Siempre que me pongo a la tarea de buscar trabajo, me llaman la atención esos eufemismos que las empresas se inventan a la hora de redactar sus ofertas. Por si no fuera poco tener que sacarse una carrera, dos másters y varios cursos de formación, resulta que ahora hay que tirar de diccionario para tratar de descifrar lo que los reclutadores quieren de nosotros si queremos optar a un puesto en sus empresas.
No sé a quién se le ocurrió la idea de utilizar un vocabulario tan pretencioso para ofrecer un puesto de trabajo, sobre todo cuando éste es sencillo y no requiere más de una palabra para saber de qué va la cosa. Supongo que todo esto viene de la imperiosa necesidad humana de aparentar ante los demás lo que no es o lo que no tiene. Pero, como dice el refrán, dime de qué presumes y te diré de qué careces. A las empresas les encanta maquillar las cosas de tal manera que te pintan un puesto de mierda como si fuera necesario sacarse un doctorado cum laude para llevarlo a cabo. Eso sí, del sueldo mejor ni hablamos porque su cantidad es inversamente proporcional a la longitud de descripción del puesto que vas a ocupar. En otras palabras: Cuanto más largo es el nombre del puesto en la candidatura, menos vas a cobrar. Y lo mismo ocurre con las cosas que te van a pedir en la entrevista.
Y así está la cosa. Las ofertas de trabajo están redactadas para no ponérselo nada fácil a los candidatos, dando a veces la impresión de que no quieren que trabajes para ellos. Imagino que será una especie de filtros o algo así, pero resulta verdaderamente agotador tratar de cumplir la lista de cosas que te piden. Porque ocurre una cosa muy curiosa, y es que da la impresión de que las empresas quieren que trabajes para ellos como si no tuvieras vida propia, familia con la que estar o aficiones que te gustaría hacer en tu tiempo libre. Te piden imposibles como tener cinco años de experiencia en tu primer trabajo a los 22 años, o un nivel de inglés nativo cuando lo más probable es que su clientela sea la típica que hay por el barrio. También es muy común que te pidan ser proactivo, tener un gran compromiso con la empresa o poseer un nivel de tolerancia a la frustración alto, y te lo dicen como si fueran virtudes propias de un buen trabajador, cuando en el fondo no es más que una manera de decirte que te van a putear de lo lindo y es mejor que no te quejes si no quieres que le den el trabajo a otro y tú te quedes ahí comiéndote los mocos.
Por eso, he buscado por Internet algunas de las expresiones más comunes que veremos en candidaturas o en entrevistas de trabajo y he elaborado un pequeño diccionario laboral con la intención de que sepáis a qué ateneros cuando os pinten ese trabajo normalito como la oportunidad de que vuestros sueños se hagan realidad.
¡Mucha suerte a todos en vuestra ardua búsqueda!
-Recurso humano: El esclavo trabajador de toda la vida.
-Buscamos gente proactiva: Vas a tener que hacer horas extra y no te las vamos a pagar.
-Cargo de confianza y mucha responsabilidad: Tienes hora de entrada pero no de salida, te va a llegar trabajo por todas partes y te vas a llevar la culpa de todos los problemas que surjan.
-Racionalización de recursos: A la puta calle.
-Periodo de ajustes: A la puta calle.
-Desvinculación estratégica: A la puta calle.
-Reajuste de requerimientos: Venga, que ya os la sabéis. Exacto, a la puta calle.
-Reestructuración: Yo ya no digo ná...
-Flexibilizar el mercado laboral: A la puta calle, y sin que nos cueste ni un duro.
-Reajuste de responsabilidades: Vas a trabajar más pero vas a seguir cobrando lo mismo.
-Optimización de capacidad instalada: Igual que la anterior pero más rimbombante.
-Optimización de recursos financieros: No, no te vamos a subir el sueldo.
-Ajuste de remuneraciones al entorno macroeconómico actual: Le vamos a bajar el sueldo a los curritos pero nosotros nos lo vamos a subir.
-Buscamos a alguien organizado: Tu puesto va a ser un completo caos. Mucho trabajo estresante y más horas de las estipuladas.
-Es esencial que tenga buenas habilidades comunicativas: La labia que tengas te servirá lo mismo para hacer presentaciones en público que para colocar un trabajo mal hecho o con retraso.
-La motivación es muy importante: Puesto de trabajo con poco control, lo que te obligará a hacer tus propias tareas.
-Somos una empresa en crecimiento: Tenemos este local y otro más en la otra punta de la ciudad.
-Es imprescindible que tenga un horario flexible: Trabajar mucho, quejarse poco y cobrar menos.
-Buscamos un trabajador cualificado para el puesto: Vas a tener que hacer tareas relacionadas con el título que tienes... y también otras que no tienen nada que ver.
-Queremos que el trabajador tenga compromiso con la empresa: Vas a trabajar como un burro y te vamos a exigir mucha productividad.
-Es imprescindible tener buena presencia: Solo queremos gente joven y guapa.
-Preferible que resida cerca del puesto de trabajo: En realidad, no tenemos ningún motivo para exigirte esto. Es solo que nos gusta tocarte las narices.
-Disponibilidad de tiempo: Te vamos a explotar a base de bien, así que olvídate de que tienes una vida.
-Con ganas de crecer laboralmente: Pagamos una miseria pero, ¡venga! ¡Arriba ese ánimo!
-El candidato debe tener una actitud excelente: Ni se te ocurra quejarte o te vas de aquí a toda leche.
-Debe saber tener tolerancia a la frustración: Básicamente, el trabajo es una mierda.