¡Hola a todos!
Empezamos este mes del terror con un poquito de retraso, ya que quería haber subido esta entrada hace un par de días. Cuando quise recopilar información sobre el tema que os traigo hoy, me di cuenta de que tenía tantas cosas que iba a tener que recortar y adaptar un poco el contenido para no hacerlo tan abrumador, y por eso he tardado en subirlo. Espero que al final la espera haya merecido la pena y os guste lo que hoy os traigo.
Porque sí, amigos, hoy vamos a hablar de frikis. Aunque todos hemos oído y/o utilizado más de una vez la palabra friki, son pocos los que conocen su origen y el contexto en el que se usaba. A día de hoy tendemos a considerar como “friki” a una persona que se pasa todo el día delante del ordenador o leyendo tebeos sin prestar atención a lo que ocurre en el mundo exterior. Se aíslan en una burbuja creada a partir de videojuegos, películas, series, dibujos animados, cómics, música, y no permiten que nada ni nadie entre ahí, salvo otros frikis como ellos. Otra denominación más amplia habla de los frikis como personas que gustan de hacer alarde de ciertas rarezas que tienen que ver con su aspecto físico, como puede ser un cierto tipo de maquillaje y vestimenta o la exhibición de atributos corporales poco comunes. Esta definición es la que más se aproxima a lo que fue el friki en sus orígenes.
La palabra friki proviene del término anglosajón freak, que significa “extraño” o “fenómeno”, que se volvió muy popular a partir del siglo XVII con la proliferación de los Freak Shows, o espectáculos de fenómenos. Un Freak Show era un tipo de espectáculo que consistía en mostrar a seres humanos con diversas características físicas inusuales, sorprendentes o grotescas, pero también incluía presentaciones de diversas proezas y demostraciones atléticas varias. El Freak Show podía ser considerado un entretenimiento complementario a un circo, un carnaval, una feria o un espectáculo de vodevil; es decir, no era la atracción principal pero sí constituía un factor más para atraer espectadores.
Las primeras exhibiciones de rarezas humanas las encontramos en la Inglaterra del siglo XVII. Por entonces, los artistas itinerantes iban de pueblo en pueblo y se presentaban en las plazas públicas con personas que, por los motivos que fuesen, presentaban diversas malformaciones o problemas metabólicos como el enanismo, el gigantismo, la obesidad o el hirsutismo, entre muchas otras. Más adelante, ya en la época victoriana, los Freak Shows se convierten en parte fundamental de los circos y ferias ambulantes, presentando a personas con alteraciones genéticas varias, rarezas étnicas, personas con capacidades físicas inusuales, espectáculos con animales, récords extravagantes y otros espectáculos con ventrílocuos, tragafuegos, lanzamiento de cuchillos y demás. A partir del siglo XIX será cuando se popularicen estos Freak Shows, pasando a formar parte de los teatros de variedades (el vodevil estadounidense) y los dime museums, que eran museos ambulantes que mostraban colecciones y personas con características inusuales a cambio de una moneda de diez centavos.
Con el tiempo, los Freak Shows alcanzaron una gran notoriedad y era raro el espectáculo que no contara con varios fenómenos entre sus integrantes para servir de entretenimiento a sus espectadores. Para el público de aquellos años, presenciar este tipo de espectáculos era un privilegio casi exótico, pero fueron pocas las personas que se pararon a pensar en la triste vida que llevaban muchos de los fenómenos circenses. Las graves anormalidades genéticas de algunos “artistas” les acarreaban toda suerte de infortunios que normalmente empezaban desde su nacimiento. La mayoría de los fenómenos entraban a formar parte de la troupe siendo niños, muchas veces después de haber sido abandonados por sus padres o incluso vendidos a los promotores de ferias por sus rarezas físicas. El circo o la feria contratante los llevaba de pueblo en pueblo para que todos pudieran examinar sus deformidades, pero pocas veces se preocupaban por los terribles dolores que estas malformaciones les acarreaban salvo, claro está, cuando estaba en peligro la salud de su importante inversión de dinero. Tampoco recibían ayuda psicológica de ningún tipo y, en el caso de que debieran ser recluidos en alguna institución especial, se les trataba como objeto de estudio sin pensar en sus sentimientos y mucho menos en sus necesidades. Simplemente existían para servir de entretenimiento a la gente que pagaba por verles, que obtenía su dosis de risas y burlas a través de la felicidad del ignorante.
