte de una serie?

Autoconclusivo. La novela tiene poco más de 300 páginas en las que se desarrolla toda la historia.


¿Formato papel o formato digital?

En Amazon tenéis acceso a ambas opciones. Si lo queréis en formato papel, sabed que se trata de una edición en tapa blanda. Si os decantáis por el formato digital, tened en cuenta que es para Kindle.


¿Dónde se puede comprar?

Como Createspace es una plataforma de autoedición que pertenece a Amazon, será en la web de Amazon donde podréis comprarla. No la encontraréis en librerías (a menos que algún librero se anime a adquirir varios ejemplares para ponerlos a la venta por su cuenta) ni en grandes plataformas como el Corte Inglés o la Casa del Libro. Pero Amazon es una plataforma de venta muy segura y fiable que además hace envíos a todos los países del mundo, así que no tenéis excusa para adquirir vuestro ejemplar. Pinchad aquí para ir directamente a la página donde está a la venta.


¿Me recomiendas su lectura?

Mala escritora sería si no recomendara mis propias obras, ^^*. Pero aunque a un autor siempre le gustan sus propias historias, hay algo que sí me gustaría deciros para animaros a darle una oportunidad a Es Nuestro Sueño. Si tuviera que describirla de manera objetiva y sin ser yo su autora, diría sin lugar a dudas que es una novela diferente a cuanto habéis leído. No he encontrado ninguna otra novela de amor que versara sobre el incesto sin caer en el erotismo, la pornografía o el abuso sexual, y por eso creo que Es Nuestro Sueño es diferente de las demás. Brent Weeks decía que leer un libro escrito por un autor novel es un acto de fe, ya que la tónica habitual es seguir nuestros gustos y decantarnos por ese autor del que ya tenemos diez libros en casa y que sabemos que su siguiente libro va a ser una apuesta segura. Pero los autores noveles también estamos ansiosos de tener nuestra oportunidad, y creo que Es Nuestro Sueño se la ha ganado a pulso, no por mí, sino por todo lo que ha tenido que pasar para que volviera a salir a la luz.


¡Y de momento esto es todo! Como estoy yo sola en esto, no he planeado firmas de libros ni eventos de presentación. Eso sí, tal vez más adelante me anime a hacer algún sorteo para los que me sigan en mi página de Facebook, donde también iré subiendo proyectos recientes y otras novedades. Si decidís darle una oportunidad y la leéis, estaré encantada de recibir vuestros comentarios aquí o en Facebook. Si tenéis cualquier duda o pregunta, también me agradará ayudaros. Y si ya la habéis leído y tenéis ganas de dedicarle una reseña, me encantaría saberlo, pues eso me ayudaría mucho a hacer que la novela sea más visible para el público.

¡Muchas gracias a todos!

domingo, 1 de enero de 2017

La Barbie del mes: Princesa del Renacimiento


¡Hola a todos!

¡Y bienvenidos al nuevo año! Acabamos de entrar en 2017 y toca renovar nuestros ánimos para saludar al año nuevo con el entusiasmo que se merece. Es el momento de hacer nuevos propósitos para cumplir en los próximos doce meses (o doce días, según los casos), plantearse los errores que hayamos podido cometer para mejorar y, sobre todo, es la mejor ocasión para ponernos nuevos retos que podamos superar para mejorar como personas.

¿Y este blog? Pues la Biblioteca de Laura seguirá por los mismos derroteros que hasta ahora, aunque ya sabéis que estoy abierta a cualquier cambio que se me presente para hacer que este blog sea más atractivo y entretenido para quienes me leéis. Por supuesto, habrá cosas que no cambiaré, y una de ellas será el acostumbrado calendario que pongo para saludar al nuevo mes. Para este año he decidido que la temática va a versar sobre Barbie, la famosa muñeca de Mattel que lleva más de medio siglo siendo el juguete favorito de millones de niñas de todo el mundo. Pero elegir doce Barbies del inmenso catálogo que hay en Mattel es prácticamente imposible, así que me he decantado por hacer una selección de las muñecas que salieron en la colección llamada Dolls of the World. Una de las cosas que más me gustan del mundo son las Barbies de colección, así que este calendario va a ser muy especial para mí.

¡Bienvenidos una vez más a enero y saludad a la Barbie correspondiente!


Princesa del Renacimiento




Durante el Renacimiento en la bella ciudad de Florencia, la hija del rey y la reina vive en un castillo fantástico. Esta es una maravillosa era de crecimiento y aprendizaje. En la ciudad viven escritores, arquitectos, músicos y filósofos. A la princesa le gusta, en especial, ver cómo los artistas pintan escenas de la ciudad. Hoy, la princesa está muy emocionada porque va a ir a un torneo en el palacio. Habrá competencias de justas y tiro al arco. ¡Pero lo que más le gusta a la princesa es ver cómo los acróbatas hacen malabarismos y cómo tragan espadas y fuego! ¡Saben montones de trucos y proezas mágicas que son fascinantes!

Esta preciosa muñeca luce un vestido típico del Renacimiento italiano, en terciopelo azul con mangas ligeramente abombadas y blonda blanca en las mangas. En su cabeza luce una cofia dorada y adorna su cuello con un collar de perlas del que pende un crucifijo. En las orejas lleva unos grandes pendientes dorados que ponen de manifiesto su elevada posición.

martes, 20 de diciembre de 2016

Código legislativo de la Novela Fantástica


¡Hola a todos y felices fiestas!

