Regresamos un día más con una muestra de mi biblioteca particular. Esta vez os ofrezco un libro que me gustó mucho por su temática, que me pareció muy original (por motivos que voy a exponer después), y por su ácido sentido del humor, que trata con risas y optimismo uno de los temas más tabú y, en cierto modo, escabrosos, que atañen al ser humano: la Muerte.
Título: Un trabajo muy sucio (A dirty job)
Autor: Christopher Moore
Editorial: La Factoría de Ideas
Nº de páginas: 350 págs.
Sinopsis: Charlie Asher es dueño de un edificio en San Francisco, tiene una tienda de objetos de segunda mano y está casado con una mujer guapa e inteligente que lo quiere por ser tan normal. Sí, a Charlie le van bien las cosas... hasta el día en que nace su hija, Sophie. Justo cuando se dispone a irse a casa, ve junto a la cama de su mujer a un extraño que asegura que nadie debería poder verlo. Pero Charlie lo ve y, de allí en adelante, comienzan a suceder cosas muy raras: la gente cae muerta a su alrededor, cuervos gigantes se posan en su edificio y parece que, allá donde va, oye susurros de una presencia siniestra. Sí, Charlie ha sido reclutado para un trabajo desagradable pero muy necesario: la Muerte. Es un trabajo sucio. pero alguien tiene que hacerlo.
CRÍTICA:
Como he dicho en una crítica anterior, aquí ofreceré mis comentarios sin hacer spoiler, dejando que sea el lector quien saque sus propias conclusiones y haga sus comentarios, que serán bien recibidos. Eso sí: si alguien quiere hacer mención a algo importante del argumento, que indique previamente que es un spoiler. Bien, allá vamos.
Nos encontramos ante un libro que, a pesar de su temática, es muy divertido. Christopher Moore, famoso por convertir las navidades en un baile de zombis con "El ángel más tonto del mundo", es un autor que gusta de meter situaciones disparatadas y diálogos ácidos y mordaces en sus novelas, así que si buscas algo que te haga reír a mandíbula batiente, probablemente cualquiera de sus obras sea una buena recomendación.
"Un trabajo muy sucio" es un libro ameno y entretenido, pero también puede ser un motivo para la reflexión. Debajo de los comentarios graciosos y las situaciones tronchantes, nos embarcamos en un relato que tiene a la Muerte como protagonista principal. Más aún: Al ser humano enfrentándose a la Muerte. Todos hemos sufrido pérdidas importantes en nuestra familia, pero muy pocas novelas hacen mella en ese aspecto del dolor al compararlo con un cuchillo mal afilado, o a la pesadumbre que provocan los segundos pésames cuando se está intentando volver a la vida normal, o la tristeza que supone ver cómo tu alma gemela desaparece poco a poco de tu vida sin que puedas hacer nada para evitarlo. Es triste, pero es algo que el ser humano debe asumir le guste o no.
Charlie Asher es el típico macho beta, un hombre flojucho que se deja mangonear por los demás pero que nunca pierde el candor, la inocencia y el optimismo. Tiene una vida normal y está felizmente casado con Rachel, una mujer que soporta con una sonrisa todas sus idas de olla. El día más feliz de la vida de Charlie es cuando nace su hija Sophie, pero también se convierte en su día más triste, ya que pocas horas después del parto, Rachel muere de un tromboembolismo cerebral. Así es como Charlie tiene que enfrentarse a la Muerte por primera vez en esta historia.
Sin embargo, desde el nacimiento de Sophie empiezan a sucederle cosas muy raras. Oye voces horribles que parecen venir de las alcantarillas y que amenazan con matarlo. También se da cuenta de que los objetos de su tienda brillan con una luz roja incandescente (lo que le hace pensar que son radiactivas). Y, lo más traumático, que la gente se muere a su alrededor. El hombre misterioso que estaba en la cama de hospital de Rachel parece tener algo que ver con todo lo que le ocurre, pero hay fuerzas mucho más extrañas actuando y Charlie tiene que formar parte de ellas lo quiera o no.
El encuentro de Charlie con Minty Fresh, el hombre misterioso al que supuestamente nadie debería ver, marca un antes y un después en su vida: Charlie se ha convertido en un Mercader de la Muerte. Las almas de las personas están ocultas en objetos que son muy preciados para la persona que los posee. Tienen un particular brillo rojo que sólo pueden ver estos Mercaderes de la Muerte. La misión es simple: el día de la defunción, el Mercader debe ir a buscar el objeto y guardarlo en su establecimiento, a la espera de que venga alguien y lo compre. El alma humana se convierte así en una especie de objeto de compra-venta, aunque no es aleatorio: la persona se sentirá atraída por ese objeto en cuestión y, en el momento en que lo toque, pasará a tener alma. No obstante, la cosa sería muy fácil si no hubiera enemigos de por medio... y esos enemigos son las Morrigan, las antiguas diosas celtas de la guerra y la muerte, lideradas por Orcus, una bestia horripilante que se alimenta de almas humanas. Charlie tendrá que darse prisa si no quiere que las Morrigan se le adelanten a la hora de recoger las almas... y no morir él en el intento.
Los personajes son la mejor baza de la novela, y todos están perfilados cuidadosamente. Entre los más graciosos están Jane, la hermana lesbiana de Charlie, a la que él ve como el verdadero "macho alfa" de la familia porque es muy mandona y ordenancista. También destacan Lily, la chica gótica que trabaja de dependienta en la tienda de Asher, y Ray, ex policía retirado que también trabaja allí y que tiene una malsana afición a las webs de citas. Otro buen personaje es Minty Fresh, Mercader de la Muerte y dueño de una tienda de discos, que viste del mismo color que su nombre (significa, literalmente, "frescor mentolado") y que es un tiarrón enorme al que se debe tomar en serio. Y, probablemente uno de los personajes más curiosos aunque apenas tenga participación en la trama, el Emperador de San Francisco, un mendigo loco que se cree emperador y que trata a todo el mundo como si fueran sus súbditos con el cuidado de un padre atento y protector.
Como veis, se trata de una novela que mezcla lo real con lo imaginario, dándole un toque muy particular. Aunque algunas escenas nos colmen de tristeza, se compensa porque en el párrafo siguiente nos podemos encontrar con una situación totalmente bizarra. El libro está empapado de humor de principio a fin, y hasta se puede sacar una lección de su lectura: La muerte nunca es fácil de aceptar y nadie sabe qué hacer para enfrentarse a ella; quizá lo mejor que se puede hacer es vivir lo más plenamente posible para no tener que arrepentirse de nada cuando llegue el final.
Es una novela muy recomendada "para todo aquel que un día tenga que morirse", tanto por lo que dice como por lo que se intuye. Hay formas muy distintas de enfrentarse a la muerte, y este libro las recoge todas. Pero, sobre todo, merece la pena volver a destacar su sentido del humor, no como burla, sino como para quitarle hierro a una situación que se escapa de nuestras manos y que no podremos evitar bajo ningún concepto. La Muerte siempre ha sido un concepto oscuro y abstracto que se puede asimilar de dos formas: llorando y lamentándonos, o asumiendo que es una parte inseparable de la vida y que debemos aceptarla tal como viene porque es inevitable.
domingo, 19 de agosto de 2012
miércoles, 15 de agosto de 2012
Hijos del Trueno
Desde hace un tiempo, muchas de las personas que me rodean se quedan un poco extrañadas cuando confieso que, entre mis gustos musicales más selectos, está el heavy metal. Claro, como no me ven pintas de jebi, pues se quedan un poco pasmados y hasta llegan a creer que estoy de coña. Para el ciudadano medio, el heavy (o jebi, o el que parece Jesucristo Superstar) es un varón de largas melenas, barba la mar de respetable, la cara cubierta de piercings, vestido de cuero negro incluso en verano y portador de unas inmensas botas reforzadas con placas de acero galvanizado que hacen retumbar el asfalto cuando se acerca en la distancia. Esto es así la mayoría de las veces pero... ¿qué pasa con los demás? ¿Es que por no tener apariencia de heavys ya no podemos ser heavys?
Mi historia con el heavy empezó cuando fui a la universidad. Cuando salíamos de marcha por las noches, a veces nos pasábamos por un pub heavy de escuetas dimensiones que pasaba desapercibido a ojos del joven poco avispado. Allí entré yo, asustada como un corderito, imaginándome todo tipo de cosas... y lo que me encontré me dejó pasmada. O más bien, lo que escuché. Sonaba una música demencial que se caracterizaba por intrincados acordes de guitarra y arrebatadores ritmos de batería. Las voces eran como heraldos de otro mundo cantando las grandezas de héroes nórdicos, impresionantes canciones de amor que se sentían en el corazón, agresivos alaridos anunciando muerte y destrucción de manera perturbadora y atrayente al mismo tiempo... Y, lo que me parecía más sobrecogedor, es que todos los que ocupaban el local compartían esa música, esas letras magistrales, como verdaderos hermanos. Por un momento, fue como si se me abrieran los ojos a un nuevo mundo, y me dije: "Acabo de encontrar a los míos".
Y así fue. Como buena novatilla, tuve que ponerme rápidamente al día con el tema. Busqué canciones, grupos, nombres... Cada canción que escuchaba era como si me atravesaran con un rayo. Cerraba los ojos, embelesada, y mi cabeza se movía sola. Cada letra era una revelación; jamás pensé que se podía encontrar tanta fuerza y orgullo en una canción de Manowar, ni tanta maravilla en una de Blind Guardian. Mis gustos evolucionaron un poco y, aunque muchos me crucificarán por esto, confieso mi predilección por el power metal (el heavy fantástico, en plan dragones, la Tierra Media y tal). Supongo que será porque, a la par que el heavy, también estoy dentro del colectivo friki. Esto no tiene por qué ser malo; todo el mundo sabe que los heavys y los frikis son inseparables compañeros de batalla. Si uno pone la fuerza, el otro pone la inteligencia. Juntos son una demoledora máquina de matar.
Pero volvemos al principio, a las apariencias. ¿Qué importan las apariencias cuando estás escuchando una música incomparable? No deja de ser una marca o una seña de identidad, pero impide evaluar la calidad de una banda o la importancia de un movimiento por su música. No visto como los heavys a diario porque, por fortuna, soy una chica a la que le quedan bien casi todos los estilos de ropa. Así que puedo adaptarme a cualquier moda imaginable: Heavy, Gótico, Rock, Pin-Up, Baby Doll, Pop... (excepto choni y mierdas reggaetoneras: por ahí NO paso). Eso sí: Cuando me pongo la muñequera de pinchos, la chupa de cuero, las cadenas o las tachuelas, soy la chica más feliz del mundo. Es como si despertara mi verdadero yo, el que siempre ha estado encerrado bajo la fachada de niña buena que nunca ha roto un plato, y tomara el control de la situación. Cuando estoy rodeada de metal (música, ambiente, gente que sabe de lo que hablo...) soy yo misma de verdad.
En cuanto a la actitud, el auténtico metalero sabrá que sale sola. No hace falta más incentivo que una buena canción de Metallica para que despierte el auténtico guerrero metal. Las melenas al viento o la mano cornuta, regalo de Ronnie James Dio, son sólo un ejemplo de dicho despertar. Es una forma de expresar esa música, con todo lo que ello conlleva. Por eso, a veces me fastidia que venga el típico nene pijo amante del merengue y el requetón, alzando cuernos como si fuera lo más heavy del mundo. ¡Por favor, un poco de sentido común! ¡Que el heavy metal no es sólo para oírlo en un bareto de mala muerte con tus colegas! ¡Es vivirlo! ¡Es sentir cada una de sus notas como una puñalada! ¡Cada uno de sus acordes como un desgarro en el corazón! El ondeo de melena, el air guitar o la mano cornuta son normas básicas del metal, no un paripé pijotero y sin sentido. Es sentir un estilo de música que puede convertirse en tu estilo de vida; un orgullo para cualquier amante del rock.
