Uno de los grandes problemas que surgen al comprar un nuevo videojuego es que siempre existe la duda razonable de si será un buen juego o estás desperdiciando tu dinero en un truñaco de los gordos. Hay juegos que parecen muy buenos y luego resultan ser verdaderas birrias. Y también hay juegos con malas carátulas y pésimas descripciones que después se revelan como auténticas joyas. Hoy no es lo uno ni lo otro, porque se trata de un monumento en sí mismo: God f War II.
Título: God of War II
Título alternativo: God of War II: Divine Retribution
Creador: SCEA
Distribuidor: Sony
Plataforma: Play Station 2
Año: 2007
Vale, ya sé lo que os estáis preguntando: ¿Dónde está el I? Veréis, una de las cosas que me caracterizan es que, tanto con libros como con películas, series y videojuegos, es que suelo conseguir antes las segundas partes que las primeras. Además, este juego lo compré de segunda mano (debo de ser la última persona en el mundo que sigue jugando con la Play 2) y en la tienda no había el primero, así que sólo me voy a dedicar a comentar el segundo. Si algún día consigo el God of War I, haré una reseña.
Cuando compré el juego, tenía algunas referencias acerca de lo que era el universo God of War. Entre las más repetitivas, se decía que era un juego bastante fuerte en el que no se escatimaban las muertes más violentas y sanguinarias que uno se pudiera imaginar. Bien, debo admitir que eso se cumple en todas sus partes. God of War II no es Candy Candy, así que los amantes de la brutalidad no quedarán decepcionados. Esto no me parece mal. Al contrario. A veces viene bien liberar la ira arrancándole el cuello a una gorgona o mutilando sátiros para matarlos con su propio brazo armado. Así que ya sabéis: Si sois chicas, podéis decir que os gusta este juego porque vuestra psique reprimida agradece esas descargas catárticas en un entorno ficticio controlado y no exento de símbolos. Si sois chicos y alguien os pregunta, sólo tenéis que decir "porque soy un tío". Pero volvamos al tema que nos ocupa.
God of War II nos trae la continuación de las aventuras de Kratos, el guerrero espartano que, tras muchas vicisitudes, ha conseguido matar al dios Ares y convertirse en el nuevo dios de la guerra. Sin embargo, sus matanzas indiscriminadas provocan la ira de todo el Olimpo, y sobre todo de Zeus, que le traicionará y le hará creer que le está ayudando cuando en realidad quiere robarle sus poderes divinos y convertirlo en mortal para acabar con él de una vez por todas. Y lo consigue. Kratos muere atravesado por la espada de Zeus y se hunde en las profundidades del Hades. Pero si el juego se acabara aquí sería muy cortito, ¿no? Kratos experimenta una serie de visiones y, en una de ellas, la titánide Gaia le ofrece su ayuda para vengarse de Zeus. Le devuelve a la vida y le encomienda una misión: Ir al templo de las Hermanas del Destino para que le ayuden a retroceder en el tiempo y acabar con Zeus justo en el momento en que le arrebata sus poderes de dios.
La historia de God of War II es uno de los mayores aciertos del videojuego. La leyenda de Kratos está perfectamente encajada dentro del intrincado laberinto que da forma a toda la mitología griega. De hecho, la base de la historia es la del famoso mito del nacimiento de Zeus y el engaño a Cronos, que trata de devorarlo para que no lo mate en el futuro. Pero el mundo griego de God of War no es un cuento de hadas ni un camino de rosas; de hecho, todos los personajes que salen son peligrosos y probablemente tratarán de matar a Kratos. ¡Hasta los perros son malvados! Se nos presenta un universo sangriento, peligroso y cargado de violencia. Como dios de la guerra, Kratos no se anda con chiquitas. Es capaz de matar tanto a amigos como a enemigos con tal de llevar a cabo su venganza. Los únicos destellos de arrepentimiento son cuando tiene una visión de su esposa (asesinada junto con su hija por él mismo cuando había sido poseído por Ares) y le dice que lamenta mucho lo que hizo. Por lo demás, no te gustaría entrometerte en su camino.
Entre los personajes más conocidos encontraremos a Teseo (que aquí no tiene nada que ver con el Minotauro), a Ícaro (un viejo que está chalado), al titán Atlas, a Prometeo, etc. También obtendremos la ayuda de criaturas como Pegaso y el Fénix, aunque de manera muy puntual. El resto de criaturas tales como gorgonas, sátiros, minotauros, cíclopes, cerberos y demás, están creados con el único propósito de matar a nuestro aguerrido protagonista.
La jugabilidad es muy buena. Es uno de los juegos más fluidos que he tenido el gusto de encontrar. Los ataques de Kratos con sus dos espadas encadenadas son brutales. No sólo tiene los movimientos básicos tipo "Ataque rápido" y "Ataque fuerte"; con un sencillo comando, puede hacer ataques giratorios, elevar enemigos por los aires, hacer un ataque desenfrenado y repetitivo… Pero las espadas no serán su única arma, porque a lo largo del juego podemos conseguir el Vellocino de Oro, el Martillo de Bárbaro y la Lanza del Destino, con sus respectivas características y mejoras. Además, Kratos cuenta con habilidades especiales que requieren magia para su uso: La Perdición de Tifón (un arco), la Ira de Cronos (rayos eléctricos), la Cabeza de Euríale (pues eso, la cabeza de una gorgona) y el Temblor de Atlas (un ataque que hace temblar la tierra). Y por si fuera poco, también contamos con la Furia de los Titanes, que proporciona a Kratos una fuerza devastadora durante un tiempo limitado. Así que, como veis, en cuestión de armas vamos bien surtidos.
Cada enemigo tiene su propia táctica a la hora de aniquilarlo. No sólo vamos a dar espadazos a mansalva, sino que debemos contar con las habilidades propias de cada enemigo (por ejemplo, enemigos que explotan o que te convierten en piedra) para poder eludirlas y atacar a nuestra vez. Los jefes de final de fase son otro buen ejemplo: como cuentan con ataques propios y son más duros de pelar es necesario mostrar cierta pericia cuando toque acabar con ellos. Esto se puede hacer un poco difícil, sobre todo si es la primera vez que juegas, pero una vez dominado no tiene mucha dificultad.
Otro punto positivo es la maravilla de gráficos que nos ofrece. Los escenarios son increíbles y muy cuidados; casi parece que estés en un auténtico templo griego, sólo que más brutal y primitivo. Hay algunos escenarios que te deleitarán (en mi caso, los Corceles del Tiempo) y te hará parecer que estás inmerso en una película y no en un videojuego. Las secuencias de vídeo no son abundantes, pero algunas de ellas ciertamente compensan porque son muy buenas gráficamente hablando.
Sin embargo, algún fallo tenía que tener. Si alguna pega se le puede poner al juego es que no cuenta con movimientos de cámara, pero quizá eso se deba a que no son estrictamente necesarios. La cámara se coloca de tal forma que te muestra en todo momento el camino que debes seguir, aunque a veces te lo pone difícil a la hora de buscar los cofres que hay desperdigados y que son necesarios para obtener las mejoras de vida y magia que harán mucho más llevadera nuestra misión.
En general, uno de los mejores juegos a los que me he enfrentado. Tiene todo lo que necesita para convertirse en un éxito rotundo, tal como ha pasado. Si os van las emociones fuertes, la brutalidad y la sangre a mansalva, entonces este juego podría ser una buena elección para vosotros