martes, 24 de mayo de 2022

Consejos para visitar París


¡Hola a todos!

El verano está cada vez más cerca y eso se nota. Los días fríos quedaron atrás y cada vez tenemos más calor y ganas de tomar el sol. Mucha gente tiene ahora sus vacaciones y aprovecha para viajar, y es de lo más lógico, ya que todavía estamos en lo que se conoce como temporada baja.

Hace unos, tuve la oportunidad de viajar a París por unos días para disfrutar de todo lo que la capital francesa tenía para ofrecerme. No fue exactamente un viaje de relax, ya que yo solo acompañaba a mi novio, que viajaba por trabajo, pero aun así he tenido la ocasión de ver muchas cosas y, de paso, aprender otras que me hubieran servido para hacer una visita más productiva.

En el post de hoy, os voy a dejar con una serie de consejos para viajar a París y que ya me gustaría a mí haber sabido antes de ir. Pero como de la experiencia es de donde más se aprende, espero que estos consejos os ayuden para conocer mejor la ciudad y disfrutarla como se merece.


1) No vayas en temporada alta

Parece una obviedad, pero no os imagináis la cantidad de gente que viaja a París en temporada alta, época que comprende principalmente los meses de julio y agosto. Aunque París tiene turistas todos los días del año, en verano la cosa se masifica y se vuelve insoportable. A todo esto hay que añadir que hace mucho más calor y que todo lo que te vas a encontrar va a subir de precio de manera muy notable. Y si París está considerada una de las ciudades más caras de Europa, imaginaos cómo será en verano. Mi consejo es que vayáis en mayo, septiembre y octubre, a ser posible. Los vuelos son más baratos, el clima es más agradable y llevadero y, aunque seguirá habiendo gente, notaréis la diferencia y tendréis una mejor experiencia.


2) Infórmate bien de cómo va a ser el clima

Cuando fui a París, esperaba encontrarme una cosa similar a Madrid en cuestiones climáticas. En Madrid ya empieza a hacer calor al empezar mayo y sigue así hasta finales de septiembre, pero París es otro cantar. En ciertos aspectos, me recordó un poco a mi Galicia natal, en el sentido de que puede amanecer nublado, luego el día clarea, a continuación hace un calor que te mueres y al final del día incluso chispea un poco y te hace falta una chaqueta para cubrirte. Por eso creo que es muy importante que los días anteriores al viaje hagáis una búsqueda en Internet de la previsión del clima para los días que vais a ir. Otra opción es llamar a algún conocido que tengáis allí y preguntarle directamente, pero no todos tenemos esa opción. Tened en cuenta que a veces la sensación térmica es diferente; puede ser que la temperatura esté marcada en unos 18º o 19º pero que haga tanto viento que la sensación térmica sea de mucho menos, por lo que igual necesitaréis llevar prendas más abrigadas, dependiendo de la previsión.


3) Que tu visita sea al menos de tres días

París es una ciudad ENORME, así, con letras bien grandes. Seguramente ya tenéis en mente algunas cosas que queréis visitar en París, pero creedme cuando os digo que hay muchísimas más y no os va a dar tiempo a verlas todas. Si vais a hacer un viaje corto, como fue mi caso, veréis cuatro o cinco cosas como mucho, y seguramente sean las más importantes. Pero si tenéis la oportunidad de ir a París una semana entera, aprovechadla al máximo. Podréis verlo prácticamente todo sin tener que ir con prisas a todas partes y teniendo incluso tiempo para descansar. 


4) Haz una guía de las cosas que quieres visitar y reserva con anticipación

Parece una tontería, pero yo no lo hice y lo lamenté muchísimo, porque así podría haber planeado mejor el viaje y quizá ver más cosas de las que al final vi. Hay tanto por visitar que se os va a hacer corta la visita. Si queréis monumentos, tenéis la famosa Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame, el Arco del Triunfo, el Panteón de Hombres Ilustres, los Inválidos, la Ópera Garnier, la basílica del Sacré Coeur, el Palacio de Versalles, los puentes, el cementerio de Père Lachaise y un porrón de cosas más. Si queréis tirar de barrios, son muy interesantes Montmartre, los Campos Elíseos y el Barrio Latino, pero tenéis como veinte distritos más. Si sois más de museos, son infaltables el Louvre y el Orsay, pero tampoco podéis dejar de ver el Centro Pompidou, el museo Rodin, el Guimet, el Cluny, el Orangerie y muchos más. En cuanto a parques y jardines, son obligados los jardines de Luxemburgo y las Tullerías, pero tampoco desmerezcamos el Campo de Marte y el Bois de Boulogne, que es mucho más grande que Central Park. Como habéis podido comprobar, todo esto no lo vais a poder ver en una semana ni de broma. Por eso es muy importante que cojáis un mapa, seleccionéis lo que queréis ver y os hagáis un planning. En mi opinión, creo que la mejor manera de aprovechar el día sería visitar un museo, luego un monumento y uno o dos parques, y eso incluye el paseo por la ciudad y callejear por el barrio que os lleva de un lugar a otro.

En cuanto a las visitas, mi consejo es que compréis las entradas con anticipación. Sea como sea, vais a hacer cola, pero es posible que os ahorréis unos valiosos minutos solo por haber comprado la entrada anticipada. Además, os ayudará a calcular los costes de vuestra visita y ver dónde podéis ahorrar, pero de eso hablaremos más adelante.


5) Píllate el Paris Pass

Si sabéis un poco sobre París, fijo tenéis que saber que todo es carísimo. Desconozco si hay dos tarifas de precios, una para residentes y otra para turistas, pero es evidente que a París no hay que ir si eres pobre, porque hagas lo que hagas te van a sablear. Sin embargo, hay una solución que puede saliros bastante rentable, y es la tarjeta Paris Pass. ¿En qué consiste? Pues es una tarjeta que permite el acceso directo y sin esperar colas a más de 75 atracciones turísticas de París, usar el autobús turístico y un crucero por el Sena. Bonus track si además os la pilláis con la opción Paris Museum Pass, pues tendréis acceso a más de 60 museos, entre ellos el Louvre. Obviamente, la tarjeta no es gratis, e incluso es posible que sus precios os parezcan excesivos, pero si vuestra opción de viaje es ver la mayor cantidad de cosas posibles, creedme que la vais a amortizar. El Paris Pass va por días: tenéis la tarjeta de dos días por 124 €, la de tres días por 149 €, la de cuatro días por 169 € y la de seis días por 199 €.

Tenéis más información acerca del Paris Pass en su página web, donde os indican cómo utilizarlo y los tiempos de validez. Mi consejo es que lo tengáis en cuenta si en el futuro vais a ir a París, ya que os ayudará a controlar mejor los gastos que vais a hacer y hasta es posible que os ayude a ahorrar un poco.


6) Prepárate para madrugar y caminar mucho

Aunque las vacaciones suelen ser días para relajarse y levantarnos tarde, me temo que eso no se va a aplicar si vuestro destino vacacional es París. Allí la vida empieza antes que en España y es necesario pegarse algún que otro madrugón para llegar a tiempo a un museo y no pillar mucha cola o para ver todo lo que hemos apuntado en nuestro plan de viaje. Así que olvidaos de remolonear en la cama y poneos las pilas lo más pronto que podáis, porque vais a necesitar todos los minutos posibles para que os cundan los días. Fijaos a qué hora comen en Francia para poder adaptar vuestros horarios; podría pasar que queréis comer a las dos y media de la tarde y que el restaurante tenga la cocina cerrada, ya que allí suelen comer entre las 12 y la una. Ah, y olvidaos de todas las pavadas que habéis visto en series como Sexo en Nueva York o Emily en París, en donde sus protagonistas callejean por la capital francesa vestidas de punta en blanco y con zapatos de tacón. Poneos la ropa más cómoda que hayáis traído, acompañada de un calzado acorde. Aunque vais a tirar de metro y autobús para moveros mejor por la ciudad, creedme si os digo que vais a caminar mucho. Vais a volver de París con las piernas como dos troncos, palabrita de tía Laura.


7) Cuidado con los rateros y carteristas

Si hay algo que de verdad fastidia nuestras vacaciones es que un ratero nos robe la cartera o utilice sus mañas para enredarnos en un juego de azar. Por desgracia, en París hay mucho de eso, así que conviene ser cautos y tomar las medidas de seguridad pertinentes para que nuestro viaje sea único e irrepetible. Llevad una buena mochila antirrobo en vuestros paseos, o un bolso que podáis llevar bien cerrado y en la parte delantera del cuerpo. Tened especial cuidado con los carteristas si vais a tomar el metro, pues ahí es donde más operan. Llevad siempre vuestras pertenencias a la vista y no guardéis en los bolsillos tarjetas, monederos o teléfonos móviles, pues son fáciles de sustraer sin que nos demos cuenta. En París también es muy habitual encontrar trileros en las calles o en los parques que intentarán convencer al viandante de que pruebe suerte con ellos. No creo que haga falta deciros que este es uno de los timos más viejos del mundo, así que no piquéis y pasad de ellos. Estos juegos siempre están amañados y, como en un casino, la banca siempre gana. Por la zona de Notre Dame también hay una especie de personas que te leen la buenaventura o te agarran de la mano sin permiso para trenzarte una pulsera y luego te exigen que pagues (un poco como las gitanas que te encasquetan la ramita de romero). Alejaos de ellas y no dejéis que os obliguen a nada.