Por eso, desde este blog mando un saludo a todos los Hijos del Trueno, tanto los que ya lo son como los que lo descubrirán tarde o temprano. Y les digo a todos que no importa la apariencia que tengamos, porque el verdadero guerrero metal vive dentro y se manifestará cuando menos os lo esperéis. No busquéis modas si no van con vosotros (podéis ser heavys de incógnito), porque no tiene sentido cambiar vuestro estilo si no está dentro de vosotros. Pero el día que encontréis un CD perdido y empecéis a necesitar esos acordes y esos golpes de batería para que vuestro corazón bombee sangre, sabréis que lleváis dentro a un Hijo del Trueno. Con la ayuda de vuestro Maestro del Metal, conseguiréis hacerlo aflorar.
Que Odín os sea propicio!!
Mi historia con el heavy empezó cuando fui a la universidad. Cuando salíamos de marcha por las noches, a veces nos pasábamos por un pub heavy de escuetas dimensiones que pasaba desapercibido a ojos del joven poco avispado. Allí entré yo, asustada como un corderito, imaginándome todo tipo de cosas... y lo que me encontré me dejó pasmada. O más bien, lo que escuché. Sonaba una música demencial que se caracterizaba por intrincados acordes de guitarra y arrebatadores ritmos de batería. Las voces eran como heraldos de otro mundo cantando las grandezas de héroes nórdicos, impresionantes canciones de amor que se sentían en el corazón, agresivos alaridos anunciando muerte y destrucción de manera perturbadora y atrayente al mismo tiempo... Y, lo que me parecía más sobrecogedor, es que todos los que ocupaban el local compartían esa música, esas letras magistrales, como verdaderos hermanos. Por un momento, fue como si se me abrieran los ojos a un nuevo mundo, y me dije: "Acabo de encontrar a los míos".
Y así fue. Como buena novatilla, tuve que ponerme rápidamente al día con el tema. Busqué canciones, grupos, nombres... Cada canción que escuchaba era como si me atravesaran con un rayo. Cerraba los ojos, embelesada, y mi cabeza se movía sola. Cada letra era una revelación; jamás pensé que se podía encontrar tanta fuerza y orgullo en una canción de Manowar, ni tanta maravilla en una de Blind Guardian. Mis gustos evolucionaron un poco y, aunque muchos me crucificarán por esto, confieso mi predilección por el power metal (el heavy fantástico, en plan dragones, la Tierra Media y tal). Supongo que será porque, a la par que el heavy, también estoy dentro del colectivo friki. Esto no tiene por qué ser malo; todo el mundo sabe que los heavys y los frikis son inseparables compañeros de batalla. Si uno pone la fuerza, el otro pone la inteligencia. Juntos son una demoledora máquina de matar.
Pero volvemos al principio, a las apariencias. ¿Qué importan las apariencias cuando estás escuchando una música incomparable? No deja de ser una marca o una seña de identidad, pero impide evaluar la calidad de una banda o la importancia de un movimiento por su música. No visto como los heavys a diario porque, por fortuna, soy una chica a la que le quedan bien casi todos los estilos de ropa. Así que puedo adaptarme a cualquier moda imaginable: Heavy, Gótico, Rock, Pin-Up, Baby Doll, Pop... (excepto choni y mierdas reggaetoneras: por ahí NO paso). Eso sí: Cuando me pongo la muñequera de pinchos, la chupa de cuero, las cadenas o las tachuelas, soy la chica más feliz del mundo. Es como si despertara mi verdadero yo, el que siempre ha estado encerrado bajo la fachada de niña buena que nunca ha roto un plato, y tomara el control de la situación. Cuando estoy rodeada de metal (música, ambiente, gente que sabe de lo que hablo...) soy yo misma de verdad.
En cuanto a la actitud, el auténtico metalero sabrá que sale sola. No hace falta más incentivo que una buena canción de Metallica para que despierte el auténtico guerrero metal. Las melenas al viento o la mano cornuta, regalo de Ronnie James Dio, son sólo un ejemplo de dicho despertar. Es una forma de expresar esa música, con todo lo que ello conlleva. Por eso, a veces me fastidia que venga el típico nene pijo amante del merengue y el requetón, alzando cuernos como si fuera lo más heavy del mundo. ¡Por favor, un poco de sentido común! ¡Que el heavy metal no es sólo para oírlo en un bareto de mala muerte con tus colegas! ¡Es vivirlo! ¡Es sentir cada una de sus notas como una puñalada! ¡Cada uno de sus acordes como un desgarro en el corazón! El ondeo de melena, el air guitar o la mano cornuta son normas básicas del metal, no un paripé pijotero y sin sentido. Es sentir un estilo de música que puede convertirse en tu estilo de vida; un orgullo para cualquier amante del rock.
Por eso, desde este blog mando un saludo a todos los Hijos del Trueno, tanto los que ya lo son como los que lo descubrirán tarde o temprano. Y les digo a todos que no importa la apariencia que tengamos, porque el verdadero guerrero metal vive dentro y se manifestará cuando menos os lo esperéis. No busquéis modas si no van con vosotros (podéis ser heavys de incógnito), porque no tiene sentido cambiar vuestro estilo si no está dentro de vosotros. Pero el día que encontréis un CD perdido y empecéis a necesitar esos acordes y esos golpes de batería para que vuestro corazón bombee sangre, sabréis que lleváis dentro a un Hijo del Trueno. Con la ayuda de vuestro Maestro del Metal, conseguiréis hacerlo aflorar.
Que Odín os sea propicio!!
sábado, 11 de agosto de 2012
Vampiros o Cómo Destrozar Todo un Clásico del Terror
El otro día, la Sexta3 emitió la película "Déjame Entrar", de Matt Reeves. Reconozco ya de antemano que a mí el género de terror me hace sentir eso mismo: Terror. Pero como tampoco había mucho que ver en la tele, pues decidí arriesgarme y disfrutar con el suspense y el no saber qué va a pasar, aunque todos sabemos que esa sombra que acecha al protagonista inocente se lo va a ventilar tarde o temprano.
Me topé con una historia que no me esperaba. Creí que se trataría de apariciones y espíritus, y más al ver que los protagonistas eran niños (¿Es que la gente no se da cuenta de que los niños dan miedo? ¡Que dejen de tener hijos, por favor!). Pero no. La película abordaba otro clásico del terror. Una figura tan aterradora como enigmática y misteriosa. Un ser que, muy a mi pesar, ha sido despojado de su esencia y ha sido convertido, a día de hoy, en una figura risible cuando antes era el súmmum de toda maldad.
¡¡EL VAMPIRO!!
A mí los vampiros siempre me han gustado. Pero no os equivoquéis: Los vampiros de antes, no los de ahora. Hace mucho, mucho, pero que mucho, mucho, mucho tiempo, antes de que existiera Crepúsculo... los vampiros eran las criaturas más malvadas de la tierra. Me gustaban porque eran malignos, desalmados, unos verdaderos enemigos de la humanidad. Nadie podía escapar de un vampiro. Era un depredador nato. Podía convertirse en cualquier animal, podía alcanzarte allí donde estuvieras y devorarte vivo antes de que pudieras pedir ayuda.
¿Y sabéis cuál era el encanto oculto del vampiro? El arte de la seducción. La atracción del hombre por la bestia. El vampiro es, ante todo, un gurú de la aristocracia. Es elegante y seductor. Respaldado por siglos de Historia a sus espaldas, el vampiro sabe encandilar con sus palabras y su porte a la víctima inocente, haciendo que quede totalmente prendada de él. Como una polilla omnubilada por una luz fluorescente. Precisamente eso es lo que hace del vampiro un ser tan peligroso: porque te acercas a tu propia muerte. Sabes que esa criatura no dudará en dejarte seco y, sin embargo, te acercas a él, fascinado, porque tiene algo que te atrae como la miel a las moscas y quieres ahondar en sus ojos, que han contemplado vida y muerte a partes iguales, que contienen el saber ancestral de siglos y esconden, celosos, el sentido de la vida humana. Es simple: Somos puro alimento. ¿Aterrador? Yo diría que sí.
Pero un día apareció Anne Rice, una señora que también sentía atracción por los vampiros. Escribió una novela titulada "Entrevista con el Vampiro", en la que ahondaba en las reflexiones y preocupaciones de un vampiro atormentado por su instintiva sed de sangre. Y ahí fue donde todo empezó a ir cuesta abajo. Los vampiros de Rice son melancólicos, tristes, no hacen más que suspirar y preguntarse qué es la inmortalidad y por qué tienen que matar humanos para sobrevivir, si podrían valerse con la sangre de otros animales. Vamos, que ya empezaba aquí a meter el veganismo en versión vampírica.
Y lo peor de todo es que esta clase de vampiro filosófico y atormentado fue la que trascendió al final. Ahora sólo los nostálgicos recordamos con anhelo a Nosferatu, a Drácula (el de la novela)... Al vampiro en estado puro. Al depredador sanguinario. A la bestia. Pero a los lectores y cinéfilos de hoy no se les puede poner esas cosas, porque eso es mostrar una violencia que puede dañar sus frágiles mentes adolescentes. No, es mucho mejor hacer que los vampiros, pese a ser asesinos, no lo son porque quieran o porque se dejan llevar por sus impulsos naturales. ¡Los vampiros sufren y se enamoran como todos nosotros, porque prevalece su esencia humana por encima de los instintos primarios! ¡Pero qué bonitoooo!
Por razones como esta, hoy tenemos que soportar a petardos como Louis, Lestat (versión Tom Cruise) y, más recientemente Edward Cullen y compañía. Y siempre es la misma historia para todos: El chico es el vampiro, el ser atormentado; la chica es la víctima frágil que quiere salvar su alma gracias al poder del amor (puaj!). Así tenemos los tándems Lestat-Jessie (ella acaba convirtiéndose por él) o Edward-Bella (ella acaba convirtiéndose por él). Se enfatiza, sobre todo, en que el vampiro es un culpable con remordimientos al estilo de Jean Valjean. Se alimenta de sangre, pero no porque quiera, sino porque no le queda otro remedio. Como es muy sensible, busca alternativas para perdonar al inocente humano que ha tenido la desgracia de toparse con él cuando le entra la gusa (chupando la sangre a animales o matando a malas personas).
Y lo que más me repatea es que estos vampiros de ahora tienen unos superpoderes de la hostia. Vamos a ver, Drácula podía convertirse en murciélago, en lobo, e incluso en niebla. Pero de ahí a tener telepatía o ver el futuro hay un mundo. ¿Quién se cree a esta nueva ralea de vampiros diurnos (diurnos!!!) que no hacen más que suspirar y luchar contra lo que realmente son? ¿Por qué tratan de vendernos la papeleta del malo que tiene buen corazón, y de una forma tan burda como esta? Estoy a favor del arrepentimiento, pero también creo que, en esencia, nadie puede cambiar totalmente. Los humanos somos seres racionales, pero tenemos instintos por los que a veces nos dejamos llevar. Y precisamente aquí es donde falla el planteamiento de los nuevos vampiros: Ya no son humanos, sino bestias. Son animales semejantes a los humanos, que tal vez algún día fueron humanos pero que ya no lo son. Son fieras, son monstruos, son depredadores. Aceptadlo de una vez, carajo!
