La Doncella en el Cuarto de los Juguetes
En el orfanato más cercano a tu
ciudad, o a cualquier ciudad, hay alguien que aguarda tu visita. Llama por
teléfono tres días antes para concertar una cita, pero no digas cuál es tu
propósito o se cortará la llamada. Cuando entres en el hospicio, pregunta dónde
está el cuarto de la Doncella. Alguien
te indicará el camino pero, cuando te vuelvas para darle las gracias, esa
persona ya habrá desaparecido. No busques a nadie, porque nadie aparecerá en tu
camino. Simplemente, sigue adelante.
Camina por los corredores del
orfanato. A tu alrededor oirás risas y canciones, sonidos propios de niños
felices que juegan sin preocupación alguna. Pero, a medida que vayas avanzando,
las risas se convertirán en llantos y las canciones dejarán de serlo para
convertirse en alaridos más propios de una criatura a la que alguien tortura
salvajemente. No prestes atención a los gritos; más bien da gracias por
escucharlos, porque ellos dan fe de que estás a salvo. En el momento en que
dejes de oírlos, empieza a temer por tu vida.
Al final del corredor principal
hay una habitación con la puerta abierta. Cuando entres, te darás cuenta de que
estás en el Cuarto de los Juguetes del orfanato. Sin embargo, no hay ni rastro
de luz o alegría por ninguna parte. Todo está envuelto en oscuridad y el olor a
polvo es palpable. Por doquier hay animales de peluche, soldados de plomo bien
dispuestos en fila, varios juegos de mesa, muñecas de mirada fija e insondable,
trenecitos de juguete que avanzan por las vías que parecen recorrer toda la
habitación…
Miras a tu alrededor buscando a la Doncella , pero no está.
En el centro de la habitación sólo hay una muñeca muy bonita sentada en una
silla. Lleva un vestido violeta y el cabello adornado con un lazo de raso del
mismo color. En sus manos sujeta un reloj muy antiguo cuyas agujas permanecen
inmóviles. Tiene los ojos cerrados, como si estuviera dormida o sumida en sus
propios pensamientos.
A medida que te aproximas a la
muñeca, te das cuenta de que es sorprendentemente grande para tratarse de un
simple juguete. Tiene aproximadamente el tamaño de una niña de cinco años de
gran belleza y lozanía. Permanece en la silla sin moverse y sin abrir los ojos,
como si aguardara algo. Puedes cogerla en brazos, peinarla, arreglar su
vestido… pero no habrá ningún cambio en su estado. Entonces, te das cuenta de
que en su espalda hay una llave. Sin pensarlo demasiado, decides hacerla girar
varias veces.
Durante unos instantes no sucede
nada, pero entonces la muñeca empieza a convulsionarse entre tus brazos. Sus
párpados se abren y descubres, horrorizado, que no tiene ojos. De las cuencas
vacías empieza a brotar sangre, la boca se abre y se cierra de manera rígida y
espeluznante, y sus articulaciones amenazan con partirse de un momento a otro.
Aterrorizado, arrojas lejos de ti a la muñeca y decides abandonar el Cuarto de
los Juguetes.
Pero a medida que te alejes, un
suave tictac empezará a penetrar en tu oído. Cuanto más avances, más fuerte se
hará ese sonido. Llegará un momento en el que se volverá insoportable, llegando
a taladrar tus tímpanos y aguijonear tu cerebro. Cada golpe del reloj es una
tortura interminable. Incapaz de aguantar más, caerás de rodillas en el suelo
presa de un dolor terrible en las sienes. Entonces, una voz extraña sonará en
tu cabeza como el tañido de antiguas campanas.
-Quédate y juega conmigo…
Al darte la vuelta, descubres el
horror. La Doncella
es la muñeca que te esperaba en el Cuarto de los Juguetes. A través de sus
cuencas vacías se puede reconocer la maldición que pesa sobre ella y que ha
caído como una losa sobre el orfanato. Cientos de niñas han tomado a la Doncella en brazos,
inconscientes de la maldad que ocultaba, y han desaparecido. La Doncella , presa de la
soledad, decidió que nunca más estaría sola; había sido feliz en aquel
orfanato, siempre rodeada de niñas que jugaban con ella y eran sus amigas.
Pero, con el tiempo, las niñas crecieron y se marcharon. Y la Doncella se quedó sola,
siendo eternamente niña. En la soledad
del orfanato, recordaba los rostros de sus antiguas amigas y se sentía mal al
imaginárselas sonriendo sin ella. Todas la habían abandonado.
No podrás esconderte de la Doncella. ¿Cuántas veces
has girado la llave que le daba cuerda? Esos serán los días durante los que la Doncella te perseguirá
incansablemente, ya sea de día o de noche. No puedes huir. Cuanto más corras,
más largos serán los pasillos del orfanato. Tus pies pesarán como el plomo, tu
cuerpo caerá rendido, en tu cabeza seguirá sonando el tictac del reloj,
implacable y demoledor. La muñeca te alcanzará tarde o temprano y se adueñará
de ti.
El único modo de escapar es aceptar tu destino.
*********
¡Hola a todos!
Bueno, pues hasta aquí hemos
llegado con mi colección de microrrelatos Las
Siete Doncellas. Quiero daros las gracias a todos por haberlos leído y
deseo que os hayan gustado, de verdad. Todos vuestros comentarios, tanto los
que están aquí como los que he recibido por Facebook, me han producido una gran
alegría. Me ha sorprendido que mis pequeñas y malignas Doncellas hayan gustado,
hasta el punto de que unas cuantas personas me han preguntado cosas sobre
ellas: quiénes son, qué representan, qué quieren de nosotros…
Por eso, en respuesta a las
preguntas que os podáis hacer después de leer los relatos y como la extensión
de los mismos no da pie a resolver demasiados interrogantes, he preparado este
pequeño anexo. ¡Espero que os guste y os lo aclare todo!