8) Ahorra en comida

Una de las cosas que solemos disfrutar más en un viaje es la gastronomía local, y más aún sabiendo que la parisina está reconocida como una de las mejores del mundo. Pero la verdad es que, si no queremos dejarnos un riñón en la cuenta del restaurante, vamos a tener que recurrir a soluciones más económicas. Una de las opciones es visitar los mercadillos, donde encontraremos comida autóctona y productos frescos que podremos cocinar si hemos alquilado apartamento o incluso comprar comida ya preparada para llevar y comerla en un parque. Si preferís sentaros en mesa y degustar platos caseros, en el Marché Les Enfants Rouges se pueden encontrar puestos de restauración donde el menú del día cuesta menos de 20 € con bebidas incluidas; esto es muy importante, porque en la mayoría de los restaurantes la bebida no va incluida. Tirad de agua del grifo en la medida de lo posible. Aunque en España el hecho de pedir agua del grifo suena un poco cutre, en París es de lo más normal, e incluso es posible que te la sirvan en jarra y con hielo. Una tercera opción, quizá la más barata, es que compréis comida ya preparada en los típicos supermercados de toda la vida, como el Carrefour o el Auchan (que aquí sería el Alcampo). Allí podréis surtiros de sándwiches, ensaladas y bebidas mucho más baratas que en cualquier restaurante o puesto callejero, donde por un botellín de agua de 33 cl. pueden cobrarte la friolera de cinco euros.


9) Aprende algo de francés

A pesar de que el idioma en el que todos podemos comunicarnos a lo largo y ancho del mundo es el inglés, me temo que poco o nada lo vais a utilizar en París. Sí, son conscientes de que hay mucho turista de todas partes del mundo, pero siempre se van a dirigir a vosotros en francés en primer lugar, ya que es probable que ni siquiera sepan chapurrear en inglés. Algunos franceses son tan cerrados que incluso pueden ofenderse si se les habla en otro idioma que no sea el francés, como le pasó a mi chico con el conductor de un Uber que pidió para volver al hotel. Teniendo en cuenta además que los franceses son gente orgullosa que le da mucha importancia a los modales, no nos va a quedar más remedio que aprender algunas frases en francés para poder defendernos a pie de calle. Una de las cosas que hice yo fue bajarme la aplicación SayHi, que funciona con el micrófono y traduce lo que queremos decir al idioma que hemos seleccionado, y además lo pone por escrito en ambos idiomas. Eso sí, hay que pronunciar con mucha claridad porque a veces la aplicación reconoce lo que le da la gana y puede dar lugar a error.


10) Olvídate de los tópicos

No, en París nadie va con boina por la calle salvo las turistas. Tampoco están todo el día bebiendo vino y comiendo queso, croissants o macarons (son jodidamente caros), aunque lo compensan fumando como carreteros. No os desilusionéis si abrís la ventana de vuestra habitación de hotel y no veis la Torre Eiffel; el cine y la televisión han hecho mucho daño con eso. Y dejad atrás la idea de que los parisinos son muy románticos: en realidad, son bastante bordes con todo el mundo (ellos mismos lo reconocen), les encanta quejarse y criticarlo todo, son muy liberales en cuestiones sexuales y también clasistas intelectuales. Así que, si quieres lanzarte a la aventura y conocer París, ve con la mente abierta y disfruta de la experiencia. Podrías llevarte una grata sorpresa, ^^*

lunes, 9 de mayo de 2022

Timos y estafas populares

 

Cuando hablamos de engaño, el refranero español nos dice que a la ocasión la pintan calva. Y dado el elevado grado de decisión que muestran los estafadores, los grandes maestros del engaño, para aprovecharse de una ocasión para lucrarse a costa de otros, hemos de reconocer que el dicho tiene toda la razón. No importa el momento ni la situación: el estafador siempre está preparado para aprovechar cualquier oportunidad que le permita desplumar a su inocente víctima.

El fraude ha existido toda la vida y, con el paso del tiempo, ha sabido adaptarse a los tiempos para romper la delgada barrera de la credulidad humana y aprovecharse de sus víctimas, a las que deja sin dinero y totalmente destrozadas a nivel psicológico. Resulta muy difícil asumir que uno ha sido tan inocente como para dejarse embaucar por un estafador, pero es algo que, de una manera u otra, nos pasa a todos los seres humanos (yo misma he sido víctima de una estafa editorial). No debemos avergonzarnos de esto, sino poner todos los medios y aguzar bien los sentidos para que no vuelva a suceder nunca más.

La estafa es un delito contra la propiedad que se basa principalmente en el engaño. El estafador, mediante argucias, promete entregar la propiedad de un bien patrimonial a cambio de una cantidad de dinero a modo de anticipo o como compensación. Sin embargo, el tal bien no existe, y el estafador se queda con el dinero de la víctima y desaparece sin dejar rastro. Este es, a grandes rasgos, el funcionamiento de la gran mayoría de estafas.

Hoy os traigo una lista de algunos de los timos más conocidos, tanto antiguos como modernos.


Estafas al volante

Uno nunca sabe cuándo puede ser víctima de una estafa. A veces, los estafadores eligen los escenarios más extraños para llevar a cabo sus tropelías, como puede ser en plena carretera. Uno de los timos más populares es el timo del retrovisor. La trampa comienza cuando un coche choca contra el de la víctima para simular la rotura de un retrovisor. A continuación, el estafador explica que su vehículo ha sido alquilado en el extranjero y que tiene prisa por devolverlo. En cuanto obtiene toda la información necesaria para hacer el parte amistoso, el estafador simula hacer gestiones telefónicas para averiguar cómo rellenar el documento. Se le hace saber a la víctima que, al ser un vehículo alquilado fuera del país, los trámites son muy lentos y al final le va a costar mucho dinero, por lo que se le convence de pagar en efectivo la reparación del retrovisor, que suele costar entre 1.200 y 1.500 euros. Llegan al punto de acompañar a la víctima al cajero automático, donde se hacen con el pin y posteriormente le roban la tarjeta.

Otro timo al volante muy conocido es el timo del pinchazo. Este sucede cuando el conductor detiene su vehículo en un peaje o una estación de servicio, momento que los estafadores aprovechan para pincharle una rueda con un punzón. A primera vista no se nota, pero poco a poco la rueda irá perdiendo aire hasta que el conductor tenga que detenerse para cambiarla. Los estafadores, que han estado siguiendo al coche todo el tiempo, se paran junto a la víctima con la excusa de ofrecer ayuda, pero aprovecharán para robar lo más que puedan aprovechando la situación.


Timo de la estampita

Este es uno de los más antiguos, pues se empezó a hacer a principios del siglo XX. El esquema de la estafa consistía en dos cómplices; uno de ellos se hacía pasar por una persona con problemas mentales (en la jerga de la profesión, el tonto), quien llevaba consigo un sobre lleno de billetes que tenía por meras "estampitas", y a los cuales parecía no darles la menor importancia. El estafador entablaba conversación con algún viandante (conocido como el primo), y en ese momento aparecía el segundo estafador (el listo), quien le proponía a la víctima que engañara al tonto para quedarse con su dinero. La víctima, convencida de que podía sacar un gran provecho de la situación, pagaba una cantidad de dinero al tonto por las estampitas. Una vez que el listo y el tonto se habían marchado, el estafado descubría que en el sobre no había dinero, sino recortes de papel.

Existe una versión actualizada de este timo, denominada estafa del billete tintado. Los estafadores buscan a empresarios y les ofrecen cambiar billetes que, en realidad, son fotocopias mezcladas con timbre auténtico para darle mayor veracidad. La forma de engañar a la víctima es contándole que han sacado dinero de su país tiñéndolo de negro para que no fuese detectado en aduanas; para verificar la historia, sacan un fajo de billetes auténticos. A continuación, explican que para aclarar los billetes falsos es necesario intercalar billetes auténticos y aplicar ciertos químicos reactivos que harán que los billetes negros recuperen su color original. Tras hacer una demostración con billetes de la víctima, la convencerán de que compre uno de sus maletines con dinero tintado, animándola a que blanquee el dinero. Pero esto no funcionará como le habían prometido, dejando al estafado sin dinero y con un montón de cartulinas negras sin valor alguno.


El tocomocho

Otro de los timos más conocidos de la historia. Este tipo de estafa suele llevarse a cabo en lugares bastante concurridos, donde una persona aborda a cualquier transeúnte diciendo que posee un billete de lotería premiado que, por distintas circunstancias, no puede cobrar. El estafador hace uso de excusas que le dan credibilidad a su situación apurada: es un extranjero en situación irregular, está en pleno proceso de divorcio y no quiere compartir el premio con su ex pareja o tiene que salir de viaje con urgencia. Para darle mayor credibilidad a la estafa, aparece un segundo estafador (el gancho), que se encarga de confirmar la veracidad del boleto presentando una lista de boletos premiados en un periódico o en su teléfono móvil. La víctima, convencida, compra el boleto por lo que cree que es una pequeña cantidad y, cuando va a la Administración a cobrarlo, descubre que o el boleto es falso, o no está premiado.