¿Qué tal estáis pasando el mes de diciembre? Espero que muy bien, sobre todo ahora que estamos en plenas Navidades y es uno de los grandes momentos de celebración del año. Yo todavía estoy con un poco de nostalgia por la Estelcon, pues me lo he pasado tan bien que me hubiera gustado que durara tres días más por lo menos. Pero dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno, así que toca esperarse hasta el año que viene. ¡Qué se le va a hacer!

Sin embargo, y ya que estamos con el tema Tolkien, esto me viene de perlas para sacar a colación la literatura de fantasía y relacionarla con otro post que escribí hace poco (¡madre mía, cómo hilo los temas!). Si seguís mi blog a menudo, habréis visto que el mes pasado le dediqué una entrada humorística a la literatura romántica y a la cantidad de tópicos que la salpican. Hacer una lista así ha sido bastante fácil, ya que todos somos unos genios de la crítica cuando se trata de echar pestes sobre algo que no nos gusta mucho. Pero, ¿qué pasa cuando se toca un tema que a nosotros nos gusta? ¿Qué pasaría si alguien al que no le gusta la literatura fantástica decidiera hacer un post igual de criticón que le mío? Pues anda que no le daría para hacer un artículo bien largo. ¡Será por tópicos en la literatura fantástica! Por eso, para que veáis que no hago favoritismos y que yo también sé ser crítica con las cosas que me gustan, hoy he decidido hacer de tripas corazón y dedicarle una entrada a los innumerables tópicos que salpican los libros de fantasía. Al igual que con el post anterior, si hay por aquí algún aficionado a este género literario le pediría que se tomara las cosas con humor y se riera un poco del género que tanto adora.

Abrochaos los cinturones porque vienen curvas.



  • Ley de los Dragones: En una novela fantástica, entre las muchas criaturas místicas que pueblan el mundo es casi obligatorio que haya dragones. Esto no tendría nada de malo si no vinieran acompañados por los inevitables jinetes de dragón, adolescentes con ínfulas de grandes guerreros que se piensan que son capaces de domesticar a los dragones como si fueran perros.

  • Ley del Viaje Obligatorio: En una novela fantástica, el héroe y sus amigos inician una aventura que conlleva tener que emprender un largo viaje hasta los confines del mundo para detener al villano in situ, antes de que su maldad se propague como la peste. Este estilo de narración viene de antiguo, de los tiempos de Tolkien… y de los años 80, momento en el que surgió una caterva de escritores que se dedicaron a imitar a Tolkien.

  • Ley del Mundo Interracial: En una novela fantástica, los héroes encontrarán múltiples pueblos y razas a lo largo de su aventura. Las más típicas son los elfos, los enanos y los humanos, aunque también puede haber razas de amazonas, criaturas feéricas o mutantes. Curiosamente, casi todos sus miembros dominan las técnicas de la magia y el combate muchísimo mejor que cualquier humano.

  • Ley del Quasi Racismo: En una novela fantástica, aunque existen todo tipo de razas y se pueden encontrar colores de piel tan extraños como el azul o el verde, por alguna razón será casi imposible encontrar personajes de raza negra.

  • Ley de la Muerte Ficticia: En una novela fantástica, el héroe tenía un padre o un antepasado que también fue un héroe muy famoso y reconocido en su juventud, pero que ahora está muerto. Sin embargo, en realidad el tío está vivito y coleando, esperando el momento preciso para aparecer de nuevo en la vida del héroe y aclararle las cosas.

  • Ley del Héroe Maldito o Ley de Eragon: En una novela fantástica, el pueblo natal del protagonista siempre es destruido. Esta ley se aplica a casi cualquier aldea, pueblo o ciudad por la que pase después el héroe, ya que parece que a este personaje le persigue la desgracia dondequiera que vaya.

  • Ley de la Profecía Irrompible: En una novela fantástica, siempre aparece un mago o una vieja adivina que formula una profecía acerca del funesto destino que le aguarda al mundo. Y da igual que el héroe haga mil cosas para impedir que eso ocurra, porque TODAS las profecías se cumplen y no hay nada que hacer.

  • Ley del Elegido: En una novela fantástica, el protagonista suele ser el Elegido que anuncia la dichosa profecía, ya que es el único del mundo que ha nacido bajo una constelación específica o tiene una marca de nacimiento muy rara. Pero lo más importante es que esto significa que ya nos han reventado el final de la historia nada más empezar, pues ya sabemos que el Elegido para salvar el mundo de la destrucción y derrotar al señor oscuro es nuestro querido protagonista.

  • Ley del Señor Oscuro: En una novela fantástica, la personificación del mal irá unida inefablemente al color negro. El villano es un señor/rey/dios oscuro que vive en una torre oscura situada en un país oscuro, y en su armario no hay más que ropa oscura. Sus motivaciones suelen ser dos: destruir el mundo y llegar a ser el mayor soberano de la tierra (¿Por qué querrá entonces destruirla? ¿Para empezar de cero?).

  • Ley de la Puntería Dudosa: En una novela fantástica, el héroe está rodeado por un ejército de guerreros armados hasta los dientes que, por alguna extraña razón, son incapaces de acertarle con sus espadas o sus flechas. Como mucho, le harán daño en un brazo o un corte en una mejilla.

  • Ley de la Evolución: En una novela fantástica, si ha habido una civilización anterior a la que se describe, ésta era mucho más avanzada que la actual y probablemente tenía algo que ver con los ángeles o con los dragones.