Entre los muchos fenómenos que formaron parte de estos Freak Shows, he seleccionado algunos de los más famosos ya en su época. Cabe decir que algunos de ellos, a pesar de las burlas y las diversas discapacidades que sufrieron, consiguieron llevar una vida bastante feliz; otros, por desgracia, no tuvieron esa suerte y se vieron obligados a padecer todo tipo de dolores y vejaciones.
Joseph Merrick, el Hombre Elefante
Joseph Merrick fue un ciudadano inglés que se hizo tristemente famoso debido a las malformaciones que sufrió por todo su cuerpo desde su más tierna infancia. Nació en Leicester en el año 1862, y al año y medio empezó a desarrollarse en él una enfermedad congénita conocida como Síndrome de Proteus, que causa un crecimiento excesivo de la piel, un desarrollo anormal de los huesos, músculos y vasos linfáticos, y tumoraciones exageradas por todo el cuerpo. De hecho, fue un inmenso tumor en el rostro lo que le dio a Merrick el sobrenombre que le haría inmortal: el Hombre Elefante.
Aunque desde muy pequeño trató de ganarse la vida trabajando en fábricas o puestos callejeros, al final sus deformidades fueron tan grandes que Merrick no vio otra salida para él más que trabajar en circos ambulantes. Durante toda su vida sufrió burlas, desprecio e incluso el odio de su propia familia, a excepción de su madre, que murió siendo él un niño. En el tiempo que trabajó para circos y ferias itinerantes, su exhibición era tan hórrida e impactante que tuvo que cancelarse en varias ocasiones por ser considerada “indecente”. A todo esto se sumaban los terribles dolores que padecía Merrick a causa de sus malformaciones, como problemas de cuello y espalda y grandes tumores en la cabeza que le impedían dormir acostado porque corría el peligro de morir por asfixia.
Pero a pesar de su desgraciada enfermedad, Merrick fue siempre un hombre de carácter dulce, tímido y educado. Solo en los últimos años de su vida encontró sosiego en la soledad de un pequeño apartamento, donde pudo vivir en paz hasta que murió a la temprana edad de veintiocho años.
Grady Stiles Jr., el Chico Langosta
Nacido en Pennsylvania en el año 1937, Grady Stiles fue uno de los fenómenos de feria más famosos de todo Estados Unidos debido a una malformación conocida como ectrodactilia. Esta anomalía hace que los dedos de las manos y los pies estén fusionados en diverso grado, dando a la extremidad la forma de una pinza de cangrejo. No es extraño, por tanto, que Stiles fuera conocido en todo el país como el Chico Langosta.
Pero Grady no era el único que padecía esta malformación. La familia Stiles presentaba una larga historia de ectrodactilia en la que Grady Jr. era la sexta generación afectada por esta extraña anomalía. Su padre actuaba como fenómeno de feria y agregó a su hijo al espectáculo desde muy pequeño. Debido a su elevado grado de ectrodactilia, Grady tenía las piernas muy poco desarrolladas y no podía caminar. A veces utilizaba una silla de ruedas, pero normalmente se valía de sus manos y sus brazos para desplazarse, lo que le llevó a desarrollar una gran fuerza en la parte superior de su cuerpo. Con el tiempo se casó y tuvo cuatro hijos; dos de ellos también presentaban ectrodactilia, por lo que Stiles los incorporó al espectáculo y viajaba con ellos exhibiéndose como La Familia Langosta.
Sin embargo, su agresividad y mal carácter, unidos a un abuso continuado del alcohol, le llevaron por el camino del maltrato y el crimen. En 1978, mató de un disparo al prometido de su hija mayor el día anterior a su boda por considerarlo poco digno de ella; en el juicio no mostró el menor arrepentimiento por lo que hizo. Debido a su condición, no fue enviado a la cárcel y fue condenado a 15 años de libertad condicional. Maltrató a sus dos esposas y a sus hijos, llegando a amenazarles de muerte, hasta que en 1992 su primera esposa y un hijo suyo de un matrimonio anterior contrataron a un hombre para que matara a Grady. El Chico Langosta murió de un disparo en la cabeza mientras estaba sentado en su casa viendo la televisión.