Por eso, al ver "Déjame Entrar" y ver a una niña vampira que luchaba contra sus instintos irrefrenables para ganarse la amistad (y tal vez el amor) de un niño de rostro tan inocente como crispante, pues pensé que el terror ha cambiado mucho desde aquella vez que vi Nosferatu con escalofríos, con la sensación de que alguien me estaba observando a mis espaldas y aguardando el momento idóneo para arrojarse sobre mí y dejarme sin sangre. Sin embargo, el mayor temor que se puede tener hoy en día es que tu novio vampiro, en un arranque filosófico-duodenal, se largue siete años a un pueblo alejado de la mano de Dios para no hacer daño al género humano al que tanto admira, respeta y ama. Pues a ver si hay suerte y se muere de sed!
Me topé con una historia que no me esperaba. Creí que se trataría de apariciones y espíritus, y más al ver que los protagonistas eran niños (¿Es que la gente no se da cuenta de que los niños dan miedo? ¡Que dejen de tener hijos, por favor!). Pero no. La película abordaba otro clásico del terror. Una figura tan aterradora como enigmática y misteriosa. Un ser que, muy a mi pesar, ha sido despojado de su esencia y ha sido convertido, a día de hoy, en una figura risible cuando antes era el súmmum de toda maldad.
¡¡EL VAMPIRO!!
A mí los vampiros siempre me han gustado. Pero no os equivoquéis: Los vampiros de antes, no los de ahora. Hace mucho, mucho, pero que mucho, mucho, mucho tiempo, antes de que existiera Crepúsculo... los vampiros eran las criaturas más malvadas de la tierra. Me gustaban porque eran malignos, desalmados, unos verdaderos enemigos de la humanidad. Nadie podía escapar de un vampiro. Era un depredador nato. Podía convertirse en cualquier animal, podía alcanzarte allí donde estuvieras y devorarte vivo antes de que pudieras pedir ayuda.
¿Y sabéis cuál era el encanto oculto del vampiro? El arte de la seducción. La atracción del hombre por la bestia. El vampiro es, ante todo, un gurú de la aristocracia. Es elegante y seductor. Respaldado por siglos de Historia a sus espaldas, el vampiro sabe encandilar con sus palabras y su porte a la víctima inocente, haciendo que quede totalmente prendada de él. Como una polilla omnubilada por una luz fluorescente. Precisamente eso es lo que hace del vampiro un ser tan peligroso: porque te acercas a tu propia muerte. Sabes que esa criatura no dudará en dejarte seco y, sin embargo, te acercas a él, fascinado, porque tiene algo que te atrae como la miel a las moscas y quieres ahondar en sus ojos, que han contemplado vida y muerte a partes iguales, que contienen el saber ancestral de siglos y esconden, celosos, el sentido de la vida humana. Es simple: Somos puro alimento. ¿Aterrador? Yo diría que sí.
Pero un día apareció Anne Rice, una señora que también sentía atracción por los vampiros. Escribió una novela titulada "Entrevista con el Vampiro", en la que ahondaba en las reflexiones y preocupaciones de un vampiro atormentado por su instintiva sed de sangre. Y ahí fue donde todo empezó a ir cuesta abajo. Los vampiros de Rice son melancólicos, tristes, no hacen más que suspirar y preguntarse qué es la inmortalidad y por qué tienen que matar humanos para sobrevivir, si podrían valerse con la sangre de otros animales. Vamos, que ya empezaba aquí a meter el veganismo en versión vampírica.
Y lo peor de todo es que esta clase de vampiro filosófico y atormentado fue la que trascendió al final. Ahora sólo los nostálgicos recordamos con anhelo a Nosferatu, a Drácula (el de la novela)... Al vampiro en estado puro. Al depredador sanguinario. A la bestia. Pero a los lectores y cinéfilos de hoy no se les puede poner esas cosas, porque eso es mostrar una violencia que puede dañar sus frágiles mentes adolescentes. No, es mucho mejor hacer que los vampiros, pese a ser asesinos, no lo son porque quieran o porque se dejan llevar por sus impulsos naturales. ¡Los vampiros sufren y se enamoran como todos nosotros, porque prevalece su esencia humana por encima de los instintos primarios! ¡Pero qué bonitoooo!
Por razones como esta, hoy tenemos que soportar a petardos como Louis, Lestat (versión Tom Cruise) y, más recientemente Edward Cullen y compañía. Y siempre es la misma historia para todos: El chico es el vampiro, el ser atormentado; la chica es la víctima frágil que quiere salvar su alma gracias al poder del amor (puaj!). Así tenemos los tándems Lestat-Jessie (ella acaba convirtiéndose por él) o Edward-Bella (ella acaba convirtiéndose por él). Se enfatiza, sobre todo, en que el vampiro es un culpable con remordimientos al estilo de Jean Valjean. Se alimenta de sangre, pero no porque quiera, sino porque no le queda otro remedio. Como es muy sensible, busca alternativas para perdonar al inocente humano que ha tenido la desgracia de toparse con él cuando le entra la gusa (chupando la sangre a animales o matando a malas personas).
Y lo que más me repatea es que estos vampiros de ahora tienen unos superpoderes de la hostia. Vamos a ver, Drácula podía convertirse en murciélago, en lobo, e incluso en niebla. Pero de ahí a tener telepatía o ver el futuro hay un mundo. ¿Quién se cree a esta nueva ralea de vampiros diurnos (diurnos!!!) que no hacen más que suspirar y luchar contra lo que realmente son? ¿Por qué tratan de vendernos la papeleta del malo que tiene buen corazón, y de una forma tan burda como esta? Estoy a favor del arrepentimiento, pero también creo que, en esencia, nadie puede cambiar totalmente. Los humanos somos seres racionales, pero tenemos instintos por los que a veces nos dejamos llevar. Y precisamente aquí es donde falla el planteamiento de los nuevos vampiros: Ya no son humanos, sino bestias. Son animales semejantes a los humanos, que tal vez algún día fueron humanos pero que ya no lo son. Son fieras, son monstruos, son depredadores. Aceptadlo de una vez, carajo!
Por eso, al ver "Déjame Entrar" y ver a una niña vampira que luchaba contra sus instintos irrefrenables para ganarse la amistad (y tal vez el amor) de un niño de rostro tan inocente como crispante, pues pensé que el terror ha cambiado mucho desde aquella vez que vi Nosferatu con escalofríos, con la sensación de que alguien me estaba observando a mis espaldas y aguardando el momento idóneo para arrojarse sobre mí y dejarme sin sangre. Sin embargo, el mayor temor que se puede tener hoy en día es que tu novio vampiro, en un arranque filosófico-duodenal, se largue siete años a un pueblo alejado de la mano de Dios para no hacer daño al género humano al que tanto admira, respeta y ama. Pues a ver si hay suerte y se muere de sed!
jueves, 2 de agosto de 2012
El Rincón del Lector: Pequeñas Mentirosas
Desde hacía mucho tiempo quería leer esta serie de libros, más o menos desde que vi el primer episodio de "Pequeñas Mentirosas" en la MTV. No tenía más referencias que la serie de televisión y no conocía a nadie que hubiera leído estos libros. Al buscar por Internet, me di cuenta de que no había muchas reseñas de Pequeñas Mentirosas en español, así que hoy aporto mi granito de arena y espero que os guste. Quiero aclarar que mi punto de vista es totalmente subjetivo; se trata de dejar mi opinión sobre este libro, no con ánimo de emular a un crítico literario, sino para expresar mi más humilde y sincera opinión.
Título: Pequeñas Mentirosas (Pretty Little Liars)
Autora: Sara Shepard
Nº de páginas: 246
Editorial: Trakatrá
Sinopsis: Alison, Aria, Emily, Hanna y Spencer eran las mejores amigas hasta que Alison, la reina del instituto, desapareció sin dejar rastro. Tres años después, sus vidas vuelven a cruzarse cuando empiezan a recibir misteriosos mensajes firmados por "A". Unos mensajes que cuentan más de lo que a ellas les gustaría, cosas que solo la desaparecida Alison sabía.
Pero cuando el cuerpo sin vida de la reina del baile aparece, y las amenazas continúan, comienzan las preguntas: ¿Quién es A? ¿Cuánto sabe en realidad? Y ¿qué pueden hacer cuatro pequeñas mentirosas para protegerse de la verdad?
COMENTARIO
La lectura de Pequeñas Mentirosas es lo más rápido y ameno que te podrás encontrar jamás. No sólo porque la premisa inicial ya engancha, sino porque la narración se desarrolla con un estilo fluido y nada cargante que hace que te comas las páginas para pasar al siguiente capítulo. Capítulos que, por otra parte, no ocupan más de cuatro o cinco páginas.
Lo primero de lo que te das cuenta nada más empezar a leer es que, en el momento de su publicación (año 2006 en Estados Unidos), la autora controlaba un montón de modas y nuevas tecnologías. Es habitual encontrar en sus descripciones menciones directas de marcas o productos que todos conocemos más o menos, frecuentemente primerísimas marcas como Chanel o Tiffany's, pero también Coach, Fendi o Luella for Target. Lo mismo ocurre con los teléfonos móviles, los coches, ordenadores, etcétera. Esto nos transporta a un mundo superior, como si Rosewood se hubiera convertido en la versión mini de Beverly Hills, todo plagado de marcas, dinero y glamour.
Pero, al igual que ocurre en otras bellas fachadas como Wisteria Lane, en Rosewood vemos muchas caras bonitas pero mucha porquería escondida detrás. Las cuatro protagonistas (Aria, Spencer, Emily y Hanna) distan de ser perfectas, y esconden muchos secretos que vamos descubriendo poco a poco gracias a los indiscretos mensajes de A.
Aria Montgomery es una chica popular que odia la popularidad y que quiere ser artista y bohemia. Le va todo lo alternativo, como las raves en Islandia, leer a los filósofos franceses, rodar documentales, etc. Adora a sus padres, Byron y Ella, y a su hermano Mike. Su gran secreto, no obstante, podría destruir a toda la familia. Aria y Alison fueron testigos de cómo su padre se enrollaba con una de sus alumnas en el asiento trasero del coche. Su padre le pidió que no se lo contara a Ella y Aria prometió guardar el secreto, que no dejó de torturarla en ningún momento. Además, Aria empieza una relación con Ezra Fitz, su profesor de literatura avanzada.
Spencer Hastings es el prototipo de chica perfecta. Viene de buena familia, tiene dinero a espuertas y es una chica muy inteligente. El secreto que oculta, al igual que pasa con Aria, puede estropear tanto su imagen como la de su perfecta familia. Obsesionada con superar a Melissa, su hermana mayor, se dedica a besar a sus novios (Ian y Wren). Esa rivalidad también está incentivada por Melissa, que tampoco escatima esfuerzos por superar a su hermana en todo.
Emily Fields es otra chica diez: Es muy buena estudiante, la estrella del equipo de natación del instituto y una hija excelente. Sin embargo, A la amenaza con contar su mayor secreto: Es lesbiana y empieza una relación con su nueva vecina, Maya Saint Germain, a pesar de tener novio. En el pasado llegó a estar enamorada de Alison, aunque ella la despreciaba por ese mismo motivo.
Hanna Marin era la típica chica con sobrepeso que quería ser como Alison. Con su desaparición, Hanna se reinventa a sí misma: adelgaza, viste a la última y sale con el chico más guapo del instituto, Sean Ackard. Lo que nadie sabe es que su rápido adelgazamiento se debe a que es bulímica. En los mensajes de A se nos comentan los principales puntos débiles de Hanna: la bulimia, problemas con la policía, la ausencia de su padre, su inseguridad a la hora de seducir a Sean y las ansias de cumplir con las expectativas de su exigente madre.