  • Ley del Objeto Sagrado: En una novela fantástica, si para evitar la destrucción del mundo es necesario reunir cinco amuletos, tres piedras milenarias o nueve cristales sagrados, el héroe tarde o temprano va a tener que ir a buscarlos. Lo más probable es que, después de haberse pasado diez libros dejándose la piel para encontrar los objetos, al final aparezca el villano y se los robe.

  • Ley de Jesucristo: En una novela fantástica, el villano nunca muere del todo la primera vez que lo matan. Siempre resucita de entre los muertos al menos una vez, normalmente reencarnándose en un ser más poderoso, antes de ser eliminado para siempre.

  • Ley del Club de los Cinco: En una novela fantástica, el grupo de aventureros se compone al menos de cinco personajes: el héroe, el amigo del héroe, la chica, el renegado y el mago. Todos y cada uno de ellos están para cumplir a rajatabla los clichés del grupo: el héroe es el líder, el amigo será el alivio cómico, la chica es la curandera, el renegado es el guerrero serio y mojabragas, y el mago es el guía sabio con barba de diez años.

  • Ley del Deus ex Machina: En una novela fantástica, da igual que el villano tenga todas las de ganar y todo parezca perdido. Por alguna razón inexplicable, el héroe siempre conseguirá sacar fuerzas de donde no las hay para derrotar al villano (la rabia le da una fuerza sobrehumana, sus aliados le prestan su energía, el poder del amor o la aparición de un personaje misterioso suelen ser las más vistas).

  • Ley de la Doncella en Apuros: En una novela fantástica, el héroe siempre se encontrará por el camino a una muchacha que ha sido secuestrada por los esbirros del villano para quién sabe qué malvados fines. A veces, esta doncella es la princesa de algún reino enemistado con el reino de origen del héroe, y su rescate supone el inicio de una alianza que ayudará a derrotar al villano. La doncella también puede unirse al grupo para ocupar el puesto de “la chica”, y con suerte será el interés amoroso del héroe.

  • Ley de la Taberna: En una novela fantástica, es obligatorio que el grupo de protagonistas pase al menos por una posada o taberna para sentarse a tomar unos tragos y hablar de su próxima misión. Sin embargo, esta ley suele ir unida a la ley del héroe maldito, por lo que cada taberna por la que pasen los héroes sufrirá el ataque de las fuerzas del mal o será incendiada esa misma noche.

  • Ley de la Edad Media: En una novela fantástica, la época elegida para ambientar la historia es la Edad Media europea. Aldeas, castillos, sistema feudal, vasallaje, juglares, princesas, espadas… todo está sacado de la Edad Media. El 98% de las novelas fantásticas cumplen esta ley a rajatabla.

  • Ley del Héroe Marginado: En una novela fantástica, el protagonista siempre es un adolescente huérfano que vive con sus tíos o sus abuelos en una casita alejada del resto de su aldea natal. Seguramente por eso nunca ha ido a la escuela y no tiene amigos (excepto una amiga de la infancia que está enamorada de él en secreto). Y a pesar de que durante toda su vida no ha sido más que un simple granjero, resulta que es un maestro de la espada o un mago con un potencial impresionante.

  • Ley del Gracioso Inmortal: En una novela fantástica, el personaje gracioso sufrirá las peores y más ridículas experiencias del viaje: caerse, estar a punto de despeñarse por un barranco, mancharse de barro, hacerse heridas de la forma más estúpida… Sin embargo, por grave o peligrosa que sea la experiencia, el personaje saldrá adelante, porque LOS PERSONAJES GRACIOSOS NUNCA MUEREN.

  • Ley del Lugar de la Muerte: En una novela fantástica, siempre tiene que haber una montaña, un templo, un desierto o un amasijo de ruinas que lleve este apelativo. En teoría se les llama así porque supuestamente son lugares peligrosísimos, pero el héroe y sus amigos siempre se las arreglarán para salir de allí con vida.

  • Ley del Clima Adverso: En una novela fantástica, el clima nunca le pone las cosas fáciles a nuestro héroe y su grupo de amigos. Si tienen que hacer una travesía por mar, se desatará una terrible tormenta. Si tienen que cruzar un desierto, fuertes vientos les dificultarán la tarea. Si tienen que atravesar una cadena de montañas, habrá una terrible nevada con la que no contaban.

  • Ley de los Extremos Comunicacionales: En una novela fantástica, el héroe suele ser un chico tranquilo y de pocas palabras. En cambio, la chica del grupo (que la mayoría de las veces es su novia) es exageradamente simpática y habla por los codos. Cuanto más callado sea el héroe, más extrovertida será la chica.

  • Ley del Hermano Irreverente: En una novela fantástica, si el héroe tenía un hermano y éste desapareció siendo él tan solo un niño, invariablemente acabará siendo el villano. Además, puede haber sido capaz de matar a sus padres, a sus abuelos, a su perro… pero al héroe le tiene un cariño especial y no intentará matarle en serio hasta el final de la historia.


¡Y nada más por hoy! Espero que os haya gustado y que os haya arrancado una sonrisa. ¿Echáis en falta algún tópico que habéis visto en alguna novela fantástica? ¿Creéis que me he pasado? ¿O que me he quedado corta? En cualquier caso, espero vuestros comentarios. 

¡Hasta pronto!

martes, 13 de diciembre de 2016

Crónicas Viajeras: Mis primeras vacaciones en Khazad-dûm!


¡Hola a todos!