Josephine Myrtle Corbin, la Chica de las Cuatro Piernas
Josephine Corbin vino al mundo en Texas en el año 1868. Tenía siete hermanos más, todos chicos y chicas normales que recibieron con expectación a esta hermana tan singular que nació con cuatro piernas. Los médicos de entonces pensaban que esta anomalía podía deberse a la consanguinidad de los padres, aunque nunca quedó claro del todo. En cualquier caso, Josephine salió adelante sin muchos problemas; tan solo tenía alguna dificultad para caminar, ya que sus piernas interiores eran débiles y muy pequeñas, pero podía andar con normalidad con sus dos pelvis y las piernas exteriores.
A la edad de trece años empezó a trabajar como fenómeno en ferias de atracciones, haciendo eventos en pueblos, plazas públicas, teatros y dime museums. Sin embargo, pronto empezó a padecer dolores de espalda a partir de la tercera lumbar, donde su cuerpo se desdoblaba originando esas dos pelvis. A los dieciocho años se puso en manos del doctor Clinton Bicknell, con quien acabaría casándose al año siguiente. A partir de entonces, Josephine dejó su trabajo como fenómeno y se entregó por completo a su marido y a los hijos que no tardaron en llegar; como curiosidad, el hecho de disponer de dos pelvis le permitió a Josephine quedarse embarazada de cada una de las dos partes, gracias a lo cual pudo traer al mundo a cinco hijos que crecieron fuertes y sanos.
Josephine llevó una vida plena y feliz acompañada de su familia y de sus numerosos amigos. Murió a los sesenta años por una infección en su pierna izquierda, pasando a la historia de la Medicina como la mujer de dos pelvis y dobles órganos sexuales internos y externos.
Ella Harper, la Chica Camello
Ella Harper nació en Tennessee en el año 1870. Vino al mundo junto con su hermano mellizo, que falleció al poco tiempo. Sus padres pensaron que Ella tampoco tardaría mucho en morir debido a su apariencia débil, pero la niña logró salir adelante. La anormalidad que padecía en sus piernas, una extraña condición congénita en la que las rodillas se doblaban al revés y la obligaban a caminar a cuatro patas, fue lo que la hizo tan excepcional. Esa particularidad, unida a la gran sonrisa con la que se presentaba ante todo el mundo, hizo de Ella una persona muy especial.
Como tantos otros fenómenos de circo, Ella Harper empezó a trabajar en este mundo siendo muy pequeña. En los espectáculos itinerantes se la colocaba al lado de un camello para que todo el mundo pudiera ver el parecido entre ella y las patas del animal, motivo por el cual pronto se la apodó “la Chica Camello”. Llegó a ganar mucho dinero gracias a sus exhibiciones, pero Ella pronto se cansó de esa vida. Su mayor deseo era formarse, estudiar y tener su propia vida lejos de las humillaciones del circo, y por eso tomó la decisión de abandonar al cumplir dieciséis años. A los veinticinco se casó con el maestro de escuela Robert L. Savely, del que nunca se separaría.
Aunque uno de sus grandes sueños era ser madre, Ella tuvo que sufrir las pérdidas tanto de su hija biológica como del niño que ella y su marido adoptaron. A los cuarenta años, Ella Harper murió de un cáncer de colon.
Lionel, el Hombre León
Stephan Bibrowski fue un artista de origen polaco que se exhibió como fenómeno con gran éxito a principios del siglo XX, siendo conocido como el Hombre León a causa de la hipertricosis que padecía, lo que le había hecho nacer con una gruesa mata de pelo que le cubría todo el cuerpo y la cara.
Nacido cerca de Varsovia entre 1890 y 1891, Stephan empezó a trabajar en el mundo circense a instancias de sus padres a los cuatro años de edad. Su promotor lo exhibió en el Panoptikum de Berlín, un gran parque de atracciones situado a las afueras de la ciudad, pero su carrera no se quedó estancada ahí. En 1901 viajó a Estados Unidos, donde fue contratado por el Barnum & Bailey Circus; en sus espectáculos, los jefes de pista le anunciaban como un prodigio que había nacido así a resultas de la impresión que su madre embarazada había sufrido al ver cómo un león atacaba a su esposo domador. Con su nuevo nombre artístico, Lionel participó en numerosas ferias y espectáculos en todo el mundo, obteniendo una gran popularidad.