El inspector del gas

El timo de las falsas revisiones del gas sigue siendo, por desgracia, uno de los más recurrentes por lo fácil que es engañar a las víctimas. El modus operandi es muy sencillo: Alguien se persona por sorpresa en un piso y se hace pasar por un supuesto técnico a domicilio con el argumento de revisar la instalación del gas. El estafador, para darle mayor credibilidad a su historia, aparece disfrazado con uniforme y pide que se realice un pago en efectivo por sus servicios bajo la amenaza de cortar el suministro del gas si no se hace la revisión. Una vez más, las víctimas predilectas de este tipo de estafadores son los ancianos, por su credulidad y desprotección. En España, este timo es especialmente fácil de encontrar, aunque la Policía pone todo su empeño en alertar a la población a través de consejos e información para distinguir a un revisor auténtico de un farsante.


El Nazareno

Otro clásico en el mundo del timo, solo que esta vez las víctimas suelen ser empresas proveedoras que suministran productos que podrían ser vendidos fácilmente en el mercado negro, como pequeños electrodomésticos o bebidas alcohólicas. El nombre de Nazareno le viene por la procesión de acreedores que acuden desesperados a las instalaciones del estafador, vacías y abandonadas, para reclamar el pago de sus facturas y saber qué ha pasado con sus mercancías. El timador empieza ganándose la confianza de la empresa proveedora haciendo algunas compras que paga rápidamente en dinero contante y sonante. Se presenta ante el estafado como comercial de una empresa muy solvente, mostrando además una serie de documentos debidamente falsificados, o apareciendo bien vestido y con un coche caro.

Una vez ganada la confianza de la víctima, el estafador hace una nueva compra, esta vez de mucho más valor, pero en esta ocasión utiliza pagarés o letras de cambio como medio de pago. Una vez recibida la mercancía, el estafador la revende y desaparece. Es muy difícil dar con este timador, ya que aunque la víctima denuncie a la empresa, esta está a nombre de unos testaferros u "hombres de paja" que se declaran insolventes y no se les puede pedir responsabilidades civiles. El verdadero estafador nunca revela su verdadera identidad, ya que las empresas proveedoras nunca piden documentación personal a quien se presenta como comercial de la empresa timadora.


El falso abogado

Se trata de una estafa que se suele llevar a cabo de manera telefónica. La víctima recibe una llamada de un supuesto abogado que le llama para informarle de que su hijo ha sido detenido por haber provocado un grave accidente. A continuación, el falso abogado le ofrece a la víctima la oportunidad de pagar una cantidad de dinero para pagar la fianza y que su hijo se libre de ir a prisión. Las víctimas favoritas de este tipo de estafadores son personas mayores, pues son fácilmente sugestionables.


La estafa piramidal

Todos hemos oído hablar alguna vez de esta estafa, aunque muchos se resisten a reconocerla como tal. Se presenta como el negocio del siglo, que ofrece rentabilidades estupendas por hacer un trabajo de lo más sencillo. Sin embargo, la verdadera trampa está en su estructura interna. Una estafa con esquema piramidal es un tipo de negocio en el que los propios participantes deben contribuir a su crecimiento a través de la creación de una red de nuevos participantes con el objetivo de que estos vayan produciendo beneficios para los participantes originales. Este tipo de estafas suelen camuflarse bajo la venta de algún producto que, se supone, debería ser el centro del negocio; sin embargo, no tardamos en darnos cuenta de que el verdadero interés es la entrada de nuevos participantes, que normalmente tienen que realizar algún tipo de pago para entrar a formar parte del negocio. Los inversionistas nuevos son los que obtienen las ganancias de las que se van a nutrir los miembros anteriores a ellos, llegando hasta la propia empresa matriz, y esto es lo que le otorga a la estructura la forma de pirámide por la que es conocida esta estafa.

El esquema piramidal no está prohibido legalmente, pero se encuentra en una situación alegal no tipificada por la legislación. Es muy fácil caer en este tipo de trampas por la esperanza que infunden en el inversor de ganar dinero rápido. No obstante, estos sistemas están cada vez más vigilados por las autoridades regulatorias del mercado, quienes se encargan de dar la voz de alarma y tratar de desmantelar el negocio.


El Rip Deal

Nueva versión del timo de la estampita, pero enfocada al sector inmobiliario. Los estafadores que optan por esta modalidad de timo buscan anuncios de ofertas inmobiliarias y se presentan como empresarios solventes que están muy interesados en la adquisición del inmueble. Sin embargo, argumentan que no pueden viajar para conocer la vivienda por motivos de agenda, por lo que proceden a convencer al vendedor de que salga al extranjero para entrevistarse con ellos. La entrevista tiene lugar en sitios muy lujosos alquilados ad hoc; el estafador, asimismo, suele presentarse vestido con ropa de marca y relojes de alta gama para dar fe de su gran poder adquisitivo.

La estafa ocurre cuando los estafadores pactan elevar el precio de mercado del inmueble a cambio de que el vendedor acceda a cambiarles billetes de alto valor (dólares, libras esterlinas, francos suizos) por billetes en euros más pequeños, alegando que en su país es difícil cambiarlos. Estos billetes son, por supuesto, falsos, a excepción de una pequeña cantidad que utilizan para engañar a la víctima durante la transacción. El trato se cierra y prometen abonar el pago del inmueble en unos días. Pero al volver al país de origen, la víctima se da cuenta de la estafa. Intenta ponerse en contacto con el comprador, pero es imposible porque el teléfono aportado no responde y la cuenta de email es falsa. Se han dado casos de que los estafadores han usurpado la identidad de personas con gran prestigio comercial para llevar a cabo sus timos.


El cuento del tío

Posiblemente se trate de la estafa más antigua de esta lista, pues deriva del antiguo timo del entierro, cuya mención más antigua la tenemos en una carta de un penal ceutí del año 1854. La idea principal tanto del timo del entierro como del cuento del tío es hacerle creer a la víctima la importancia de invertir dinero en un bien u objeto y que luego ese dinero le será devuelto con creces. Las víctimas favoritas de los estafadores que usan este método son personas codiciosas que desean obtener dinero rápido. El nombre de este timo viene de la historia que contaba el estafador, que ha recibido una abundante herencia de un tío lejano pero resulta que este vive muy lejos y no tiene dinero para el viaje y reclamar la herencia. Entonces, el estafador le pide dinero a la víctima para poder hacer el viaje, con la promesa de que se lo devolverá en una cantidad muy superior al monto que le ha prestado. Sin embargo, el estafador desaparece y no se vuelve a saber nunca más de él.

El timo del cuento del tío es una estafa que nunca pasa de moda y que además se va adaptando a los nuevos tiempos. Seguramente os ha parecido similar al timo del tocomocho, del que ya he hablado, o de la famosa estafa nigeriana, en la que el estafador envía un correo electrónico a la víctima con el cuento de que es una persona rica que necesita trasladar su dinero de forma discreta al extranjero y le pide que lo haga a través de su cuenta bancaria con la promesa de darle una generosa gratificación. A medida que el timo avanza, se le exige a la víctima que pague para hacer frente a gastos inesperados o sobornos, pero siempre con la promesa de que, cuando todo termine, será millonario. Por supuesto, esto nunca ocurre, ya que esos supuestos millones no existen.


El fishing

Entre las modalidades de estafa actuales, el fishing estaría muy alto dentro del ranking, si es que no es directamente el primero. Los más afectados por esta modalidad de timo forman parte del sector empresarial, aunque casi cualquier persona puede picar y convertirse en víctima de esta estafa. El fishing funciona de una manera muy sencilla. Consiste en el envío de una carta, un mensaje de texto o un correo electrónico simulando que son la entidad bancaria del usuario. En esta carta, advierten de que existe un problema con la cuenta corriente del usuario, por lo que solicitan que pinchen un enlace y se les facilite sus claves de acceso con la promesa de arreglar el problema lo antes posible. Una vez proporcionadas las claves, la víctima recibe una llamada del estafador haciéndose pasar por personal de la entidad del banco para seguir enredando al estafado mientras se hace transferencias para comprar criptomonedas.

El fishing tiene multitud de modalidades de engaño y suplantación, pero el modus operandi siempre es el mismo.

jueves, 24 de marzo de 2022

Neo diccionario laboral

 

Siempre que me pongo a la tarea de buscar trabajo, me llaman la atención esos eufemismos que las empresas se inventan a la hora de redactar sus ofertas. Por si no fuera poco tener que sacarse una carrera, dos másters y varios cursos de formación, resulta que ahora hay que tirar de diccionario para tratar de descifrar lo que los reclutadores quieren de nosotros si queremos optar a un puesto en sus empresas.

No sé a quién se le ocurrió la idea de utilizar un vocabulario tan pretencioso para ofrecer un puesto de trabajo, sobre todo cuando éste es sencillo y no requiere más de una palabra para saber de qué va la cosa. Supongo que todo esto viene de la imperiosa necesidad humana de aparentar ante los demás lo que no es o lo que no tiene. Pero, como dice el refrán, dime de qué presumes y te diré de qué careces. A las empresas les encanta maquillar las cosas de tal manera que te pintan un puesto de mierda como si fuera necesario sacarse un doctorado cum laude para llevarlo a cabo. Eso sí, del sueldo mejor ni hablamos porque su cantidad es inversamente proporcional a la longitud de descripción del puesto que vas a ocupar. En otras palabras: Cuanto más largo es el nombre del puesto en la candidatura, menos vas a cobrar. Y lo mismo ocurre con las cosas que te van a pedir en la entrevista.