¿Qué tal, qué os contáis? Yo estoy recién llegada de Zaragoza, donde durante unos días nos hemos engalanado para convertir el Hotel Diagonal Plaza en las estancias de Khazad-dûm, también conocida como Moria, el reino de la Mina del Enano. Sí, amigos: la Sociedad Tolkien Española (en adelante, STE) organiza todos los años una gran reunión a la que pueden acudir los socios pero también los que van con intenciones de unirse y algún que otro curioso que solo quiere ver de qué va la cosa. Esta mereth aderthad, o 'fiesta de la reunión', es un acontecimiento que los tolkiendili de la STE esperan con ansia, ya que es el momento en el que se reúnen amigos que hace mucho tiempo que no se ven. Y también, como en mi caso, es una buena ocasión para hacer nuevos amigos.

Hoy os voy a traer, pues, la crónica de lo que ha sido mi primera experiencia en una Estelcon. Han sido cuatro días muy intensos en los que ha habido infinidad de sonrisas, hermosas canciones, mucha voluntad por parte de todos pero, sobre todo, una muestra perfecta de lo fuertes que pueden ser los lazos de la amistad.


Día 1

¡Empieza el viaje! Bueno, para mí en realidad el viaje ha empezado un día antes. El 7 de diciembre he tenido que partir hacia Lugo para hacer noche allí, ya que el tren que debía coger para ir a Zaragoza no saldría hasta la mañana siguiente. Cada vez que voy a Lugo me gusta mucho dar un paseo por el casco antiguo para visitar la muralla una vez más. Sin embargo, he tenido que invertir parte del tiempo en buscar la estación de tren para poder ir a tiro fijo al día siguiente; conociéndome y sabiendo que tengo tendencia a perderme, he hecho bien en buscar la estación y el camino más corto desde la pensión donde me he alojado.

Siempre me ha gustado mucho viajar en tren, y la perspectiva de tener diez horas de viaje por delante no me desanimó en absoluto. Aunque ha habido momentos en los que se me ha hecho realmente pesado (a los que se suma el haber tenido que tragarme dos películas bastante mierdosas que NO volveré a ver en mi vida), cuando llegué a Zaragoza tenía un buen estado de ánimo. Cansada, sí, pero muy contenta por haber llegado por fin a mi destino.



Amanecer en la estación de tren de Lugo


Un largo trayecto en taxi después, llegué por fin al Hotel Diagonal Plaza, situado fuera de lo que es la ciudad de Zaragoza. Nada más entrar he podido encontrar al comité de bienvenida, quienes registraron mi llegada y me obsequiaron con un wellcome pack que contenía el programa de actividades, una chapa acreditativa con mi nombre y apodo tolkiendili, y el cancionero, un pequeño librito que contiene todas las canciones que íbamos a cantar durante la cena de gala. Parece una tontería, pero me ha hecho una ilusión enorme recibir estos obsequios, y os aseguro que los guardaré como un tesoro toda la vida.

Una vez registrada, dejé mis cosas en la habitación y bajé a mezclarme con la gente. Y tengo que decir que para alguien tan tímido como yo no es nada fácil ir y lanzarse a hablar con gente desconocida. Sin embargo, había tan buen rollo que no me costó casi nada abrirme con los demás. Y aquí tengo que hacer una mención especial a los integrantes del smial de Lórien, con los que cené esa primera noche, pues me lo he pasado de maravilla con ellos hablando de todo un poco. Los organizadores de la Estelcon nos reunieron a todos en una sala para darnos la bienvenida y dar por inaugurada la Estelcon 2016, tras lo cual todos volvimos a mezclarnos para hablar y compartir experiencias.

Y si la Estelcon es el mejor momento para el reencuentro con los amigos, yo no me podía quedar atrás, ya que he tenido la maravillosa alegría de volver a ver a Estelwen Ancálimë y a su señor marido, el Rey Brujo de Angmar (por cierto, ¿cómo ha acabado casándose una elfa Teler con un Nâzgul? Misterios de la vida, XD). La felicidad que he sentido al volver a verles después de más de un año ha sido enorme y, por fortuna, nos quedaban por delante tres días más para ponernos al día y hacer actividades juntos.



Estandartes tolkiendilis


Después de una agradable cena, tocaba asistir a la lectura de cuentos y pasajes de las obras de Tolkien. Cuando me dijeron que este solía ser uno de los momentos más emotivos de la Estelcon me costó un poco creérmelo; pero hay que estar allí para darse cuenta de toda la carga emocional que tiene la lectura. Los lectores escogen aquellos pasajes que más les han llenado a nivel sentimental o espiritual, y eso se nota cuando leen, pues ponen una entonación peculiar y contagian sus sentimientos a todos los asistentes. Ha sido una ocasión muy especial y, aunque no he leído, sí que me ha inspirado ganas de animarme a hacerlo algún día.

Después de la lectura, nos fuimos todos a dormir, que al día siguiente tendríamos que hacer muchas cosas.



Día 2

¡Vamos allá! La Estelcon empieza por todo lo alto con un buen desayuno. Pero tuve que acabar pronto, ya que a primera hora iba a asistir a una conferencia impartida por el mismísmo Rey Brujo acerca de la guerra en la Tierra Media. Me ha parecido una charla muy interesante, con un trabajo de documentación impresionante y una manera de impartirla atractiva y envolvente (no soy muy dada a los temas de guerra, pero con esta charla me he quedado impresionada). Por desgracia, unos problemas técnicos quitaron mucho tiempo de la conferencia. Además, la amplitud del tema tratado y el hecho de que hubiera preguntas en medio de la charla contribuyó a retrasarla; el resultado fue que se ha tenido que terminar la charla a todo correr y nos quedamos sin saber algunas cosas. Una lástima, la verdad.

