Cuando la gente me pregunta por mis gustos literarios o cinematográficos, se queda un poco sorprendida cuando respondo con una alegre sonrisa: La fantasía épica!!
Es curioso observar sus caras de asombro, como si no pudieran comprender que una mujer de 26 años disfrute con un género que parece más propio de niños o adolescentes de mente poco madura cuyo único objetivo al ir al cine es ver mamporros y efectos especiales.
A todos ellos va dirigido este post y espero que, si algún día me leen, comprendan mi punto de vista.
La Fantasía Épica o Fantasía Heroica, como más os guste, es un subgénero del género fantástico y se caracteriza por la presencia de seres mitológicos, una ambientación casi siempre ubicada en tiempos antiguos o en sociedades tecnológicamente atrasadas, y con un fuerte componente mágico y épico. Ojo, no confundir con la Ciencia Ficción; son dos géneros muy distintos. Quizá la forma más común de referirnos a la Fantasía Épica es la de "espada y brujería", lo que suele acercarse bastante a la mayoría de la producción de este género.
Los protagonistas de estas historias son, generalmente, adolescentes o jóvenes que se caracterizan por su gran valor, generosidad, un alto concepto de la amistad y unos nobles ideales que mueven todos sus pasos. Este joven, por azares del destino y esas cosas que a todos nos pasan alguna vez en la vida, acaba embarcándose en una aventura por lugares misteriosos. Pasa por todo tipo de peripecias que lo vuelven más fuerte y más sabio, y que lo prepararán para enfrentarse con su némesis en ese apoteósico final en el que se decidirá el destino del mundo (en la mayoría de los casos).
No faltan sus compañeros de aventuras ni la presencia de criaturas mágicas o dotadas de algún poder, ya sean hadas, elfos, magos, ángeles o demonios. Y, sobre todo, DRAGONES. Esa es la gran aportación de este género: Los sabios y poderosos dragones, conocedores de un saber olvidado y condenados a abandonar un mundo dominado por los humanos. A veces son buenos, a veces son taimados. En ocasiones tramposos; en otras, tristes y envejecidos. A medio camino entre la bondad y la crueldad. Conocedores de su propia fuerza y, sin embargo, resignados ante un destino que es más fuerte que ellos.
En la llamada Alta Fantasía, las historias suelen ser de una gran calidad narrativa y no ahondan tanto en las batallas como en la propia sociedad, a menudo objeto de crítica y controversia. Los personajes destacan por tener mayor profundidad psicológica, y en ocasiones no se les puede encasillar como "buenos" o "malos". Sin duda, estas historias son mis favoritas. Me encanta embarcarme en un relato que me transporte a un tiempo y un lugar que no existieron, pero que puedo recrear en mi mente sin ningún inconveniente. Adoro conocer a esos personajes con sueños e ilusiones, con sentimientos, con luz y sombra en sus corazones... porque puedo llegar a entenderlos, simpatizar con ellos, amarlos, aborrecerlos... Están vivos, llenos de fuerza. No es la primera vez que lloro por un personaje que muere, aun sabiendo que todo es pura fantasía y que, por lo tanto, no ha sucedido nunca. Sin embargo, me gusta pensar que en algún lugar de mi corazón sí que ha sucedido.
Esa es la auténtica magia de la fantasía épica: Hacerte sentir como parte de un mundo muy distinto al tuyo, que puede ser mejor o peor, pero nuevo y atrayente en cualquier caso. Tú puedes ser el protagonista o el villano, quien más te guste, y llegar a comprender sus motivaciones, que son las que sus propios sentimientos han impulsado hacia delante. Aunque inventados, esos seres de papel y tinta, o gráficos digitales, están vivos en el corazón de millones de lectores, espectadores o jugadores. Y creo que merecen el mismo cariño que otros personajes de historias más "realistas".
Por eso me fastidia un poco que me miren raro cuando confieso mi predilección por este género, pues no me parece nada raro ni anecdótico. Me gusta la fantasía, me gusta la magia, me gustan los dragones, me gustan las princesas en apuros, me gustan los caballeros valerosos, me gustan los villanos inteligentes y carismáticos, me gustan la tensión, el valor, la amistad, la fortaleza, la debilidad, el remordimiento, la luz, la sombra, el miedo, la vida, la muerte... Porque todo eso da forma al universo que es mi mente, forjada por años de lectura aventurera y emocionante.
¿Que si me gusta la fantasía épica? Pues sí. Y a mucha honra!!
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