Y así está la cosa. Las ofertas de trabajo están redactadas para no ponérselo nada fácil a los candidatos, dando a veces la impresión de que no quieren que trabajes para ellos. Imagino que será una especie de filtros o algo así, pero resulta verdaderamente agotador tratar de cumplir la lista de cosas que te piden. Porque ocurre una cosa muy curiosa, y es que da la impresión de que las empresas quieren que trabajes para ellos como si no tuvieras vida propia, familia con la que estar o aficiones que te gustaría hacer en tu tiempo libre. Te piden imposibles como tener cinco años de experiencia en tu primer trabajo a los 22 años, o un nivel de inglés nativo cuando lo más probable es que su clientela sea la típica que hay por el barrio. También es muy común que te pidan ser proactivo, tener un gran compromiso con la empresa o poseer un nivel de tolerancia a la frustración alto, y te lo dicen como si fueran virtudes propias de un buen trabajador, cuando en el fondo no es más que una manera de decirte que te van a putear de lo lindo y es mejor que no te quejes si no quieres que le den el trabajo a otro y tú te quedes ahí comiéndote los mocos.

Por eso, he buscado por Internet algunas de las expresiones más comunes que veremos en candidaturas o en entrevistas de trabajo y he elaborado un pequeño diccionario laboral con la intención de que sepáis a qué ateneros cuando os pinten ese trabajo normalito como la oportunidad de que vuestros sueños se hagan realidad.

¡Mucha suerte a todos en vuestra ardua búsqueda!


-Recurso humano: El esclavo trabajador de toda la vida.


-Buscamos gente proactiva: Vas a tener que hacer horas extra y no te las vamos a pagar.


-Cargo de confianza y mucha responsabilidad: Tienes hora de entrada pero no de salida, te va a llegar trabajo por todas partes y te vas a llevar la culpa de todos los problemas que surjan.


-Racionalización de recursos: A la puta calle.


-Periodo de ajustes: A la puta calle.


-Desvinculación estratégica: A la puta calle.


-Reajuste de requerimientos: Venga, que ya os la sabéis. Exacto, a la puta calle.


-Reestructuración: Yo ya no digo ná...


-Flexibilizar el mercado laboral: A la puta calle, y sin que nos cueste ni un duro.


-Reajuste de responsabilidades: Vas a trabajar más pero vas a seguir cobrando lo mismo.


-Optimización de capacidad instalada: Igual que la anterior pero más rimbombante.


-Optimización de recursos financieros: No, no te vamos a subir el sueldo.


-Ajuste de remuneraciones al entorno macroeconómico actual: Le vamos a bajar el sueldo a los curritos pero nosotros nos lo vamos a subir.


-Buscamos a alguien organizado: Tu puesto va a ser un completo caos. Mucho trabajo estresante y más horas de las estipuladas.


-Es esencial que tenga buenas habilidades comunicativas: La labia que tengas te servirá lo mismo para hacer presentaciones en público que para colocar un trabajo mal hecho o con retraso.


-La motivación es muy importante: Puesto de trabajo con poco control, lo que te obligará a hacer tus propias tareas.


-Somos una empresa en crecimiento: Tenemos este local y otro más en la otra punta de la ciudad.


-Es imprescindible que tenga un horario flexible: Trabajar mucho, quejarse poco y cobrar menos.


-Buscamos un trabajador cualificado para el puesto: Vas a tener que hacer tareas relacionadas con el título que tienes... y también otras que no tienen nada que ver.


-Queremos que el trabajador tenga compromiso con la empresa: Vas a trabajar como un burro y te vamos a exigir mucha productividad.


-Es imprescindible tener buena presencia: Solo queremos gente joven y guapa.


-Preferible que resida cerca del puesto de trabajo: En realidad, no tenemos ningún motivo para exigirte esto. Es solo que nos gusta tocarte las narices.


-Disponibilidad de tiempo: Te vamos a explotar a base de bien, así que olvídate de que tienes una vida.


-Con ganas de crecer laboralmente: Pagamos una miseria pero, ¡venga! ¡Arriba ese ánimo!


-El candidato debe tener una actitud excelente: Ni se te ocurra quejarte o te vas de aquí a toda leche.


-Debe saber tener tolerancia a la frustración: Básicamente, el trabajo es una mierda.


miércoles, 23 de marzo de 2022

Vagando por el Arte: Unos cuantos piquetitos

 

El arte no deja indiferente a nadie. Imaginemos la escena por un momento: Una mañana tranquila en la que hay poco que hacer. Sobre la mesa de la cocina, una taza de café humeante y un periódico. La noticia llama la atención del lector y la imagen que acompaña el texto le produce una tremenda desazón. Ha ocurrido un crimen: un hombre ha matado a su pareja apuñalándola repetidas veces. La morgue dice que la mujer ha muerto desangrada. Las fotografías muestran el cadáver maltrecho de la víctima. Y una pintora de la talla de Frida Kahlo solo encuentra una manera de mostrar toda la violencia que hay en la noticia y en su corazón.




A lo largo de su carrera, Frida Kahlo realizó muchas pinturas con un aire macabro y desgarrador que provocaba un impacto en el espectador. Los expertos están de acuerdo en que la vida privada de la artista tiene su mayor reflejo en su pintura, llegando incluso a opacarla, a invadirla e incluso sobreponerse a ella. En cada cuadro que pintaba, Frida se representaba a sí misma, y cuando no lo hacía, sacaba a la luz una parte de su sufrimiento interno y lo representaba de otra manera, pero siempre con esa referencia a sí misma, a su dolor, a sus pensamientos y a su amargura.

Pese a que el feminismo ha encumbrado a Frida Kahlo como una de las grandes santas y patronas del Feminismo, lo cierto es que no fue tal en el sentido de que ella no se tenía por feminista. Kahlo no pretendió nunca hablar por todas las mujeres, y su lucha por conseguir derechos estaba enmarcada dentro de los parámetros del comunismo, en cuyo partido militó activamente durante muchos años. Sin embargo, obras como Unos cuantos piquetitos (1935) eran las que aportaban su granito de arena a la hora de visualizar a la mujer como víctima normalizada en un escenario donde se acostumbraba a ejercer la violencia sobre el género femenino. Este cuadro, considerado de menor importancia dentro de la extensa obra de Kahlo, supone una apertura a la visión de la mujer como víctima física y tangible.

La inspiración para este cuadro surgió a raíz de una noticia publicada en un periódico: un hombre, que había sido arrestado por matar a su esposa, se excusaba en los juzgados diciendo que tan solo le había dado "unos cuantos piquetitos"; según la Policía, fueron veinte puñaladas. Esta cínica frase impactó tanto a Frida que la pintó en la parte superior del cuadro, en un cartel sostenido por dos palomas que sobrevuelan la escena del crimen. La víctima, con el cuerpo cosido a puñaladas, yace muerta o moribunda sobre un camastro lleno de sangre. Solo lleva puesto un zapato y un pequeño liguero. De pie junto a ella, su marido y verdugo sonríe, orgulloso de haber llevado a cabo su sangrienta hazaña. En su mano derecha empuña aún el cuchillo con el que ha apuñalado a la mujer, mientras que con la otra mano trata de guardar el pañuelo que ha utilizado previamente para limpiarse la sangre, lo que da a entender que es muy posible que saliera impune de su crimen.

La sangre es la protagonista absoluta de este cuadro, apareciendo por toda la escena. Todo está cubierto de sangre, hasta el propio marco del cuadro, rompiendo así una especie de cuarta pared al hacer partícipe de la escena al espectador, pues hay tanta sangre que se desborda, sale del cuadro y llega incluso a él. Para darle mayor dramatismo a una imagen que no necesita más para causar horror, Kahlo llegó al punto de acuchillar repetidas veces el marco de madera, como muestra de esos "piquetitos" de los que hablaba sin pudor el asesino, impasible ante el cuerpo destrozado de su esposa. Todos estos elementos (la frase, la sangre en el marco, las puñaladas) fueron utilizados por Frida Kahlo para darle una mayor fuerza a la imagen que pintó, para llamar la atención del espectador y hacerle partícipe del horroroso crimen que ocurre ante sus ojos pero que no es capaz de denunciar. ¿Nos quedaremos mirando impasibles cómo se produce el asesinato o haremos algo para solucionar el problema?

Frida Kahlo marcó un antes y un después al realizar este cuadro y otros muchos durante su larga trayectoria. Temas como el asesinato de una mujer, la lactancia materna o el aborto eran considerados tabú en el México de los años 30, y Frida no mostró el menor reparo en mostrarlos en su obra pictórica. Quizá por eso el movimiento feminista tomó su figura y la erigió como una matriarca y una luchadora por la causa, pero nada más lejos. De hecho, es la propia Frida Kahlo la que nos dice que esta obra es egoísta, pues también la representa a ella como víctima de la persona a la que convirtió en su mundo entero: el pintor Diego Rivera.