Después de comer, tocaba asistir a otra charla, esta vez a cargo de Estelwen Ancálimë, que nos ha amenizado la tarde con una conferencia deliciosa en más de un sentido. Y es que el tema versaba sobre la gastronomía de los distintos pueblos de la Tierra Media. Pero además de lo entretenida y bien estudiada que estaba la charla, los asistentes también pudimos disfrutar de las extraordinarias dotes culinarias de Estelwen, ya que nos ofreció una merienda a base de galletas de turrón de Jijona y unas Chips Ahoy caseras realmente deliciosas. ¡Así da gusto! ^^*



Juegos, bailes y actividades


Después de un pequeño paseo, tuve la oportunidad de participar en una actividad cuyo título de presentación, El miedo en Tolkien, no daba demasiadas pistas acerca de en qué consistía. Pero de los cobardes nunca se ha dicho nada, así que al final me he animado a ir, y la verdad es que me lo he pasado bastante bien. En una habitación, con los ojos vendados y sin más remedio que confiar en las manos que nos guiaban a ciegas, unas voces nos ponían en situación narrando un escenario tenebroso y oscuro sacado de algunos pasajes de la obra de Tolkien, como la aparición del Nâzgul en la Comarca, la desazón de los hobbits al despertarse en las Quebradas de los Túmulos y el apuñalamiento de Frodo en la atalaya de Amon Sûl. Yo no soy muy miedosa, pero la verdad es que la ambientación estaba muy bien conseguida y en todo momento se estaba en tensión.

A lo largo de la tarde también he tenido ocasión de dar un paseo por el recinto del hotel, donde se llevaban a cabo otras actividades como juegos de rol, música, bailes, manualidades. Para quienes habían venido con sus hijos también había un Agujero Hobbit que ofrecía refugio y actividades para los más pequeños. A la hora de la cena volvimos a reunirnos todos para hablar e intercambiar nuestras impresiones sobre las cosas que habíamos hecho ese día.



Los de Amon Hell haciendo de las suyas


Pero después de cenar tocaba disfrutar de una buena sesión de música a cargo del grupo Amon Hell (me encanta el nombre), que también fueron los encargados de impartir el taller de actitud tolkienrockera. Además, el concurso Tu Bardo me Suena me ha conquistado por completo!



Día 3

El sábado suele ser el día más importante de una Estelcon, ya que esa noche suele celebrarse la cena de gala. Sin embargo, hasta entonces se puede seguir disfrutando de otras actividades. Y en mi caso, como no había actividades por la mañana aparte de la Asamblea General (a la que solo pueden asistir los socios de la STE), me lo he pasado muy bien yendo de un lado para otro y hablando con la gente.

Después de la comida tenía previsto asistir a un taller de scrapbooking tolkiniano. ¿Y qué es el scrapbooking?, se preguntará mi inteligente audiencia. Pues el scrapbooking significa hacer libritos y cuadernos a partir de recortes de papel y cartón de diferentes formas y colores. Cada participante recibió una bolsa con un kit que contenía todo lo necesario para hacer un pequeño álbum de fotos al más puro estilo Tolkien, con el detalle añadido de que todos y cada uno de los álbumes que se hicieron eran diferentes unos de otros. Esto ha hecho que haya sido una actividad muy original y entretenida (además de abrirme las puertas a las maravillas de la cinta adhesiva de doble cara).



Mi primer álbum de scrapbooking


Y por la noche llegó el evento que todos estábamos esperando con ganas: ¡La cena de gala! Este es el momento en el que todos los asistentes a la Estelcon se visten con sus mejores galas y se preparan para la cena, no sin antes pasar por el photo-call para hacerse unas fotos para el recuerdo. Durante la cena he podido disfrutar de una deliciosa comida acompañada de risas y bellas canciones que no habrían desagradado a Tolkien. Al final se obsequió a cada invitado con un mathom, un regalo que los hobbits solían hacerse en los días de sus cumpleaños y que consistía en un obsequio que no servía para nada; en este caso, el regalo ha sido una bolsita con unas piedrecitas decoradas para jugar al tres en raya... o tres en Moria, como pone en la bolsita. También los organizadores han recibido varios mathom de parte de los miembros de otros smiales, entre los que se encontraba un libro caja y una Piedra del Arca. Ah, y no nos olvidemos de mencionar la magnífica piñata rellena de caramelos y la emocionante carrera de flanes, en la que Cuernavilla se declaró vencedora varias veces seguidas.



Engalanada para la cena


Después de la cena, llega lo que se conoce como la Noche Intemporal, ese momento mágico en el que nos reunimos todos para hablar, cantar y jugar durante una noche que esperamos que no termine jamás. Es un momento en el que prima la alegría por estar todos juntos, pero también cierta tristeza, ya que sabemos que al día siguiente todo habrá terminado y nos tendremos que ir a casa.