Y, por supuesto, no podemos olvidar a Alison DiLaurentis. No aparece más que en el prólogo a modo de recordatorio de un suceso anterior. Bajo su imagen de líder perfecta y carismática, Alison escondía una personalidad manipuladora y altamente controladora. Sus amigas, más que lealtad, le tienen cierto temor, ya que Alison lo sabe todo sobre ellas, pero las otras no saben nada sobre su vida, lo que la hace una chica muy misteriosa.
Los personajes, tanto principales como secundarios, están muy bien detallados y se nos da múltiple información sobre ellos, información que varía dependiendo de quién sea la protagonista del episodio. Así, poco a poco, vamos conociendo la sociedad de Rosewood, una sociedad que se caracteriza por lo elitista y prejuicioso de sus principios. Si no tienes dinero y no vas a fiestas exclusivas, no eres nadie y no eres digno de ser tenido en cuenta. Así le ocurría a Hanna y a Mona Vanderwaal, su actual mejor amiga: Eran unas pringadas hasta que decidieron parecerse a las demás en moda, complementos y forma de pensar, llegando a convertirse en unas snobs que no dudan en burlarse de otros pardillos, tal como les había ocurrido a ellas.
El marco en el que se desarrolla la novela os resultará muy familiar, sobre todo si habéis visto series parecidas como Gossip Girl o Mujeres Desesperadas. En ambos casos se trata de lugares idílicos habitados por personas de pulcra fachada pero de reputación más que dudosa. La tranquila Rosewood esconde muchos secretos, tantos como las protagonistas, y la única persona que parece conocerlos todos es A, una personalidad inquietante que rápidamente relacionamos con Alison, de la que no se sabe absolutamente nada tras su misteriosa desaparición. Pero claro, si Alison está muerta... ¿quién podría ser A? ¿Quién lo sabe absolutamente todo? ¿Quien tiene el don de la ubicuidad y envía mensajes a las chicas justo cuando se enfrentan a sus problemas? Alguien que las conoce bien, sin duda. Lo que pasa es que todavía no sabemos quién es... y la cosa puede ir para largo.
A pesar de que el argumento no es original, ya que se parece a una combinación entre Gossip Girl, Sé lo que Hicisteis el Último Verano y Hermandad de Sangre, la historia de Pequeñas Mentirosas no deja de enganchar. Juegas a ser un detective, buscando a posibles candidatos para el papel de A, y no dejas de preguntarte qué se esconde detrás de esas caras perfectas con vidas perfectas.
El estilo, como ya he dicho antes, es muy ameno. La autora no da rodeos y es muy directa a la hora de expresar lo que quiere. Eso sí, se recomienda ponerse al día con primeras marcas o el lector poco avispado se perderá con los detalles de la moda, algo que es redundante en este libro.
El motivo por el que considero Pequeñas Mentirosas como una lectura recomendable es que es un libro que lo tiene todo. A pesar de su corta extensión, se lee de una tacada. A los dos días ya te lo has terminado y te quedas con ganas de saber más. Quieres saber más sobre esas chicas. Quieres ver cómo tratan de solucionar sus problemas, cómo intentan esquivar el escrutinio de A, cómo cometen errores que las conducen a problemas mucho peores que antes... Pero, sobre todo, quieres averiguar quién es A y por qué todo el mundo parece saber más de lo que cuenta.
La puntúo con un 8 sobre 10.
Título: Pequeñas Mentirosas (Pretty Little Liars)
Autora: Sara Shepard
Nº de páginas: 246
Editorial: Trakatrá
Sinopsis: Alison, Aria, Emily, Hanna y Spencer eran las mejores amigas hasta que Alison, la reina del instituto, desapareció sin dejar rastro. Tres años después, sus vidas vuelven a cruzarse cuando empiezan a recibir misteriosos mensajes firmados por "A". Unos mensajes que cuentan más de lo que a ellas les gustaría, cosas que solo la desaparecida Alison sabía.
Pero cuando el cuerpo sin vida de la reina del baile aparece, y las amenazas continúan, comienzan las preguntas: ¿Quién es A? ¿Cuánto sabe en realidad? Y ¿qué pueden hacer cuatro pequeñas mentirosas para protegerse de la verdad?
COMENTARIO
La lectura de Pequeñas Mentirosas es lo más rápido y ameno que te podrás encontrar jamás. No sólo porque la premisa inicial ya engancha, sino porque la narración se desarrolla con un estilo fluido y nada cargante que hace que te comas las páginas para pasar al siguiente capítulo. Capítulos que, por otra parte, no ocupan más de cuatro o cinco páginas.
Lo primero de lo que te das cuenta nada más empezar a leer es que, en el momento de su publicación (año 2006 en Estados Unidos), la autora controlaba un montón de modas y nuevas tecnologías. Es habitual encontrar en sus descripciones menciones directas de marcas o productos que todos conocemos más o menos, frecuentemente primerísimas marcas como Chanel o Tiffany's, pero también Coach, Fendi o Luella for Target. Lo mismo ocurre con los teléfonos móviles, los coches, ordenadores, etcétera. Esto nos transporta a un mundo superior, como si Rosewood se hubiera convertido en la versión mini de Beverly Hills, todo plagado de marcas, dinero y glamour.
Pero, al igual que ocurre en otras bellas fachadas como Wisteria Lane, en Rosewood vemos muchas caras bonitas pero mucha porquería escondida detrás. Las cuatro protagonistas (Aria, Spencer, Emily y Hanna) distan de ser perfectas, y esconden muchos secretos que vamos descubriendo poco a poco gracias a los indiscretos mensajes de A.
Aria Montgomery es una chica popular que odia la popularidad y que quiere ser artista y bohemia. Le va todo lo alternativo, como las raves en Islandia, leer a los filósofos franceses, rodar documentales, etc. Adora a sus padres, Byron y Ella, y a su hermano Mike. Su gran secreto, no obstante, podría destruir a toda la familia. Aria y Alison fueron testigos de cómo su padre se enrollaba con una de sus alumnas en el asiento trasero del coche. Su padre le pidió que no se lo contara a Ella y Aria prometió guardar el secreto, que no dejó de torturarla en ningún momento. Además, Aria empieza una relación con Ezra Fitz, su profesor de literatura avanzada.
Spencer Hastings es el prototipo de chica perfecta. Viene de buena familia, tiene dinero a espuertas y es una chica muy inteligente. El secreto que oculta, al igual que pasa con Aria, puede estropear tanto su imagen como la de su perfecta familia. Obsesionada con superar a Melissa, su hermana mayor, se dedica a besar a sus novios (Ian y Wren). Esa rivalidad también está incentivada por Melissa, que tampoco escatima esfuerzos por superar a su hermana en todo.
Emily Fields es otra chica diez: Es muy buena estudiante, la estrella del equipo de natación del instituto y una hija excelente. Sin embargo, A la amenaza con contar su mayor secreto: Es lesbiana y empieza una relación con su nueva vecina, Maya Saint Germain, a pesar de tener novio. En el pasado llegó a estar enamorada de Alison, aunque ella la despreciaba por ese mismo motivo.
Hanna Marin era la típica chica con sobrepeso que quería ser como Alison. Con su desaparición, Hanna se reinventa a sí misma: adelgaza, viste a la última y sale con el chico más guapo del instituto, Sean Ackard. Lo que nadie sabe es que su rápido adelgazamiento se debe a que es bulímica. En los mensajes de A se nos comentan los principales puntos débiles de Hanna: la bulimia, problemas con la policía, la ausencia de su padre, su inseguridad a la hora de seducir a Sean y las ansias de cumplir con las expectativas de su exigente madre.
Y, por supuesto, no podemos olvidar a Alison DiLaurentis. No aparece más que en el prólogo a modo de recordatorio de un suceso anterior. Bajo su imagen de líder perfecta y carismática, Alison escondía una personalidad manipuladora y altamente controladora. Sus amigas, más que lealtad, le tienen cierto temor, ya que Alison lo sabe todo sobre ellas, pero las otras no saben nada sobre su vida, lo que la hace una chica muy misteriosa.
Los personajes, tanto principales como secundarios, están muy bien detallados y se nos da múltiple información sobre ellos, información que varía dependiendo de quién sea la protagonista del episodio. Así, poco a poco, vamos conociendo la sociedad de Rosewood, una sociedad que se caracteriza por lo elitista y prejuicioso de sus principios. Si no tienes dinero y no vas a fiestas exclusivas, no eres nadie y no eres digno de ser tenido en cuenta. Así le ocurría a Hanna y a Mona Vanderwaal, su actual mejor amiga: Eran unas pringadas hasta que decidieron parecerse a las demás en moda, complementos y forma de pensar, llegando a convertirse en unas snobs que no dudan en burlarse de otros pardillos, tal como les había ocurrido a ellas.
El marco en el que se desarrolla la novela os resultará muy familiar, sobre todo si habéis visto series parecidas como Gossip Girl o Mujeres Desesperadas. En ambos casos se trata de lugares idílicos habitados por personas de pulcra fachada pero de reputación más que dudosa. La tranquila Rosewood esconde muchos secretos, tantos como las protagonistas, y la única persona que parece conocerlos todos es A, una personalidad inquietante que rápidamente relacionamos con Alison, de la que no se sabe absolutamente nada tras su misteriosa desaparición. Pero claro, si Alison está muerta... ¿quién podría ser A? ¿Quién lo sabe absolutamente todo? ¿Quien tiene el don de la ubicuidad y envía mensajes a las chicas justo cuando se enfrentan a sus problemas? Alguien que las conoce bien, sin duda. Lo que pasa es que todavía no sabemos quién es... y la cosa puede ir para largo.
A pesar de que el argumento no es original, ya que se parece a una combinación entre Gossip Girl, Sé lo que Hicisteis el Último Verano y Hermandad de Sangre, la historia de Pequeñas Mentirosas no deja de enganchar. Juegas a ser un detective, buscando a posibles candidatos para el papel de A, y no dejas de preguntarte qué se esconde detrás de esas caras perfectas con vidas perfectas.
El estilo, como ya he dicho antes, es muy ameno. La autora no da rodeos y es muy directa a la hora de expresar lo que quiere. Eso sí, se recomienda ponerse al día con primeras marcas o el lector poco avispado se perderá con los detalles de la moda, algo que es redundante en este libro.
El motivo por el que considero Pequeñas Mentirosas como una lectura recomendable es que es un libro que lo tiene todo. A pesar de su corta extensión, se lee de una tacada. A los dos días ya te lo has terminado y te quedas con ganas de saber más. Quieres saber más sobre esas chicas. Quieres ver cómo tratan de solucionar sus problemas, cómo intentan esquivar el escrutinio de A, cómo cometen errores que las conducen a problemas mucho peores que antes... Pero, sobre todo, quieres averiguar quién es A y por qué todo el mundo parece saber más de lo que cuenta.
La puntúo con un 8 sobre 10.
sábado, 28 de julio de 2012
Bienvenidos a Mundo Bizarro: El Maestro Joao y su tropa de timadores
Es indudable que la televisión está plagada de programas absurdos que estimulan poco o nada la mente del espectador medianamente exigente. Pero, buscando por las cadenas que nos ofrece la TDT, he dado con un programa que ha llamado mi atención por lo absurdamente cómico que puede llegar a ser. Me estoy refiriendo, como no podía ser de otra forma, a los programas de adivinación del futuro.
Los programas de Televidencia son extremistas, porque si los ves sólo puedes sentir dos emociones: O te partes de risa al ver lo malos que son, o te mueres del asco al pensar que hay gente que de verdad se cree todo lo que hay ahí montado. Yo he preferido la primera opción, porque al menos han conseguido hacerme reír gracias a las burradas con las que nos deleitan cada noche.