Casados desde 1929, la relación entre Diego y Frida tuvo muchos altibajos que hicieron sufrir terriblemente a la artista mexicana. Cruel, egoísta y un impenitente mujeriego, Diego Rivera no escondió nunca su pasión por otras mujeres. Su gran popularidad le granjeaba toda la atención femenina que deseaba, y se acostó con cuantas quiso durante toda su vida, algo que atormentaba a Frida. Fue tal su falta de respeto que llegó incluso a tener relaciones con la hermana de Frida, Cristina Kahlo. Traicionada por ambas partes, Frida se quiso identificar con la mujer apuñalada. Esa mujer asesinada era ella, asesinada por Diego todos los días con sus desmanes, pero también era la mujer con la que Diego estaba y a la que Frida quería ver muerta para recuperar a su amado.

El óleo fue pintado sobre metal y fue vendido al Museo Dolores Olmedo en 1955, un año después de la muerte de Frida Kahlo.


viernes, 4 de febrero de 2022

Mujeres de armas tomar


Históricamente, la mujer pasó de puntillas por los grandes acontecimientos de la Humanidad, algo que no es un secreto para quien sepa un mínimo de Historia. No debe sorprendernos que esto sea así; la historia de la humanidad es, en gran medida, la historia de los grandes hombres que llevaron a cabo proezas para el engrandecimiento de sus naciones y la mayor gloria de su linaje. Este hecho ha llevado a muchos a preguntarse cuál fue el papel de la mujer dentro de la Historia. ¿Por qué no sabemos prácticamente nada de las mujeres en los tiempos turbulentos del pasado? Por la sencilla razón de que no era el papel que les estaba destinado, hablando en términos socioculturales. El lugar de la mujer estaba en su hogar como cuidadora y protectora de la familia, quedando los asuntos públicos a cargo del varón. Esto no quiere decir que no hubiera mujeres luchadoras, guerreras y gobernantes, pero han llegado tan pocas a nuestros días que recordamos bastante bien sus nombres y sus hazañas.

En el artículo de hoy, he hecho una selección de estas mujeres a las que la Historia se ha referido a ellas varias veces como de comportamiento "varonil", aunque la expresión que más me gusta para referirnos a ellas es la de "mujeres de armas tomar". Porque eso es lo que fueron: mujeres a las que no les tembló el pulso a la hora de empuñar las armas y luchar codo con codo con sus compañeros varones para lograr un objetivo.


María Pita (1556-62? - 1643)



Ya le dediqué en su día un artículo a esta famosa heroína gallega, que podéis leer aquíMaría Pita, nacida en una fecha incierta entre 1556 y 1562, fue una mujer coruñesa de origen humilde que trabajaba como carnicera junto a esposo Gregorio de Rocamonde. Cuando la flota de Francis Drake, enviada en 1589 para destruir lo que quedara de la Armada Invencible, llegó a Coruña y vio lo mal guarnecida que estaba la ciudad, dio orden de atacarla y conquistarla. Diez días duró el asalto, pues Drake no contaba con la fiera resistencia que los coruñeses le iban a mostrar, pues todo el pueblo se alzó en armas contra los invasores a pesar de la enorme desventaja tanto armamentística como numérica.

Entre los defensores estaba María Pita, quien se dice que luchaba con la espada que había pertenecido a Gregorio de Rocamonde, muerto en el asalto. En cierto momento, se adelantó a todos para clavarle una pica en el pecho al alférez que se disponía a colocar la bandera de la victoria en el fuerte de San Antón. La leyenda dice que le arrebató la bandera al moribundo, la enarboló para alentar a su pueblo y gritó:

"¡Quen teña honra, que me siga!"

Este gesto cambió por completo el curso de la batalla, pues los defensores sintieron sus ánimos enardecidos en tanto que los invasores vieron flaquear los suyos. Iniciaron el repliegue y, cuatro días después reembarcaron precipitadamente, derrotados y con la moral por los suelos. Tras la victoria, se dice que María Pita siguió haciendo buenas obras por su gente como ayudar a curar a los heridos o colaborar aportando ropa y alimentos. Su labor fue tan destacable que llegó a oídos de Felipe II, quien recompensó su labor otorgándole el grado y la paga de alférez.


Inés de Ben



De la mano de María Pita, pero menos conocida, nos llegan las hazañas de Inés de Ben, tan importantes como las de su paisana, aunque su final no fue tan feliz. Tenía esta mujer un pequeño colmado o mercería en el barrio de la Pescadería y era una de tantas otras mujeres trabajadoras de su tiempo. Hubiera pasado completamente desapercibida de no ser por la invasión de la armada de Drake. El 4 de mayo de 1589, al comenzar el cerco inglés, unió sus fuerzas a las de sus vecinos y, junto con otras mujeres, ayudó a reconstruir las murallas mientras las tropas contenían a los invasores.

Pero la mayor aportación de Inés de Ben sería otra. Cuando la munición empezó a escasear entre los coruñeses, Inés aportó suministros de pólvora y cuerda de su propia tienda para crear pequeñas bombas de mano con las que contener el avance inglés. Pero en estas estaba cuando fue alcanzada por un arcabuz enemigo. Recibió dos disparos: uno en el muslo y otro en la cabeza, que, aunque no la mató, la dejó parcialmente ciega. Fue trasladada al hospital de heridos hasta que se recuperó, pero solo para descubrir que su tienda había sido desvalijada. Pobre, viuda y con dos niños a su cargo, Inés no veía un buen porvenir para ella y sus hijos. A pesar de que pidió una indemnización por los servicios prestados, se desconoce el resultado del pleito, aunque es posible que este le fuese desfavorable. Se sabe que murió en la miseria y que su cuerpo fue enterrado en una fosa común.


Agustina de Aragón (1786 - 1857)



Pocos en este país desconocen quién fue esta brava mujer, pues sus hazañas, además de estar bastante bien documentadas, han adquirido a lo largo de los años un matiz legendario muy atractivo. Nacida como Agustina Zaragoza Doménech, contrajo matrimonio con un cabo segundo del Real Cuerpo de Artillería y se trasladó con él a Zaragoza en 1808 cuando fue llamado a las armas, en el momento en que los franceses iniciaron el bombardeo de la ciudad. Agustina pronto se distinguió en la defensa alentando a los artilleros y proporcionándoles víveres y munición. Al ver cómo iban cayendo uno tras otro los artilleros españoles, Agustina tomó un botafuego y descargó una y otra vez un cañón de a 24 con bala y metralla aprovechada, hasta que hizo retroceder al ejército francés.

En el segundo sitio de Zaragoza volvió a distinguirse por su arrojo y valor, pues intentó desalojar a los franceses del convento de la Trinidad, llegando incluso a recuperar en el proceso dos fusiles de los españoles. La peste, sin embargo, la obligó a retirarse temporalmente del campo de batalla. Una vez recuperada marchó a Teruel, donde la Junta le concedió pasaporte para el ejército, con el que se dirigió a Andalucía. Encontramos a Agustina dos veces más en su expediente militar. La primera en la defensa de Tortosa (1810), donde sirvió en una de las baterías hasta la rendición, siendo conducida posteriormente a Zaragoza; la segunda la ubica en la batalla de Vitoria, en 1813, donde nuevamente sería elogiada por su comportamiento valiente y heroico. Terminada la guerra, Agustina permaneció en Zaragoza. En premio por los servicios prestados, Fernando VII le concedió un aumento de cien reales de vellón sobre el sueldo de subteniente que ya recibía y el privilegio de usar la Cruz de Distinción, reservada solo a los jefes y Generales más destacados.

El final de su vida fue bastante menos ajetreado que su vida en el campo de batalla. Se trasladó a Ceuta, donde vivía su hija Carlota, y allí vivió hasta su muerte en el año 1857. Trece años después, sus restos fueron llevados a Zaragoza, donde se encuentran hoy en día, y en cada escala se le rindieron honores militares y exequias solemnes.


Casta Álvarez (1786 - 1846)



Contemporánea de Agustina de Aragón, pero un poco menos famosa que ésta, estaba Casta Álvarez, quien fue célebre entre los suyos por el arrojo que mostró al plantar cara a los ejércitos franceses que invadieron España durante la Guerra de la Independencia. Casta Álvarez se encontraba en Zaragoza cuando dio inicio el sitio a esta ciudad. Tenía 22 años y fue la única mujer que desde el primer día tomó las armas para la defensa. Jamás abandonó su puesto, y pronto se hizo familiar verla portando fusil y bayoneta calada. Durante el segundo sitio permaneció en su puesto de defensa, participando en la salida que hizo la caballería el 31 de diciembre de 1808, lo que le valió como recompensa la cinta encarnada. Se mantuvo hasta el fin con la misma entrega y espíritu combativo.

Tras la capitulación de la ciudad en 1809, se trasladó a la localidad de Cabañas de Ebro, donde contrajo matrimonio con un humilde labrador. Siguiendo el protocolo establecido, solicitó una pensión como recompensa por sus servicios y el derecho a usar los dos Escudos de Distinción (que también poseía Agustina de Aragón). Sin embargo, vivió durante muchos años en la más absoluta pobreza. Viuda y sin hijos, tuvo que recurrir a la caridad de sus vecinos, ya que casi nunca cobró la pensión que había solicitado, sustraída posiblemente por algún funcionario desaprensivo que se aprovechó de su temprana locura. Murió a los 60 años y fue enterrada como pobre de solemnidad en el cementerio del pueblo, hasta que en 1908 se exhumaron sus restos para trasladarlos al Panteón de Heroínas de la Iglesia de Nuestra Señora del Portillo de Zaragoza.