Día 4

Y así es como llegamos al final. Después de desayunar todos juntos por última vez, toca hacer las maletas y aprovechar para hacer algunas compras de última hora en la Esteltienda. Pero el temido momento llega, y el acto de clausura se llevó a cabo en medio de una emoción tan grande que a más de uno se nos han saltado las lágrimas. Tras la entrega de los premios que la asociación concede al mejor ensayo, a la mejor obra de arte y al mejor relato de ficción, uno de los anfitriones lee para todos el fragmento final de El Retorno del Rey, en el que Frodo se despide de sus amigos para partir con Bilbo, Gandalf, Elrond y Galadriel hacia las Tierras Imperecederas, dejando a sus pobres amigos Sam, Pippin y Merry desconsolados. Este párrafo es especialmente emotivo porque, aunque es un final muy apropiado para la trilogía de El Señor de los Anillos, deja un regusto un tanto agridulce, ya que Frodo no disfruta de las dádivas del héroe por haber salvado a la Tierra Media de la maldad de Sauron, sino que se ha convertido en un personaje al que todavía aquejan los recuerdos del viaje vivido y el dolor sufrido después de tantas penalidades, por lo que su única oportunidad de conseguir la paz de espíritu que tanto necesita está en viajar rumbo a las Tierras Imperecederas, de donde no podrá volver nunca más.

Por supuesto, no tiene por qué ser así en el caso de los tolkiendili. A pesar de la tristeza que suponen las despedidas y de alguna lagrimilla que todavía resbala por nuestras mejillas, queda la esperanza de que tal vez volvamos a vernos el año que viene. Por eso, a pesar de que poco a poco abandonamos el hotel y nos dirigimos hacia la estación de bus o de tren, todos nos hemos ido con la certeza de que es muy posible que volvamos a vernos en la próxima Estelcon. Yo, desde luego, tengo ganas de que sea así.



Carrera de flanes, el próximo deporte olímpico


Pero mi viaje no acaba aquí, para nada. Como ya sabéis, yo vivo en Galicia, una comunidad autónoma muy verde y muy bonita, pero con un sistema de comunicaciones bastante caótico, a prueba solo de los más valientes o los más inconscientes. Esto quiere decir que he tenido que buscar la manera de entretenerme desde las cinco de la tarde hasta las doce de la noche, que era cuando salía el autobús rumbo a mi tierra. ¿Y qué hacer para distraer tantas horas? Pues darse una vueltecita por Zaragoza para visitar la basílica del Pilar y hacer algunas compras para la familia. He disfrutado mucho viendo la basílica, pero me ha dado pena no poder sacar fotos por dentro; estaba expresamente prohibido, como indicaban los carteles, aunque algún turista japonés se las ha arreglado para sacar fotos.

De vuelta en la estación, una interminable espera de cinco horas estuvo a punto de hacerme perder la paciencia. Estaba agotada por haber dormido tan pocas horas, pero el viaje en bus no fue mucho mejor, ya que de diez horas de viaje tan solo he podido dormir cerca de dos (aunque me lo he pasado muy bien viendo Cómo entrenar a tu dragón a las cinco de la mañana). Y la cosa no mejora cuando sabes que, a pesar de haber llegado a Lugo, todavía quedan tres horas más de autobús para regresar a casa. Ay, madre mía, qué cansancio...



Basílica del Pilar


¡Y hasta aquí mi primera experiencia en una Estelcon! A pesar de que el viaje tanto de ida como de vuelta ha sido matador, me queda la agradable sensación de que todas y cada una de las horas que he invertido en él han valido la pena. Me alegro de haber conocido a tanta gente divertida y maravillosa, y espero algún día poder volver a verles.

¡Nos vemos, amigos!

sábado, 3 de diciembre de 2016

Los Príncipes de la Torre


Érase una vez dos jóvenes príncipes que fueron capturados por un malvado brujo y encerrados en una alta torre de la que no podían escapar…

Este bien podría ser el inicio de un cuento de hadas destinado al entretenimiento de los más pequeños. Se dice que los cuentos a menudo tienen una base real, una historia que empezó de una manera similar pero que no terminó con el final feliz tan propio de los cuentos infantiles. Y la historia que os traigo hoy bien podría haber servido de trasfondo para un cuento de hadas. Pero, como tantas veces ocurre en la Historia, la realidad supera a la ficción y los niños de esta historia no tuvieron tanta suerte como las princesas de los cuentos.



Los Príncipes de la Torre


La historia comienza en Inglaterra. El 9 de abril de 1483, dos años antes de que terminara el conflicto armado conocido como la Guerra de las Dos Rosas, el rey Eduardo IV, primer monarca de la casa de York, murió en Westminster tras tres semanas de sufrimiento por una enfermedad que no fue capaz de superar. Su hijo y heredero, el joven príncipe Eduardo, estaba en Ludlow en el momento de su muerte. A sus trece años, Eduardo acababa de recibir dos noticias que habrían atemorizado a cualquier chico a tan temprana edad: que su padre había muerto y que ahora él debía ceñirse la corona y sentarse en el trono de Inglaterra.

Sin embargo, es bien sabido que un rey tan joven e inexperto necesita contar con la ayuda de buenos consejeros y el apoyo de sus familiares más cercanos. Y en el caso del joven heredero, apoyos no le faltaban. Por parte de su madre, la reina plebeya Elizabeth Woodville, contaba con la ayuda de su tío Anthony, segundo Conde de Rivers; pero su principal apoyo era su tío Ricardo, hermano de su padre y Duque de Gloucester. Ricardo ya había sido tenido en cuenta por el rey Eduardo IV para que, a su muerte, se convirtiera en Lord Protector, tal y como se cuenta en la Crónica de Croyland. Y dado que manifestó públicamente su lealtad hacia el nuevo rey y, además, fue él mismo quien se encargó por un tiempo de la custodia de su sobrino y de la administración del reino, todos daban por supuesto que estaba de acuerdo con las disposiciones de su difunto hermano.