Nada más empezar su visionado, nos encontramos con la presentadora del programa, que se dedicará a introducirnos en el maravilloso mundo de la adivinación y la curación del mal de ojo presentando y cantando las alabanzas del vidente que toque esa noche. A continuación se nos presenta al brujo de turno, que cuenta con un nombre artístico que resulta, cuando menos, chocante: Maestro Joao, Sandro Rey, Conchita Hurtado, "La Cubana" o Aída, entre otras muchas primicias. Normalmente aparecen rodeados de un teatrillo formado por santos, velas, bolas de cristal, telas brillantes y hasta una olla de peltre que ya la querría para sí Harry Potter.
Los servicios que ofrecen no son muy variados, pero es que tampoco las exigencias de los clientes son mayores. Se suele pedir fortuna, solucionar problemas con el amor, con el trabajo, con el dinero e, incluso, interceder por la sanación de un miembro del cuerpo. Hay peticiones mucho más llamativas, como la de potenciar un número de la Bonoloto o el Euromillones, preguntar cuándo debe poner a la venta un piso y hasta pedir ayuda para que otra persona (normalmente un hijo un poco entrado en años) deje de fumar y de salir con sus amigotes, lo que seguramente le han dado mal de ojo.
Los rituales son para mear y no echar gota. Tenemos los maravillosos paripés del Maestro Joao, que te quita el mal de ojo esparciendo sal en un cuenco con unas tijeras de los chinos encima. Rubén Barea te abre todos los caminos ensartando una espada en un jarrón de cristal con tierra. Conchita Hurtado te decreta la buena fortuna poniendo tu nombre y tu fecha de nacimiento en un post-it (que ella llama pergamino) y quemándolo. Aída Romero te ayuda en el amor deshaciendo una rosa en un millar de pétalos. Ritos que parecen sacados del antiguo Medievo, de la superchería más enconada y de la más vil ignorancia. Y lo que resulta más indignante: La gente de verdad se cree estas cosas y tiene fe en que le ayudarán a resolver los problemas de su vida.
La cosa se vuelve más preocupante a medida que ves que las burradas del vidente van a más. Sirva como ejemplo la vez que Sandro Rey le recomendó a una señora (presumiblemente anciana) que llevara a su nieta a un homeópata para que le trataran la enfermedad de Crohn. También resulta chocante que se llame para pedir una "limpieza" del mal de ojo y acabe con la promesa de una pareja mucho mejor y un trabajo en menos de un mes. Falta que sea verdad.
A pesar de que muchos de estos truhanes se denominan "elegidos" por un poder superior y que sus servicios están pensados para hacer el bien, la cosa no es gratis. El precio de la llamada oscila entre 1,18 euros en red fija y 1,53 por móvil. La víctima... digoooo, el cliente puede llegar a estar 30 minutos colgado del teléfono sin poder hablar con el vidente que quiera. Puedes estar llamando sin parar, que el vidente va a estar mirando para la cámara haciendo sus movimientos místicos para contactar con los espíritus, mientras tú ves cómo baja tu cuenta corriente a la velocidad de la luz. ¿Un ejemplo? Os recomiendo el vídeo en el que una señora afirma haberse gastado 819 euros por intentar hablar con el Maestro Joao.
Videntes de la televisión actual
Sandro Rey: Detecta enfermedades a distancia, describe el lugar donde vives (aunque no sea cierto) y hasta predice el número de la Lotería de Navidad.
Maestro Joao: Mago con cara de rape que te corta lo malo para que entre lo sano. Tiene montado un mercadillo a su alrededor con santos y velas de dudoso buen gusto. Famosos sus espasmos de tos cuando hace la "limpieza" y cómo conjura rayos. Demasiao...
Conchita Hurtado: La más sosa de las videntes. Parece una maruja de pueblo, sólo que casi siempre está callada. Te abre los caminos ahumando papeles y luego quemándolos.
José Guillén: Extraño ser fieramente heterosexual (nótese la ironía) que se rodea los brazos con rosarios y escapularios, y que regala "besitos de chocolate". Su mayor mérito es el de predecir el número de la Lotería de Navidad a mediados de enero.
David Trivin: Uno de los más bizarros. Su aspecto físico no sólo te da una gran confianza, sino que además adivina el futuro... con un dominó!!!!
Maruja Zorrilla: Sus consultas son como un informativo de Piqueras. Sólo da malas noticias y sus únicos temas de conversación son desgracias y malos presagios. La alegría de la huerta, vamos.
Aída Romero: Autoproclamada "diosa del fuego", "alumna de la llama violeta" o "la última merovingia". Hay que estar adulándola todo el rato y decirle que es la más grande, o no te ayudará. Sin duda, la mejor de todas. Si la veis en acción, risas garantizadas.
En fin, para terminar, quiero manifestar mi reflexión al respecto. Triste es que en estos tiempos de crisis y sufrimiento haya personas que, incapaces de confiar ya en los políticos, tengan que recurrir a esta pantomima de pésimo gusto para oír lo que les gustaría conseguir en un futuro inmediato. Que personas de avanzada edad, con sus achaques y enfermedades, preocupados por los suyos... gasten sus ahorros en estos farsantes de medio pelo, estos brujos sin escrúpulos que no se recatan en engañarlas, es algo tan triste que es preciso reír para no llorar. Por eso, si algún día os adentráis en este Mundo Bizarro, hacedlo con una sonrisa irónica en la cara y tratad de aprovechar ese tiempo riéndoos a costa de los videntes de la tele, cuya estupidez no tiene ni tendrá fin.
Los programas de Televidencia son extremistas, porque si los ves sólo puedes sentir dos emociones: O te partes de risa al ver lo malos que son, o te mueres del asco al pensar que hay gente que de verdad se cree todo lo que hay ahí montado. Yo he preferido la primera opción, porque al menos han conseguido hacerme reír gracias a las burradas con las que nos deleitan cada noche.
Nada más empezar su visionado, nos encontramos con la presentadora del programa, que se dedicará a introducirnos en el maravilloso mundo de la adivinación y la curación del mal de ojo presentando y cantando las alabanzas del vidente que toque esa noche. A continuación se nos presenta al brujo de turno, que cuenta con un nombre artístico que resulta, cuando menos, chocante: Maestro Joao, Sandro Rey, Conchita Hurtado, "La Cubana" o Aída, entre otras muchas primicias. Normalmente aparecen rodeados de un teatrillo formado por santos, velas, bolas de cristal, telas brillantes y hasta una olla de peltre que ya la querría para sí Harry Potter.
Los servicios que ofrecen no son muy variados, pero es que tampoco las exigencias de los clientes son mayores. Se suele pedir fortuna, solucionar problemas con el amor, con el trabajo, con el dinero e, incluso, interceder por la sanación de un miembro del cuerpo. Hay peticiones mucho más llamativas, como la de potenciar un número de la Bonoloto o el Euromillones, preguntar cuándo debe poner a la venta un piso y hasta pedir ayuda para que otra persona (normalmente un hijo un poco entrado en años) deje de fumar y de salir con sus amigotes, lo que seguramente le han dado mal de ojo.
Los rituales son para mear y no echar gota. Tenemos los maravillosos paripés del Maestro Joao, que te quita el mal de ojo esparciendo sal en un cuenco con unas tijeras de los chinos encima. Rubén Barea te abre todos los caminos ensartando una espada en un jarrón de cristal con tierra. Conchita Hurtado te decreta la buena fortuna poniendo tu nombre y tu fecha de nacimiento en un post-it (que ella llama pergamino) y quemándolo. Aída Romero te ayuda en el amor deshaciendo una rosa en un millar de pétalos. Ritos que parecen sacados del antiguo Medievo, de la superchería más enconada y de la más vil ignorancia. Y lo que resulta más indignante: La gente de verdad se cree estas cosas y tiene fe en que le ayudarán a resolver los problemas de su vida.
La cosa se vuelve más preocupante a medida que ves que las burradas del vidente van a más. Sirva como ejemplo la vez que Sandro Rey le recomendó a una señora (presumiblemente anciana) que llevara a su nieta a un homeópata para que le trataran la enfermedad de Crohn. También resulta chocante que se llame para pedir una "limpieza" del mal de ojo y acabe con la promesa de una pareja mucho mejor y un trabajo en menos de un mes. Falta que sea verdad.
A pesar de que muchos de estos truhanes se denominan "elegidos" por un poder superior y que sus servicios están pensados para hacer el bien, la cosa no es gratis. El precio de la llamada oscila entre 1,18 euros en red fija y 1,53 por móvil. La víctima... digoooo, el cliente puede llegar a estar 30 minutos colgado del teléfono sin poder hablar con el vidente que quiera. Puedes estar llamando sin parar, que el vidente va a estar mirando para la cámara haciendo sus movimientos místicos para contactar con los espíritus, mientras tú ves cómo baja tu cuenta corriente a la velocidad de la luz. ¿Un ejemplo? Os recomiendo el vídeo en el que una señora afirma haberse gastado 819 euros por intentar hablar con el Maestro Joao.
Videntes de la televisión actual
Sandro Rey: Detecta enfermedades a distancia, describe el lugar donde vives (aunque no sea cierto) y hasta predice el número de la Lotería de Navidad.
Maestro Joao: Mago con cara de rape que te corta lo malo para que entre lo sano. Tiene montado un mercadillo a su alrededor con santos y velas de dudoso buen gusto. Famosos sus espasmos de tos cuando hace la "limpieza" y cómo conjura rayos. Demasiao...
Conchita Hurtado: La más sosa de las videntes. Parece una maruja de pueblo, sólo que casi siempre está callada. Te abre los caminos ahumando papeles y luego quemándolos.
José Guillén: Extraño ser fieramente heterosexual (nótese la ironía) que se rodea los brazos con rosarios y escapularios, y que regala "besitos de chocolate". Su mayor mérito es el de predecir el número de la Lotería de Navidad a mediados de enero.
David Trivin: Uno de los más bizarros. Su aspecto físico no sólo te da una gran confianza, sino que además adivina el futuro... con un dominó!!!!
Maruja Zorrilla: Sus consultas son como un informativo de Piqueras. Sólo da malas noticias y sus únicos temas de conversación son desgracias y malos presagios. La alegría de la huerta, vamos.
Aída Romero: Autoproclamada "diosa del fuego", "alumna de la llama violeta" o "la última merovingia". Hay que estar adulándola todo el rato y decirle que es la más grande, o no te ayudará. Sin duda, la mejor de todas. Si la veis en acción, risas garantizadas.
En fin, para terminar, quiero manifestar mi reflexión al respecto. Triste es que en estos tiempos de crisis y sufrimiento haya personas que, incapaces de confiar ya en los políticos, tengan que recurrir a esta pantomima de pésimo gusto para oír lo que les gustaría conseguir en un futuro inmediato. Que personas de avanzada edad, con sus achaques y enfermedades, preocupados por los suyos... gasten sus ahorros en estos farsantes de medio pelo, estos brujos sin escrúpulos que no se recatan en engañarlas, es algo tan triste que es preciso reír para no llorar. Por eso, si algún día os adentráis en este Mundo Bizarro, hacedlo con una sonrisa irónica en la cara y tratad de aprovechar ese tiempo riéndoos a costa de los videntes de la tele, cuya estupidez no tiene ni tendrá fin.
martes, 24 de julio de 2012
De mi predilección por la fantasía épica
Cuando la gente me pregunta por mis gustos literarios o cinematográficos, se queda un poco sorprendida cuando respondo con una alegre sonrisa: La fantasía épica!!