Manuela Malasaña (1791 - 1808)



La figura de Manuela Malasaña está a caballo entre la historia y el mito, siendo complicado separar ambas versiones. La tradición oral nos cuenta de ella que era una bordadora que vivía en el antiguo barrio de  Maravillas, pero lo que la ha hecho famosa han sido las circunstancias de su muerte. Una primera versión nos cuenta que Manuela se incorporó a la defensa del Parque de Artillería de Monteleón preparando los cartuchos que su padre disparaba contra las tropas francesas, hasta que la muchacha fue alcanzada por un disparo enemigo. Otra variante de esta versión afirma que fue hecha prisionera y ejecutada bajo la acusación de habérsele encontrado un arma en su poder.

La otra versión, quizá la más conocida, sitúa a Manuela Malasaña al abrigo de la lucha en el taller de bordado donde trabajaba por orden de la dueña del taller y hasta que cesaran los disparos. Pero al regresar a casa, se topó con una patrulla de soldados franceses que habrían intentado abusar de ella mientras la registraban, y ella habría usado unas tijeras para defenderse, acto que le habría valido la muerte a manos de sus asaltantes. Hay serias dudas acerca de la fecha de su muerte y sobre la figura de su padre (se piensa que podría ser huérfana), pero la realidad no pudo con el mito, y Manuela Malasaña se convirtió en símbolo del valor y el coraje del pueblo madrileño. La leyenda de Manolita había calado tanto en el imaginario popular que incluso se le dedicó una calle en el barrio de Maravillas, que más adelante y por extensión, tomó el nombre de barrio de Malasaña, con el que es conocido a día de hoy.


Catalina de Erauso, la Monja Alférez (1592 - 1650)



Su vida sería digna de un personaje de novela o de leyenda, pero en realidad fue una mujer de carne y hueso. Catalina de Erauso nació en la villa de San Sebastián. Su padre servía como comandante a las órdenes del rey Felipe III, de manera que la joven Catalina creció con la milicia como parte de sus juegos infantiles. A los cuatro años fue internada en un convento dominico junto a sus hermanas pero, a diferencia de estas, Catalina no profesó, ya que su padre solo pagaba por sus alimentos, pero no pagó por su dote. Sin embargo, Catalina aduciría varias veces su condición de religiosa para evitar problemas con la justicia y cuando se veía en peligro de muerte. A los quince años y tras muchas peleas con las monjas, se escapó del convento y pasó por diversas ciudades disfrazada de varón, empleándose en varios trabajos hasta que embarcó en la nao del general Echazarreta que partiría rumbo a América.

A partir de este momento, Catalina se hizo llamar siempre con el nombre de Alonso Díaz, aunque tenía otros seudónimos. Se quedó en Panamá al perder el barco que volvía de regreso a España y empezó a trabajar con un comerciante, ganándose su aprecio por su buen hacer. Fue trasladada a Lima, donde encontró un nuevo empleo en un reclutamiento de compañías para la invasión de Chile. Su ejército arrasó las tierras y los bienes de los mapuches, a los que Catalina masacró sin piedad. Luchó en la Guerra del Arauco, donde ganó fama de valiente y hábil con las armas, siempre sin revelar su condición de mujer. En la batalla de Valdivia recibió el grado de alférez. En la batalla de Purén, tras la muerte del capitán de su compañía, asumió ella misma el mando y llevó a su ejército a la victoria.

Anduvo de acá para allá durante mucho tiempo, metiéndose en todo tipo de pleitos y problemas con la justicia, hasta que fue detenida en 1623 en Huamanga, Perú. Para evitar ser ajusticiada, confesó que era una mujer y que había estado en un convento, tras lo cual fue enviada de vuelta a España. El rey Felipe IV mantuvo su graduación militar y la apodó "la Monja Alférez", al tiempo que le permitió seguir usando su nombre masculino y le concedió una pensión por sus servicios a la Corona. En 1630 se instaló en la Nueva España, en la ciudad de Orizaba. Se cree que pudo haber muerto en el pueblo de Cotaxtla y sus restos descansan en la iglesia de San Juan de Dios de Orizaba.


Isabel Barreto (1567? - 1612)



Considerada la primera mujer que ostentó el cargo de almirante en la historia de la navegación, la vida de Isabel Barreto ha generado mucha leyenda carente de fundamento. Nació en Lima (algunas fuentes dicen que nació en Pontevedra, trasladándose a Lima al poco de nacer) y era hija de los portugueses Nuño Rodríguez Barreto y Mariana de Castro, naturales de Madeira. La casaron en 1586 con Álvaro de Mendaña, adelantado de las Islas Salomón, y parece ser que de este matrimonio no tuvieron hijos. La dote que le dieron sus padres sirvió para comprar un barco para hacer una expedición a las islas, a donde fue con su marido en 1595. La fama de Isabel Barreto proviene de que, al morir su esposo ese mismo año, le cedió el cargo de gobernadora de las nuevas tierras descubiertas y adelantada del mar Océano.

La expedición partió rumbo a Manila por orden de Isabel. Durante el viaje pasaron por todo tipo de penalidades: hambre, sed, enfermedades, muerte... Tuvo muchos enfrentamientos con el piloto Fernández de Quirós y la tripulación, posiblemente a causa del carácter altivo y riguroso de Barreto. Pese a todo, la flota llegó a Manila en 1596, año en el que Isabel contrajo nuevas nupcias con Fernando de Castro, caballero de la Orden de Santiago y sobrino del gobernador de Filipinas. Un año después, navegaron hacia Acapulco. En México, Isabel ocupó el cargo de "encomendera" de Guanaco y su marido fue propuesto como gobernador de Filipinas. En 1607 ambos cónyuges solicitaron permiso para regresar a España para hacerse cargo de una serie de pleitos judiciales; una vez resueltos, regresaron ambos a Perú, donde Fernando fue nombrado gobernador de Castrovirreyna. Aquí fue donde terminó sus días Isabel Barreto en 1612, aunque no se sabe con certeza si sus restos descansan en la iglesia de dicha ciudad o si fueron trasladados, tal como ella quería, al convento de Santa Clara en Lima.


Inés Suárez (1507 - 1580)



Desde tierras extremeñas, cuna de grandes navegantes y conquistadores, nos llega la fascinante historia de esta guerrera y conquistadora cuyo papel fue clave en la conquista de Chile. Pasó su infancia en Plasencia, donde aprendió el oficio de costurera. A los 19 años se casó con su primer esposo, Juan de Málaga, que partió en un barco rumbo a Panamá, dejando a Inés en España. Después de esperarle durante diez años, consiguió una licencia para poder ir a las Indias a buscarle, pero cuando llegó a Venezuela descubrió que su marido había muerto en la Batalla de las Salinas, recibiendo como compensación una pequeña parcela en el Cuzco y una encomienda de indígenas.

Fue en Cuzco donde conoció a Pedro de Valdivia, maestro de campo de Francisco Pizarro, y se dice que entre los dos llegó a entablarse una relación amorosa. Inés marchó junto a Valdivia en su expedición a las tierras de Chile, prestando diversos servicios de tipo doméstico a los soldados. En el valle del río Mapocho fundaron una ciudad que sería conocida como Santiago de Nueva Extremadura; pero la hostilidad de los indígenas causó muchos problemas. Aprovechando la ausencia de Valdivia, que había ido a sofocar una rebelión en Cachapoal, los indios se alzaron en armas y asaltaron la plaza, matando a varios hombres y provocando un gran incendio. Inés Suárez se distinguió entonces por su arrojo y valor, pues lo mismo ayudaba a atender a los heridos como se enfrentaba a los indios a brazo armado. Pero el acto que la llevaría a ser reconocida fue la orden que dio de decapitar a los siete caciques que los españoles tenían prisioneros, logrando así que los atacantes se retiraran.

En Perú, Valdivia tuvo que hacer frente a un proceso judicial en el cual se le acusó de vivir amancebado con Inés, por lo que se apresuró a casarla con Rodrigo de Quiroga, amigo suyo y compañero de armas. El matrimonio vivió feliz durante treinta años, en los cuales Inés llevó una vida tranquila y religiosa. Junto con su marido, contribuyó a la construcción del templo de la Merced y de la ermita de Montserrat, en Santiago. Murió alrededor del año 1580, a los 72 años.


Beatriz Bermúdez de Velasco, la Bermuda (s. XV - s. XVI)



De la mano de Francisco Cervantes de Salazar nos llega la historia de una extraordinaria mujer que, espada en mano, insultaba a los españoles que huían de los aztecas que les obligaban a batirse en retirada durante la toma de Tenochtitlán. Hay muy poca información acerca de Beatriz Bermúdez más allá de su "noble linaje", pues no se conocen ni su lugar de nacimiento ni su vida anterior a la conquista.