Pero los problemas no tardarían en llegar. El poder es demasiado atractivo para quienes tienen sed de él, y es todavía más tentador cuando el dueño de ese poder no es más que un niño inexperto e influenciable. El joven Eduardo V se vio atrapado y sin escapatoria posible entre el Conde de Rivers y el Duque de Gloucester que, ambiciosos y faltos de escrúpulos, iniciaron varias campañas de desprestigio el uno contra el otro con la intención de obtener el poder. Los parientes de la reina viuda reclamaban para sí el control del gobierno, pero el astuto Ricardo consiguió derrotarles y a la vez hacerse con la corona realizando una jugada magistral.

Eduardo V y su tío Ricardo partieron hacia Londres desde el oeste y el norte respectivamente, encontrándose en Stony Stratford el 29 de abril. A la mañana siguiente, Ricardo mandó prender a la escolta de Eduardo, incluyendo al propio tío del muchacho, el mencionado Anthony Woodville. Ordenó que todos fueran enviados al castillo de Pontefract, situado en Yorkshire, donde el 25 de junio fueron condenados y decapitados. Ricardo entonces se encargó de la custodia del príncipe y apremió a su madre, la reina Elizabeth, para que llevara a su hijito de nueve años Ricardo, Duque de York, y a sus otras hijas a la Abadía de Westminster, donde esperaban encontrar refugio.

Por fin, Eduardo V y su tío llegaron juntos a Londres. Ricardo se encargó de los preparativos para la coronación de su sobrino, que estaba planeada para el 4 de mayo de aquel mismo año. Sin embargo, por algún motivo que no especificó, decidió que la coronación se pospondría para el 25 de junio. El 19 de mayo de 1483, Eduardo fue llevado a la Torre de Londres, la residencia tradicional de los monarcas antes de su coronación, y el 16 de junio se reunió con él su hermano pequeño Ricardo, que hasta entonces había permanecido en la Abadía de Westminster. Una vez consiguió tener a los dos príncipes en su poder, Ricardo postergó la coronación de Eduardo indefinidamente, lo que es otra forma de decir que acababa de hacerse con el control absoluto del gobierno inglés. El 22 de junio se pronunció un sermón en el que se le declaraba como único y legítimo heredero de la Casa de York, y el 25 de junio un grupo de lores y caballeros acudieron a Ricardo para pedirle que tomara el trono de Inglaterra.

Quedaba el asunto de los dos príncipes, hijos del difunto Eduardo IV. Por desgracia para ellos, el Parlamento declaró a Ricardo rey de pleno derecho, argumentando que el matrimonio de Eduardo IV con Elizabeth Woodville había sido ilegal, ya que en su día se había establecido un precontrato de matrimonio con lady Eleanor Butler; este precontrato, que equivalía a un compromiso serio y formal, fue el argumento utilizado para invalidar la legitimidad de los hijos de Eduardo IV y, por tanto, destruir todas sus posibilidades de acceder al trono de Inglaterra. El 3 de julio de 1483, el Duque de Gloucester fue coronado rey, pasando a la Historia con el nombre de Ricardo III. Los jóvenes príncipes fueron confinados en la Torre de Londres, de donde no volverían a salir con vida.

Nunca se supo a ciencia cierta lo que les ocurrió a los niños. Dominic Mancini, un fraile italiano que estuvo en Londres durante la primavera de 1483, escribió que Eduardo y su hermano pequeño Ricardo estaban alojados en la parte más interior de la Torre, y que cada vez se les veía menos hasta que finalmente desaparecieron. Mancini apunta también que durante este período un médico visitaba asiduamente al príncipe Eduardo, del que dijo que «como una víctima preparada para el sacrificio, pedía perdón por sus pecados mediante la confesión y penitencia diarias, pues creía que la muerte lo acechaba».

Hubo también testimonios de que se había visto a los príncipes jugando en los terrenos aledaños a la Torre poco después de que Ricardo fuese llevado junto a su hermano mayor, pero no se han registrado apariciones de ninguno de ellos después del verano de 1483. Se intentó llevar a cabo un intento de rescate a finales de julio, pero fracasó. El destino de los príncipes continúa siendo un misterio.



Asesinato de los hijos de Eduardo IV


Es aquí donde los historiadores no se ponen de acuerdo, ya que el suceso se presta a todo tipo de hipótesis y elucubraciones. La opinión general es que los príncipes fueron asesinados poco después de su desaparición. Es posible que el alzamiento contra Ricardo III que tuvo lugar en el verano de 1483 estuviese destinado en un principio a rescatar a Eduardo V y a su hermano antes de que fuera demasiado tarde, pero cuando el Duque de Buckingham intervino, traspasó su apoyo a Enrique Tudor, ya que al parecer tenía la certeza de que los príncipes de la Torre estaban muertos. Otros historiadores retrasan la fecha de su fallecimiento hasta la coronación de Enrique VII, primer rey de la Casa Tudor.

La desaparición de los príncipes provocó un sinfín de rumores, a los que se sumó la falta de pruebas concluyentes acerca del destino de los niños. Fue un acontecimiento tan insólito que los rumores llegaron incluso a Francia; en 1484, Guillaume de Rochefort, Lord Canciller de Francia, rogó que se tuviera en cuenta lo que les había ocurrido a los príncipes, ya que su propio rey, Carlos VIII, no contaba por entonces más que trece años. Ya entonces la opinión más extendida era que Eduardo V y su hermano Ricardo habían sido asesinados, pero queda el espinoso asunto de averiguar quién fue su asesino. Se barajaron varios nombres, pero nunca quedó del todo claro si estas acusaciones eran ciertas o si solo habían sido una manera de desprestigiar a un rival político.