Es curioso observar sus caras de asombro, como si no pudieran comprender que una mujer de 26 años disfrute con un género que parece más propio de niños o adolescentes de mente poco madura cuyo único objetivo al ir al cine es ver mamporros y efectos especiales.
A todos ellos va dirigido este post y espero que, si algún día me leen, comprendan mi punto de vista.
La Fantasía Épica o Fantasía Heroica, como más os guste, es un subgénero del género fantástico y se caracteriza por la presencia de seres mitológicos, una ambientación casi siempre ubicada en tiempos antiguos o en sociedades tecnológicamente atrasadas, y con un fuerte componente mágico y épico. Ojo, no confundir con la Ciencia Ficción; son dos géneros muy distintos. Quizá la forma más común de referirnos a la Fantasía Épica es la de "espada y brujería", lo que suele acercarse bastante a la mayoría de la producción de este género.
Los protagonistas de estas historias son, generalmente, adolescentes o jóvenes que se caracterizan por su gran valor, generosidad, un alto concepto de la amistad y unos nobles ideales que mueven todos sus pasos. Este joven, por azares del destino y esas cosas que a todos nos pasan alguna vez en la vida, acaba embarcándose en una aventura por lugares misteriosos. Pasa por todo tipo de peripecias que lo vuelven más fuerte y más sabio, y que lo prepararán para enfrentarse con su némesis en ese apoteósico final en el que se decidirá el destino del mundo (en la mayoría de los casos).
No faltan sus compañeros de aventuras ni la presencia de criaturas mágicas o dotadas de algún poder, ya sean hadas, elfos, magos, ángeles o demonios. Y, sobre todo, DRAGONES. Esa es la gran aportación de este género: Los sabios y poderosos dragones, conocedores de un saber olvidado y condenados a abandonar un mundo dominado por los humanos. A veces son buenos, a veces son taimados. En ocasiones tramposos; en otras, tristes y envejecidos. A medio camino entre la bondad y la crueldad. Conocedores de su propia fuerza y, sin embargo, resignados ante un destino que es más fuerte que ellos.
En la llamada Alta Fantasía, las historias suelen ser de una gran calidad narrativa y no ahondan tanto en las batallas como en la propia sociedad, a menudo objeto de crítica y controversia. Los personajes destacan por tener mayor profundidad psicológica, y en ocasiones no se les puede encasillar como "buenos" o "malos". Sin duda, estas historias son mis favoritas. Me encanta embarcarme en un relato que me transporte a un tiempo y un lugar que no existieron, pero que puedo recrear en mi mente sin ningún inconveniente. Adoro conocer a esos personajes con sueños e ilusiones, con sentimientos, con luz y sombra en sus corazones... porque puedo llegar a entenderlos, simpatizar con ellos, amarlos, aborrecerlos... Están vivos, llenos de fuerza. No es la primera vez que lloro por un personaje que muere, aun sabiendo que todo es pura fantasía y que, por lo tanto, no ha sucedido nunca. Sin embargo, me gusta pensar que en algún lugar de mi corazón sí que ha sucedido.
Esa es la auténtica magia de la fantasía épica: Hacerte sentir como parte de un mundo muy distinto al tuyo, que puede ser mejor o peor, pero nuevo y atrayente en cualquier caso. Tú puedes ser el protagonista o el villano, quien más te guste, y llegar a comprender sus motivaciones, que son las que sus propios sentimientos han impulsado hacia delante. Aunque inventados, esos seres de papel y tinta, o gráficos digitales, están vivos en el corazón de millones de lectores, espectadores o jugadores. Y creo que merecen el mismo cariño que otros personajes de historias más "realistas".
Por eso me fastidia un poco que me miren raro cuando confieso mi predilección por este género, pues no me parece nada raro ni anecdótico. Me gusta la fantasía, me gusta la magia, me gustan los dragones, me gustan las princesas en apuros, me gustan los caballeros valerosos, me gustan los villanos inteligentes y carismáticos, me gustan la tensión, el valor, la amistad, la fortaleza, la debilidad, el remordimiento, la luz, la sombra, el miedo, la vida, la muerte... Porque todo eso da forma al universo que es mi mente, forjada por años de lectura aventurera y emocionante.
¿Que si me gusta la fantasía épica? Pues sí. Y a mucha honra!!
Es curioso observar sus caras de asombro, como si no pudieran comprender que una mujer de 26 años disfrute con un género que parece más propio de niños o adolescentes de mente poco madura cuyo único objetivo al ir al cine es ver mamporros y efectos especiales.
A todos ellos va dirigido este post y espero que, si algún día me leen, comprendan mi punto de vista.
La Fantasía Épica o Fantasía Heroica, como más os guste, es un subgénero del género fantástico y se caracteriza por la presencia de seres mitológicos, una ambientación casi siempre ubicada en tiempos antiguos o en sociedades tecnológicamente atrasadas, y con un fuerte componente mágico y épico. Ojo, no confundir con la Ciencia Ficción; son dos géneros muy distintos. Quizá la forma más común de referirnos a la Fantasía Épica es la de "espada y brujería", lo que suele acercarse bastante a la mayoría de la producción de este género.
Los protagonistas de estas historias son, generalmente, adolescentes o jóvenes que se caracterizan por su gran valor, generosidad, un alto concepto de la amistad y unos nobles ideales que mueven todos sus pasos. Este joven, por azares del destino y esas cosas que a todos nos pasan alguna vez en la vida, acaba embarcándose en una aventura por lugares misteriosos. Pasa por todo tipo de peripecias que lo vuelven más fuerte y más sabio, y que lo prepararán para enfrentarse con su némesis en ese apoteósico final en el que se decidirá el destino del mundo (en la mayoría de los casos).
No faltan sus compañeros de aventuras ni la presencia de criaturas mágicas o dotadas de algún poder, ya sean hadas, elfos, magos, ángeles o demonios. Y, sobre todo, DRAGONES. Esa es la gran aportación de este género: Los sabios y poderosos dragones, conocedores de un saber olvidado y condenados a abandonar un mundo dominado por los humanos. A veces son buenos, a veces son taimados. En ocasiones tramposos; en otras, tristes y envejecidos. A medio camino entre la bondad y la crueldad. Conocedores de su propia fuerza y, sin embargo, resignados ante un destino que es más fuerte que ellos.
En la llamada Alta Fantasía, las historias suelen ser de una gran calidad narrativa y no ahondan tanto en las batallas como en la propia sociedad, a menudo objeto de crítica y controversia. Los personajes destacan por tener mayor profundidad psicológica, y en ocasiones no se les puede encasillar como "buenos" o "malos". Sin duda, estas historias son mis favoritas. Me encanta embarcarme en un relato que me transporte a un tiempo y un lugar que no existieron, pero que puedo recrear en mi mente sin ningún inconveniente. Adoro conocer a esos personajes con sueños e ilusiones, con sentimientos, con luz y sombra en sus corazones... porque puedo llegar a entenderlos, simpatizar con ellos, amarlos, aborrecerlos... Están vivos, llenos de fuerza. No es la primera vez que lloro por un personaje que muere, aun sabiendo que todo es pura fantasía y que, por lo tanto, no ha sucedido nunca. Sin embargo, me gusta pensar que en algún lugar de mi corazón sí que ha sucedido.
Esa es la auténtica magia de la fantasía épica: Hacerte sentir como parte de un mundo muy distinto al tuyo, que puede ser mejor o peor, pero nuevo y atrayente en cualquier caso. Tú puedes ser el protagonista o el villano, quien más te guste, y llegar a comprender sus motivaciones, que son las que sus propios sentimientos han impulsado hacia delante. Aunque inventados, esos seres de papel y tinta, o gráficos digitales, están vivos en el corazón de millones de lectores, espectadores o jugadores. Y creo que merecen el mismo cariño que otros personajes de historias más "realistas".
Por eso me fastidia un poco que me miren raro cuando confieso mi predilección por este género, pues no me parece nada raro ni anecdótico. Me gusta la fantasía, me gusta la magia, me gustan los dragones, me gustan las princesas en apuros, me gustan los caballeros valerosos, me gustan los villanos inteligentes y carismáticos, me gustan la tensión, el valor, la amistad, la fortaleza, la debilidad, el remordimiento, la luz, la sombra, el miedo, la vida, la muerte... Porque todo eso da forma al universo que es mi mente, forjada por años de lectura aventurera y emocionante.
¿Que si me gusta la fantasía épica? Pues sí. Y a mucha honra!!
viernes, 20 de julio de 2012
Hikikomori: La nueva tribu urbana
Obligada por las circunstancias, a lo largo de la semana no me queda más remedio que ver el programa De Buena Ley que ponen a las 14:30 horas en Telecinco. Esta copia barata y absurda del antiguo Veredicto (presentado por una casi irreconocible Ana Rosa Quintana) suele provocar en mí el tedio y, en determinados casos, la desesperación e incluso el odio. Quizá sea porque, al contrario de lo que ocurría en Veredicto, en De Buena Ley son todos actores y de los malos, lo que me indigna bastante porque sé de buena tinta que hay personas que se creen que ese circo que están presenciando es auténtico.
Obviamente, un programa de tan bajo calibre no puede ofrecer sino bazofia, por mucho que quieran adornarla con un poco de educación trayendo a una sexóloga, a un psicólogo y a una socióloga (que no salen siempre). Prueba de esta falta de cultura es que hablan de trastornos psicológicos como si fueran meras manías o tontadas que cualquiera puede tener. Uno de estos casos, el que me ocupa hoy, es el de los hikikomoris.
¿Y qué es un "hikikomori"? Se trata de un término japonés para referirse al fenómeno de gente apartada de la sociedad que ha elegido vivir aislada y confinada, bien por presiones externas o internas, bien por un trauma psicológico, o bien por sufrir de ansiedad o fobia social. Las personas que padecen este trastorno parecido a la agorafobia suelen aislarse completamente del entorno que les rodea y encerrarse en su casa, en una habitación, a veces durante años enteros. A menudo se encuentran tristes, pierden a sus amigos, se vuelven inseguros y hablan poco. Su único contacto con el exterior es a través del ordenador, la televisión o los juegos on-line.
La falta de contacto social del hikikomori lo convierte en una persona de estado mental muy variable. Algunos se vuelven callados y ausentes, mientras que otros pueden reaccionar con ira debido a la presión social. Naturalmente, no todos los casos son tan dramáticos y hasta es altamente probable que el hikikomori pueda reintegrarse en la sociedad al cabo de unos años con la debida ayuda psicológica, aunque hay mucha controversia al respecto.
Bien, una vez puestos en antecedentes, coincidireis conmigo en que:
1- Se trata de un trastorno de ansiedad.
2- Quien padece dicho trastorno sufre presión o algún trauma.
3- Es preciso recurrir a un especialista para ayudar al paciente a salir de su enclaustramiento.
Pues parece que en De Buena Ley no lo tienen tan claro. En uno de sus programas de esta semana (no recuerdo exactamente cuál, pero creo que fue el del 18/07/2012), la presentadora no sólo hablaba de este caso equivocándose con el nombre del trastorno (repitiendo constantemente "hikikimori"), sino que además llegó a decir que se trataba de una tribu urbana!! ¿Qué clase de persona puede pensar que un trastorno de ansiedad es un signo distintivo de una tribu urbana? Se puede decir que Hikikomori hace referencia al fenómeno sociológico y engloba a los individuos que pertenecen a este grupo social, pero en ningún caso me parece que hay que confundirlos con miembros de una tribu urbana. A nadie se le ocurriría englobar a los enfermos de VIH en una tribu urbana, ¿no? Pues para el caso es lo mismo.