Se sabe, no obstante, que llegó al Nuevo Mundo acompañando a su marido en la expedición de Pánfilo de Narváez en 1520. Participó junto a su esposo en varias acciones, siendo la más famosa la que protagonizó en la batalla de Tenochtitlán. En el momento de la batalla en que varios españoles e indígenas aliados se retiraban de manera desordenada de los guerreros aztecas, Beatriz Bermúdez los reprendió diciendo:

"¡Vergüenza, vergüenza, españoles, empacho, empacho! ¿Qué es esto que vengáis huyendo de una gente tan vil, a quien tantas veces habéis vencido? Volved a ayudar a socorrer a vuestros compañeros que quedan peleando, haciendo lo que deben; y si no, por Dios os prometo de no dexar pasar a hombre de vosotros que no le mate; que los que de tan ruin gente vienen huyendo merecen que mueran a manos de una flaca mujer como yo”.

Fue tal la vergüenza de sí mismos que sintieron los españoles, que se volvieron hacia los enemigos con energías renovadas y vencieron a pesar de tenerlo todo en su contra, pudiendo más tarde rescatar a los compañeros que habían quedado rezagados. Esta muestra de bravura le valió a Beatriz el sobrenombre de La Bermuda pero, lamentablemente, poco o nada sabemos después de este hito que le dio fama y reconocimiento entre los soldados españoles.


María Pacheco, la Leona de Castilla (1496 - 1531)



María Pacheco nació en la Alhambra, en el seno de una familia de linaje noble. Su padre era virrey y capitán general de Granada y su madre era hermana del segundo marqués de Villena, Diego López Pacheco. Con catorce años se concertaron sus esponsales con Juan de Padilla, caballero toledano de rango muy inferior al suyo. El matrimonio se trasladó a Toledo en el año 1518 al suceder Juan de Padilla a su padre en el cargo de capitán de gentes de armas. Se cree que María Pacheco apoyó e incluso instigó a su marido a que participase en el levantamiento de las Comunidades, lo que le llevó a ser nombrado capitán general de las tropas comuneras por breve tiempo. Tras su derrota en la batalla de Villalar, Padilla fue hecho prisionero y mandado ejecutar en 1521.

En ausencia de su marido, María gobernó Toledo hasta la llegada del obispo de Zamora, Antonio de Acuña. Desde allí, lideró la última resistencia de las Comunidades estacionando defensores a las puertas de la ciudad, mandando traer artillería, implantando contribuciones y nombrando capitanes de las tropas toledanas. Fue una resistencia larga, de unos nueve meses en los que María Pacheco tuvo que llamar al orden de las tropas en innumerables ocasiones. Llegó a apuntar a los propios toledanos con los cañones del Alcázar y tomó la plata del sagrario de la catedral de Santa María para pagar a las tropas. Tras muchos tiras y aflojas, las tropas realistas acabaron por derrotar a los comuneros y María se vio forzada a disfrazarse de aldeana para huir a Portugal. Aunque se pidió para ella el perdón real, este nunca le fue concedido. Vivió en Oporto el resto de su vida dependiendo de la caridad del arzobispo de Braga y del obispo de Oporto, en cuya casa vivió, hasta su muerte en 1531. 

Sus contemporáneos la llamaron la "leona de Castilla", "brava hembra" y "centella de fuego", pero también decían que era más propensa a los excesos que a la moderación. De María Pacheco nos quedan para la posteridad estos versos que su hermano menor, Diego Hurtado de Mendoza, escribió a modo de epitafio:

Si preguntas mi nombre, fue María,

Si mi tierra, Granada; mi apellido

De Pacheco y Mendoza, conocido

El uno y el otro más que el claro día

Si mi vida, seguir a mi marido;

Mi muerte en la opinión que él sostenía

España te dirá mi cualidad

Que nunca niega España la verdad.


¡Y hasta aquí por hoy! Espero que os haya gustado esta pequeña selección. Por supuesto, me he dejado a muchas más en el tintero, ya que la información que se tiene de ellas es demasiado escasa. Pero quizá algún día se descubran más cosas de estas mujeres extraordinarias sin las cuales no sabríamos el significado de la palabra "valor".

sábado, 1 de enero de 2022

Caprichos de restaurador

 

¡Hola a todos!

Cuánto tiempo sin subir una entrada sobre arte, ¿verdad? Creo que ya tocaba traeros algo cultural y entretenido a la vez, pero confieso que últimamente tengo el cerebro como una esponja y me cuesta un poco pensar cosas originales que os podrían gustar y, de paso, que sean  interesantes y curiosas. Pero estos días, viendo fotos de cuando estudiaba la carrera, vino a mi mente un tema que ya me gustó mucho en su día por lo extraño, simpático e instructivo que puede ser.

Imaginad por un instante que estáis de excursión con un grupo de estudiantes o haciendo turismo por una ciudad con un casco antiguo que se ha conservado casi intacto desde la Edad Media. Si os gusta conocer la Historia de una ciudad, seguramente dar un paseo por esa urbe antigua entrará dentro de vuestros planes. Pues, ¿qué puede haber más hermoso que pisar una callejuela asfaltada en el siglo XIII, perderse en una laberíntica judería, contemplar las magníficas iglesias y catedrales, y descubrir nada más y nada menos que la imagen de un astronauta?

Sí, habéis leído bien. Hay iglesias a lo largo y ancho de este mundo que poseen imágenes y esculturas sorprendentes por lo inesperadas y anacrónicas que son. ¿Qué pinta un astronauta en una catedral construida en el siglo XVI? ¿Cómo es posible hallar una cámara de fotos, un teléfono móvil o un combate de boxeo en una iglesia de más de quinientos años? La explicación es muy sencilla, y no tiene nada que ver con viajes temporales ni visitas extraterrestres a este planeta. Así que dejad de enviarle mensajes a Iker Jiménez y a la patrulla del Ministerio del Tiempo, y permitidme que os muestre algunas de las esculturas anacrónicas más curiosas que existen.


El Astronauta, Catedral Nueva de Salamanca




Salamanca es una hermosísima ciudad que, entre otras cosas, puede jactarse de tres cosas: Poseer uno de los conjuntos monumentales más importantes de España, ser el lugar donde dio clase el insigne Fray Luis de León y tener edificios emblemáticos con las tallas más sorprendentes que jamás veremos. Es muy famosa la tradición de visitar las puertas de la Universidad y buscar en su fachada plateresca la pequeña figura de una rana, por poner un ejemplo, pero hay muchos más secretos por descubrir en los antiguos muros salmantinos, y el Astronauta es uno de los más emblemáticos.

Fue tallado en la fachada de la Catedral Nueva de Salamanca en el año 1992, momento en el que se llevó a cabo la restauración de algunos edificios emblemáticos de la ciudad. Miguel Romero, uno de los canteros que trabajó en la restauración, decidió incorporar a la decoración de la Puerta de Ramos la famosa figura del astronauta como forma de dejar su firma personal en el monumento, tal como hacían los canteros medievales. Pero, ¿por qué eligió un astronauta? Pues porque el tema que se celebraba aquel año era el de las Edades del Hombre. La elección del astronauta fue un homenaje al siglo XX, como símbolo de la modernidad.



El Tuno, Iglesia de San Benito, Salamanca




Menos conocido que el Astronauta, pero igualmente curioso, es este tuno esculpido en la iglesia salmantina de San Benito en el año 1995, también durante una restauración. La figura, ataviada con el jubón y los bombachos característicos de la tuna, porta un instrumento musical, posiblemente un laúd o una bandurria, y se encuentra mirando hacia arriba, en una posición tal que parece que se disponga a iniciar la ronda de un momento a otro.

El autor de esta curiosa figura es Miguel Romero, el mismo cantero que talló el Astronauta, no solo con la intención de dejar su firma en la iglesia de San Benito, sino también como homenaje a un estudiante fallecido que tocaba en una de las rondallas universitarias. Es digno de elogio que Romero haya representado sus figuras respetando el estilo escultórico del resto del programa iconográfico, ya que hace que tanto su Astronauta como su Tuno pasen desapercibidos o incluso se tomen como figuras hechas en el siglo XVI.



El Fotógrafo, Catedral de San Antolín, Palencia




En la Catedral de Palencia, una de las gárgolas del ábside se sale de lo común, ya que muestra una figura portando una cámara fotográfica. Posiblemente se trate de José Sanabria, un conocido fotógrafo de principios del siglo XX. Fue un personaje muy popular en Palencia, ya que se dedicó a inmortalizar en sus fotografías el patrimonio artístico de la ciudad y la provincia. Por ello, como homenaje a este personaje tan querido en su tierra, el arquitecto palentino Jerónimo Arroyo lo inmortalizó para siempre con su cámara entre las piedras de la catedral.



Combate de boxeo, Monasterio de Santa María de Sandoval, Villaverde




Nada más y nada menos que un combate de boxeo se puede contemplar en uno de los canecillos del monasterio de Santa María de Sandoval, sito en León. A pesar de que ya se han visto representaciones arcaicas de pugilistas griegos o romanos, si prestamos atención a los guantes que utilizan estos dos luchadores nos daremos cuenta de que es una restauración bastante actual. Este curioso anacronismo se lo debemos al cantero leonés Andrés Seoane, quien quiso de esta forma dejar testimonio para la posteridad de su afición al boxeo. Se trata, pues, de un detalle reciente, producto de las últimas intervenciones que se hicieron en el monasterio en la década de los setenta del pasado siglo XX.