Muchos historiadores coinciden en que Ricardo III es el mayor sospechoso de la desaparición y posterior ejecución de los príncipes por razones más que evidentes. De todos los implicados, él era el que salía más beneficiado, ya que al promover la ilegitimidad de los herederos, la corona recaería en él antes que en ningún otro. Sin embargo, aunque los príncipes hubieran sido eliminados de la sucesión, la posición de Ricardo III en el trono era muy frágil debido precisamente a la manera en que había obtenido la corona. Ciertamente, la desaparición de los príncipes y la sospecha de que habían sido asesinados por orden suya contribuyó a hacerle muy impopular y generó un gran descontento en los partidarios de la Casa de York. Además, el hecho de que se intentara llevar un intento de rescate de los príncipes es una prueba más que evidente de que los niños supondrían una amenaza constante para su posición mientras estuvieran vivos. A pesar de las sospechas que había, Ricardo no se pronunció al respecto ni hizo el menor intento de hacer una aparición pública con sus sobrinos, lo que da pie a pensar que los niños ya estaban muertos. Sin embargo, también cabe la posibilidad de que los enemigos de Ricardo III utilizaran a los príncipes como excusa para cargar contra el monarca y desprestigiarle.

Sin dejar de lado el nombre de Ricardo III, otro posible sospechoso del asesinato de los príncipes es James Tyrrell. En el momento de la desaparición de los príncipes, Ricardo III no se encontraba en la corte, por lo que es imposible que él los matara con sus propias manos. Los niños estaban férreamente custodiados por la guardia de la Torre, cuyas instrucciones eran que nadie se acercara a los niños sin conocimiento del Rey. Pero es posible que Ricardo enviara a uno de sus hombres con la orden de matar a los niños en su nombre; teniendo en cuenta que nada si hacía sin el consentimiento del Rey, es poco probable que no supiera que sus sobrinos iban a ser asesinados. Esta es la versión defendida por Tomás Moro y Polydore Vergil, quienes señalan a James Tyrrell, caballero que luchó muchas veces por la Casa de York, como el brazo ejecutor de Ricardo III. Fue arrestado cuando Enrique Tudor llegó al trono, y antes de ser ejecutado se dice que confesó, bajo tortura, que él había matado a los príncipes siguiendo órdenes de Ricardo III. Sin embargo, una vez más tenemos que tener cuidado con esta afirmación, ya que las confesiones bajo tortura nunca son fiables y, además, el informe de la confesión nunca fue encontrado. Y eso sin mencionar que todo podría ser una invención para manchar todavía más el nombre de Ricardo III y legitimar así la posición de Enrique VII en el trono.

Otro candidato podría haber sido Henry Stafford, segundo Duque de Buckingham y mano derecha de Ricardo III. Se ha sugerido que Buckingham tenía sus propios motivos para desear la muerte de los príncipes. Como descendiente de Eduardo III a través de Juan de Gante, primer Duque de Lancaster, y de Thomas de Woodstock, primer Duque de Gloucester, Buckingham podría haber tenido esperanzas de acceder al trono por partida doble. Además, su ejecución en octubre de 1483 puede dar pie a pensar que Ricardo III supo de sus intenciones y le consideró una amenaza que era mejor eliminar. Sin embargo, cuando se planeó el rescate de los príncipes y el Duque de Buckingham supo que lo más probable era que estuvieran ya muertos, al parecer mostró signos de sincera sorpresa. Un documento portugués redactado en la época señala a Buckingham como culpable de la muerte de los príncipes, ya que al parecer Ricardo III se los entregó «al Duque de Buckingham, bajo cuya custodia los dichos príncipes murieron de inanición».

Y por último, cabe la posibilidad de que quien estaba detrás de la muerte de los príncipes fuese el mismísimo Enrique VII. El rey Tudor, deseoso de legitimar sus pretensiones al trono inglés, habría hecho todo lo posible por eliminar a aquellas personas que pudieran ser una amenaza para él. De hecho John de Gloucester, uno de los hijos ilegítimos de Ricardo III, fue ejecutado hacia 1485, año en el que Enrique Tudor llegó al trono. Además, un año después, Enrique VII se casó con la hermana mayor de los príncipes, Isabel de York, uniendo así las casas de York y Lancaster, reforzando sus derechos sobre el trono y poniendo fin a la Guerra de las Dos Rosas.



Los hijos de Eduardo IV


En 1674, unos hombres que trabajaban en la remodelación de la Torre de Londres encontraron una caja de madera que contenía dos esqueletos humanos de pequeño tamaño. Los huesos se encontraron enterrados a una gran profundidad bajo la escalera que llevaba a la capilla de la Torre Blanca. No eran los primeros esqueletos de niño que se encontraban en la Torre, pero fueron muchas las voces que clamaron que eran los restos de los hijos de Eduardo IV. Las razones que se dan para hacer tal afirmación son que el lugar donde se hallaron los cuerpos estaba muy cerca de donde Tomás Moro había indicado que estaban los príncipes; además, un informe anónimo dice que se encontraron trapos y retales de terciopelo cerca de los cadáveres, y el terciopelo era una tela cuyo uso era exclusivo de la aristocracia. Cuatro años después, los huesos fueron introducidos en una urna y enterrados en la Abadía de Westminster. Un monumento diseñado por Christopher Wren señala el lugar de descanso de los presuntos príncipes.