Cuando un libro, una
serie o una película tienen mucho éxito, es lógico que los fans
les dediquen un pequeño homenaje en forma de obras, reseñas o
vídeos que hagan referencia al objeto de su admiración. La cosa
mejora todavía más cuando los fans resultan tener de un gran
sentido del humor y deciden crear parodias graciosísimas a partir de
una historia que, en principio, no daría pie a risa. Esto es lo que
ocurre con el libro que os traigo hoy.
Título: Corpúsculo, una parodia peligrosa
Autor: The Harvard Lampoon
Editorial: Random House Mondadori - De Bolsillo
Nº páginas: 187 págs.
Año: 2010
Sinopsis: Pálida y patosa, Belle Goose llega a Switchblade, Oregón, buscando una aventura o por lo menos un compañero de clase inmortal. Pronto descubrirá a Edwart Mullen, un tío bueno pero loco por los ordenadores y con cero interés por las chicas. Después de ser testigo de extraños sucesos -Edwart deja intactas sus patatas rellenas, Edwart la salva de una bola de nieve- Belle tiene una dramática revelación: Edwart es un vampiro. Pero ¿cómo convencerle para que la muerda y la convierta en su novia eterna si parece sentir repulsión por las chicas?
Llena de amor y peligro, atormentada y obsesionada, pero sobre todo espeluznantemente embriagadora como un baile de fin de curso, Corpúsculo es la asombrosa historia de una chica con fijación por los vampiros que busca el amor en el sitio equivocado.
RESEÑA (sin spoilers)
Es de dominio público
que la saga Crepúsculo se ha hecho mundialmente famosa, y la
autora Stephenie Meyer se ha convertido en una de las escritoras más
conocidas por el público adolescente. Mi opinión sobre Crepúsculo
podría dar para páginas y páginas, y no precisamente para
halagarla porque, en realidad, se trata de una obra bastante mediocre
que desprende un tufillo pro-mormón que no veas. Pero hoy no toca
hablar de Crepúsculo, sino de Corpúsculo, la novela
que me ayudó a reconciliarme con esta saga.
Tenemos aquí, en mi
opinión, la mejor parodia que se ha podido crear sobre la novela de
Sthephenie Meyer. El relato está escrito en primera persona, como en
la obra original, de modo que contamos con el punto de vista de la
protagonista. Las referencias a Crepúsculo son constantes, y
los que han leído la novela se darán cuenta de inmediato de los
numerosos cameos que se hacen en Corpúsculo.
Nuestra protagonista es
Belle Goose (literalmente, Belle Ganso), una chica bastante peculiar
que decide marcharse de casa, dejando a su madre con síndrome de
ansiedad por separación (diagnosticado por un pediatra) y a su
padrastro Bill (estrella de un equipo de street-hockey) para
mudarse al pequeño pueblo de Switchblade, donde vive su padre, que
es un prestigioso limpiacristales local. Su primer día en el
instituto es de todo menos normal, sobre todo en el momento en que ve
por primera vez al “guapísimo” Edwart Mullen que, si analizamos
su descripción, resulta ser un tipo larguirucho, flaco, con gafas,
asmático, obsesionado con los gérmenes, loco por los ordenadores y
con pánico hacia las chicas. Vamos, un friki en toda la extensión
de la palabra.
Sin embargo, Belle
concibe la extraña idea de que Edwart (traducido, Verruga) es un
vampiro y ella está dispuesta a sonsacarle la verdad, aunque para
eso tenga que inventársela ella misma. Poco a poco, conseguirá
acercarse a Edwart sin que a éste le sangre la nariz por su
presencia, y entre los dos surgirá una relación un tanto extraña y
que poco o nada tiene que ver con lo que ocurría en Crepúsculo,
pero no por eso es menos auténtica… ni menos divertida.
Ya he dicho que las
referencias a Crepúsculo son constantes. De hecho, una de las
cosas más divertidas que hace el lector es tratar de descubrir los
muchos cameos que se le hacen, y que van desde los juegos de palabras
y las bromas idiomáticas, a la música de un móvil o los libros que
lee la secretaria del instituto de Switchblade. También se hacen
referencias a personajes que aparecían en Crepúsculo pero
que aquí no aparecen, como el padre de Jacob o Alice Cullen. Otras
referencias graciosas se encuentran en situaciones en las que
sabíamos cómo actuaba Bella, pero en las que Belle reacciona de
manera completamente disparatada.
Corpúsculo es una
novela muy fácil de leer. Tiene muy pocos capítulos y está escrita
en un tono muy ligero, de modo que os la terminaréis en una tarde
sin ningún problema. Además, como tiene la facultad de arrancar
carcajadas a cada párrafo, siempre querréis leer más. Corpúsculo
es una parodia tronchante con momentos realmente inolvidables, como
la escapada de Belle y Edwart al monte del Muerto o cuando Edwart
salva a Belle de que un vendedor le endose un producto de la marca
Sega. La risa aún no se me ha pasado, y eso que leí el libro hace
un par de años.
Si tuviera que ponerle
alguna pega, diría que resulta demasiado corto para mi gusto.
Hubiera preferido que fuese un pelín más largo, pero ya sabemos que
lo bueno, si breve, dos veces bueno, así que Corpúsculo no
corre el peligro de ser un libro pesado, redundante y odioso.
Otro punto en contra es
que, al tratarse de una parodia sobre otra novela, si nunca habéis
leído Crepúsculo os vais a perder un montón de detalles
graciosos. Se puede leer y disfrutar perfectamente, pero todo resulta
mucho más divertido cuando se pillan esos cameos y juegos de
palabras de la obra original.
También se le puede
achacar un cierto atropello en los acontecimientos. Me explico: En un
capítulo pueden llegar a pasar unas diez cosas, y puede ocurrir que
te saltes una línea o dos. ¡Craso error! Seguramente, en esas
escasas líneas ha pasado un acontecimiento vital para el desarrollo
de la historia. Así que leed bien, no os saltéis nada y no habrá
ningún problema.
Poco más se puede decir
de Corpúsculo sin destriparos nada. Sólo que a veces las
cosas no son lo que parecen, que lo que esperas no siempre es lo que
busca tu corazón, y que el amor suele estar justo donde menos
pensábamos encontrarlo.
¿Recomendaría este
libro? Sin ninguna duda. Y se lo recomiendo sobre todo a los que,
como yo, llegamos a hartarnos del pasteleo de la obra original y
empezamos a buscar alternativas más auténticas y desternillantes.
Especialmente indicado para un día que tienes la depre o que
necesitas desesperadamente una dosis de risas. Los fans también
pueden disfrutarla, siempre y cuando conozcan el significado de la
palabra “humor” y no se ofendan por el contenido de la novela.
Nada más que añadir,
salvo que cumple con creces lo que promete: Se reirá hasta tu
hemoglobina.
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