A diferencia de otros fenómenos, nunca abandonó el circo y vivió con bastante holgura de los beneficios que obtenía por cada uno de sus espectáculos. Lionel era culto, hablaba varios idiomas y además era muy divertido; en sus shows siempre conseguía agradar al público gracias a su conversación y sus demostraciones de fuerza. Le gustaba hacer deporte y mantener una buena condición física, lo que unido a su larga y cuidada pelambrera dorada le valió la admiración de muchas mujeres. Se retiró a finales de los años 20 y regresó a Alemania, donde murió de un infarto en 1932.
Annie Jones Elliot, la Mujer Barbuda
Posiblemente una de las artistas circenses más conocidas de toda la historia, junto con el Hombre Elefante. Nació en Marion, Virginia, en el año 1865 y fue contratada por el empresario P. T. Barnum a la temprana edad de nueve meses para que entrara a formar parte de su espectáculo de fenómenos, recibiendo los padres la suma de 150 dólares semanales. En sus espectáculos se la presentaba como “la Nueva Esaú”, pero no tardaron en cambiar su mote por el de la Mujer Barbuda.
Es muy posible que Annie padeciera una extraña condición llamada hirsutismo, un brote anormal de vello recio en lugares de la piel que por lo general son lampiños. A los cinco años, Annie tenía ya bigote y patillas, y también se dejó crecer mucho el cabello, llegando a lucir barba y melena hasta el suelo. No fueron pocos los fotógrafos que la inmortalizaron en sellos, postales y tarjetas de visita, gracias a lo cual se hizo conocida en todo el país. En lo personal, Annie era una mujer de una gran educación y modales exquisitos, y entre sus habilidades estaba la de tocar la mandolina. Se casó en 1881, pero se divorció para casarse con su amigo de la infancia William Donovan, del que pronto enviudó.
Annie Jones Elliot murió en casa de su madre en Brooklyn de una pulmonía en 1902.
Schlitzie, el Último Azteca
Schlitzie, posiblemente nacido como Simon Metz y legalmente Schlitze Surtees, era un artista de circo y actor estadounidense con una larga carrera en espectáculos ambulantes. Tanto su nombre como su auténtica fecha de nacimiento son un misterio, ya que probablemente sus padres biológicos lo entregaron a algún circo itinerante al poco de nacer. Schlitzie nació con microcefalia, una discapacidad que le hacía tener la cabeza desproporcionada por lo pequeña con relación al resto del cuerpo, provocando que su cerebro no se desarrollara del todo. Su estatura también era muy baja (medía 1,22 metros), tenía miopía y un retraso mental muy grave. Sin embargo, era capaz de llevar a cabo tareas fáciles y parecía entender casi todo lo que se le decía. Se cree que Schlitzie podría haber tenido el conocimiento de un niño de tres años.
Schlitzie, al igual que otros microcéfalos, era presentado en los espectáculos circenses como “cabeza de alfiler” o “eslabón perdido”, pero el mote que le granjearía la fama fue el de El Último Azteca; para darle un toque exótico a su actuación, se le rapaba la cabeza al cero a excepción de una pequeña coleta, se le ponía un vestido muumuu y se decía que venía de Yucatán. En el ámbito de la feria, Schlitzie fue un éxito; entre los años 1920 y 1930 fue empleado por muchos circos de lujo, y llegó a participar en la película de Tod Browning Freaks (1932) junto con otros fenómenos contemporáneos, aunque la película fue un sonoro fracaso en taquilla y llegó a estar prohibida durante muchos años por considerarse escandalosa.
Cuando el tutor legal de Schlitzie murió en 1965, su hija lo internó en un hospital de Los Ángeles, pero como el artista echaba de menos el circo, las autoridades del hospital acordaron devolverle al mundo del que provenía, y allí permaneció hasta 1968, año en el que hizo sus últimas apariciones. Murió en 1971, a los setenta años de edad, a causa de una bronconeumonía.