¿Quiénes son las Doncellas?
Las Doncellas son entes de origen
incierto, oscuros y difíciles de comprender. Aunque las siete son distintas en
aspecto y forma de actuar, todas comparten un carácter extraño y perturbador.
Pueden mostrarse amables con los visitantes que acuden a verlas pero, al mismo
tiempo, harán lo posible por causarle temor o aprensión. Eternas, inmutables,
aterradoras. Las Doncellas son, en esencia, la representación del miedo bajo
diversas formas.
Aunque no pertenecen al mundo de
los mortales, es posible acceder a ellas a través de nuestra realidad. Para
hacer esto, es preciso seguir una serie de instrucciones a rajatabla;
cualquiera que infrinja esas normas sufrirá un serio castigo. Pero el cumplir
con sus reglas tampoco asegura un final feliz, ya que el objetivo de una
Doncella es entrar en nuestro mundo, tener contacto con él y derramar su
maligna influencia en nuestras mentes, ya sea en otro plano astral, en los
sueños o incluso a través del tiempo.
¿Qué simbolizan las Doncellas?
Las Doncellas representan siete
aspectos del miedo. Tanto su presencia como sus actos son simbólicos, porque
dan forma a unas emociones muy vagas que sólo tienen sentido en nuestra mente. Su
objetivo es provocar temor, miedo o angustia, algo que logran a través de sus
palabras engañosas o ejerciendo su poderosa influencia. Juegan con ventaja ya
que, al estar dentro de su mundo, ellas ponen las reglas que los visitantes
deben seguir.
El mortal que por diversos
motivos caiga en el territorio de una Doncella o esté en su campo de influencia
(la mayoría de las veces porque él mismo decide enfrentarse a ese destino),
debe saber a qué clase de criaturas se están enfrentando. Estos son los
distintos aspectos del miedo que representan las Doncellas:
-Doncella en el Cementerio: La
muerte y el olvido.
-Doncella en la Laguna : El sueño, lo
onírico.
-Doncella en la Catedral Olvidada :
El futuro oscuro.
-Doncella en el Jardín de Rosas:
El peligro oculto.
-Doncella en la Habitación Blanca :
La soledad y la locura.
-Doncella en la Prisión : La desesperación
y la histeria.
-Doncella en el Cuarto de los
Juguetes: El abandono.
Las Doncellas, una a una
¿Por qué los visitantes van a buscarlas?
Puede parecer contradictorio que
una persona quiera encontrarse por voluntad propia con cualquiera de las Doncellas
conociendo de antemano la perdición que le aguarda, pero tiene bastante lógica.
Las Doncellas son el miedo personificado. Son monstruos de aspecto hermoso que
viven entre nosotros y aguardan nuestra visita, ya que todos tenemos que
enfrentarnos a nuestros miedos tarde o temprano. Forman parte de una realidad
que está ahí, oculta en lugares recónditos, y todos lo sabemos aunque nos guste
ignorarlo.
La razón por la que el visitante
va a buscar a una Doncella es porque tiene la necesidad de experimentar ese
miedo, enfrentarse a él, plantarle cara y combatirlo si puede. Mirar el miedo a
los ojos es la única manera de impedir que gobierne su vida. Las Doncellas
utilizan diversas artimañas para atraer al visitante a sus dominios, inducirle
a caer en el error, romper el tabú impuesto… todo para poseer su mente, para
dominarle a través del miedo. Cerrar los ojos o esconderse de la Doncella no sirve de
nada, porque es imposible escapar del miedo.
Bueno, espero haberos resuelto todas las dudas. ¡Hasta la próxima!
No sabría decir cual es mi favorita, ya que ahora has explicado tan bien lo que significa cada una y el porqué va la gente a por ellas me he quedado presa del encanto de los cuentos. Sin duda, la explicación me ha encantado y, mirándolo así, yo tal vez iría a ver a la del cementerio y la de la habitación blanca.
ResponderEliminarMe ha encantado, de hecho, voy a leerlos todos otra vez ya que, a partir de esta explicación final incluso entienda mucho mas las cosas :)
¡Muchas gracias! Me hace muy feliz que te hayan gustado mis microrrelatos. Espero que, en la segunda lectura, los disfrutes mucho más. ¡Gracias! ^^*
Eliminar¡Qué pasada! Me ha encantado tu explicación, muy currada y con una psicología muy acertada.
ResponderEliminarSin duda la que más me ha gustado es la Doncella en el Jardín de las Rosas, la que más perturbadora me ha parecido la Doncella en la Catedral Olvidada, la que más me ha impactado la Doncella en la Habitación Blanca, y la que más miedo me ha dado la Doncella en el Cuarto de los Juguetes. Saca tus propias conclusiones ;-)
¡Pues muchas gracias a ti también! Cuando creo un personaje me gusta mucho ahondar en sus características psicológicas, porque eso lo enriquece mucho. Aquí he utilizado más la simbología, cosa que también me gusta.
EliminarInteresantes tus elecciones, jejeje! A mí personalmente me gustan mucho la Doncella en la Catedral Olvidada (muy siniestra) y la Doncella en la Prisión (me da miedo y pena a partes iguales), aunque las otras también me perturbarían bastante, jejeje!