Dragón comiendo un helado, Catedral Nueva de Salamanca




Regresamos a la Catedral Nueva de Salamanca, concretamente a la llamada Puerta de Ramos o de la Borriquilla, para encontrarnos con este curioso dragón que, como vemos, está degustando un cucurucho de helado de dos bolas. La historia de este dragón es exactamente la misma que la del famoso astronauta (de hecho, fue esculpido por el mismo escultor, Miguel Romero), que consistía en añadir un anacronismo escultórico pero sin romper con la estética decorativa original de la Puerta. Este dragón podría pasar por un animal salido de algún bestiario medieval, de no ser por ese cucurucho tan característico que le da el toque actual sin romper con lo antiguo.



Teléfono móvil, Catedral de Calahorra, La Rioja




Las obras de la Catedral de Calahorra fueron bastante largas, puesto que empezaron en 1484 y se prolongaron durante doscientos años. Fuera de la catedral, en la calle Arrabal se encuentra la puerta de San Jerónimo, de estilo plateresco del siglo XVI. Pero uno de los detalles llama poderosamente la atención, pues se trata de un teléfono móvil. Este anacronismo fue introducido de manera voluntaria para cubrir la pérdida de un elemento anterior por causa de la meteorización. Se sustituyó por un teléfono móvil modelo Nokia con la fecha de 1996 para simbolizar algo propio de la época aunque, a día de hoy y con los muchos avances tecnológicos que hemos visto, queda bastante desfasado.



Aliens enfrentados, Catedral de San Antolín, Palencia




En la arquivolta exterior de la portada de San Juan o de los Reyes de la catedral de San Antolín de Palencia, donde también está el famoso Fotógrafo del que ya hemos hablado, se puede encontrar también un elemento que, evidentemente, no formaba parte del programa iconográfico original. Y es que en dicha arquivolta nos vamos a topar, nada más y nada menos, que con dos aliens mirándose de frente. Y no unos alienígenas cualquiera, sino dos monstruos salidos de la mismísima saga de películas Alien. Este añadido, realizado en piedra artificial, fue creado en 1995 por el arquitecto Fernando Díaz-Pinés. Este hombre, gran aficionado al cómic y a la ciencia ficción, realizó el boceto de estos aliens y se lo pasó a los escultores encargados de la restauración, elevando la famosa saga de ciencia ficción al rango catedralicio.



El Octavo Pasajero, Paisley Abbey, Glasgow




Y de Palencia nos vamos a Escocia siguiendo la pista de los aliens, donde nos encontramos con este aterrador xenomorfo ejerciendo las funciones de gárgola. La abadía de Paisley, construida en el siglo XII en la orilla este del White Cart Water, muy cerca de Glasgow, tuvo que ser sometida a una serie de remodelaciones en el año 1997. Según las palabras del rector de la abadía, fue a uno de los albañiles de la empresa contratada de Edimburgo al que se le ocurrió la idea de plasmar su admiración por la famosa saga de ciencia ficción creando esta gárgola con la forma del Octavo Pasajero que acosó sin descanso a la teniente Ripley. A pesar de que en la distancia no se distinguen bien sus rasgos, a medida que uno se acerca a la abadía puede contemplarse en todo su esplendor.



Darth Vader, Catedral Nacional de Washington




Es la sexta catedral más alta del mundo y la única que tiene una réplica de Darth Vader en su fachada. ¿Acaso George Lucas vio esta falsa gárgola y la tomó prestada para crear a uno de los villanos más famosos de todos los tiempos? Pues me temo que no, amigos; ni fue creación propia de ningún arquitecto, ni Lucas se inspiró en ella para la saga de Star Wars. La catedral neogótica de Washington se construyó entre los años 1907 y 1990. Durante los años 80, un colegio estadounidense organizó un concurso de diseño de gárgolas, y la ganadora se exhibiría en una de las torres de la catedral. La gárgola premiada fue esta efigie de Darth Vader. En realidad, no se puede calificar de 'anacronismo', ya que el personaje en cuestión, aunque sea ficticio, corresponde al período en el que la catedral se estaba construyendo. Con todo, sigue siendo una curiosidad digna de mención.



Escudo del Athletic de Bilbao, Iglesia de Santa María la Mayor, Trujillo




El deporte ha sabido hacerse un hueco en el imaginario iconográfico de iglesias y catedrales, pero este es uno de los ejemplos más llamativos. Hemos visto ya un combate de boxeo y ahora le toca el turno al deporte rey, representado por uno de los equipos españoles más famosos: el Athletic de Bilbao. En 1972, durante la reconstrucción de la torre gótica Julia de la iglesia de Santa María la Mayor, sita en Trujillo (Cáceres), el cantero Antonio Serván, con el beneplácito y consentimiento del jefe de obra, se tomó la licencia de labrar en uno de los capiteles esquineros anteriores a la cornisa el escudo del Athletic de Bilbao, que era el equipo de fútbol favorito de ambos maestros.



Ángel con teléfono móvil, Catedral de San Juan Evangelista, Hertogenbosch




Que vivimos en tiempos modernos no es nada que no sepamos a estas alturas, pero uno nunca imaginaría que los avances tecnológicos del siglo XX llegarían incluso a Dios. Sin embargo, al ver a este ángel con pantalones, bolso de bandolera y un teléfono móvil, uno no puede evitar pensar que esto de las nuevas tecnologías igual se nos ha ido un poco de las manos. Esculpido por el artista Ton Mooy, este ángel con móvil pertenece a un conjunto de otras treinta y nueve estatuas que se le encargaron para sustituir las deterioradas figuras de la catedral. Tras un arduo trabajo de doce años, Mooy decidió tomarse una pequeña licencia con el último ángel y lo esculpió a la manera de un adolescente de nuestros tiempos hablando a través de un Smartphone. Y dado que los ángeles son los mensajeros de Dios, ¿qué mejor manera de asistirle que poner un móvil a su servicio con línea directa con el Altísimo?

Lo que empezó como una broma, no tardó en convertirse en todo un mito en los Países Bajos y dio pie a la creación de un call-center para que la gente con problemas pudiera "hablar" con el ángel. Todo un detalle para quienes necesitan del consejo divino para superar sus problemas.



Gizmo, Capilla de Belén, Saint-Jean-de-Boiseau




En el municipio de Sain-Jean-de-Boiseau, situado en la zona de Nantes (Francia), en un rincón de una pequeña ruta campestre se encuentra la capilla de Belén. Este edificio de estilo gótico flamígero fue construido en el siglo XV, durante la Guerra de los Cien Años. El edificio tiene también un pasado de culto druídico a la fecundidad y el nacimiento de la vida, pero tras la consagración de la capilla a la Virgen de la Natividad se cristianizó también su nombre.

En 1993, el ayuntamiento decidió iniciar unas obras de restauración de la capilla, para lo cual se recurrió al escultor Jean-Louis Boistel para que restaurara los siete pináculos con sus respectivas quimeras, unos animales fantásticos que evocaban la dualidad entre el bien y el mal. Pero dado que las fuentes arqueológicas eran insuficientes para conocer con detalle el bestiario original, Boistel decidió recrear sus propias quimeras con un toque más contemporáneo. Una de ellas es este Gizmo, el adorable bichito de la película Gremlins (1984-1990), aunque también se puede encontrar un Gremlin malo y un Goldorak, un robot luchador muy parecido a Mazinger Z. El caso es que el resultado no gustó a todo el mundo y la polémica se desató, pero las constantes peregrinaciones de frikis que acuden a esta capilla, hoy cerrada, para hacer fotos a Gizmo y sus otras quimeras, son prueba de que también hay un lugar en la Iglesia para estos animalitos.



Grace Kelly, fachada del Ayuntamiento de Sevilla




Sevilla es una ciudad con una gran Historia detrás que esconde todo tipo de maravillas y secretos, pero lo que menos se podría esperar un visitante es encontrarse con la mismísima princesa Grace Kelly de Mónaco, y en un lugar tan llamativo como la fachada del propio Ayuntamiento de Sevilla. El escultor Manuel Echegoyán, gran admirador de este inolvidable icono del cine clásico, decidió inmortalizar su efigie tallándola en un medallón entre otros personajes de gran categoría como emperadores romanos. Quien quiera encontrarla, tendrá que buscar entre los medallones que dan a la plaza de San Francisco, muy cerca de la calle Sierpes.

¿Pero por qué, entre tantos personajes famosos, eligió Echegoyán a Grace Kelly? La razón es una visita de la princesa de Mónaco a la Feria de Abril del año 1966. Como era de esperar, Grace Kelly fue el centro de todas las miradas, y no pasó por alto al propio Echegoyán, al que se le había asignado la tarea de tallar los medallones de la fachada plateresca del edificio consistorial. Además de esculpirse a sí mismo y a su esposa, Echegoyán decidió plasmar la belleza de la actriz que tanto le había impresionado. Curiosamente, la Primera Dama Jackie Kennedy también visitó la Feria de Abril y pasó totalmente inadvertida para el artista.



¡Y hasta aquí por hoy, amigos! Espero que os haya gustado esta selección de caprichos de restaurador, aunque reconozco que hay algunos más que se me han quedado en el tintero. Os animo a viajar, visitar iglesias y catedrales, y tratar de descubrir los secretos que ocultan. ¡Hasta pronto!