John Eckhardt Jr., el Medio Hombre
En 1911 nacía en Baltimore John Eckhardt Jr., más conocido como el Medio Hombre debido a que padecía agenesia sacra, una rara malformación que hacía parecer que su cuerpo terminaba a la altura de la cintura. Pasó a formar parte del mundo del espectáculo cuando, a los doce años, participó como voluntario en un número de magia. El prestidigitador se ofreció a ser su representante, algo que Johnny aceptó a cambio de que su hermano mellizo Robert fuera también contratado. Robert no padecía la misma malformación, pero junto con Johnny hacía un gran espectáculo.
En 1931 se le ofreció la oportunidad de participar en la película Freaks, del director Tod Browning, algo que aceptó encantado. Sin embargo, le costaba socializar con el resto de fenómenos, pues no se sentía cómodo entre ellos. Al final, debido al estrepitoso fracaso de la película en taquilla, Eck tuvo que renunciar a hacer carrera en el mundo del cine y regresó a los espectáculos de ilusionismo. Uno de sus números más famosos era el clásico de introducir a un hombre en una caja y serrarlo por la mitad. Durante el número, Robert se cambiaba por su hermano Johnny y un enano escondido en unos pantalones; al abrir la caja, las piernas salían corriendo y Johnny iba detrás de ellas tras las bambalinas, de donde salía Robert “completo” para gozo del público. Además de artista, Johnny también era músico, pintor y tenía un gran talento para las manualidades.
A finales de los 40, con la pérdida de popularidad de los Freak Shows, los hermanos Eckhardt se retiraron a su casa natal en un barrio obrero de Baltimore. Aunque al principio vivieron tranquilos y felices, en los años 70 el barrio quedó invadido por la delincuencia y la droga. A todo esto se suman los constantes robos y estafas que sufrieron por parte de administradores sin escrúpulos e incluso personas a las que consideraban amigas. También sufrieron un robo en su casa durante el cual los ladrones los maniataron e incluso se rieron de la malformación de Johnny. Murió de un infarto en 1991, y su hermano Robert cuatro años más tarde.
Daisy y Violet Hilton, las Gemelas Siamesas
Daisy y Violet vinieron al mundo en Sussex, Inglaterra, en el año 1908. Su concepción y nacimiento no habían sido buscados por su madre, pues eran producto de un amorío efímero; por esta razón, las rechazó al momento de nacer. Mary Hilton, la partera que la había atendido, las compró a su madre y les dio su apellido. Daisy y Violet nacieron como gemelas siamesas pigópagas, es decir, unidas a la altura de la pelvis y compartiendo nalgas y circulación nerviosa. En aquellos tiempos la Medicina no había avanzado tanto como para hacer una operación para tratar de separarlas, por lo que se desaconsejó llevar a cabo la cirugía. Además, como la señora Hilton no tenía una buena situación económica, aprovechó la condición de las niñas para exhibirlas como fenómenos y ganar dinero con ello.
Fueron llevadas de gira a Australia, donde amasaron una inmensa fortuna. Su hermanastra Edith Hilton se casó con un feriante llamado Myers, y el matrimonio adoptó a las gemelas cuando su madre adoptiva murió. Sin embargo, hubo acusaciones que señalaban a su propio agente como presunto culpable de abusos sexuales, y los Myers también recibieron acusaciones por lucrarse indebidamente al exponer en demasía a las gemelas. Una vez asesoradas legalmente, Daisy y Violet se desvincularon de los Myers y volvieron a trabajar en el circo, su único medio de vida. Participaron en la película Freaks, al igual que otros fenómenos de la época, y en otra película titulada Chained for Life, que también fue un rotundo fracaso en taquilla.
Tras haber consumido casi toda su fortuna, las hermanas Hilton trataron de sobrevivir llevando un negocio de perritos calientes, pero no tuvieron suerte porque sufrieron el boicot de varias personas que las acusaban de ser unos monstruos. Murieron en la más absoluta indigencia, en 1949, ambas afectadas por la gripe de Hong Kong.
¡Y hasta aquí por hoy, lectores! ¡Hasta el próximo artículo!