Por eso me parece vergonzoso que en un programa así se hable de estas cosas con frivolidad, como si quienes padecen el trastorno fueran frikis enganchados a los cómics o a los dibujos animados, como si fueran personas que, según la opinión del público, necesiten echar un "kikimori" de vez en cuando para volver a la vida. Esto me indigna y me parece propio de mentes incultas que no sienten el menor deseo de aprender nada sobre el mundo que nos rodea. Aunque, en fin... si traen para opinar a Arturo Requejo, más conocido en su casa como Arturo PitoDuro, pues está claro que el nivel intelectual del programa tampoco es muy exigente.
Obviamente, un programa de tan bajo calibre no puede ofrecer sino bazofia, por mucho que quieran adornarla con un poco de educación trayendo a una sexóloga, a un psicólogo y a una socióloga (que no salen siempre). Prueba de esta falta de cultura es que hablan de trastornos psicológicos como si fueran meras manías o tontadas que cualquiera puede tener. Uno de estos casos, el que me ocupa hoy, es el de los hikikomoris.
¿Y qué es un "hikikomori"? Se trata de un término japonés para referirse al fenómeno de gente apartada de la sociedad que ha elegido vivir aislada y confinada, bien por presiones externas o internas, bien por un trauma psicológico, o bien por sufrir de ansiedad o fobia social. Las personas que padecen este trastorno parecido a la agorafobia suelen aislarse completamente del entorno que les rodea y encerrarse en su casa, en una habitación, a veces durante años enteros. A menudo se encuentran tristes, pierden a sus amigos, se vuelven inseguros y hablan poco. Su único contacto con el exterior es a través del ordenador, la televisión o los juegos on-line.
La falta de contacto social del hikikomori lo convierte en una persona de estado mental muy variable. Algunos se vuelven callados y ausentes, mientras que otros pueden reaccionar con ira debido a la presión social. Naturalmente, no todos los casos son tan dramáticos y hasta es altamente probable que el hikikomori pueda reintegrarse en la sociedad al cabo de unos años con la debida ayuda psicológica, aunque hay mucha controversia al respecto.
Bien, una vez puestos en antecedentes, coincidireis conmigo en que:
1- Se trata de un trastorno de ansiedad.
2- Quien padece dicho trastorno sufre presión o algún trauma.
3- Es preciso recurrir a un especialista para ayudar al paciente a salir de su enclaustramiento.
Pues parece que en De Buena Ley no lo tienen tan claro. En uno de sus programas de esta semana (no recuerdo exactamente cuál, pero creo que fue el del 18/07/2012), la presentadora no sólo hablaba de este caso equivocándose con el nombre del trastorno (repitiendo constantemente "hikikimori"), sino que además llegó a decir que se trataba de una tribu urbana!! ¿Qué clase de persona puede pensar que un trastorno de ansiedad es un signo distintivo de una tribu urbana? Se puede decir que Hikikomori hace referencia al fenómeno sociológico y engloba a los individuos que pertenecen a este grupo social, pero en ningún caso me parece que hay que confundirlos con miembros de una tribu urbana. A nadie se le ocurriría englobar a los enfermos de VIH en una tribu urbana, ¿no? Pues para el caso es lo mismo.
Por eso me parece vergonzoso que en un programa así se hable de estas cosas con frivolidad, como si quienes padecen el trastorno fueran frikis enganchados a los cómics o a los dibujos animados, como si fueran personas que, según la opinión del público, necesiten echar un "kikimori" de vez en cuando para volver a la vida. Esto me indigna y me parece propio de mentes incultas que no sienten el menor deseo de aprender nada sobre el mundo que nos rodea. Aunque, en fin... si traen para opinar a Arturo Requejo, más conocido en su casa como Arturo PitoDuro, pues está claro que el nivel intelectual del programa tampoco es muy exigente.
martes, 17 de julio de 2012
El Rincón del Gamer: "Odin Sphere"
Entre el poco tiempo que puedo sacar recientemente, he empezado a recuperar juegos de la PS2 que me han gustado mucho. No tengo muchos juegos y no porque tema desarrollar un problema de ludopatía: Lo que pasa es que no me gustan muchos de los juegos que sacaron para la PS2 y, como no me voy a comprar otra consola, tendré que conformarme con lo que hay.
Pero el juego que os presento hoy, a pesar de su aparente sencillez, consiguió enamorarme hasta un punto insospechado. Este juego es "Odin Sphere".
Título: Odin Sphere
Creador: Vanillaware y Atlus
Distribuidor: Square Enix (en Europa)
Plataforma: Play Station 2
Año: 2008
Argumento: El mundo de Erion está al borde del colapso. Los países de Ragnanival, gobernado por el rey Odín, y Rinford, regido por la reina de las hadas Elfaria, están en constante guerra por el control del Caldero, un extraño perol dotado de unas capacidades tecnológicas y mágicas fuera de lo común. El motivo para hacerse con tan valioso objeto es que el Caldero permite la fabricación de psiferitas, unas extrañas piedras que absorben las almas de los caídos en combate y fortalecen al guerrero que las porta. De nada sirve que el Caldero haya provocado la caída del antiguo reino de Valentia ni que se erija como uno de los cinco desastres que anuncia una antigua profecía y que provocarán la caída de Erion. Los acontecimientos se suceden hasta que el temido final se hace inevitable.
En esta historia manejaremos a cinco protagonistas, cada uno con su propia historia. Una niña llamada Alicia se encarga de leer los repectivos libros con las historias de sus personajes, de manera que hay un orden. Además, aunque la historia es larga y se entrecruzan los acontecimientos y personajes, no nos perderemos gracias a la opción Historia, con la que podremos volver a ver los preciosos vídeos por si nos hemos perdido algún detalle.
Aquí os dejo una presentación de los personajes:
*Gwendolin: Princesa de Ragnanival y una guerrera valquiria consumada. A pesar de su aspecto tímido y tierno, es una gran guerrera que siempre ha vivido a la sombra de su hermana Griselda, caída en combate. Gwendolin ansía por encima de todo la admiración y reconocimiento de su padre, el rey Odín, lo que a veces la impulsa a cometer errores por su afán desmedido a la hora de buscar su amor. Su arma es una lanza con la punta fabricada con una psiferita de color azul
*Cornelius: Príncipe de Titania, hijo único del rey Edmund. Es un joven tranquilo y sencillo que, por una maldición, es convertido en un puka, una extraña criatura con aspecto de conejo y orejas de asno. Su misión será la de buscar al responsable que lo ha transformado y exigir que le devuelva su aspecto, a la par que proteger a Velvet, la princesa de la que está enamorado. Su arma es una espada hecha de una pieza con una psiferita de color azul.
*Mercedes: Princesa de las hadas de Ringford, hija de la reina Elfaria. Al principio de la historia es una niña caprichosa y consentida que espera que los demás se lo den todo hecho. Sin embargo, tras la muerte de Elfaria, debe asumir su importante papel como reina de las hadas y enfrentarse en combate a Odín para vengar la muerte de su madre y recuperar el Caldero. Se hace amiga de una ranita que la acompaña a todas partes y que suele darle consejos. Su arma es una ballesta con una psiferita roja que dispara rayos arcanos.
*Oswaldo: Hijo adoptivo de Melvin, sobrino de la reina Elfaria, aunque es humano. Es un joven guerrero de talante serio y fiero que, al haber sido criado casi como un esclavo, no siente el menor aprecio por la vida. En su corazón maldito por Odette, la reina de los muertos, existe el deseo de conocer el amor. Es conocido como el Paladín de las Sombras, pues el poder de la reina Odette le convierte en una sombra que asola todo lo que encuentra a su paso, a costa de su propio corazón. Su arma es una espada corta; la mitad de la hoja es una psiferita de color rojo.
*Velvet: Princesa del caído reino de Valentia. Actualmente vive en el bosque de Elrit con su hermano mellizo Ingway. Por su forma de vestir y sus amplios conocimientos de magia y hechicería, se la conoce como La Bruja del Bosque. Esconde un poderoso secreto: Es la hija bastarda del rey Odín y, por lo tanto, medio hermana de Gwendolin. Su nacimiento provocó la muerte de su madre, que fue asesinada por el difunto rey de Valentia, al que llamaban el Rey Loco. Su misión consiste en buscar la manera de evitar la caída del reino de Erion que anuncian las profecías. Su arma es una cadena negra en cuyos extremos cuelgan dos psiferitas rojas.
Como veis, a la historia no le falta de nada: Tiene acción, batallas, amor, hijos bastardos, asesinatos, alegrías, traiciones... Lo cierto es que la historia y sus protagonistas son el punto más fuerte de este juego, pues todo resulta adictivo y atrayente. Es muy curioso ver cómo cada personaje tiene su propio punto de vista sobre el mismo hecho, y no hay buenos muy buenos ni malos muy malos, sino que van evolucionando con el tiempo y aprendiendo de sus errores.
Lo que quizá pueda chocar es la jugabilidad. Se trata de un juego en 2D, por lo que la perspectiva es lineal y no existen modalidades para búsqueda de tesoros ni nada por el estilo. De hecho, las fases tienen todas la forma de un círculo con distintos puntos marcados como Salida para acceder a la siguiente fase. Los movimientos de los personajes son muy básicos: Saltar y Golpear. Cada personaje tiene una habilidad que le hace diferente a los otros (Gwendolin puede planear con sus alas, Cornelius puede girar en el aire, Mercedes puede volar, Oswaldo puede transformarse en Paladín de las Sombras y Velvet puede columpiarse con su cadena), lo cual nos obliga a aprender a manejarlo para el combate o para huír de los enemigos.
En los puntos negativos, quizá le pondría lo repetitivo que puede resultar matar a los mismos enemigos una y otra vez. Los jefes finales de fase suelen ser comunes para todos los personajes (por ejemplo: Gwendolin mata al General Brigan en las montañas, pero Cornelius se enfrenta antes a él en Ragnanival y Velvet también en el campo de batalla), y eso se hace un poco cansino. También puede resultar un poco tedioso repetir las mismas fases una y otra vez para aumentar el nivel del personaje mediante la siembra de frutas que le dan energía o para buscar dinero.
Sin embargo, lo positivo supera lo negativo. La calidad de los gráficos en 2D es excelente y la banda sonora, creada por los mismos del Final Fantasy, una maravilla para los oídos. Si os gustan las historias que enganchan, con batallas, con amor, con traiciones, con ambición, con valentía... este es un juego que no os decepcionará.
Pero el juego que os presento hoy, a pesar de su aparente sencillez, consiguió enamorarme hasta un punto insospechado. Este juego es "Odin Sphere".
Título: Odin Sphere
Creador: Vanillaware y Atlus
Distribuidor: Square Enix (en Europa)
Plataforma: Play Station 2
Año: 2008
Argumento: El mundo de Erion está al borde del colapso. Los países de Ragnanival, gobernado por el rey Odín, y Rinford, regido por la reina de las hadas Elfaria, están en constante guerra por el control del Caldero, un extraño perol dotado de unas capacidades tecnológicas y mágicas fuera de lo común. El motivo para hacerse con tan valioso objeto es que el Caldero permite la fabricación de psiferitas, unas extrañas piedras que absorben las almas de los caídos en combate y fortalecen al guerrero que las porta. De nada sirve que el Caldero haya provocado la caída del antiguo reino de Valentia ni que se erija como uno de los cinco desastres que anuncia una antigua profecía y que provocarán la caída de Erion. Los acontecimientos se suceden hasta que el temido final se hace inevitable.
En esta historia manejaremos a cinco protagonistas, cada uno con su propia historia. Una niña llamada Alicia se encarga de leer los repectivos libros con las historias de sus personajes, de manera que hay un orden. Además, aunque la historia es larga y se entrecruzan los acontecimientos y personajes, no nos perderemos gracias a la opción Historia, con la que podremos volver a ver los preciosos vídeos por si nos hemos perdido algún detalle.
Aquí os dejo una presentación de los personajes:
*Gwendolin: Princesa de Ragnanival y una guerrera valquiria consumada. A pesar de su aspecto tímido y tierno, es una gran guerrera que siempre ha vivido a la sombra de su hermana Griselda, caída en combate. Gwendolin ansía por encima de todo la admiración y reconocimiento de su padre, el rey Odín, lo que a veces la impulsa a cometer errores por su afán desmedido a la hora de buscar su amor. Su arma es una lanza con la punta fabricada con una psiferita de color azul
*Cornelius: Príncipe de Titania, hijo único del rey Edmund. Es un joven tranquilo y sencillo que, por una maldición, es convertido en un puka, una extraña criatura con aspecto de conejo y orejas de asno. Su misión será la de buscar al responsable que lo ha transformado y exigir que le devuelva su aspecto, a la par que proteger a Velvet, la princesa de la que está enamorado. Su arma es una espada hecha de una pieza con una psiferita de color azul.
*Mercedes: Princesa de las hadas de Ringford, hija de la reina Elfaria. Al principio de la historia es una niña caprichosa y consentida que espera que los demás se lo den todo hecho. Sin embargo, tras la muerte de Elfaria, debe asumir su importante papel como reina de las hadas y enfrentarse en combate a Odín para vengar la muerte de su madre y recuperar el Caldero. Se hace amiga de una ranita que la acompaña a todas partes y que suele darle consejos. Su arma es una ballesta con una psiferita roja que dispara rayos arcanos.
*Oswaldo: Hijo adoptivo de Melvin, sobrino de la reina Elfaria, aunque es humano. Es un joven guerrero de talante serio y fiero que, al haber sido criado casi como un esclavo, no siente el menor aprecio por la vida. En su corazón maldito por Odette, la reina de los muertos, existe el deseo de conocer el amor. Es conocido como el Paladín de las Sombras, pues el poder de la reina Odette le convierte en una sombra que asola todo lo que encuentra a su paso, a costa de su propio corazón. Su arma es una espada corta; la mitad de la hoja es una psiferita de color rojo.
*Velvet: Princesa del caído reino de Valentia. Actualmente vive en el bosque de Elrit con su hermano mellizo Ingway. Por su forma de vestir y sus amplios conocimientos de magia y hechicería, se la conoce como La Bruja del Bosque. Esconde un poderoso secreto: Es la hija bastarda del rey Odín y, por lo tanto, medio hermana de Gwendolin. Su nacimiento provocó la muerte de su madre, que fue asesinada por el difunto rey de Valentia, al que llamaban el Rey Loco. Su misión consiste en buscar la manera de evitar la caída del reino de Erion que anuncian las profecías. Su arma es una cadena negra en cuyos extremos cuelgan dos psiferitas rojas.
Como veis, a la historia no le falta de nada: Tiene acción, batallas, amor, hijos bastardos, asesinatos, alegrías, traiciones... Lo cierto es que la historia y sus protagonistas son el punto más fuerte de este juego, pues todo resulta adictivo y atrayente. Es muy curioso ver cómo cada personaje tiene su propio punto de vista sobre el mismo hecho, y no hay buenos muy buenos ni malos muy malos, sino que van evolucionando con el tiempo y aprendiendo de sus errores.
Lo que quizá pueda chocar es la jugabilidad. Se trata de un juego en 2D, por lo que la perspectiva es lineal y no existen modalidades para búsqueda de tesoros ni nada por el estilo. De hecho, las fases tienen todas la forma de un círculo con distintos puntos marcados como Salida para acceder a la siguiente fase. Los movimientos de los personajes son muy básicos: Saltar y Golpear. Cada personaje tiene una habilidad que le hace diferente a los otros (Gwendolin puede planear con sus alas, Cornelius puede girar en el aire, Mercedes puede volar, Oswaldo puede transformarse en Paladín de las Sombras y Velvet puede columpiarse con su cadena), lo cual nos obliga a aprender a manejarlo para el combate o para huír de los enemigos.
En los puntos negativos, quizá le pondría lo repetitivo que puede resultar matar a los mismos enemigos una y otra vez. Los jefes finales de fase suelen ser comunes para todos los personajes (por ejemplo: Gwendolin mata al General Brigan en las montañas, pero Cornelius se enfrenta antes a él en Ragnanival y Velvet también en el campo de batalla), y eso se hace un poco cansino. También puede resultar un poco tedioso repetir las mismas fases una y otra vez para aumentar el nivel del personaje mediante la siembra de frutas que le dan energía o para buscar dinero.
Sin embargo, lo positivo supera lo negativo. La calidad de los gráficos en 2D es excelente y la banda sonora, creada por los mismos del Final Fantasy, una maravilla para los oídos. Si os gustan las historias que enganchan, con batallas, con amor, con traiciones, con ambición, con valentía... este es un juego que no os decepcionará.
sábado, 14 de julio de 2012
"Es nuestro sueño"
Y, como primera entrada, me parece apropiado empezar con algo que he creado yo misma:
Esta es mi primera novela!! Se titula "Es nuestro sueño" y dentro de poco saldrá a la venta en Amazon y en algunas librerías, sobre todo en Galicia. Os cuento un poco la historia por si algún día decidís darle una oportunidad y leerla. No hace falta decir que mantendré informado a todo el mundo cuando salga la fecha de lanzamiento.
Argumento: Lara es una chica de dieciocho años que sufre diariamente malos tratos por parte de su padre y la completa ignorancia de su madre, a la que parece no importarle el sufrimiento de su hija. En medio de este clima de miedo y dolor, Lara sólo puede contar con su hermano mayor Marcos, de veintiún años.
Marcos es un chico sonriente y positivo que esconde un profundo malestar bajo una fachada de fuerza y optimismo. Es animado y alegre en apariencia, pero sufre lo indecible por proteger a su hermana de la violencia de su padre. Pasa mucho tiempo fuera de casa, trabajando, y le gusta quedar con sus amigos, pero lo que más le gusta es estar con Lara, a la que considera su mejor amiga.
Lara oculta su dolor al resto del mundo y se refugia en su propio mundo, donde nada ni nadie puede entrar. Nadie... excepto Marcos. Él es el único que la quiere y la comprende, el único que está dispuesto a dar la vida por ella. Y Lara termina por enamorarse de él.
No es una situación fácil: Lara continuamente debe enfrentarse a las dudas, los remordimientos y la culpabilidad. Sabe que no debería tener esos sentimientos y trata de rechazarlos, pero nunca llega a conseguirlo. Ansiosa por conocer el amor, Lara entrega el suyo al único chico del mundo que nunca podría pertenecerle. Sin embargo, Marcos ignora los sentimientos que le profesa su hermana; él lo ve como mero cariño. Los acontecimientos se desbordan a medida que pasa el tiempo y Lara no puede aguantar más el peso de su amor, debiendo tomar una decisión que marcará su destino para siempre.
Bueno, ¿qué os parece? Espero que algún día decidais darle una oportunidad y lo leáis, y espero más que os guste. Por supuesto, acepto todo tipo de críticas y comentarios. Y si tenéis alguna duda o queja al respecto, espero poder ayudaros a resolverla.
Este es el cartel que anunciaba mi presentación, que fue el 5 de julio
Esta es mi primera novela!! Se titula "Es nuestro sueño" y dentro de poco saldrá a la venta en Amazon y en algunas librerías, sobre todo en Galicia. Os cuento un poco la historia por si algún día decidís darle una oportunidad y leerla. No hace falta decir que mantendré informado a todo el mundo cuando salga la fecha de lanzamiento.
Argumento: Lara es una chica de dieciocho años que sufre diariamente malos tratos por parte de su padre y la completa ignorancia de su madre, a la que parece no importarle el sufrimiento de su hija. En medio de este clima de miedo y dolor, Lara sólo puede contar con su hermano mayor Marcos, de veintiún años.
Marcos es un chico sonriente y positivo que esconde un profundo malestar bajo una fachada de fuerza y optimismo. Es animado y alegre en apariencia, pero sufre lo indecible por proteger a su hermana de la violencia de su padre. Pasa mucho tiempo fuera de casa, trabajando, y le gusta quedar con sus amigos, pero lo que más le gusta es estar con Lara, a la que considera su mejor amiga.
Lara oculta su dolor al resto del mundo y se refugia en su propio mundo, donde nada ni nadie puede entrar. Nadie... excepto Marcos. Él es el único que la quiere y la comprende, el único que está dispuesto a dar la vida por ella. Y Lara termina por enamorarse de él.
No es una situación fácil: Lara continuamente debe enfrentarse a las dudas, los remordimientos y la culpabilidad. Sabe que no debería tener esos sentimientos y trata de rechazarlos, pero nunca llega a conseguirlo. Ansiosa por conocer el amor, Lara entrega el suyo al único chico del mundo que nunca podría pertenecerle. Sin embargo, Marcos ignora los sentimientos que le profesa su hermana; él lo ve como mero cariño. Los acontecimientos se desbordan a medida que pasa el tiempo y Lara no puede aguantar más el peso de su amor, debiendo tomar una decisión que marcará su destino para siempre.
Bueno, ¿qué os parece? Espero que algún día decidais darle una oportunidad y lo leáis, y espero más que os guste. Por supuesto, acepto todo tipo de críticas y comentarios. Y si tenéis alguna duda o queja al respecto, espero poder ayudaros a resolverla.
Este es el cartel que anunciaba mi presentación, que fue el 5 de julio
Hola, recién llegados!
Hola a todos y bienvenidos a mi primer blog!
Es la primera vez que hago un blog, y todavía soy novata en esto. Esta entrada es para ver qué tal se me da hacer estas cosas, pero prometo ir mejorando con el tiempo. Palabra.
No voy a presentarme, porque para eso tengo el perfil, pero sí voy a aclarar que este blog tendrá como objetivo poner de manifiesto muchas cosas sobre mí, como pueden ser la literatura, los videojuegos, el cine, los cómics, pasando por sucesos de la actualidad que me preocupan o que llaman mi atención. También podéis exponer cualquier duda o problema que tengáis, por si sólo buscáis un consejo. Cualquiera que entre aquí es libre de participar con sus comentarios y aportaciones, siempre desde el máximo respeto. No toleraré insultos de ninguna clase, a menos que sea como fina ironía inglesa (una forma más de insultar, pero más elegante).
Vaya esto por delante, espero que os guste mi blog con el paso del tiempo.
Un beso a todos!
Es la primera vez que hago un blog, y todavía soy novata en esto. Esta entrada es para ver qué tal se me da hacer estas cosas, pero prometo ir mejorando con el tiempo. Palabra.
No voy a presentarme, porque para eso tengo el perfil, pero sí voy a aclarar que este blog tendrá como objetivo poner de manifiesto muchas cosas sobre mí, como pueden ser la literatura, los videojuegos, el cine, los cómics, pasando por sucesos de la actualidad que me preocupan o que llaman mi atención. También podéis exponer cualquier duda o problema que tengáis, por si sólo buscáis un consejo. Cualquiera que entre aquí es libre de participar con sus comentarios y aportaciones, siempre desde el máximo respeto. No toleraré insultos de ninguna clase, a menos que sea como fina ironía inglesa (una forma más de insultar, pero más elegante).
Vaya esto por delante, espero que os guste mi blog con el paso del tiempo.
Un beso a todos!
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